태국 Posesivo → Kooktae [ ̶a̶̶d...

Von IveethIturio

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Ji Hyuk quiere conocer a Taehyung sin ser golpeado por Jungkook. Jungkook es demasiado celoso y posesivo. Tae... Mehr

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓾𝓷𝓸.
𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓼.
𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓼.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓮𝓲𝓼.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓬𝓱𝓸.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝔃.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓷𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓪𝓽𝓸𝓻𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓲𝓷𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓮𝓲𝓼.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓭𝓸𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓽𝓻𝓮𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸
𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ 𝓋ℯ𝒾𝓃𝓉𝒾𝓼𝓮𝓲𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮
𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓾𝓷𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓭𝓸𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓻𝓮𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓼𝓮𝓲𝓼
Notificación.
𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓼𝓮𝓲𝓼 ᵖᵃʳᵗᵉᵈᵒˢ f̶i̶n̶a̶l̶
𝒈𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔.
Escort.

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓾𝓷𝓸

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Von IveethIturio

TaeHyung había husmeado la habitación de Jungkook, encontrándose en uno de los cajones de su mesa de noche aquella cámara Nikon con la que Jungkook siempre sacaba fotos en eventos familiares. El menor la tomó entre sus manos, mordiendo nerviosamente su labio inferior, preguntándose si a Jungkook le molestaría el hecho de que había registrado sus cosas.

Se sentó en el regazo del pelinegro, quién estaba lo suficientemente dormido como para sentir el leve pesor de TaeHyung sobre él.

—Kookie... —llamó el menor, pero éste no respondió—. Despierta dormilón... Quiero mi beso de buenos días.

TaeHyung admiró por varios segundos a su novio, observando cada perfecto detalle de su duro rostro. Desde su cabello negro y desordenado, de la barba que comenzaba a salirle, hasta su fornido pecho descubierto. Su piel estaba maravillosamente palida, provocando miles de sensaciones explosivas en el estómago de TaeHyung cada vez que al dormir entrelazaban sus piernas; y el color de ellas, junto a las pálidas del menor, combinaban de forma perfecta.

Tomó con su dedo índice el labio inferior de Jungkook, moviéndolo hacia abajo y luego soltándolo, provocando un sonido de "boop" que lo hizo reír como un niño.

Lo mantuvo haciendo unas cuantas veces, riéndose traviesamente.

Jungkook era la persona más holgazana que TaeHyung había conocido en su vida.
Cualquier cosa que tuviera que ver con universidad, despertar temprano y estudiar;
no le gustaba para nada.

Lo único que podía amar su novio, aparte de él, por supuesto. Era; el boxeo, su van y su motocicleta. Incluso el ejercicio, algo que el menor no podía hacer en lo más minino.

—Kookie, despiértate. Estoy aburrido.— se recostó en su pecho, sintiendo la calidez de su novio y escuchando su corazón palpitar con tranquilidad. Los eventos de la noche anterior rodearon sus pensamientos, recordando el como su novio había descubierto que usaba encaje femenino y la manera en que le había insinuado que se las mostrara.

Sus mejillas comenzaron a arder de nuevo, escondiendo su rostro en el pecho de su novio.
El solo recordar la manera en la que Jungkook lo tocaba le hacía sentir maripositas en su estómago. E incluso un cosquilleo más allá de su abdomen.

Comenzó a jugar con su pecho, admirando que detrás de ellos había un tatuaje, muy cerca de sus clavículas.

—¡No, Jungkook! ¡No quiero ver!.— decía cubriendo sus ojos con sus manos aquella vez en la que Jungkook lo había invitado a la tienda en donde se hacía los tatuajes.

—¿Es tu novio? -- preguntó el tatuador limpiando el pecho del mayor con alcohol—. Es un niño.

—Hazme el maldito tatuaje, Carl.— gruñó éste.

Ante el recuerdo, su piel se ponía de gallina.
El solo pensar nuevamente la piel rojiza y la púa dolorosa, le causaba escalofríos.
El menor volvió a reincorporarse, pero esta vez con la cámara en mano.
Cerró uno de sus ojos, mientras que el otro permaneció abierto para poder ver desde el diminuto lente a qué quería tomarle foto.
Ahí seguía un Jungkook dormido, ausente de que su novio estaba ya despierto.

