Escuché la puerta de la entrada tocar y me levanté del sofá con velocidad viendo como Zayn me imitaba mucho más calmado, acostumbrado ya a ese tipo de reacciones por mi parte esos días en concreto.
Abrí lo más rápido que pude y los ojos claros de Liam me miraron con lástima, justo como hacían todas las semanas.
-¿Te la ha dado?- Pregunté con ansia viendo como sacaba una carta del bolsillo de su chaqueta y la extendía hacia mí.
La agarré lo más veloz que pude y corrí hacia mi habitación encerrándome ahí, apoyándome contra la puerta una vez que estuvo cerrada y rompiendo el sobre de mis manos hasta que el papel que me interesaba estuvo visible.
Me sentía solo, loco y desesperado. Vivía solamente por y para esa carta semanal en la que podía saber que él estaba vivo y todo lo que habíamos vivido no había sido fruto de mi imaginación, esa carta en la que mis sentimientos hacia él se volvían todavía más fuertes si era posible y en la que rompemos esa prohibición impuesta por Anne sobre mantener el contacto.
No podía mentir. Lo echaba tanto de menos que sería capaz de cualquier cosa por verlo aunque fuera de lejos. Los primeros días lo intenté; intenté acercarme como me fuera posible a su posición pero fue imposible. Cambiaron los guardias, reforzaron las entradas y pusieron cámaras de seguridad que me pillaron por las afueras varias veces.
Claudia solo había demostrado la maldad que llevaba dentro cuando se apoderó de todo eso sin razón, sin tener ningún tipo de relación legal con la familia Styles pero haciendo con Anne lo que le daba la gana, manipulando hasta al último empleado.
Solo conseguí relajar mi cordura cuando Liam llegó una semana a casa y me dijo que estuvo hablando con Harry, cuando Liam aseguró que él me seguía amando y que nadie había conseguido quitarle la alianza del dedo. Obviamente me puse a llorar, solté demasiadas lágrimas a lo largo de los días delante de quién fuera, siendo consolado por todos sin imaginar el dolor por el que estaba pasando.
A la siguiente semana, Liam habló de nuevo con Harry y este le dió una carta para mí en la que me relataba todo lo que Liam no conseguía decir con sus palabras. Desde ahí, ya habían pasado más de siete cartas.
La leí con velocidad, releyendo cada palabra nueva que leía y fascinandome una semana más con su preciosa ortografía.
“Querido Louis,
Esta semana ha sido dura. Cada vez me cuesta más estar alejado de tí, no sé cómo me mantengo vivo.
Tina sigue preocupada por tí. Creo que al fin y al cabo todos lo estamos. Has conseguido dejar un vacío demasiado grande en esta casa.
Me duele saber que te tuviste que mudar. Espero que la nueva casa sea de tu agrado, la elegí pensando que os gustaría a los dos.
Liam me contó que Zayn está bien, me alegra muchísimo enterarme de que al final la policía no le hizo nada. Estoy seguro de que en la nueva casa él estará a salvo, al igual que tú. Recuerda que mis guardias de confianza vigilan la entrada a todo momento y nunca permitirán que la policía se acerque.
En cuanto a mí, debo asegurarte que te extraño más de lo que pensé hacerlo. Como te dije al principio de toda esta aventura, es difícil, los dos lo sabemos y estamos pagando por el pecado de amarnos.
No hay día que no mire la alianza en mi mano y me acuerde de lo bonito que fue tenerte cerca. Me sentí vivo Louis, más vivo que nunca, por eso no me di cuenta de lo afortunado que era.
Espero que en estas líneas hayas podido encontrar algo nuevo de mí esta semana, estoy seguro de que esto acabará pronto, mi vida.
Te amo siempre, mi golondrina favorita.
Harry.”
Limpié mis lágrimas y busqué en el escritorio un papel y un boli, escribiendo todo lo que llegaba a mi mente, intentando transmitir una semana más todos mis sentimientos ahí.
Cuando lo tuve, lo guardé en un sobre con cuidado, cerrando este y levantándome de la silla en la que estaba sentado para salir de la habitación en silencio.
