Por fin tenía de vuelta mi vieja camioneta, había estado las últimas semanas en el taller y al ser un modelo viejo las refacciones eran un poco más difíciles de conseguir que las de un modelo más actual. Pero amaba esa camioneta, no cambiaría esa vieja Ford 95 tuneada por nada del mundo. Había sido mi primer vehículo y no lo cambiaría incluso si se tardaba un poco en arrancar, siempre sería mi adoración.
Llegué al estacionamiento de la facultad de ingeniería y como era de esperarse estaba lleno. Si no me apuraba llegaría tarde a la primera hora y seguro que no sería la mejor opción, considerando mis faltas de la semana pasada. Busqué otro lugar donde estacionarme y dejé mi vieja Ford a dos facultades más lejos de la mía.
Las clases transcurrieron normal en tiempo y forma. Pasé toda la primer hora libre copiando los apuntes de Jongdae. No éramos tan cercanos pero prefería pedírselo a él que a Sehun, su letra parecían caracteres chinos que aún no se les ha dado un significado.
Salimos de clases y teníamos dos horas para almorzar, ahora tenía que ir por mi dinero hasta mi camioneta. En el camino me topé a Sehun saliendo de su clase de programación acompañado y como es su costumbre se autoinvitó a almorzar. Caminamos hasta mi camioneta y ya estando ahí nos dio mucha flojera regresar hasta nuestra facultad. No es que las facultades estuvieran muy despegadas unas de otras si no que eran tan grandes que podías perderte si no te sabías el camino. A pesar de estar casi juntas entre sí, era difícil que coincidieras con alumnos que no eran de tu misma facultad. Los horarios eran pesados y por lo general había que correr entre horas. Solo teníamos 10 minutos de tolerancia y eran justo el tiempo exacto para poder ir al baño y correr al siguiente salón antes de que el docente llegara.
Esa es la razón por la que Sehun y yo preferíamos tener un horario de dos clases extra en la tarde para poder tener tiempo de almorzar con tranquilidad.
-¡Ahhf! De repente se me quitaron las ganas de comer.-
-No harás que me sienta culpable y te compre el almuerzo.-
-Eres malo. Pero es verdad que ya no quiero regresar hasta que sea la hora de la clase, compremos el almuerzo en esta facultad.-
-Nunca estado en la de artes y letras. No se donde este la cafetería y no quiero pasar mis únicas dos horas para comer perdido entre aulas desconocidas.-
-Para tu buena suerte yo si he estado aquí antes. Y sí, vas a tener que comprar mi almuerzo.-
Le empuje suavemente el hombro en forma de queja y me dispuse a seguirlo por todo el campus. Caminamos por un par de minutos entre las aulas hasta encontrar la dichosa cafetería. Esta se encontraba justo en el centro de la facultad. Entramos y pedimos el almuerzo, en el camino había apostado con Sehun a que nos perderíamos en los primeros cinco minutos. El muy suertudo pudo dar con la cafetería a los cuatro minutos y medio, así que ahora estaba comprando dos almuerzos y un bubble tea.
Cuando terminamos de comer nos quedamos platicando dentro del local. El clima era bastante helado afuera y no daban ganas de estar al aire libre. Como era cambio de hora, el pequeño espacio se empezó a llenar de alumnos. Me puse a mirar la puerta sin propósito alguno mientras veía a todos los alumnos que entraban cuyas caras eran desconocidas para mí, excepto una.
Esa cabellera, esa sonrisa, esa mirada. Era él. Estaba en la facultad de Byun Baekhyun.
¿Si hubiera venido aquí antes de conocerlo, mi cuerpo habría reaccionado igual al verlo entrar? ¿Le habría prestado atención justo como ahora o habría pasado de largo después de mirarlo un par de segundos? No lo sé y supongo que jamás lo sabré. Aunque en el fondo sabía que habría causado el mismo impacto que cuando lo vi parado en medio de mi sala. Esa cara tan linda sería imposible de mirar y no volver a voltear para dar otro vistazo.
Me perdí un segundo viéndolo y cuando nuestras miradas se cruzaron una palma estaba moviéndose frente a mi cara obstruyendo toda la vista que tenía enfrente. Con un poco de molestia le di un manotazo a Sehun y traté de parpadear muy rápido para que no se diera cuenta de que era lo que estaba mirando. Pero no sirvió de nada por que al minuto siguiente, Baekhyun estaba parado frente a nuestra mesa con esa sonrisa genuina que podría derretir a cualquiera.