TaeHyung pensó que era la escena perfecta para almacenarla en su mente, pero principalmente en una fotografía y así poder guardarla siempre para saber a quién pertenecía.

El sonido de click hizo despertar a Jungkook.
Pesadamente abrió sus ojos y se cegó por los reflejos de los rayos del sol entrando por la puerta del balcón. Frotó sus párpados y volvió a abrirlos.

TaeHyung estaba sonriendo hacia él, sentado en su regazo y de un movimiento rápido se inclinó para darle un beso en sus labios.

—Buenos días, grandote.— dijo el menor, volviendo a robarle cortos besos a un adormitado Jungkook—. Ya era hora dormilón.

El mayor sonrió.
—Que hermosa forma de despertar.

TaeHyung se sintió tímido y frotó sus narices lentamente en un gesto coqueto.
—¿Te gusta?

—Daría todo por despertar siempre así.

Entonces el menor soltó un suspiro de enamorado y volvió a recostarse sobre su pecho. Éste, satisfecho, envolvió a su niño entre sus brazos; apretándolo en un fuerte abrazo de oso.

—¡Sí, sí! ¡Abrazo de oso!.— se emocionó, alargando la "o" mientras se dejaba abrazar por el mayor con una sonrisa en su rostro.

Jungkook, luego de varios segundos, dejó de abrazarlo. Recorrió sus manos por toda la espalda del menor, cubierta por una remera enorme que había agarrado a media noche entre los cajones de él.
Sus manos se detuvieron en su cintura y cautelosamente descendieron otro poco para llegar a su objetivo, el trasero de TaeHyung.

El mayor sonríe abiertamente cuando siente la fina tela envolver la parte íntima de su novio; jamás olvidaría lo hermoso y caliente que se había visto su niño ante aquella prenda.

—¡Jungkook!.— escondió su cara entre sus manos, con sus mejillas teñidas de rojo carmesí mientras sentía como el pelinegro acariciaba sus piernas y apretaba sus glúteos armoniosamente—.
¡No me mires así! ¡Basta!

Pero Jungkook estaba fascinado viéndolo y sintiéndolo. Principalmente cuando a pesar de todo TaeHyung seguía reaccionando tan avergonzado. Como si nunca lo hubiese visto desnudo en su vida o como si jamás se dieran caricias de forma amorosa.

—Vamos pequeño, quiero verte.

—¡No!

—Quiero ver esa carita tan linda.

Y TaeHyung descubrió su rostro animadamente, mostrándole una sonrisa perfecta a su novio.
—Solo porque dijiste que mi carita era linda.—se rió y con cariño dio otro beso, esta vez ruidoso, en la mejilla de su novio—. Kookie tomémonos una foto.

—Cariño, estoy despeinado.

—No —hizo un berrinche—. Te ves muy lindo.

—Acabo de despertarme.

—No importa, me eres hermoso.— dijo contento.

Sin siquiera dejar a Jungkook protestar, el menor elevó la cámara para que ambos se viesen.
TaeHyung dio su amplia sonrisa que era acompañada de ese toque coqueto que su novio siempre halagaba.
El mayor, por lo contrario, besó su mejilla.

Era el momento perfecto, así que el menor presionó el botón y se escuchó el típico click de que la fotografía ya había sido tomada.
TaeHyung chilló de emoción y fue directo hacia la galería.

—¡Kookie, salimos hermosos! —gritó éste.

Jungkook se encantaba de ver cómo su amado seguía emocionándose por cosas tan mínimas.
Su corazón se hinchaba de orgullo de solo recordar que toda aquella esbelta y hermosa persona era de él.—¿Quieres verla?

—Por supuesto.

TaeHyung se la mostró y aunque el mayor sabía que aparecería con su cabello desordenado, igual le gustó.

—Saliste hermoso, bebé. —le sonrió él y el menor le devolvió el gesto. Jungkook recostó su cabeza en sus brazos, preguntándose en ese momento si él era lo suficiente para TaeHyung o si éste algún día se aburriría de él.