Era verdad. Nos habíamos tenido que mudar porque Claudia llamó a la policía justo como me avisó y esta no dudó ni dos segundos en ir a buscar a Zayn a nuestra casa.
Por suerte, pude llegar antes, llorando y hecho un loco, recogiendo con velocidad lo que pude y saliendo con él de ahí para volver al callejón durante pocos días.
No fue hasta que Liam nos encontró y nos dió la llave del nuevo apartamento que había comprado Harry para nosotros.
Este apartamento era más grande. Estaba mejor distribuido y parecía hecho para nosotros.
Salí de la habitación que me había asignado y suspiré viendo a Liam y a Zayn en el sillón, los dos mirándome y separándose para prestar atención a mis movimientos y palabras.
-Ya está- Dije dándole la carta a Liam que la guardó con cuidado en su bolsillo.
-Se la daré.
-Gracias Liam- Conseguí articular sintiéndome algo orgulloso de que él estuviera haciendo eso por los dos.
-No hay de qué Louis…
-Lou- Me dijo ahora Zayn levantándose y acunando mi cara con una sonrisa leve- ¿Qué te parece si te acuestas y duermes un poco?
Sabía porque me lo decía. Llevaba días teniendo pesadillas horribles que no se curaban con nada, prácticamente no dormía nada y él lo notaba en mi cara.
Asentí lentamente despidiéndome de Liam con la mirada y girando sobre mis talones para volver a la habitación, abriendo la puerta y pasando al interior con pesadez.
Me tumbé en la cama deshecha después de quitar mis zapatos con velocidad, escondiéndome en las sábanas y intentando buscar ese calor que me podía recordar a él.
El rumor de nuestra relación corrió por la casa de los Styles tan rápido como el agua cuando no tiene barreras. Los empleados comenzaron a entender todo y buscarle significados a cosas que conseguían hacernos daño de verdad.
Liam nunca dijo nada sobre eso. Seguramente sí que se lo contó a Zayn, ellos se veían bien los dos juntos. Nunca me interesé por saber si de verdad él sabía algo que yo no sabía.
El timbre de la entrada sonó por varios segundos y aunque luché contra todo mi cuerpo para no levantarme de la cama e intentar dormir algo, me levanté igual, poniendo mis zapatos de nuevo y abriendo la puerta con lentitud.
Mi vista fue hasta la puerta principal y a una mujer, era tan hermosa que me vi obligado a analizarla más profundamente. Su pelo castaño y liso cayendo por sus hombros, sus facciones perfectas y delicadas y sus ojos verdes intensos que resultaban familiares para mí.
Ella me miró a los ojos esquivando un poco el cuerpo de Zayn, quedándose parada hasta que todo pareció cuadrar dentro de su mente.
-¿Louis?
Zayn me miró sin saber qué hacer y yo le devolví la mirada rápidamente hasta que volvió a caer en ella, cerrando la puerta de mi habitación y caminando hasta allí a paso lento y meditado.
-¿Quién eres?
Ella sonrió un poco y miró a Zayn pidiéndole pasar al interior, cosa que no nos pudimos negar por mucho que quisimos o pensábamos hacer.
-Me llamo Gemma.
Mi cuerpo se tensó nada más escuchar su nombre, caminé hacia ella lo poco que nos separaba y la miré de arriba a abajo sin saber muy bien cómo actuar.
-¿Estás aquí por él?- Dije sin pensar viendo como ella asentía con la cabeza, mirándome con la misma intensidad que lo hacía Harry.
-Conseguí colarme en la casa ayer. Me contó todo, por eso estoy aquí.
-Siento de verdad intervenir esta maravillosa charla- Dijo Zayn alzando sus manos y mirándome- ¿Pero quién es ella?
-Es la hermana de Harry- Dije indicándole a ella que pasara aún más al interior.
-¡¿La hermana de quién?!
-Zayn- Dije mirándolo fijamente para que captara el mensaje de que tenía que callar.