-Chanyeol! Pensé que nunca te vería por estos rumbos.-
-Y-yo... yo no...- empezar a tartamudear como un tonto, no creí que su cercanía me afectara un poco, pero me recompuse -Yo tampoco pensé que te vería aquí.-
-Bueno es que yo estudió aquí, la facultad de ingeniería está lejos de aquí ¿no?-
Asentí como respuesta y antes de poder seguir con la conversación fui interrumpido.
-¿Conoces a Chanyeol? Yo soy Sehun y soy su mejor amigo, mucho gusto.-
La sonrisa cínica de Sehun se dibujó en su cara mientras miraba a Baekhyun como un lobo hambriento.
-Ah, sí. Su hermana y mi hermano están saliendo, nos conocimos hace unas semanas en una cena familiar.-
-Vaya, vaya, vaya, me pregunto por qué Chanyeol no me lo había contado.-
-Será por que eres un chismoso de primera y no te incumben mis asuntos familiares?-
Baekhyun dejó salir una de sus risas escandalolas y mis oídos parecieron reaccionar ante tal sonido. Mi cuerpo se puso rígido y automáticamente toda mi atención se fijo en él.
-¿Así que serán familia? Wow, pues nosotros somos casi como hermanos, ¿no es así Chanyeollie? También podemos ser cercanos.-
Me estaba molestando demasiado el que Sehun tuviera esos atrevimientos con Baekhyun, por que si, el bastardo era de mis amigos más cercanos, nos conocíamos desde la secundaria y éramos casi hermanos, pero Baekhyun no era el tipo de chico con los que Oh Sehun se relacionaba, solía conocer a sus conquistas en fiestas de universitarios desenfrenadas en alcohol y sexo. Lo único que Baekhyun encajaba era en ese tipo de niño bonito con los que solía salir mi amigo y yo estaba seguro que Baekhyun no era de ese tipo de estudiantes.
-Claro, mi amigo Minseok dará una fiesta este fin de semana, pueden venir si quieren. Así podemos conocernos más, no crees?-
Su propuesta me acababa de cerrar la boca por completo, tal ves si le gustaba la fiesta y el alcohol o tal ves yo era un anticuado, a decir verdad no lo conocía realmente, tenía una impresión de el en base a las anécdotas que sus padres contaron durante nuestra cena. Tal ves yo me equivocaba y debía conocerlo mejor, después de todo íbamos a ser familia en un futuro y probablemente un futuro más cercano del que creíamos.
-Por supuesto que iremos, dinos donde y a qué hora y estaremos ahí.-
-Genial, te parece si te envio la dirección más tarde, Chanyeol?-
-Si, está bien.-
-Entonces te daré mi número.- Sacó un pequeño block de notas adhesivas en forma de cajita de leche de fresa y anoto los dígitos. Después estiro su mano y lo pegó en la mesa.
-Envíame un emoji para saber que eres tú, lo siento pero ya tengo que irme, nos vemos el fin de semana.-
Las siguientes dos clases se me hicieron eternas, quería llegar pronto a casa para enviarle un mensaje. ¿Qué emoji debería enviarle? Tal ves una carita con giño, o quisa uno sonriendo, no quería que pensara que era estaba muy ansioso pero tampoco quería causarle una impresión de chico despreocupado. Me parecía tan complicado mandar un estúpido emoji, ¿desde cuando me complicaba tanto la existencia? Deje de pensar y arroje el papel a la mochila para intentar concentrarme en mi clase.
Después de la cena subí a mi habitación y saqué mis libros para leer el tema siguiente.
Pegado entre las hojas estaba el pedazo de papel rosado. De nuevo la ansiedad volvió a mi y aunque trate de ignorarlo mis ojos se deslizaron de los textos hacia la mesa donde descansaba mi teléfono. Tome el aparato y guardé su contacto. Lo volví a dejar sobre la mesita y seguí mi lectura. Una hora más tarde volví a mirar el teléfono y me decidí a mandarle una simple carita sonriendo, seguido de un Hola. Acto seguido lo dejé de nuevo en la mesa.
