Entonces Harry piensa que va a ganar algo al negarle sexo a Louis. Eso no es demasiado sorprendente, ahora que Louis ha tenido tiempo de pensarlo. Harry es un gladiador, siempre espera ganar algo cuando derrota a su oponente, incluso si es solo una noche de vino y sexo.
No es que Louis se considere el oponente de Harry. Harry siempre derrota a sus oponentes, y Louis no tiene intención de dejar que eso suceda.
Este no es un juego. Esta es la vida de Harry, la vida de Louis, y Louis no puede dejar que llegue al punto en que Harry se arrodille frente a toda la corte y pida la mano de Louis en matrimonio. Louis no va a decir que no para que todos lo vean, no si posiblemente puede detenerlo. No hará pasar a Harry por eso si puede evitarlo.
Solo desea que el dolor persistente e insistente dentro de él ya que Harry se negó a tener sexo con él desaparezca. No cree que sea mucho pedir.
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Louis se está quedando sin ideas rápidamente. Han pasado cinco días. Cinco días en los que Harry ha tratado todo lo que Louis ha intentado hacer como una especie de pequeño juego divertido, una distracción de su plan. Y no lo es. Esto es grave, sus dos vidas en juego. Puede que no sea el tipo de situación de vida o muerte a la que Harry está acostumbrado, pero es importante. Es muy importante.
Harry siempre ha sido la única persona capaz de meterse debajo de la piel de Louis como ninguna otra. Había estado desestabilizando a Louis desde el día en que se conocieron, y Louis siempre se sintió mal equipado para manejarlo.
Esta vez, sin embargo, Louis hará algo que le permitirá ganar por una vez. Después de hacer esto, Harry se irá. Finalmente estará a salvo, finalmente podrá despertarse todas las mañanas sabiendo que no tendrá que volver al ring nunca más, que no tendrá que luchar contra otro ser humano para sobrevivir. La idea es lo que convence a Louis de hacerlo, a pesar de los recelos que tiene al respecto. Valdrá la pena. Todo será mejor después de que esté hecho.
Todo estará bien.
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Por primera vez en mucho tiempo, Louis pone un esfuerzo extraordinario en su apariencia, se da un largo baño y afeita cuidadosamente su rostro de cada mechón de vello. Hay algunos atuendos que no usa con tanta frecuencia, principalmente porque atraen el tipo de atención que no desea o no necesita.
Él elige uno de ellos ahora, un quitón púrpura de Tyria que es el epítome de la clase alta. Es una tela sedosa, una de las pocas piezas en el reino que tiene el color de la sangre seca, la tendencia más buscada. Es la pieza de ropa más cara que posee Louis, y rara vez la usa. Siente el peso de los ojos de la gente sobre él cuando lo hace, algunos apreciativos, otros no, y le recuerda todo lo que conlleva ser el hijo del Rey. Lo bueno, lo malo, todo lo demás.
El quitón es una pulgada o dos más corto que los que usa normalmente, dejando al descubierto una extensión suave de sus muslos que normalmente mantiene oculto. No es escandaloso, ni cerca, pero a Louis le toma unos minutos reunir el coraje para salir de su habitación.
Tarda más de lo habitual en prepararse, por lo que llega tarde a cenar. Sería falso decir que todos lo miran cuando entra en la habitación, pero así es como se siente.
Realmente, la única persona que lo está mirando es Harry, y eso era de esperarse. Los ojos de Harry tienden a encontrarlo sin importar dónde se encuentre Louis en una habitación. Es desconcertante y reconfortante al mismo tiempo.
El agarre de Harry sobre su tenedor se hace tan fuerte que Louis casi puede ver sus nudillos blanquearse desde el otro lado de la habitación. Louis se dirige a la mesa en silencio, renunciando a su lugar habitual al lado de su padre para una silla en el otro lado, al lado de uno de los soldados de la guardia. Se considera un honor cenar en la mesa del Rey, y este es un soldado que ha tenido ese honor muchas veces antes.
Se llama Félix, y Louis ha sido consciente de su interés desde hace algún tiempo. Antes, siempre era lo suficientemente fácil de ignorar. Félix nunca ha hecho una gran cosa, probablemente al menos en parte debido al peso de la mirada de Harry cada vez que los dos han intercambiado una sola palabra, pero está ahí. Louis sabe que está ahí.
Finalmente está listo para usarlo, eso es todo.
La mirada de Félix es cautelosa cuando Louis se sienta a su lado. Cauteloso y agradecido. Louis puede usar eso. Louis va a usar eso. Seguro.
"Hola, Félix," dice, e ignora la furia que puede sentir en la mirada de Harry.
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Se tarda más de lo esperado en ganar el interés de Félix. Puede que no haya evidencia real de que Harry y Louis hayan estado durmiendo juntos, pero es un secreto mal disfrazado en el mejor de los casos. Es comprensible que Félix desconfíe de que el gladiador más exitoso del reino esté viendo a la persona con la que duerme coqueteando con otra persona. Entonces lleva algo de tiempo, pero Louis los lleva allí.
Siempre supo que Félix estaba interesado.
"¿Por qué no me escapo ahora" murmura Louis, su mano en el pecho de Félix, "y me sigues en unos minutos?"
Félix asiente. La sonrisa de Louis no llega a sus ojos, pero se levanta de su asiento y sale al pasillo. No se aleja demasiado, baja unos pocos corredores donde Félix aún podrá encontrarlo, limpiando sus palmas húmedas en su quitón mientras espera.
Y espera. Espera mucho más de lo que debería, frunciendo el ceño cada vez que pasa el tiempo, preguntándose qué podría haber salido mal.
Finalmente, se escuchan pasos a la vuelta de la esquina. Son pesados, casi intencionalmente, y Louis se relaja y se acomoda lo más ingeniosamente posible contra una pared. Todo va de acuerdo al plan, entonces. Eso es bueno.
No es Félix quien dobla la esquina.
"¿Realmente pensaste," comienza Harry, con voz tranquila a pesar de tener sus puños apretados a los costados, "que simplemente te dejaría salir corriendo con un pequeño y lindo chico soldado mientras estaba sentado allí?"
