Todavía recuerdo la primera clase de defensa contra las artes oscuras.
No había nada de ejercicios que nos sirvieran para la práctica, era solo teorico.
— El ministerio opina que el conocimiento teórico será suficiente para que pasen sus exámenes. Después de todo, ese es el propósito de la enseñanza.
- ¿De qué nos servirá la teoría allá afuera?— Preguntó Harry.
— No hay nada allá afuera. ¿Quién te imaginas que quiera atacar a niños como tú?— Preguntó con brusquedad Umbringe
—No sé. Quizás Lord Voldemort.— soltó de pronto Harry
Umbringe apretó con fuerza su varita al oír eso. Luego de eso Umbringe lo castigo. No sabia cómo hasta que vi la mano de Harry
— ¿Que te sucedió en la mano?— Pregunte preocupada viendo cómo le sangraba la mano
Harry la aparto enseguida pero pude leer claramente; No debo decir mentiras
— Esto no puede quedar así...deberías hablar con Dumbledore o con tus...— las palabras quedaron en el aire.
— ¿Con mis padres?..¡Yo no tengo padres ni nadie que se preocupe por mí— masculló Harry.
Hermione lo vio dolida por su actitud. Hace tiempo que su amigo se comportaba de ese modo
Los días siguieron pasando y Harry se comportaba distante y hasta indiferente.
Pero luego al ver su error se disculpo conmigo. Una noche en la sala común nos contó a Ron y a mi un sueño que había tenido
— Chicos...no se bien cómo o porque, pero tuve un sueño muy real como el que tuve el año pasado....bueno, Ví a Voldemort...pero el se comportaba de un modo extraño y desesperado...era como si deseara algo...y creo que es el arma que le falta — comento Harry en un susurro.
Hermione no supo porque pero sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal al oír esto
No se sintió cómoda y rápidamente salió de la sala comun
Los chicos la vieron extrañado, pero solo Harry la siguió
Cuando Harry llegó a la biblioteca, observo que en una de las mesas del fondo, justo frente a la ventana, estaba su amiga, sumida en un libro.
— ¿Lectura a media noche?— Preguntó con diversión Harry tratando de aligerar el ambiente
Pero Hermione no despegó los ojos del libro
–¿que sucede Hermione?¿por que saliste así?–pregunto tras que ella lo ignorara
–No sucede nada Harry, solo....olvidalo–contesto suspirando
–Si no te pasará algo no habrías salido así, o es que no confías en mi–pregunto dolido el azabache
–¡claro! Que confío en ti Harry– respondió indignada la castaña
–Es solo que tu sueño me perturbó un poco, solo eso‐ trato de convencer la ojimiel.
Harry tomando asiento a su lado, la observo desconcertado
— ¿Cómo que te perturbo?¿Hay algo que no me hayas contado?— Preguntó el elegido
Hermione suspiró profundamente para luego observar a su amigo.
— Está bien...hace unas semanas, tuve un sueño, muy extrañó, dónde...dónde aparecía una mujer muy parecida a Marlene Mckinnon...con una bebé en brazos y el cabello de la niña se iluminaba al son de la canción que cantaba la mujer...— dijo entre pausas y con voz misteriosa la castaña.
— ¿Marlene Mckinnon?...¿Y tú qué tendrás que ver con esa mujer...?— dijo más para sí mismo el azabache
— No lo sé Harry...me gustaría comprenderlo pero no lo sé...— dijo con angustia.
Harry iba a responder pero una voz lo interrumpió.
— Vaya..vaya por fin algo que la sangre sucia no sepa— dijo con frialdad una voz.
Draco Malfoy se apareció entre los estantes.
–¡No te metas malfoy!–defendió el Gryffindor
–Vaya, pero si la sangre sucia tiene quien la defendía –dijo con burla el rubio –. O es que a caso ya son novios— siguió molestando el Slytherin.
–Lárgate huron– dijo una cansada castaña
–¿¡Como me llamaste sangre sucia!?– exclamó el suso dicho –¡Mi padre se enterará de esto!–dijo el rubio, dandoce la vuelta se marcho.
–No le hagas caso Mione – dijo harry –mejor vamono a dormir ya es tarde.
