« Las despedidas son agridulces,
pero no es el fin, veré tu rostro otra vez.
Me encontrarás.
Sí, me encontrarás,
en lugares que jamás hemos visto,
por razones que no comprendemos.
Caminando en el viento »
👑One Direction. Walking in the wind👑
El príncipe Michael fue golpeado una vez más por los recuerdos. Como había abrazado al príncipe Luke mientras charlaban por horas. Como sus piernas estaban enredadas las unas con las otras, mientras estaban compartiendo momentos tan íntimos como aquellos, en donde la corona quedaba fuera.
Luego de aquello, Michael lo convenció que no podía irse del reino sin una de las tartas que preparaba el cocinero Louis, por lo que lo convenció a ir hasta los jardines frutales, en donde él mismo le enseñó a ver los duraznos perfectos para la preparación. Fueron hasta las enredaderas en busca de frutillas y los árboles de cereza. Luke siguió las órdenes de Michael de como quitar los corazones de los duraznos y cereza, manchando sus manos bajo la sombra de los árboles, mientras Sir Harry y Calum charlaban en una de las bancas, prometiéndose que pronto volverían a verse.
Luego de eso le llevaron los ingredientes a Louis que por supuesto se puso manos a la obra a realizar dos tartas, una para el príncipe Luke y una para el príncipe Michael, para que endulzara su vida apenas el rubio príncipe se marchara.
Se encerraron aquel día en el estudio del príncipe Michael, quien aprovechó la presencia de Luke para comenzar con el bosquejo de un cuadro mientras él le hablaba incluso de las cosas más descabelladas. Luego el rubio príncipe vio el avance de Michael feliz y comenzaron a tocar piano, uno junto al otro, Michael cautivando a Luke con su voz, con sus líricas. Incluso se permitieron bailar sin música, solo escuchando sus respiraciones, bailando un vals silencioso lleno de sentimientos.
Cuando el sol se escondió, comenzó la despedida. En el estudio, Calum irrumpió murmurando que estaba todo preparado y que cuando estuviese listo el príncipe Luke, podían partir. Los dejó a solas, conociendo que preferirían una despedida más privada.
Apenas Calum los dejó a solas, Luke acunó el rostro de Michael entre sus manos y chocó sus labios, convirtiéndolos en una danza, un vals de despedida por una temporada. Luego de aquel gesto que pareció eterno, Michael acunó el rostro de Luke y acarició sus mejillas, observó sus ojos azules con una sonrisa triste. No quería que se marchara, pero él necesitaba tiempo y Michael también necesitaba su tiempo para disponer de toda su atención para concentrarla en la corona, para que el plan que había ideado con Lauralie rindiera frutos y fuera el mejor monarca que su reino pudo tener en generaciones.
—Prométeme que serás responsable, un príncipe que no acude al alcohol ni vicios, un príncipe ejemplar que llevará la corona de su reino con orgullo —susurró Luke tan cerca de Michael, con sus frentes juntas, con sus ojos cerrados, con sus labios rozando los del príncipe pelinegro.
—Prometo ser el mejor por mi, para mi reino y que te sientas orgulloso de tu amigo Michael —susurró el pelinegro, acariciando el cuello del príncipe rubio que se marchaba.— Prométeme que no olvidarás lo que ha sucedido en mis tierras, que no te olvidarás de lo que me haces sentir y de lo que tu sientes —susurró Michael en un susurro tan bajo, como si en serio debieran proteger ese secreto del mundo entero.
—Prometo no olvidarme jamás de lo que sucedió aquí Michael, no olvidar lo que estoy sintiendo por ti. Nos escribiremos cartas y cuando esté preparado para volver a verte, con mis sentimientos ordenados, te prometo que te lo haré saber, como también espero que me escribas cuando hayas estabilizado tus problemas con la corona.
—Lo prometo Luke, lo prometo —susurró Michael volviendo a juntar sus labios, a compartir un último vals ante la partida del príncipe.
Estaba ahí, en su cama recordando lo que había sucedido los últimos días y su corazón latía como nunca. Su estómago sobrepoblado de mariposas, sus mejillas ardiendo ante lo dulce que era Luke, pero también cierta tristeza en sus recuerdos al acordarse de como el rubio príncipe subía a su carruaje y se marchaba.
Ya lo extrañaba.
