Seis hermanos

By NereaCamacho

374K 24.6K 737

Mi vida es un de la 'A' a la 'Z' continuo. Empezando y acabando con mi familia. Los Parker siempre hemos sido... More

Adam Antoine James Parker
Beatrice Joanne Keaton
Callum Parker
Dwice Parker
Edvard Parker
Florence Parker
Gustave Parker
Harvey Parker
Iris Parker
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35 - ÚLTIMO CAPÍTULO
Epílogo
Especial: 36 - Sí, quiero
¡Aviso nueva historia! - ABROAD

11

7.9K 536 10
By NereaCamacho

La camioneta de Joyce aparece a los pocos segundos delante nuestro. Mis hermanos se mueven cuando hace sonar el cláxon un par de veces.

-¡Copiloto!- aviso y oigo la risa de Joyce. Abro la puerta y me cuelo en el asiento, le saludo con un beso en la mejilla y él me lo devuelve.

-¿Cómo vas, enana?- me pregunta.

-Bien, no me puedo quejar- me encojo de hombros mientras oigo las puertas de atrás abrirse. Mis hermanos se están introduciendo en el coche.

-Vas muy guapa- habla.

-Conduce ¿Quieres?- oigo la voz de Gus entre diente.

Ruedo los ojos y Joyce esboza una sonrisa divertida hacia a mí. Conduce y yo enciendo la radio, no sin pedirle permiso antes. Llegamos al parking que hay justo en frente de la discoteca y está abarrotado de adolescentes que beben mientras la música del interior del edificio de enfrente se mezcla con la de los coches estacionados en el recinto. Joyce logra aparcara en uno de los pocos huecos que quedan libres.

-Ence, pilla las botellas, están en la parte de atrás- este asiente y todos nos bajamos del coche mientras poco a poco, ocupamos el maletero trasero abierto del coche.

Nos sentamos Joyce y yo apoyados en la parte trasera del maletero, y en la parte derecha están mis dos hermanos, repartiendo hielos en los vasos de cubalitro que han comprado. Joyce me acerca uno y se lo agradezco. Tras pasarme el vaso cada uno lleno hasta dónde le parece su vaso de vodka. La botella llega a mis manos y yo lo lleno más o menos a la mitad. Poco después me llega la botella de refresco de naranja con gas y lo vierto hasta arriba del vaso, pego un trago largo y es cuando descubro que tal vez, he echado más alcohol que refresco y que la mezcla no está bien compensada, pero me importa poco eso.

-¿Cargado?- pregunta Gus mientras saca tabaco de liar, papel de arroz y yerba. Asiento.

-¿No lo habías dejado?- pregunto.

-Solo es para cuando salimos de fiesta Iris, no es que sea la gran cosa- me dice Ence.

-Oh- me limito a decir y sigo pegando tragos largos a mi cerveza.

Sigo con mi trabajo y acabo el primer vaso mientras mi conversación con los chicos es inexistente. Noto las miradas de mis hermanos y de Joyce sobre mí, le resto importancia cuando preparo y empiezo a tragar el segundo vaso igual, o más, cargado que el anterior.

Paso al tercero y la conversación parece volver a su fluidez como hace año y medio. Parece que alcohol ayuda a retroceder en el tiempo, o simplemente a olvidarse de este ligero cambio que he sufrido. Y por primera vez desde que llegué me siento en casa de nuevo: charlando con mis amigos, disfrutando todos juntos sin nada incómodo y todo demasiado natural.

-¿Crees que podrás con un cuarto?- oigo la voz de Joyce a mi lado.

-¿Bromeas?- digo riendo -¡Y con un quinto!- exclamo, y oigo las risas de mis hermanos resonar en mi cabeza.

Sigo bebiendo y llego al final del cuarto. Mis hermanos consideran que, es hora de entrar a la discoteca antes de que empiece a no poder sostenerme en pie. Es decir, me siento animada y extraña e incomprensiblemente feliz, pero para nada noto que el alcohol me esté afectando gravemente.

Bajamos del coche y tiramos los restos de la botella vacía por ahí. Camino agarrada del brazo de Joyce mientras los dos reímos. La verdad es que no se porqué él lo hace, es decir, yo me río porque sus mejillas están completamente rojas a causa del alcohol ingerido, por eso no entiendo del todo su carcajadas cuando le comento el color de su cara, aún y así no puedo evitar soltar alguna que otra risita.

Paseamos por la cola buscando el final, es inmensa.

-¡Iris!- oigo una voz femenina que me llama. Me pongo a buscar por toda la cola pero no encuentro la dueña de esa voz tan familiar.

-¡Iris, aquí!- sigo sin ver nada de nada.

-Allí, ciega- noto como Joyce me gira la cara en dirección a María, Carlena y Aubree. Me saludan efusivamente con la mano, están relativamente cerca en la cola.

Me acerco a ellas dando tumbos y con una sonrisa de idiota en la cara. Ellas parecen demasiado felices, de seguro que también habrán bebido.

-¡Chicas!- digo y me dan un abrazo a cuatro.

-Ven, métete con nosotras- Carlena tira de mi brazo y me mete frente a ellas.

-Pero, los chicos...- balbuceo.

-Que se vengan también- dice María.