Después de varios minutos, en los que el menor luchó con todas sus fuerzas por levantar a Jungkook de la cama y así meterse ambos a duchar; bajaron a la planta baja y entraron a la cocina.

La tía de Jungkook estaba haciendo el desayuno, TaeHyung al verla pegó un grito emocionado.

—¡Tía Seohyun! —salió corriendo hacia ella.

El mayor por lo tanto, fue hacia la mesa para sentarse al lado de su tío, quién lo recibió con un buenos días mientras leía el periódico.

—Hoy has madrugado, hijo. —dijo Yong Hwa y el pelinegro casi refunfuñó de solo recordar el hecho de que TaeHyung lo hizo levantarse temprano. YongHwa entendió el mensaje—.Si, supuse que había sido por él.

La familia de Jungkook casi decide pegarse un cartel sobre la frente diciendo amo a Taehyung cada vez que éste siempre los visita.
Y es que, con alguien tan dulce y encantador, quién no quedaría maravillado.

—Tú eres un ogro y él es un ángel.— le había dicho Joy la tercera vez que éste llevó a su novio a Busan y TaeHyung le había dicho algo como "¡Tus uñas son hermosas!"

—Tú te atascas de maquillaje y yo nunca te reclamo nada. — contestó éste, recibiendo un codazo de su reciente novio Kim TaeHyung.
Luego de ello, Joy se fue llorando hacia su habitación y Jungkook miró al menor.—¿Ves lo que provocas, cariño? Hieres los sentimientos de las personas.

Seohyun también vivía encantada con la presencia del novio de su sobrino, ya que siempre la ayudaba a cocinar y a decorar las flores de su jardín.
A YongHwa... pues... Le parecía tierno.
Muy tierno.
Aunque no podía hablar de deportes con él como lo hacía con Jungkook.

—¡Qué aroma tan delicioso! —dijo él, olfateando el dulce olor a galletas y vainilla.

TaeHyung salía de la cocina directo hacia él con una galleta de jengibre en mano.

—Son las galletas que tu tía está preparando.— contestó éste extendiéndola hacia el pelinegro y Jungkook dio una mordida-.

El mayor lo tomó de su mano, acercándolo a él y sentándolo en su regazo.
Apartó los cabellitos del menor hacia un lado y beso lentamente su cuello.

—No me estaba refiriendo a las galletas. Tú siempre traes un aroma delicioso.— se dignó a decir. TaeHyung, como siempre, sus mejillas comenzaron a fallarle.
Jungkook ni siquiera se dignó a decírselo secretamente, sólo se lo dijo como si fuese lo más obvio y normal a una normal voz.

Yonghwa los observó de reojo.
Por más que llevaran mucho tiempo juntos; el menor siempre se iba a ruborizar con cada cumplido de su amado.

[...]

JiHyuk estaba lo suficientemente molesto como para soportar otro estúpido murmullo de:
"TaeHyung  y Jungkook son tan tiernos"
"¡Los he visto esta mañana cerca del semáforo, Jungkook lo estaba besando!"
"¿A poco no son adorables?"

Prefería soportar aquellos comentarios homofóbicos que otros chicos daban.
Aun si eso significara aguantarse las ganas de golpearlos algunas veces. Para su mala suerte, TaeHyung y Jungkook caminaban por los pasillos del colegio tomados de la mano.
El menor iba meciendo de arriba hacia abajo sus manos entrelazadas mientras daba pequeños saltitos.
El mayor sonreía tontamente ante su belleza e inocencia, ya que éste también tarareaba una canción que justamente se había inventado.
TaeHyung recibía a primera hora Arte.

Estaba muy feliz porque su tarea había quedado hermosa.
Tan hermosa que cuando Jungkook pidió verla éste se negó diciendo que le avergonzaba.

Cuando estuvieron frente a la clase, Jungkook puso sobre los hombros de su novio su pequeña mochila de animalitos granjeros.
TaeHyung hizo un puchero.

—Ojalá pudieras entrar conmigo.

El mayor dio un beso en su frente.
—Y aunque quisiera, no puedo.
El profesor estará por venir, es mejor que vayas a buscar lugar, pequeño.

