𝐒𝐄𝐃 || MinJoong [CORRIGIEN...

By PetitXui

56K 9K 6.1K

❛❛HongJoong es un ángel que se le ha sido arrebatado al cielo con el propósito de experimentar por manos desc... More

介绍
Ep.1 : 翅膀
Ep.2: 承諾
Ep.3: 自由
Ep.4: 张开你的眼睛
Ep.5: 醒来
Ep.6: 选项
Ep.7: 克星
Ep.8: 睡觉
Ep.9: 巫师
Ep.10: 答案
Ep.11: 房客
Ep.13: 新家
Ep. 14: 老朋友
Ep.15: 牛舔
Ep.16: 早上好
Ep.17: 邀请
Ep.18: 让我们飞
Ep.19: 可以吗?
Ep.20 : 新闻
Ep. 21: 父亲
Ep. 22: 苦乐参半

Ep. 12: 怀旧

2K 390 273
By PetitXui

No entendía la razón de dejar aquel lugar el cual, por unas semanas, había considerado su hogar. MinGi le había explicado, con lentitud, como si de un niño pequeño se tratase, el por qué de su partida, de la ausencia del que se había convertido un cálido escondrijo.

Había comprendido que era ¿Por él? Por lo que había ocurrido desde su llegada a la tierra, estaba seguro de que aquellos individuos tenían algo que ver con su abandono. O eso creía.

Siendo sinceros, su habilidad con la lengua aún no se podía considerar la mejor, pero ¡Aprendía rápido! Era esperable viviendo con humanos las veinticuatro horas de día y escuchando constantemente sus banales conversaciones, además de viendo aquella extraña cajita donde tampoco dejaban de conversar entre ellos. Se había sentido bien consigo mismo al comprender más de una palabra que había sido pronunciada por MinGi.

Pero de igual manera, había acogido cariño a aquella pequeña estancia, a aquel lugar tan cómodo que MinGi solía apodar "cama". No quería irse, simplemente no.

—¡Suéltate!

—¡No!

—¡Suéltate, ángel, maldita sea!— Volvió a exclamar tirando del pequeño cuerpo el cual se había adherido al cabecero de la cama, envolviendo sus manos en una esquina, haciéndole más difícil al menor la oportunidad de hacerle entrar en razón.

—¡No, MinGi! ¡No! ¡No! ¡No!

—¡Es por tu bien!

—¡No quiero, MinGi!

Se había arrepentido de enseñarle aquella palabra a la hora de comer. HongJoong parecía haberle dado un nuevo uso.

Suspiró ¡Aquello era inútil! Una completa pérdida de tiempo que no llevaría a ninguna parte. Mientras ambos continuaran en ese plan, el pelirrojo no daría su brazo a torcer en ningún momento, era demasiado cabezota como para hacerlo.

Soltó el cuerpo, el cual en seguida pareció relajarse. El poseedor de este volteó su rostro para dirigirle una mirada extrañada junto con un ceño fruncido.

—HongJoong.— El nombrado relamió sus labios, observándolo, aún continuaba con las manos sobre la esquina del cabecero, pero había aminorado la presión sobre este para poner su máxima atención a las palabras de MinGi.— Por favor.

—MinGi, no quiero...

—¿Por qué no quieres?— Pronunció vocalizando despacio, tratando de obligarlo un poco a que hablase, que practicara el vocabulario que ya sabía.

—Me gusta esto.

Sin duda, enseñarle con comida era lo mejor. 

El mayor abrió la boca, no parecía encontrar las palabras suficientes como para definir sus pensamientos. Mordía su labio inferior tratando de pensar, con tal fuerza que MinGi pensó que terminaría por lastimarse. Se sentó sobre la cama, dispuesto a esperar lo que fuera por escuchar una palabra salir de la hermosa boca del celestial.

—Me gusta aquí.— Señaló a su al rededor, las paredes vacías, la cama desecha, algunas cajas amontonadas. No era el mejor lugar, pero al ángel parecía encantarle.

Tampoco es que tuviera conocimiento de algo mejor.

—Ya lo sé, pollito.— Jamás le confesaría a San que realmente le gustaba ese apodo. Acarició la colcha que descansaba plácidamente sobre el colchón, nostálgico.— Yo tampoco quiero irme. No quiero.

