Nos conocimos a los quince años, somos novios desde los dieciocho, a los veintidos me propuso casamiento y a los treinta y dos nos vamos a separar.
Él siempre ha vivido con una sonrisa, a mí, no me importa ser odiado. Nuestros destinos se cruzaron, los dos teníamos un matrimonio armonioso pero eso se acabó.
Todo esto comenzó a ser un caos, si tan sólo no hubiera golpeado a su secretaria esa noche, esto no se hubiera vuelto tan complicado.
No pude controlar mis emociones y ahora estoy destruyendo mi matrimonio.
Buenas cachorritxs! Sí ya sé, no me maten, sigo subiendo historias pero es que... soy así. Ya me conocen. Estoy trabajando en esta historia, no va a tener muchos capítulos cálculo que menos de 15 capítulos con los cuales ocho ya están listos. Besitos.