El dolor de cabeza era insoportable, creí que podía llegar hasta la enfermería pero al parecer me equivoque, pues al tratar de caminar me maríe.
— ¿Estas bien? — escuche susurrar a una de las zanahorias — Estoy bien — conseguí hablar trate de seguir avanzando pero no pude.
— Tenemos que apurarnos, Snape se sigue acercando... — no escuche lo ultimo que dijo la otra zanahoria, me tambalíe.
Sentí unos brazos agarrarme y de esa forma evitando mi caída.
— ¿Quién anda ahí? — escuche la voz de Snape, estaba realmente cerca, trate de enderezarme pero dichos brazos no me dejaron.
— Hay que llevarla a la enfermería Fred — era la otra fotocopia, ahora al menos ya sabia que el que me sostenía era Fred — Pero Snape esta cerca, tienen que irse — les hable a ambos.
Al ver que no tenían intenciones de moverse y Fred de soltarme, volví a hablar — Suéltame y váyanse —.
Se miraron entre ambos y hablaron al mismo tiempo — No te dejaremos así como estas — me resultaba adorable cuando las personas hablaban así, pero con el dolor de cabeza que traía esto solo me pareció tremendamente desesperante.
Trate de soltarme del agarre de Fred pero otra vez no me dejo — Tienen que irse — el me miro, hice un poco mas de fuerza y logre soltarme de su agarre.
Me apoye en el muro que estaba a mi costado — Se van a ir o quieren una invitación por escrito para hacerlo — se volvieron a mirar entre ambos y Fred me volvió a agarrar del brazo.
Que persistente era este hombre — Pero Snape...— no lo deje terminar — Yo me encargo de Snape, a mi no me dirá nada — el me miro sabia lo que me quería decir.
No estaba seguro de irse y dejarme ahí sola, los ojos con los que me miro me hicieron sonrojar que bueno que estaba oscuro y no me podían ver.
— Estaré bien, gracias por ayudarme, pero estaré bien... ahora largo de aquí — dije mientras sacaba la mano de Fred de mi brazo — Vamos hermano...y gracias Malfoy — me agradeció el que creo que se llamaba George, ni se porque me agradeció pero bueno.
— Quien sea que este ahí obtendrá un castigo ejemplar — hablo Snape, su voz se escucho bastante cerca, ejemplar, creo que terminaría odiando esa palabra con el alma.
— Largo — al fin me escucharon y se fueron, no sin antes Fred dirigirme una mirada de preocupación, solo para después desaparecer por el pasillo.
Trate de enderezarme y caminar agarrándome de la columna pero no pude — Selene, no me imaginaba que fueras tu la que estaba incumpliendo el toque de queda — voltíe a ver al profesor, todo se volvió negro, tuve que sostenerme aun mas del muro para no caer.
— Selene...— no escuche que mas dijo porque comencé a ver imágenes, vi a... ¿Potter?, no no era Potter, era su padre, y a tres chicos mas con el, uno era alto y parecía tener heridas, el otro era chato y gordo, bastante feo para ser sincera y el ultimo era bastante guapo y también era alto.
Todo se volvo negro de nuevo, vi un rayo verde pasar delante de mis ojos y chocar en una mujer, ese grito, fue horrible, jamas olvidaría ese grito.
Todo volvió a ser negro, y vi... un perro, porque un perro, mis visiones cada vez eran mas raras, era un perro grande y negro.
La visión se acabo y comencé a regresar en si pero esta vez el dolor de cabeza era peor, dolía demasiado.
— Selene reacciona, Selene — escuchaba a Snape llamarme, no se en que momento paso a sostenerme — Duele...— fue lo único que alcance a decir mientras me agarraba la cabeza.
Sentí como me bajaba algo de la nariz y todo se puso negro, claro que esta vez no fue porque fuera a tener una visión no esta vez fue porque me desmaye.
*POV FRED*
No me sentía tranquilo con haberla dejado sola, aunque ella nos aseguro que estaría bien, no le creí.
Entramos a la sala común, después de pasar a la señora gorda, que se molesto demasiado por la hora en la que la molestábamos.