Louis da un paso adelante y mira por el pasillo. No hay cuerpos allí, no hay signos de sangre, y eso es algo bueno.
Aun así. "¿Qué le hiciste a Félix?"
Harry da un gran paso adelante y se coloca en el espacio de Louis. Él no hace ningún movimiento para tocarlo, todavía no. "Simplemente reforcé el conocimiento de que tener sexo contigo sería una mala idea."
Harry es grande y ancho, musculoso y capaz. Ni siquiera es tan grande, simplemente parece así con todo lo que se avecina, y todo lo que realmente importó es que es más grande que Louis. Él sabe cómo pelear, ha matado a muchos hombres con sus manos desnudas, y es exactamente por eso que Louis sabe que le ha hecho algo a Félix.
Algo más que solo hablar con él.
"Esto es lo que pienso," dice Louis, acercándose a su altura máxima. "Creo que no es asunto tuyo con quien me acuesto. Creo que debes comenzar a mantener tus manos para ti mismo o pelearás con la persona equivocada, alguien que realmente pueda defenderse y tal vez incluso ganar. Creo que no tienes derecho a entrometerte en mi vida de esta manera, y que necesitas salir de esta ciudad antes de que yo te obligue."
En cuanto a los discursos, no está mal.
Todo lo que logra hacer es lograr que Harry se acerque un paso más, aún más al espacio de Louis, y juegue con el dobladillo del quitón de Louis. "¿De Verdad?" pregunta con voz baja. "¿Entonces apareciste a cenar usando esto, eso no significa nada?"
Hay un rubor abriéndose camino en el rostro de Louis, uno que no puede detener, no importa cuánto lo intente. La idea ni siquiera había cruzado por su mente cuando había elegido este atuendo antes. Es algo en lo que no se deja pensar.
"No," dice Louis. Mantiene sus respuestas cortas y simples. Quizás Harry no podrá ver las mentiras de esa manera.
"No me mientas," dice Harry bruscamente, todavía agarrando la tela con una mano y levantando la otra para enrollarse alrededor de la nuca de Louis. "Siempre piensas que no puedo ver a través de ti, pero sí puedo."
Louis abre su boca para alimentar a Harry con otra mentira, algo sobre ni siquiera saber cuándo obtuvo este chitón en particular, que es solo una prenda que no significa nada.
Harry lo corta con un beso. No es gentil al respecto, aplastando sus caras de una manera que sería dolorosa si no lo siguiera de inmediato con una intensidad impactante. Es bueno - Siempre es bueno, duele lo bueno que es.
Fue un regalo de su padre, el quitón. Louis lo había usado la primera noche que tuvo sexo con Harry, después de meses de persecución, meses de coquetear de maneras cada vez más obvias. Había sido una noche muy parecida a esta - Louis se había presentado a cenar con este atuendo, y Harry todavía estaba esclavizado, pero eso no había importado. Sucedió sin importar nada de eso, y en el momento en que Louis entró en esa habitación, Harry apenas parpadeó, y mucho menos miró hacia otro lado. Su mirada había sido abierta y hambrienta, y el peso de su deseo había dejado a Louis sonrojado toda la noche. Si se sintió atraído por Louis en un día normal, ese día habría sido como algo sacado de una historia de amor épica.
Louis no se ha permitido pensar en ese día en mucho tiempo.
El beso es manso, en comparación con algunos de los otros que Harry le ha dado. No débil, de ninguna manera, pero manso. Lengua resbaladiza saliendo rápidamente, apenas haciendo contacto antes de retirarse de nuevo a su propia boca. Louis hace un ruido de hambre antes de poder detenerse, persiguiendo la lengua de Harry.
Su espalda golpea la pared. Es abrupto y un poco discordante, pero todo lo que hace es hacer gemir a Louis un poco más fuerte, un poco más profundo, arqueándose en las manos de Harry. Harry no lo dejará ir, Louis lo sabe, no ahora que lo tiene en sus manos, y Louis está extrañamente de acuerdo con eso, succiona la lengua de Harry en su boca, endorfinas corriendo por su cuerpo. Todo está bien, Harry grande y sólido contra él, besándolo exactamente como a Louis le gusta que lo besen, tocándolo exactamente de la misma manera que Louis necesita ser tocado.
Harry lo deja ir.
"¿Entras con esto y empiezas a coquetear con alguien más y esperas que lo deje?" Harry pregunta. Su voz se ha vuelto un poco oscura, un poco peligrosa.
Louis no le tiene miedo. Tal vez eso sea algo malo. "Espero que me dejes tomar mis propias decisiones en lugar de tratar de controlarme," sisea, empujando los hombros de Harry. Harry da un paso atrás y Louis sabe que es solo porque está permitiendo que suceda.
Louis está enojado. Joder, está tan jodidamente enojado. Harry no puede decidir esto por los dos. Louis está a cargo de su propia vida. Así ha sido siempre y así se va a quedar.
"Si esas decisiones involucran que te acuestes con personas que no te atraen para lastimarme, voy a seguir haciendo lo que estoy haciendo," dice Harry. "De todos modos, ni siquiera toqué al tipo."
Lo dice con el menor indicio de mal humor en su voz, y eso es lo que hace que Louis le crea. Harry es exactamente el tipo de persona que se lamenta de no poder lastimar a otras personas por las desavenencias percibidas. Es su forma de vida, después de todo. La violencia está en su naturaleza. Es lo que hace.
"Tú no -" Louis comienza, voz resonando en el pasillo por lo fuerte que está siendo.
"Tomo decisiones por ti, sí, lo sé," lo interrumpió Harry. La frustración y la excitación están en guerra en su rostro, claro y obvio, y Louis desea que no conozca la mirada de ambos tan íntimamente. "No soy yo quien toma decisiones por ti. Soy yo diciéndote que la idea de que tengas sexo con otras personas me está rompiendo el corazón."
