태국 Posesivo → Kooktae [ ̶a̶̶d...

By IveethIturio

2.4M 211K 235K

Ji Hyuk quiere conocer a Taehyung sin ser golpeado por Jungkook. Jungkook es demasiado celoso y posesivo. Tae... More

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓾𝓷𝓸.
𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓼.
𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓼.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓮𝓲𝓼.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓬𝓱𝓸.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝔃.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓷𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓪𝓽𝓸𝓻𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓲𝓷𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓮𝓲𝓼.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓾𝓷𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓭𝓸𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓽𝓻𝓮𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸
𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ 𝓋ℯ𝒾𝓃𝓉𝒾𝓼𝓮𝓲𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮
𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓾𝓷𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓻𝓮𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓼𝓮𝓲𝓼
Notificación.
𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓼𝓮𝓲𝓼 ᵖᵃʳᵗᵉᵈᵒˢ f̶i̶n̶a̶l̶
𝒈𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔.
Escort.

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓭𝓸𝓼

40.5K 3K 4.3K
By IveethIturio

—Lárgate de aquí, mocoso.— gruñe Jungkook.
El niño, quién intentaba tocar la cola de su azulado disfraz, al verlo, salió corriendo de inmediato.

Jungkook soltó un soplido hacia los mechones de cabello que caían sobre su frente, levantándolos con esto un poco.
Los niños corrían de aquí para allá por todo el jardín y él ya no quería ponerse esa insufrible cabeza del disfraz.

Era el cumpleaños de sus hermanos y alguno que otro niño que recién comenzaba a caminar ya estaba correteando e intentando jalonearle la cola de su disfraz.
Se supone que él era Sullivan, el monstruo de Monster Inc. Quería ahorcar a Jin por eso, se supone que él era el que tenía que disfrazarse, pero éste convenció a TaeHyung para que persuadiera a Jungkook, y con ese pestañeo coqueto y esos besos con sabor a menta que el menor le dio, no pudo negarse a la propuesta.

—¡Vuelve a ponerte la cabeza! —gritó Jin desde el otro lado del jardín, subido sobre una escalera para colocar la piñata infantil.
En cuanto se rió de Jungkook este mismo se desequilibró y cayó al césped con la escalera encima.
Já, que idiota.

Sin embargo, en cuanto volvió a ponerse la cabeza del disfraz, los niños gritaron emocionados y nuevamente tuvo que imitar una voz rasposa y jugar con los niños a la atrapadera.

—TaeHyung... estás quemando las cebollas.
— Joy lo regresa a la realidad y el menor pega un brinquito. Mira hacia la parrilla, en donde observa los trozos de cebolla con un color ennegrecido. Él se sonroja y Joy se ríe—. No te preocupes, está bien.

—Lo-lo siento...

—No hay problema. —le sonríe. TaeHyung se siente avergonzado de sí mismo y se permite echarse la culpa. Todo por voltear a ver a Jungkook y ver cómo jugaba con los niños. Ahorita mismo lo estaba viendo de nuevo, levantar a un niño del suelo y fingir que se lo iba a comer; el niño no dejaba de reírse. Él sonrió, melancólico.
Joy se dio cuenta.— Es adorable, ¿no?

TaeHyung no despega la vista de ellos y sigue sonriendo.
—Sí, es muy lindo. No se comporta así usualmente.

—Bueno, contigo sí.

Él la mira. La chica no sabe si sus mejillas están sonrojadas por el calor del fuego de la parrilla o por el comentario acerca de Jungkook.

—Sí, es cierto. —ella quiere abrazarlo, TaeHyung está jugando con el borde de su suéter, algo que hace por su timidez—-. Pero es difícil entrar en su mente ¿sabes? —regresó a ver a Jungkook—.
Nunca se sabe lo que él está pensando...

Joy frunció el ceño.
Ahora ella estaba quemando las cebollas.
—Yo sé lo que piensa al verte, una vida contigo.
Fin de la historia. —y sin decir más mete las cebollas a un tazón y le dedica una cálida sonrisa a TaeHyung antes de retirarse al comedor del jardín.

Al cabo de una media hora Jungkook está volviendo a sudar debajo del disfraz, esta vez no se ha quitado la cabeza de Sullivan y cada vez que ve a TaeHyung lo saluda con su gigantesca mano azul y éste siempre se ríe porque seguramente él se ha de ver muy cómico.
En cambio, cuando ve a Hoseok, suele sacarle su gigante y azulado dedo del medio y éste comienza a ahogarse de la risa como usualmente lo hace.

Los niños estaban encantados con Jungkook.
Bueno, en realidad, con Sullivan.
Porque con Jungkook seguramente ya hubieran salido huyendo. De todos los niños, incluyendo a sus hermanos, y si descontásemos la edad, TaeHyung era su niño favorito.

—Oye, yo también quiero un globo. —se acercó Hoseok, viendo como a Jungkook le tocaba inflar los estúpidos globos a los niños y hacerles animales con ellos.

Solo porque él estaba debajo del disfraz no se vio la mala cara que le hizo a su amigo.
Aún así, le infló su globo y se lo entregó solo así, sin hacerle ninguna figura.
—Ten, es un pito.

—Yo también quiero un globo. —escucha a TaeHyung a sus espaldas. Jungkook se voltea para apreciar al ser más lindo del mundo y a pesar de que siga sin verse debajo del traje, le sonríe al menor de una forma muy dulce. TaeHyung suelta una risita y la sonrisa de él se ensancha.

Hoseok sigue observando su globo en forma de pito.

—¿El niño más lindo del cumpleaños quiere un globo? —él asiente—. A la orden.

TaeHyung entonces empieza a ver cómo éste le infla su globo y sus ojos desprenden un brillo cuando ve que infla dos y que son de un color lila y rosado. Empieza a jugar con sus manos, a enredarlas entre sí y se siente ansioso.
—En realidad, ya no soy un niño.

