WITCH SWAN| H.p y Crepusculo.

By rosiesiganoff

498K 40.9K 6.4K

WITCH SWAN| ❝ Harper, necesitas ayuda.❞ -(Fanfic de Crepúsculo y Harry Potter) -(No acepto copi... More

ACTO UNO
PROLOGÓ
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
ACTO DOS
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
ACTO TRES
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
SECUELA.
Importante:

EPILOGÓ

6.6K 460 73
By rosiesiganoff

¡EPÍLOGO!

Tertulia Harper Rowle se movía por el arden con pura ilusión en sus ojos. Vaya, tenía once años y por fin iría a Hogwarts, parecía irreal a los ojos de la preadolescente.

Su madre, Flavia Rowle Jonker, con sus cabellos oscuros y su pálida piel miraba a todas partes, como si estar entre esa multitud oyendo los ruidos de las lechuzas comunicándose entre sí le trajera tantos recuerdos.

En cambio su padre, Tobías Erin Rowle, un hombre alto y delgado, siempre bien vestido y de preferencia en colores oscuros la observaba con añoranza a la estación frente a ellos, como si las mejores aventuras hubieran transcurrido en esas vías de tren.

—Hija, Tulia ¿Esa no es Rose?— la animó a su hija viendo a la niña pelirroja.

La chica sonrió más al ver a su amiga a la distancia acercarse con sus padres, los señores Weasley, Ronald y Hermione.

Los adultos se saludaron con plena alegría en sus rostros, solo faltaba un matrimonio para que el grupo de amigos estuviera completo.

A lo lejos a pasos apurados, como si llegaran tarde se acercaban el niño —que ya no era tan niño— que vivo, su esposa, una pelirroja y sus dos hijos más grandes.

Era el primer año tanto de Rose, como de Tertulia, como de Albus en Hogwarts, los tres niños conocían las historias que sus padres o hasta su hermano mayor les habían contado sobre la institución y no podían estar ansiados por que llegara el momento que algo así les pasara.

—¿Cómo está la pequeña Tulia?—preguntó la sra Potter sonriendo con cariño a la niña de cabellos azabaches.

—¡Estoy en un estado inefable, sra Potter! —La hija del matrimonio Rowle era una fanatica y conocedora de las palabras, amadora del arte de la complejidad de un diccionario.

—Me alegra oír palabras que no conocía de tu boca como de costumbre Tulia.— la alentó la mujer pelirroja.

Inefable: Algo tan increíble que no puede ser expresado en palabras.— dijo su definición casi de memoria la ministra.

—Ya Herms, no alardees de ese cerebro que tienes, sabemos de su existencia.— Le dijo su esposo a su lado.

Quizá Harry Potter hubiera agregado algo más ahí, ya saben, para que el trío de siempre esté devuelta unido haciendo chistes privados que solo ellos tres con todas las aventuras que habían vivido entenderían. Pero algo cruzó en la vista de todos:

Una mujer de cabello marrón oscuro corto por los hombros, con la piel blanca porcelana, de pequeña estatura y delgada como un esqueleto caminaba de la mano de un hombre, bueno hombre, aparentaba tener entre dieciocho y veinte, con su piel también pálida y su cabello oscuro cayendo despeinado y despreocupado, alto y de contextura muy delgada.

A los lados de la pareja caminaban dos chicos; una niña de cabellos marrones y un niño de cabello ligeramente más oscuro, con la piel de blanca como la de sus padres y con rasgos finos y delgados.

Los ojos de los brujos los observaron caminar y hacerse paso entre las personas, dudando de lo que veían, no parecía cierto, no podía serlo.

