°Capítulo 18°
『 La verdad. 』
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Jo y yo guardabamos las cosas de Beth en cajas.
Ninguna hablaba.
- Voy a salir un rato, ¿Crees que puedas terminar?
- Si, no te preocupes.
- Gracias Cassie.
Jo tomó un suéter y bajó las escaleras, ambas seguíamos muy afectadas por la partida de Beth.
- ¿Vas a contarme?.- Mamá me preguntó entrando a la habitación.
- ¿Qué cosa?.- Deje la pequeña muñeca de Beth en una caja.
- ¿Por qué te fuiste?
- No importa mamá.
- Si importa Cassie, al parecer sólo Meg y tú amigo Nate lo saben.
- A los pocos días de conocer a Lourie me empeze a enamorar de él, pero el día que me marche le escribí una carta diciéndole como me sentía y a los minutos de dejarla el vino a contarme que quería a Jo.
- Cassie.- Susurro.
- Me fui por cobarde mamá.- Alcé la voz.-Porque no quería afrontar la platica que tendríamos en la que yo no sería correspondida.
- ¿Lo soportarías?
He pensado en esa pregunta mucho tiempo.
- Si Laurie fuera feliz con Jo, no me importaría en lo mínimo verlos juntos en cada reunión familiar.- Alce los hombros con una pequeña sonrisa y lágrimas amenazantes.
- ¿Aún lo amas?
- Ese sentimiento nunca ha cambiado.
- Ven, creo que necesitas un abrazo de mamá.
Se levantó y extendió sus brazos a mi y así empeze a sollozar por todo, por mi pequeña Beth, por Laurie e incluso por la carrera que ya había perdido.
Mamá acariciaba mi cabello y en ocasiones mi espalda tratando de consolarme.
- Voy a bajar por si Amy llega, en la noche mando una carta y dijo que va a volver con Tia March ya que esta muy enferma. Así que Laurie las va a acompañar.- Me sonrió y bajó.
Me senté en la pequeña silla del tocador y me di el tiempo de ver mi aspecto, mis ojos estaban inchados y mis mejillas estaban muy rojas.
- ¿Estas bien Cassie?
Volví la mirada a Nate.
- Supongo.
- Un supongo no le basta a tu amigo para estar tranquilo.
- Lo sé Nate.
- ¿Es por Laurie?, ¿Por el chico que hizo que te fueras de aquí?
- Es por todo.- Suspiré.- Por Beth, por mi carrera, por que ya arruine tu carrera y si, por Laurie.
- No arruinaste mi carrera, yo decidi venir.
- No lo hubieras echo.
- Quería hacerlo, en este momento no importa la carrera.
- Importa como me sienta, eso vas a decir.
- Tienes razón, eso pensaba decir.
Ambos reímos.
- Todo va a mejorar.- Volvió a hablar.- Hasta tu relación con Laurie, te lo aseguro.
-Eso espero, si es feliz con Jo para mi estara bien.
- No creo que sea feliz con Jo.
- ¿De qué hablas?
- Acaba de decirme que se siente la única incapaz de casarse eso quiere decir que Laurie nunca le dijo nada aún después de tu partida.
Por mí culpa Laurie no se lo declaró a Jo.
- Esa literalmente fue mi culpa, ¿No?
- Si el no hubiera tenido dudas después de tu carta lo hubiera echo, ¿No lo crees?
- Pues...
Antes de contestarle mamá nos llamó para bajar.
- Vamos.- Entrelazo su brazo con el mío bajar juntos.
- ¿Tú hermana Amy es linda?.- Me pregunto con la ceja alzada.
- Eres un tonto Nate.
- Hola Cassie.
Mi mirada se posó en Amy, en lo triste que se notaba.
- Hola Amy.- Ella corrió a abrazarme.
Se separo de mi al ver a Nate.
Esa mirada no es de las normales.
-Amy March.
-Nate Macauley, encantado.
Sonreí se lado como los demás que miraban la escena tan tierna.
Vi como Nate volteo hacia la puerta, al instante me soltó el brazo a lo cual le frunci el ceño.
- ¿Es mala idea abrazarte?
Su voz resonaba en mi cabeza como si la hubieran pronunciado en una cueva. Volví a verlo, sus lindos ojos, sus lindos rizos.
Sin poder detener mi impulso lo abraze como si realmente lo necesitará, el correspondió el abrazo de la misma forma.
Su típico olor a bosque, vainilla y flores se encontraban nuevamente con mis fosas nasales.
- ¿Qué les parece si los dejamos hablar en el patio?.- Sin importarle lo que respondieramos mamá siguió hablando.- Todos a la cocina.
Obedecieron y Laurie con la mirada baja salió de la casa.
- Ve con él.- Me alentó mamá.
- No puedo, era enserio cuando te dije que era una cobarde.
- No, no lo eres.- Puso una de sus manos en mi mejilla.- Eres muy valiente, más de lo que crees mi pequeña Cassie.
Sin más salí de la casa hasta el patio tracero.
Aún puedo irme y lo sé.
- Lamento lo de Beth.- Me dijo dándome la espalda.
- Gracias.- Estaba tan nerviosa.
- Así que, ¿El es tu esposo?.- Lo primero que sentí fue su mirada dolida.- Es muy rico, su padre es amigo de mi abuelo.
- No y lo sé pero...
- Además es apuesto.
No me dejaba terminar por susurrar cosas de Nate.
- Basta Laurie.- Grite un poco, pero paro.- No voy a casarme con el, ese era el plan inicial de Tia March pero el y yo dijimos que no nos queríamos de esa forma.
Sus ojos se conectaron con los míos por un instante.
- ¿Por qué no me lo dijiste Cassie?, ¿Por qué te fuiste sin que lo habláramos?.- Si voz era entrecortada y algo dura.
- Porque quería evitarme la pena.- El rodó los ojos, lo cual hizo que me molestara.- No me hubiera importado regresar y verlos juntos.
- Te amo Cassie.
- No Laurie.- Solo lo dice para que me sienta bien.- Tu amas a Jo y eso me quedo bastante claro.
- Te amo a ti Cassie.
- No es cierto, deberías estar justo ahora con Jo.- Había empezado a soltar unas cuantas lágrimas.
- ¿No lo entiendes?
- No, no lo entiendo porque primero dijiste que la querías a ella.
- Siempre te ame a ti, pero no quería perderte diciéndotelo.
Sentí mi corazón parar por un instante.
- No pensé que tu sintieras lo mismo.- Siguió hablando.- Después de leer la carta vine a buscarte, pensaba decirte la verdad.
- ¿Nunca quisiste a Jo?
- Nunca y fui un tonto al pensar que con ella podría evitar mis sentimientos por ti.- Sonrió débilmente.- No podía dejar de amarte, no puedo Cassie.- Se acercó a mí.- Te amo, te amo solo a ti.
- También te amo Laurie.- Murmure.
Me abrazo, se sentía la me necesidad que teníamos el uno por el otro.
Tomó mi cara entre sus manos y me beso, con miles de mariposas en en estómago le seguí el beso.
No importaba donde, sólo queríamos volver a estar juntos igual que la primera vez.
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Ya casi acabaaaaaa y eso no está cool jaja.