Soñando Contigo

Od urantiana63

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Revive la historia de amor entre Can y Sanem, en "Soñando Contigo " Více

Cap 1o
2a Parte
3o parte
Cap 2o
2o parte
3a parte
Cap.3o
2a parte
Cap. 4o
2a Parte
3a parte
Cap 5o
2a parte.
3a parte
Cap 6o
2o parte
3a parte
Cap 7
2a parte
3a parte
Cap 8o
2a parte
3a parte
Cap 9o
2a parte.
3a parte
Cap 10
2a Parte
3a parte
Cap 11
2a Parte
3a Parte
Cap 12
2a Parte
3a Parte
Cap 13
2a Parte
3a Parte
Cap 14
2a Parte
3a Parte
Cap 15
2a Parte
3a Parte
Cap 16
2a Parte.
Cap 17
2a Parte
Cap 18
2a Parte
Cap 19
2o Parte
3a Parte
Cap 20
2a Parte
3a Parte
Cap 21
2o Parte
3o Parte.
Cap 22
2a Parte
3o Parte
Cap 23
2a Parte
3a Parte
Cap 24
2a Parte
3a Parte
Cap 25
2o Parte
3a Parte
Cap 26
2a Parte
3a Parte.
Cap 27
2a Parte
3a Parte
Cap 28
2a Parte
3a Parte
Cap 29
2a Parte
3a Parte
Cap 30
2a Part
3a Parte
Cap 31
2a Parte
3a Parte
Cap 32
2 Parte
3a Parte
Capítulo 33
2a Parte
3a Parte
Capítulo 34
2a Parte
3a Parte
Capítulo 35
2a Parte

3a parte

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Od urantiana63

-- Pero ten más cuidado,  Linen-- dijo Mezquive, en la peluquería de Menahad.
-- Menahad, estoy pensando en teñirme el pelo de negro-- dijo Leyla.-- yo creo que de morena, estaría muy guapa. Ponlo, de negro.
-- Ayrs...se quejó, Menahad.
-- aunque el rojo, también me gusta muchísimo.
-- Quieres teñirte, de rojo? -- preguntó Mezquive.
-- O mitad, negro. O mitad, rojo y hacerme las puntas más claras y así estoy muy original. Parecería que tengo el pelo en llamas.
-- Bueno... levantate...arriba-- dijo Menahad -- va, levantate.
--Puede cortarle el pelo, de esos que se llevan muy modernos.-- dijo Mezquive.
-- O quizás lo que debería hacer es, cortarme el pelo de esos que es muy modernos de esos que se llevan ahora. Mire, eso es lo que vamos a hacer. Me cortas el pelo bien, tipo melenita y luego, me lo ti es de negro. Qué te parece?
-- Pues me parece, que no.
-- No??
-- Porque estás deprimida, cariño.
-- Yo, deprimida?
-- Pues claro, que las deprimidas, se cortan el pelo, de miran al espejo, y luego, se arrepienten,  y luego pago yo, los platos rotos-- dijo Menahad.--por todo eso Leyla, sintiéndolo, mucho, no te corto el pelo.
-- Cómo puedes decirme esto, Menahad. -- dijo Leyla-- Yo no estoy deprimida. Estoy estupendamente. Tengo trabajo y tengo dinero. Ahora por culpa de esas historias, no pueda venir a la peluquería, cuando a mí me venga en ganas? Sabes que?
-- Hija--intento tranquilizarla, Mezquive.
-- Me voy, cosas, y adiós.
-- Pero, hija. Cariño.
-- No, si resulta que la culpa ha sido mía-- dijo Menahad.
-- No grites a mí hija -- dijo, Mezquive.
-- Encima. No he hecho nada, y mira como se ha puesto.
--Que os pasa, Menahad?-- preguntó Ayham, que acaba de llegar con Musafer.
--Dejame, en paz--respondió esta.
--Quería pedirte hora, para que fuera manjera a Musa y a mi.
-A Musa?--preguntó Menahad.
--Los hombres de hoy, también se cuidan saben? Es por eso, que he decidido cuidarme. Porque los hombres se cuidan tanto, como las mujeres y eso no tiene nada de malo, por eso voy ha cuidarme y a liberarme del estrés que tanto sufro a diario y voy a ser, muy popular.
--Jajaja--rió Mezquive--donde está tu madre? Casi, no la veo.
--Es que la rehuimos. Pero no será, por mucho tiempo, no se preocupe. Despacho vendremos ha pedirle su bendición. Así que debería estar preparada porque un día vendemos con una bomba. Mientras tanto, Ayham y yo...
--Musa y yo-- corto, Ayham--eehh, tendremos para hacernos la manicura Musa y yo.
--Hasta luego.
--Hasta luego.
--Arribederchi--dijo Musafer.--dales recuerdos, a Sanem.
--Claro, se los daré de tu parte--dijo Mezquive.
--Como nos hemos quedado, mientras nos hablaba--dijo Menahad-- fíjate.
--Aahh.
--Y lo juntitos, que van. Creo que pasan de Sanem, miralos.
--Calla, ya.--dijo Mezquive--No me hables, del tema.