Luego de eso nos volvimos a nuestra sala común, después de un reconfortable y cálido abrazo nos despedimos.
Pasaron los días y las cosas con Umbringe no cambiaban. Seguia siendo molesta y quisquillosa, además de que no aprendiamos nada en su clase.
Luego de pensarlo mucho hablamos con Ron sobre armar una clase donde aprendamos a defendernos. Solo nos faltaba un profesor, y ya teníamos alguien para ese puesto.
Cuando íbamos a Cabeza de puerco en el camino le comentamos a Harry sobre lo que teníamos en mente
–Es una locura! ¿Quién me va a querer de maestro? Estoy chiflado, ¿recuerdan?
- Vele el lado bueno, no puedes ser peor que cara de sapo.
- Gracias, Ron
- Tienes todo mi apoyo, amigo.
Cuando llegamos a cabeza de puerco, ya había alumnos ahí...de echo más de los que esperábamos.
Habían de distintas casa, menos slytherin claro.
— Hola...bueno ya saben todos porque estamos aquí...necesitamos un profesor...un buen profesor. — empezó a decir Hermione –Alguien con experiencia contra las artes oscuras...
— ¿Por qué?— Preguntó Seamus.
— ¿Por qué?— dijo Ron incrédulo— porqué Quien tú sabes, ha vuelto
— Eso es lo que él dice— dijo Semus señalando a Harry que estaba incómodo.
— Dumbledore lo dice — añadió Hermione.
— Dumbledore lo dice, porque él lo dice — insistió Semus –Pero la cuestión es...¿Dónde está la prueba?
— Si Potter nos digiera algo más sobre la muerte de Digory — señalo Dean
—¡No voy a hablar de Cedric!¡Si alguien solo vino por eso, le pediré que se largue!— dijo molesto Harry, luego se dió la vuelta para hablar con Hermione—. Ellos solo han venido para saber más de la muerte de Digory, piensan que soy un bicho raro...— susurro el azabache.
Hasta que alguien dijo algo que llamo la atención de todo los presentes.
— ¿Es cierto que puedes conjurar un patronus corpóreo?— Preguntó Luna
— Si, yo lo he visto— contestó con firmeza Hermione.
— Caray, Harry. No sabia que podías hacerlo — aseguró Dean
— Y...y mató a un basilisco...— agregó Neville con nerviosismo
— En tercero se enfrento a cien dementores...— comento Ron
— Y el año pasado a quién saben...en persona..— agregó Hermione.
— Esperen...suena muy bien cuando lo dicen así, pero la verdad es que casi todo fue pura suerte, no sabía lo que hacía nunca y casi siempre tuve ayuda..— dijo Harry
— Solo está siendo modesto...— aseguró Hermione.
—No Hermione, no lo soy. Enfrentarse a esas cosas, no es como en el colegio, en clase cometes un error y puedes volver a intentarlo, pero ahí afuera cuando estás a un segundo de ser asesinado o viendo cómo muere un amigo a tu lado. No saben lo que es eso...
— Tienes razón, Harry. Por eso necesitamos tu ayuda, para tener alguna opción de derrotar a... Voldemort...— dijo Hermione atreviéndose a decir aquel nombre que causaba tanto temor
Habían pasado meses desde que creamos la E.D, (Ejército de Dumbledore). Todo marchaba bien.
Neville había descubierto la Sala de Menesteres, para poder entrenar e incluso ya podíamos conjurar un patronus, el mío era una nutria. Realmente Harry era un buen profesor.
Solo había una cosa mala, la profesora de las artes oscuras, había creado un grupo llamado la “La Brigada Inquisidora”, liderada por el estupido huron Malfoy.
Nos seguían a todos lados, también el estúpido de filch.
Una noche Harry tuvo una visión, dónde Arthur Weasley estaba en peligro. El azabache se despertó agitado y luego de buscar a Mcgonagall, fueron dónde Dumbledore.
El director daba órdenes sin parar pero no escuchaba a Harry, logrando que este le gritara molesto. Algo extraño en Harry ya que el no se comportaba así...era como si por un segundo otra parte desconocida en el se apoderara completamente de si mismo.
