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Los jóvenes dioses se reunieron silenciosamente en el viejo claro abandonado, en ese mismo lugar los temidos titanes habían hecho las relucientes estrellas y la vida como la conocían; la atenta mirada de sus mentores hacia que cada uno se sintiera como una presa, pero no una presa que tiene la posibilidad de escapar, si no, una presa que esta encarcelada con las fauces de su enemigo sobre ella.
Ese era el día mas esperado por los jóvenes celestiales.
Era el día para el que los habían preparado.
Ese día crearían las gemas que representarían y protegerían cada uno de sus planetas. Muchos de ellos estaban nerviosos, la sola idea de al fin tener el poder de un planeta en sus manos hacia que se sintieran aún más nerviosos, algunos peleaban por ciertos planetas y otros solo miraban el cetro que tomarían al momento de crear las gemas, el cetro tenía dos serpientes enredadas y contenía un pequeño fragmento del Crystal sagrado, el cual era protegido por una orden de poderosas guerreras que darían su vida por salvar el Crystal.
—Zeus, hijo mío tú lo harás primero, no me decepciones —Anuncio Cronos a su hijo con un brillo maligno en los ojos y para sus adentros añadió «No querrás terminar como tus hermanos»
Zeus, un chico delgado y con el cabello largo caminó hacia el frente, subió los escalones desgastados de oro hasta llegar a la cima; temblaba debido a la severa mirada de su padre. Tomó el cetro con ambas manos, este pesaba el doble que él, por lo que se tambaleó un poco, cuando logró sostenerlo firmemente se dio cuenta de que muchos se reían de él, volteó a ver a su padre, Cronos, pero este solo le dedicó una mirada de decepción.
—Okey, yo lo intentare primero —Dijo Zeus nerviosamente, era el más inteligente de todos. Su padre había escogido a Júpiter por el —Εyγώ, ο Δίας, ο θεός της βροντής... Καλώ τους προγόνους μου να μου δώσουν δύναμη, να δημιουργήσω τη ν ιερή πέτρα που αντιπροσωπεύει τον πλανήτη Δία και να την προστατεύσω από το κακό.¹
Mientras lo decía alzó el cetro, el pedazo del Crystal sagrado brilló de color celeste, representando el don del joven dios: el trueno. Inmediatamente un rayo de luz azul bajó del cielo e iluminó el claro. El rayo aterrizo en la gema del cetro y entro en él, la energía paso por la mano del dios consumiéndolo. El Crystal del cetro se partió y uno de los pequeños pedazos floto, de Zeus salió el rayo que antes había entrado en él y partió la gema que flotaba, la energía comenzó a juntar cada pedazo del fragmento del Crystal formando una poderosa gema celeste.
La gema brillo sobre él, iluminando a todos, los demás dioses se cubrieron los ojos mientras la gema absorbía algo del poder del joven Zeus, este comenzó a flotar. La creación de Zeus floto unos segundos más antes de dirigirse hacia una joven bruja, esta traía una capucha gris con bordado peludo en la orilla del gorro. La chica levanto la mano justo cuando la gema llego a ella, esta comenzó a dar vueltas sobre la cabeza de la bruja, siguiendo la rotación del planeta al que representaba: Júpiter.
— ¡Lo logre! —Exclamo feliz al ver la gema girar alrededor de la bruja. Y a continuación, mientras bajaba, añadió para Neptuno —Es tu turno sardina.
—Te matare —Amenazo Neptuno empuñando su tridente.
—Mejor baja el tenedor para sardinas —Bromeo Zeus cuando llego junto a los demás dioses.
—Púdrete —Replico Poseidón malhumorado mientras subía los escalones.
Al llegar, tomó el cetro y a diferencia de Zeus él no se tambaleó, lo levantó un poco antes de dejarlo caer y encajarlo en el oro macizo bajo sus pies.
El suelo comenzó a temblar mientas los ojos de Poseidón brillaban, empujo más haciendo que el oro comenzará a agrietarse.
De las delgadas grietas comenzaron a salir gotas de agua, estás se fueron juntando hasta formar una enorme ola tras el dios.
—Εγώ ο Ποσειδώνας, θεός των θαλασσών, ζητώ από τους μεγάλους τιτάνες να μου δώσουν τη δύναμη και το θάρρος να υπερασπιστώ και να προστατέψω τον πλανήτη Ποσειδώνα με το στολίδι που σήμερα ζητώ να μου επιτραπεί να δημιουργήσει² —Mientras lo decía alzó el cetro, el Crystal se hizo de color Azul representando su poder: el océano.
La enorme ola se introdujo en el cetro. El Crystal una vez más explotó y el segundo fragmento de este floto; como si todo se hubiera congelado, los dioses y los semidioses estaban quietos, al igual que el agua. Todo se había detenido.
