๐€๐Œ๐Ž๐‘ ๐Œ๐€๐‹๐ƒ๐ˆ๐“๐Ž; ๐˜ป๐˜ฆ...

By Mar_GD

412K 40K 11.4K

โ ๐ƒ๐ˆ๐‚๐„๐ ๐๐”๐„ ๐’๐ˆ ๐‚๐Ž๐๐Ž๐‚๐„๐’ ๐€ ๐‹๐€ ๐๐„๐‘๐’๐Ž๐๐€ ๐‚๐Ž๐‘๐‘๐„๐‚๐“๐€ ๐„๐ ๐„๐‹ ๐Œ๐Ž๐Œ๐„๐๐“๐Ž ๐„๏ฟฝ... More

๐€๐Œ๐Ž๐‘ ๐Œ๐€๐‹๐ƒ๐ˆ๐“๐Ž
โ”โ”O1
โ”โ”O2
โ”โ”O3
โ”โ”O4
โ”โ”O5
โ”โ”O6
โ”โ”O7
โ”โ”O8
โ”โ”O9
โ”โ”10
โ”โ”11
โ”โ”12
โ”โ”13
โ”โ”14
โ”โ”15
โ”โ”16
โ”โ”17
โ”โ”18
โ”โ”19
โ”โ”20
โ”โ”21
โ”โ”22
โ”โ”23
โ”โ”24
โ”โ”25
โ”โ”26
โ”โ”27
โ”โ”28
โ”โ”29
โ”โ”30
โ”โ”31
โ”โ”32
โ”โ”33
โ”โ”34
โ”โ”35
โ”โ”36
โ”EPรLOGOโ”

โ”PRร“LOGOโ”

28.3K 1.6K 1K
By Mar_GD

COMO INICIO TODO

• • •

En lo profundo de un cierto bosque. Se podía distinguir la silueta de una joven muy hermosa. Su belleza era inigualable, destacaba entre todas las mujeres de los cinco clanes, y eso causaba su gran vanidad.

Aquella chica de cabellos largos plateados como la misma luna adornado de unos hermosos ojos azules cielo que en ocasiones cambiaban a un amarillo naranja, pero eso no evitaba que hipnotiza a cualquier ser en tan solo unos segundos. Era envidiaba y venerada por muchas personas de ambos sexos.

No había persona en el mundo que no la deseara, pero tantos hombres como mujeres eran rechazados por aquella hermosa chica. Según ella decía diariamente que nadie era digno de su hermosa belleza hasta que lo conoció a él.

Aquel demonio de ojos negros al igual que su cabello, al ver por peinera vez esos profundos ojos se perdio en si misma sin importar la situación en la que se encontraba, olvidando todo por unos instantes. Lo mismo ocurrió con aquel demonio, se perdió el dia que la vio por primera vez en esos hermosos ojos color amarillos y en su gran belleza.

Ambos sabían que lo que sentían el uno con el otro era correspondido, más encima sus clanes eran enemigos naturales.

Él era conocido por ser el verdugo y un de los demonios más fuertes siendo el hijo menor y segundo del Rey Demonio.

En cambio ella era conocida por ser la "Diosa de la muerte" siendo la mujer más fuerte y hermosa de todos los clanes, y ser la hermana menor de los dos arcángeles más fuertes.

Los dos sabían de ante mano que su amor era prohibido e imposible pero eso no les impidió escuchar a su corazón, viéndose a escondidas de todos para pasar tiempo juntos. Olvidando todo por completo, olvidando sus clanes.

Solo eran un demonio y una diosa.

Solo eran ellos dos.

Solo él y ella.

La luz de la luna era la que guiaba a la joven su camino en aquel profundi y oscuro bosque. Caminaba hacia el mismo sitio donde se reunía con su amado cada noche, olvidando todo a su alrededor. Iba un poco tarde debido a que sus hermanos no la dejaban salir ya que era muy tarde y alguien podía lastimarla, a pesar de ser fuerte sus hermanos eran muy sobreprotectores con ella, como si una bebé se tratase.

La platinada miro a los lejos el hermoso lago frente a un inmenso árbol donde se podía ver la silueta de una persona. Ella con una sonrisa se acerco a paso lento llamando la atención de el azabache.

──Llegas tarde. ─le dijo al verla al frente suyo. ──Creí que no ibas a venir. ─la miro alzando su cabeza ya que ella era más alta, se cruzo de brazos con su semblante serio.

──Lo correcto sería que tú llegaste antes de tiempo, querido. ─le dio una leve sonrisa. ──Y si te hace sentir mejor te diré que mis hermanos no querían que saliera.

