Después de pasar una tarde con Nora me acosté temprano sin mucho desvelo y fui a la escuela al otro día, ya estaba sin ningún rastro de pelea en mi rostro así que ya no era el centro de atención que fui hace unos días. Por una extraña razón hoy me sentía feliz, sin problemas y sin amarguras matutinas, y para variar, la primera clase que tendría sería con la hermosa profesora Milkovic y su clase de química.
Hoy había otro juego de baloncesto, los partidos se disputaban cada lunes, hoy los Tigres jugarían con los Tiburones de Green Lake, hoy saldríamos temprano, y así serán algunos lunes si el partido toca aquí como local y no como visitante.
Entré al salón de clases, todos estaban esperando a la profesora que aún no llegaba, Bascilini estaba sentada en su silla mirando lejos hasta que vio que yo llegué. Me senté en mi puesto y ella arrancó como un auto veloz para hablarme.
—¿Cómo amaneció mi pequeño gran amigo proveniente del polo norte? —preguntó ella, la miré girando mi cabeza a su dirección, estaba apoyando su cabeza con su brazo derecho en la mesa, con una sonrisa encantadora en sus labios y su cabello rubio siempre rizado a los lados.
No respondí, jugué un poco con ella.
—Asumiré que bien. Perdón por no haber ido ayer a visitar a Jake —se disculpó con sinceridad.
—No hay problema —digo restándole importancia, igual ayer llegó la Matriarca y no me imagino cómo iba a tratarnos a Scott y a mí frente a ella, o incluso cómo iba a tratar a Charlotte.
—Le compré algo a Jake para compensar mi ausencia —soltó la rubia poniendo su bolso en su mesa y abriéndolo al instante para sacar algo.
(¿En serio?)
Ella no tenía que comprarle nada a Jake, no lo tenía que hacer, tiene de todo en su habitación y su madre le compra muchas cosas siempre. Pero, por otro lado, es una buena muestra de importancia, así es ella.
—Oye, no tenías que hacerlo... —miro lo que estaba a punto de sacar de su bolso.
—¡Claro que sí! Jake se debió sentir solo al saber que yo no fui ayer a verlo —dramatizó con una voz chillona.
(Ni tanto. Era domingo, día en que se plastaba en sus juegos)
Charlotte estaba lista para sacar lo que se supone que le compró a Jake, pero antes se detuvo para decir algo más.
—Supongo que si es un fanático de videojuegos y cosas como esa le debe gustar cosas de fantasía, fantasía épica y esas cosas, ¿no? —intentó afirmar a través de mí. Yo asentí, incluso a mí me gustaba un poco, pero no le tenía tanto fanatismo como Daniels —. Bien, ayer fui a una tienda de cómics que estaba abierta por suerte...
Una mujer... ¡¿En una tienda de cómics?!
(Ya los tiempos no son como antes. Las mujeres se revelan)
—Todos me veían extraño pero no le hice tanto caso, todos eran chicos nerds. Le pregunté al tipo que atiende la tienda sobre algo recomendable como para alguien como Jake, no le describí nada, solamente le dije "algo recomendable para alguien de catorce años". Tenía muchas cosas pero al final me mostró un libro que estaba recién llegando a la tienda para venderse, solamente le quedaba uno porque la gente se alborotó al ver el libro, según él.
(Vaya historia)
—¿Y qué libro es? —indagué.
Charlotte sacó el libro. Era un tanto grande y grueso, era lindo y el nombre del libro era "Imperfectos". Charlotte me lo dio y yo analicé sin abrirlo.
—¿De qué trata? —pregunté fríamente girando el libro por varios lados y ángulos.
—No lo sé, no pude abrirlo y leer de qué se trataba. El tipo solamente me dijo que era de fantasía combinada con varias cosas, pero que los nerds se emocionaron al ver que llegaron a la tienda. Estoy segura de que le va a gustar.
