En una ciudad de Japón, se podría ver una casa al estilo victoriano. Adentro se vería a un niño de cabello erizado color rosa el cual estaría corriendo mientras reía divertidamente, detrás de él se vería a un hombre adulto castaño el cual era su padre, llamado "Alessandro Satō", el mencionado estaría jugando con su hijo a las atrapadas. "La la la, no me atrapas", diría el niño que cada vez corría más rápido haciendo que su padre de cansara poco a poco.
-¡Te tengo!.-diria el adulto logrando atrapar a su hijo el cual empezaba a reírse.
-Jiji, está vez ganas tu.-diria el niño el cual abrazaría a su padre, a lo que el contrario correspondería aquel abrazo.
-Ven, vamos tu madre ya habrá preparado el almuerzo.-le diría a su hijo, a lo que el menor asentiria e iría con su padre hacia el comedor.
Los dos llegarían viendo la mesa la cual tendría muchos platos de comida, eso haría que padre e hijo les caiga baba comicamente y olerian el sabor delicioso que desprendian aquellos alimentos. Hasta que serían sacados de su trance por una mujer joven del mismo color de pelo que el niño.
-Jeje, llegan justo a tiempo, Alessandro y Goku.-diria la esposa y madre de los mencionados.
-¡Wow mamá, se ve delicioso!.-exclamaria Goku con emoción en sus palabras.
-Irene, esta vez te luciste.-le diría a su esposa la cual daría una sonrisa.
-Bueno, ya siéntese a comer que se enfría.-mencionaria la mujer que se sentaría seguido por los otros dos.
Durante el almuerzo los adultos le platicaron a su hijo que lo habían inscrito en un colegio el cual empezaba en unos dias, eso haría feliz al pequeño ya que podria hacer nuevos amigos, a sus padres les ponía muy feliz ver su hijo contento, a decir verdad. Siempre estaba feliz, nunca se lo vio triste, excepto cuando le dio un cascanueces sin querer a su padre.
Lejos de eso estaba feliz, luego de eso ya serían las 5:30 PM. La familia salió a pasear un rato, iban en un auto, más específico un BMW M2. El cual lo ganaron en un sorteo. Visitaría distintos lugares como Templos, Tiendas, Y algún que otro restaurante. Para terminar en un parque, donde se divertirían los 3, siendo de noche estarían volviendo, dentro del coche se vería a Irene la cual estaba dormida mientras abrazaba a su hijo el cual también estaba dormido, Alessandro vería eso con una sonrisa, ya que quería mucho a su familia.
Ya pasados unos días, el pequeño Goku vistiendo un uniforme, se encontraría junto a sus padres, los cuales lo despedían ya que empezaban las clases. Estando dentro el peli rosado sería llevado a su salón, tocaría la puerta para ser recibido por una maestra la cual era joven.
-Oh, ¿Tu eres Himura Goku?.-preguntaria la maestra a lo cual el niño asentiria con una sonrisa dibujada en su rostro.
-Bien, pasa por aquí.-diria la maestra dejando pasar al peli erizo.
-Niños, les presento a su nuevo compañerito. El es Himura Goku.-la docente presentarla al niño el cual sería saludado por los demás niños.
Luego de un rato sonaria el timbre indicando el receso, eso haría que los niños salieran como rayos al patio trasero del colegio, algunos jugaban como otros solo hablaban entre ellos. Pero cierto peli rosa se encontraría sentado debajo de un árbol comiendo un sándwich que su madre le había en una lonchera con el logotipo de "Slipknot", el miraba como algunos niños se caerían por correr como locos, eso haría que Goku le saliera una gota de sudor estilo anime.
Lo que no se daría cuenta era que una niña de cabello rubio la cual tenía orejas de zorro, se estaría acercando al peli rosa que todavía no se daba cuenta, perdió todos sus poderes como habilidades por lo cual no podría sentir las presencias. La niña tocaría el hombro del Himura haciendo que esté diera un salto del susto para luego caer de cara comicamente.
"Auch", exclamaria Goku mientras se sobaba la cabeza debido al golpe. "jeje, lo siento mucho", diría la pequeña rubia mientras se reía un poco por lo que acaba de pasar. "En fin, ¿Se te ofrece algo", pregunto Goku a la niña, "Emm nada, solo vine a saludar". Respondió mientras hacía una pequeña sonrisa.
