Metal, Telequinesis y hermanas de crystal

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L.A.I.K.A, ESPACIO

Marcus dejo sola a Martha y camino de regreso con Dave, a la cafetería. Este se levantó cuando lo vio salir del pasillo; camino hacia el unos pasos y le pregunto con la mirada.

—Solo está estresada —Aseguro Marcus con una sonrisa forzada.

«Sí, claro... » Exclamo Dave sarcásticamente en la cabeza de Marcus.

—¿Qué intentas decirme? —Marcus acercándose a Dave con interés, al mismo tiempo cruzo los brazos.

«Que es bastante obvio que no está bien, este viaje está acabando con ella.» Dave lo miro, era bastante evidente que se preocupaba por los dos hermanos.

—No, es solo que... es solo que... que... —Marcus comenzó a tambalearse mientras su vista se iba nublando, y como un objeto Marcus cayo inconsciente al suelo.

«Marcus... Ma... Marcus» Dave cayo inconsciente mientras caminaba hacia Marcus, ocasionando que se cayera sobre el otro.

∆ ∆ ∆

Marcus camino lentamente por el oscuro pasillo, habían algunos vidrios rotos en el suelo y al final del pasillo un viejo foco colgaba de solo un cable, mientras los otros cables sacaban chispas; bajo la parpadeante había una silla de madera desgastada.

Un hediondo olor llego a la nariz de Marcus provocando que le salieran lágrimas de los ojos, continuo su camino, pero paro cuando piso un pegajoso y espeso liquido; bajo la mirada con algo de miedo reflejado en su mirada, este se convirtió en terror cuando vio lo que estaba bajo sus pies, ahogo un grito mientras retrocedía.

Levanto la mirada y vio a Dave, atado a la silla, una extraña planta espinosa lo mantenía atado mientras le agujeraba la piel con sus enormes espinas. Se apresuró a correr hacia el pero una enorme enredadera aún más grande de la que sostenía a Dave lo enrollo.

Trato de librarse inútilmente, las espinas seguían agujerando sus brazos. En un inútil intento por librarse Marcus, usando sus poderes, hizo que varios objetos de metal comenzaran a atacar a la planta. Mientras la vida de Dave se iba Marcus peleaba contra las plantas espinosas, cortaba. Cortaba. Cortaba. Cortaba y la planta solo seguía creciendo.

De un segundo a otro La enredadera desapareció dejando un blanco cegador tras de ella. Marcus Volteo hacia el selenita. El chico en la silla sobresaltaba sobre el blanco que había inundado el lugar.

—Dave... No —Grito corriendo hacia el chico mientras este desaparecería entre el blanco.

Se dio media vuelta y frente a él estaba Dave, tenía un traje blanco, con una sonrisa en la cara. A su al rededor comenzaron a formarse personas, mientras el blanco se iba desapareciendo poco a poco conforme las personas y los objetos iban apareciendo.

—Marcus Oliver King —Dijo el hombre que estaba aun lado de ellos, traía un extraño libro abierto en sus manos. Marcus salto al oír su nombre y se volvió amenazadoramente. —¿Aceptas a David Fred Jones como tu legitimo esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separe?

—Acepto —Dijo inconscientemente mientras veía algo extraño en el suelo.

Era algo mínimo, apenas visible, pero ahí estaba, se agacho y lo recogió ausente de lo que el hombre decía. En sus manos estaba un pequeño cabello, de un lado era café y del otro era rosa, la parte rosa brillaba.

«Que extraño» Pensó Marcus levantándose, entonces se dio cuenta de que el blanco había vuelto, no había ninguna forma reconocible cerca, solo blanco, un vacío y brillante blanco.

Camino hacia donde el creyó era el norte, pero no había nada, solo ese infinito mar blanco que no llevaba a ningún lugar y a la vez a todos. Con una incesante curiosidad se preguntó si podría controlar aquello, lo intento con resultados desalentadores.

