Era un niño como ella, con el pelo tan rojo como el de ella y manos que sangraban de la misma manera. Entonces, ¿por qué se esforzó tanto por proteger a todos a su alrededor? Nunca se quejó cuando asumió el trabajo de otro y lo agregó al suyo. Nunca se quejó, incluso cuando colapsó por el agotamiento todos los días, su cuerpo estaba magullado y desnutrido.
"¡Erza rápido!" Jellal, instó a su amiga de cabello azul. "Vienen los guardias".
"¡Lo sé!" Rápidamente, Erza metió las pequeñas hogazas de pan que había robado de la mesa del guardia en un pequeño agujero en la pared. Sin embargo, hizo poco para ocultar la comida de la vista, tenía que encontrar algo.
"-¡Allí, para!"
Erza se congeló cuando Jellal apretó los puños con frustración. Ellos necesitaban esa comida. La comida provista era escasa en el mejor de los casos y solo lo suficiente para evitar la muerte. Sin embargo, Sho, uno de los amigos de Erza necesitaba desesperadamente la comida, su cuerpo se enfrentó a una repentina gripe. Sin embargo, debería estar bien por la mañana si come bien y se recupera.
El guardia se acercó a Erza, cada paso resonaba en sus oídos y aceleraba su corazón. Sus manos comenzaron a temblar mientras se daba la vuelta lentamente para mirar al guardia, su espalda ocultaba la comida.
"Otro de ustedes, miserables esclavos, piensa que está bien dejar el trabajo". El guardia se burló. "Me enferma". El guardia agarró el bastón enfundado hasta la cintura. "¡Conoces al dr-ackk!"
Los ojos de Erza se abrieron sorprendidos.
"¡Prisa!" Fue todo lo que el chico pelirrojo pudo decir antes de alejarse corriendo del guardia que derribó al suelo. Enfurecido, el guardia persiguió al niño, con el bastón fuertemente apretado en la mano.
Lo sabía y, sin embargo, él ...
Erza observó distante cómo el chico con el pelo rojo como el de ella desapareció detrás de la esquina y que sabía muy bien que era un callejón sin salida.
"Lo escuchaste, vamos!" Dijo Jellal mientras corría hacia Erza.
"E-No podemos simplemente ..." Las palabras de Erza murieron en su boca, el sonido de carne contra metal que abarcaba la pequeña habitación.
La cara de Jellal era sombría.
"... Necesitamos la comida para Sho". Jellal dijo con amargura.
"P-Pero, maldición, ¡esto no es justo!" Erza alzó la voz.
"Lo sé bu-" El sonido de los pasos de un guardia se acercó. "-¡Oh, mierda!"
Jellal agarró a Erza por el brazo y la comida con la otra mano antes de regresar corriendo a la seguridad general de su celda. El sonido de la carne contra el metal resonó claramente en ambos oídos durante toda la carrera.
"Eres un asqueroso", los ojos de Erza se abrieron de par en par cuando la puerta de la celda que ella y los demás ocuparon se abrió de repente. "Uno de estos días te mataré por tu desobediencia".
"Suficiente Balpor, este esclavo es nuestro trabajador más eficiente". Dijo otra voz.
Erza se levantó del suelo y corrió hacia donde Jellal, Sho, Simon, Wally y Millianna estaban acurrucados por Rob.
"..." El guardia arrojó al niño agarrado con la mano hacia el suelo. "La próxima vez el castigo será mucho peor".
Los guardias cerraron la puerta detrás de ellos y se alejaron rápidamente.
Erza y Jellal fueron los primeros en moverse al detectar los mechones familiares de cabello rojo. Fue el chico quien los había ayudado antes. Los moretones cubrían su cuerpo de pies a cabeza, otras áreas llenas de cortes sangrantes. Fue la gran cantidad de sangre que manchó los trapos sucios del niño lo que hizo que Erza y Jellal miraran hacia otro lado con culpa.
Rob vino y se acercó a Erza y Jellal, Simon y los demás se quedaron tentativamente detrás de él.
"Es una gran paliza". Rob dijo suavemente. "En verdad, ninguno está destinado a un niño no mayor que el resto de ustedes".
Jellal apretó los puños. Odiaba este lugar, esta torre en medio de la nada. Odiaba a las personas que lo robaron a él y a los demás de sus hogares para ser tratados como nada menos que animales.
Las manos de Rob fueron al pequeño saco atado alrededor de su cintura donde guardaba un suministro de vendajes reunidos. Era difícil ocultarlos de los guardias, pero ninguno realmente lo cuestionó por poseer lo que equivalía a poco más que finas tiras de tela.
"Levanta su camisa niño". Rob le preguntó a Jellal. "Necesito vendar sus heridas antes de que pierda demasiada sangre".