Louis respira hondo y se recuesta contra la pared. "No," dice, cerrando sus ojos. Esto ya es bastante difícil como es. Harry siendo tan abierto, tan vulnerable, no está ayudando.
"No voy a disculparme," dice Harry, volviendo, el calor de su cuerpo contra el de Louis. Louis no puede evitar arquearse contra él nuevamente, encajándolos perfectamente. "Nunca voy a disculparme por amarte. Ya deberías saber eso."
Con sus ojos aún cerrados, Louis levanta su mano y enreda sus dedos en el cabello de Harry, bajando su cabeza. "Solo - solo bésame," dice, voz quebrada, y no deja que sus ojos se abran para ver la reacción de Harry.
Harry lo hace. El beso es suave esta vez, por una vez, dulce y explorador, y Louis quiere. Él quiere mucho. Quiere todo lo que Harry le daría, y sabe que Harry le daría todo.
Todavía es un pensamiento aterrador. Louis se lo quita de la cabeza y le devuelve el beso a Harry. No le toma mucho tiempo comenzar a sentir que ha sido drogado, apenas da pistas para dejar que Harry se abra camino entre los muslos de Louis. Es una presión tan cálida y familiar. Se siente natural tenerla allí, exactamente dónde debería estar, y Louis gime desde el fondo de su garganta, arqueándose en las manos de Harry. Una vez más. Sólo una vez más. Una vez más es todo lo que necesitan para poder sacudirse mutuamente para siempre, seguir adelante con sus vidas. Una noche más juntos, eso es todo lo que se necesitará.
Harry lo deja ir de nuevo. Esta vez, él retrocede completamente, colocando tres pies de espacio entre ellos para que no haya riesgo de que se toquen. Ni siquiera un poco. Louis no lo lamenta, el toque. De ningún modo.
"Te quiero," dice Harry, crudo y honesto. "Nunca voy a dejar de quererte, y realmente no creo que puedas hacer nada para convencerme. Pero todavía no voy a tener sexo contigo hasta que me des tu respuesta, y si esa respuesta es no, todavía no me iré. Ya sea que estemos juntos o no, voy a protegerte. Tengo que protegerte."
Con eso, gira sobre sus talones y se aleja. La única razón por la que Louis sabe que tiene tensión en sus hombros es porque la ha visto antes, muchas veces cuando Louis intentó alejarlo.
Esto no es ideal. No es el fin del mundo, no importa cómo se sienta, pero no es lo ideal. Louis está bastante seguro de que nadie discutirá con él sobre eso.
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Crear un plan para sacar a Harry de la ciudad es más difícil de lo que Louis pensó originalmente que sería. Harry tiene la habilidad particular de ser la persona más terca que Louis haya conocido, y si Louis no lo ha asustado ahora, ninguna de sus tácticas normales funcionará.
Ignorar a Harry no va a funcionar. Negarse a asistir a sus peleas no va a funcionar. Louis necesita hacer algo más grande, algo que envíe un mensaje inconfundible.
Él va a su padre.
"Padre," dice, dirigiéndose a él en las habitaciones del Rey, el único lugar donde es probable que su padre esté solo, "quiero que detengas los avances de Harry."
Su padre ni siquiera le hace la dignidad de mirar desde el pergamino que está escribiendo. "Si quieres que se detenga, abre la boca y dile que se detenga."
"Le dije que se detuviera," dice Louis, indignado, golpeando su mano sobre el pergamino de su padre, manchando tinta.
Eso es lo que hace que su padre mire hacia arriba, sin impresionarse. "Sí, soy muy consciente de eso," dice secamente. "Sin embargo, podría ayudar si no dejas que te bese en el mismo aliento. Solo un consejo."
Louis se obliga a no sonrojarse. "Ese no es el punto."
Su padre suspira, recostándose en su silla. "La primera vez que ustedes dos pasaron la noche juntos, una docena de personas vinieron corriendo para contarme al respecto," dice conversacionalmente. "La mitad de ellos estaban convencidos de que te estaba obligando a hacer algo que no querías hacer, pero yo lo sabía mejor que eso. No mi hijo, pensé. Mi hijo preferiría morir antes que verse obligado a hacer algo que no quería."
Ese rubor se está abriendo camino a través de las mejillas de Louis. No lo había sabido. Pensó que había hecho un trabajo bastante decente ocultándolo por un tiempo, de su padre, si no de nadie más. Debería haber sabido que habría personas corriendo para revelar sus secretos a su padre. Los chismes en este reino son extravagantes.
"Siendo el padre increíble que soy, pensé, debería asegurarme de que mi hijo esté bien. Por la mañana, ¿sabes lo que vi?"
Todos los recuerdos que Louis tiene de ese día están directamente relacionados con Harry. Realmente no es una sorpresa - la noche anterior había sido larga, llena de calor, y Harry todavía había estado en la cama de Louis por la mañana, su brazo descansando pesado y posesivo sobre su pecho. Louis había reunido su resolución y le había dicho a Harry que se fuera, pero Harry se había inclinado sobre él en ese momento, con ojos oscuros e intencionales, y Louis no lo había dicho en la forma en que pretendía hacerlo. Harry no se había ido, y esa última vez antes de salir al pasillo casi había sido más doloroso que bueno.
"Tienes muchos talentos, Louis, pero la sutileza no es uno de ellos," continúa su padre. "Esa mañana estabas prácticamente cubierto de las marcas que él te dejó, y no podías prestar atención a nada que alguien te dijera en todo el día. Él siempre te miraba, pero ese día era peor, como si no pudiera soportar dejarte fuera de su vista."
La boca de Louis está seca. Traga, esperando forzar a su saliva a fluir. "Entonces tuve sexo. Eso podría haber sido con cualquiera."
Ambos saben que es una mentira.
"Eras feliz," dice su padre, mirando a los ojos de Louis. "Incluso podrías haber sido el más feliz que te haya visto. No hay forma de que te haya obligado a hacer algo que no quisieras hacer, ni esa noche ni nunca."