Mientras tanto en Ajba, Sanem pasea por la playa y al final, decide darse un baño en el mar. Lo que ella, no sabía, era que el, fuera tras ella.
--Señor Can, pero que...
--No he podido, resistirme--dijo el.
--Pero...
--Ssshh--le hizo el, tapándose la boca.
Los se quedaron mirandose dentro del agua, mientras ella estaba radiante de felicidad.
--Esto, debe ser un sueño--dijo.
--Si, es un sueño--dijo el.
Pero era eso, un sueño que ella había tenido.
--No. Que haces Sanem, que haces? Concentrate--se dijo y volvió a pasear por la playa.

--Estoy muy contenta. Jamás pensé, que estaríamos juntos--dijo Arsum.--tu y yo aquí. Los dos, solos.
--Pedimos algo? Que te apetece?--preguntó el.
Mm. Es que no puedo comer. Come tú.
--Pues no voy ha comer, sólo--dijo el.--me pediré, un whisky.--Perdone.
--Dígame?
--Traeme un whisky, y un café sólo, por favor.
--De acuerdo.
"Este zumo, lleva plátano, perejil y manzana, así que...--recordó el, mientras hablaba con Arsum y también oliendo las violetas con ella y la casi caída de Sanem por el precipicio de la Cala.
Mientras, en el bar restaurante, Sanem está comiendo sardinas en el bar restaurante sin percatarse que el está entrando.
--Señor Can? Pensaba que cenaba con la señorita Arsum--le dijo, ella.
--Ha sido, breve. Puedo, sentarme?--preguntó el.
--Claro.
--Qué comes? Parece, pescado? -- preguntó el.
--Sardinas.
--Es la temporada.
--Pero aquí, no te traen cubiertos. Te las tienes que comer, con las manos.
--Perdona, una ración de sardinas--dijo dibujando una radiante sonrisa.
--Ahora mismo.
Pero esta vez, aquello no era un sueño. Los dos, en aquel chiringuito de la playa felices comían sus sardinas.
--Aamm. Supongo, que será duro fotografiar mu que fotografiar, mujeres, inmigrantes, niños...
--Bueno...al final, te acostumbras. De echo, me resulta más difícil, vivir en esta embolia. En cambio aquí la gente de preocupa del betox, del botox. Me incomoda. Me cuesta, entenderlo.
--A mi me gustaría vivir, en las islas Galápagos.
--Las Galápagos?
--Sí.
--Vaya. Que, atrevida. Y porqué, allí?
--Porque...lo he soñado. Quiero vivir allí, y escribir, mis novelas.
--Pues hazlo. Escribe tus novelas, y después las ves. Sabes que las Galápagos, crían los albatros?
--Lo sé--dijo mirándolo.
--Cuando te ruborizas, pareces una niña--le dijo.--como puedes ser, tan pura?
--No lo sé.
--Tienes frío. Mi chaqueta, está mejor en tus hombros, que en mis manos--dijo poniendosela.
--Muchas gracias. Cuando estamos así, pienso que es usted un buen hombre, pero, pienso en lo que usted...
--En los que yo...que he hecho?
--Por qué, ha despedido a Leyla?
--Yo no la he despedido, Sanem. Sólo...le requiere, el portátil.
--Sí, claro. Usted es un ángel. Cargado de buenas intenciones. Sólo piensa en hacer el bien de los demás--dijo, enojada.
--A que viene todo esto,  Sanem-- preguntó el--si tienes que decirlo, dilo.
--Lo que digo, es que es mi jefe. Y se, que pretende. Eso es lo que quiero decir, ya está.
--Entiendo. Lo siento--dijo el.--a partir de ahora, seré ahora, su jefe.-- ella de quedó, sin palabras.--Dime--contestó el, al móvil--Entiendo. Ya vamos. El coche, está listo.

En la casa de Aylim, está viendo las redes sociales y ve a Arsum y se pone furiosa.
--Aahh. Aahh--gritaba, mirándolo todo viéndose derrotada.

