Daniel hizo todo lo posible por caerle bien a Ariel y demostrarle que era la mejor opción para el cargo.
Ariel: tiene muy buenas referencias, es un fuerte candidato, déjeme decirlo.
Daniel: gracias, sólo espero que mi currículo sea mi pase de entrada a esta empresa, sería un orgullo trabajar para ustedes.
Ariel: serán un par de filtros más, para decidir quién se queda.
Daniel: entiendo.
Regina llegó a la constructora, como siempre con una sonrisa y saludando a todos los que se cruzaba en el camino.
Secretaria: arquitecta, buenos días!
Regina: buenos días! Mi papá ya empezó las entrevistas?
Secretaria: hace un buen rato, y creo que va para largo, hay muchos aspirantes a la vacante.
Regina: bien, entonces cuando termine le dices que por favor pase a mi oficina necesito enseñarle la modificación de unos planos.
Secretaria: por supuesto.
Regina: Gracias.
Regina siguió hasta su oficina, se quitó su chamarra, colgó su bolso y se sentó a trabajar en otros planos; en su lugar de trabajo podían verse fotografías familiares, sobre todo de su hija.
Ariel: después de terminar las entrevistas yo mismo elegiré los mejores de donde saldrá el nuevo ingeniero, así que si esta de suerte pronto recibirá una llamada.
Daniel: sería estupendo, bueno me voy, gracias por su tiempo, que tenga un feliz día.
Ariel estrecho nuevamente su mano con Daniel.
Daniel siempre fue el primero de su clase cuando estudiaba en la universidad, había sido parte de grandes proyectos en el estado donde vivía, por alguna razón sentía que tenía muchas ventajas, después de dejar la constructora fue a ver departamentos para rentar durante el tiempo que estaría en la capital.
Miranda disfrutaba de cortar flores en el jardín con su abuela, cuando una de las muchachas le dijo a Lorenza que tenía una llamada, la pequeña se quedó sola, Alejandro que las observaba a lo lejos no tardo en aprovechar para acercarse a su sobrina.
Alejandro: son las flores favoritas de tu mamá.
Miranda: si! Por que no la quieres?
Alejandro: por que dices eso?
Miranda: porque la ves con cara de gruñón, ella es buena.
Alejandro: lo sé pero no ha tomado buenas decisiones .
Miranda: y cómo es eso?
Alejandro: como explicarte, cuando eres tan pequeña.
Miranda: ni tanto, pronto tendré 5.
Alejandro: Tu mamita se ha equivocado.
Miranda: cómo? Me explicas?
Alejandro: te ha hablado sobre tu papá?
Miranda: sólo sé que está muy lejos, pero no lo necesito.
Alejandro: y cuando ves a tus amiguitos del kínder con sus papás, no sientes feo?
Miranda: no! Por qué tengo a mi abuelo.
Alejandro: pero no es tu papá.
Lorenza se acercaba y pudo ver a su hijo junto a su nieta conversando, así que decidió no interrumpir y observarlos un poco más.
Miranda: Mi mamita es la mejor, mis compañeras del kínder quisieran que su mamita fuera como la mía, tengo mucha suerte, ella me quiere mucho y yo a ella.
Alejandro: todo niño necesita de un papá a su lado.
Lorenza pudo escuchar aquella última frase y no dudo en interrumpir.
Lorenza: Miranda tiene una familia que la ama y no hay mejor figura paterna que tu padre, que de sobra sabes que es un buen hombre.
Alejandro: por supuesto, pero lo ideal es que crezca como todo niño junto a su papá y su mamá, son los designios de Dios.
Lorenza: las familias pueden variar, lo importante es que haya cariño y respeto, Mi amor por favor lleva estas rosas y ponlas en agua.
Miranda se retiró del jardín.
Lorenza: pensé que habías entendido que no debías mencionarle eso a la niña, no te das cuenta que eso puede traerte problemas con tu hermana.
Alejandro: no tiene nada de malo que Miranda sepa sobre su padre, aunque no esté con él lo mínimo es que sepa sobre su origen.
Lorenza: tiene 4, es lo que menos le importa, Regina ha sido padre y madre y si no está con Arturo es por qué ese miserable casi la mata cuando estaba embarazada, o que prefieres, que tu hermana y su hija vivan bajo la violencia?
Alejandro: claro que no, pero pudieron hacerle responder por su paternidad.
Lorenza: a la fuerza ni los zapatos entran, deja de cuestionar a tu hermana y querer meterle dudas a la niña, no hagas que la situación con tu hermana se ponga más tensa, da el ejemplo y así como tienes compasión con tus feligreses hazlo con tu familia.
Alejandro: ya vas a empezar? Siempre estás de su lado.
Lorenza: no estoy del lado de nadie, me importa la estabilidad emocional de Miranda y ella necesita que toda su familia la quiera y acepte sin importar si nació en un matrimonio.
Miranda se acercó a su nana esperanza que se encargaba de la comida.
Miranda: que haces?
Esperanza: un pozole, quieres probar?
Miranda asintió.
Esperanza: abre la boquitaaa ..
Miranda: está delicioso, me das otro poquito?
Esperanza: no corazón, después a la hora de la comida no te comes todo, pero te prometo hacer tu postre favorito.
Miranda: bueno, oye nana, porque el tío Alejandro es tan raro?
Esperanza: como raro?
Miranda: siempre está serio y me dice cosas que no entiendo.
Esperanza: cómo qué?
Miranda: me pregunta sobre mi papá.
Esperanza: y que le dijiste?
Miranda: que está lejos y no lo necesito porque tengo a mi mami que me quiere mucho.
Esperanza: criatura hiciste muy bien, tu mamá es la mejor, te quiere mucho.
Miranda: nana, y por qué mi papá no me quiso?
Los ojitos de Miranda se llenaron de lágrimas si bien de algún modo la pequeña platica con su tío le había removido sentimientos.
Esperanza no supo que decirle y la abrazo.
Esperanza: tienes una familia que te quiere, para que quieres un papá si tienes a un abuelo que te adora, que te cuida y con quien juegas cada vez que quieres.
Miranda: tengo el mejor abuelo verdad?
Esperanza: claro que sí, quita esa carita de tristeza que tienes muchos motivos para sonreír, que te parece que más al rato te ayudo a hacerle un dibujo a tu mami?
Miranda: si, oye tú crees que me dejen tener un perrito?
Esperanza: mm no lo sé, tendrás que preguntarle.
Miranda: bueno.
Regina se reunió con su papá.
Regina: una prueba?
Ariel: si! Con esta primera fase elegiremos las 3 mejores propuestas y de allí hacemos otra para elegir la que mejor se acople a nuestro objetivo en el centro comercial; así que necesitare de tu ayuda.
Regina: si claro.
Daniel se pasó buena parte del día con la inmobiliaria, no encontraba el departamento ideal, así que por los próximos días seguiría en el hotel muy concentrado en el proyecto que Ariel le había sugerido hacer para ganarse la vacante en la constructora.
Daniel: así tenga que venderle mi alma al diablo voy a quedarme con esa vacante, Ariel Rivera no se escapará de mí.