La miré, de verdad no tenía que hacerlo, ella... estaba siendo muy buena, una maravilla total con Jake. Yo jamás imaginé que Charlotte Bascilini se expandiera y conociera a Scott y a Jake, jamás lo esperé, y miren hasta dónde ha llegado.
Charlotte captó que mi mirada decía que no fue necesario gastar dinero en un libro que debe ser popular entre los nerds.
—Tranquilo, no gasté tanto. Dáselo como una recompensa y dile que lo lea y que me dé un breve resumen cuando vaya la próxima vez.
Yo sostuve el libro entre mis manos, pero no dejé de mirar a Charlotte. La profesora Milkovic había llegado al salón, sin embargo, no le hice caso, seguí plastando mis ojos en ella. Ese cabello siempre brillante y lindo, su piel clara, su cuerpo en desarrollo envidiable y provocador, su lindo rostro y su personalidad totalmente amigable me confunde dentro de mí. Ella parece feliz, se ve feliz, pero tengo mis sospechas, alguien feliz siempre carga con algo triste por dentro, ella debe tener su pasado dentro de la preparatoria o su vida. No me debe interesar pero me causa curiosidad cada vez que ella me habla con una energía y actitud transparente.
(¿Quién eres, Charlotte Bascilini?)
Después de la clase de la profesora de química fui a mi casillero a buscar y dejar unos cuadernos, y el resultado de un examen de la semana pasada. La profesora Milkovic es la única que hace una "tabla de posiciones" en su clase. Consiste en que ella juzga todas nuestras notas de exámenes y las suma todas al final posicionando a los mejores estudiantes de su clase. Yo sigo de primero, como siempre lo he hecho, a nadie le molesta saber que soy el primero y ni siquiera intentan rebasarme porque saben que nunca lo lograrán.
Lo único sorprendente esta vez era que Bascilini estaba en tercer lugar, por ahora. A la profesora le impresionó y dijo que yo podría tener nueva competencia en este año, Charlotte solamente me miraba con expresión ganadora y me declaraba la guerra. Puedo dejarla atrás, nadie me supera, de todos modos apenas venimos iniciando el último año.
—¿Escuchaste eso? Charlotte Bascilini, la mejor estudiante de química de 3-C —decía Charlotte delante de mí mientras me dirigía a mi casillero.
(Sí, claro)
—No pongas cara larga, Jones, sabes que yo te voy a quitar el primer lugar.
¿Con qué fin? Sólo es un tonta tabla para niños de preescolar, yo estoy bien con tal de pasar la clase. Aunque me molestaría un poco, puede que sea algo inmaduro pero yo he disfrutado en secreto estar en el primer lugar y estar invicto por dos años seguidos.
—Ya veré tu cara cuando quedes en el segundo lugar —seguía molestando Bascilini. Decidí contraatacar.
—Si hubiera una tabla en la clase de Benson y en matemática, ya estarías de última si no fuera por mi ayuda. Ya estaría viendo tu cara de niña llorona.
Charlotte se enfureció, apretó su mandíbula y estaba lista para decirme algo de seguro en italiano, pero cerró los ojos y suspiró, luego sonrió relajadamente.
—Tienes razón, ya estaría en el último lugar si no fuera por tu ayuda, amigo —sonrió malévolamente, en ese momento entendí que lo decía de tal manera que dejaba notar que me usó —. Así que, gracias por haberme ayudado, quizás pueda pedirte ayuda para que hagas mis tareas y...
—Jódete.
En la hora del almuerzo nos encontramos con Keyla, yo me senté a comer y Charlotte y Keyla se sentaron frente a mí para hacerme compañía para estar juntas y hablar un rato. Los de 3-A se veían ansios y emocionados, si algo les gusta es jugar al baloncesto y saborear su victoria, pero no la tendrán fácil, los de Green Lake saben jugar y tienen sus pequeñas mañas para ganar.
