:)
Sí, el primer Lemon, se les hizo.
Nada más debo decir que los personajes no irán en orden ya que mi creatividad no va en orden jaja, me salieron primero los gemelos así que espero les guste.
Narro yo
Narra George
—¡Pasen, Pasen!
—Tenemos delicias desmayadoras
—Nuevas Grajeas asquerosas
—Y justo a tiempo para las clases...
—¡Pastillas vomitivas!
Los gemelos se encontraban gritando toda sus ofertas de dulces, siempre eran tan ruidosos a la hora de vender, bueno era lo más normal para poder llamar la atención
—¿Polvo peruano para oscuridad instantánea?— preguntó Harry
—Ese se vende mucho
—Perfecto para huidas veloces
Miré a ___, ella estaba tan hermosa como siempre, se encontraba ayudando a un chico, ella sostenía muchas cajas de dulces.
Miraba como el chico le sonreía y se acercaba a ella con mucha confianza
—Ahora vengo
—¿A dónde vas?— preguntó Fred
—Mi bella novia me llama
Harry y Fred se miraron confundidos, ya que no escucharon que tú lo llamaras
—¡Hey! ¿Necesitas ayuda?
—Yo, solo estaba buscando las ranas de chocolate.
—Oh vaya, mira, están por ahí— señalé las repisas que estaban llenas de las ranas de chocolate, el chico le sonrió a ella y yo solo lo miré serio.
Miré a ___, ella me miraba fruncido el ceño.
—Hola hermosa— besé su mejilla
—¿Qué fue lo que pasó?, ¿escena de celos? No es normal en ti.
Y era cierto, no suelo ser celoso pero esta vez sí reaccioné ante eso.
—Bueno, el chico te estaba coqueteando
—¿Qué? Claro que no.
Ella empezó a caminar para dejar las cajas en sus lugares correspondientes, yo la seguía.
—¡Claro que sí! Solo que no te das cuenta cuando te coquetean
—Solo estaba pidiendo mi ayuda
Entramos a la bodega de dulces, entré después de ella y cerré las puertas.
—De una manera coqueta, oye yo sé lo que es intentar acercarse a ti, eres hermosa y muy amable, cualquier chico le gustaría ser tu novio.
—Bueno, pero te tengo a ti.
—Pero...—
—George, me gustas tú y eres mi novio, no tienes porque preocuparte.
Ella y yo llevábamos 3 meses de novios, pero no me había puesto tan celoso como hoy, era la primera vez que me comportaba así.
—¿Y si alguien te secuestra?
Se dio la vuelta y miró la mesa, tomó la lista de dulces y por lo que puede ver para poner los ya vendidos
—¡Ay por dios! Eres un dramático, George.
Me acerqué a ella y tomé su cintura, me acerqué a ella y besé su cabeza, ella solo rió
—No soy dramático, no quiero que nadie venga y te aleje de mi, simplemente es eso.
Empecé a besar su cuello, su respiración había aumentado la velocidad normal, su cuerpo se tensaba.
Sentí como su cuerpo se alejó, para tratar de alcanzar algo que estaba un poco lejos en la mesa, solo sentía como su trasero se pegaba a mi entrepierna.
—Mierda, linda...
Me mordí los labios, no trataba de controlarme porque no era posible si se trataba de ella.
Se dio la vuelta y me dio una sonrisa, se alejó para ir a las repisas en donde estaban los dulces que sobraban por si se acaban algunos.
La seguí, miraba su cuerpo, era perfecta.
—¿Qué pasa?
No contesté, solo me acerqué a ella y tomé sus brazos para ponerlos arriba de su cabeza, me miró sorprendida.
—Me vuelves loco.
Ella se acercó y me besó, solté sus manos y tomé su rostro para besarla igual.
Sentí como sus manos estaban en mi abdomen, amaba como me acariciaba y rasguñaba con suavidad, me volvía loco cada roce de sus dedos sobre mi cuerpo.
Tomé una de sus piernas y la enrolló en mi cintura, yo sabía que sentía mi erección.
—Me tienes tan duro.
La cargué y su espalda quedaba apoyada en las repisas, escuchamos como caían cajas de dulces pero a la mierda el desorden ahorita, solo quería sentir todo su cuerpo junto al mío.
Ella se quitó la playera y se quedó en sostén, era todo un placer verla así y solo para mí. Tomé fuerzas y la lleve a la mesa, la senté con cuidado y enrolló una vez más sus piernas para acercarme a ella.
Mis besos bajaban más, besé su clavícula y llegué a sus pechos, sentí como trataba de meter su mano en mis jeans, sonreí por eso, estaba desesperada como yo.