—Serás un niño ante mis ojos y aunque tengas treinta siempre lo serás para mí.

—Tu siempre suena a mucho tiempo.

—Suena a toda una vida. —y tiende el globo hacia él, quitándose la cabeza del traje, mostrándole una cálida sonrisa y a pesar de que está empapado de sudor, TaeHyung lo ve como el hombre más apuesto de todos—. ¿Qué dices?

¿Aquello era una propuesta o solo la pregunta de qué tal le parecía el globo?
El menor se puso nervioso y no supo qué decir.
Ante cualquiera de las dos a él le hubiese gustado decir que bien, que sí, pero no sabía distinguir su pregunta a lo que comenzó a tartamudear.

—A-ah... muy lindo, Kookie. —prefirió lo segundo.
Jungkook quizás estaba proponiéndole lo primero, porque al escuchar la respuesta de TaeHyung se sintió como si le hubieran golpeado con un guante de box en el rostro. Aún así sonrió—.
¿Qué es?

-—Es un... —Jungkook observó el globo y frunció el ceño —. Un... ahm... se supone que era una flor.— pero envés de parecerlo solo se miraban los dos globos enredados entre sí sin formar ninguna forma—. Juro que quería hacer una flor.

TaeHyung se ríe, elevando el globo frente a ellos.
—Parece un átomo. Bueno, aunque no tiene núcleo, ni electrones, o protones, pero de igual manera parece un átomo.

Jungkook lo vio con millones de signos de interrogación arriba de su cabeza.
—Cariño, no te pongas listillo.

Él se sonrojó.
—Lo siento. —dijo y regresó a verlo, notó que Jungkook lo estaba viendo. Sus miradas se chocaron y sus mejillas siguieron acalorándose más. Dio un paso hacia el frente y sus pechos quedaron rozándose levemente, el pelaje del disfraz estaba haciéndole cosquillas pero no pareció importarle a ninguno de los dos.
Entonces TaeHyung se puso de puntillas y depositó un beso en los labios de Jungkook. Un gesto simple, delicado y tan propio de TaeHyung.
Jungkook sonrió como un tonto—.
Gracias, Sullivan.

Y TaeHyung se apartó lentamente y volvió a su estatura normal. Sus mejillas estaban tan rojas como si hubiese sido la primera vez que lo hacía. Se riñó él mismo por ello pero cuando vio a Jungkook se dio cuenta que éste también tenía sus mejillas sonrojadas.
Un gesto muy impropio de él.

—Kookie... te sonrojaste.

—Por supuesto que no. —sonrió dudoso, sintiendo el propio calor de su pecho llegar hasta sus mejillas. Ambos sabían que era una mentira—. Es que me pones nervioso.

TaeHyung quiso darle muchos besos pero seguramente a los niños o incluso a sus madres no les gustaría mucho eso. Se controló.
—Yo... bueno... gracias por mi globo...
Iré a servir e-el almuerzo...

Jungkook mordió levemente de su labio inferior y asintió.—Sí, prepara mi almuerzo y recuerda qu...

—No me sirvas mucho pastel, dieta del entrenador. —dijeron ambos a la vez. Mientras Jungkook quedó mudo y con todos los latidos del corazón en la garganta, TaeHyung le sonrió—.
Sí, lo sé... yo... solo espérame, ¿sí? Ya vuelvo.

Y Jungkook lo vio alejarse, y mientras se alejaba sonrió. No había otra persona a la que quisiera más que a TaeHyung, definitivamente no.
Jungkook se acercó la mano a la boca y todavía podía sentir sus suaves labios con los suyos.
Aquella sensación era tan grata y a su vez tan dolorosa. ¿Cómo podía en amor hacerte sentir subidas y bajones en un solo momento?

Hoseok palmeó su hombro y silbó.
Jungkook creyó que le iba a hablar del tema.
-—Estaría llorando, claro, si no estuviera lo bastante enojado porque no le pusiste pelotas a mi pito.

Pero él ni siquiera le puso sentido.
Miró como la puerta de la casa se cerraba y su novio desaparecía de su vista, hasta ahí no se había fijado que retenía un suspiro.
Relamió sus propios labios, sintiendo el sabor de mango del brillo labial de TaeHyung.
-—Me siento tan primerizo.

Al cabo de una hora, cuando el almuerzo estaba del todo listo y ya la mayoría de todos los Jeon estaban sentados en las mesas, Jungkook fue por unas cervezas.
JiMin, YoonGi y Namjoon se habían auto-invitado al cumpleaños. En la mesa donde ellos estaban sentados, YoonGi levantó su mano por debajo de la mesa, la cual estaba entrelazada con la de JiMin y ambos dieron por oficial su relación.
TaeHyung dio un chillido de emoción, Hoseok hasta fotos tomó, Namjoon siguió comiendo y Jungkook, para festejar, buscó cervezas en la nevera.

TaeHyung llegó corriendo hacia él segundos después. —¿Necesitas ayuda? Puedo hacerlo.

Jungkook lo ve de soslayo.
—¿A qué te refieres? Cariño, no pienses que con eso te dejaré tomar un trago.

Él le sonríe y toma unas cuantas botellas.
—Olvídalo, desde que vi a JiHyuk vomitar aquella noche en el bar se me han quitado las ganas. ¿Tan mal hace el alcohol?

—Dímelo a mí. —murmuró él. TaeHyung se sintió mal al instante y recordó aquellas veces en que Jungkook iba a su casa pasado de tragos a desahogarse del por qué no le hacía caso si hacía todo por él.

—Lo siento, Kookie. —él le sonrió, como un no pasa nada no muy sincero—. Estoy hablando en serio.

—Te creo, TaeHyung

—¿Por qué no te creo yo a ti? —el menor se recostó en uno de los amueblados de cocina, viendo a su novio partir unos limones y ponerlos en un tazón. TaeHyung quería sonreír, porque hasta para eso Jungkook era un desastre en la cocina—. Me estás mintiendo.