El día de navidad, lo pasamos en Grimmauld Place. Gracias a Harry, Arthur estaba sano y Salvo.
La noche paso sin ningún problema. Cuando terminamos de cenar, me pasee por la casa Black.
iba caminando por un pasillo, hasta que vi a Harry y Sirius en una habitación, dónde se podía observar un árbol Genealógico.
Sin proponermelo oi una parte de la conversación.
—Todos tenemos luz y oscuridad dentro de nosotros. Lo que importa es la parte a la que obedecemos. Eso es lo que realmente somos.— dijo Sirius dando una palmada en el hombro de Harry.
Antes de que se percatarsen de mi presencia, seguí caminando, hasta pasar por una puerta que tenía las letras grabadas; R. A. B
Curiosa, iba a girar la perilla, pero alguien más del lado de adentro lo hizo.
Era un elfo de aspecto gruñón, pero se notaba que había estado llorando.
— ¿Que te sucedió?— Preguntó Hermione preocupada.
— ¡No te interesa estúpida sangre su!....— no logro completar la palabra, era como si hubiese visto algo, algo que lo hubiera hecho cambiar de opinión—. Es que extraño al amo Regulus...— explico arrugando sus enormes orejas en un gesto triste.
Hermione acarició sus orejas, logrando que el elfo sonriera genuinamente.
— ¿Regulus?¿Quien es Regulus?— Preguntó Hermione amablemente.
El elfo la observó con sus grandes ojos como incrédulo que no supiera eso.
— El amo Regulus murió a hace mucho tiempo...el es el hermano del joven Black «lamentablemente» — murmuro por lo bajo Kracher.
Hermione río por la actitud del elfo
— ¿Cómo murió?— Preguntó interesada.
— Kracher no debe decir nada más...— dijo seriamente el elfo.
Hermione lo miro extrañado. Una voz intervino.
— ¡Kracher! ¡Espero que no estés molestando a la Hermione!— reprendió Sirius.
El elfo lo miro molesto pero no dijo nada
— El no estaba haciendo nada malo, Sirius — defendió Hermione—. Nos vemos Kracher— se despidió Hermione.
El elfo le sonrió
— Nos vemos señorita Hermione...— dijo el elfo sorprendiendo a Sirius.
Hermione desapareció entre los pasillos dejando a un desconcertado Sirius.
«Kracher, jamás había sido amable con nadie... solamente con Reggie» pensó Sirius.
Al volver a Hogwarts, empezaron nuevamente los entrenamientos de la E.D.
Cuando creíamos que todo estaba bien....estábamos en lo incorrecto.
Umbringe nos descubrió, por culpa de Cho Chang.
La peor parte se la llevó Dumbledore, porque lo culparon de la E.D.
Desde ese día, Umbringe se había puesto más dura con nosotros, nos mantenía más vigilados que antes, los que nos tenía cansados y algo asustados.
Una tarde cuando fuimos a tomar el té con Hagrid, este nos llevó al bosque prohibido, dónde nos presento a su hermano gigante, llamado Grawp.
También nos encargó que cuando el no estuviera que lo vinieramos a visitar, ya que ahora que no estaba Dumbledore...no había manera de que estuviera seguro, de echo, nadie lo estaba.
Cuando nos encontrábamos en los exámenes T.I.M.O.s. estaba todo en silencio, solo se escuchaba el sonido de las plumas escribiendo en los pergaminos Y el tic tac del odioso reloj.
Hasta que se comenzaron ha escuchar como si algo estuviera explotando
Umbringe se levantó de su asiento, caminando molesta hacia la puerta, pero se volvio corriendo como alma que lleva el diablo.
Luces y fuegos artificiales empezaron a explotar en el GC.
Y detrás de eso aparecieron los gemelos lanzando juegos artificiales al aire.
Todos comenzamos ha correr, mientras que a la profesora la perseguía un gran dragón. Los cuadros con sus estupidas leyes comenzaron ha explotar.
Todos salimos disparados afuera, viendo cómo los gemelos salían volando en sus escobas, al jardín.
Todos comenzaron a festejar eufóricos.