El pelinegro cerro sus ojos soltando un pequeño suspiro. Conocía a simple vista a los hermanos de ella y sabia que siempre están sobreprotegiendo a su amada. Era algo que le molestaba en muchas ocasiones pero no puede hacer nada, al fin de cuentas son sus hermanos y los dos Arcángeles más fuertes.

──Y ya sea de día o de noche siempre llegaré a tu lado. ─él abrió sus ojos mirándola. ──Siempre iré a tu lado sin importar que.

Inclino su cabeza acercando sus labios con los de él fundiéndose en un beso. Él no se opuso a eso, amaba los momentos que pasaba con su mujer y jamás se cansaría de los suaves besos que ella le brindaba.

Sin perder tiempo la tomó de la cintura atrayendola a su cuerpo, las manos de ella pasaban por su pecho hasta llegar a su cabello azabache enterrando sus dedos en ellos.

──Tengo que admitir que tenía necesidad de besarte. ─susurró una vez que se separarón del beso. ─Una semana sin verte fue un martirio. ─comentó mirando ahora los ojos esmeraldas que tanto ama.

──Créeme cuando te digo que lo mío es más que un martirio. ─hablo juntando su frente con la de ella. ──Realmente te necesitaba. ─susurró en sus labios dando un pequeño beso.

La cargo al estilo nupcial para sentarse en el pasto recargado en el tronco del árbol. Ella se acomodo entre sus piernas disfrutando el hermoso y poco tiempo en los cuales pueden estar juntos.

Lo que ambos no sabían era que entre las sombras de aquel bosque, se ocultaba la figura de una mujer que miraba todo con una sonrisa ladina. Aquella chica siempre envidiaba a la albina por muchas cosas, al verla ahí fue una coincidencia y vaya sorpresa que se llevo.

──Vaya. ─se cruzo de brazos la rubia. ──Esta sin duda será la causa de tu muerte... ─dio media vuelta comenzando su vuelo mirando con una sonrisa ladina a la chica acurrucada en el pecho de su amante. ──, Amaris.

「🥀」

Después de esa noche pasaron semanas en las cuales las amenazas y peleas que las mujeres constantemente retaban a la diosa, dejaron de hacerse presente. Ella estaba comenzando a sospechar que algo no estaba bien, ya que siempre las mujeres trataban de matarla por la gran belleza que poseía siendo el centro de atención de la mayoría de hombres.

En su pecho sentía que algo malo se avecinaba y sabia que eso lo involucraba a él.

Se confirmo cuando en una de sus misiones, su escuadrón ─la cual eran mujeres─ la traicionaron entregandola al el clan demonio en bandeja de plata.

──¡¿Qué les ocurre?! ─grito tratando se salir de las cadenas, no le dio tiempo de siquiera pelear ya que jamás imagino que su propio clan la traicionará. ──¡¿Cómo se atreven a colocar esta horripilantes cadenas en mi hermoso cuerpo?!

──Es cierto. Es más vanidosa de lo que aparentaba. ─la plateada miro fríamente a uno de los diez demonios que estaban al frente suyo. ──Y más linda de cerca. ─se relambio sus labios. ──¿Puedo comer su alma?

──No. ─le dijo el líder de ellos. ──Nuestra misión es llevarla ante el Rey Demonio.

La diosa miro aquel chico, por su descripción sabia que era él hermano mayor de su amante. Sobra decir que siempre ha visto a los Mandamientos en ocasiones cuando iba a el campo de batalla.

Cerró sus ojos suspirando rendida, no tenía caso luchar, las cadenas las podía romper fácilmente lo que le impedía luchar era un liquido que los demonios le inyectaron sellando su poder por un determinado tiempo.

──Jamás en mi vida me he sentido tan humillada. ─sus ojos se abrieron desprendiendo odio puro mirando a las que eran sus "compañeras". ──Preferiría ser aplastada en combate a ser traicionada por asquerosidades como ustedes.

──Lo sentimos, Amaris. Pero esta es la única manera de vencerte. ─sonrió de medio lado. ──Nadie te enfrentaba porque eras demasiado fuerte por eso elaboramos un gran plan para inmovilizarte.

──Es algo patético y de cobardes si me lo preguntan. ─soltó mirando a todas con asco.

──Bueno Amaris. Era esto o que vierás a la Suprema Deidad. ─la joven frunció el ceño ante esas palabras.

──¿Porque debería de ver a la Suprema Deidad? ─preguntó sin entreder la razón.

──Por la misma razón que verás al Rey Demonio. ─contesto seriamente.