Louis solo puede mirar, sin pestañear, mientras su padre se levanta de su silla y camina alrededor de la mesa, dirigiéndose hacia la puerta, golpeando a Louis en el hombro al pasar. "Lo único que siempre he querido para ti es la felicidad, y no voy a interponerme en eso. Si realmente quieres decirle que no, tendrás que ser tú quien lo haga."
Con eso, sale de la habitación, dejando que la puerta se cierre detrás de él con firmeza.
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Louis tarda casi una hora en recuperarse lo suficiente como para regresar a sus propias habitaciones. Por lo que parece la milésima vez esta semana, se siente sacudido, como si su corazón intentara escapar de su pecho. Normalmente Harry es la única persona que le da a Louis este sentimiento, por lo que el efecto de hablar con su padre es el doble de duro.
Su padre piensa que Harry lo hace feliz. Su padre piensa que Harry lo hace feliz y Louis ni siquiera puede negarlo correctamente, no puede hacer que ninguno de los dos le crea cuando dice lo contrario.
Nada de eso cambia nada. Louis no puede decidir si debería sentirse aliviado por eso o no.
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Louis asiste al torneo al día siguiente. Harry no está peleando en él, pero hace hincapié en aparecer ante cada uno, catalogando las fortalezas y debilidades de sus oponentes, la forma en que se mueven y atacan. Si él nació en un conjunto diferente de circunstancias, sería un buen soldado.
Eso tampoco cambiaría nada. Louis mira a los otros gladiadores pelear, pero está distraído, viendo a Harry mirar a los otros hombres. Él no tiene un plan, no tiene un próximo movimiento, y el pensamiento asusta un poco a Louis. No tener un plan no es una opción. No tener un plan lo llevará a hacer algo increíblemente estúpido.
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Cinco horas después, Louis está haciendo algo increíblemente estúpido. Harry no lo ha buscado en todo el día, y eso es inquietante. No le gusta darle espacio a Louis. No le ha dado espacio a Louis desde el primer día que se conocieron.
A Louis le gustaría decir que ser ignorado por Harry no lo hace actuar irracionalmente. Sin embargo, sería una mentira decirlo, el tipo de mentira que no se puede hacer que parezca creíble. No ahora, de todos modos, no con lo que Louis está haciendo.
Su corazón late rápidamente en su pecho. No tiene sentido para él estar haciendo esto ahora. Es exactamente lo contrario de lo que debería estar haciendo si realmente quiere que Harry salga del palacio, encuentre un lugar para llamarlo suyo, una vida que no implique sangre y lucha por su vida.
Louis aun así lo está haciendo.
Afortunadamente, no tiene que esperar mucho antes de que haya ruido en la puerta. Debe estar llegando a la medianoche. El castillo se ha vuelto más o menos tranquilo, y Louis entró aquí hace unos veinte minutos, esperando encontrar a Harry dormido en su cama.
No hace falta decir que no había encontrado eso. En cambio, había encontrado una habitación vacía. No sabe qué habría hecho si Harry hubiera estado aquí como Louis esperaba que lo hiciera - ellos probablemente habrían peleado, Louis habría gritado y se habrían besado.
Esto es mucho peor. Louis podría haber manejado eso. Un poco de discusión, algunos besos. Nada de eso es realmente perjudicial para el plan de sacar a Harry de aquí.
Esto, sin embargo. Esto es perjudicial para ese plan.
La puerta se abre y Harry entra, cerrándola rápidamente detrás de sí mismo, antes de que Louis pueda comenzar a entrar en pánico de que alguien pueda verlo. Harry levanta su vista, mira a través de la habitación, mira a Louis y exhala pesadamente.
"Sabes, si realmente quieres que deje de perseguirte, podrías considerar no aparecer desnudo en mi habitación," señala Harry.
Louis lo sabe. Todavía no había podido detenerse. "No hagas que me arrepienta de esto," dice vacilante, recostándose contra unas almohadas que había esponjado antes.
Harry se acerca, pies en silencio contra el suelo. "Ya lo haces," responde, sentado en una esquina de la cama y estirando su mano para agarrar el tobillo de Louis. Hay algo un poco triste en su voz, un poco derrotado, y por primera vez Louis piensa que sus intentos de lograr que Harry se vaya podrían estar funcionando.
Tiene que empujar el dolor que el pensamiento causa fuera de su pecho.
"Mi padre siempre ha sabido de nosotros," dice Louis. Es la razón por la que ha venido aquí, después de todo, y por más que lo haya intentado, nunca ha tenido tanto éxito en ocultarle cosas a Harry.
Las comisuras de la boca de Harry se arquean, solo un poquito. "¿Realmente pensaste que él no lo había hecho?" pregunta, divertido, y puede que no quiera que se adhiera debajo de la piel de Louis, pero lo hace.
"Debería haberte rechazado la primera vez que aclaraste tus intenciones," dice Louis, labios curvados.
"¿Es por eso que viniste aquí, para acostarte desnudo en mi cama y decirme que te arrepientes de todas tus elecciones de vida?" Harry pregunta. Su mano se desliza por el interior de la pantorrilla de Louis, hasta su rodilla, como si estuviera tratando de llevar a casa el punto de que Louis está desnudo en este momento.
"Vine aquí," dice Louis, tomando la mano de Harry de su pierna y articulando cada palabra claramente, para que no haya malentendidos, "porque tu obsesión por asegurarte de que todos en este país sepan que te pertenezco me ha dejado sin otras opciones cuando quiero tener sexo. Eres tú o nadie."
Eso fue un error. Louis no lo había pensado hasta el final y, a juzgar por el brillo de interés en los ojos de Harry, no se lo había perdido.
Antes de que Louis pueda pensar en algo, cualquier cosa que hacer al respecto, retíralo, tal vez, Harry lo está levantando, su puño enredado en el cabello de Louis, inclinándolo hacia atrás mientras se inclina para aplastar sus bocas. Parece menos un beso que un castigo y a Louis no le importa. Llena ese lugar hueco dentro de él de la misma manera que lo haría un beso suave.