—No te estoy mintiendo.

-—¿Sigues dolido por eso? —hubo un silencio—.
Tú sabes... por lo de JiHyuk, porque a ti te desechaba al verte borracho y a él lo ayudé.

Jungkook dejó el cuchillo a un lado y miró a TaeHyung.
—Sí, lo estoy.

De pronto, el hecho de que Jungkook tuviera aquel traje de Monster Inc ya no parecía gracioso, porque la situación era seria en ese momento.
TaeHyung se arrepintió de tocar el tema porque seguramente había hecho la situación incómoda y él no quería eso.

—En verdad lo siento, yo... bueno... es que JiHyuk no me importa tanto como tú. Porque, bueno, ¿cómo decirlo?, sí me importa, porque es mi amigo. Pero me da igual si él toma o no porque al fin y al cabo es su vida. Pero no me gustaba verte a ti borracho, menos por mí. No me daba igual si tomaras o no, en verdad me importaba y hasta la fecha aún me importa porque, bueno, yo miro mi vida tan ligada con la tuya que el saber que la estás matando... no me gusta. Y perdón si fui indiferente, ¿pero cómo querías que reaccionara? Yo... yo sólo era un niño, Jungkook. Tenía sólo 14 años y el verte ahí tocando la puerta de mi casa en plena madrugada, completamente borracho, era un poco impactante. Tenía miedo de que mi madre te viera y tuviera un mal concepto de ti, que dijera que eras un borracho y me prohibiera estar contigo. JiYeon solo me decía que hiciera lo que me hacía feliz, pero a veces la miraba tan dudosa sobre nosotros.

—Porque ella sabía cómo antes era.

—Supongo. —divagó. Parpadeó unas cuantas veces y se fijó en que Jungkook estaba muy cerca suyo, en que se había acercado hacia él mientras estaba hablando y ahora lo tenía a tan poca distancia que sintió el cítrico aroma de su perfume mezclado con su sudor. No era desagradable,no. No era el perfume lo que importaba, era su cercanía, el propio Jungkook.
Su corazón estaba latiendo muy rápido—.Simplemente no quería que ella viese... porque ahm... yo en verdad quería salir contigo.
Sin embargo estamos aquí... juntos.
Como novios. A tan solo dos días de cumplir dos años de noviazgo. —miró a Jungkook sonreír. Sus ojos brillaron y alrededor de ellos se formaron las típicas arruguitas que tanto amaba ver. Jungkook juntó sus frentes. TaeHyung sintió su respiración con la suya—.
Y sé que la espera fue mucha... y que te hice sentir mal muchas veces... así también como te hice enojar... Pero ahora... y-yo... Jungkook.
—gimió. Necesitaba besarlo—.
Ya bésame, me estoy desesperando.

Y Jungkook juntó sus labios.
Y también posó una mano detrás de su cuello, mientras con la otra tomaba de su cintura.
Aquello se sintió tan bonito.
TaeHyung quería tomar de su cabello, enredarlo entre sus dedos y juntar más el cuerpo de Jungkook con el suyo. Pero tenía las botellas en sus manos y eso lo limitaba.
Jungkook llenó el beso con tanta dulzura, encargándose de hacer sentir miles maripositas en el estómago a TaeHyung.
TaeHyung sonrió en medio del beso.

—¿Y sigues enojado?

—¿Después de lo que has dicho? Espero no hables en serio. —le sonríe y acaricia sus mejillas con sus pulgares, da un leve apretón en ellos y luego vuelve a besar sus labios en un beso corto. Los ojitos de TaeHyung brillan.
Él es hermoso, tan hermoso que Jungkook lo ve peligroso—. Te amo.

—Iugh... —dice alguien detrás. Jungkook se aparta un poco y mira hacia atrás, ahí hay un niño, tal vez de unos cuatro años, quizás es uno de los sobrinos lejanos de Jungkook, o primos... Con toda esa gran familia ya no se sabe. Él los mira feo—.
¿Por qué Sullivan ha besado al niño grande?

TaeHyung quiere hacer escapar una risa, pero se limita a ello. La boca de Jungkook está ligeramente abierta. -—Pues, po-porque ahm... este niño se porta
muy mal, ahm...

—Iion. Soy Iion.

—Sí, Iion. Ahora, ¿te vas a portar mal? Porque si lo haces tendré que besarte. -—el pequeño niega repetidas veces—-. ¿Eso es lo que quieres? —-sigue negando, asustado, creyendo que es malo—-. Sí, eso es muy terrible. Ahora vete de aquí y disimula no haber visto esto.

Y de inmediato el niño sale corriendo de la cocina. Jungkook y TaeHyung se empiezan a reír.
-—Has arruinado la infancia de un niño.

-—Querrás decir, «hemos arruinado».
Seguramente creerá que Sullivan besa a todos los niños mal portados.

—-Bueno, tendré que portarme mal para que me beses.

Jungkook arquea una ceja, de sus ojos se emite un brillo increíble del color azul del mar.
Ese coqueteo, ese maldito coqueteo que el menor hace y que lo vuelve loco.
-—Pórtate mal, yo no me opongo.

Y pronto, cuando regresaron de nuevo a la mesa, la celebración comenzó.
TaeHyung ya no se sentó al lado de Jungkook, se sentó en su regazo, recostándose en su pecho peludo del disfraz y disfrutando lo calientito que era éste. Jungkook repartió las cervezas y sacó una cajita de jugo de manzana para TaeHyung

Namjoon dio el primer trago a su botella.
—¿Y cuando comenzaron? -—preguntó a JiMin y YoonGi, para que cualquiera de los dos dijese—-.
Vamos, cuenten.