Entre a la sala común en automático, vi que mi hermano me hablaba pero no le preste mucha atención, seguía pensando en Malfoy, hay eso sonó muy raro, como si estuviera pensando en Draco, que asco; ustedes me entienden.
— Oye Fred ¿me estas escuchando? — sentí como alguien me jalaba la chompa a la altura del brazo — Perdón no te oí — le dije a mi hermano, para el solo asentir con la cabeza.
— Te decía si crees que estará bien Malfoy — pensé que era el único que se quedo pensando en ella.
— No lo se, espero que si — dije mirándolo mientras me apoyaba en el sillón de la sala común.
— Yo también, ella parece diferente a su familia — George tenia razón ella era diferente a su familia, ella si era una buena persona, o al menos eso era lo que comenzaba a dar a notar.
— Ella es diferente, y creo que no solo en eso — sabia que mi hermano me entendió, y sabia a que me refería.
— Lo dices por su cabello, estaba rosado, ¿habrá usado algún hechizo para volverlo así? — no estaba seguro, pero porque haría eso para que pintarlo de rosado.
— Me imagino que fue eso, que otra cosa podría ser — no podía ser otra cosa, y no creo que allá sido por una broma porque nosotros no le hemos jugado ni una y dudo que alguien mas lo aya echo, sobretodo porque ella y su hermano eran los protegidos de Snape.
— Vamos a dormir, ya es tarde — mi hermano comenzó a subir las escaleras camino a nuestra habitación.
Subí a tratar de dormir pero no podía estaba vuelta y vuelta en la cama y no podía dormir.
¿Y si algo le había pasado?, ella se quedo sola porque no quería que nos metamos en problemas, en pocas palabras se quedo para protegernos.
Como podía dormir tranquilo, esperaba verla mañana en el desayuno en la mesa de Slytherin, riendo con sus amigos, y viéndose hermosa como siempre.
Hay por Merlín que me esta sucediendo, yo pensé eso, yo, de una Malfoy, estoy loco, no hay otra explicación.
Y no lo digo porque Malfoy sea fea, de echo es bastante bonita, pero no podía verla de esa forma, después de todo era una Malfoy.
*POV SNAPE*
Caminaba por los pasillos del colegio, estaba haciendo mis rondas cuando escuche un ruido, alguien estaba merodeando en los pasillos.
De seguro eran los Weasley, esos mocosos irresponsables siempre se metían en problemas.
Aunque no estaría mal que fuera Potter, el otro Weasley y la niña insufrible, así tendría una escusa para castigarlos.
No me di cuenta que detuve mi caminata por estar pensando.
Tenia que moverme o se me escaparían esos mocosos.
Escuche mas ruidos y encendí la luz de mi varita — ¿Quién anda ahí? — hable fuerte mientras alumbraba, pensé que estarían mas cerca, rayos.
— Apague esa luz, quiero dormir — como odiaba los retratos del castillo.
Seguí caminando en busca de los futuros castigados — Quien sea que este ahí obtendrá un castigo ejemplar — volví a hablar fuerte para que escucharan.
Prendí de nuevo la luz de mi varita y me encontré a la persona que menos esperaba — Selene, no me imaginaba que fueras tu la que estaba incumpliendo el toque de queda —.
Ella me miro, para después entrar como en trance, la sostuve mientras intentaba que reaccionara, pero no reaccionaba.
Cuando lo hizo solo dijo una palabra — Duele...— dijo mientras se agarraba la cabeza la cabeza, note como le bajaba sangre de la nariz y se desmayo.
La cargue hasta la enfermería, donde Madame Pomfrey la miro asustada pues su nariz seguía sangrando y su cabello había pasado a ser verde, ya que cuando la encontré estaba rosado.
— Ponla en la camilla — la coloque en la camilla — Iré a avisarle a Dumbledore — salí lo mas rápido que pude a avisarle a el Profesor Dumbledore.
Cuando regrese con el profesor a la enfermería, el se quedo mirándola — Sabíamos que esto pasaría eventualmente —.
