Decisiones.
El Tribunal del Wizengamot no estaba muy contento con este caso, en todo el Ministerio se estaba causando un revuelo enorme, todo por aquel joven héroe de guerra que ahora causaba problemas, la sala estaba llena de reclamos, los miembros del jurado no querían dar su opinión.
Un hombre ya mayor fue el primero en hablar-. ¿Qué haremos?
Una mujer más joven se veía visiblemente nerviosa- No lo sé.
- ¡Nadie quiere meterse en este asunto! -Reclamo a gritos otro integrante más.
La mayoría estaba en la misma situación.
- ¿Entonces por qué no, el ministro paro esto antes de que llegara tan lejos?
El presidente del Jurado hablo ya harto-. La razón del porque el ministro paso este caso a nosotros ya no tiene importancia, ya llego aquí entonces en ese caso no podemos hacer más que solo seguir el procedimiento.
- ¿Saben que es el mejor amigo del Salvador del Mundo Mágico?
- ¿Y tú sabes que Kingsley lo sabe mejor que nadie?
- Esta bien, ¿Entonces que haremos?
- ¡El procedimiento y este asunto se acabó! -Ordeno el presidente a gritos.
Todos en la sala tomaron sus posturas sobre los estrados y comenzaron a ver los detalles del caso.
- La demanda fue levantada por el propio Kingsley y es respaldada por la Familia Nott y la Familia Malfoy.
- ¡Los Malfoy han caído en desgracia! -Dijo uno riendo.
- Independientemente de ello, los Nott también están en la demanda.
- El ataque del señor Weasley hacia sus compañeras de colegio es muy grave, además de que no solo daño a la Señorita Parkinson y Greengrass si no también al Joven Longbottom y a la Señorita Lovegood otros dos jóvenes héroes de la guerra contra ya saben quién.
- ¿Y porque sus padres o tutores de los mencionados no están incluidos en la demanda?
- Supongo que por los buenos lazos que tienen con los Weasley.
- Es un caso difícil, los recuerdos de los 4 jóvenes que fueron atacados son muy claros.
- Si es así, dejémonos de rodeos, no tomemos más tiempo solo porque el joven Weasley es un héroe de guerra, ¿Entendido?
Todos en la sala asintieron-. La lechuza para el citatorio fue enviada hace unos días, ni siquiera tiene caso su apelación, ya que los recuerdos fueron entregados por el profesorado de la escuela.
- Perfecto.
- Entonces solo es dictar la sentencia frente al acusado y la parte acusadora.
- Si, ¿Entonces todos de acuerdo en el veredicto?
- ¡Si!
La suerte del Héroe de guerra estaba en un hilo.
********************
En la torre de astronomía Harry estaba de rodillas frente a su rubia.
- Levántate Potter. -Pidió la rubia.
- No lo haré. -Aseguro el pelinegro.
Habían pasado ya varios minutos y no habían dicho nada más.
- ¿Seguirás ahí? -Pregunto nerviosa Daphne.
- Si. -Dijo todavía de rodillas Harry Potter.
- Pues como quieras, -Dijo la Slytherin levantando los hombros y dando media vuelta- Me da igual.
Harry al ver que se iba su chica pidió con un nudo en la garganta -. Daph por favor.
- ¿Qué quieres? -Ya empezaba a bajar por los escalones cuando contesto.
- No puedo vivir sin ti. -Dijo el Gryffindor.
- Y piensas que voy a creer en ello, -Dijo con rencor la rubia- Soy una maldita serpiente rastrera, una mortífaga que debería estar pudriéndose en Azkaban no lo olvides.
Harry cerro los ojos con fuerza-. No digas eso.
- Fue lo que tú le gritaste a Herms en el comedor. -Dijo fríamente la joven.
- Porque soy un imbécil, pero debes de entender para mí, ella es como mi hermana y me duele que se haya cambiado de casa, dime ¿Tu no pensarías lo mismo si Parkinson hiciera lo que hizo Mione?
La rubia lo pensó -No Harry, yo jamás haría eso, tal vez estaría molesta pero jamás lastimaría con mis palabras a mi mejor amiga.
- Perdóname. -Volvió a pedir el joven pelinegro.
- Harry por Merlín levántate. -Dijo la rubia tomando al Gryffindor del brazo para que este se levantara del suelo.
- Lo haré hasta que me perdones.
La rubia suspiro-. Te quiero, pero si me dolió lo que dijiste.