La mujer que sus ojos tanto analizaban mientras sus hijos hablaban sin parar, entusiasmados, vestía como una adolescente, como una muggle, con una remera unos talles más grande al suyo, demasiados, de color gris con un un chico rubio plasmado en ella y bajo las palabras "I ❤️ ISAAC LAHEY", luego bajo el remeron se asomaba una falda de tartán, estilo colegiala de colores bordos, por último llevaba unas medias a la rodilla negras junto unas zapatillas. Su cuello, infectado de cadenas como el de su pareja, que vestía de forma similar y miraba todo con atención, como si fuera la primera vez que estuviera ahí.

—¿Esa es...?— preguntó aún sorprendido el auror.

No podían entenderlo.

La chica de Ravenclaw que había cursado con ellos, que hasta cierto punto en algunos casos había sido su mejor amiga, parecía estar frente a ellos con una familia hecha.

Nadie había entendido que había pasado con el cuerpo de la chica cuando llegaron el año siguiente luego de las vacaciones a iniciar el nuevo año y ya no estaba; un hoyo vacío había, y el pánico no había tardado en fluir por los alumnos, quienes rápidamente pensaron que el cuerpo había sido robado por los Mortífagos, en señal de burla y sin darle descanso por fin a la hija de muggles.

—Vamos a averiguarlo antes de que salga el tren. ¡Rose! Agarra tus cosas.— llamó la castaña alterada.

Hermione siempre había sido la mejor amiga de la chica que luego descubrieron era una Banshee, había llorado tanto su muerte hasta que sus ojos no daban más. Por eso ahora no se iba a quedar de brazos cruzados.

Camino a paso decidido junto a sus amigos y sus hijos, quienes no entendían nada.

La de cabellos cortos admiraba a sus hijos con ojos llenos de brillos, no podía creer que estuvieran parados ahí, y estuviera por despedirlos para dejarlos fluir y tener sus propias aventuras en Hogwarts.

Edith Isis Cullen, nombrada así por su tio Edward y su madrina Itza, observaba todo con fascinación. Su gemelo a su lado Aiden Isaac Cullen, conversaba con su hermana melliza sobre lo genial que seria ir a la misma casa de Hogwarts.

A su lado, su esposo un chico que si bien se veía maduro, no aparentaba tener muchos años, al igual que la chica a su lado que parecía estancada en su edad, observaba a sus hijos con maravilla, se notaba que los amaba.

— Imagínate cuando aprendan a usar una varita lo que harán.— le susurro la chica a su esposo.— Theo se volverá loco.

—Amor ¿Qué tan grave puede ser?— preguntó dándole un beso en la frente a la chica el vampiro.

Hermione se posicionó a sus espaldas con angustia en sus ojos, vaya en verdad era ella.

—¿Harper?— preguntó con un hilo de voz.

Les puedo asegurar que Hermione y todos los amigos ahora reunidos luego de tantos años solo pensaban que frente a ella tenían a un bogart; ver a su amiga luego de su supuesta muerte era recordar tantas cosas y tiempos malos que a los Lagos miedo les causaba.

La chica se volteó y fue cuando los amigos le miraron directamente a los ojos, pudieron afirmar que esa era Harper Jules Swan, quien alguna vez también fue Di Cleardio y ahora era una Cullen.

Harper observó a sus viejos amigos con una sonrisa en sus labios pintados de morado, observó a su esposo de soslayo que analizaba al grupo de brujos que les hacía cara.

—Hermione.— artículo con felicidad en la voz.

Hermione desprendió lágrimas de sus ojos y se abalanzó hacia la chica. La atrajo hacia ella como si cuando se desprendiese desapareciera.

Hermione no estaba pensando con la cabeza; estaba ideando con el corazón. Si la chica estuviera en ese momento en sus cabales, antes de abrazar a la chica frente a ella se preguntaría como es posible su presencia.

Cuando se separaron luego de las respiraciones aceleradas, ansiosas y mezcladas con sollozos de la ministra.

La hija del matrimonio Weasley miró a la familia de pálidos sin entender por que su madre se ponía así ante la presencia de esa chica. Luego fue el turno de su padre, quien se acercó a la chica y tomó sus mejillas como si no creyera que estuviera ahí.