Quité su sostén, vi sus pechos y sin dudarlo tomé uno con mi mano y el otro empecé a besarlo y chuparlo
—Ah...George...
Sentí un cosquilleo en mi erección, era demasiado delicioso escuchar como gemía mi nombre, empezaba a dolerme por la presión que sentía por los jeans, estaba apretado.
Pero ella me ayudó a quitarme el cinturón y a desabrochar el botón.
Por fin sentí su mano en mi miembro, gemí ante el contacto. Empecé a tocar sus piernas, tenía falda así que podía sentirla más. Estaba nervioso pero eso no impedía que pudiera hacerle lo que quiera, toqué su intimidad por arriba de su ropa interior, estaba mojada.
—Estás mojada, por mí.
Ella se mordió el labio, estaba sonrojada era la primera vez que estaba así. Empecé a tocar, pero quería sentir más, hice a un lado su ropa interior y toqué su entrada, estaba mojada y se sentía delicioso, estaba poniéndome más duro y no sabía si eso era posible.
Metí un dedo y ella gimió, la miré y estaba roja y sudando, jamás la había visto así y se ve como toda una diosa. Tan lista para mi, empezaba a mover mi dedo y a meterlo más, lo diré de nuevo, se siente tan jodidamente delicioso
—George, te necesito
—Aquí estoy preciosa— la besé pero ella alejó su rostro, la miré confundido.
—George, te necesito más.
Ahí fue que entendí, tragué grueso.
—¿Estás segura? Puedo esperar por ti.
—No, no quiero esperar más.
Me besó y junto más su cuerpo a mí, bajé mis jeans y me quité la playera que tenía mientras ella sacaba su falda y ropa interior, la miré una vez más, por dios.
Empezaba a acariciar su cuerpo para que se calmara, para que yo también me calmara ya que también era mi primera vez.
Me acerqué más a ella y rocé mi miembro con su intimidad, solo ese roce y ya estaba volviéndome loco.
—¿Tienes condones?
—Claro que sí
Ella me miró sorprendida
—Fred, ya sabes como es él.
Saqué uno de un cajón y me lo puse, la miré y ella solo me sonrió con timidez. Metí mi miembro, con la mayor delicadeza del mundo para no lastimarla
—Agh....George
También gemí, era una experiencia nueva pero se sentía muy bien.
—Estás tan apretada...ahh
Ella empezó a moverse, creando fricción, volviéndome loco.
La besé
—Más rápido amor...
—Lo que tú me pidas, preciosa.
Subí la velocidad, se sentía delicioso estar dentro de ella. Sentí como enterraba sus uñas en mi espalda.
El sonido que creamos también era perfecto, cada estocada que le daba era perfecto, todo era jodidamente perfecto y lo mejor era con ella.
Me subí a la mesa y ella quedó encima mío, empezó a moverse de arriba para abajo con rapidez, sentía como mi cuerpo se ponía más duro y tenso.
Agarré su trasero y lo apreté con fuerza, la moví en círculos y ella siguió con los movimientos.
—Mierda...lo haces tan bien.
—Ahg, George...
Sentí como su entrada me apretaba más, sabía que iba a correrse al igual que yo
—Yo también, hermosa.
Subí más la intensidad y por fin me corrí, ella se arqueó y dejó caer su cabeza para atrás.
Nuestras respiraciones no coordinaban, estábamos cansados, me senté para acercarme a ella, me miró y quité algunos mechones de cabello que caían en su rostro.
—¿Cómo te sientes?
—Bastante bien— respondió ella— ¿lo hice bien?
—Ay amor, ¿cómo puedes preguntar eso? Lo hiciste más que bien.
Ella sonrió, besé su mejilla y ella me abrazó.
—Oye hermosa
Me miró
—¿Qué pasa?
—Me haces muy feliz, te amo amor.
—Yo te amo más George y gracias por preguntarme al inicio si ya estaba lista, no sabes cuánto significó para mí
—Claro que tenía que preguntarlo amor, quería que estuvieras segura, eres muy importante para mí y siempre veré por tu bienestar, eres todo para mí, ¿lo sabes no?
—Lo sé amor, y tu también debes saber que eres todo para mí.
Sentí sus manos en mi rostro y me besó con ternura, la amaba demasiado. Como no tienen una idea.
Espero les haga gustado.
Ya casi tengo el de Fred pero por favor no me presionen demasiado, amo escribir para ustedes amores pero cuando tenga la inspiración necesaria para que les guste.
¿Cómo han estado hoy? Espero que bien. ^^