Jellal asintió con la cabeza antes de levantar tentativamente la camisa de la espalda del niño. Las heridas fueron realmente peores de lo que habían aparecido por primera vez. La piel estaba desollada en áreas como si se usara un cuchillo sin filo para cortarla. Sin embargo, fue la herida ubicada en el centro de su pecho lo que provocó un jadeo silencioso de todos los presentes. Era una puñalada en forma de estrella directamente sobre el corazón del niño. Además, el ataque infligido parecía haber atravesado directamente al niño; si la cicatriz directamente en su espalda era alguna indicación.
"Dios mío." Rob murmuró en estado de shock. "¿Qué te han hecho ...?"
"... Nada ... que ... no ... pueda ... ser curado". El niño abrió los ojos parpadeando. Eran de bronce profundo.
"Esas no son heridas para burlarse de un niño". Rob dijo. "Ahora déjame venderte".
Asintiendo débilmente con la cabeza, el niño permitió que Rob lo vendara.
"Esto, nunca había visto tanta magia antes". Rob murmuró asombrado.
Mientras Rob vendaba las heridas del niño, podía ver visiblemente las heridas del niño cerrándose y reparándose. Realmente fue una magia invaluable para las duras condiciones de la Torre del Cielo.
La palabra 'magia' atrajo instantáneamente la atención de Erza, Jellal, Simon, Sho, Wally y Millianna, pero sabían que no debía presionar a una persona herida para obtener respuestas.
"Magia" El niño tosió sangre y se apoyó contra las paredes de la celda. "-puedes llamar ... eso ... eso".
"Basta de hablar niño, descansa hasta que te mejores". Rob dijo.
Con mucha molestia de Rob, el niño cerró los ojos y se quedó dormido. Pasó un momento antes de que los demás comenzaran a hablar consigo mismos en un rincón de la celda.
"Fue él, ¿no?" Sho dijo. "El que los ayudó a los dos".
Erza y Jellal asintieron con la cabeza, enviando distraídamente miradas hacia el niño dormido.
"Lo llaman Shirou". Dijo Millianna. "Me ayudó una vez antes cuando me lastimé el tobillo".
"También hizo mi parte del trabajo en el área minera cuando mis manos comenzaron a ampollarse". Simon agregó.
Sin saberlo, todos miraron a los trapos ensangrentados que yacían en el suelo y temblaron. Ninguno de ellos podía imaginar la cantidad de dolor que Shirou debió haber sufrido. Sho se frotó los brazos con incomodidad, dándose cuenta de lo que Shirou había hecho por él. ¿Por qué haría él tal cosa? No tenía sentido, no en la Torre del Cielo, donde los débiles murieron uno por uno.
Sin embargo, cómo se podía vivir con un agujero en el pecho era la pregunta más importante.
"Así que ayudó a Sho, Erza y Jellal". Wally dijo después de un momento. "¿Cuándo es mi turno?"
Ellos miraron a Wally.
"...Que era una broma." Murmuró Wally. "Pero aún así, no puedo creer que alguien tenga el pelo tan rojo como el de Erza".
"Ahora que lo mencionas, tienes razón". Dijo Jellal.
Erza comenzó a hurgar con su cabello hasta el cuello, retorciéndolo alrededor de un dedo.
"Pero hay otras personas con el pelo rojo". Millianna discutió.
"¿En esta torre?" Simon preguntó. "Improbable."
"Niños, todos deben ir tras el niño y descansar un poco". Rob lo interrumpió cuando se sentó junto a las paredes de la celda. "Nunca sabemos qué pasará mañana".
De mala gana, todos tomaron las palabras de Rob, a pesar de las numerosas preguntas que cada uno tenía en mente.
"Finalmente estás despierto". Simon tiró ligeramente de la ropa hecha jirones de Shirou. "Tenemos que darnos prisa antes de comer toda la comida restante".
En la torre del Cielo, destinada a traer de vuelta al legendario mago oscuro Zeref, solo se proporcionaba comida una vez al día, al amanecer. Por las astillas de luz que llegaban a través de las grietas de la celda, hacía mucho que había pasado el descanso del día. Tal vez era a mediodía, una hora antes de que los guardias obligaran a los esclavos a trabajar.
Simon se paró frente a Shirou junto con los demás que los habían esperado a pesar de saber que podrían extrañar su comida. Rob, sin embargo, se había despertado temprano para curar a otro niño en otra celda. Fue prueba de la gratitud que sentían hacia Shirou que Jellal, Erza, Sho, Millianna y Wally, no se quejaron cuando Shirou se secó los ojos y se sentó cansado.
"¿Comida?" Shirou murmuró mientras aclaraba su visión.