--Sanem, te he estado llamando. Porqué, no contestabas--porqué, no contestas?-- preguntó Embre.
--Porque no podía. La señorita Arsum, a aceptado una propuesta, no pude evitarlo. Lo siento.
--Da igual, lo mucho que lo sientas. Significa que si mi hermano, firma el contrato, se acabó todo. Después venderá la empresa y te dará todo igual.--le gritó.
--No me da igual, señor Embre. Ella iba siempre, detrás de él y yo hice, todo lo que pude.
--Sanem, recuerda todo lo que he hecho por ti.
--Sí. Tiene razón. Lo siento. Estoy despedida?
--Por ahora no. Pero no quiero que cometas, más errores, entendiendo? Buenas noches.
--Buenas noches, señor Embre. Buenas noches.--Si quere, conduzco yo--dijo ella.
--Si me pillan, ya pagaré la multa. Sanem. Sanem-- la despertó el.
--Ha hablado usted, con mi madre?-- preguntó ella.
--Si. Se preocupa.
--Pues no tiene idea, del lío en que me ha metido. Buenas noches, señor Can.-- dijo al ella,al llegar--gracias, por traerme. Adiós.
--Buenas noches.
--Aahh. Buenas noches, hijo--dijo Mezquive, que esperaba en la puerta.
--Buenas noches, señora. Como esta-' le saludó.
--Bien gracias, y tú, como estás?
--Bien gracias.
--Le estoy muy agradecida, por traer a mi hija, a mi casa.
--Ha sido, un placer.
--Hola. Soy Ayham--se presentó.
--Y yo, Can.
--Can. Que..Can?--preguntó Ayham.--Aahh, Can. Soy Ayham, encantada....de conocerle.
--Soy Menahad, su vecina--dijo presentó.
--He hecho, empanadillas. Te apetece, probarlo?-- dijo Menahad.
--De que, son?
--De carne.
--Estupendo-' dijo, cogiendo una.
--No lo hagas--le gritó, Ayham, parandolo--esas empanadillas, son adictivas.
--Ya. Me arriesgo--dijo el, probándola.--mm.
--Bienvenida, Sanem. Bienvenida-- soy Musafer, y quien es elcaballero, que trae a la dama más bonita de este vecindario a estas horas?
--Can. Que tal?-- dijo después de mirarlos a los demás.
--Ooff. Tiene las manos, sudadas.
--Se ha metido en la boca del lobo, usted solito, vale?-- dijo ella.-- El señor Can, es mi jefe.
--Aahh, tu jefe. Un jefe, que te lleva a casa. Muchas gracias, señor Can. Es usted, todo un caballero. Es un detalle, que lleve a sus empleados a casa, pero cuando nos casemos, no tendrás que traerla casa porque nunca más,  irá ha trabajar.
--Haz el favor de callarte--dijo Mezquive, antes de carraspear.
--Aamm. Señor Can, muchísimas gracias, por traerme a casa. Le...acompaño, hasta el coche.
--No le apetece entrar un rato, a tomar una tacita de té?--preguntó Mezquive.
--Mm!!-- dijo, queriendo entrar.
--He dicho que voy a acompañar al señor Can, al coche-- dijo, tirando de él.--el señor Can, está cansado y mañana tiene mucho trabajo.
--Entonces, venga cuando quiera-- dijo Mezquive.--aquí estaremos. Buenas noches.
--Buenas noches. Que descansen.
--Has llegado, muy tarde de esta--le decía Musafer a Sanem.
--Hasta, muy pronto.--dijo, Ayham.
--Gracias, por todo.
--De nada.
--Ayer Mezquive. Aquí debería, hacer algo-- dijo Menahad.
--Se ha terminado la película. Ya podéis, volver a casa-- dijo ella.--Ayham, mañana te llamo, y te lo cuento todo.
--Sí.
--Buenas noches.
--Buenas noches.
--Vamos, Menahad.
--Pero quiero saberlo, todo.
--Vale. Te lo contaré todo.  Buenas noches--dijo Ayham.
--Nos vamos. Nos vamos.
--Venga, señora Bulan, buenas noches.
--Eehh. Que hombre más atractivo. Se nota, que es buena persona y parece educado -- le dijo, Mezquive.
--Buenas noches--dijo ella.
--Ven aquí. Si el señor Can, no coge el teléfono, me da un ataque.
--Ha saber, lo que le has contado-- dijo ella.--hemos ido a Agba. No te preocupes, por nada.
--Mirame, a los ojos--le dijo.
--Mamá. No me mires así, que me pones nerviosa.
--Dime, si el señor Can, y tu, habéis hecho algo--le preguntó.
--Algo? Como que, algo?
--Hija. Tampoco iba a ser, algo malo.
--Buenas noches. A dormir--dijo furiosa.
--Espera. Aún no he terminado, Sanem.