Y como un aleteo de esperanza un escenario se comenzó a formar frente a él, vio una figura que de inmediato reconoció como Sara, se veía más joven y estaba sola en un bosque lleno de zarzales. La Sara joven veía hacia un arbusto, ahí nos ojos naranja cítrico brillaban, Marcus inmediatamente los reconoció como los ojos de cierto dios ávido de sangre.

Y como la vez anterior, en que había visto a Keith y a Sara en la casa de esta, una fuerza lo jalo lejos de ahí. Al abrir los ojos vio a Sara frente a él, esta revisaba su pulso y sus ojos dejaron de brillar cuando Marcus arrebato su brazo.

—Aleja tu magia de mí, bruja —Reclamo Molesto mientras sobaba su brazo.

—Marcus, no tienes que ser...

—Un idiota

—Todo el tiem... ¿Espera que? Yo no quería decir eso —Reclamo Martha a Tarquín quien sonreía risueño.

—Lo sé, todos en esta nave sabemos que eres demasiado amable para decir una maldición, es por eso que yo me permití decirla por ti —Respondió Tarquín y al decir «Por ti» toco la nariz de Martha con su dedo índice lo que irrito a Marcus

—No vuelvas a tocar a mi hermana —Espeto molesto comenzando a Pararse para enfrentarse al semidiós.

—Vamos, Oliver ¿te enojaras solo porque toque la nariz de Martha?

—No me vuelvas a llamar Oliver en tu vida.

—¿O que Oliver? —Desafío Tarquín, Marcus apretó lo puños antes de abalanzarse sobre Tarquín

«Marcus, para» Ordeno Dave en la mente de Marcus, haciendo que se controlara, y con esfuerzo respirara con normalidad alejándose del neptuniano.

—¿Por qué paraste? ¿Asustado, O-LI-VER?

—Ahora si

—Hey ustedes dos dejen de pelear, Marcus ve a encargarte de la dirección que está tomando la nave y tu Tarquín deja de buscarle las cosquillas a Marcus —Intervino Tsuky con su forma humanoide: Tara.

Flor observo como Marcus se iba molesto hacia el cuarto de Dave, obviamente para asegurarse de que estuviera bien. Flor por su parte fue a meditar al almacén, sabía que Martha se preguntaba que hacia allá pero ella esperaba que la curiosa chica lo descubriera por sí misma.


Después de horas, Flor despertó se había quedado dormida en el almacén e involuntariamente camino hacia la enfermería, ahí la herida Centella estaba durmiendo; Flor toco la frente de la chica y dijo:

—Te siento Hermana

Flor regreso al almacén y cerró la puerta con seguro, tomo la mezcla de hierbas que había preparado mientras meditaba, ahora sabía qué hacer con ellas. Cuando cerró los ojos un millar de voces acudieron a ella, pero la venusiana buscaba una en especial y no tardó en encontrarla.

«Te preguntas, ¿Quién soy y que es lo que quiero, no?» Dijo una voz sin forma frente a ella

«Así es» Respondió

«Estoy más cerca de lo que crees y recibí ayuda para poder ayudarlas, de nada por haber salvado a Centella» Replico irónico

«Te lo agradezco pero quiero saber ¿Qui...?» insistió

«¿Quién soy? más bien ¿Quién eres tú? yo soy un chico común y corriente con una fuerte conexión a ustedes, pero tú, ¿eres quien dices ser?» Le pregunto sembrando una semilla de duda en Flor

«Por supuesto que sí, ¿Quién más seria?» Respondió incrédula

«Veo que aún no estas preparada para recordar» Murmuro aquella voz

«¿Recordar que?»

«...»

«¿Recordar que? Responde» Repitió

«Solo recuerda la oscuridad, la magia y los sacrificios... Hermana» Eso ultimo hizo que le diera un escalofrió en la espalda.

GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTONWhere stories live. Discover now