Ese día lo empecé mal.
Cuando me levanté me di cuenta de que nos habíamos quedado sin la comida necesaria y, por si eso no fuera demasiado problema, faltaba más de una semana para que pudiera cobrar mi sueldo mensual.
Todo fue culpa de mi maravillosa idea de obligar a Zayn a comprarse ropa nueva.
Él estaba demasiado martirizado con la idea de que yo lo estaba manteniendo y la mayoría de las veces dejaba de hacer cosas cotidianas simplemente para no gastar. El día que me lo contó, Harry, él y yo nos fuimos a comprarle ropa y aunque Harry se empeñó en pagar él, conseguí convencerlo de que Zayn no era yo y que a él no tenía que pagarle nada.
Me duché rápidamente y salí de ahí sin desayunar nada, con el tiempo justo para llegar a casa de los Styles y escabullirme en los brazos de Harry como salvación a todos mis problemas.
Saludé a Liam y estuve hablando con él un par de minutos en los que solo me expresó su preocupación por el resfriado leve que había pillado Zayn.
Cuando Liam se calmó, entré en la casa disfrutando de su calidez y calor, caminando a la cocina mientras dejaba mi chaqueta en el sitio de siempre y veía a Tina ordenar todo en la bandeja de todas las mañanas.
-Buenos días Louis.
-Hola Tina, ¿Cómo estás?
-Bien, un poco cansada pero bien. Ten cuidado con el termo, está muy lleno.
Asentí agarrando la bandeja y caminando fuera de la cocina con mis pies firmes hasta la habitación de Harry, llegando en poco tiempo y pegándole con cuidado a la puerta para escuchar su voz al otro lado.
Abrí con cuidado y dibujé una sonrisa en mi boca cuando lo vi salir del baño, sus manos haciéndose un moño y sus pies caminando hacia mí para dejar un beso en mi boca.
Me separé dejando la bandeja en la mesa y soltando una pequeña carcajada cuando noté que agarraba mi cara y comenzaba a dejar besos por toda, sentándose después en la silla de siempre.
-Tina me ha dicho que está muy lleno, que lleves cuidado.
Él asintió agarrando el termo y haciendo lo mismo que todas las mañanas ahora con mucho más cuidado, haciéndome reír.
-No sabes lo que me han contado- Dijo él poniendo té en la taza- ¿Te acuerdas de Antoine?
-¿Debería?- Pregunté agarrando la taza que me extendía.
-Mi amigo francés, ese que fuimos a la fiesta y nos quedamos en la casa rural.
Asentí recordando quien era y le di un trago al té sintiendo como bajaba ardiente por mi garganta.
-Dicen que se ha prometido con un hombre.
Abrí mis ojos con sorpresa y él asintió dibujando una sonrisa en su boca que fue tapada cuando bebió de su taza.
-Qué valiente por su parte.
-Pues sí, tendremos que ir a boda.
-¿Yo también?
-Claro, tú me acompañaste a la fiesta de su cumpleaños y recuerdo que me dijo que pronunciabas bien para no saber francés, le caíste bien.
-¿Cuándo pensabas contarme eso?- Dije con una sonrisa que fue contagiada a su boca.
-La verdad que no estaba en mis planes, ¿Recuerdas la frase?
-No la pienso repetir, si es a dónde quieres llegar.
-Por favor hazlo.
Negué con la cabeza bebiendo de mi taza, escuchando como él maldecía en voz baja provocando una carcajada en mí todavía cuando bebía, cosa que pareció hacerle demasiada gracia.
Entonces, cuando todo parecía estar en su mejor momento, la puerta de la habitación se abrió con fuerza y varios guardias entraron guiados por Claudia.
-La tiene él, estoy totalmente segura, registrarlo.
Los guardias me levantaron a la fuerza, tirando la taza llena al suelo y comenzando a tocarme por casa rincón que veían de mí.
-¡Quien se atreva a tocarle un solo pelo está despedido! ¡Soltarlo ya mismo!