Chanyeol
Hola 😊
Al minuto la pantalla de mi teléfono se iluminó. Lo tomé y vi el nombre de Baekhyun en la pantalla. Mi corazón se aceleró por segundos y me sentí emocionado. Abrí el mensaje para leerlo.
Baekhyun
Hola. Eres Chanyeol???
Su respuesta me causó gracia al principio pero después pensé en que tal vez esperaba el me sabe de alguien más.
Chanyeol
Sí soy yo.
Baekhyun
Mándame una foto para confirmar que eres tu.
¿Enserio estaba pidiéndome una foto? Al principio dudé pues podía tratarse de una broma, pero el mismo había anotado su teléfono. Si era una broma entonces debía confirmarlo, no podía mandar una foto mía a cualquier extraño pensando que era Baekhyun. Hoy en día los hackers y trolls podían sacar información tuya y causar algún daño, ya sea físico, económico o emocional. Ni loco me iba arriesgar, pero y si, si era su número?
Me armé de valor y toqué el ícono de llamada. Tardó varios tonos en contestar. Mientras sonaba pensaba en que me habían jugado una broma pero después de cuatro tonos por fin atendió mi llamada.
-H-hola? Chanyeol?-
Escuchar su voz me tranquilizó demasiado. No podía explicar el sentimiento de alivio que experimenté en esos momentos. Efectivamente, era Baekhyun en la línea.
-¿Qué clase de petición es esa? No se te ocurrió que podría haber pensado que eras un hacker?.-
Su risa me hizo olvidarme de los nervios y me transmitió seguridad.
-Tienes razón, no había pensado en que serías un loco paranoico. Tal como tu hermana dijo, piensas demasiado las cosas Chanyeol.-
-¿Te llevas bien con mi hermana?-
-Sí, hemos hablado un par de veces y en la cena. Ella habla mucho sobre ti. Puedo ver cuanto te quiere, así que no deberías estar celoso de mi hyung.-
-Hare como si no hubiera escuchado eso y mejor te diré que me envíes la dirección de la fiesta de tu amigo.-
-Pensé que lo habías olvidado. No te veías tan animado con la idea en la cafeteria. Parecía que era tu amigo el más interesado en ello.-
-No soy mucho de fiestas, pero creo que necesito salir, ya pronto vendrán los exámenes finales y no podré divertirme en un buen rato.-
-Hablando de eso, debería estar estudiando en estos momentos, te enviaré la dirección. Hablamos luego?-
-Claro, estudia duro. Adiós.-
-Hasta luego, Chanyeollie.-
Me quedé en blanco durante unos segundos. No reaccioné hasta que escuché el sonido de que la llamada había terminado. La manera en que dijo mi nombre fue tan linda que apenas y podía procesarlo.
Estaba recuperándome de eso cuando mi celular volvió a sonar indicando la llegada de un mensaje. Lo abrí y mi corazón se detuvo por un momento para después seguir latiendo acelerado.
El mensaje contenía una ubicación con la dirección de la fiesta y abajo una selfie haciendo el signo de peace ando love, que decía Buenas noches chico paranoico.
Esa fue la primer foto que tuve de Byun Baekhyun. La guardé y la miraba todo el tiempo, delineada con la yema de mis dedos índices su cara y cada uno de sus rasgos. Eran increíble que fuera tan bonito.
La semana se pasó tan rápido que apenas la sentí. Sehun no paraba de molestarme pidiéndome el número de Baekhyun o queriendo ir a su facultad. Toda la semana estuvo preguntándome que me pondría para la fiesta. A ese punto ya me estaba arrepintiendo un poco pues ni siquiera conocíamos al chico de la fiesta. Tal ves ir de colados no era buena idea, pero Baekhyun me había mandado mensajes casi diario preguntándome si iría o si no había olvidado la fiesta. Era imposible negarme a ir, me preguntaba que se pondría.
El día de la cafetería lo había visto con un atuendo casual, pantalón blanco y chamarra de mezclilla color marrón y una playera casi de los mismos tonos. Su cabello estaba igual de brillante y perfecto, en su cara resaltaban sus pequeños labios rosados. Era bonito en todo sentido, tanto que me empezaba a volver un poco obsesivo con lo que debería usar esa noche.
