Sofía: yo digo que las mujeres no necesitamos a los hombres para ser felices.
Susana: yo digo lo mismo.
Verónica: yo, no estaría tan segura y tu Regina?
Regina: prefiero no decir nada.
Todas chocaron sus copas, además de las risas también se escuchaba de fondo música, que todas coreaban.
Daniel sonreía al ver la energía que tenían esas 4 mujeres, si bien, nunca había sido un don Juan, más bien tímido, había tenido muy pocas novias, pero ninguna que le hubiera robado el corazón de verdad, así que aunque en un momento sintió el impulso de acercarse y conocer de cerca a la que había llamado su atención, lo pensó mejor y se retractó, así que mejor pidió otra bebida.
Después de ese segundo trago, Daniel se retiró.
Al día siguiente Regina se sentía muy animada así que le dijo a Esperanza que después de dejar sus cosas en el departamento de su hermana, irían todas al zoológico.
Regina bajó y pagó la cuenta del hotel, el botones subió las maletas a su auto, ella le dio propina, se subió y partieron.
Alejandro desayunaba con sus padres, quienes ya llevaban un par de días muy serios con él.
Alejandro: No soporto que me miren como si hubiera cometido un delito, si tanto les duele mi hermanita, entonces me largo para que ella pueda regresar, está visto que es su favorita.
Alejandro se puso de pie enojado apunto de aventar la comida.
Ariel lo detuvo.
Ariel: no se trata de quien es nuestro favorito, porque a ti te queremos igual que a tus hermanas.
Alejandro: no mientas, todo el tiempo han sacado la cara por Regina y yo? O Sofía? Que hay con nosotros.
Ariel: siéntate.
Ariel: como el único varón de mis hijos se supone que eres un poco más fuerte, tu hermana Sofía es la mayor y hace mucho se fue de esta casa, y Regina, es cierto es nuestra hija más pequeña, todavía nos necesita, estos años ha sido madre y padre para Miranda, tu no lo sabes porque no has vivido aquí desde que ella nació o crees que terminar una carrera con un bebé y sola fue muy fácil?
Alejandro: eso hubiera pensado antes de entregarse a Arturo.
Ariel: no voy a discutir eso contigo, solo quiero que te quede claro que los quiero a los tres por igual y al igual que su madre, solo quiero que se lleven como lo que son, hermanos.
Alejandro: eso diles a ellas dos que no me quieren cerca.
Ariel: porque tú te los has ganado a pulso, críticas a Sofía porque se divorció poco después de casarse y a Regina por tener una hija y no estar casada, las ves como pecadoras, quien eres tú para juzgarlas?
Alejandro: sabes bien que soy un representante de Dios.
Ariel: eso, es lo que tú quieres creer, pero no eres digno de llevar ese nombre, te falta humildad, empatía y tal vez todo esto sea mi culpa por no ponerte freno a tu capricho de entrar a un seminario tan pronto terminaste la preparatoria , si hubieras vivido un poco más la vida afuera no serias tan cerrado.
Alejandro: estas equivocado.
Ariel: siéntate! No he terminado.
Lorenza: hijo, intenta abrir tu corazón, acercarte a tus hermanas, porque cuando tu papá y yo no estemos tú serás su único apoyo.
Alejandra: ellas me odian.
Ariel: claro que no, solo se defienden de lo que les dices, pero el día que dejes de hacerlo, vas a ver como todo volverá a ser como antes.
Alejandro: nada, volverá a ser como antes mientras ustedes demuestren más interés por Regina.
Alejandro se levantó de la mesa y se fue.
Lorenza: no entiendo, como ha acumulado tanto resentimiento durante estos años.
Ariel: y quiera ser obispo, si es totalmente contradictorio.
Después de acomodarse en el departamento de Sofía, todas salieron al zoológico, Miranda estaba muy feliz.
Daniel seguía muy concentrado trabajando en el proyecto, estaba dispuesto a todo con tal de ser el vencedor; a la vez hacia llamadas preguntando por departamentos en renta para trasladarse, el dinero que traía no iba a aguantar mucho en un hotel que le resultaba un poco costoso, hizo un par de citas para dos días después donde vería un par de departamentos amoblados en renta.
Miranda disfrutaba de un día en el zoológico, por un momento su expresión cambio al ver a un niño casi de su edad de la mano de su papá y su mamá.