Y llega el día, y Sanem estaba feliz y se encontraba en ese momento cogiendo pétalos de flores para hacer su perfume, mientras el se dedicaba ha limpiar los objetivos de su cámara fotográfica.
--Hola. Gollit, me ha dicho, que quería hablar conmigo.--dijo Leyla, que había llegado a la agencia.
--Bienvenida. Vamos, ha sentarnos.
--Gracias.
--Te apetece, algo?
--No gracias. Estoy bien.
--Tenemos zumos.
-- No quiero nada, de verdad.
--No entiendo, nada--dijo el.-- de todos los ordenadores, es el tuyo, es el se sospecha.
--Ya lo sé, pero le prometo, que...
--Aylim enviaba Emails, desde el tuyo. Me enviaban información interna y luego copio las copias en unos datos. Así que esos todos Emails, eran tuyos.
--No fui yo.
--Lo sé.
--Como, lo sabe?
--Lo revise. Estabas de vacaciones, cuando los Emails. Ayer Aylim, intento robarnos otro proyecto. No puede ser la espía, pero es alguien que conoces. Leyla, a quien dejaste usar tu ordenador?
--Señor Can, es verdad que es mi ordenador, pero también es cierto, que pudo usarlo cualquiera y guarda muchos documentos. Cualquiera, podía utilizarlo.
--Ya veo. Siento mucho...haberte disgustado. Vuelve al trabajo, y si ves algo sospechoso, habla conmigo.
--Por supuesto, señor Can. Tengo tantas ganas como usted de saber quién es el espía. De echo no quiero para nada perjudicar al señor Embre. Además voy ha descubrir yo misma, quien es el espía.
--Está bien. Por supuesto.
--Genial. Entonces puedo volver, ha trabajar?
--Hoy mismo.
--Ahh. Muchas gracias, señor Can. Le estoy, muy agradecida. Nos vemos, en la oficina.
--Nos vemos.

--Sanem.--dijo Leyla, al llegar a su casa.
--Leyla, que haces aquí?
--Sanem, el señor Can, sabe que no soy la espía, y puedo volver al trabajo.
--Me alegra mucho, sabes? Yo me enfadada mucho, cuando oía lo que decían de ti.
--Bueno, ya está. Estoy tan contenta que no voy a volver a pensar en el tema.
--Qué bien.
--Me has cogido, el pintalabios? -- le preguntó, de pronto.
--Estamos hablando de cosas buenas, y sacas eso?
--No me vuelvas ha coger, el maquillaje--le rugio.
Mientras tanto, Can, se dedicaba a hacer las fotografías.
--Sanem, hoy vas a ayudar a la señorita.  Arsum, es un poco especial. No le hagas enfadar.  vale?  tengo es un poco especial. Así que no la hagas enfadar, vale --le dijo, Aderen.
--No quiero hacerlo--dijo ella.
--Perdona??
--Tanto sol, le está afectando--intercedio Geygey-- claro que lo hará.
--Ooff.
--Es que quieres, que te despidan, o que?-'le dijo Geygey.
--No quiero estar, con esa mujer.
--Le presento, a Sanem. Su ayudante.
--Ya nos conocemos--dijo Arsum--madre mía, esto está, lleno de moscas. Se me pica todo, que horror.
--Le molesta, las moscas--dijo Geygey.
--Vale. Ya me ocupo, yo--dijo ella.
Sanem entra en la cocina, para preparar un remedio casero para espantar a las moscas cogiendo un cacito de café molido  y quemandola para espantarlas.
-- Perdón-- dijo Aderen -- Arsum,  cariño,  estos son los dulces, que tienes que comerte.-- dijo llevando una bandeja de dulces.
-- Todos esos?-- preguntó Arsum.
-- Todos.
-- Can. Can, ves lo que tengo que sufrir, por esto? -- dijo Arsum. -- Aderen, se quedó perpleja. -- no puedo comer esto.  Estoy en estado de Duch.
-- Ya lo sé-- dijo él-- pero Arsum, están buenísimos. A mí, me encantan, y ya verás como a ti también te gustan. Son orgánicos. Ideales, para ti. Vamos a hacer, una cosa. Intentaré hacerlo, lo más rápido posible.-- Oid, necesito que le retoqueis un poco el maquillaje. Por favor.
En ese momento, Sanem entra con la cacerola y Geygey, empieza ha toser.
-- Qué es, eso? -- preguntó Aderen.
-- Pero, que has hecho? Qué asco-- dijo Arsum, echándose aire con las manos.
-- Hay algo marrón, que está ardiendo-- dijo Geygey.
-- Y el humo, este? Qué asco.
-- Es café. El café quemado, repele las moscas.
-- Y ese humo? Qué asco. -- repetía Arsum.-- Tú lo que quieres, es matarme. Tu lo que quieres, es matarme-- gritaba y corría.
-- Arsum, cariño, tranquilizate  -- le dijo el--oye, si sigues así, se te va ha estropear el maquillaje. Tú, tranquila. Ahora arreglamos todo. Por favor, arreglen el pelo a la señorita Arsum.
-- Y también creo, que necesito un retoque-- gritaba corriendo-- no quiero, trabajar.
-- Se puede saber, que haces?-- le preguntó el.
-- Es qué esto, está lleno de moscas.
-- Aahh-- gritaba,  mientras todos corrían tras ella, pero lo más gracioso, es que ella también corría, con la cacerola.