Hasta que vi a Harry desvanecerse en en en suelo.
Cuando me acerqué solo me dijo
— Sirius....
Y lo comprendí todo Voldemort, tenía a Sirius.
Rápidamente Harry, Ron y yo nos dirigimos hacia las escaleras.
Teníamos que encontrar una forma de ayudar a Sirius.
Harry quería que viajara por una red flu, pero todas estaban bloqueadas, menos una....La de la profesora. Así que decidimos viajar por ella.
Harry se negó a qué fuéramos con el, pero me encargué de dejarle en claro que estábamos con el en esto .
Antes que Harry pudiera responder una voz nos detuvo.
— Eso es seguro...— dijo Umbringe.
La Brigada inquisidora trajo a Neville, Luna y Ginny. Trataron de hacernos hablar pero no consiguieron nada.
Ahora Umbringe tenía a Harry sentado en la silla.
— Ibas con Dumbledore ¿No?— Pregunto la mujer.
— No.— contestó Harry
— ¡Mentiroso!— exclamó al mismo tiempo que le daba una cachetada.
— ¿Me mando a llamar, señora directora?— Preguntó Snape que recién había llegado.
— Snape, si. Necesito respuesta aunque no me las quiere dar — dijo la mujer lanzando una mirada a Harry.
— Uso toda mi reserva de Varitaserum, interrogando a los estudiantes— dijo con tono neutro Snape—. Amenos que desee envenenarlo y créame que la entendería. Pero no la puedo ayudar.
Cuando el profesor comenzaba a irse, Harry lo detuvo.
— ¡Tiene a Canuto!¡Tiene a Canuto dónde está escondida la cosa!— grito Harry
— ¿Que es canuto?¿Que está escondida?¿De que habla profesor snape?
–No tengo idea –dijo snape, dándose media vuelta.
–No me dejas ninguna alternativa –comenzó a decir la profesora – Como es una cuestión de seguridad del ministerio....no me dejan....ninguna alternativa. La maldición cruciatus te hará hablar.
– Eso es ilegal –defendió Hermione
–Lo que cornelius no lo sabe no lo lastimara. Ojos que no ven, corazón que no siente – respondió Umbringe poniendo boca a bajo una foto del ministro de magia.
Antes de que alzara su varita una voz la detuvo.
– ¡Dile! ¡Harry!— exclamó Hermione.
–¿Decirme que?— Preguntó mirando a la castaña.
–si tu no le dices donde está...lo haré yo...— aseguró la castaña.
–¿Donde está que?— Preguntó la mujer.
–el arma secreta de Dumbledore...— respondió Hermione.
Cómo debia de pensar rápido, lleve a Umbringe al bosque prohibido, con Harry.
— ¿Cuánto falta?— Preguntó Umbringe
— No está lejos...— respondió Hermione.
Cuando nos detuvimos dónde estaría la supuesta arma...no había nada.
— ¿Dónde está el arma?¿Acaso era una broma?— Preguntó con brusquedad pero una flecha le rozó el hombro
Un grupo de Centauros estaba frente nuestro.
— ¡Insolentes!¿¡Cómo se atraven!?...¡Incaserus!
El hechizo dió en un Centauro que comenzaba a asfixiarse con las sogas que lo enredaban
— ¡Basta!¡Lo está matando!— exclamó preocupa Hermione tratando de ayudar al Centauro
De repente apareció Grawp tomando a la profesora por los pies, cuando esté la bajo por los frechasos, comenzó a despotricar.
Pero cuando los Centauros la tenían dijo
— Diles que soy inofensiva, Harry— pidió la mujer.
— Lo siento profesora. Pero no debo decir metiras— dijo Harry
Sin más los Centauros se la llevaron.
Con Harry rápidamente nos volvimos al castillo, ibamos en el puente cuando nos encontramos con los chicos .
–¿como se liberaron? –pregunto agitada Hermione.
–les dije que necesitaba mis dulces, que tenía hambre – explico Ron.
–Bien necesitamos ir al ministerio....— dijo Harry restándole importancia al asunto.
Pues, tenía una misión...rescatar a Sirius.
************************
Continuara....