Wakiya sería el tipo de novio que...
Que te compraría lo primero que veas y si es posible, toda la tienda. :v
Tu novio, Wakiya y tú, estaban en el centro comercial, pues decidieron ir a comprarte un vestido para una fiesta a la que él fue invitado y quiso que tú fueras su acompañante.
Iban tomados de las manos viendo a su alrededor... bueno, TÚ ibas viendo alrededor; el sólo caminaba con sus lentes de sol viéndose como una diva.
Un vestido en una vitrina de una de las tiendas llamó tu atención, por lo que comenzaste a jalar la mano de tu pareja hacia el lugar. Él sin entender nada, te siguió.
Entraron y lo sentaste en uno de los sillones que había en la sala.
—Espera aquí amor —y saliste corriendo hacia los vestidores.
—¿Qué...? —dijo sin entender nadita de nada.
Pasaron cuatro minutos en los que te cambiabas en ese hermosos vestido; y cuando estuviste lista, saliste con una sonrisa en tu cara. Y la boca de tu novio permaneció en una "o" perfecta.
—¿Me queda mal? —Wakiya siguió sin decir nada—. ¿M-me lo debería cambiar? —preguntaste temerosa, pero seguía sin decir nada—. Me iré a cambiar... —dijiste con un pequeño nudo en tu garganta.
Pero cuando estabas a punto de entrar al vestidor, notaste como alguien tomó tu cintura y te dio la vuelta, para estampar sus labios contra los tuyos.
La textura de sus labios, el ritmo en cómo se movían, la manera en la que reafirmaban el agarre en tu cadera, y por supuesto, el cariño que transmitían todas esas acciones, te dijeron al instante de quien se trataba.
—Te ves perfecta así _______________, se ve hermoso en ti. Si alguien más lo usara, no le quedaría igual de lindo que a ti. Pareces una diosa en él —halagó dando besos por toda tu cara.
—¿Entonces crees que me veo bonita? —preguntaste poniendo tus brazos tras su cuello con una carita perfecta de perrito mojado.
—Hermosa te quedas corta —aseguró dándote otro tierno beso en los labios.
—Te amo —dijiste abrazándolo.
—De hecho, te ves hermosa en cualquier vestido; incluso en todos los que se encuentran aquí, veamos. Ese de allá, ese de allá, ese, ese, ese, ese, también ese, ese, ¿ese por qué no?, ese, ese, ese, ese de una vez, ese, ese y ese —dijo apuntando a todos los vestidos que estaban en la tienda—. Los quiero todos —le dijo a una trabajadora del lugar.
—En-en seguida —fue por dos compañeras más para empacar todo, y desaparecieron por una puerta donde decía que solo el personal podía entrar.
—¡Wakiya Murasaki! ¡No tienes que comprarlos todos! ¡Regrésalos ahora! —regañaste avergonzada de ser la causa por la cual los compre.
—No, lo mejor para mi reina —dijo girando la cabeza.
—Aww, te amo mucho mi diva —le diste un rápido beso en la mejilla.
—Yo lo quería en los labios —dijo con un puchero.
—Bueno pues —se lo diste en los labios—. ¿Listo?
—Listo.
Y así salieron con millones de bolsas en mano, y disfrutaron la fiesta que tuvieron en la noche al máximo.
Este fue encargado por DxA2003 Espero que te haya gustado; me esforcé lo mejor que pude para que fuera un poco a lo que esperabas.
Sam fuera.