- Lo sé, discúlpame soy un estúpido. -Dijo levantándose Harry.
- ¿Te disculparas con Herms? -Pregunto la joven.
Harry respondió con duda-. Pensé que ya lo sabías, creo que hicimos las pases ese día que la encontramos en la cámara de los secretos.
- ¿En serio? -Pregunto emocionada la joven.
El joven solo afirmo.
Daphne respondió-. Bueno no hemos tenido la oportunidad de visitarla en la enfermería, pero Blaise nos dijo que sale hoy.
- Eso me da gusto.
Ambos se fundieron en un tierno beso que ya anhelaban con ansias.
- ¿Harry?
- Dime.
- No vuelvas a decir algo así, porque juro por todo mi linaje que jamás te volveré a perdonar.
- No, no lo haré. -Dijo firmemente el Gryffindor.
- Esta bien.
- Daphne Greengrass, Te amo.
Las mejillas de la rubia se tiñeron de rojo, para luego fundirse en un abrazo. Después de un rato juntos la joven volvió a romper el beso.
- Será mejor que nos vayamos ya terminó nuestra ronda.
- Si. - Dijo en un suspiro el azabache.
- Te veré mañana entre clases. -Dijo a modo de despedida la joven.
- No. -Respondió tajantemente el muchacho.
- ¿Como? -Daphne ya se imaginaba la respuesta, pero después de todo aquello se había ilusionado con que posiblemente su relación ya seria de otra manera.
Los ojos de la rubia comenzaban a llenarse de lágrimas cuando Harry respondió-. Ya no quiero esconder lo que siento por ti.
- Pero Harry...
El joven la interrumpió-. Sólo déjame hablar con Ron y jamás volveremos a escondernos.
Daphne dudaba-. ¿Estás seguro?
- Cien por cierto seguro, -Dijo firmemente el joven- No tengo por qué esconder lo que siento por ti.
- Esta bien. -Dijo con alegría la joven pues, aunque se ilusiono en que fuera diferente, esta confesión de su chico superaba las expectativas.
Se fundieron en abrazo y luego desaparecieron en el pasillo, cuando Harry llegó a su cuarto se disponía a dormir, pero sabía que tendría que hablar con su mejor amigo así que antes de que otra cosa pasará fue a verlo, estaba por tocar la puerta cuando escucho su conversación.
- Bueno, ¿Entonces ya sabes que harás verdad? -Esa voz la reconoció era su amigo.
- Si Weasley, no soy estúpido. -Respondió una segunda voz.
- Necesito que sacarla de mi ecuación, de la rubia Greengrass yo me encargo.
Esa frase le dio mala espina a Harry.
- Esa estúpida me da igual a quien quiero hacer pagar es a Parkinson por su depreció. -Seguía sin reconocer la segunda voz.
- Bueno ya te di la oportunidad, la haré salir del comedor y tú sabes que harás.
- Lo sé.
- ¿Oye y tus compañeros de alcoba?
- Siguen en la sala común o en la biblioteca, recuerda que empiezan los Timos.
- Maldita sea no lo recordaba, por cierto, ahora que Granger ya no está ¿Quién te ayudará a pasar?
- Ja, eso no me importa, no olvides que soy un héroe de guerra. -Respondió con arrogancia Ron.
- Pero no olvides tú, que de eso no se vive.
- Cállate. -Grito el pelirrojo.
- Bueno me voy tengo cosas que hacer.
Harry se escondió detrás de una columna y vio Terry Boot un Ravenclaw que había pertenecido al ejército de Dumbledore este salió de su antigua alcoba, sólo pudo negar con la cabeza tenía que averiguar que planeaba su amigo, espero unos minutos y tocó a su puerta.
- ¡Harry! ¿Qué haces aquí?
- Sólo venía a conversar. -Dijo el azabache.
- Claro. - Dijo el pelirrojo no muy convencido.
El nerviosismo del pelirrojo era evidente, Harry lo observó y con cautela entró en su cabeza, pudo ver el ataque a su chica y a sus amigos, también vio lo que había planeado con Boot, pero sin querer vio algo que lo perturbo de sobre manera.
- ¿Harry?
- Si.
- ¿Estas bien? -Pregunto Ron.
- Claro, ¿Por qué?
- Te estoy hablando...
Harry lo interrumpió-. Lo siento, estaba un poco distraído.
- Si ya vi, -Dijo desconfiado el pelirrojo- Será mejor que vayas a dormir.