—Pero tu...—Ron se congeló frente a la que un día fue su hermana.— Estas aquí.

—Estoy aquí Ron.— sonrió la chica asintiendo con la cabeza.

Lukas vio a su mujer saludar a todos sus viejos amigos, los matrimonios se desmoronaban ante la chica que creyeron por años muerta.

—Chicos, el es Lukas Cullen, mi esposo.

—Así que ahora eres la señora Cullen.—afirmó Ron mirando ceñudo al chico paliducho junto a Harper.

Todos se preguntaron al instante cuantos años tendría el chico Cullen; era demasiado joven y... ridículamente bello

—Lukas, el es Ron, mi hermano y ella es Hermione, su esposa y mi mejor amiga del colegio.— los presento a los esposos.

Harper sabía que habían terminado casados, era imposible no saber quién era la pareja de la primera ministra de magia.

—Un gusto conocerlos, Harper me hablo mucho de ti.— dijo mirando a la castaña.

Hermione se sonrojó ante las palabras del aparente joven chico.

El matrimonio no tardó en conocer a la hija de los recién presentados y la que sería compañera de sus hijos, además de enterarse de la existencia de su hijo menor quien entraría en dos años a Hogwarts, Hugo quien se encontraba con Molly Weasley. Rose analizaba a Edith y Aiden buscando si alguno podría ser su siguiente amigo.

—Ya, ellos son Ginny Weasley y Harry Potter.— la mirada de Lukas paró instantáneamente en el chico.

—Es bonito saber de su existencia señor Cullen.— contestó con gracia Potter.

—Y ellos son mis compañeros de casa y mejores amigos, Tobías Rowle y Flavia Jonker.— presentó a los de cabello oscuro.

Tulia se escondía entre las piernas de su madre, observando a la niña frente a ella, Edith la miraba con curiosidad, mientras que Aiden tenía la vista en uno de los hijos de los Potter.

—¡HARPER!— Flavia como un relámpago que ni su esposo pudo parar se abalanzó a gran velocidad hacia la delgaducha chica.

La castaña la recibió de brazos abiertos, como si la esperara con ansias. Flavia la apretaba con todas sus fuerzas contra ella.

Tobías observaba la escena todavía anonadado, su esposa se estaba abrazando con una muerta, no es algo que se viera todos los días.

—¿Quién es el desafortunado?— preguntó viendo la sortija en su mano.

Sonrió ampliamente antes de responder la chica.

—¿Quién crees? Tu mejor amigo.— indicó con la cabeza al chico delgado de traje.—Hasta me dio una hija el desgraciado.— comentó riendo.— Mentira lo amo ¡Ven Tulia!

Tulia se asomo tras su padre y miró con sus grandes y curiosos ojos a la mujer que aparentaba ser muy joven. Harper le sonreía a la niña con maravilles, sin creer que sus amigos habían creado una criatura tan hermosa. Hasta que los ojos de Harper subieron.

Harper examinó con determinación a Tobías, seguía igual, aunque tenía más años, tenía sus hoyuelos al sonreír.

—Harpie...

Y ese reencuentro fue distinto, fue un abrazo lleno de recuerdos, de tristeza por el pasado pero a la vez de añoranza por un nuevo futuro.

—Si, estoy aquí y para traer a mis pequeños a su primer año en Hogwarts, así que si nos apuramos antes de que salga el tren...— dijo viendo a los mellizos.

Los amigos posaron su mirada en los pequeños que tenían gran parentesco a sus padres. El niño, con cabello desordenado oscuro como su padre y andares desinteresados y la niña, con la cara sumida en la curiosidad, como la Ravenclaw en su primer año.

—¿Y ellos? —preguntó Ginny admirando a los mellizos.

— Edith y Aiden, los melliz.— indicó la madre.