"No hay nada en este mundo como escucharte decir que eres mío," dice Harry, apenas unos segundos después del beso. Sus palabras separan sus bocas, y Louis no puede evitar intentar reclinarse por más.
Harry no se lo da. Su pulgar roza la curva del cuello de Louis, sube por su mandíbula para presionar contra la parte inferior suave. "Aun así no voy a follarte," agrega.
El beso no había hecho nada excepto hacer que el dolor entre las piernas de Louis fuera mucho más fuerte. Él busca a tientas la mano de Harry, atrayéndola entre ellos. "¿Estás seguro?" pregunta, tratando de recostarse y persuadir a Harry a la cama correctamente.
"Mm," responde Harry, curvando sus dedos alrededor de la polla de Louis y presionando sus dientes contra la mandíbula de Louis, lo suficientemente fuerte como para dejar una marca. "No tengo dudas de que harás todo lo posible para convencerme, pero lo único que quiero más que estar dentro de ti es saber que te tengo mientras vivamos."
Lo dice mientras acaricia la polla de Louis con toques suaves y persistentes. Louis le cree, pero también cree que si Harry tuviera ese tipo de fuerza de voluntad, ellos no se estarían tocando en este momento. Y ellos lo están haciendo. Entonces. Les deja con un dilema.
Louis lo resuelve empujando hacia arriba con todas sus fuerzas, poniéndose encima de Harry, a horcajadas sobre su regazo. Es muy consciente de que la única razón por la que logra hacerlo es porque Harry lo deja.
"Te quiero," dice Louis, girando sus caderas, presionando contra la polla de Harry. Puede sentir el bulto debajo de él, exactamente lo que necesita en este momento. "¿No me quieres?"
"Te quiero todo el tiempo," responde Harry, agarrando las caderas de Louis con ambas manos, pero sin detenerlo, solo frenándolo. "Te quiero cuando estoy soñando."
Tal vez él quiere agregar más a esa declaración, tal vez no lo hace. Probablemente solo se distraiga con el culo de Louis.
Bueno. Esa es la intención de Louis, después de todo. Distraerlo para que haga algo que no quiere hacer.
"¿Con qué sueñas, cuando sueñas conmigo?" Louis pregunta sin aliento, agarrando los hombros de Harry y sin titubear en su ritmo. Esto va a funcionar. Ellos van a tener sexo y luego Louis podrá aclarar su cabeza y llegar a un plan adecuado.
"¿Con qué sueño?," Repite Harry pensativamente, ahuecando la parte posterior de la cabeza de Louis con una mano, dejando la otra en su cadera, acercando sus rostros lo suficiente y sus respiraciones comienzan a mezclarse. Besa el cuello de Louis, boca abierta y húmeda, y todo sobre esto se siente tan bien, estar desnudo en el regazo de Harry en su habitación, sin nadie alrededor para distraerlos.
"Sueño con momentos como este," dice Harry en voz baja, susurrando las palabras en la piel de Louis. "Solo tú y yo en una habitación juntos, piel sobre piel."
Eso suena bien. Eso suena muy bien. Louis se retuerce un poco, tratando de atraer a Harry para que lo ponga de espaldas, para que los junte de esa manera, profundo y perfecto.
"Sueño con que podamos estar juntos así cuando queramos porque estamos casados." finaliza Harry.
Louis cierra sus ojos. "Harry."
"Louis William Tomlinson," dice Harry, enmarcando el rostro de Louis en sus manos e inclinándola hacia arriba, "no podría estar más enamorado de ti. No me avergüenzo de eso, y definitivamente no voy a ocultarlo."
No trata de besar a Louis después de decirlo, y eso es lo único que le da a Louis la fuerza para ponerse de pie, envolver una sábana alrededor de su cuerpo y cerrar la puerta detrás de él cuando sale de la habitación.
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Queda menos de una semana para que Harry ponga en práctica su plan. Louis yace despierto en su propia cama esa noche, pensando en ello. Harry lo ha estado persiguiendo desde el día en que se conocieron, y ese capítulo de sus vidas pronto terminará, de una forma u otra.
Louis ha estado permitiendo que suceda todo este tiempo, la persecución. Nunca dijo que no y lo dijo en serio, no realmente, y sabe que ha sido obvio. Harry puede ser persistente, terco hasta la exageración, pero sabe cuándo retroceder ante algo, y nunca ha retrocedido desde Louis. El día que Louis finalmente logró asegurar su libertad, había estado esperando en la habitación de Louis, con ojos oscuros e intensos, y ni siquiera le había dado a Louis la oportunidad de pronunciar palabras antes de haber estado sobre él. Es solo una en una larga línea de conversaciones que no había salido como Louis pretendía, y sabe por qué Harry sigue aquí, después de todo este tiempo.
Louis tiene que salir de la ecuación.
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Decirle a su padre su plan sería una idea monumentalmente estúpida. Si Harry le pregunta, Louis no tiene dudas de que su padre le diría a dónde fue sin apenas ninguna necesidad de persuasión. Para que esto funcione, Harry tiene que ser incapaz de encontrarlo a tiempo. Todo lo que Louis tiene que hacer es esperar el marco de tiempo de Harry y Harry no podrá superar el dolor. Se irá, finalmente se encontrará con una nueva vida, una que no involucre a Louis o la realeza o los gladiadores, y finalmente estará a salvo.
Eso es todo lo que Louis quiere para él.
Dicho esto, no decirle a nadie a dónde va también sería una idea monumentalmente estúpida. Si su padre cree que ha desaparecido de verdad, enviará un grupo de búsqueda y se concentrará en nada más hasta que se encuentre a Louis. Eso ni siquiera explica lo que haría Harry si pensara que Louis estaba bien y verdaderamente desaparecido - probablemente habría incendiado pueblos enteros en un esfuerzo por encontrarlo.
No, lo que Louis necesita es la ayuda de alguien en quien confía, alguien que no se doblegue bajo la presión que su padre y Harry indudablemente pondrán sobre él. Y solo hay una persona para ese trabajo.
