BeomGyu miraba a los tres chicos sentados en una mesa de piedra no muy lejos de ellos, podía escuchar sus risas y una que otra queja de parte del peliazul. No podía saber de qué hablaban, pero lo que fuese, les hacía mucha gracia al otro par.
— Hyung —llamó Hueningkai— ¿qué pasa?
Lo miró sin entender.
— Estás un poco extraño, ¿paso algo? —comentó TaeHyun, sacando una goma en forma de panda para luego comerla.
— No, no es nada —sonrió, tratando de tranquilizarlos— solo estoy un poco cansado. Ayer ayudé con los perros —miro a TaeHyun— luego fui a la heladería de yogurt —miró a Hueningkai— después ayude a una abuelita con sus compras y me encontré con YeonJun-hyung en el parque herido, supongo que sí... estoy muy cansado.
— ¿Hyung está herido? —la sorpresa se hizo presente en la voz de Kai.
— Se torció el tobillo —miró su mesa— pero parece que está mejor.
Le miró un rato más, observando las muecas en su rostro ante algo que había dicho el hermano de SooBin, a lo que los otros dos empezaron a reír. YeonJun parecía frustrado y a punto de querer golpearlos, le pareció gracioso como levantó la mano y le dio un zape a SooBin para luego este quejarse y sobar su cabeza. Pensó que sería bueno que ambos se hicieran amigos más cercanos y pasar ese tipo de momentos, aunque YeonJun lo golpeé.
— BeomGyu —la mano de TaeHyun agitándose en su rostro lo sacó de sus pensamientos— te quedaste mirando a YeonJun-hyung por un rato.
Sintió sus mejillas encenderse— T-Te crecerá más la nariz por mentiroso —apartó la mirada apenado.
TaeHyun alzó las cejas y lo miró obvio.
— ¿Hay algo que nosotros no sabemos? ¿YeonJun-hyung te ha hecho algo? ¡dime y lo matamos!
Rió por las ocurrencias de Hueningkai, negó mientras agitaba sus manos. No les había contado lo que ha estado pasando últimamente con ese chico, quizás porque ni él mismo sabía que estaba pasando. Un día YeonJun se comportaba bien, incluso amable, al otro actuaba como si no lo conociera. Incluso huía cuando le deseaba un buen día porque sí, había visto la forma en que aceleraba cuando se lo decía.
Ese chico le frustraba, ¿por qué era así? no recordaba haberle hecho algo malo. Mejor dicho, él no le había hecho nada malo a nadie nunca, siempre fue muy amable y lindo con cualquier cosa viviente y todos respondían del mismo modo, pero Choi YeonJun era otro caso.
— ¡Oh! —TaeHyun abrió mucho los ojos— ¿será que... te gusta ese hyung?
Los dos menores intercambiaron miradas sorprendidas, tapando su boca como si estuviesen reprimiendo gritos de emoción al ver que su shipp favorito ha sido confirmado.
BeomGyu se ruborizo sin evitarlo, mirándolo atónito mientras tragaba saliva, ¿gustarle Choi YeonJun? ese chico estaba loco.
— ¿Q-Qué cosas dices? —negó repetidamente, riendo nervioso— eso jamás... no... n-no...
— ¿Seguro? porque tus mejillas dicen otra cosa.
Rápidamente tapó sus mejillas, sintiéndolas cada vez más calientes. ¡No! ¡no podía gustarle ese chico! simplemente no, se hizo una promesa y la cumpliría.
Sus ojos viajaron hacia esa mesa, donde el chico peliazul reía, hablando animadamente mientras se quejaba de las palabras de sus amigos.
Y quizás... sólo quizás... reconsideró la idea de gustar de él.
Sólo quizás.