Sofía: que tienes peque?
Miranda: porque él si tiene papá y yo no tía?
Sofía: ehh pues porque todas las familias son diferentes, tú no tienes un papá pero si una mamá que te quiere con toda su alma, unos abuelos que te aman, tienes una nana y a mí, no te parece suficiente?
Miranda asintió con algo de resignación.
Regina y Esperanza se acercaban, pues estaban comprando algodones de azúcar.
Regina: aquí tienen.
Miranda: gracias.
Regina: que tienes mi amor?
Miranda: estoy bien, podemos ir a ver a mis abuelitos?
Regina: no creo que sea buena idea, Alejandro está en la casa.
Sofía: pero podemos invitarlos a cenar, preparamos algo rico.
Regina: eso suena muy bien, que dices?
Miranda: si!!
Esperanza: a mí me van a dispensar, pero yo quiero ser quien les cocine.
Sofía: pero nana, no es necesario.
Esperanza: como de que no? Les he cocinado desde que nacieron, así que hoy no será la excepción, así que díganme que quieren que les prepare.
Sofía: porque no dejamos que decida Miranda.
Las tres centraron su atención en la pequeña.
Miranda: yo quiero pizza.
Esperanza: criatura, eso no es muy saludable.
Sofía: pero por una vez no pasa nada.
Esperanza: yo no sé hacer pizza.
Regina: por eso no te preocupes, en internet hay miles de recetas.
Sofía: tengo la despensa llena, estoy segura que nada nos falta.
Regina: entonces vamos, nana, no te preocupes entre todas hacemos la pizza.
Esperanza: bueno, como digan.
Daniel salió a caminar un rato por la colonia, extrañaba su ciudad, a sus padres.
Después de un par de horas en el departamento de Sofía preparaban una pizza casera.
Regina, Sofía, Miranda y Esperanza estaba llenas de harina hasta las pestañas, se estaban divirtiendo como nunca, Lorenza y Ariel llegaron y se alegraron de ver lo bien que la estaban pasando, mientras ellas se limpiaban, ellos arreglaban la mesa.
Daniel cenó en su habitación, y luego bajó al bar con la expectativa de volver a ver a la mujer que la noche anterior había llamado su atención, pero después de esperar por un buen rato, se dio cuenta que había perdido su única oportunidad.
El fin de semana transcurrió de manera rápida, al llegar el lunes, Daniel llegó muy temprano con sus plan, estaba dispuesto a ganarse uno de los 3 lugares.
Ariel revisó todas las propuestas y eligió 3 proyectos a quienes les sugirió algo más complejo, Daniel salió beneficiado, estaba feliz, su plan estaba teniendo sus primeros frutos.
Ariel: estos tres proyectos, que ustedes traerán en un par de días se elegirá el más novedoso, esta vez no seré yo quien decida, tendré el apoyo de mi equipo de trabajo, así que espero mucho de ustedes, muchas gracias.
Después de esto Daniel se sintió aliviado, era muy bueno en su trabajo, cuando estaba en la universidad siempre fue el primero de su clase, confiaba en sus conocimientos.
Ariel estaba repasando los 3 proyectos que había elegido cuando tocaron a la puerta.
Ariel: adelante.
Regina: Hola Papá.
Ariel: hija!! Que alegría verte, no sabes lo mucho que te echamos de menos.
Regina: y nosotras a ustedes, me dijo la secretaria que ya habías elegido 3 proyectos.
Ariel: así es! Son estos.
Regina: puedo echarles un vistazo?
Ariel: por supuesto.
Regina tomó carpeta por carpeta y una llamó su atención.
Ariel: que dices? Cual propuesta te gusta más?
Regina: te diría que esta es la que necesitamos, habría que verlo a detalle.
Ariel: es de un joven que desde que lo entreviste me cayó muy bien, es muy inteligente y capacitado.
Regina: por qué estas tan seguro de que es así?
Ariel: llámalo intuición o sexto sentido, se ve que es muy profesional, y transmite mucho respeto, tiene buenísimas ideas, alguien así es como dices lo que necesitamos en esta empresa, él sería el ideal para el trabajo, pero necesitamos ver las otras dos propuestas tambien ya plasmadas.
Regina: y como se llama esa maravilla?
Ariel: Daniel García.
Regina: Daniel?