-- Tiene la tienda hasta arriba, y aún quiere más cosas-- decía Mezquive.
-- Mezquive, apunta tres cajas de alubias, en la tabla-- dijo Nihad.
-- Vamos a ver. No crees que tres cajas de alubias, son demasiadas? Crees que la gente, va a comprarlas?
-- Ni yo mismo. Ya ves. Te he pedido, que vengas a ayudarme. No que vengas, ha tocarme las narices.
-- Hola!! Buenos días-- saludó, Isaac.
-- Hola. Cómo estás?
-- Qué tal? Me he enterado de que quieres vender la tienda, pero nadie, la compra.
-- Bueno...al tiempo...
-- Por eso. Se que buscas buscas comprador, y yo estoy dispuesto ha comprala. Cuanto pides?
-- Son 100.000-- dijo Nihad.
-- 100.200 liras -- intervino, Mezquive.
-- Me parece, mucho dinero. Mira, os doy, 40.000.
-- 40.000? Si la tienda con mercancía, está por 40.000.
-- Quédate con la mercancía. Yo no la quiero. Me interesa, la tienda. Vale?
-- Pero a ver, Isaac, no has oído, lo que ha dicho?-- dijo Mezquive.
-- La gente habla, y yo, me entero de todo. Sé que tú marido, necesita el dinero y que tiene muchas deudas. No quiso, que le prestase dinero. Ahora os ofrezco compraros la tienda, por una cantidad razonable y tampoco os interesa. No entiendo, nada.
-- Nosotros no trabajamos, con prestamistas-- dijo Mezquive-- da la lata, a otro.
-- No digas eso, que se me parte el corazón. -- dijo--bueno, como quieras. Lo que os estoy ofreciendo es 40.000 en metálico, y ahora mismo.
-- Anda, vete-- le dijo. Mezquive.
-- La oferta está ahí, pero, ni una lira más.
-- Vete.
-- Señora?-- Señor? Nos veremos, pronto. 
-- Isaac, espera!!-- gritó  de pronto, Nihad.
-- Justo, lo que quería escuchar. Venga, ya voy.
-- Qué haces, Nihad-- dijo Mezquive--no puedes hacerlo. No lo hagas, te lo pido, por favor. No dejes, que...
-- Vale, Mezquive. Tranquilizate. Tenemos una deuda, y tenemos la obligación de pagarla.-- Vale. Acepto. La tienda es tuya.
-- Ni hablar. La tienda, me la quedo, yo. Jamás, se la venderemos-- dijo Mezquive, furiosa.
-- Pero Mezquive. Mezquive...decía, Nihad.
-- Me lo llevo, todo. -- dijo ella, cargándose de chorizos y, morcillas.
-- Te has vuelto loca? Calmate.
-- Es mío. Me lo llevo, todo.
-- Mezquive, qué pasa?-- preguntó Menahad, al verla.
-- Menahad, ven aquí.
-- Mezquive. Calmate. Que nos están mirando.
-- Menahad.
-- Qué, pasa?
-- Ven, toma esto. Te lo regalo. Y dile a la gente, que todo lo que hay en la tienda, es gratis. Venga!! Corre!!
-- Es qué has perdido, la cabeza? -- preguntó Nihad.
-- Sí la he perdido. Del todo--. espondió.-- Oye tú-- le dijo a Isaac-- te crees más listo que nadie, verdad? No me conoces. No te llevas nada, de aquí. -- Venga, que hoy todo, es gratis.

En la agencia, Can y Aderen, están viendo las fotos de Arsum por el ordenador, mientras arreglaban de nuevo el pelo a la señorita Arsum.
-- Esa. Esa, me gusta-- dijo él.

-- Hola. Soy Hakal. -- saludó, un estilista, que parecía., de la otra acera ( gay)
-- Perdón. Soy Sanem.
-- Eeehhh. A ti, te tenemos que maquillar?
-- A mí? Aahh no. Yo trabajo aquí.
-- Cuando te he visto, pensaba que eras modelo.
-- Modelo?? No, que va. Puedo hacerte, una pregunta? -- le preguntó.
-- Sí?
-- Esa barba, es de verdad?
-- Claro!! Quieres tocarla?
-- No hace falta. Ya me lo creo, y estabas en la fiesta del 40 aniversario?
-- Claro!! Y tú?
-- O sí.
-- Fue, genial.
-- Jaja.
Y los dos se quedaron hablando, mientras él, la miraba.
-- Esta está, muy bien, no?-- preguntó Aderen, mostrándole una foto.
-- A ver que-- dijo él.