- Si tienes razón.
Harry salió en la habitación con verdadero horror, entró a su cuarto y después de insonorizar el lugar grito fuertemente, una vez que se desahogó se acercó a su ventana y observó las nubes.
- No permitiré que la lastimes más Ron, y si con ello pierdo tu amistad que así sea.
*************
Estaba más enojado que nunca su hermana estuvo en la enfermería dos días completos por la estupidez de algún Slytherin, gracias a Merlín no había pasado a mayores, pero tarde o temprano averiguaría quien había sido y lo haría pagar aunque Blaise dijo que se encargaría de investigar quien había sido el causante de que ella estuviera en aquel lugar el haría su tarea aparte, también estaba enojado porque habían pasado varios días del ataque del estúpido de Weasley a sus amigas y al amor de su vida y no le habían hecho nada, por fortuna todos se encontraban bien, ahora había otro problema que también tenía que resolver lo más pronto posible; caminaba entre los estantes de la biblioteca quería encontrar repuestas a la maldición de su familia, pero simplemente no podía concentrarse, tenía tantas cosas en la cabeza que no escucho a la persona a sus espaldas.
Una voz asusto al castaño-. Cuando los Griplwers llenan tu cabeza te confunden ya te había dicho antes.
Cuando Theo estuvo seguro de quien era la dueña de la voz respondió-. Me has asustado.
- ¿En qué tanto piensas? -Pregunto la rubia de ojos soñadores- Que no has oído que entre.
Theo lo pensó mucho y al final dijo- ¿Porque tu padre no acusó al pobretón?
La rubia contesto sin pensarlo-. Mi padre siempre ha sido buen amigo de los Weasley al igual que la abuela de Neville, al principio habían acordado hacerlo, pero realmente no querían fragmentar su amistad con ellos, así que mejor dejaron las cosas así, no es lo mismo con los tutores de Daphne y Pansy.
- Pues ellas tienen razón, ese estúpido pudo haberlos matado. -Los ojos del castaño destellaban odio.
Luna suspiro-. Mi padre está consiente, pero junto a la señora Longbottom acordaron que si volvía a pasar pues se unirían a la denuncia de ellas.
- No estoy de acuerdo.
- Tranquilo, Weasley lo pensará mucho para la próxima, -El castaño negó- Y ahora dime que buscas te puede ayudar.
Theo pensó, no debería revelar aquello, pero ella era Luna, su Luna, algo en ella le inspiraba bastante confianza, así que pese a todas las advertencias de sus padres le contó a la rubia-. ¿Has escuchado hablar sobre las maldiciones de las grandes familias mágicas?
(*) Luna suspiro, pues ella creía que su madre había perecido debido a la suya, aunque muchas veces su padre le haya dicho que no era así ella no estaba convencida-. Si.
- Estoy investigando la de mi familia.
Luna lo pensó y con una sonrisa dijo-. En ese caso no crees que sería más fácil que buscaras en la biblioteca de tu casa.
Theo se golpeó mentalmente, como había sido tan imbécil de no tener en cuenta aquello-. Tienes razón, ¿Por qué no lo había pensado antes?
La rubia sonrió amablemente-. Los Griplwers hicieron que pasaras por alto ese pequeño detalle.
- Pediré a una de las elfinas de la casa que me traiga los libros a mi habitación.
- En unos días nos pasaran a la torre de prefectos, -Dijo Luna con una sonrisa brillante- Así que te puedo ayudar sin problema.
- ¿En tu torre no podrás?
Luna contesto con una sonrisa-. A pesar de ser heroína de guerra como todos dicen, aun así, me siguen tratando diferente.
- ¿Quienes? -Pregunto molesto el castaño.
- Tranquilo no valen la pena, además soy feliz cada vez tengo más amigos y muy pronto ayudare a otro más. -Dijo Luna sonriendo.
- Muchas gracias, Luna. -Theo le regreso la sonrisa.
Ambos se observaron durante unos minutos, pero el castaño bajo la mirada primero.
- Creo que es mejor irnos. -Sugirió el castaño cuando vio la mirada intensa de la rubia.
Luna ya se había dado cuenta de la situación que pasaba con Theo, muchas veces que se habían quedado solos, el con cualquier pretexto evitaba que siguiera la situación así-. ¿Por qué siempre tienes miedo de quedarte a solas conmigo?
- ¿Como? -Pregunto nervioso el castaño.
