Pov _______
Después de irme de la casa de Lena e irme a mi departamento para darme una ducha y arreglarme, me dirigí a la casa de Lillian.
Mis manos no paraban de apretar fuertemente el volante mientras que una y otra vez se me venía a la cabeza aquel emblema que rondaba por toda la ciudad.
-Pensé que solo eran locuras...- murmure mientras estacionaba el auto.
Al entrar en la casa de Lillian me dirijo directamente a su despacho al no verla en la sala. Cuando entro cómo siempre la veo con muchos papeles, pero al darse cuenta de mi presencia deja estos de lado.
-¿Vistes las noticias?- preguntó mientras se recostaba por completo en su silla.
-Asesina de mundos... las crearon en mi mundo- Lillian se levantó rápidamente de su puesto- ¿Es cierto que no es la primera?
-¿Cómo es que sabes sobre eso?- su expresión era desconcertante.
Me senté en la sillas de cuero que estaban delante de su escritorio, señalando su silla con mi cabeza para que también hiciera lo mismo.
-Se todo esto porque mi madre se llegó a enterar sobre esa gente en Krypton. Desde el comienzo me confesó que tenía el presentimiento de que existían antiguos seguidores del Dios Yuda Kal, el antagonista a mi Dios, Rao. Según ella, estos seguidores se hacían llamar "Los hijos de Juru" ya que seguían las creencias de ésta antigua tribu, eran como los primeros pueblos en Krypton, si no mal recuerdo eso fue lo que me dijo- trataba de acordarme de cada una de sus palabras- también se hacen llamar "Hijas de la noche" resumiendo, son brujas Kryotonianas- solté un largo suspiro- A pesar de que éramos un mundo de ciencia, ellas aprendieron a utilizar la magia antigua- afirme acordándome de lo que me confesó mi madre- también me llegó a confesar que llegó a ver como creaban una raza similar a la nuestra a base de experimentos y magia, me dijo que las llamaban las Asesinas de mundo, pero parece que pudieron sacarlas antes de la destrucción de Krypton- mi vista de pronto de encontraba mirando fijamente la madera del escritorio, mientras que mis cabeza estaba en otro sintió- Unas horas antes de la destrucción de Krypton me llegó a enseñar aquel símbolo que ronda por toda la ciudad, por lo que cuando lo vi por las noticias y vi lo asustada que estaba Lena, comprendí por fin por qué las nombraron de esa manera.
-¿Por qué tu mamá nunca lo difundió?- pregunta Lillian.
-Ella me dijo que nadie le iba a creer, nadie iba a creer en magia cuando en todo un mundo abunda la ciencia, además decía que esas brujas Kryptonianas eran muy astutas- comenté- la verdad hasta yo no le llegué a creer, pensé que mi madre solo estaba confundida. Pero al ver ese símbolo, me demostró todo lo contrario. Solo podía desahogarse con una niña- dije lamentándome.
Las dos guardamos silencio ante todo lo confesado, pero recordé las palabras de Lena, acordándome que dijo que no era la primera vez que aparecía una.
-¿Me responderas?- pregunta rompiendo el silencio, pero Lillian no entendió- cómo es eso que no es la primera Asesina de mundos que aparece en esté planeta.
-Hace un tiempo se manifestaron dos... se hacían llamar Pureza y Pestilencia. Desde el comienzo dieron a entender que querían limpiar la tierra de los pecados de los humanos- comenzó a contar- los Supers acabaron con ellas utilizando el Harun-El. Mi hija la hizo llamar Kripyonita negra. Hace separar a los Kryotonianos en dos, ya que su vida en la tierra parece que viven una vida normal, pero llega el tiempo en que su otra vida comienza a surgir de ellas- mi mente procesaba todo- ______ te tengo que contar algo...
-¿Qué pasa?- pregunté.