Los guardias miraron a Harry y me soltaron rápidamente. Tuve que organizar mi ropa y mi pelo movido y cuando los volví a mirar, me sorprendió no haberlos visto jamás.
-¿Se puede saber qué haces?- Repitió Harry con la voz firme.
-Mi alianza ha desaparecido y muchos empleados aseguran haberlo visto con una bastante cara, no me sorprendería que la hubiera agarrado él.
-¿Tú estás loca? Antes de tomar una decisión contra mis empleados me lo consultas, y mucho más si es con Louis.
-¿Tan seguro estás de que él no ha robado nada? Tan solo hace falta mirarlo, Harry.
Harry dejó la taza con fuerza sobre la mesa y miró a todos de una manera que me hizo temblar un poco todavía en mi sitio.
-Quiero a todo el mundo fuera de mi habitación, ¡Ya! Y quien se atreva a llevarme la contraria pagará las consecuencias.
-Alto- Dijo Claudia cuando todos los guardias estaban girando sobre sus talones para marcharse- Aquí la que paga soy yo. Tirarlo fuera de la casa.
Miré a Harry con velocidad y miedo viendo como él fruncía el ceño y intentaba detener a los guardias que ahora me estaban levantando del suelo sin sentido alguno.
Sabía que no tenía que pelear, que no tenía que dejarlos inconscientes a todos y quedarme como si nada, tampoco tenía que quedarme quieto, tal vez mostrar algo de resistencia pero sin demostrar lo que sabía hacer.
Fue así en todo el camino, las órdenes cayendo al vacío por parte de Harry y la prepotencia y superioridad de Claudia bajo una situación así.
Cuando estábamos a mitad de las escaleras una voz firme nos paró a todos como si fuera una cuerda tirando de nosotros.
-¡¿Qué está pasando aquí?!
Los guardias me dejaron caer y mi cuerpo impactó contra las escaleras, sintiendo un dolor demasiado grande en toda mi espalda que me hizo arquear hasta que noté las manos de Harry en mí.
-Louis. Dios Louis, mírame, ¿Estás bien? Dime qué estás bien por favor.
Se giró hacia uno de los guardias que me había dejado caer sin meditar sus acciones, pegándole un puñetazo que consiguió provocar un murmullo de nuevo hasta que varios guardias lo sujetaron para que parara.
-¡¿Qué clase de modales son estos Harry?!- Dijo Anne mirándolo fijamente.
Harry me ayudó a levantarme con fuerza pero sutileza a la vez, mirando mis ojos hasta que comprobó que estaba todo lo bien dentro de lo posible.
-El empleado de Harry tiene mi alianza Anne- Dijo Claudia colocándose al lado de Anne y mirándome con desprecio y superioridad.
-Louis no tiene nada- Contestó él mientras yo me seguía reponiendo del golpe que acababa de recibir, sintiendo que me faltaba el aire y que el dolor solo incrementaba en la parte baja de mi espalda.
-¿Estás segura de que lo tiene él?- Preguntó Anne mirándola a ella ahora.
-Estoy casi segura. Los empleados aseguran haberle visto con una muy parecida a la mía.
Anne me miró y yo miré a Harry viendo como él desviaba su mirada a la alianza que me había regalado, permaneciendo ahí desde que él la colocó.
-Esa alianza no es la tuya- Aseguró Harry tranquilo, desviando la vista ahora a las dos mujeres delante suyo.
-¿Cómo sabes eso?
-Céntrate en saber que no es la tuya y ya.
-Harry- Dijo Anne firme mirándolo ahora- No le hables así a tu esposa.
Harry soltó una carcajada sarcástica acariciando sus sienes y levantando la cabeza todavía más después mientras asentía incrédulo.
-Louis, vas a tener que explicar la procedencia de tu alianza.
Harry desvió la vista hasta ellas todavía más incrédulo que antes, sorprendido aún no se sabe de qué por la decisión de su madre sobre mí.
-Él no va a explicar nada.
-Harry no te metas en esto.