Las mejillas de JiMin estaban del todo sonrojadas, TaeHyung lo vio muy tierno mientras seguía jalando jugo de la pajilla.
—-Bueno, hace una semana.

Jungkook acaricia la cintura de TaeHyung, un gesto muy dulce mientras con su otra mano acomoda más sus piernas en su regazo. Como si fuera un bebé. Bueno, es su bebé.
Jungkook se dirige a YoonGi.
—-¿No que "tengo novia, soy heterosexual"?

YoonGi hubiera querido decir una excusa, pero TaeHyung, enderezando su postura, le ganó.
-—Jungkook, no tienes moral para decir eso, lo mismo vivías diciendo antes que saliéramos y luego estabas por ahí rogándome una cita contigo. No, por supuesto, se notaba lo heterosexual que eras.

Jungkook queda estúpido, con la boca abierta.
Se crea un silencio en la mesa y al cabo de un rato, todos sueltan un Ohhh, que luego se convierte en burlas al mayor.
Jungkook comienza a reírse, ligeramente avergonzado y probando de su propia medicina.

-—Cariño, no era necesario decirlo. -—dice entre dientes, forzando una sonrisa-—. Aparte, yo no te rogaba.

-—¿Ah, no?

-—Bueno, sí. Y mucho. Pero te encargabas en decir que no.

TaeHyung da un beso en su frente, justo en su ceño fruncido que, al sentir los cálidos labios del menor con suavidad, su rostro se ennoblece.
-—Tienes razón. -—tamborileó con sus dedos el hombro del castaño, acariciándolo después-—.
Pero ahora diré que sí.
Que sí a todo.

Jungkook, al final del cumpleaños, no quiso colaborar ni siquiera un poco en arreglar la casa. Dejó a todos haciendo las tareas difíciles mientras él estaba dándose una ducha.
Había querido que TaeHyung se viniese con él, pero él era demasiado educado como para negarse a ayudar.

Jungkook jamás había sudado tanto como hoy, ni siquiera en los entrenamientos de box.
Él ya estaba acomodándose el bóxer cuando TaeHyung entró.
-—Permiso. -—susurra él, adentrándose al cuarto y recostándose en la puerta. Lucía cansado, su rostro estaba pálido y sus ojos estaban rojizos.
Jungkook vio el reloj de la habitación, el cual marcaba más de la 1:30 am—-.
¿Hasta ahorita te has bañado?

—-Sí. ¿Vas a ducharte? —-el menor asiente, restregándose sus ojos con sus manos-—.¿Quieres que te prepare la tina?

—-Quiero que me lleves a la ducha porque tengo flojera. -—estiró sus brazos, pidiendo que lo cargara. Jungkook con gusto lo hizo, y cargó a TaeHyung en brazos para llevarlo a la ducha y sacarle de un cajón una toalla de cuerpo—-.Gracias...

A TaeHyung le daba pena desvestirse frente a la presencia de Jungkook. Sus mejillas alcanzaron un tono muy rojo. Jungkook besó sus labios.
—-No es algo que yo no haya visto.

-—Pero me da pena, Kookie. —-dice muy bajito, tan así que Jungkook apenas puede oírlo. Pero lo oye.
Jungkook le sonríe, como pidiendo disculpas por su insolencia y lentamente cierra la puerta del baño.

TaeHyung solamente es muy tímido.
Eso lo sabe, cada vez más que nunca.
Jungkook tantea entre los bolsillos de su jeans tirados en el suelo y saca una cajetilla de cigarrillos, para luego salir al balcón y encender uno de ellos.

La primera jalada de éste se siente como aspirar el aroma de un aire sin dióxido de carbono; se siente increíble.
Jungkook cierra los ojos, disfrutando de los pocos mili segundos de placer, cuando lo hace, puede observar a TaeHyung frente a él, poniéndose de puntillas y besándole los labios.
Jungkook abre los ojos y la escena se esfuma de su mente.

A la segunda jalada, la escena cambia, y ve a TaeHyung como hoy en la tarde; sonriendo, charlando con él, jugando con sus manos y en una escena lo ve irse caminando a casa.
Algo en el pecho de Jungkook se siente agobiado.
Ni siquiera siente cuando se ha terminado el primer cigarrillo, pero apenas se da cuenta de esto y enciende el segundo.

-—Yo igual te amo, Kookie. Mucho. -—entrelazaron ambas manos y TaeHyung lo acercó y él mismo rodeó sus brazos en su cintura mientras él dejaba los suyos en el cuello de Jungkook, para acariciarlo y acercar sus rostros—-.
Regresemos a casa, Kookie.
Puedo prepararte un chocolate caliente si quieres.

—-No fumes otro. —-y el recuerdo se deshace.
Jungkook entonces voltea hacia la puerta y en medio de ella está TaeHyung, de brazos cruzados.
Las manos de Jungkook se sienten temblorosas pero tira el cigarrillo y lo aplasta con el zapato.
Da una última exhalada, liberando el humo—-.
¿Estás nervioso?

Quizás.
Sí, se siente nervioso.
—-Ansioso, puede ser.

-—¿Qué te tiene ansioso?

, niñito.
Pero no iba a decírselo.
—-Ansioso de que venga nuestro aniversario.—-y de igual manera es cierto, así que el rostro del menor se suaviza y le dedica una sonrisa-—.
No todos los noviazgos juveniles duran demasiado y he aquí nosotros sí.

TaeHyung trota hasta llegar al frente suyo y junta del todo sus pechos, recostando su barbilla en el pecho de Jungkook y viéndolo desde abajo.
-—Estoy muy feliz de que sigamos juntos, Jungkook

—-¿En verdad? —-él asiente—-. Yo no te miro emocionado... -—TaeHyung abre su boca en sorpresa y retrocede unos pasos. Jungkook estalla en risas.