-Eres el nuevo, ¿No?.-pregunto con curiosidad la pequeña.
-Si, Soy Himura Goku, o solo dime Goku.-responderia el peli rosa con felicidad en sus palabras.
-Un gusto Goku, yo me llamo Ahri.-le contestaría felizmente la mencionada al pequeño Goku.
Así pasaría el receso, los dos se hicieron amigos, jugaban o conversaban entre ellos. Hasta que llegaría la hora de volver, los dos irían a su respectivo salón sin antes despedirse. Pasaron las horas hasta que llegaría el momento de irse a casa, los padres del peli erizo llegarían en el auto y lo verían con una niña rubia, la cual era Ahri. Quien estaba hablando con el Himura, hasta que vería como dos adultos se bajaban y acercaban hacía ellos.
-Oh hijo, ¿Quien es tu nueva amiga?.-diria Alessandro al ver a su hijo hablar con aquella niña.
-Papa, ella es Ahri, nos conocimos justo hoy.-responderia Goku con algo de emoción en sus palabras.
-Un gusto Ahri, soy Irene Himura, la madre de Goku.-diria la mujer para ser recibida de un abrazo por parte de la pequeña rubia.
-Bueno hijo, vamos a casa.-diria el hombre para ir al auto seguido de su esposa e hijo, sin antes el Himura despedirse de su amiga.
Ya han pasado unos 5 años, Goku ya tendría 10 años, donde en ese tiempo se llevaba muy bien con Ahri y está se llevaba viendo con los padres de su amigo, incluso los dos se ayudaban mutuamente, ninguno le fallaba al otro. Hasta que un día paso lo que menos se imaginaron, el padre de Goku fue asignado a un trabajo en Estados Unidos, donde tendría que mudarse ahi con su familia. Esa noticia tomo algo desprevenido al Himura, el cual no sabría si decirle a su amiga. El tenía miedo de que se ponga triste o algo parecido, pero estaba seguro que lo entendería, eso esperaba.
Estarían los dos amigos en la escuela, hasta que el peli rosa decidio hablar.
-Ahri, tengo que decirte algo.....-diria algo cabizbajo Goku.
-¿Eh?, Dime qué pasa.-responderia la rubia con confusión en sus palabras.
-Ok....Me tendré que mudar.-esa respuesta dejo algo desconcertada a Ahri.
-¿Mudarte?.-volveria a preguntar con el mismo tono de confusión.
-Si...mí padre fue asignado a Estados Unidos, así que tendré que irme para ahí. Espero que lo puedas entender.-diria el Himura tratando de aguantarse las ganas de llorar por perder a su única amiga.
-Esta bien.....lo entiendo...-responderia la rubia notandose la tristeza en sus palabras para luego derramar unas lágrimas.
-Al menos....¿Nos volvemos a encontrar en un futuro?.-diria llorando mientras abrazaba al peli rosa.
-Eso espero, esto no será un adiós, será un hasta pronto.-el Himura correspondería aquel abrazo.
Paso el último día, donde se la pasaron haciendo muchas cosas antes de que Goku se fuera, ya estando fuera del colegio se vería como el peli erizo se despedía de su amiga, la cual extrañaría mucho. Los dos se darían un último abrazo, esto siendo visto por los padres de Goku, quienes se sintieron tristes. Pero sabían que su hijo podría volver a encontrarse con su amiga o tal vez hacer más amigas....
Goku subiría al auto, así su padre lo arrancaría para luego irse del lugar, mientras que el Himura se despedía de su moviendo su mano.
-Vamos hijo, no estés asi. Tengo fe en que volverás a verla.-diria su madre tratando de consolar a su hijo, cosa que funcionó.
-¿Tu crees, mamá?.-diria Goku con un tono algo triste.
-Tu madre tiene razón, yo también tengo fe en que volverás a verla en un futuro.-diria su padre, lo cual haría que haga una pequeña sonrisa.
-Juro que nos volveremos a ver.-pensaria Goku mientras miraba por la ventana del auto.
Fin cap 2