— Si pero nunca dijiste que seria tan pronto — el dijo que pasaría pero dijo que cuando tuviera 16 años no ahora.
El profesor avanzo y se sentó a los pies de la camilla donde estaba Selene — Al parecer es mas poderosa de lo que pensamos — hablo con su habitual calma.
— ¿Qué haremos? — le pregunte — Ayudarla, enseñarle a controlarlo y a potenciarlo — pero como haría eso si todo se había adelantado.
— Pero todo se adelanto, así que habrá que esperar a que algunos hechos ocurran, después ella vendrá a mi y yo podre ayudarla — parce que siempre sabia lo que iba a decir.
— Y hasta eso ella tendrá que sufrir y pasar por esto sola — el me miro — Si, me duele igual que a a ti Severus, pero es necesario — asentí no tan convencido.
Madame Pomfrey nos dijo que cuidaría de ella, que podíamos retirarnos y así lo hicimos.
*POV SELENE*
Estaba viendo todo negro, de la nada pude sentir voces y pasos acercándose hacia donde me encontraba, un momento donde me encontraba, lo ultimo que me acordaba era ver a mi padrino y luego aquella visión sobre esos chicos.
Parpadíe e intente abrir mis ojos, me costo un rato; pero al final pude hacerlo, viendo el techo y lo que me rodeaba deduje que me encontraba en la enfermería, suponía que mi padrino me había traído.
Con un poco de esfuerzo logre sentarme en la cama, me dolía todo el cuerpo parecía como si me habían golpeado mientras dormía.
Me puse de pie y sentí mis piernas entumecidas, me acerque a las cortinas que dividían las camas en la enfermería, pude reconocer que figuras rodeando una cama, me di cuenta que se trataba de la profesora McGonagall y Madame Pomfrey, ambas miraban con tristeza la cama donde se encontraba un estudiante de Hufflepuff.
— Lo acaba de encontrar Filch, al parecer estaba en el suelo con Sir Nicholas flotando encima de él, lo peor es que Potter estaba a su lado y Filch cree que fue Potter, después de lo de su gata, anda en un estado de alerta un poco exagerada, estuvo patrullando el lugar donde encontraron a su gata las 24 horas del día —.
Era bastante obvio que Potter no pensaba en lo que hacía como se quedo con el Hufflepuff, sabiendo que el señor Filch solo estaba buscando una excusa para que lo castiguen. No pude seguir escuchando porque el sonido de unos pasos apresurados me hicieron regresar a mi cama quise hacerlo rápido pero me maríe y termine nuevamente en el suelo, mientras escuchaba la voz con aire molesto de mi hermano.
— Madame Pomfrey, podría decirme ¿donde se encuentra mi hermana? — tenía que llegar rápido a mi cama — Señor Malfoy le pido por favor un poco de recato, esta usted en la enfermería; por otro lado entiendo que se encuentre preocupado por su hermana, acompáñeme — esta vez si pude subir a mi cama e intente parecer dormida.
Tan luego cerré mis ojos, la cortina se abrió y pude percibir el olor de la colonia de mi hermano, este llego hasta mi lado y tomo mi mano.
— Sel, se que estás molesta conmigo; pero no me vuelvas a hacer esto por favor, si te sientes mal, dímelo, no quiero levantarme y encontrarme con la noticia de que mi hermana no pasó la noche en la habitación — su voz se corto un poco, sabía que estaba haciéndose el fuerte.
— Te busque como loco, hasta que el profesor Snape vino a decirme que estabas aquí, no sabía si sentirme feliz porque te había encontrado o desesperado porque no estabas bien, Sel perdóname, no quiero seguir así contigo... se que estás despierta te conozco desde siempre —.
Abrí mis ojos y vi a mi hermano, sus ojos estaban aguados, sabía que estaba hablando con la verdad, solo atine a lanzarme a sus brazos...
Segundo capítulo del maratón espero que les haya gustado, el siguiente lo subiré entre hoy y mañana aún estoy dándole los últimos arreglos.
Los quiere F. R. Devonshire