Llego a darme una ducha, no dejo de pensar en lo bueno que está Hakan, cae el agua fría en mi ser, suspiro afirmando mis manos en la pared.
Luego de diez minutos me salgo relajada, me pongo ropa cómoda.
-Cariño estás bien.- pregunta mi madre golpeando la puerta desde el otro lado.
Hago que entre, me mira feliz y me abraza.
-A que viene esto.
-Hace mucho que no te veía sonreír así, me alegro por ti.- peina mi cabello.
-Tu estás bien?.
-Claro que sí.- habla alegre.
Mi madre ha sufrido mucho de drogadicción, la mayor parte del tiempo vivía en las calles, no se acordaba de nada, muchas veces me tocó ir a buscarla al hospital por sobre dosis, la pasé muy mal, un día llegó cambiada pidiendome ayuda para rehabilitarse y en eso está, hace ya cinco meses que no consume nada. Fue desde entonces que nos hicimos amigas con Bella como hace dos años, ella encontró un día a mi madre votada en una plaza, me avisó de la situación, me acompañó con ella a terapias, charlas, al psicólogo, me ayudó mucho y viceversa, luego me tocó devolverle el favor.
Veo un mensaje en mi celular de Manuel, que demonios querrá este idiota. Es del chico mayor del que me enamoré.
-Mamá debo irme, tengo un trabajo del colegio.- depósito un beso en su mejilla y me marcho.
Coloco los audífonos en mis oídos, pedaleo en mi bicicleta al ritmo de la música.
**
Luego de media hora de viaje llego algo cansada.
Afirmo mi bici en un árbol, camino hasta su puerta y toco.
Me deja pasar, sonríe mirándome de pies a cabeza.
-Estás muy guapa.- se acerca a besarme, lo esquivo.- Que ocurre.
-Me di cuenta que tú y yo no somos para nada compatibles, fue buena idea que me dejaras.- me cruzo de brazos.
-Por lo mismo te llamé, no dejo de pensar en ti, esta carita, esa cintura, tú cuerpo.- acaricia mi rostro.- Me tienes loco.
-Me vale, esto se terminó, fue el peor error que pudo existir meterme en tu cama.- lo empujo hacia tras.
-Bien que lo pasábamos.
-Estaba cegada, pero abrí mis ojos, así que no me vuelvas a llamar nunca más.- camino a la salida.
-Genial y yo le cuento a todos quién es tú padre.- me detengo en seco.
-No serías capaz.- hablo nerviosa.
-Quieres apostar.- pregunta con su idiota sonrisita.- Te aseguro que en tu colegio no les gustaría tener de alumna a la hija de un criminal que mató y violó, ha y que estafó a los padres de tus compañeros.
Le doy una bofetada entre lágrimas, me siento en el sofá.
-Cómo puedes ser tan cabrón, sabes que la maldita reputación en ese colegio lo es todo para entrar en la Universidad, como se enteren me expulsaran.
-Entonces quédate a mi lado.- me toma de los hombros besandome a la fuerza.
Mi padre es Alberto Núñez, está preso en una isla, yo lo metí ahí, es muy peligroso, mató a gente inocente, violó a muchachas, hacía tráfico de personas y lo peor fue que yo caí en su juego, me hizo decirle a mis compañeros de curso que él se estaba muriendo, todos depositaron millones de euros en una cuenta, creen que mi papá murió con la enfermedad, pero en realidad está en una cárcel, les he mentido todo este tiempo. El dinero quedó en la cuenta e hice que lo cambiarán a la mía, con esa plata he sobrevivido yo y mi madre de todo esto.
Si se enteran en el colegio me echarán de seguro.
Narra Bella
Me duele pero demasiado la cabeza, no sé si es por el golpe o la borrachera, es insoportable lo mucho que me jode.
-Podemos hablar.- sonríe mi hermana.
-Vamos afuera, aquí está hecho un desastre.
Nos sentamos en la orilla de la piscina, mojo mis pies.
-Bella me he comportado contigo como una verdadera zorra.
-No digas eso.- la interrumpo.
-Pero es verdad, no he hecho más que insultarte todo este tiempo que llevamos aquí, debe ser difícil no haber tenido a nuestros padres, soy una egoísta que sólo pensaba en mí, perdoname por las cosas feas que te dije, sobre todo cuando veníamos de vacaciones, era una pendeja que sólo soltaba idioteses por su boca.
-No te voy a negar, tus palabras me dolían bastante, pero de cierta forma tenías razón, era una malcriada que sólo daba problemas a nuestros padres.- miro mi reflejo en el agua.
-Si yo hubiese sido tú, sería exactamente igual, no se cómo es que han logrado salir adelante sin el apoyo de madre y padre.- me abraza, ambas nos ponemos a llorar.
-Te quiero mucho hermanita, pero no me pidas que sea buena con unos extraños que apenas veo.- sonrío limpiando sus lágrimas con mi mano.
-Tranquila, sólo se tu misma.- se pone de pie.- Vamos a barrer el desastre que hay dentro y haber si me ayudas con el maquillaje para semejantes ojeras que traemos.- reímos.
Creo que por fin voy a poder tener una hermana con quien compartir mis penas familiares.
**
Bajamos todos del auto de Justin, de nuevo a clases que terrible, aún siento dolor de cabeza, el golpe sin duda tuvo que ser fuerte, aún no entiendo bien como fue que me sucedió eso.
-Amor.- me da un beso Jordan.- De nuevo peleaste.- acaricia mi herida.
-Pelió con la mesa.- comenta Hakan.
-Tu quién eres.
-Chicos el es Jordan mi novio.- se los presento.- Y estos son mis hermanos mellizos, Aitana y Hakan.
-Encantado muchachos, bueno me voy a clases.- me da otro romántico beso.
Ambos me miran levantando las cejas con los brazos cruzados.
-Tu con novio?.
-Yo tampoco lo creía.- llega Arsa a nuestro lado.- Como está la familia Cavinski.- pone sus brazos en mis hermanos.
-Muy bien ahora que te veo.- le cierra un ojo, que trae Hakan con ella?.
-Por fin llega alguna, vamos, a Hayli la esperamos en la sala.
Nos vamos a nuestros puestos, matemática a primera hora, que mejor manera de empezar la semana.
Llega Hayli justo a tiempo, el profesor ya iba a cerrar la sala, tan lindo que es y tan mañoso. Nos pasa materia nueva y sigue con su evaluación en la pizarra.
-Araceli a la pizarra.- le pasa el marcador.
-Me llamo Arsa, entiende.- camina enojada al pizarrón.
-Encerio se llama así?.- susurra bajo para que no nos escuchen.
-Sí, Araceli Sandra, ocupa las dos primeras iniciales de cada nombre, Arsa, es para borrar el pasado o algo así.- le explico lo que sé.
Desarrolla el ejercicio de manera rápida.
-No le has puesto paréntesis al resultado final, tienes un 9,5.- anota en su libreta.
-Manuel no puedes ser así.- le reclamo.
-No me falte el respeto señorita Cavinski, para usted y para todos soy el profesor Manuel.- golpea mi mesa con la palma de su mano.
-Déjalo fue un error al no poner eso.
-Sea como Arsa, mejor hacer lo que yo digo y no estar en contra que les va muy mal.- la mira con ironía.
Tocan el timbre, salvadas por la campana, aunque siento que aquí hay gato encerrado.
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Manuel en multimedia!!