Juntos, los magos se acercaron a dejar a sus hijos en la puerta del tren rojo intentando no perderse entre la multitud.

—¿Desde cuando se conocen Lukas y tu?— preguntó curiosa por el chisme Flavia, a lo que todos prestaron atención a la respuesta.

—Es el hermano del esposo de mi hermana, desde las primeras vacaciones en América.— todos recordaban esas vacaciones.

Y más que nadie Harper. Que habían cambiado su mundo de cabeza.

Había sido el inicio de esta historia. Y no se arrepentía.

Al llegar a la puerta del tren los dos mellizos tomaron sus maletas en mano y su lechuza, Stiles. Miraron a sus padre por última vez, tomados de las manos observaban a sus hijos partir.

Lukas atrajo a su esposa hacia él y la abrazó con cariño, mientras que Harper descansaba su cabeza en su pecho sintiendo su tan familiar pero encantador frío tacto, había cosas que nunca iban a cambiar.

Como alguna vez les conté; sus cuerpos no estaban destinados a estar juntos, más sus alarmas eran otro tema aparte.

Ellos se habían conocido entre gotas de lluvia y habían cerrado su pacto de unión con pasos extraños de baile bajo esta; habían aprendido a bailar bajo la lluvia.

A un ritmo que solo ellos comprendían.

Tulia subió al tren con torpeza, no era la persona más hábil. Camino por los vagones y se sentó en uno, distinto en el que la hija de los Weasley y los hijos de los Potter se encontraban.

Respiro aliviada, deseaba un viaje tranquilo. Pero las cosas no serían así, lo supo cuando la puerta se abrió por primera vez.

Edith Cullen se encontraba en la puerta con sus maletas y un semblante tímido, distinto a el de la chica Rowle.

—Hola ¿Puedo sentarme aquí?—preguntó la de cabellos oscuros.

Era misteriosa y con un Aura oscura, eso era todo una curiosidad para la amante de las palabras.

—Claro. Tertulia Rowle.— se presentó.

—Ya me conoces.


































* * *

—¿Quién eres?— preguntó el chico albino con el que la chica chocó.

—¿Quien eres tú?— respondió con una pregunta poniéndose recta la chica.

—Scorpius Malfoy ¿Y tu?— se presentó sonriéndole a la chica frente a él. Pero con un índice de orgullo en su voz.

—Edith Cullen.























Hola, soy yo, la que viene escribiendo esta historia desde hace rato tiempo.

El gran final aquí.

Volvió la magia.

Y con ella nuevos personajes.

Y nuevas aventuras.

¿Les gustó el epílogo? Quiero TODAS sus opiniones, ¿Saben que amo a los lectores que comentan los textos o diálogos de cada personaje en particular? Nada se los comentó.

¿Felices de que allá vuelto la magia?

¿O de la familia de Lukas y Harper?

Dato interesante: Theo es el padrino de Aiden y Alice es la madrina. Luego el padrino de Edith es Jasper y la madrina es Itzaes.

¿y la familia Rowle? ¿Notaron el segundo nombre de su hija?

Bueno los dejo y nos vemos en la secuela dentro de poco.

TODO EL APOYO PARA QUE ESTA VEA LA LUZ.

@RossieSFF

Continue Reading

You'll Also Like

4.5K 144 7
amor que se convirtió en odio uk arg contryhumans
5.7K 469 13
historia uniendo dos mundos el de la película de Netflix llamada Klaus x Rise of guardians no ahí muchas historias de este Ship, que la verdad me sor...
10K 467 15
Lali.Siendo la hija del jefe Horatio Caine llega a trabajar a la unidad,llamando la atencion de todos,de los chicos por su belleza y de las chicas po...
1M 59.1K 43
Emma johnson es una chica de 26 años que queda embarazada de su ex-novio mattew. Su madre, Andrea, no la apoya en su embarazo, al contrario, la hecha...