Otra cosa es su mascota, un tiburón azul de cabeza grande con una sonrisa con dientes afilados y grandes ojos y su cola, vestido del uniforme de su equipo: verde con franjas azules. El tiburón se llamaba Skitty y era la más popular en la liga por ser todo un actor carismático y por emocionar a su gente e incluso al equipo contrario y a sus fanáticos. Skitty baila, imita, apoya y actúa como una verdadera mascota, nadie sabe quién está detrás del traje y existe desde siempre, ¿su rival favorito? Elías el tigre.
Cuando Blue Town y Green Lake chocaban para tener un partido siempre estaba lleno de emociones, pero no era por el partido, sino por el duelo de mascotas. Elías contra Skitty. El tiburón retaba a Carlos a duelos de baile, imitaciones, quién le daba más ánimos al público y muchas cosas más. Era una batalla épica. Carlos decía que no sabía quién manejaba esa porquería, pero que se ponía muy modo Dios en los partidos y lo hacía sudar.
Cuando Green Lake perdía, Skitty se deprimía y miraba al suelo, todos, incluyendo el equipo contrario y el público, le dan abrazos para apoyarlo y animarlo a seguir siendo Skitty. Charlotte me utilizó otra vez, me dijo que le hiciera el favor de acompañarla al partido épico de todo el torneo, vistiendo su camiseta de los Tigres encima de su uniforme.
Ambos estábamos en el lado izquierdo de las gradas, del lado derecho estaba el pequeño público que vino a apoyar a los Tiburones. Yo estaba sentado en el rincón, en la cima de todo, viendo un duelo interesante, Charlotte estaba de pie apoyando al equipo, Skitty y Elías tenían su famoso duelo de baile, el tiburón iba ganando al igual que el equipo de Green Lake, el marcador eran 39 a 42 a favor de los visitantes en el segundo tiempo.
(Quería irme. Estaba aburrido)
Para matar el tiempo saqué mi teléfono y conecté mis audífonos, puse Old Time Rock And Roll de Bob Seger mientras veía a Skitty dándole una paliza al Cartero dentro de Elías, era gracioso verlos bailar al ritmo de la canción. El juego terminó mucho después, los Tigres perdieron y Skitty estaba emocionado mostrándole respeto a John y a sus amigos; además, les regalaba a ellos y al público camisetas de los Tiburones con un dibujo caricaturesco de Skitty sonriendo, cosa que se lo aceptaban por cariño.
(Las camisetas verdes de Green Lake son... agradables, al igual que su gente)
Algunos estudiantes, incluyendo a Charlotte, bajaron para acercarse a Skitty y saludarlo, el tiburón te recibía con un abrazo, era toda una celebridad. Charlotte se tomó una selfie con él, después Skitty le regaló una camiseta de su equipo.
—¡Skitty es lo mejor! —exclamaba Charlotte a mi lado en los pasillos cuando nos dirigíamos a la salida, tenía la camiseta de Green Lake puesta encima de su uniforme y de la misma camiseta de los Tigres; ella ya le había avisado a su padre que salió.
—Es una estrella —no voy a mentir. No saben cómo la gente pide que Carlos pelee con Skitty a ver quién gana, pero nadie se atreve a hacerle daño a alguien dentro de el traje de un tiburón popular.
Delante de nosotros vimos a la doctora Rosales, se dirigía a su consultorio y estaba vestida totalmente de Green Lake, llevaba la camiseta y una gorra verde con Skitty en ella, y al vernos se detuvo cerca de nosotros.
—Antes de que digan algo, no, no estoy traicionando al equipo —explicó ella.
(Parece que nadie se resiste a los encantos del tiburón)
—Es una ternura, no pude negarle que me diera una de éstas. Hasta el equipo lo tiene como muestra de respeto.
—Esa tiburón es lo mejor —opinó Charlotte como una niña conteniendo su emoción.