—Pero no quiero. —se negó.— Quiero quedarme contigo. No importa si eso implica no entrar a clases.

Jungkook alzó sus cejas divertido.
—Esa es la mentira más bochornosa que me has dicho.— TaeHyung soltó una risita.— Tendría que coserte esa boquita, cariño.

El menor tomó su mano y volvió a entrelazaba con la suya. —No tendrías que hacerlo, esta boquita te brinda muchos besos.

Jungkook dio unos pasos hacia él y susurró en su oído. —Y me brinda muy buenas felaciones.

TaeHyung lo golpeó apenas dijo aquello, haciendo retroceder un par de pasos a su novio, que se moría de la risa al ver la expresión ruborizada del pequeño. Jungkook intentó acercarse con sus brazos extendidos hacia él.

—Vamos mi niño. —sonreía descarado—. Quiero un abrazo.

—¡No te daré nada! —Se sentía tan avergonzado que creía que varios chicos habían escuchado el comentario.— Kookie, eres un morboso.

El mayor por fin logró abrazarlo, sintiendo como después de varios segundos el menor también envolvía sus brazos en su cintura.
Se sentía tan bien aquella sensación, llena de paz y alegría. La forma en la que el menor se aferraba a él sin querer soltarlo nunca se sentía de maravilla.

—Eres mío, aunque suene posesivo.

TaeHyung sintió aquellas maripositas en su estómago, en las que el mayor era el causante de ellas.
De puntillas, besó por última vez los labios de su novio y luego entró al salón segundos después del profesor.

Jungkook se quedó ahí parado por varios segundos, viendo como la puerta se cerraba frente a él y como aquel sentimiento de sentirse lleno se desvanecía por completo.

Sus brazos y todo su cuerpo se sintieron vacíos, insatisfecho de la lejanía del menor.
La mayor parte del tiempo se asustaba por ello, preguntándose a sí mismo si aquella dependencia del otro estaba bien o no.

—Tengo que hacer algo con mi vida.

—Estudiar, por ejemplo.— dijo una voz por detrás. Jungkook giró sobre sí, encontrándose a YoonGi con un cigarrillo en mano mientras caminaba hacia él.

Jungkook sonrió sarcástico.
—¿Qué no tienes universidad?

El chico ni siquiera lo pensó.
—Sí, pero no es como si quisiera ir.

—Bueno, no es como si yo quisiera entrar también a clases.

Ambos se saludaron con un apretón de manos y emprendieron camino por el pasillo.

—¿Cómo me encontraste?

El otro lo miró obvio.
—Supuse que estarías aquí por Taejin.

—Es TaeHyung. —corrigió.

—Oh... —rió penoso—. Si, ya lo sabía. -- YoonGi decidió cambiar de tema.—¿Sabes a quién vi hoy en la entrada del colegio?

Jungkook no le respondió.
Solo ladeó su cabeza para que este continuara.

—A JiHun.

—¿JiHun?

YoonGi lo miró confundido.
—Mierda, ¿Cómo es que se llama?
¿Jihyun? ¿Jihoon?

—JiHyuk.

—Ah si, él. —dijo sin desinterés.—Tengo mala memoria. —Tiró de su cigarrillo.— En fin, fue inevitable, pero, ¿Sabes qué hice al verlo?

En el pelinegro se prendió una sonrisa de maldad.
—¿Qué le has hecho a Ken?

—Tuve que encerrarlo en el armario del conserje. —rió éste—. Tenías que verlo, su amigo Byung-hee no sabía ni como ayudarlo a salir.

Tampoco es como si YoonGi ya lo conocía en persona, pero en el poco tiempo que había conocido a Jungkook, éste le había descrito como era JIhyuk; y YoonGi, al verlo, lo reconoció inmediatamente.
Principalmente porque era exactamente como el muñeco barbie que su nuevo amigo siempre le describía.

JiHyuk no tenía el mínimo deseo de ver a Jungkook éste día.
En primera; porque habían perdido el primer partido de la liga y sabía que el mayor le reclamaría por ello.
Segundo; porque detestaba verlo.
Y tercero; ese nuevo amigo de Jungkook ¿De dónde había salido?