Los chicos hacen acto de presencia y se plantan frente a ellas saludándolas una a una. Avanzamos por la cola y los chicos no participan demasiado en la conversación en la que nos hemos enfundado las chicas y yo hablando de cuántos chicos guapos va a haber ahí dentro metidos. Llegamos, finalmente, y logramos entrar sin percance ninguno.

Me alejo de ellos y aviso a los gemelos de que pienso pasar un largo rato con ellas. Creo que conozco la canción que suena en el club, aunque ahora mismo no estoy demasiado segura de si voy a ser capaz de cantarla.

-¡Vas preciosa, Iris!- dice Aubree exaltada.

-Es cierto- asiente Carlena emocionada -¿Desde cuándo tienes esa ropa tan bonita?- pregunta ella.

-Fui con Ryan a comprarla- les cuento.

-Uh ¿Ryan?- pregunta María con sonrisa pícara en sus labios. Niego efusivamente con la cabeza.

-No penséis cosas raras chicas, es mi mejor amigo- no sé cómo ni cuando, pero he acabado con un vaso con un líquido amarillo en mi mano. Huele dulce.

-Yo me tiré a mi mejor amigo- dice Aubree restándole importancia, y nos echamos las tres a reír como locas.

-Pues Ryan Williams está bien bueno- dice finalmente Carlena -Si no te lo tiras tú, me lo pido yo- volvemos a reír juntas de nuevo.

Al rato, creemos que es hora de ir a bailar. Bailamos largo y tendido, y el mareo del que me habían hablado mis hermanos, empieza a hacer efecto. ¿Debería dejar de beber? Totalmente. ¿Dejo de hacerlo? En absoluto. Tengo un calor terrible y no puedo evitar alejarme de las chicas para dirigirme a la barra a por algo fresco, me importa bien poco si es o no es algo con alcohol, con que esté frío me basta. Observo a un par de muchachos en una esquina de la barra, recostados con unas cervezas que parecen heladas en las manos. Me relamo observando como tragan de los botellines y las gotas caen cristal abajo. Descubro que uno de ellos me mira de reojo. Muevo mis ojos al camarero que tengo frente a mí, esperando por ver que pido.

-¿Qué te pongo, guapa?- pregunta con una sonrisa.

-Mmmm...- estoy tentada por esa cerveza. Mucho.

-¿Y bien?- dice elevando sus cejas -Un malibú, supongo, como todas- dice riendo.

-Cerveza muy fría- recalco.

Eleva las cejas de nuevo y hace caso a mis ordenes. Pone la botella helada frebte a mi y se deshace de la chapa que repica contra la barra. La miro con deseo.

-¿Cuánto es?- balbuceo.

-Invita la casa- me guiña un ojo y se recuesta en la barra impaciente por ver cuál será mi siguiente paso.

-Vaya- digo con sorpresa -Gracias- murmuro.

Estrecho la botella fría contra mis manos y me reconforta el helor que esta desprende. Sin más preámbulos llevo la botella a mis labios y dejo que el líquido recorra mi garganta sin descanso buscando una sensación de frío que me cuesta conseguir.

-Epa- oigo una voz masculina. No me he dado cuenta de que he cerrado los ojos. Cuando los abro me encuentro una botella completamente vacía y unos ojos miel frente a mí -¿Desde cuando las chicas de Cave Creek beben así?- una de las cejas de ese chico se elevan.

Mi vista repasa al dueño de esos ojos. Oh, mierda, es tan guapo... Alto, pelo cenizo, casi rubio, brazos fuertes... Mmm. Sonrío de lado.

-¿Y desde cuando los chicos de Cave Creek se acercan a las chicas que beben así?- es lo único que logro decir. Mi cabeza no está para pensar en este momento.

Una sonrisa ladeada sale de sus labios y me mira. Me repasa de arriba abajo y lame sus labios. Trago y espero a su siguiente paso.

-Pocas chicas logran hacer que me gire a mirarlas- dice finalmente.

-¿Acaso debo sentirme alagada?- pregunto mientras elevo una ceja. Suelta una carcajada. Me gusta su voz.

-¿No sabes quien soy?- me responde con otra pregunta.

-¿Y tú? ¿Sabes quien soy yo?- pregunto en un susurro. Él niega con la cabeza.

-Ahí tienes mi respuesta- es hora de marcharse Iris. Debo irme antes de hacer cualquier tontería, los gemelos deben de estar deambulando por aquí, y eso no es nada bueno para nadie.

-Espera- una de sus manos rodea mi muñeca. Me giro a mirarlo y sus ojos impactan de nuevo con los míos. Está cerca -¿Cómo te llamas?- me pregunta.

-Búscame- digo finalmente.

Me suelto de su agarre y camino entre la multitud abriéndome paso entre los chicos notando una mirada clavada a mi nuca. Sé que esa mirada es color miel. Y sé que está acompañada de incertidumbre y una sonrisa.

Continue Reading

You'll Also Like

3.7K 1K 25
Cuando Alvana experimenta su primer corazón roto y la peor humillación de su vida gracias a Damián. Decide que es momento de huir a la capital de Ela...
83.8K 2.3K 46
Nunca se puede rechazar una buena oferta... "No estoy orgullosa de lo que hice, pero yo solo queria salvar a mi familia" "Por amor se hacen tantas co...
1.9K 116 15
La vida de León y Coral empieza con su pequeño fruto.