—¿Por qué?

HongJoong al fin se soltó de su agarre, casi gateando hacia él debido a la poca distancia que los separaban. Las alas del mismo se arrastraban junto con su cuerpo, caídas, obedeciendo al movimiento base de su anatomía.

El menor suspiró, no podía explicárselo con palabras que entendiera. Tampoco era que él captara demasiado.

—He estado aquí durante mucho tiempo, con San y JongHo, no es lo mejor del mundo, pero he vivido cosas que no quisiera dejar atrás ¿Entiendes?— HongJoong asintió lentamente. No, no entendía.

—Y... ¿Por qué tenemos...?— Murmuró, sin ser capaz de continuar formulando la pregunta.

¿Por qué aquel idioma debía de ser tan difícil?

—Para protegerte. Para que tú estés bien.— No retuvo el impulso de acariciar el cabello impropio. HongJoong suspiró, ladeando la cabeza acorde con sus caricias, suspirando ensimismado en ellas.— Es una casa mejor, ya verás, te gustará tanto como esta. Incluso más.

—Me gusta aquí.— Repitió. MinGi hizo una mueca.

—Y a mí, pero entiende que no podemos quedarnos.

Y HongJoong lo comprendió, asintiendo con la cabeza y formando una mueca que expresaba su desilusión por tener que marcharse.

Decidió no insistir, no quería resultarle molesto.

Unos segundos de silencio reinaron sobre aquel lugar, MinGi y el ángel mirándose de vez en cuando, con una cierta timidez característica siendo reflejadas en sus rostros, y con un par de sonrisas asomándose de entre sus labios. Ninguno de los dos era consciente de a qué se debían estas, quizás, al cómodo ambiente que habían formado entre ellos, quizás a la confianza que habían ido adquiriendo con el paso del tiempo, quizás, con la simple presencia del otro.

HongJoong aprovechó el momento para esta vez, acariciar él al azabache, juntando la palma de su mano con el dorso de la ajena, mimando con las yemas de los dedos su tersa piel, imitando lo que había visto en los innumerable dramas que le había puesto San en aquella pantallita extraña.

El menor entreabrió los labios, tartamudeando en silencio; Era la primera vez que no tenía ni la más mínima idea de lo que hacer o decir estando junto a HongJoong.

—HongJoong...

—¿Hm?— Preguntó sin palabras, acercándose un poco más al cuerpo impropio.

MinGi se preguntó internamente de dónde había salido tanta confianza repentina mientras que a HongJoong se le venía a la cabeza aquella escena parecida a la que estaban viviendo que había visto alguna vez.

Notaba el cálido aliento del mayor chocar contra su rostro, e inconscientemente, miró hacia sus labios rojizos.

—Pollito... yo...

—¿Hm, MinGi?

Susurraba, expectante ante la cercanía, un amasijo de nuevas emociones acumulándose en su interior, logrando que en su estómago comenzara a revolverse. No estaban haciendo nada, no se tocaban, ni si quiera se miraban a los ojos, al menos no MinGi, pero todo era tan nuevo, tan diferente. Tan ajeno a él.

—¿MinGi...? — Susurró esta vez, queriendo acercarse un poco más, únicamente por impulso, por imitar las cosas bonitas que aparecían en aquella pantallita.

Pero MinGi se apartó, con las mejillas enrojecidas.

¿Qué había estado a punto de hacer?

—Y-yo... creo que deberías de ponerte una camiseta.— Tragó saliva de manera notoria.— San y JongHo deben de estar esperándonos.

No le importó si el ángel lo había comprendido o no, salió por la puerta del dormitorio casi corriendo, sintiendo el corazón golpeando con fuerza bajo sus costillas, y su estómago revuelto. No entendía nada, no era capaz de pensar con claridad.

Oh, HongJoong ¿Qué estás haciendo?

[ . . . ]

—Oh, maldita sea. Habéis tardado muchísimo.— Refunfuñó JongHo una vez ambos estuvieron frente a él. Tenía los brazos cruzados, como si realmente lo hubieran ofendido por retrasarse dos minutos de lo acordado en un principio. Suspiró, tratando de no vomitar ante la imagen que le ofrecían MinGi y HongJoong.— San ha ido a buscaros.