"Sí, la basura con la que nos alimentan". Dijo Jellal. "Pero es mejor que nada".
Shirou probó sus brazos y piernas antes de ponerse de pie con cautela. No quedaba un solo moretón de la noche anterior, la sangre se despegaba para revelar una nueva piel.
"¿Basura?" Shirou dijo mientras colocaba su camisa ensangrentada sobre su pecho. "Yo lo llamo comida".
"¿Esa mierda? ¿Comida?" Simon dijo exasperado. "Sus heridas pueden estar curadas, pero su mente es discutible".
"¡Simón!" Advirtió Erza.
Shirou dejó que una pequeña sonrisa adornara sus labios.
"Verás lo que quiero decir. Primero tenemos que conseguir la comida, luego tenemos que llevarla a Bare's Bottom". Shirou dijo.
El trasero desnudo era un área pequeña sin nada; era solo un espacio donde una parte de la torre se ahuecaba.
"¿Qué vamos a hacer ahí?" Erza preguntó.
"Comer." Fue todo lo que dijo Shirou mientras se dirigía a la cantina del esclavo.
Como resultado, el trasero de Bare no estaba tan vacío como Erza había asumido. Estaba lleno hasta los topes con los niños mayores y jóvenes. Es comprensible que no haya adultos, ya que se les exigió trabajar inmediatamente al despertarse. Curiosamente, todos ellos tenían comida en sus manos y, sin embargo, ninguno de ellos procedió a comer nada.
Al ver a Shirou, las sonrisas iluminaban sus rostros.
"¿Q-Qué está pasando?" Millianna preguntó mientras ella y el resto estaban rodeados de personas que llamaban a Shirou.
Jellal, Simon, Wally, Sho y Erza no tuvieron respuesta.
"Muy bien todos", dijo Shirou. "Todos sabemos cómo funciona esto".
Asintiendo con la cabeza, uno por uno, los niños y los ancianos depositaron la comida que tenían en sus manos sobre una estera contra el piso. La cantidad establecida no parecía suficiente para alimentar a la mitad de las personas dentro de la habitación. Shirou instó a Erza y los demás a hacer lo mismo.
"Muy bien, ¿qué está pasando?" Jellal preguntó mientras depositaba la basura que se le había dado en la cantina del esclavo.
"¿Nombre Sorano, primera vez?" Preguntó una chica de cabello plateado, su flequillo cubriendo su frente. Tenía aproximadamente la misma edad que Jellal. Su piel era pálida y sus ojos de un marrón curioso.
"S-Sí, mi nombre es Jellal". Jellal murmuró cuando un niño lo empujó. "¿Por qué Shirou está clasificando la basura y dónde lograron esconder una olla tan grande?"
Al lado de Shirou había una olla lo suficientemente grande como para acomodar el contenido de toda la comida reunida.
"U-Uhm", interrumpió un chico de cabello naranja. "Escondí la olla con un poco de Magia de la Tierra".
Jellal miró al chico de cabello naranja antes de escuchar a Wally ahogar un jadeo. Preocupados, Jellal, Erza, Simon, Millianna y Sho se volvieron hacia Wally.
"¡R-Richard!" Wally gritó, las lágrimas corrían por sus mejillas.
"¡W-Wally!" Richard, dijo el chico de cabello naranja.
Wally pasó junto a Erza y Jellal y corrió hacia Richard.
"¿Ese es Richard?" Simon dijo. "Se ve exactamente como Wally lo describió".
Richard era corpulento para un niño que vivía dentro de la Torre del Cielo, los harapos que usaba apenas podían abarcar su cuerpo.
Un olor fragante salió del fuego abierto que Shirou había encendido con dos palos y un pequeño pedernal. La olla hirviendo sobre el fuego era probablemente la fuente del olor. A pesar de la escasa cantidad de comida provista, Shirou la había utilizado en toda su capacidad y de alguna manera fue capaz de cocinar lo suficiente para proporcionar comida para todos.
"Date prisa", dijo Sorano. "No queremos estar al final de la línea".
Y, de hecho, la línea era cada vez más grande. Fue una suerte que Sorano les hubiera informado lo suficientemente rápido como para no quedarse atrás. A partir de este momento, estaban a unas pocas personas del frente. No pasó mucho tiempo para que Jellal, Erza, Simon, Sorano, Millianna, Sho, Wally y Richard se sentaran contra el suelo con un plato caliente de comida frente a ellos.
"E-Esto es-" Jellal no pudo terminar mientras empujaba hambriento cucharada tras cucharada en su boca. Trozos de comida estaban esparcidos por el suelo en su prisa, pero ni siquiera Erza podía reprender su comportamiento porque ella misma lo contradeciría.