—-¡Eso no es gracioso, Jungkook! -—pero él no le hace caso y simplemente se sigue riendo.
Tampoco es como si entendiera a la cuestión de risa, porque no es para tanto, pero quizás sus propios nervios lo están traicionando.

[...]


Jin entró a la habitación de Jungkook sin siquiera tocar la puerta antes o pedir permiso.
Jungkook se despierta al instante y levanta las sábanas para cubrir el cuerpo semidesnudo de TaeHyung que yacía recostado junto al suyo.

—-¿¡No te enseñaron a tocar!?

-—Bien, pero me da igual.

Se dirigió hacia el baño y Jungkook fue detrás de él.
Cuando llegó a la puerta de éste, estaba su amigo buscando la pasta de dientes entre todos los cajones del mueble, nada más con unos bóxers blancos cubriéndolo.

-—Solamente tenías que tocar y pedirlo.
Además, vístete, mis hermanas pueden verte y TaeHyung también.

Tan pronto como Jin empezó a cepillarse los dientes, se giró hacia Jungkook para discutir con él, sin importar que tuviera la boca llena de pasta.
—-Nofg te vas a morirg pog esto, amigo. —-se inclinó a escupir—-. Tu madre puede que sí pero es muy temprano como para que esté despierta. Hey, que bien que al entrar de por suerte no estaban cogiendo.

Jungkook  pegó un susto y vio hacia atrás, para asegurarse si no estaba TaeHyung presente.
Regresó a ver a su amigo.
-—No cogimos. ¿Sólo en eso piensas?

-—N-no. -—mintió. Empezó a enjuagarse el rostro con el agua para que su amigo no notara su mentira y su rostro sonrojado—-.
Oye, ayer fue divertido verlos a los dos juntos.

-—¿Divertido?

Jin levanta su rostro empapado, esta vez con la típica sonrisa de picardía que siempre mantenía. -—Sí, tú sabes... Te tiene en la palma de su mano.

Él vaciló.
-—E-en la palma de su... -—parpadeó—-. No, por supuesto que no.

-—Tú no lo gobiernas a él, es viceversa.

-—Deja de decir idioteces.

Jin mira sobre su hombro.
-—Buenos días, TaeHyung.

-—Buenos días, Ji... -—se queda callado.
Sus mejillas parecen incendiarse y se esconde detrás de Jungkook, abrazándolo por la espalda y evitando ver al rubio—-. Yo-yo lo siento.
No debí entrar.

Es cuando en ese entonces Jin baja la vista y se da cuenta que es porque solamente está en bóxers. Y de pronto, aquel desinterés que hace poco sentía, se desvanece y se siente apenado.
-—No te preocupes, TaeHyung. Estaba por irme, los veo en el desayuno.

Y dicho esto se fue.
TaeHyung en ningún momento aflojó su abrazo.
Jungkook acarició las manos que rodeaban su cintura y luego dio media vuelta para besar la frente del menor.
-—Buenos días, cariño.

Pero él se sentía apenado.
-—Lo siento por interrumpirlos.
N-no creí que Jin fuera a estar así.

—-Y tú tienes poca ropa. -—entró en cuenta Jungkook—-.
Y aún así saliste.

-—Tampoco lo pensé muy bien al entrar...
Lo siento, Kookie.

-—No te preocupes, pequeño.

Jungkook revuelve su cabello, a lo que TaeHyung protesta un poco. Sus ojos están hinchados del sueño, TaeHyung acepta su cepillo de dientes y comienza a asearse.


[...]


JiHyuk golpea su cabeza contra la barra de mármol de un bar viejo y mal oliente.
En su mente, ve como empiezan a danzar pequeñas lucecitas de distintos colores que sin duda son efecto del alcohol.

-—No debí darte ninguna bebida. -—dijo el barthender al verlo tan desparramado. JiHyuk murmuró algo que ni él mismo entendió-—.
Eso me pasa por aceptar buenas propinas.

Y por su parte, JiHyuk creyó que ya lo había olvidado. Después de casi un año, creyó de que por fin su antigua etapa del pasado había sido superada. Pero después de habérsele declarado de forma estúpida a TaeHyung, se dio cuenta que no. Todavía imaginaba a Kang en muchos aspectos en la personalidad de TaeHyung.
Todavía mantenía momentos recientes en su mente, donde solo eran ellos dos y disfrutaban del tiempo juntos.

-—Puedes venir a mi casa si quieres, no estarán mis padres... -—aún lo recordaba  con su voz aguda y melosa, también la forma en la que solía convencerlo con un simple beso—-.
Ven, JiHyuk. Vente conmigo.

Aquello que hicieron esa noche, quizás fue lo último en su relación, tras haber sido descubiertos por su padre  y éste hiciera un gran escándalo por ello. Era obvio, JiHyuk estaba saliendo con el hijo del jefe de su padre. Aquella había sido la razón por la cual habían partido a Seul.

—-Soy un idiota. -—Byung-hee no iba a discutir ello.
Le había tocado ir a traer a JiHyuk porque éste estaba más que borracho. Ahora le había tocado que escuchar la similitud entre su ex y TaeHyung y como ambos eran perfectos.
¿Por qué le tocaba sufrir así?—-. Soy un tonto, Byung-hee

—-Sí, no pienso discutir por ello.

JiHyuk rascó su cuello, sintiéndose inútil en muchos aspectos. La vez pasada, cuando JiHyuk quería reparar lo que sucedió en el bar, por suerte pudo hablar con TaeHyung.
TaeHyung le había dicho un "después de clase hablamos" pero cuando el timbre sonó, éste parecía evitarlo. Aún así, él se arriesgó.

-—TaeHyung... —-lo llamó, esta vez tocando su hombro y haciéndolo girar, para que él lo viera. No iba a dejar que se le escapara, quería regresar a lo mismo de antes—-. Tenemos que hablar, por favor, permíteme explicarte.

Éste, no muy gustoso, había aceptado.
-—Bien.