Cuando JiHyuk salió al campo, inhaló de aquel aire frío de diciembre y el aroma del césped mojado que tanto amaba.
Trotó hacia donde estaba el resto de su equipo, quienes seguían desilusionados por no haber ganado el primer partido.

—Chicos... —les llamó, pero éstos no le prestaron atención.— Sé que esto es lamentable, pero... Pero podemos recuperarnos para el próximo encuentro con el colegio de Brootz.

Nadie les contestó por ello, solamente mantuvieron la cabeza cabizbaja y JiHyuk no sabía ni como alentarlos más.

Se dirigió hacia JoonHee.
—Joon, amigo. —le abrazó fingidamente por los hombros—. Diles a nuestros compañeros que no tenemos que deprimirnos.

Pero era nulo, el gigante no sonrió.
—Joon Hee estar triste.

El entrenador, que había estado de mal humor con JiHyuk, estaba sumergido en su revista de deportes, insultando al primero que se cruzaba en su camino o estropeara su vista.

JiHyuk miró hacia las bancas del campo, observando a una persona muy abrigada entre ellas con un rostro feliz.
JiHyuk sonrió de inmediato, dirigiéndose hacia el niño que lo saludaba con su mano.

—Hola TaeHyung.

Y el menor lo abrazó.
—JiHyuk, no sabes lo mal que me siento por no haber ido al partido.
Lo siento, lo siento, lo siento mucho. —repetía. JiHyuk sonrió como un tonto.— Mi intención no era faltar, pero se me fue por alto en verdad me siento muy mal y... y...

—TaeHyung, tranquilo. Está bien, no te preocupes por ello. —El cuerpo del menor era tan suave como tantas veces que él lo imaginó y el aroma dulce que desprendía de su cabello era embriagante—. No estoy molesto, pequeño.

El menor entonces se alejó, feliz.
Aunque JiHyuk no lo estaba tanto porque quería seguir teniéndolo en sus brazos.

—¿Qué traes en las manos?.— preguntó.

Éste tenía una hoja lila en su mano y al observar hacia abajo inmediatamente se sonrojó.

—Es una carta. —respondió penoso.— La... La... la hice yo.

—¿De verdad? —se ilusionó-.

—Sí, es para Jungkook.

Oh.
Si, era de esperarse.
JiHyuk solamente asintió con decepción.
—¡Eso es genial!

Alguien carraspeó su garganta por detrás.
Jungkook y YoonGi aparecieron frente a ellos.

—¡Kookie! —saltó TaeHyung a abrazarlo y enterrar su rostro en el cálido cuello de su novio.

Jungkook lo aferró a su cuerpo sin dejar de estar atento a los gestos y actos de JIhyuk.

JiHyuk no les dirige la mirada ni por un segundo hasta que YoonGi dice.
—¿Qué no tienes partidos que perder?

Y JiHyuk, sin contestar, decide regresarse al campo.

—¡Eso fue grosero!.— dijo TaeHyung, apartándose de Jungkook y creyendo que el que había dicho aquello había sido él.

Al segundo vio a YoonGi—. Oh...

El chico le sonrió.
—Hola.

El pelinegro lo tomó de la mano.
—Cariño, él es YoonGi, un nuevo amigo. Y bueno, YoonGi, ya conoces a mi novio.

—¿Qué tal todo, TaeHyung? —preguntó éste y el menor le sonrió tímido.

Ya había visto al chico una vez, aquella noche en que Jungkook se había enfrentado a ChileGreen. JiMin había estado alardeando de él desde hace varias semanas antes del partido.

YoonGi era hermoso y de buen cuerpo.

—Bien. —fue lo único que salió de su boca—.Lindo piercing. —halagó deteniendo a ver el pendiente en su nariz.

—Gracias. —contestó.— Bien, Jungkook. Iré a fastidiarles la vida a esos niñatos que tiene C. Judtzy como equipo de americano.

Y diciendo esto el chico se fue.
Jungkook, molesto y con el ceño fruncido, giró de nuevo hacia su novio.

—Si TaeHyung, si quieres también puedes comértelo entero.

—¿Qué dices?

—Puedes quedarte con él si tanto te ha gustado.