El rostro de la diosa fue de sorpresa pura, sabia porque seria llevada ente él. Solo deseaba que no le hicieran nada a él.

──Tu secreto ya no es tan secreto. ─una de las diosas se acerco tomando su barbilla entre sus manos. ──¿Donde quedo la Amaris que decía que ningún hombre era digno de ti?

──... ─la joven solo permaneció en silencio pues la diosa dio en su punto.

──Todas sabíamos que jamás podíamos matarte y siempre buscamos tus debilidades pero no había ninguna.

──¿Debilidad? Si la tuviera probablemente es porque no es digno de estar conmigo. ─sonrió orgullosa de si misma, sabia que el azabache no era alguien fácil de vencer pero aún así no quitaba el hecho de asustarse por si alguien se atreviera hacerle daño.

──Y aún sigues de vanidosa. ─rodó sus ojos cansada de escucharla.

──¿Te molesta que presuma lo que es cierto? Lo siento pero no es mi problema que ningún hombre se fije en... ─la miro de pies a cabeza. ──, alguien como tú.

──¡Eres una maldita perra! ─le tiro una cachetada, la albina no emitió ningún sonido de dolor al contrario rio. ──¡Borra tu asquerosa sonrisa de tu rostro! ¡O te la borro a golpes! ─exclamó enojada.

──Te diría que es tu reflejo al decir asquerosa pero si lo digo pensaras que eres hermosa como yo y eso es una terrible mentira. ─la chica cerro sus puños furiosa.

──Sabes algo. ─hablo una vez que se relajo. ──Talvez contigo no podamos hacer nada pero... ─sonrió de lado. ──Con él nos podemos desquitar.

──Tú le llegas a toca un solo cabello y te juro que te... ─antes de terminar fue interrumpida.

──¿Qué me harás? ─preguntó fingiendo temor. ──Déjame contestar por ti. ─se quedo pensando unos segundos. ──¡Ya sé! Tú no harás nada, ¿y sabes porque lo se? ─la albina solo se quedo en silencio mirándola con odio. ──Porque tú ya estarás muerta. ─acerco su rostro a el de ella. ──Y cuando eso pase no lo mataré porque eso seria fácil y tú probablemente no sufrirás. En cambio, lo harás al verlo en mis brazos, dándole besos olvidándote por completo conmigo... dejándote olvidada.

La joven albina cerro sus ojos echando su cabeza hacia atrás.

──Eso si te hará sufrir, ¿ver... ─no termino de hablar cuando sintió un gran golpe en su cabeza que la impulso hacia atrás. ──¡¿P-pero que mierda...?! ─se llevo su mano a la cabeza dándose cuenta de que estaba sangrando.

──Te aseguro que él jamás me olvidará. Puede estar en los brazos de cualquiera, pero en ninguna se sentirá amado y protegido. Puede besar todas las mujeres que desee y no sentirá la calidez de mis labios. ─alzo su mirada. ──Puede acostarse con cualquiera, y te aseguro que dirá mi nombre al solo recordarme. Lo sé porque... ya lo hemos intentado y no podemos olvidarnos. ─confesó.

Las palabras de la chica dejaron a todos en silencio, nadie sabia que decir o hacer. El líder de los demonios soltó un suspiro, sabia que lo mejor es retirarse de ahí y hablar seriamente con su hermano.

──Es suficiente. ─habló. ──Es hora se irnos. Andando.

Miro por última vez a las diosas.

──Dígale a mis hermanos que los amo, que no sean tan idiotas siempre. ─le dijo a las demás. ──Que no se culpen de lo que me paso, que acabe con una sonrisa que a ellos siempre les ha gustaba.

──Le diremos que esas fueron tus ultimas palabras ante de morir.

Una pequeña lagrima bajo por su mejilla, le pesaba no haber pasado más tiempo con sus hermanos y lo peor fue haber peleado con ellos antes de la misión diciendo palabras hirientes que hasta ella se lamentaba de decir.

Lo siento, Ludociel, Mael. Perdónenme por todo, fui una idiota. ─pensó mirando el cielo. ──Los amo, hermanos.

「🥀」

Días. Semanas. Meses. Años.

Pasaron y ella seguía encadenada en lo más profundo del castillo. Sus alas las cuales eran las más hermosas de todo el clan y las cuales estaba orgullosa, ahora no eran nada, ni siquiera plumas tenían. Su gran y envidiable belleza permanecía consigo, a pesar de recibir tantos golpes ella seguía con su belleza cosa que hacia enojar algunas mujeres que la torturaban.