—-¡JiHyuk, reacciona! -—Byung-hee gritó y lo asustó, sacándolo de su pequeña burbuja de recuerdos-—. Lo siento, es que a veces pareces tan ido de lo que pasa.

A JiHyuk le dio un dolor de cabeza.
Lo único que venía a su mente era la escena de él excusándose con TaeHyung.
—-Yo... yo en verdad lo siento, TaeHyung. Fui un estúpido al no cuidarte como debía.Lamento por lo terrible que lo pasaste. Y por lo que te dije... yo-pues... E-estaba muy borracho, no sabía qué estaba diciendo. Esa es la verdad. -—finge una risa-—. No creas que en verdad me gustas, TaeHyung. Eres mi amigo, no te quiero más que eso. Sería una idea muy loca, ¿no?

Y TaeHyung se lo había creído.
Claro, tuvo que decir unas cuantas mentiras más para que en verdad lo hiciera.
Incluso hasta lo notó aliviado, eso fue lo que más le dolió.
—-Uf... Sí, sería algo loco. Por un momento había creído que en verdad gustabas de mi.

Y ambos comenzaron a reír.
JiHyuk con una risa muy fingida, por supuesto. Aquello no le causaba ni una pizca de gracia.

Él se reincorporó de su asiento.
Cuando miró a Byung-hee, fue como verlo borroso y a su vez encontrar dos de él.
—-¿Me miró como un estúpido? Dime la verdad.

La verdad es que no.
Ante los ojos pardos de Byung-hee, se miraba ridículo pero a su vez encantador.
¿Pero estúpido? No.
Byung-hee acarició su pelo, enredando sus dedos entre sus cabello. Ya no era el chico que había conocido con un corte de cabello, al rape. Éste ahora estaba lucia un tipo mullet, se miraba tan bien así despeinado.

—-No, no te miras como un estúpido.

JiHyuk sonrió.
Byung-hee era un increíble amigo.
¿Por qué no podían existir más personas como él? JiHyuk volvió a recostar su cabeza en la barra, y sin quererlo, y para ajuste de penas de Byung-hee, ahí mismo se quedó dormido.

Un día después, TaeHyung ya había regresado a Seúl.
Su madre estaba trabajando y JiYeon estaba en la planta de arriba haciendo nada.
El día de hoy no había visto a Jungkook, porque éste le dijo que iba a pasar entrenando todo el día en el gimnasio. TaeHyung no le creyó.
¿Acaso le creía ingenuo?
Mañana era su aniversario y él estaba más ansioso que nunca por ello.

El timbre de la casa suena y JiYeon grita algo como que tiene pereza, no piensa abrir la puerta y que si no la abre él entonces no habrá cena. Entonces a TaeHyung le toca hacerlo y enfrente de esta se encuentra un hombre de cabello greñudo, con traje azul y que en la esquina de su camisa tiene bordado un pedidos express.

—-¿Kim TaeHyung? —-él asiente-—. Hemos venido a entregar el pedido de un saco de boxeo.

Y TaeHyung ni siquiera le contesta, porque solo toma la hoja y pone su firma en ella. El hombre, abrumado, pide a su ayudante que entre el encargo a la casa y TaeHyung les da su propina para que ellos se larguen rápido.
¡Por fin han traído el saco de box para Jungkook! Había encargado aquello a otra página web que se encontró por allí, y esta vez, no lo habían estafado.

Y justo cuando estaba por cerrar la puerta, apareceJiHyuk caminando por el jardín.
—-Hola, TaeHyung

—-¡JiHyuk! -—sonrió—-. Supuse que vendrías pronto. ¡Tienes que ver esto!

El menor estaba emocionado.
JiHyuk entró corriendo a su casa y cerró de golpe la puerta. TaeHyung lo jaloneó de la manga de su suéter.
-—¡Mira el regalo que le he comprado a Jungkook

JiHyuk al verlo se dijo algo, que nadie, nunca, jamás en la vida, iban a regalarle algo así.
El saco de box venía envuelto en plástico, para evitar el desgaste y para mayor seguridad. Aparte, era gigante. A simple vista se podía divisar lo que era. Él se quedó sin aire.
-—Esto va a encantarle a Jungkook

JiHyuk chilló.
-—¡Lo sé! ¡Estoy tan emocionado, ya quiero ver su reacción!

JiHyuk ya no contesta, solamente se queda viendo el obsequio. TaeHyung lo mira a él y luego ve el regalo, de pronto siente una sensación de incomodidad. Se siente como un tonto por haberle enseñado aquello, porque quizás no era lo correcto.
-—¿Quieres una taza de café?

JiHyuk reacciona.
—-Me vendría bien, gracias.

El clima está frío y se puede sentir aquel aroma de próxima lluvia y tierra mojada.
Los truenos empiezan a zumbar y no hay nada mejor que sentarse en el sofá y tomar un café caliente con una persona al lado.
TaeHyung incluso trajo pastelillos y entre él y JiHyuk se los estaban comiendo todos.

La mesa de sala está atascada de papeles de diversos colores y tamaños, acompañada de muchos lapiceros de colores y marcadores rosados.
-—¿Y todo esto qué es? —-de alguna manera no quiere saberlo, porque sabe que le dolerá.
Aún así, él ya está acostumbrado a ello-—.
¿De una tarea?

TaeHyung se sonroja.
—-Son pequeñas cartitas para Jungkook...
Quise escribirle también, no sé, cosas bonitas.
Como un gracias por estos dos años juntos o... bueno... por todo. Tú sabes, ¿me entiendes?

No, no lo entendía.
Su más larga relación había sido de casi un año. -—Sí, te entiendo.

—-Realmente no sabía que darle a Jungkook por nuestro aniversario. Cuando decidí comprarle el saco de box sabía de que me quedaría sin dinero, así que también opté por algo sencillo.
Sé que va a gustarle, no sé qué tiene que le guste tanto todo lo que le regalo o le hago.