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El príncipe Michael despertó aquella madrugada con tos, a tal punto que la falta de aire lo despertó. Se maldijo en el momento en que recordó como Sir Harry le recomendaba que no continuara con sus baños de agua fría, seguramente uno de ellos lo había enfermado. Sentía sus mejillas ardiendo y decidió salir de la cama para decirle a sus guardias que estaba enfermando, que fueran a la cocina a prepararle una infusión de agua medicinales pectorales, cuando en su camino hasta la puerta, la sensación de fiebre fue más fuerte y al abrirla, su cabeza retumbó por el dolor.
—¿Príncipe Michael? —consultaron con preocupación los guardias, pero antes que Michael pudiera formular palabra, sintió una nueva estocada en su cabeza, un dolor que lo llevó a perder el equilibrio, que si no fuera por los reflejos de sus guardias, hubiese caído al suelo.— ¡Busca al doctor del palacio! —ordenó el guardia que tenía entre sus brazos al príncipe pelinegro.
Michael se sentía tan débil, su cabeza lo mataba, sentía que ardía y no podía odiarse más por ser tan terco de continuar dándose baños de agua helada.
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Hacía una semana el príncipe Luke se había marchado del reino de Mount Isa y también hace una semana Michael estaba con sensación febril y fuertes jaquecas. Sir Harry lo había estado acompañando en su enfermedad mientras estudiaba en sus aposentos, donde el noble le ayudaba en las lecturas e informándole de los últimos chismes del palacio, además de como iban las cosas con Louis.
—¿Podría ser que mi malestar se deba a mi lejanía con el príncipe Luke? —consultó de la nada el príncipe Michael mientras firmaba unos tratados de la iglesia que su padre le había enviado. Algunos los aceptaba, otros simplemente los dejaba en blanco.
—No puede descartarse. Consumaron su vínculo, ahora sus cuerpos terrenales podrían estar reclamando al otro. Recuerdo que con Louis, luego de consumar el lazo por primera vez, si no lo veía todos los días, me dolía el pecho. Pero es que, ¿cómo lo iba a ir a ver todos los días si cocina unos pasteles exquisitos? hubiese sido más azúcar que noble.
Michael soltó una carcajada ante el comentario de Harry y asintió. Quizás era que su cuerpo por fin le daba señales que no era imbatible, que debía descansar de vez en cuando.
Dos golpes en la puerta del príncipe Michael se escucharon y Sir Harry se levantó de la cama del príncipe para abrir la puerta, pero antes de llegar a esta, el rey Gabriel se adentró a los aposentos de su hijo.
—Michael, hijo, comprendo que aún estés débil y enfermo y lamento importunar, pero si no fuese de suma urgencia no me atrevería a exponerte de esta forma —expuso su padre, logrando que el príncipe arrugara su ceño confundido.— Solicitaré que te vistas y que vayas a mi despacho real. Es una reunión urgente que tenemos con visitas y cardenales, no puedo esperar.
—Entendido padre —respondió Michael, el rey Gabriel se quedó observándolo por eternos segundos haciendo confundir aún más a Michael.— ¿Todo está bien?
—Solo no tardes, te lo suplico.
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—Te apuesto que me han a notificar de mi compromiso con Lauralie —gruñó Michael mientras era escoltado por Sir Harry y un guardia hasta el despacho del rey. Se sentía mareado y el dolor en su cabeza era un zumbido constante pero tolerable, aunque claro la luz del exterior le estaba afectando un poco.
—No podemos descartarlo, aunque me parecería extraño que fueran a incomodar a tus aposentos cuando estás en estas condiciones. En este momento, antes del gran compromiso, el movimiento más inteligente correspondería a mantenerlos contentos y en paz antes de llevarlos al caos.
—Tiene sentido —concordó Michael llegando hasta el despacho, tocando dos veces antes que la puerta se abriera. Sir Harry lo acompañó a adentrarse y fue el primero en hacerlo, quedando Michael al final.
El ceño del monarca se frunció por la confusión. En el despacho se encontraba el rey Gabriel y el rey Landon, pero eso no era lo que le confundía, sino que en uno de los sofás se encontraba su madre consolando a una mujer rubia que lloraba sin descanso. Sir Ashton Irwin se encontraba a su lado con su vista perdida.
—¿Princesa Lauralie? ¿Estás bien? —consultó con su pecho lleno de preocupación. Su amiga lloraba entre los brazos de su madre y no entendía porque. Ya ambos conocían que contraerían nupcias, tenían un plan contra ello, pensó que ya habían superado esa fase de las lágrimas.
—Michael, debo informarte de una desafortunada noticia.
Michael arrugó el ceño. ¿Para ellos que de 'desafortunado' tenía su matrimonio?