-Parte del pueblo Kryptoniano, especialmente de la ciudad de Argo llegaron a sobrevivir- de repente sentí como todo se detenía alrededor de mí- de ahí los Supers sacaron el Harun-El, le da vida a la ciudad de alguna manera- ella hizo una pausa esperando mi reacción, pero nunca llegó- tengo a alguien dentro de la DEO, organización secreta donde operan tus primos, esa persona hasta la fecha de hoy me informa absolutamente todo. También me llegó la noticia que la mamá de Kara esta viva en esa ciudad- ahí fue cuando mi cuerpo reaccionó.
-¿Sabes? Alura pronto perderá a alguien importante y se que eso le causará dolor- una sonrisa se asomó en mi rostro- así que no me desespero en buscarla y hacerle pagar por lo que le hizo a mi madre.
Lillian sonrió como si hubiera obtenido una victoria y como premió comenzó a servir dos copas con vino.
-¿Por qué me ocultaste tal información?- pregunté haciendo que ella dejará la reciente actividad.
-Te la iba a dar el último día, pero al contarte lo anterior sobre lo que le hicieron los supers a tus padres temía que te volvieras loca y actuaras sin pensar primero- se acercó a mí para entregarme una copa para después sentarse en su puesto.
-Otra cosa... ¿Por qué no me contaste sobre las asesinas de mundos?- ella dejó la copa a un lado, junto sus manos y comenzó a hablar.
-Mi topo me avisó que no eran una gran amenaza. Los Supers las vencieron justo a tiempo, no te niego que hicieron estragos en la ciudad, se perdieron muchas vidas, pero pudieron controlarlas- yo asentía a cada uno de sus puntos de vista- pero la que tiene el gran poder es la que acaba de despertar, eso de alguna manera lo presiento.
-¿Cómo despertaron las otras dos?- pregunté.
-Esas brujas que te dijo tu madre, llegaron a la tierra- mis manos pasaron por mi nuca ante semejante locura- mi informante me dio a saber que fue por un error de los Supers al ir a Argo por la piedra. Dos de ellas murieron cuando el equipo de los Supers se enfrentaron a las otras dos Asesinas de mundos que lograron despertar- las cosas estaban peor de lo que pensaba- las brujas lograron despertar a dos, pero los Super les cortaron el tiempo y no pudieron despertar a la más poderosa.
-Y la bruja que sobrevivió ahora la despertó- Lillian sobrevivió ante mi acierto- no permitiré que esa desgraciada arruine mi misión, solo yo acabaré con los Supers.
Lillian asintió, pero de repente entro en un trance dándome cuenta que algo se le estaba ocurriendo.
-¿Y que te parece si la atraemos?- pregunta con una sonrisa maliciosa en sus labios- ya no tiene el suficiente apoyo para lograr su misión de purgar a la tierra. Podríamos pasar a algo más grande, tendríamos a todo el mundo en nuestras manos y así las dos ganan, tú acabarías con las vidas de los Super y ella lograría acabar con los humanos.
-¿Te he dicho que eres una genia?- ella rió haciendo que riera también para después las dos beber de la copa con vino.
Mi celular comenzó a sonar, cuando lo saqué del bolsillos delantero de mis pantalones me di cuenta que llamaba Kara por lo que le señale a Lillian que hiciera silencio.
-Hola Kara- pude oir su saludo a través del aparato- ¿Ahora mismo?- podía ver la sonrisa de Lillian- claro, por qué no. Solo enviame la dirección y estaré ahí. Bueno adiós- corte la llamada y por último me bebí lo que quedaba de vino en la copa- estamos avanzando en el plan.
-Ya veo, ya veo- dice Lillian.
...
Al cabo de unos minutos llegó al lugar en donde me citó Kara. Era una cafetería la cual estaba llena de muchos clientes. Comencé a caminar entre la gente pensando lo incómodo que era estar alrededor de mucha gente. En el lugar se podía oír miles de bocas hablando de cosas sin sentido o otras hablando de cosas productivas, sino hubiera aprendido a controlar mis habilidades seguramente ya me hubiera vuelto loca ante tanta gente, pero mis oídos de inmediato encontraron la voz de Kara. Estaba en una mesa apartada a todos los demás, con dos cafés en la mesa y con la persona que menos me agrada en el mundo.