—-Es porque te quiere.

Había algo mal en él.
—-¿Por qué estás tan serio?

—-¿S-serio?

—-Sí. —-TaeHyung deja su café en la mesa-—. Estás muy serio. ¿En qué estás pensando?
¿Te preocupa algo?

—-En cosas muy estúpidas. -—fue lo único que respondió. Su dedo siguió el margen circular de la taza que tenía en sus manos-.

—-¿Puedo saber que te pasa?

—-No.

—-No quieres decírmelo, gracias.

—-No es eso... Es solo que, no sé cómo.
—-nunca sabía hacer nada delante de TaeHyung y aquello era más que frustrante. Se iba ahogar con sus propias palabras si no se lo decía de una vez-—. TaeHyung, ¿Alguna vez has sentido que nada te sale bien? -—TaeHyung parpadea. JiHyuk deja lo que hacía y mira hacia la pared de enfrente-—. ¿Que intentas algo, no sabes qué es, y aún así no lo alcanzas?

-—Quizás sí...

—-Lo he venido sintiendo desde hace casi un año... desde que me mudé a acá. ¿Y sabes?—-sonrió, una mueca más bien triste que de emoción. Ninguna emoción—-. No creo que a nadie le interese. No he hecho amigos desde que estoy acá. ¿Quiénes lo han sido?
Byung-hee, tú, ¿y quién más? —-se crea un silencio-—. Cierto, no hay nadie más.

El ambiente deja de ser cálido, si es que alguna vez lo fue. JiHyuk habla lento, apagado, como si de pronto lo hubiesen dejado ido.
—-JiHyuk, estoy seguro que tienes muchos amigos...

—-¡Já! ¿¡En serio!? -—voltea a verlo—-. ¿Quiénes? ¿Los del equipo de americano? No. Jungkook se encargó de ponerlos en mi contra. No me obedecen, ni porque sea su propio Mariscal. ¿Mis compañeros de clase? Tampoco.
Soy tachado como el extranjero. La gente se acerca a mí solo para gastarse mi sueldo.
¿Pero sabes qué, también? Eso no es lo que más me importa. Estoy más jodido en otras cosas como para preocuparme de ello.
¿Nunca has sentido que te falta algo? ¿Que existen días en los que solamente no quieres ser tú? Porque ser tú ha sido lo más aburrido que te ha pasado y que solamente quieres dejar de serlo por el simple hecho de que estás tan harto de todo.

—-Sí, me ha pasado... te entiendo.

-—No, no creo que lo entiendas. —-su voz se quiebra y aquellos lindos ojos se ponen cristalinos-.

TaeHyung pensó que lo había hecho sentir mal.
No estaba acostumbrado a verlo de esa manera, pues JiHyuk siempre está alegre cada vez que lo ve. Verlo así no fue la mejor escena, que de pronto su humor hubiese cambiado de manera tan drástica. Su corazón se partió en mil pedacitos y quiso llorar con él.

-—¡P-pero te entiendo, me pasaba! Yo-yo-antes- me pasaba lo mismo, me sentía así de mal, era horrible. No tenía amigos, todos me hacían la vida imposible y... y sí... —-empezó a llorar—-.Era horrible.

JiHyuk muerde su labio y juega con sus manos. El café se está enfriando.
Ninguno habla por constantes segundos, TaeHyung le quiere dar espacio a JiHyuk, pero éste está más que nervioso toqueteando la taza.
La deja en la pequeña mesa del frente y siente como todo un peso invisible cae sobre su espalda.

—-TaeHyung... yo... ahm ¿Recuerdas lo que te dije en el bar? Sobre lo que confesé, que me gustabas.

—-¿Es eso lo que te preocupa, JiHyuk? -—se inclina a tomar de su mano y la acaricia suavemente para calmarlo. JiHyuk ve sus manos-—.
No te preocupes más por eso, ya lo aclaramos el otro día. Fue un mal entendido, está bien.
Yo lo entiendo.

-—No, no, no. TaeHyung. -—se aparta de él. JiHyuk se pone de pie y comienza a caminar por la sala de estar. Si se quedaba contemplando sus manos unidas, seguramente haría una locura—-.
Yo-yo te estaba mintiendo.

TaeHyung se para.
—-¿De qué?

Aquello no había sido como pensaba.
Es más, ni siquiera había pensado en que esto iba a pasar. Sus manos empezaron a temblarle y sintió como su corazón latía a una velocidad máxima. Como si le estuviese dando taquicardia.
Se sentía tan solo.
No había nadie en quién confiar, su vida había pasado de ser feliz a solamente sufrir.
Lo habían separado de Kang SungHo, su padre se había avergonzado de él, se habían mudado de Iicheon, se había quedado sin amigos, sin familia y prácticamente solo. Sus padres apenas si le hablaban. Desde que se habían enterado de su relación con el hijo del jefe de su padre todo había cambiado.
Le habían arruinado todo en tan sólo segundos.

Y luego llegó TaeHyung.
Con un aspecto tierno y delicado, con un carisma más que agradable y un corazón gigante, en donde podía caber todo el mundo entero si se lo propusiese.
Esa divertida inocencia y pecaminosa personalidad. ¿Cómo no enamorarse?

-—Me gustas, TaeHyung. Me gustas demasiado.Y sé... de que te dije que había sido mentira, pero ya no puedo seguirte mintiendo, solo me engaño a mí mismo. Cada día me he venido diciendo que no tengo que ilusionarme más contigo, porque tenerte sería imposible.
¿Pero yo qué culpa tengo de ello? Yo no pedí que me gustaras, no pedí ilusionarme y sin embargo pasó y aquí me ves. ¡Yo no quería!.
Si supieras lo que pasa por mi mente cada vez que te veo. Te pareces tanto a él... y aún así, aunque suene controversial, eres tan distinto y eso es lo que hace que uno se enamore de ti.