-Él no va a explicar nada y si alguien debería hacerlo es Claudia, que tenga más cuidado la próxima vez y se asegure antes de culpar a gente inocente.
-Confías demasiado en él- Dijo Claudia ahora resguardando un poco su cuerpo detrás de la protección que le garantiza Anne- ¿Cómo puedes asegurar que él no te he robado nada en los años en los que trabaja aquí?
-A mí no me hace falta robar nada de aquí- Dije nombrandome por primera vez con la voz más firme de lo que me hubiera gustado- Creo que sí he estado tanto tiempo aquí es porque he demostrado ser fiel.
-¿Fiel?- Dijo Claudia entre carcajadas sarcásticas- Entonces si eres tan fiel no te importara decir de dónde proviene tu anillo, ¿O sí?
Su prepotencia acabó con la poca paciencia que me quedaba y en pocos segundos, sentí la rabia acumulada en mis puños y la adrenalina salvaje comenzando a recorrer mi cuerpo.
-Yo te lo diría, créeme, pero igual no te interesa tanto la respuesta.
-Louis- Me dijo Harry acariciando mi hombro y dándome una orden camuflada de que tenía que quedarme callado.
-Ya veo lo fiel que eres que utilizas ese tipo de vocabulario con tus superiores.
-¿Por qué no te callas la boca?- Dijo Harry girando hacia Claudia con molestia.
El ambiente se empezó a calentar de incomodidad. Harry y yo podíamos ver el futuro de esa conversación no muy lejano y a ninguno de los dos le convenía, por eso mismo estábamos tensos, sin saber cómo reaccionar ni como contestar a las preguntas que una Claudia eufórica y llena de verdad estaba comenzando a hacer.
-Dime, Louis, ¿Por qué no le explicas a Anne lo que haces en tu tiempo libre? Si no estoy mal informada, la policía ya te he detenido un par de veces, ¿No?
Me quedé mirándola fijamente, sintiendo una presión demasiado fuerte en el pecho como para concentrarme en nada más. Me había investigado, estaba loca y había mandado a gente para que se informaran de mí y así ella pudiera despedirme.
-No vayas por ahí- Dijo Harry firmemente mirándola amenazador.
-Claro que voy por ahí querido Harry, me alegra informarle a Anne del tipo de empleado que lleva trabajando para ella durante años. Un ladrón, atacando a la policía en varias ocasiones y causando miles en destrozos públicos. Waoh, envidiable, ¿No crees Louis? ¿Deberíamos sentirnos orgullosos de tenerte delante y no en una celda?
Suspiré profundo pasando la lengua por mis labios, viendo como Harry la mataba con la mirada y como Anne se giraba hacia ella frunciendo el ceño.
-¿Cómo?
-Lo que escuchas Anne, pero no te preocupes, ahora mismo hay una patrulla de policía conduciendo a su casa a detener a su amigo, cómplice al igual que él. Es importante decir que Harry pagó su casa, un gesto demasiado bonito por tu parte querido.
Sentí mi cuerpo tensarse nada más pronunció a Zayn. Quise irme, quise dejarlos ahí a todos y desaparecer para siempre. Olvidarme de que Harry había aparecido en mi vida y volver al vacío constante del que ya estaba acostumbrado, vivir en callejones y robar en tiendas para poder vivir, ese era mi futuro y la vida que me había tocado, lo demás estaba mal en mi vida.
Fui a irme cuando los brazos firmes de Harry me pararon en seco, abrazándome con tanta fuerza que me fue imposible moverme por mucho que lo intenté.
-Harry suéltame.
-Louis para.
-¡Harry joder suéltame!
-¡Hazme caso!
Sus dos manos fueron a mis mejillas y me obligó a mirarlo a los ojos transmitiendo paciencia y verdad. Respiró profundo y yo lo imité, pasando totalmente de los comentarios de Anne que le exigían que me soltara rápidamente.
-¡¿Se puede saber porque le pagaste la casa?!- Preguntó Anne mirando a Harry con fijación.
