POV Sofia
Sin duda la devastadora noticia nos afectó a todos, unos que otros de diferentes maneras. Había gente que ni siquiera le dirigió la palabra en su vida pero con todo y eso se hacían llamar sus amigos, hipócritas. También había gente que lloraba como si fuera un mañana, y luego estaba yo, viéndola desde la esquina del cuarto de 4 paredes con una cara inexpresiva recordando cada momento que vivimos juntas, prefiero tener un vivo recuerdo de ella en estos momentos y no aceptar la realidad, todavía no podía creer que ella ya no estaba en cuerpo pero si estaba en alma con nosotros
Pasaron ya 2 semanas, y las cosas por acá estaban más calmadas, sin duda extrañábamos a nuestra amiga y no la olvidaríamos por nada del mundo, pero debíamos seguir con nuestras vidas. No olvidarla, porque nunca va a pasar, pero si seguir adelante para ser felices.
Si se preguntan, la madre no ha cambiado, sigue peor que nunca, los policías al ver el estado de ella se tuvo que llevar a sus hijos a una casa de niños, donde los cuidarían y le darían el amor que necesitaron hace mucho.
La cena con la madre de mattia sería esta noche, no estaba preparada para ver su cara una vez más. Sentía un gran dolor tan sólo recordar sus ojos café que me miraron con tanta tristeza aquel día.
Me encontraba al frente de la puerta de esa casa que me traía muchos recuerdos, anunciaba la casa número 72. Suelto un gran suspiro y mis manos nerviosas dan 3 golpes a la puerta y me abre con una gran sonrisa la madre de mattia.
- buenas noches señora, como se encuentra- le digo mientras le doy un beso en la mejilla y hago un ademán en entrar a la casa.
Se podían observar a todos los presentes en la mesa de la sala, con todo un bufete de comida italiana. Giacomo se encontraba al lado de una silla vacía, evidentemente de su esposa Matiluca que me abrió la puerta, gianluca se encontraba en una esquina y mattia en la otra con otra vacía silla en el medio, era la mía.
Entre y le entregue la ensalada que prepare para la cena, nada que ver con la comida italiana pero es lo que se hacer.
- Sofía cuéntame, cómo has estado estos días?-
Me pregunta el señor de cabellos grisáceos
- sin duda han sido momentos difíciles para mi y muchas personas, pero Gracias a Dios me iré pronto y va ha haber un cambio- digo esto y mattia rápidamente deja los cubiertos en el plato, que dio un gran ruido y seguido de esto me siento best a despectivamente buscando mi mirada, estaba sorprendido.
- como es eso que te vas mija?- me dice la señora matiluca mientras se limpiaba la boca con una servilleta
- me admitieron en la universidad Central, queda a 5 horas de la ciudad. Voy a perseguir mi vocación- le digo con mucha ilusión
- te irás?- dice mattia con un hilo de voz sin todavía creer lo que pasaba pero decido ignorarlo
- me alegra mucho, mattia seguirá sus estudios aqui por lo que veo- me dice giacomo para luego soltar una contagiante risa
(...)