-Hola Kara- ella sonrió con mucho entusiasmo a mi parecer ante mi saludo- James...
-Pensé que no sabrías como llegar, estaba apunto de levantarme e irte a buscar- contestó con su habitual sonrisa.
-Sería tonto perderse ante una cafetería tan famosa- dijo James.
Ignorando las reciente palabras por arte de James levanté mi mano indicándoles que no pasaba nada. Al sentarme en la silla de una vez llegaron las interrogantes, todas relacionadas con mi información básica. Kara me confesaba cosas sobre su vida, como por ejemplo cómo ha sido su vida hasta ahora, cuáles fueron sus primeros trabajos, un breve resumen de como había sido su felíz infancia, la adoración que tiene hacia su hermana Alex y de como está felíz con su actual trabajo. En cambio las preguntas de James las podía sentir como un interrogatorio al preguntar que había hecho durante mi estancia en Europa, pero al tener todo eso controlado le confesé lo mismo que a Lena dejándolo sin razones para cuestionarme, por ahora.
-Voy al baño chicos, enseguida vuelvo- dijo Kara levantándose del puesto muy de prisa.
-¿Y que planeas?- preguntó James después que Kara no estuviera cerca.
-No sé de que hablas James- sonreí con hipocresía, recostando mi espalda en la silla para después cruzar mis piernas.
-Se que estás detrás de algo. Lo puedo sentir- reí al escuchar aquello- te aseguró que llegaré al fondo de todo.
-Adelante, James. Cuando encuentres algo, solo avisame- le guiñe un ojo de forma divertida notando que solo provocará que se enojara aún más.
-No sé cómo Lena se ha podido fijar en alguien como tu. Es como si le hubieras hecho algo para tenerla de esa forma.
-Somos almas solitarias, James. Cuando nos encontramos con la otra, de alguna forma encajamos como rompe cabezas- mis ojos se perdieron en el rojo intenso de la mesa, pero nuevamente se enfocaron en James- solo deja la niñez a un lado y acepta que Lena está conmigo.
-No dejaré que eso suceda...
El silencio entre nosotros se creo al ver como Kara se acercaba a nosotros mientras hablaba por su teléfono celular.
-Lo siento _______, ha llamado el deber- dijo mientras alzaba su celular indicandome que había recibido una llamada importante.
-Claro Kara, no te preocupes. Si quieres podemos seguir hablando otro día- James soltó un gruñido que no ignoramos, pero Kara respondió como si nada.
-Claro _______, yo te hago una llamada- agitó su celular mientras reía, pero de mi solo salió una sonrisa- ya se porque Lena ha confiado en ti, eres una persona maravillosa.
-No me hagas sonrojar Kara- ella rió más fuerte mientras que yo trataba de imitarla- nos vemos.
-Cuidate ______ y también cuida a Lena.
Los dos se fueron alejando a la salida, pero antes de salir pude notar la dura mirada de James la cual solo hizo que riera hacía mis adentros. Revisé mi celular dandome cuenta que eran las 14:05 pm. Había pasado mucho tiempo con aquellos dos, ya era hora de ir con Lena.
Durante el trayecto hacía L-Corp no pude evitar pensar en como casi pierdo el control con ella la noche anterior. Sus besos hicieron que perdiera el control junto a su aroma. Mi corazón comenzó a latir irregular al venir a mi mente aquellos ojos verdes que han llegado a aparecer hasta en mis sueños y esa hermosa sonrisa que hace que también sonrias sin dudarlo.
-Definitivamente estoy perdida- murmure para mi misma.
Minutos más tarde me encontraba en el ascensor de L-Corp. Luego al estar enfrente de aquella puerta que me era familiar, di dos toques para después escuchar un pase por parte de ella, pero su voz se pudo escuchar un poco cansada.
-¿Pasa algo?- pregunté cerrando la puerta tras de mí.