—-JiHyuk, di-dijiste que no...

—-¡Sé lo que dije! Y-y yo, perdón.
Perdón por mentirte, porque soy un estúpido que se enamora de una persona que es igual al que rompió mi corazón. También lamento que no te hayas dado cuenta desde antes, porque eso me hubiera ahorrado más el dolor.
Lo siento porque me gustas... porque te quiero... porque tienes novio y estás más lejos de mí que de lo que creía. Y lamento no haberte conocido antes, porque yo hubiera hecho lo que sea por tener tu corazón, o estar en una pequeña parte de él, pero hay otro allí dentro y no soy yo. Y está bien, tengo que entenderlo, pero no lo puedo hacer ahora y tampoco podía ocultar más lo que siento hacia ti.

Su voz está temblándole, no es hasta ese entonces en el que suelta un suspiro.
No dijo nada, no.
Sus palabras ni siquiera expresaban lo que quería decirle del todo y es que se ponía nervioso. Aparta sus lágrimas con sus manos y jala de su nariz. Cuando vuelve a mirar a TaeHyung éste sigue agobiado.
Se escucha como un hilo de voz, tan bajito y tan difícil de comprenderlo.
—-Tienes una pequeña parte de mi corazón, JiHyuk.

Se tensa.
—-No lo digas en voz alta o Jungkook podría golpearme.

Aquello lo hace reaccionar.
—-¿Qué?

—-Lo que oíste.

-—¿Jungkook golpearte?

—-Olvídalo, no interesa.

TaeHyung ve más allá de ello.
Los rasgos de JiHyuk están más duros ahora, él está tenso e incómodo. Las bolsitas que se forman en sus mejillas al sonreír han desaparecido por completo, sin haber siquiera un rastro de ellas. Sus ojos están enrojecidos y su gesto de seriedad es tosco, incluso ha palidecido por el nerviosismo.

—-¿No interesa? JiHyuk... yo... no sé ni qué decirte, ¿y luego vienes con que Jungkook podría golpearte?

JiHyuk sabe que lo arruinó, que abrió la boca de más. Otro fracaso más para su vida, gracias.
TaeHyung se puso paranoico.

—-¡JiHyuk, di algo!

—-TaeHyung... tranquilicémonos. -—levanta sus manos, como símbolo de paz, pero el menor dice miles de cosas al azar—-. TaeHyung, por favor.

-—¿Por qué no me dijiste que te golpeaba? -—se estremeció. ¿Jungkook golpear a su amigo?
¿Sólo por quererlo?—-. JiHyuk...

—-TaeHyung, olvídate del tema.

Él lo ignora.
—-¿Jungkook ya sabía de esto?
D-de tus sentimientos.

-—No pienso contestar eso.

-—¡JiHyuk!

-—Sí, sí lo sabía.

-—¿¡Pero por qué no me dijiste!?

-—¿Y eso acaso importa? TaeHyung, no me golpeó.
No lo ha hecho, nunca me referí a que sí.

—-¡No lo justifiques!

No estaba justificando nada, y eso es lo peor, porque TaeHyung ahora está creyendo algo que JiHyuk nunca dijo. Y es que, él no quiso referirse a que Jungkook ya lo había golpeado, pero decir eso había confundido todo.

TaeHyung estaba asustado, quizás estaba acostumbrado a escuchar las quejas de Jungkook sobre JiHyuk, o sobre cualquier otro chico.
Pero JiHyuk era su amigo, uno de los mejores que ha tenido tal vez, y saber que entre él y Jungkook podían haber disputas o que el mayor lo golpease, era abrumador.

-—¿Cómo es que no me di cuenta antes?-— susurró. Se supone que habían hecho una promesa con Jungkook hace tiempo; no más actos de celos, no más violencia hacia otros, no más quejas, no más dramas, ¿y qué era TaeHyung retrocedió unos pasos—-.No quiero ni imaginar lo que Jungkook te ha dicho.

Y ni imaginar de lo que es capaz de hacer.
Aquello se había vuelto una locura.
JiHyuk se afligió al verlo tan asustado.
Dio un paso hacia él.
—-TaeHyung... —-trató de remediarlo—-. No te pongas así, yo también hubiera hecho lo mismo si fuera Jungkook. —-pero él no lo escuchaba, solo murmuraba cosas muy molesto—-.
Yo debería ser el asustado, no tú.
Esto se está saliendo de control.

—-¿Pero cómo es q...?

—-TaeHyung...

—-No, yo-es decir, sí. Pero cómo pue... -—JiHyuk lo contempló así de histérico, y aún así, le pareció verlo lindo. Aquello iba a ser estúpido.

-—TaeHyung, vas a odiarme... —-pero éste siguió protestando, aunque ya no pudo hacerlo más, porque JiHyuk al ver sus labios no se pudo aguantar; entonces tomó de las caderas de TaeHyung e hizo algo estúpido. Besarlo.

Continue Reading

You'll Also Like

1M 101K 44
❝ Jeongguk era un adicto al sexo. Y Taehyung... Taehyung era a la cosita más adorable que él pudo conocer alguna vez...❞ LIBRO 1 & 2 ...
37.6K 2.6K 43
¿Qué pasará cuando llegue una nueva vengadora, y esta sea de Argentina? Ésta es la historia de ____. Quien se vio obligada por Fury, a ir con el a l...
333K 44.2K 29
¿Te gusta el nerd de la clase y no sabes qué hacer? ¿Quisieras que ese chico hundiera su cara entre tus piernas en vez de en los libros? ¿Quieres g...
262K 25.3K 99
Kim Taehyung no era malo, el no debería estar pisando la entrada de una de las cárceles más grandes y hasta lujosas de todo Seúl, pero si, lo hacía. ...