- He visto que cada vez que nos quedamos solos sin tocar algún tema, evitas quedarte conmigo y huyes. -Respondió la rubia seriamente.
Theo suspiro, esa rubia sí que era directa-. ¿Quieres que sea honesto?
- Si.
- Me pones nervioso, -Dijo en un susurro- No sé cómo explicarlo, pero tu sola presencia me hace sentir raro, no lo tomes a mal me pones nervioso en el buen sentido.
- No lo entiendo. -Ahora la confundida era Luna
El castaño se armó de todo valor y dijo con un tono claro de voz-. Tú me gustas.
Por primera vez había visto la sorpresa en la cara de la rubia-. ¿Yo? Pero no soy...
Theo la interrumpió-. No digas nada, para mi eres la chica más linda que he conocido, la más inteligente, brillante y amable, lo único que deseo cuando nos quedamos a solas es besar de nuevo tus labios, por eso opto por irme.
La risa de la rubia sorprendió al Slytherin-. Eres un tonto Nott, de haber dicho esto hace unas semanas pudieras hacerlo cada vez que quisieras. -Termino la frase con las mejillas sonrojadas.
- ¿Cómo? -Ahora el confundido era él.
- Tú también me gustas mucho Theo.
- ¿En serio?
- Si. -Dijo ella acercándose lentamente al joven, poso sus manos en los hombros de Theo y poco a poco fue acercándose a sus labios.
Theo sostenía las ganas de comerla a besos, pero al verla tan cerca no pudo resistirse más, tomo a la joven por la cintura y junto sus labios, después de unos minutos se separaron por la falta de aire.
- Si tuviera que morir ahorita lo haría después de este grandioso beso, te quiero Luna.
- Te quiero Theo.
Ambos se mantuvieron abrazados y respirando el aroma uno del otro.
Pero alguien más había observado aquella escena y estaba ideando como separarlos, no podría quedarse con los brazos cruzados no lo permitiría, Luna era suya y solo suya así era, nadie más haría que cambiaran sus planes, esa rubia lo había conquistado desde el inicio y seria para él y de nadie más.
- Ese maldito no se quedará con mi rubia soñadora. -Dijo apretando los puños fuertemente.
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Estaba esperando poder encontrarla sola, pero si no era Hermione era la chica Greengrass quien estaba con ella, necesitaba hablar con ella, lo había decidido.
Aquella noche en que ella había salido de la enfermería después de su ofrecimiento a quedarse con él, había tomado la decisión de que le diría lo que ella le hacía sentir y saber si había alguna oportunidad de que pudiera conquistarla si en caso contrario él le desagradaba pues entonces tampoco insistiría en algo absurdo.
Casi terminaba el día y no había podido encontrarla sola, quiso pedir ayuda de Hermione, pero moría de vergüenza de solo decir aquello.
La observó cambiar su rostro rápidamente, levantarse y salir sola, se le hizo extraño pero sabía que aquel era su momento, antes de levantarse vio como Ronald daba una señal con la cabeza a un chico en la mesa de Ravenclaw, este se levantó de su asiento y salió detrás en la morena, todo el asunto le causo mala espina así que salió inmediatamente tras de ellos.
Camino detrás del joven por unos minutos, pero cuando vio a la morena más adelante no le quedó duda de que algo iba mal, de un momento a otro ambos aceleraron el paso lo siguió por unos cuantos pasillos creyó haberlos perdido cuando vio un destello blanco en uno de los tantos pasillos, corrió lo más rápido que pudo aún no llegaba cuando escucho algo que jamás pensó llegar a oír de nuevo en aquel enorme castillo.
- ¡Crucio!
Los gritos de la chica inundaron el pasillo, los bellos de su nuca se erizaron, sus piernas quemaban de tan rápido que corría el león, se escucharon muchos ruidos y rogaba a Merlín que fuera Pansy quien golpeaba al chico.
Al dar la vuelta al pasillo observó como ya la joven no tenía capa ni blusa y poco a poco quitaba uno a uno los botones de la falda de la joven, no pudo observar más, si estaba decidido a darle una lección ahora sólo quería matarlo al ver lo que estaba a punto de hacer, de sólo imaginarlo su sangre hirvió.
- ¡Expelliarmus!
El Ravenclaw salió disparado contra una columna del pasillo por unos minutos estuvo confundido, pero Neville ya había pedido refuerzos para cuando estuvo completamente recuperado.
Al león le costaba hablar-. Eres un miserable.