—Escucho con atención —preguntó con su ceño fruncido. El rey Gabriel iba a hablar, mientras que el rey Landon no podía mantener su mirada en un lugar fijo.
—Yo...yo quiero decirle, creo que soy la más adecuada para entregar esta noticia —la princesa Lauralie salió de los brazos de la reina Merlina y limpió su rostro húmedo. Se puso de pie, frente a Michael, quien comenzó a limpiar las lágrimas del rostro de la princesa, esperando que comenzara.— Tenemos entendido que el carruaje de mi hermano, salió de tus tierras hace siete días.
—Si...—confirmó el príncipe Michael arrugando su ceño, pero pronto su rostro cambió brutalmente de expresión.— Lauralie, ¿dónde está Luke?
Los ojos de la princesa nuevamente se llenaron de lágrimas, abrió su boca, pero no salían las palabras.
—Lauralie, ¿dónde está tu hermano? ¿dónde está Luke? ¿por qué no me ha enviado cartas? —sus manos comenzaron a temblar y notó que su voz lo hacía.
—Príncipe, tenemos entendido que el carruaje del príncipe Luke, en el límite de las tierras sufrió un ataque de rebeldes. La mitad de los miembros de su brigada estaban muertos en la escena...—esta vez habló Ashton con voz débil, con dolor.
—¿Qué pasó con Luke y Calum? Ashton, dime que pasó con el príncipe y su servidor, ¡TE LO ORDENO! ¡TE LO ORDENO POR TODO EL PODER QUE ME CONCEDE LA CORONA DEL REINO DE MOUNT ISA!
—El caballero Calum Hood fue uno de los afectados en el ataque. En estos momentos se encuentra luchando entre la vida y la muerte...—dijo en un hilo de voz. Era obvio, era su mejor amigo para estar así de afectado.
—¿Y Luke? ¿Cómo está Luke? ¿Está herido?
—Príncipe...—susurró Ashton, acercándose al pelinegro príncipe con quien había compartido innumerables veces.— Según lo que nos logró mencionar Calum antes de perder el conocimiento fue que logró huir. Hicimos una extensa búsqueda con la brigada y las noches pasaban, el príncipe no podía sobrevivir tantas horas al frío de las noches.
—¿Luke está desaparecido? Eso no quiere decir que está muerto, seguramente buscó ayuda. Él es muy inteligente, él conoce a su reino...—intentó pensar el mejor escenario Michael, pero el protector de Lauralie negó.
—Hace dos noches encontramos un cuerpo decapitado en el bosque. Por supuesto que los animales salvajes aprovecharon la carne fresca...
—Pudo haber sido un rebelde...
—Príncipe Michael, las ropas del cuerpo encontrado pertenecían a una camisa de satín verde muzgo...—el corazón de Michael se detuvo y trastabilló. Sir Harry logró abrazarlo por la espalda para evitara que cayera.— El príncipe Luke Hemmings del reino de Macquaire, fue asesinado.
Y ahí estaban sus síntomas. La sensación de fiebre, la falta de aire, su cabeza doliendo como un demonio. Había sufrido todo lo que Luke sufrió en sus últimos momentos de vida.
—No respiro, no respiro...—dijo apenas en un hilo de voz. Su madre se puso de pie de inmediato y Ashton ayudó a Harry a que Michael se recostara en el sofá. Todo daba vueltas, su cabeza pesaba, su cabeza dolía.
Su alma cosorte se marchó de la vida y el sintió cada momento de angustia, dolor.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y observó a Lauralie que tenía su mirada azulada puesta fijamente en él.
—¿Lo perdimos? —preguntó en un hilo de voz.
—Lo perdimos —afirmó la princesa dejando escapar un sollozo mientras iba hasta los brazos de Michael.— Lamento tanto que hayas perdido al amor de tu vida —susurró en su oído la princesa, con sus sollozos escapando sin control de sus labios.
—Lo encontré y ya lo perdí, Lauralie...
⚔ Final de primera parte de Forelsket: la euforia de enamorarse👑
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Esperancitas, quiero aclarar que lo que acabo de hacer, jamás lo había hecho en ninguna de mis historias. Jamás había matado a Luke, como tampoco había hecho dos partes de la historia, como dos eras diferentes. Subiré la próxima semana y ahí notarán como continuará la historia. En la foto notarán como estaba vestido Luke antes de que lo asesinaran.
DUELE DEMASIADO MATAR A LUKE POR ESO SIEMPRE MATABA A MICHAEL PORQUE ME DOLÍA MENOS.
bESITOS.