Con el paso del tiempo dejo de sentir dolor, las torturas ya no le dolían. Lo que si le quemaba en la cabeza era saber como se encontraba su amado. Según lo que escuchaba de las personas que venían a pasar el rato torturando a la diosa y en especial de cierto demonio que le tenía un profundo odio por haber estado con la persona a la cual considera un hijo.

Se dice que el demonio se volvió frío y cruel cuando se entero de la supuesta muerte de su amada, acabando a los supuestos culpables de ello. Incluso su muerte fue la sensación de todos los clanes, dejando una gran perdida y sobre todo una gran baja en el Clan de las Diosas al saber de su repentina muerte, sus hermanos eran los más lastimados y a eso los demás clanes le sacaron ventaja.

Se comenzó el rumor que los culpables de su "muerte" fueron los del Clan Vampiro. Eso para el Rey Demonio fue una espada de doble filo, acabar con dos molestias. Uno por que era una gran fuerza para el clan enemigo y otro por revelarse contra él. Por eso mismo mando a su hijo menor a exterminarlos y para que la tarea se cumpliera perfectamente solo necesito engañarlo y quien mejor que el Mandamiento del desinterés para alterar sus recuerdos.

Ahora mismo era llevada ante el Rey Demonio, quien por fin decidió cual será el castigo que le impondría por su crimen.

──¡¡Eres del clan enemigo y por tu gran vanidad las mujeres de todos los clanes intentaban asesinarte!!

Ella solo se quedo en silencio mirando a los ojos a el Rey, en ningun momento aparto su vista de él.

──¡¡Pero eras tan fuerte que no tenían oportunidad!! ¡¡Hasta que te vieron con un hombre que resulto ser tu debilidad y al serlo intentaron matarlo en tu lugar!!

Bajo su cabeza, era su culpa de que su amado estuviera en muchos conflictos por muchas mujeres al querer matarlo para lastimarla a ella.

──¡No te mataré porque eso seria rápido y no sufrirás! ─levantó su mirada. ──¡Pero te pondré una maldición por tus crímenes!

──¡Espere! ¡¿Qué maldición?! ─pregunto atemorizada. No quería que esa maldición dañara a su amante. ──La maldición que me imponga que sea solo a mí. ¡Se lo suplico! ¡¡No quiero que él también la llevé!!

Suplicó de rodillas sin importarle dejar de lado su orgullo y dignidad. Si las personas que la conocieran la vieran ahora mismos estaría sorprendidos de verla caer tan bajo rogando que no le hiciera nada a la persona que más ama.

──Llevaras dos maldiciones. La tuya y la de él. Tienes suerte de que sus sentimientos no haya llegado a más allá. Y que quedé claro que la razón por la cual no castigo a mi hijo es porque tu supuesta muerte lo convirtió en alguien igual que a su hermano.

La chica lo miro sin decir ninguna palabra pero por dentro estaba destrozada al escuchar eso. Pero aún así preferia que él fuera frió sin tener piedad a que algo malo le pasará.

El Rey Demonio levantó su mano apuntando a la diosa.

──¡¡Tu fuerza y belleza a la mitad quedaran. De noche eres hoy y de día eres el ayer!! ¡¡Cuando tus ojos abras, no recordaras nada. Más cuando sus ojos se encuentren y recuerdes, tu muerte en tres días sufrirás!!

Un resplandor negro impacto en la cabeza de la mujer, su cuerpo iba desapareciendo e inconsciente cayo. Aún así solo tres palabras salieron de sus labios intentando con todo su ser no olvidarlas... pues nunca se lo pudo decir y se lamentaba por ello.

──Te amo... Zeldris.

Continue Reading

You'll Also Like

18.5K 1K 23
Una historia de sam sharp una joven rubia de mechon azul casada con luna loud y a maggie smich una joven emo casada con luan loud dos jovenes sabran...
196K 11K 18
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ยฟQuรฉ suce...
9.1K 1K 15
๐“Š” ๐—”๐—ฑ๐—ฎ๐—ฝ๐˜๐—ฎ๐—ฐ๐—ถ๐—ผฬ๐—ป โŠน แด›แด‡ส€แดษชษดแด€แด…แด€ 22/12/21 โ–ฌโ–ฌโ–ฌโ–ฌโ–ฌโ–ฌโ–ฌโ–ฌโ–ฌโ–ฌโ–ฌ -ยกHyung! ยกDeje de mirarme asรญ! -Ni siquiera te estaba viendo, Beomgyu. -ยกY-ya! ๐—š...
508K 52K 130
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves mรกs a fondo en vastante tierno mรกs que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...