Ella negó siguiendo enfocándose en los documentos que estaban encima de su escritorio. Me acerqué a ella sentandome en las sillas que estaban delante de su escritorio y en ningún segundo despegue mi mirada de ella. Podía notar enojo y desánimo en ella, pero decidí no hablar hasta que ella lo quisiera, cosa que no demoró mucho.
-¿Puedes dejar de mirarme? eso me desconcentra- sonreí por su confesión- no vale la pena decirte lo que pasó el día de hoy.
-Si no vale la pena... ¿por qué estás de esa manera?- ella levantó su cabeza de los documentos esperando mis próximas palabras- puedo notar enojo y desánimo en ti, ¿que pasó?
Ella se lo pensó por unos segundos haciendo que quizás necesitaba tiempo a solas, pero dejo el bolígrafo encima del escritorio para comenzar a hablar.
-Hoy tenía una reunión con personas de gran poder en National City- comenzó a contar mientras miraba sus manos- como siempre en todas las reuniones hay debates sobre el proyecto, hay unos que no llegan a aceptar que sus ideas no pueden llevarse a cabo y en esté caso fueron las Edge...- solté un suspiro al escuchar aquel nombre- estaba dando mi punto de vista por el cual no se podían llevar a cabos sus ideas, pero el todavía esta sentido por la reciente derrota que ha tenido conmigo- ahora fue el turno de ella de soltar un suspiro- el se descontroló, me llamó bruja, me hizo hacer sentir inferior lo cual no lo logró del todo. Como muchos me insulto por ser un Luthor y quiso que me quebrara diciendo que una mujer no tenía lugar en el gran mundo de los negocios.
Cuando terminó de hablar o eso pensé ya que se había quedado callada pensé en las miles maneras de hacer sufrir a Edge. Puede ser que amenazando a su familia o amanezar su propia vida. Me levanté del asiento dirigiéndome a la salida, pero Lena me hizo parar.
-¿A dónde crees que vas?- se levantó de su puesto caminando hacía mí.
-Hacer sufrir a Edge por lo que te dijo.
Lena comenzó a reírse haciendo que quedará confundida, pero luego se acercó a mí envolviendo sus brazos en mi cintura haciendo que quedaramos muy cerca de la otra.
-No negaré que me hizo enojar, pero son personas que no valen la pena prestarle atención, ¿me entiendes?- asentí muy poco convencida- solo estoy de está manera por el montón de trabajo que he tenido y esa estúpida pelea.
-No tolerare que alguien se atreva a pasar por encima de ti- mis brazos rodearon su cuerpo causando que quedaramos aún más unidas.
-Lo puse en su lugar, cariño- reí un poco, ya se me hacía raro de que Lena no se hiciera respetar- destruí su poca paciencia.
-Bueno, parece que por ahora no tengo que ir a maltratar a alguien- mis palabras fueron verdaderas, pero se que ellas no se las tomó de esa forma.
-Cuando necesite de mi heroína, te llamaré enseguida- su hermosa sonrisa apareció- aunque creo que seré yo la que tendrá que defenderte.
-¿Por que lo dices?- pregunté riendo un poco.
-Cuando alguien es muy importante para mí, suelo defenderlo poniendo mi propia vida por delante antes de la suya.
Mi mano subió a su mejilla acariciando la suavidad de está. Lena era un ángel que no se merecía estar al alcance de nadie y menos de mí, ella se merecía estar lejos de todos. Aunque quisiera alejarme de ella, en mi cuerpo surgía le deseo de tener más de ella. Mis frente se pegó a la suya y segundos después mis manos tomaron el costado de su rostro para besar sus labios. Tomaba entre mis labios su labio inferior para después adentrar mi lengua en su boca, como si fuera una batalla estás comenzaron a luchar con desespero, con pasión, pero la dejé libra al notar que sus pulmones necesitaban de aire.
-¿Quieres que te llevé a casa?- su cabeza se recosto en mi hombro pudiendo sentir su respiración en mi cuello.