-- Te importaría, darme tu número de teléfono?-- preguntó, dándole el móvil.
-- Tú estabas, en el palco?
-- Por qué, iba ha estar en el palco? Estaba maquillando.
-- Entonces, porqué te iba ha dar, mi número de teléfono? No eres, albatros. No me, entretengas.
-- Quién es, albatros?
-- No tengo tiempo, para explicartelo.
-- Sanem, ven aquí-- interrumpió el.
-- Sí, señor Can?
-- Deberías estar ocupándose, de Arsum.
-- Cierto. Tiene razón.
-- Sanem, si queréis intercambiar el número de teléfono, me parece bien-- dijo él-- pero no lo hagáis, en hora de trabajo.
-- Señor Can...porqué, me mira así? He...hecho, algo mal?
-- Soy, demasiado duro? -- preguntó el.
-- No quería decir eso. Aamm, lo siento.
-- Aahh, gracias.
Mientras Arsum., posaba para las fotos, Geygey, y ella, le echaban  pétalos de rosa. Pero ella, en vez de echarlos, se los tiraba a la cara para molestarla. Después ella,  recogió los pétalos y con cuidado hacía una corona de flores.
-- Mirame, por favor-- le dijo él, a Arsum-- mueve el caramelo, a la derecha. Aahh. Eso es. Así. Estupendo, sólo nos queda, un caramelo más.
-- Geygey, tiene que cambiarse-- le dijo, Aderen.
-- Sí, ya lo sé.
-- Geygey?
-- Ah.
-- Aquí tiene, su zumo. 1cuarto, de aguacate. 1 cuarto , de espinacas. 1cuarto de zanahoria 1 cuarto de piña. , de piña y un cuarto, de perejil-- dijo Sanem. 
-- Pero, que es esto? -- dijo Arsum-- está, superasqueroso. Ponle un poco más de perejil. No, no. He cambiado de opinión. Traerme un te blanco, 88 grados, con dos rodajas de limón. Dos rodajas grande. Es que necesito, vitaminas.
-- Pensaba que este zumo, ya llevaba vitaminas-- dijo Sanem, furiosa.--88o grados, exactos-- decía, cuando estaba preparandole el te--no sea, que me pase, y nuestra princesa, se nos derrita.
-- Qué haces? -- le preguntó el, al entrar en la cocina.
-- Señor Can, miro la temperatura del te de Arsum.
-- Qué llevas, puesto?
-- Aahh. Me la he hecho antes, en la posada.-- dijo quitandosela.--
-- No...no te la quites. Te queda, bien.

-- Pero es, un mordisquito de nada. Para ti no es, ningún problema-- le decía, Geygey a Arsum.
-- No puedo comer, nada más-- decía ella.
-- Ya lo hablamos-- dijo Aderen.
-- Queréis dejarme, de una vez?
-- Aquí tiene, su te-- intervino Sanem.
-- Lo que me faltaba ahora, de verte-- le dijo Arsum, a Sanem.
-- Te lo dije cariño, unos de los dulces del catálogo es un caramelo de fresa, y te lo tienes que comer-- le dijo, Aderen.
-- La que no entiendes eres tú, guapa. Yo soy alérgica., vale? Alérgica. Terminaría en el hospital, y me saldrían manchas, más manchas. Me hincho, como un globo. -- Can?
-- Qué pasa?
-- Soy alérgica a las fresas, así que no lo puedo comer.
-- Sanem, pinta un caramelo de limón, y pintalo de rosa con colorante. Geygey, te ayudará. -- Geygey.
-- Voy.
-- Qué listo, y que inteligente eres-- le dijo Arsum-- me has salvado, la vida. Mi héroe.

-- Ten cuidado, no te manches la ropa-- le dijo, Geygey. 
-- Tengo rojas las manos. Qué injusta, es la vida.
-- Pues si. Sobretodo con gente, como nosotros.
-- Los guapos, son malos.
-- Quién es guapo, y malo?-- preguntó Geygey. 
-- Y las guapas, desagradables.
-- Quién eres, guapa y desagradable?
-- Si la desagradable, y el guapo, se gustan, Can se morirá de pena.
-- A qué tonta, le han roto el corazón?
-- Yo no he dicho, eso.
-- Ah, no?
-- Aahh. Qué me pasa?
-- Siii. Qué te pasa? Aahh, este te ha quedado fatal. Creo que el tuyo está mejor. Dale, el tuyo.
-- Esto huele fatal.-- dijo ella.