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"¿Estás loco?" Liam exige, brazos cruzados sobre su pecho y mirando a Louis con una cara decepcionada. "Huir de tus problemas no va a resolver nada, sabes."
"No estoy pidiendo tu permiso," Louis responde de inmediato, cruzando sus propios brazos sobre su pecho. "Estoy haciendo esto, me ayudes o no, y eres la única persona que estoy dispuesto a decir a dónde voy."
Esta es la única oportunidad de Louis de darle a Harry su libertad de verdad. Pensó que lo había hecho cuando lo liberó de ser un esclavo, pero esto será lo que realmente liberará a Harry. Louis está seguro de eso.
Solo necesita un poco de ayuda para lograrlo.
Liam suspira. "Louis -" comienza.
Louis levanta una mano y lo corta. Liam es prácticamente su hermano - ellos se criaron juntos, la madre de Liam los cuidó a ambos cuando eran niños, y no hay nadie en quien Louis confíe más en su espalda, pero si se trata de eso, Louis lo ordenará.
Liam siempre tuvo dificultades para no seguir órdenes directas, incluso cuando provienen de Louis.
"Estoy haciendo esto, Liam," dice Louis con firmeza. "Y tú puedes ser la única persona que sabe a dónde he ido o también puedes estar en la oscuridad. ¿Qué va a ser?"
Liam suspira de nuevo.
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Es tranquilo, treinta millas fuera del castillo. Pacífico. El pueblo más cercano está a cuarenta y cinco minutos a caballo, y Louis trajo suficientes suministros para las próximas tres semanas. La casa es más pequeña de lo que Louis está acostumbrado, pintoresco, pero no le importa. No recuerda la última vez que estuvo solo de esta manera.
No es que esté completamente solo. Su padre nunca lo perdonaría si fuera a un lugar completamente solo, sin guardia para pasar una espada a un intruso, por lo que Kent ha estado afuera desde que Louis llegó, recorriendo los terrenos de vez en cuando.
Sin embargo, es diferente estar solo así. Durante los primeros dos días, Louis apenas hace más que sentarse mirando las ventanas, permitiéndose sentir realmente el dolor en su pecho. Tiene que seguir recordándose a sí mismo que esto es lo que él quiere, que esta es la única forma en que ambos eventualmente pueden ser felices, incluso si les toma un tiempo llegar allí. Será mejor. Tiene que serlo.
Sin embargo, el dolor no quiere desvanecerse. En todo caso, se vuelve más fuerte a medida que pasan las horas, y Louis ya no puede hacer nada. Encuentra maneras de pasar el tiempo. Va a dar un paseo, lee algunos libros de la biblioteca elaborada en la pequeña cabaña, cosecha las verduras que crecen en el jardín. En un mundo diferente sería una vida a la que podría acostumbrarse. Como vacaciones, no es lo peor del mundo.
No es hasta el quinto día que las cosas comienzan a cambiar. Louis sale de la cabaña por la mañana vestido para un día frío de escarda y casi entra directamente a Kent.
Hay una mirada en su rostro que a Louis no le gusta. Él conoce a Kent desde que tenía cinco años, viendo a los soldados entrenar en la tierra en las cálidas tardes de verano, y Kent nunca ha sido nada menos que honesto con él. Con tacto, pero honesto. Es por eso que Louis lo eligió específicamente para acompañarlo. Kent puede no estar de acuerdo con sus decisiones, pero sería difícil decirlo en voz alta.
"¿Qué es?" Louis pregunta con cautela. Su mente inmediatamente piensa en reinos rivales y soldados pisoteando los bosques, buscando una excusa para comenzar una guerra. El hijo del rey sería una buena forma de hacerlo.
Kent duda por un breve segundo antes de comenzar a hablar. "Fui a la ciudad antes por algunos suministros. Se corre el rumor de que hay un gladiador en su camino aquí, buscando a alguien. No hubo detalles específicos."
No tiene que agregar pero. Louis puede escucharlo en su voz.
El dolor en el pecho de Louis se duplica. Es Harry No hay duda de que es Harry.
"Tenemos que irnos," dice Louis. Está tan cerca, solo unos días más y luego Louis ya no tendrá que correr, no tendrá que preocuparse de que Harry lo encuentre porque Harry no tendrá más remedio que rendirse.
Dejarlo atrás fue la declaración más fuerte que Louis pudo haber hecho. No sabe qué va a hacer si Harry lo ignora.
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Montan durante seis horas hasta que han llegado a un lugar cuatro ciudades más allá. La noche está comenzando a caer y Louis solo tiene dos opciones - seguir andando y dormir en el bosque o acomodarse para pasar la noche en un hotel de la ciudad.
Si encuentra a Louis en medio del bosque, Louis no tiene dudas de que Harry haría una escena. Una escena grande y emotiva, y Louis no confía en sí mismo lo suficiente como para poder decir que no cuando son solo ellos dos. No puedo confiar en sí mismo así.
Harry no haría una escena así en una ciudad llena de gente. Si logra encontrar a Louis aquí, no correrá ese riesgo. No cuando conoce todas las costumbres y expectativas de ser el hijo del Rey. Harry no arriesgaría sus posibilidades de que Louis realmente dijera sí a su ridícula propuesta.
Louis reserva dos habitaciones en el mejor hotel que la ciudad tiene para ofrecer. Hay expectativas que acompañan a la realeza, y permanecer en los mejores lugares es uno de ellos, incluso si tiene un perfil un poco más alto de lo que Louis quiere ser.
Esa noche no puede dormir. La cama es la combinación exacta de firme y suave, las sábanas están limpias, la habitación ha sido limpiada recientemente y el fuego se está calentando. No hay nada malo con el alojamiento.
Mañana será exactamente dos semanas desde que Harry hizo su anuncio. Louis solo tiene que esperar un día más, dos para estar en el lado seguro, y luego todo esto terminará.
La idea no hace nada para ayudarlo a dormir.
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El día transcurre sin incidentes. Louis no respira con calma hasta que está acostado en la cama esa noche, manos cruzadas sobre su estómago y mirando al techo.