—Esto es interesante... oh hola chicas, si empecé una nueva dieta —Dijo un chico caminando entre las personas. —¿Que? ¿Quieres salir conmigo? Ay no, estoy muy ocupado cuidando el tiempo... Oye tú eres lindo, tal vez después te vaya a tu templo —Aseguro coqueto mientras veía la figura de Hades. Después cuando paso junto a la figura de afrodita dijo —Tranquila Afrodita, tú también eres hermosa.
—¿Tu qué haces aquí? —Pregunto una voz detrás de él.
—Oh, Sara, bueno tenía la duda de ¿Cómo diablos llegaron las gemas a tus manos? y como no me respondiste regrese el tiempo y ahora veo
—¿Sabes lo riesgoso que es esto? Espera, tratare de recordar quien eres
—Soy Thomas, el guardián del tiempo, Un hermano de la soledad.
—Ya te recordé, te conoceré en aproximadamente quinientos mil millones de años, así que sigo sin entender ¿Qué haces aquí?
—Ya te lo dije quería saber cómo obtuviste las gemas, por cierto, ¿Dónde está Tsuky? —Pregunto buscando a la linda cachorrita alrededor
—Aun no la conozco, aunque falta poco. —Respondió Sara viendo al vacío como si tratara de recordar algo que aún no pasaba.
—Oye por cierto ¿Sabes si Hades y Afrodita aceptarían una cita conmigo? —Pregunto Thomas señalando a los dioses.
—Lo dudo. Ahora regresa a tu línea temporal y no hagas más saltos como este; podrías desequilibrar todo y crear una línea de tiempo alternativa que podría no ser muy buena.
—De acuerdo, por cierto ¿ya sabes lo de los elegidos?
—No me digas nada del futuro que aún no deba saber, y si ya sabía lo de los elegidos. Solo no sé cuándo pasara.
—De acuerdo, ya me iré, pero...
—Vete, yo descongelo el tiempo —Respondió Sara volviendo a su lugar.
Sara se quedó pensando mientras los dioses uno a uno iban pasando, «¿A qué diablos se refería Thomas al mencionar a los elegidos? ¿Acaso él era un elegido?» Dejo esos pensamientos a un lado y devolvió su atención a los dioses, en ese momento un joven y apuesto dios subía los escalones hacia el cetro de Hermes.
Cuando tomo el cetro en sus manos, el Crystal se hizo naranja, representando su poder: el sol, El chico lo alzo y el claro se ilumino con una deslumbrante luz mientras la gema más poderosa era creada. Unos segundos después todo el lugar exploto y al mismo tiempo las gemas desaparecieron, esto dejo paralizada a Sara, pues las gemas que estaban a su cargo acababan de desaparecer junto al dios solar.
Sara extendió las manos e hizo algunos movimientos protegiendo a todos los dioses y a la vez regresando el tiempo, por desgracia cuando el tiempo regreso, Keith no lo hizo con él, acababan de perder las gemas y a un peligroso dios.
De entre las filas de mentores Helios, dios del sol, se paró violentamente y se teletransportó gracias a un túnel circular de fuego que bajo del cielo; el claro estaba lleno de murmullos y suspiros de decepción.
—Sara, ¿Qué fue lo que sucedió? —Pregunto Cronos, mientras caminaba hacia ella.
—No tengo idea —Respondió; Las gemas habían desaparecido de la nada.
Después de hablar con cada uno de los dioses salió del claro, internándose entre las espesas zarzas que se esparcían en aquél frondoso bosque sagrado, en el cual se encontraba el gran Crystal sagrado.
No sabía que podría hacer, no tenía ni idea de quién era el dios que se había llevado las gemas, y cada vez que intentaba recordarlo, la imagen se iba haciendo cada vez más y más borrosa, jamás encontrarían al culpable y jamás se graduaría de las hermanas de Crystal, había fallado en su único propósito: proteger con su vida lo que dejaran a su cargo.
Nunca había escuchado que alguna hermana de Crystal perdiera lo que le habían encargado, y jamás se imaginaria a su madre, Shioban, dejando que invadieran Eladoria, el reino sagrado que estaba bajo el cargo de su madre y donde se encontraba el Crystal sagrado.
El reino era protegido por un gran muro de zarzas que se iban haciendo más y más densas conforme te acercabas. Esos zarzales se encontraban en el bosque donde habían creado las gemas. Un ruido, hizo que diera media vuelta, entre la maleza logro ver dos ojos que llameaban como el fuego puro.
¹Yo, Zeus, dios del trueno... Invoco a mis ancestros para que me den fuerzas, para crear la gema que representara el planeta Júpiter y protegerá del mal a éste.
²Yo Poseidón, dios de los mares, le pido a los grandes titanes que me den el poder y el valor para defender y proteger al planeta Neptuno con la gema que hoy pido me permitan crear.