Guié a Gemma a la cocina y cerré la puerta sin prestar atención a la mirada de Liam sobre los dos.
Me giré hacia ella suspirando, viendo como observaba todo a su alrededor y se sentaba con cuidado en una de las sillas que componían la pequeña mesa de madera.
-¿Quieres un té? ¿O un café? O no sé, lo que necesites…
-No, gracias. No tengo mucho tiempo así que necesito que me prestes atención.
Me senté en la silla que estaba justo delante suyo y volqué todo lo que me formaba hacia la información que me iba a dar, viendo como sacaba un papel de su bolsillo y lo extendía hacia mí.
-Mañana Harry va a estar en una conferencia para mostrar su apoyo a la gente sin techo. En este papel tienes la hora y la calle en la que va a ser. Se espera mucha gente así que podrás ir sin que te digan nada. Después de eso, escúchame porque viene lo importante, te vas a ir al bar que tienes apuntado en el papel y te vas a esperar como máximo 20 minutos. Si no aparezco en ese tiempo te vas.
-¿Y si apareces?
-Si aparezco te ayudaré a colarte en la mansión.
Me quedé callado mirando la información que tenía el papel, guardándolo en mi bolsillo y mirando sus ojos después.
-¿Cómo está Harry?
-¿No te lo cuenta en las cartas?
-Sé que me oculta como se siente de verdad, al igual que Liam, nadie me dice nada.
Ella suspiró profundo, bajando la mirada mientras agarraba mi mano, mirando la alianza que la formaba.
-Está roto, como si no tuviera vida y solo fuera un mueble al final de una sala. No le dejan salir ni siquiera con guardias…
-¿Qué te contó de mí?- Pregunté viendo como levantaba la vista hasta mis ojos dibujando una pequeña sonrisa en su boca.
-Me contó todo, fue bonito ver la ilusión con la que relata las cosas. Él te ama más que a nada, es importante que lo sepas. Daría todo por tí.
Dibujé una sonrisa leve en mis labios y bajé la mirada sintiéndome incapaz de mirarla por mucho más tiempo sin ponerme a llorar.
-Me contó todo desde el amor Louis, eso es lo mejor de todo. Nunca creí tanto en el amor hasta que escuché sus palabras. Sonreía como un tonto solamente con pronunciar tu nombre- Dijo ella entre risas leves que me hicieron sonreír un poco.
-Tu hermano es lo mejor que me ha pasado en mi vida, Gemma. Nunca me sentí más afortunado que cuando lo tuve a él en mis brazos.
-Veo que es mutuo…- Me contestó acariciando mi brazo levemente.- Voy a hacer todo lo que pueda por vosotros. Lo prometo Louis. Confía en mí, vamos a luchar contra Anne y vamos a ganar.
Asentí lentamente viendo como ella miraba el reloj de su muñeca, levantándose con velocidad sin apartar la vista de mí.
-Tengo que irme, haz caso a todo lo que pone en el papel, ¿Vale?
Me levanté al igual que ella y salí de ahí acompañándola hasta la salida, viendo como paraba mirando a su alrededor para detener la vista hasta mí después.
-¿Me podrías dar algo tuyo?
-¿Algo mío?
-Sí. Necesito demostrarle a Harry que he estado aquí.
Mi corazón se aceleró demasiado rápido y miré a mi alrededor corriendo hasta el salón, mirando a Liam fijamente sintiendo la mirada de los dos sobre mí.
-Dame la carta- Dije firme viendo como sacaba esta de su bolsillo sin pensarlo demasiado.
Volví con Gemma y le extendí la carta viendo como ella la guardaba en su chaqueta, sus ojos verdes todavía fijos en mí.
-Dile que lo amo, por favor.
Ella asintió mirándome con una sonrisa débil y yo le abrí la puerta dejándola pasar, sin desaparecer de ahí hasta que Gemma se perdió de mi vista y mi mano se aseguró de que el papel que me había dado seguía en mi bolsillo.
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si pensabais que esto se acababa estáis muuuuuuy equivocadxs. disfrutar¡!