Se acabó, entonces. Harry no ha venido por él. Se acabó.
Apenas puede admitirse a sí mismo que llora hasta quedarse dormido.
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Louis pasa el día siguiente en la corte. Es lo que habría hecho si hubiera venido aquí en cualquier otra circunstancia, y es justo para la gente. Es lo que su padre hubiera querido que hiciera, y Louis ya es muy consciente de lo decepcionado que estará con él. No hay necesidad de darle más razones para ello.
La gente del pueblo tiene todas las quejas habituales. Louis las escucha con mucha más paciencia de la que suele tener, incómodo al saber que su paciencia es tener algo que lo distraiga del enorme agujero en su pecho. Es algo a lo que tendrá que acostumbrarse.
Le gusta conocer a la mayoría de las personas. No son ricos, no están interesados en la política de la realeza y quieren soluciones a sus problemas. Son personas normales, todos los días, y Louis no puede dejar de pensar en que Harry se convierta en uno de ellos. Una persona promedio, alguien que algún día podrá olvidarse de la sangre en sus manos, alguien que pasa sus días trabajando duro y yendo a la cama sabiendo que ha logrado algo de lo que puede estar orgulloso.
Por extraño que parezca, ese es el pensamiento que comienza a hacer que Louis se sienta mejor. Llegará un día en que Harry apenas pensará en las vidas que se ha llevado, y Louis no estará cerca para verlo, pero sucederá de todos modos. Así es la vida, continúa.
Louis seguirá adelante.
Está en medio de hablar con un agricultor sobre su pedido de un par de manos adicionales para ayudarlo a cosechar cuando comienza la conmoción. Ya pasó el mediodía y Louis solo planea ver a algunas personas más antes de dejar de fumar. Comenzó temprano esta mañana, y aunque la mayoría de las solicitudes no requieren demasiado tiempo, ha sido un día largo. La idea de una cama cálida y agradable ha estado llamando su nombre durante la última hora, y no es del todo porque quiera acurrucarse y llorar en una almohada por un tiempo.
No completamente.
Por un minuto, Louis se sienta congelado en su silla. Hay muchas cosas que podría ser la repentina oleada de ruido, la mayoría de ellas malas, y con solo un guardia armado alrededor -
Louis no tiene tiempo para decidir qué quiere hacer antes de que las puertas se abran de golpe y alguien entre. Alguien alto y familiar, seguido de un grupo de otras personas conocidas.
Louis se queda sentado, aplastando cada sentimiento que tiene en su pecho. La realeza no se pone de pie cuando los intrusos entran a una habitación.
"Si deseas una audiencia con el príncipe, tendrás que esperar su turno," dice Louis. Sus manos ya están juntas en su regazo, y eso es bueno porque está bastante seguro de que sus dedos tiemblan. Esto no puede estar pasando. Se suponía que Harry debía rendirse.
Harry se ríe, bajo y sin diversión, deteniéndose mucho más de lo apropiado. "Se suponía que debía tener una audiencia contigo ayer," dice.
Louis mira a todas las personas que Harry trajo con él, de pie en su mayoría en silencio detrás de él. Parece que es toda la corte, incluido su padre y Liam. Arrastrados hasta aquí para que Harry cumpla su promesa.
No puede permitirse mirar a Harry por mucho tiempo. El dolor que pensó que estaba manejando está de vuelta con una venganza, peor cada vez que vislumbra el rostro de Harry. Todos los pensamientos de poder manejar esta mosca de su cabeza. Sus palmas están sudorosas y no sabe qué va a decir cuando Harry le pregunte.
"Las cosas no siempre funcionan de la manera que planeas," dice Louis eventualmente. Su mirada se desvía hacia Harry parado frente a él, incapaz de evitarlo.
La sonrisa de Harry es irónica pero genuina. Se lleva una mano a su cintura para desabrocharse el cinturón de su espada, lo que le permite caer al suelo con cuidado. El metal está limpio y pulido, una señal de que Harry no lo ha usado para entrar aquí. "No," él está de acuerdo. "A menudo no lo hacen."
Parece contento con simplemente quedarse allí, mirando el rostro de Louis. Con él entre Louis y la puerta de esta manera, Louis tiene pocas opciones para lo que podría hacer a continuación. Él podría correr por ello. Harry lo perseguiría, pero Louis podía correr, forzar la situación a cambiar.
La otra opción es que Louis se sienta aquí y escucha lo que Harry tiene que decir. Ninguna de las dos opciones es buena.
"¿Recuerdas lo que me dijiste hace dos semanas?" Harry pregunta abruptamente. Él trajo a toda la corte aquí para presenciar esto, arregló todo esto. "Me dijiste que necesitaba sacarte de mí sistema."
Louis recuerda. Quiere frotar su pecho, aplacar el dolor aunque sea un poco. El tiempo parece que se ha ralentizado, y él no sabe si eso es algo bueno o no. Irse significaría nunca volver a ver a Harry, pero quedarse significa - quedarse significa algo completamente distinto.
"Te he dicho muchas cosas a lo largo de los años," dice Louis. Incluso sale algo estable.
"Nunca voy a sacarte de mí sistema," continúa Harry como si Louis no hubiera dicho nada. "Si fuera capaz de eso, me habría ido hace mucho tiempo, pero no importa qué más haya entre nosotros, siempre habrá amor."
No es inesperado. El aliento de Louis se queda atrapado en su garganta de todos modos.
"Porque te amo," presiona Harry. "Y tú me amas. Nunca puedes negarlo correctamente."
Louis aprieta sus ojos cerrados. Su aliento retumba en sus pulmones. "Harry," dice, apenas más que un susurro.
Harry da unos pasos más cerca, enmarcando el rostro de Louis en sus manos. "Quizás tengas razón," dice. "Tal vez me gusta la violencia, el caos y la sangre que conlleva ser un gladiador, pero te amo. Te amo."
Hay humedad pegada a las pestañas de Louis. Él sabe que si abre sus ojos las lágrimas van a caer, y no hay nada que pueda hacer para detenerlas.