- No te metas Longbottom este no es asunto tuyo.
- Lo sé muy bien. -Respondió tajante.
- ¿Y entonces? -Se empezaba a dar media vuelta cuando Neville hablo.
- Que pagarás muy caro por lo que estabas a punto de hacer.
- ¿Crees que alguien te creerá? -Dijo burlón el chico.
- Pues creo que conmigo será suficiente. -Hermione salió detrás de una de las columnas.
El Ravenclaw tembló le tenía bastante miedo a esa chica, pero jamás lo dejaría notar-. ¡Sangre sucia inmunda!
- Cuidado con lo que dices. -Un joven castaño y una rubia salieron detrás de la nueva Slytherin.
- Nott. -Ahora si sabía que estaba en problemas.
- Vuelve a intentar tocar a alguien de nuestra casa y te arrepentirás. -Dijo Blaise a espaldas del chico ya que el moreno estaba a un lado de una Pansy inconsciente.
- ¿Crees que les tengo miedo? -Lo decía con arrogancia, aunque por dentro moría de miedo.
El león no soporto más y se fue de lleno a los golpes.
- Te mataré. -Gritaba Neville mientras lo golpeaba al estilo muggle.
Hermione y Luna intentaban separarlos-. ¡Neville por favor suéltalo!
- ¡Neville!
A los pocos minutos llegaba la directora junto al profesor Snape.
- ¿Que sucede aquí?
Pansy estaba semi-inconsciente recargada en una columna con la capa de Blaise cubriendo su cuerpo, Neville estaba loco de furia que no había escuchado llegar a sus profesores, una vez que llegaron los profesores, fueron Nott y Zabini quienes trataron de separarlos.
- ¡Longbottom! -La directora estaba muy enojada- ¿Me puede explicar este comportamiento tan salvaje por parte de usted?
Neville trataba inútilmente de soltarse de Nott y Blaise- Este malnacido...
Terry Boot se puso de pie y se defendió frente a la directora- ¡No es verdad yo no hice nada!
- ¡No mientas! -Gritó furioso el Gryffindor.
- No es mentira, esta golfa....
La directora alzó la mano y dejó callado al Ravenclaw- Le pediré que no se exprese así de sus compañeras.
Terry se había puesto muy nervioso pues ahora tendría que inventar algo-. Bueno ella y yo la estábamos pasando bien ustedes me entienden, -La cara de ambos profesores fue de desagrado total- Y este idiota llego a interrumpir y se me vino encima.
Neville intentó nuevamente golpearlo-. ¡Mentira! ¡Le lanzaste una maldición y ella quedo casi inconsciente! ¡Tú te ibas a aprovechar de ella!
- Mientes. -Terry Boot sabía que todo su destino pendía de un hilo.
"Maldita la hora en que decidí aliarme con el maldito de Weasley." Pensó.
La directora miraba fijamente a todos- Como parece que no llegaremos a un acuerdo...
Por el lado izquierdo llego el profesor de encantamientos
- ¿Minerva me llamaste?
- Si, tenemos una situación con un de alumno de su casa. -Respondió Severus que hasta el momento había permanecido callado.
- Nott, Zabini me podrían ayudar a llevar al joven Longbottom y al Joven Boot a mi oficina. -Pidió McGonagall.
- Si profesora. -Contestaron los aludidos.
- Parece que la señorita Parkinson ya está despertando, -Pansy movía su cabeza- Profesor Snape ¿Podría llevarla a la enfermería a que Pomfrey la revise?
- Enseguida.
- Señorita Granger acompáñenos, Señorita Lovegood ¿Podría acompañar a su compañera y al profesor Snape?
En solo unos instantes otra vez el pasillo había quedado desierto.
Detrás de una de las columnas salió un pelirrojo sumamente enojado-. Maldita sea, si necesito algo tengo que hacerlo yo, todos los demás son inútiles, esta había sido mi oportunidad perfecta, pero ese maldito de Longbottom arruino todo.
- ¿Que te arruino Ron? -Dijo una voz a su espalda.
- ¡Harry! ¡me espantaste! -Dijo nervioso el pelirrojo.
- Si lo estoy notando. -Harry Potter hablaba con indiferencia.
- ¿Qué haces ahí? -Pregunto Ron.
- Parece que ya no confías en mí. -Contesto el aludido.
- ¿Me estabas siguiendo? -Exclamó molesto Weasley.