"...De los dioses." Wally dijo con reverencia al lado de Richard. "¿Dónde estuviste toda mi vida?"
Wally y Richard tuvieron su momento de reencuentro y ahora estaban disfrutando de la comida que tenían delante.
A medida que se pasaba plato a plato a los presentes, se hizo más y más silencioso cuando todos se sentaron y comenzaron a comer.
"Basura", murmuró Simon. "¿Quién fue el tonto que dijo que esto era basura?"
Milliana, Sho, Erza y Wally asintieron con la cabeza. A Jellal ya no le importaba.
La voz de Shirou se escuchó en el trasero de Bare.
"Parece que todavía tenemos espacio por segundos".
El trasero desnudo, un lugar normalmente desprovisto de vida, sin que los guardias lo supieran, se convirtió en la única fuente de felicidad en el miserable edificio que era la Torre del Cielo.
En otra parte...
Mirajane nunca supo por qué su hermano mayor siempre se refería a sí mismo como 'Archer'. Se llamaba Shirou Strauss, un chico con el pelo tan blanco como el de Elfman y el de Lisanna. Su piel se parecía más al bronceado de Elfman, pero, de nuevo, provenía de su padre. Hablando de padres, murieron no hace mucho ... Archer nunca explicó la causa exacta, pero había sido él quien asumió la carga de cuidar a todos. Por eso nunca estuvo con ellos en el día; él siempre estaba cazando o buscando trabajo para obtener un ingreso estable. Un ingreso que nunca gastó en sí mismo. Ninguna cantidad de súplicas de Lisanna o Elfman, o incluso sus fulminantes miradas podrían cambiar su decisión. Siempre con esa sonrisa sarcástica, cambiaba de tema incluso cuando Lisanna, Elfman e incluso ella misma miraban con culpa su ropa rota.
Su ropa en comparación estaba en un nivel mucho más alto; suficiente ropa para mantenerlos calientes en la noche y pasar como civilizados en las calles de la ciudad. Mirajane no extrañaba la forma en que la gente del pueblo miraba a su hermano mientras cruzaba el mercado para comprar alimentos y suministros. Le enfureció cómo sus ojos parecían ponerlo en un nivel inferior. ¡Maldita sea, lo odiaba! Odiaba la forma en que ella, Elfman y Lisanna eran solo una carga para él. Tenía solo nueve años, un año más que ella, y sin embargo él-él ...
Mirajane apretó los puños con frustración.
"Hermana, d-no aprietes las manos con fuerza". Elfman puso una mano sobre el hombro de Mirajane. "T-Estás empezando a sangrar-".
"No está bien, Elfman". Mirajane murmuró a pesar de las preocupaciones de Elfman. "Simplemente no está bien".
"Shirou vuelve a salir, ¿no?" Lisanna preguntó maliciosamente.
Elfman asintió con la cabeza hacia Lisanna.
"... También dejó su porción de la comida para nosotros otra vez". Dijo Elfman. "¿Q-Cuándo fue la última vez que lo vimos comer más que un puñado?" La voz de Elfman vaciló.
Mirajane se estremeció mientras miraba resentida el cielo desde la ventana de la pequeña casa que su hermano proveía, deseando poder hacer algo por su hermano.
Archer no sabía cómo o por qué terminó donde estaba ahora. Todo lo que podía recordar de sus recuerdos fragmentados era enfrentarse a Berserker en lugar de seguir adelante con su plan para deshacerse del mundo. Pero en realidad no importaba ahora de todos modos. En este mundo, Alaya no estaba presente para ofrecer su voluntad contra la de él. En este mundo tenía familia que mantener. Había tenido suficiente de establecer vidas en una escala, por ahora simplemente haría todo lo posible para proteger a sus hermanos, sin importar el costo.
Ahora, si tan solo pudiera encontrar una manera de utilizar su magia una vez más. La sensación de sus circuitos era diferente hasta el punto de que no podía obtener poder de ellos. Algo había sucedido durante la etapa en blanco donde había muerto por las manos de Berserker y había nacido en este mundo. Sus circuitos, por ejemplo, se sentían como si fueran reubicados en una parte física de él, en una especie de contenedor. Hasta que pudo encontrar una manera de extraer el poder de dicho contenedor, estaba atrapado. Sin embargo, sintió que estaba cerca. Había logrado rastrear una pequeña daga cuando una vez fue atacado por un jabalí. Tal vez la clave del contenedor era la emoción ... tendría que lidiar con esto aún más, pero por ahora, necesitaba más dinero para mantener saludables a sus hermanos.
Bueno, como estuvo? ¿Bueno? ...¿Malo?
Gracias por leer
-Parcasioso
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