" Sigo comiendo caramelos, y estoy fatal-- pensaba,  Arsum.

-- Esta un poco de caída, después de tantas horas-- dijo Aderen.
-- Arsum, casi hemos terminado-- dijo el-- venga. Haz el último esfuerzo. Imagínate, que es el dulce más rico del mundo. Levantate. Mira hacia aquí, y levanta un poco la cabeza. Genial. -- Muchas gracias, a todos. Hemos terminado.
-- Can, Can. Aahh-- gritó, cuando Sanem le pisó el vertidos por detrás para que cayera al suelo.
-- Jajajaja. Mira la pobre, en el suelo-- dijo Geygey.
No sólo reía él, sino también todos los presentes.
-- Te has hecho daño? -- le preguntó él. A ver?
-- Me duele-- dijo ella.
-- Jaja, hay que gracia-- dijo Geygey, otra vez.
También Aderen, intentaba aguantar la risa y él, le hizo señas para que dejaran de reírse.
-- De qué os reis, eehh?-- preguntó Geygey, fingiendo seriedad.
-- Habrá,...tropezado con alguna piedra, o algo-- dijo ella.
-- Qué piedra, Sanem? Dónde, está la piedra?-- preguntó el.
-- Como voy ha saber yo, donde está la piedra? Hable con su jardinero, si hace bien, su trabajo. -- él, la miraba sonriente, y ella se fue con satisfacción de dejar a Arsum en ridículo.

-- Qué pasa, aquí? Qué es esa cola, Nihad? No entiendo  nada. -- preguntó Musafer, al ver la cola que había en la tienda.-- Vaya con cuidado, por favor. Nihad. Dónde vas, con eso?--
--Mezquive, que pasa?
-- Gracias.
-- Hemos vendido, la tienda. -- dijo ella.
-- Qué?? A quién, se la han vendido? Y, porqué ha tenido que vender la tienda?
-- Tenía una gran deuda, y tenía que pagarla. Ah, por cierto. Llévate este jabón líquido.
-- Yo no quiero llevarmelo. Qué vergüenza, que tengan deudas. Están tirando lo poco que tienen, y yo soy el último, en enterarme de todo. Pues que sepa, que yo soy su yerno y estoy dispuesto a lo que haga falta. Así que tengan por seguro, que nadie se quedará con la tienda.-- Erdom. Erdom. Vuelve aquí. Devuelve todo. Para-- gritaba Musafer, corriendo tras él-- Suelta, esa bolsa tú.  Suelta esa bolsa-- decía, tirando de ellas. -- Qué no es, tuyo. -- Qué vas a hacer, con tanta agua? -- No os da, vergüenza?

-- Intentaré quedarme aquí, esta noche-- decía Arsum, por teléfono-- sí, si. Qué emoción. Luego, te llamo. Deseame, suerte. Hasta luego  -- Sanem, lo habían escuchado la conversación. -- Qué haces, aquí? Pensé que se habían ido todos-- le dijo, a Sanem.
-- Estoy arreglando, la ropa-- dijo ella.
-- Me gusta mucho, la corona. Venga, termina la ropa y vete.
-- Sí. Eso, haré.
Mientas ella termina de arreglar la ropa, él, está con el ordenador mirando las fotos.
-- Arsum, se que ha sido una sesión muy pesada, pero, las fotos, ha valido la pena. Muchas gracias, por todo.
-- Cuando estamos juntos, pasan cosas bonitas-- dijo ella. 
-- Aahh. Te las enviaré por Emails, para que las tengas. No te, vas?
-- Eehh. No seas, tan seco. Tu ordenador, es muy rápido. Es que quieres, que ya me vaya, Can?
--No. Perdona, si te he dado una impresión equivocada.
-- Sabes? Mí vuelo, no sale hasta mañana, y tengo un montón de tiempo libre. Pero creo si merece la pena, ir al hotel. Estaba pensando...que igual me dabas una habitación de invitados.
-- Aahh, sii, claro. Quédate-- le dijo, incómodo.-- Oh, Sanem. Aún sigues, ahí?
-- Casi...he...terminado...de recoger la ropa y...venía ha despedirme.
-- No te preocupes, ya lo hago yo. Has trabajado mucho, en todo el día. Va, vete ha descansar. Te lo mereces.
-- Si es lo que quiere, me iré. Sino, déjalo.
-- Oye. A qué viene esa forma de hablar, tan crítica-- interrumpió Arsum-- ya puedes irte a casa. Aunque si antes de irte, me haces un zumo de verduras, te lo agradezco. -- Venga, Can. Vamos a ver, las estrellas. Vamos. Can, vamos!!
Y ella no tuvo más remedio que, hacerle el dichoso zumo de verduras para Arsum furiosa, pues ya no la podía ver ni en pintura y se le ocurrió una idea malévola.
-- Te voy ha llevar a ti, un zumo de verduras-- se dijo -- con una fresa, no pasará nada. Y por dos, tampoco. Le voy ha poner, tres, por si acaso. -- y las torturó, con las verduras. -- pero, que estoy haciendo? -- recapacito.
Y volvió otra vez, a hacer el zumo de verduras.
-- Señor Can, eehh,mm. Acaba de entrar? -- preguntó ella.
-- Sí.
-- Ya llevo yo, el agua. No se preocupe.
-- Aahh. Aquí está mí zumo-- dijo Arsum, cogiendo el de las fresas.
Ante esto, Sanem corrió para evitar que se lo debiera. Pero, ya era tarde.
-- Madre mía! --exclamó-- buenísimo. 
-- Sanem? Eehh?-- le dijo el, al quedarse sin aliento.
-- Es qué...
-- Buenas noches, Sanem. Qué tengas, dulces sueños. -- le dijo.
-- Buenas noches-- dijo ella.
-- Buenas noches, que descanses-- dijo él.