MinGi acomodó mejor a HongJoong sobre su espalda. Este se aferró a sus hombros, cubriéndose aún mejor su rostro con ayuda de la sudadera que le había prestado el menor.

—Lo sé, le dije que si podía ir a buscar la última caja.

—Solo has metido cuatro cajas medianas en el coche ¿Estás seguro de que no necesitarás más?

El azabache asintió.

—Estoy seguro; Es ropa y todo lo esencial, algunas fotos, únicamente lo primordial.

—¿Qué harás con el piso?— Preguntó mirando a su amigo, quien encogió sus hombros ante lo obvio de su respuesta.

—Me lo embargarán, supongo. No voy a pisarlo hasta a saber cuanto tiempo.— Murmuró, y por primera vez, se preguntó cuánto duraría aquella situación.— Ya veré lo que hacer cuando todo esto acabe.

¿Cuándo acabaría?

—JongHo.— Murmuró HongJoong en forma de saludo. El contrario recordó la presencia del celestial.

—Pollo.

—¡Chicos! ¡Ya está!— Un sonriente San interrumpió la "conversación", llegando hacia ellos con una de las cajas pequeñas pegadas al pecho. A JongHo le recordó corriendo a una de esas monas chinas que aparecían en la televisión.— Vayámonos ya.

—Tranquilo, tenemos tiempo antes de que anochezca.

—Lo sé.— Murmuró San tratando de recuperar la respiración, dirigiéndose al coche y abriendo la puerta trasera para dejar el recado que le había hecho su amigo.— Pero YeoSang dijo que estuviéramos allí cuanto antes.

Ambos parecieron asentir a la vez. 

—¡Me pido copiloto!— Exclamó JongHo corriendo hasta la puerta escogida. San maldijo.

—¡Me lo pedí yo la última vez!

—¡Haber sido más rápido, Choi!— Se burló sacándole la lengua en un gesto infantil, para luego, entrar en el vehículo. El rubio pateó el suelo.

—¡Idiota!

—No digas esas cosas, San.— Regañó el azabache, abriendo la puerta de detrás y dándole toquecitos en el brazo al pelirrojo para que se pusiera en pie como pudiera. San frunció el ceño.

—Pero si tú eres el que más palabrotas dices.

—Primero; Esa palabra no es una palabrota, eres un bebé si realmente piensas eso.— El angelical ya se encontraba de pié, apoyándose en MinGi debido al cansancio.— y segundo; No las digo delante de él.

Señaló a HongJoong y ante sus palabras, San sonrió de manera ladina.

—¿Te gusta HongJoong?

El azabache casi se ahoga con su propia saliva, la pregunta lo había hecho recordar la escena de apenas minutos atrás.

—¡No! ¿Estás loco? ¿Cómo iba a gustarme HongJoong?

—Estás muy rojo, MinGi, nunca te sonrojas.

—Entra al coche y cierra la boca.— Dijo avergonzado. San rió obedeciendo a su mandato y sentándose al lado del celestial, quien, durante el camino, apoyó su cabeza contra el hombro ajeno, cerrando los ojos debido al cansancio.

San aprovechaba para mimar su cabello, JongHo dormía en el asiento del copiloto mientras que la saliva resbalaba por la comisura de sus labios.

Y MinGi conducía, de vez en cuando prestando atención a las acciones de los de detrás por el retrovisor, con su ceño fruncido, y sintiendo una molestia que trataba de calmar completamente en vano.



Tengo algo escrito del próximo capítulo, por lo que esta vez no tardaré tantísimo, disculpen el relleno, ah.

Gracias por apoyar, aprecio mucho <3

Continue Reading

You'll Also Like

139K 8.1K 15
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suc...
3.8K 298 8
Una semana llena de historias con temáticas diferentes por día. Esta semana de Chestappen es traída aquí gracias al grupo EL CLUB DE LAS TILAPIAS | F...
34.3K 5.3K 9
» cliché ¸' ¡woosan «Se conocieron en un tren completamente vacío, ¿por qué no podrían volver a hacerlo? ▪capítulos cortos ♡ ▪si hay errores, no va...
67.8K 8.5K 26
-¿Quién mierda eres? -Un chico cualquiera. ¿Y tú? -No te importa. -Mmm... -pensé, dando vueltas con la piruleta por mi lengua- No eres un tiburón, ni...