—¿Les digo algo? Ese tiburón debe ganar bien. Digo, regala su mercancía como si nada y su espectáculo vale miles; la gente se centra más en él que el partido. Deben pagarle todo un banco.
—Estoy de acuerdo —apoyó Charlotte.
(Es la cara de Green Lake)
—Como sea. Ustedes no me vieron con ésto puesto y tampoco estuve aquí —pasó por mi lado y siguió su camino.
Charlotte se rió por nuestro encuentro con la doctora y salimos, ella debía esperar a su padre y decidí quedarme para acompañarla y recompensar lo que ella hizo por Jake.
—Es raro que tú no hayas tomado una camiseta. Scott debería invitar a Skitty a su fiesta —decía Charlotte entre risas cortas. Me imaginé por un momento cómo sería Scott y su vestimenta de ese día junto al tiburón Skitty.
(Un caos mundial)
Quizá hasta le quitaría el puesto a Scott de El Rey de la Fiesta.
—Mejor no —dije mirando los alrededores y la calle.
—Por cierto, la fiesta de Scotty se acerca y ya tengo dos trajes en mente, pero no sé cuál elegir...
Miré a la rubia, ella también me estaba mirando con unos ojos y una sonrisa que pedían algo.
—¿Y qué pasa?
—Necesito tu opinión sobre cuál debería llevar.
—No soy bueno dando opiniones —y con eso dejé claro que me negaba a dar mi opinión sobre algo que de seguro tiene que ver más con las chicas que conmigo. Y sí, mis opiniones casi nunca eran buenas.
—¡Oh, por favor! No es tan difícil. Tiene que ver con ustedes y eso... Supongo —¿con nosotros?
¿Por qué no le pidió una opinión a Keyla sobre qué debería llevar? ¿Por qué a mí? Tal vez porque cree que seré sincero o no lo sé. Bueno, no está de todo mal que intente ayudarla. Suspiré antes de hablar.
—Bien. ¿Qué quieres ponerte o qué piensas ponerte?
—Solamente te haré una pregunta: ¿Supergirl o Capitana Marvel?
(Okey, esa pregunta rompió mis expectativas)
Creo que ya entiendo por qué recurrió a mí y por qué dijo que tenía que ver con nosotros los hombres.
—¿Qué? —quise escuchar lo que dijo otra vez.
—¿Supergirl o Capitana Marvel? ¿Quién es mejor?
Un extraño instinto me dominó y quise reírme en ese momento. Charlotte Bascilini, disfrazada de una de dos superheroínas.
(Interesante)
Charlotte me miraba y esperaba a que le diera una respuesta siendo rápida o lenta. Ahora que lo pienso, los dos trajes y temáticas le quedarían de maravilla, su lindo rostro y su cuerpo... Estarían bien ajustados a los trajes, pero la característica más fuerte y similar es su cabello rubio, que es el color de cabello de ambas heroínas.
A ver. ¿Supergirl o Capitana Marvel?
Ambas son rubias, es un hecho, de dos marcas diferentes, son muy fuertes y rudas y llevan trajes diferentes. Imagino que si ella eligiera a Capitana Marvel iría completamente cubierta de pies a cabeza por un traje azul y rojo con unas franjas amarillas. Se vería bien.
Si fuera Supergirl iría con la típica camiseta azul de Superman con su "S" en el medio, unas botas rojas y una falda roja suelta, mostrando parte de sus piernas...
(Concentración, ¡concentración!)
Ambas son lindas, claro, hay diferentes formas al verla ya siendo en películas, series o cómics. Sería algo interesante verlas combatir entre ellas para ver quién es mejor sin tener otra razón para pelear. En mi opinión, Supergirl podría ganarle con un poco de pelea dura a una Capitana Marvel con sus poderes.
(Sí. Supergirl es la mejor y tiene un buen traje...)