-- Hola? Soy la couch, Ayham. En qué, puedo ayudarle?-- dijo contestando, al teléfono.
-- Hola Ayham, necesito que me ayudes. Escucha, he hecho algo  horrible. Soy mala persona.
-- Qué has, hecho?
-- Te acuerdas de ese jefe, tan malo, y tan malo? El que ha hecho la sesión de fotos con esa modelo tan guapa, pues estuvo coqueteando con él. Qué si Can,  esto. Qué si, Can, lo otro, y me he puesto celosa. Le he pisado el vestido para que cayera delante de todos, y menos mal, que no se ha roto la nariz. La mujer, está obsesionada con la belleza. Le da un ataque de nervios...
-- Sanem, mira. Te juro que no te entiendo de nada. Mira, que me estás diciendo?
-- Era alérgica a las fresas Ayham. Qué hago yo, ahora? Entro, y le pido disculpas? A ver, es que lleva todo el día, al señor Can, como un perrito, y tenía que detenerla como fuera.
-- Detenerla? Pero, te lo pidió, el señor Embre?
-- No...  el señor Embre, no me dijo nada.
-- Nada?
-- Nada.
-- Escuchame. Me has dicho, que te has puesto celosa de ella. Tropezado estás enamorando...del señor Can?
-- Qué va.
-- Y qué pasa, con tú albatros? Me dijiste que estabas engañando a tu albatros?
-- Estoy enamorada, de albatros. No tiene nada, que ver, pero ahora, lo entiendo todo. Lo importante es que esa mujer, es alérgica a las fresas y van al hospital.
-- Qué. Qué, has hecho?
-- El bolso. Me he dejado, el bolso. Te llamo.
-- Sanem, estás ahí?

-- Hay que disfrutar, de esta preciosa noche-- dijo Arsum. -- mira como brillan, las estrellas.
-- Arsum, es que estoy, muy cansado-- dijo él-- ha sido un día, muy largo. Seguro que tú también estás. Aahh, vámonos, a la cama.
-- Jaja. Estás hecho, un picaron. Tranquilo. Ya habrá tiempo, para eso. Deberíamos...disfrutar de la noche.
-- No...yo...lo que quería decir...bueno, creo que no me has entendido bien.
-- Si, pero...
-- Sanem?
-- Aaaahhh-- refunfuño Arsum..
-- Señor Can, he vuelto porque...me he dejado el bolso. Voy ha coger el bolso,  y ya me voy-- dijo, mirando a Arsum, asustada.
-- Estoy hecho polvo. Me voy ha dormir. Qué tengas, un buen vuelo--le dijo.
-- Si te vas ha dormir, dame al menos, un beso de buenas noches.
-- Pero, por favor. No lo hagas-- se dijo ella.
-- Te pasa, algo-- dijo él.
-- Por fin, te das cuenta. Venga, dame un beso. Dame, un besito.
-- No, por favor. Qué tienes algo en la cara.
-- Dame, un besito, va.-- dijo acercándose más, a él. 
-- Arsum, se te está hinchando la cara, y la tienes llenas de manchas rojas. Creo que deberíamos ir al hospital, inmediatamente.
-- No. Mi cara. Esta hinchada. Esa bruja, le habrá echado fresas al zumo. No me vea. No me mire. No veas, así. Me voy, al hospital. -- decía echando ha correr.
Sanem, intentó guardar las fresas, pero el, la descubrió.
-- Sanem. -- dijo él, cogiendo una fresa-- dime, porqué lo has hecho? Te has puesto, celosa? Deja ya, de huir-- le dijo, cerrandole la puerta de la calle y así, se quedaron los dos mirándose.

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