El menor se sintió apenado.
—Kookie... Por supuesto que no.

—Claro. —dijo sarcástico.— Ahora soy tarado como para decir que a mi novio le ha gustado mi nuevo amigo.

TaeHyung resonó su pie contra el suelo.
—¡Por supuesto que no! —chilló y luego suavizó su voz. Se acercó lo suficiente a Jungkook, quedando sus cuerpos por completo juntos y susurrando en sus labios.— Solo tú me pareces lindo, Kookie. Yo te quiero mucho. Solamente me he sorprendido porque... pues.... es YoonGi. —se ruborizó.— ¡Pero no tienes del que preocuparte! Tú tienes mi corazón. Ahora ¿me das un besito?

TaeHyung hizo un piquito con sus labios, esperando el beso de Jungkook.
Éste, suavizando su rostro, se inclinó hacia el menor, brindándole un casto beso.

—¿Otro más? —pidió y el mayor se lo concedió.—¿Otro?

Los cálidos labios del pequeño encajaban tan a la perfección con los del mayor.

Aquellos diminutos besos que causaban alegría en los corazones de ambos.

—Quiero otro.—rogó.— ¡Quiero un besote!

Jungkook, tan sonriente como nunca antes, volvió a inclinarse; rozando sus narices en un gesto dulce y palpando los labios con los rosados del menor. TaeHyung estaba ansioso por su beso, pero nunca llegó; Jungkook se apartó, de nuevo con el ceño fruncido.

—¿Qué hacías abrazando a JiHyuk?

—¡Jeon JungKook, dame mi beso!.- exigió.

Y como conocía a su novio a la perfección, lo tomó de la sudadera y presionó sus labios.
Jungkook no protestó a ello, al contrario, se dejó llevar por el momento y saboreó cada centímetro de la boca del menor con gesto dulce y delicado; tal como a TaeHyung le gustaba.

El menor envolvió sus brazos en su cuello y no había necesidad de estar más cerca porque ya lo estaban lo suficiente.
Aquel ambiente frío de diciembre solo podía ser aliviante con un beso de Jungkook.

—Lo abracé para rogarle disculpas de haber faltado a su partido, nada más. —contestó él segundos después de que el beso culminara.—
A veces eres demasiado celoso...

—Aceptaste a un demonio, no a un perfecto. Oye, ¿qué traes en la mano?

La cara de su pequeño se iluminó por completo y extendió la carta lila hacia él.
—¡Es para ti!.—dijo emocionado—. ¡Ábrela!

La tomó en sus manos; en su portada, con letras de periódico de distintos tamaños, se podía leer un "Mi Jungkook" mientras miles de corazones lo decoraban.

Abrió la carta, encontrándose con un simple dibujo de aquellos que hacen los niños en Kindergarten. Donde solamente son rostros sonrientes y sus cuerpos son simples palos.

El dibujo más alto, tenía escrito en color azul un Jungkook. Mientras que en color rosado, debajo de un dibujo más pequeño, estaba escrito el nombre TaeHyung.

Ambos muñequitos estaban tomados de la mano, acompañados de un paisaje creado por la imaginación del menor.

Jungkook, sonriendo ante el detalle infantil de su novio, llenó su rostro de muchos besos mientras le susurraba cosas bonitas en cada uno.
—Espera. —dijo el mayor—. ¿Ésta era la tarea de Arte que no querías mostrarme en la mañana?

TaeHyung asintió con una risa, pero de inmediato hizo un puchero.
—El profesor Tom dijo que era bueno para otras cosas, excepto para el Arte.

—Si amor, creo que tiene razón.

TaeHyung lo golpeó pero Jungkook ni siquiera se quejó.
—Kookie, ¿Crees que soy muy tonto?

El mayor se sorprendió de aquello y con detenimiento observó al menor.
Su rostro se tornó serio.
—No eres tonto. ¿Quién te ha dicho eso?

El menor se alzó de hombros inocentemente.
—Ámbar.



































Si notan algún error, diganme♡

Diganme por favor que hice bien en adaptarla al kooktae y no al Taekook :(

Por que últimamente he visto mucho Taekook y ya no se ahr akdvauhd.
Matenme.

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