Llegó el sábado, eran casi las ocho de la noche y había quedado de ver a Sehun a las ocho y treinta. Todavía no podía decidir qué usar, estaba buscando un suéter no tan aburrido y un pantalón casual. En eso la puerta de mi habitación se abrió y vi a Sehun entrando como si fuera su propio cuarto. Llevaba una camisa negra y un pantalón negro roto de una rodilla, llevaba una chaqueta de cuero color marrón con pelo sintético en las vistas del cuello y muñecas, unos tenis Vans color negro, llevaba su cabello negro desaliñado como si no se hubiera preocupado en arreglarlo y sus ojos con lentillas de un tono claro casi gris.
-No me digas que piensas ir vestido así! Que nadie te dijo que vamos a una fiesta y no a la iglesia?-
-¿Que haces aquí? Quedamos en vernos media hora más tarde.-
-Lo sé y por eso mismo vine antes. Tengo que salvarte de cometer suicidio social antes de que te aparezcas en esa casa luciendo así. Podría ponerte un libro bajo el brazo y pasarias por vendedor de biblias. No se te va acercar ni la mosca.-
Después de que Sehun revolviera mi guardarropa por fin pudimos salir hacia la casa del tal Minseok.
Cuando llegamos visualice la casa, era enorme y con un bonito jardín delantero y un corredor al estilo occidental. Toda la fachada era hermosa y parecía que los dueños eran gente con buena posición económica. Nos adentramos entre el gentío y nos dimos cuenta que había gente de nuestra facultad, uno de ellos era Jongdae, quien pronto se acercó a saludarnos y nos ofreció bebidas.
Acepté el vaso pero no bebí de él de inmediato pues mi atención estaba en los alrededores buscando la cabellera color miel.
En la habitación de alado vi un grupo de chicos y en medio estaba el chico que buscaba.
Se veía espectacular con esa camisa azul marino brillante desabotonada de la parte de su pecho. Portaba un pantalón negro rasgado de ambas rodillas y su cabello no estaba tan lacio como de costumbre, además traía un poco de delineador en los ojos, lo que le daba un toque más sexy a su look. Jongdae nos preguntó si conocíamos al chico del cumpleaños a lo cual ambos negamos con la cabeza, Sehun le contó que había sido un amigo suyo quien nos invitó, a lo que el de sonrisa gatuna se ofreció a presentarnos. Me di cuenta que nos dirigíamos al grupo donde estaba Baekhyun, mi corazón se aceleró repentinamente, miré mi vaso y le di un trago profundo para agarrar valor y acercarme con más confianza.
Nuestras miradas se encontraron mientras nos acercábamos al grupo de chicos. Se quedó mirándome por un instante donde solo pude verlo boquear, seguramente el chico bajito y rubio con acento chino le hizo algún tipo de burla ya que hizo un ademán como si le limpiara saliva de la boca. A pesar de estar las luces bajas alcance a verlo sonrojarse y de inmediato apartó su mirada de mi.
Jongdae nos presentó con Minseok, Luhan y Kyungsoo. Todos fueron agradables pero el que más me agradó fue Minseok. Estábamos conversando y de un segundo a otro me quedé solo con Baekhyun y el chico chino, en eso vi como Sehun le entregó un vaso con una nueva bebida y se alejó con él para perderse entre la multitud que bailaba.
Baekhyun me hizo señas de que no escuchaba nada y empezó a caminar hacia afuera. Una vez en el jardín volví a sentir el frío terrible pero de un momento a otro la sensación helada abandonó mi cuerpo para darle paso a una más cálida. Nos sentamos en un pequeño columpio de madera que había en el corredor antes del jardín principal. Nos quedamos mirando un buen rato hasta que él rompió el silencio incómodo entre ambos.
-Pensé que no vendrían. ¿Tuvieron problemas para llegar?- dijo mientras cruzaba una pierna sobre la otra.
-Oh no, nada de eso, es solo que a Sehun no le convencía mi atuendo. Dijo que parecía que iba vestido para asistir a la iglesia.- dije negando con mis manos un poco avergonzado.
La carcajada que soltó fue armoniosa y me hizo sentirme más cálido y en confianza. Era increíble todas las sensaciones que una risa podía provocarme.
-Me parece que te ha dejado muy guapo.-
Sus palabras se atascaron en mi mente y mis mejillas se pusieron como tomates. No sabía por qué me estaba sonrojando tanto últimamente.
-Tu también te ves muy bien.- me atreví a decir. Parecía que el beber alcohol tan rápido me estaba haciendo efecto para desinhibirme un poco más.