Este es un océano que ya está furioso.
"Entonces, ¿dónde nos deja eso?" Louis se las arregla, abriendo sus ojos muy lentamente. ¿Qué importa si otras personas lo ven llorar ahora mismo?
"Tu padre me dio un trabajo," dice Harry.
Louis parpadea. "¿Qué?"
De todas las formas en que se imaginó esta conversación, nunca pensó que escucharía las palabras tú padre me dio un trabajo. Técnicamente hablando, Harry ya tiene un trabajo. Le pagan por ello, no está en deuda con nadie. No necesita trabajo.
Técnicamente hablando.
"Jefe de la guardia," dice Harry. "Voy a estar a cargo de crear un régimen de entrenamiento para los soldados, reclutar nuevos, ir a la misión ocasional, planificar ataques. Pasaré la mayor parte de mi tiempo en el reino. Incluso tendré una oficina."
Suena una mezcla igual de divertido y horrorizado, y Louis no necesita la explicación para saber que el jefe de guardia es una posición muy respetada. Poderoso.
Sobre todo no hace ninguna pelea real.
Harry debe ver la expresión vagamente horrorizada en el rostro de Louis. "El nuevo régimen de entrenamiento implicará que yo les entregue los traseros de las personas," dice, y Louis desearía que no sonara tan alegre, pero entonces no sería Harry. Para bien o para mal, la violencia es parte de Harry. Él no sería quien es sin eso.
"No puedo prometer que será suficiente," dice Harry, presionando sus frentes juntas, hablando descaradamente a la boca de Louis ahora, observándolo a pesar de que Louis no se mueve, apenas respira. "Ha pasado mucho tiempo desde que no he -," hace una pausa allí, claramente consciente de que su audiencia escucha con entusiasmo cada vez que se escuchan. No es que importe. Louis sabe lo que iba a decir de todos modos. "- pero vale la pena intentarlo, ¿verdad? Si eso significa que podemos estar juntos."
Louis toma otro respiro tembloroso. Todo gira mucho más rápido de lo que debería ser, un poco confuso alrededor de los bordes, y él nunca pensó, nunca pensó en planear esto. Esto nunca estuvo sobre la mesa.
Nunca se permitió creer que realmente podría tener esto.
"Voy a preguntarte ahora," murmura Harry, boca tentadoramente cerca de Louis, tan cerca que apenas haría falta nada para convertir esa cercanía en un beso. "¿A menos que necesites un minuto?"
Un minuto para respirar. Suena como una buena idea, la verdad sea dicha. Louis ha sido sacudido varias veces antes en su vida, pero nada como esto. Y él sabe que, a menos que responda, un verdadero sí verbal, que Harry lo hará. Él va a preguntar.
Louis simplemente no dice nada.
Harry suelta el rostro de Louis y retrocede dos pasos, bajando sobre una rodilla lo suficientemente lento como para que Louis pueda abrir su boca y decir algo para detenerlo.
Él todavía no lo hace.
El deslizamiento lento sobre una rodilla se siente interminable e ineludible. Louis observa cada segundo, paralizado, hasta que Harry está completamente abajo. Entonces Harry abre su boca.
"La primera vez que te vi, estabas sentado en las gradas con tu padre, haciendo un trabajo de mierda pretendiendo prestar atención, y estoy bastante seguro de que nunca me miraste, pero casi pierdo esa pelea, yo estaba tan distraído mirándote," dice Harry, y es tan inesperado que realmente hace reír a Louis. "Dice algo sobre mí que me gusta tener que trabajar para algo que quiero, lo sé, pero te he deseado desde el día en que te vi por primera vez y solo ha empeorado desde entonces."
Las manos de Louis todavía tiemblan y no puede detenerlas.
"No es solo porque creo que eres la persona más atractiva del mundo," continúa Harry, un indicio de esa sonrisa presumida tirando de las comisuras de sus labios. "Eso es parte de eso, no me malinterpretes, pero hay mucho más para ti, tanto de ti que nadie más que yo ha llegado a ver, y amo a cada uno de ti, los seguiría al infierno y de vuelta sin dudarlo. No importa cuántas veces intentes desterrarme por eso."
"Te amo," dice Harry, todavía sobre una rodilla, con una de sus manos deslizándose en un pliegue en su quitón. A por un anillo. "No importa lo que pase hoy, sé que no tienes más remedio que creer eso, y eso significa mucho para mí."
Harry tiene el anillo en su mano ahora, y Louis no puede mirarlo. Quiere saber cómo se ve con una intensidad desesperada que casi nunca ha sentido antes, y definitivamente nunca sintió acerca de un objeto inanimado. Pero no puede dejar de mirar el rostro de Harry, la honestidad cruda y abierta en el, no puede apartar sus ojos.
"Louis William Tomlinson, eres el amor de mi maldita vida, ¿quieres casarte conmigo?" Harry pregunta.
Louis respira, parpadea y piensa en los últimos tres años, en la primera vez que se conocieron, en cada vez que Harry lo arrinconó en un pasillo oscuro en alguna parte, en todo lo que habían pasado juntos, sobre todos los sentimientos que tiene sobre Harry que nunca tuvo por nadie más, mucho más que solo amor. Dolor, ira e impotencia, desesperanza, desesperación, deseo, tal vez incluso un poco de odio a veces también. Intentar mantenerse alejado no ha funcionado, pero Louis sabe, aunque lo cree, que esa no puede ser la razón de su respuesta. Lo que él diga, tiene que ser porque es lo que él quiere. Lo que realmente quiere.
Respira de nuevo, mirando más allá de Harry a su padre, parado allí con esperanza y orgullo en su rostro, y luego nuevamente a Harry. Piensa, un poco irónicamente, si fue alguien más que tú.
"Sí," dice.
Harry ni siquiera se molesta con la pretensión de poner el anillo en el dedo de Louis, simplemente se levanta de su rodilla y toma el rostro de Louis entre sus manos, besándolo profundamente. Louis le devuelve el beso, impotente contra el ataque, y deja que Harry lo lleve a la cama.