Él me soltó, respirando hondo y mirando a su madre con cansancio, sabiendo muy en el fondo de él que esa conversación iba a llegar tarde o temprano.
-Le pagué la casa porque me dió la gana. Le pagué un traje entero porque me apeteció. Le comencé a dar de comer porque me sentía bien conmigo mismo al hacerlo. Lo llevé a la fiesta de Antoine porque me siento orgulloso de tenerlo. Tomo decisiones solamente cuando él las aprueba porque confío en él y por eso mismo y mil razones más, no voy a permitir un solo comentario ofensivo hacia Louis y quién lo haga, que se olvide de mí para siempre y que se atenga a las consecuencias.
-No sabes lo que estás diciendo- Contestó Claudia negando con su cabeza.
-¿Lo sabes tú?- Debatió Harry bajando las escaleras que nos separaban- Este hombre es el hombre más puro y bueno que he conocido jamás. Me devolvió la confianza en mí sin saber todos los problemas que tenía en mi cabeza y confió como nadie lo ha hecho en algo que yo no le podía asegurar. Louis me ha salvado.
-Harry- Amenazó Anne viendo por dónde iban las palabras de su hijo.
-No mamá ya está. Ya está de aparentar esta vida cuando ninguno quiere esto.
La voz de Harry comenzó a temblar y solo pude bajar las escaleras y ponerme a su lado, pendiente de todos sus movimientos a cada segundo.
Los empleados se fueron almacenando en la entrada y no quitaron detalle de todo lo que estaba saliendo por nuestras bocas.
-¿Quieres saber de dónde viene el anillo? Bien, el anillo se lo di yo. Y se lo di porque lo amo como no he amado a nadie nunca y sería capaz de dar mi vida por su felicidad.
Me sentí palidecer. Claudia abrió sus ojos dando varios pasos hacia atrás, el color de su cara desapareciendo. Todo era diferente en Anne, seguía con su firmeza característica sin emitir nada que pudiera detener las lágrimas ahora de su hijo.
-Retira eso- Dijo Anne sin expresión pero con la voz grave que me hizo temblar.
-No mamá. Lo amo. Me casé con él justo un día antes de la ceremonia con Claudia y fue el día más feliz de mi vida.
Pude sentir alguna lágrima rodando por mis mejillas y aunque quise defenderlo, hacer que eso también fuera recordado con mis palabras, no pude abrir la boca en ningún momento.
-Él no te quiere- Dijo Claudia mirándolo a él- Está aquí solo por el dinero Harry, te creía más inteligente.
-Yo lo amo- Dije con un hilo de voz que sólo consiguió alterar más a Anne.
-Eso es mentira- Dijo ella intentando convencerse de que nuestras palabras no estaban saliendo por nuestras bocas mientras que la mano de Harry lo confirmaba entrelazándose con la mía.
-No mamá. Lo siento de verdad. Pero estoy enamorado de él y no hay un solo segundo en el que me pueda arrepentir de lo que hice.
-¡¿Tú sabes lo que has hecho?!- Chilló empujando a Harry con fuerza haciéndonos retroceder a los dos- ¡Ya no sirve nada Harry! ¡Y todo por tu obsesión en meter el pene donde no te llaman! ¡Estás enfermo! ¡No sabes lo mucho que me avergüenza llamarte hijo!
Su mirada se desvió hacia mí, fue lo más amenazador que he visto jamás y no me hacía falta oír lo que iba a decir para saberlo.
-Firma el divorcio y aléjate de mi hijo ahora mismo.
-No puedo señora, aunque quisiera…
-¡No es una opción, es una orden! ¡Echarlo de aquí!
Harry me pegó a él con más fuerza y nuestros ojos se juntaron mientras que los guardias me agarraban con dificultad, separándome de él como si me arrancaran el alma entera.
-¡Louis! ¡No por favor! ¡Mamá basta por favor! ¡Hago lo que sea te lo prometo pero déjalo! ¡No le hagas nada!
Mis dedos consiguieron tocarlo por última vez. Una última vez que fue definitiva para destrozarme como nada antes lo había hecho.
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