-No quiero estar sola sin hacer nada- sus palabras hicieron un hoyo en mi pecho.
-Puedes llamar a Samantha o a Kara- di mis opciones, pero en el fondo quería que me eligiera.
-¿Por qué mejor no me quedo contigo?, además Samantha esta en un viaje y Kara está llena de reportes seguramente- sus palabras hicieron que mi corazón se descontrolara.
-¿En mi apartamento?- pregunté.
Levantó su cabeza mirándome con una sonrisa que no pude llegar a descifra, pero que hizo que también sonriera por instinto.
-Claro, me gustaría pasar nuevamente otra noche contigo- dijo mientras iba a buscar sus cosas.
...
-¿No crees que es mucho espacio para una sola persona?- pregunta Lena mientas trata de mirar cada rincón de mi hogar.
-Tu casa es igual de grande, Lena.
Se sentó en el sofá de cuero sin dejar de ver todo a su alrededor.
-No, tu apartamento es más grande que mi penthouse.
-¿Sabes? Eres la primera persona que invitó desde que llegué a National City- su atención quedo en mi de una vez.
-Bueno, creo que me siento afortunada- bromeó mientras sonreía y alzaba esa maldita ceja del infierno.
Sus ojos fueron a la carpeta que estaba encima de la pequeña mesa que estaba delante de nosotras. Era la carpeta que me había dado Lillian con la información de sus amigos. Sabía perfectamente que iba a comenzar a curiosar así que me adelanté.
-¿Qué te parece si cocinamos algo?- tomé la carpeta dispuesta a llevarla lejos de ella.
-¿Cocinas?- pregunta levantandose del sofá.
-Un poco- confesé haciéndola reír- espera aquí, voy a mi habitación.
Sin esperar un segundo más, mis pasos se encontraron yendo a mi habitación. Estando en está guarde la carpeta en un cajón bajo llave, no podía dar un paso en falso a estas alturas.
Cuando salí y me dirigí a la cocina, Lena se encontraba sacando ingredientes y solo me toco seguir cada una de sus órdenes sin saber que iba hacer exactamente. Se movía por la cocina con agilidad haciendo que me quedará un poco apartada observando cada uno de sus movimientos, apreciando su belleza descomunal.
A las 17:00 pm, nos encontrabamos en el amplio comedor comiendo a lado de la otra, contando más anécdotas de nuestras niñez, pero en esté caso cada una de mis anécdotas eran verdaderas. Creo que su risa se podía oír en cada rincón y yo solo me quedaba en silencio apreciando el hermoso sonido de está.
Al final del día me di cuenta que la mitad de mi ser estaba perdido por un humano cuyo nombre es Lena Luthor. Hasta la fecha ningún ser había despertado tanto interés en mí y justamente tenía que serlo con la chica que tenía que utilizar en mi plan. Creo que al final de toda mi misión, yo también saldré perdiendo.
Eran las 23:00 pm exactamente y Lena ya se encontraba rendida durmiendo en mi cama mientras que yo me encontraba recostada en el marco de la puerta decidiendo si debía tomar lugar a su lado. Su cuerpo estaba cubierto por una camisa mía y un pantalón igual de mi propiedad, junto a las sábanas grises. Su rostro relajado te hacía preguntar si de esa manera es como se ven los ángeles.
-¿Qué me has hecho?...
POV Lillian
-¿A qué se debe tu presencia?- dijo haciéndome preguntar si su voz se escuchaba por todo el espacio.
-Alguien más se unirá a la causa- dije confiada de mis palabras, pero seguí hablando antes de que respondiera- en la tierra ha despertado una asesina de mundos, la pobre ya no tiene apoyo, así que pensé... ¿por qué no la unimos a nuestas filas? Te aseguro que te dará mucha más ventajas para gobernar la tierra. ______ está de acuerdo.
-No pierdas el tiempo y has lo que sea para cumplir con el plan, mi fiel humana- yo asentí a sus órdenes.
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