-Creo que esta haciendo calor no crees?, quieres ir por algo de beber?-
A decir verdad yo también empezaba a sentir el ambiente caliente, solo asentí y lo seguí hacia adentro. Entre a la cocina y vimos al amigo de Baek, Kyungsoo, ese chico me dio un poco de temor por que tenía una mirada extraña, estaba ahí sentado en la barra de la cocina y tenía un chico alto y moreno entre sus piernas mientras se comían a besos. Realmente parecía que tenía una doble personalidad pues no lucía como el chico con cara de pocos amigos de hace un rato.
-¡Santo cielo Soo!, consíganse un cuarto.- dijo el cumpleañero quien también había entrado a la cocina a buscar unas cervezas del refrigerador.
El tal Kyungsoo y su acompañante siguieron como su nada. Pude ver el sonrojo en las mejillas de Baekhyun y sus labios ligeramente entre abiertos. Le di su vaso y salimos de ahí directo a la sala. Una canción muy pegajosa empezó a sonar, cuando volví a dirigir mi mirada a Baekhyun este tenía la mano estirada pidiéndome bailar. No podía aceptar la invitación y quedar en ridículo por mis dos pies izquierdos. Bailar era una de las cosas por las que no solía salir a muchas fiestas.
-Yo no bailo, no soy bueno en eso.-
-No necesitas ser bueno Chanyeol, yo te puedo enseñar.-
Lo pensé demasiado pero al final acepté, su ojitos de cachorrito me hicieron sentirme como la persona más mala del mundo por rechazarlo así que no podía negarme.
Nos acercamos a la pista que era la enorme sala de esa casa.
Intenté bailar por un rato pero terminé arruinando todo al pisar accidentalmente a un chico que bailaba muy cerca, este se enfadó y me empujó haciendo que mi bebida se derramará totalmente en la camisa de Baek.
Quería que la tierra me tragara en esos momentos. Me quedé pasmado como un tonto en medio de todos viendo como Baekhyun salía rápidamente de ahí siendo acompañado por Luhan.
Sentí en mi hombro una mano, era Sehun quien me decía algunas palabras pero yo seguía tan aturdido que no podía entender mucho de lo que decía. Se veía un poco molesto y desesperado. Además estaba ebrio y apestaba a alcohol como la mierda.
-Mierda Chanyeol! Que haces parado aquí, ve alcanzarlo y discúlpate.-
Sacudí mi cabeza un par de veces tratando de recuperarme y salí tan rápido como pude hacia donde vi que se dirigieron ambos castaños. Toque la puerta un par de veces hasta que el amigo de Baek salió y me pidió que ayudara a cambiarse.
Me adentre al pequeño espacio y vi a Baekhyun restregando su camisa en el lavamanos.
-Lo lamento tanto, de verdad que todo fue mi culpa no debí intentarlo. Siempre que bailo algo sale mal.-
-Tranquilo, está bien solo debo cambiarme. Mi camisa esta empapada.- dijo aquello con una pequeña sonrisa.
Sabia que la había cagado pero en esos momentos no podía hacer mucho para arreglarlo más que ayudarle en lo que necesitara. Mientras seguía restregando su camisa vi como su cuerpo se sacudía en un leve temblor. Lo tomé por los hombros y le pedí que fuera a cambiarse, me dijo que sus cosas estaban en la habitación de su amigo. Salimos del baño hacia las escaleras y lo ayudé a subir. Lo guie hasta la habitación que me indicó y me quedé parado en la puerta esperando a que entrara a cambiarse, sus manos se aferraron a mi camisa y me jaló con el al interior de la recámara, cerrando la puerta detrás de nosotros.
Lo último que recuerdo de esa noche fue que estaba en esa habitación tan caliente y olorosa a deseo mientras besaba a Baekhyun como si mi vida dependiera de ello.
Sus labios eran los más dulces que había probado, era como una mezcla entre vainilla y frutos secos. Todo de él era tan magnífico, tan etéreo, tan irreal.
Esa fue la primera vez que nuestros labios se unieron, pero en cada ocasión que eso sucedía, yo seguía saboreándolos como si fuera la primera vez que los probara.
Seguía deleitándome con tales sensaciones que dejaban a mi corazón inestable de tantos latidos. Esa fue la primera vez de muchas, pero para mi sigue siendo de las más especiales.