- Puede ser... -Harry seguía con la misma actitud despreocupada.
- ¡Harry por Merlín somos amigos! -El joven trataba por cualquier medio de desviar el tema.
- Si verdad.
- ¿Lo dudas? -Ron ya no ocultaba la molestia ante las respuestas de su amigo.
- No, para nada y ya que somos grandes amigos dime, -Harry sabía muy bien de lo que su amigo era capaz- ¿Por qué seguías a Mione en las sombras?
- ¿Que? -Ron lo miro con furia.
Harry lo observó fijamente y le respondió-. Neville no fue el único que se dio cuenta del gesto que el hiciste a Terry, y al ver que Hermione salió sola tú también la seguiste.
- ¡Estas paranoico Harry!
- ¿Tú crees?
- ¡Claro que sí! ¡Yo iba para mi torre! -Se defendía el pelirrojo.
- Mira que gracioso, nuestra torre queda del lado contrario, -Harry suspiro- Ten cuidado con lo que planeas Ron, no dejare que lastimes a Hermione.
Ron estaba completamente rojo, Harry paso a su lado para irse, pero antes de dar la vuelta en el pasillo dijo- Y cuídate mucho más, porque no soy el único que cuida de Hermione, ahorita mismo alguien pudiera estas apuntando a tu cabeza por esos pensamientos tan estúpidos que tienes.
El pelirrojo asustado giro la cabeza para todos lados, pero no vio a nadie, maldijo a Harry internamente y salió por el mismo pasillo que había salido minutos antes su ex mejor amigo.
Una vez que dejaron de oírse los pasos de los dos jóvenes un rubio salió de las sombras.
- ¡Maldita comadreja no dejare que le pongas una mano encima!
A la mañana siguiente todo el colegio estaba enterado que Terry Boot había sido expulsado de Hogwarts y que este presentaba cargos por intento de violación que había interpuesto el matrimonio Nott, quienes todos sabían que habían quedado como tutores de Pansy Parkinson.
Ron andaba como lechuza pues volteaba a todos lados esperando encontrar a alguien que lo estuviera viendo, Harry no había lanzado aquel comentario porque si, debía tener mucho cuidado.
En la enfermería Pansy era vigilada de cerca por su gran amigo.
- Si sigues viéndome así Herms pensara otra cosa. -Dijo la morena abriendo los ojos.
El rubio la miraba serio-. ¿Como no te diste cuenta de que ese imbécil te seguía?
La chica se sonrojo-. Iba pensado en otras cosas.
- En Longbottom. -Su amigo no le preguntaba, si no le afirmaba.
Las mejillas de la morena se tiñeron de rojo.
- ¿Me equivoco?
La joven solo negó.
- Bueno pues lo siguiente te hará saltar tal vez de alegría en la cama. -Le dijo el joven con una sonrisa.
- ¿Como?
- Longbottom fue quien te salvo de Terry, le decoro el rostro con muchos lindos golpes.
- No es cierto. -Las mejillas de Pansy estaban completamente rojas.
- No sabría decirte en qué momento el llego, pero al puro estilo muggle casi lo mata. -Le afirmó Draco.
La joven trato de hacer memoria-. No recuerdo mucho, después del crucio, solo recuerdo al profesor Snape que me traía para acá.
- Pues sí que te perdiste de mucho.
El rubio le contó todo lo que paso esa noche.
- Y a todo esto ¿Tu porque seguías a la comadreja?
El rubio lo pensó-. No lo sé, algo en su actitud me hizo seguirlo, no estaba tan equivocado, de no ser porque Longbottom te salvo no sólo estarías tu aquí, si no Hermione también
- ¿Crees que sea tan estúpido para hacer algo así?
Malfoy río irónicamente- Él fue quien le dio la idea a Boot.
- Pero... -Draco corto lo que su amiga iba a preguntar para responder- Legamerancia, esa comadreja es tan estúpida que lo único que quiere es vengarse de ella.
- Cierto. -La morena había olvidado que su amigo era experto en ese tema.
- Y no creo que descanse hasta que lo haga, aunque la vida se le vaya en eso en un imbécil.
- Mi rubio amigo tienes mucha razón. -Y aunque ambos sabían que tal vez Weasley no se atreviera a hacerle algo a Hermione, no se confiar de que así fuese.
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* Las maldiciones que manejo en esta historia, unas son sacadas del mundo de JK Rowling y otras creadas por mi, así que espero no se confundan mucho.