—Supergirl —espeté, sin seguridad —. Esa es mi opinión, necesitas otras opiniones, como las de el tipo que atiende la tienda de cómics, los nerds de la escuela y hasta Jake y Scott.
No, Scott le diría mil veces que fuera como Supergirl solamente para verla en falda.
—Olvida a Scott —me retracté rápido.
—No importa. Supergirl entonces —decidió ella sonriendo agradecida después.
—No, esa fue mi opinión.
—Y tu opinión fue la necesaria para hacerme elegir. ¿Y tú, qué tienes?
—Nada, iré simple. No me gusta disfrazarme mucho —dije con indiferencia, no quería hablar de eso.
De niño lo hacía, ¿qué niño no salía a pedir dulces en noche de Halloween? Lo que pasa es que ya estoy muy grande para esas cosas y me incomodaría estar vestido con un traje alrededor de gente que no le interesa disfrazarse de lo que sea. Charlotte de repente posicionó un pie delante y otro atrás y puso sus puños cerrados en su cintura y miró hacia el frente con la barbilla en alto.
—¿Qué haces? —le pregunté confundido.
—Estoy practicando mi pose de heroína. Imagina que mi cabello se mueve hacia atrás por el viento.
—Pero el viento no está soplando...
—¡Exacto! Por eso te digo que te imagines que mi cabello se mueve por el viento, con una canción heroica de fondo.
(Ya empezó a alardear)
—Seré la mejor en la fiesta. Soy el estereotipo de una chica divertida.
No lo creo.
—Pensé que tus padres serían un poco más...
—¿Rudos? —negué con la cabeza.
—Estrictos —finalicé. Charlotte se acomodó y se cruzó de brazos.
—Pues no esta vez. Me dieron el permiso, quieren que me divierta un poco, pero que no me exceda. Yo les dije que tú me cuidarías.
—¿Qué carajos hiciste, Bascilini? —me puse frente a frente con ella, la rubia se asustó un poco por mi acto alterado.
—¡N-Nada malo! ¡E-Ellos saben de ti y les dije que tú me cuidarías!
Esto no puede ser verdad. Soy conocido dentro de la familia de Bascilini...
Me separé y intenté calmarme.
—Genial. Ahora tengo una responsabilidad que no debería tener —reprochaba —. Y no, no eres el estereotipo de una chica divertida.
(En realidad sí lo era, no sé por qué lo negué)
En ese momento, Tontalini se fue y llegó Claselini. Se colocó derecha y recta sacando un poco el pecho, levantando un poco su barbilla y poniendo una expresión amenazante.
—No se te obliga a cuidarme, Jones. Yo puedo cuidar de mí misma —lo dudo —. ¿Y entonces qué estereotipo crees que soy? —preguntó al final con voz ruda y derecha.
—El de una chica linda pero tonta —respondí apático. Ella levantó una mano y me señaló antes de seguir reprochando. Pienso que dotó toda esa actitud de su madre o de su padre, no lo sé y no debería importarme.
—Voy a ignorar lo de "tonta" porque no lo soy... —en ese momento, ella se escuchó a sí misma, no tomó en cuenta que la llamé tonta, tomó en cuenta que la llamé linda. Se detuvo en ese preciso momento al hablar y titubeó un poco antes de que sus mejillas se sonrojaran y le evitaran hablar más —. ¡Sei il pazzo! —dijo ella en voz alta en italiano con vergüenza.
No entendí un carajo lo que dijo, sólo vi que Charlotte Bascilini se sonrojó enfrente de mí.
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Qué lindo y atrevido, ¿no? :')
Se acerca la fiesta de Scott, ¿están listos?
¿Qué piensan de nuestra rubia y nuestro prota? Su lazo crece y crece, ¿pero pasará algo más?
Y la pregunta más importante: ¿si ustedes fueran Charlotte, qué hubieran elegido? ¿Supergirl o Capitana Marvel? ¿Quién es mejor?