Lean por favor la nota al final del capítulo
Sin duda esta noche fue una de las mejores, pasar tiempo con mi mamá era gratificante, me mostró fotos de mi tía Bellatrix cuando era joven, era bonita a pesar de estar loca, fotos de mi tía Andrómeda, a pesar de que luego de que se casara con un hijo de muggle, seguía guardando las fotos como recuerdo de su hermana, incluso tenía la foto de una niña pequeña bebe que cambiaba el color de su cabello, era Nymphadora Tonks mi prima, me di cuenta de que eramos muy parecidas sobre todo por los colores de cabello.
Mi madre me contó que aquella foto se la envió mi tía Andrómeda, luego de que naciera la pequeña Nymphadora, fue la última cosa que recibió de su hermana, luego de que mi padre se encargara de ofenderla a ella y a su familia numerosas veces, además el que no debe ser nombrado estaba en su momento cumbre y no quería que su hermana sufriera por la más que probable muerte de su padre.
También pude ver las fotos de mis tíos Sirius y Regulus Black, el primero encerrado en Azkaban por ser el culpable de la muerte de los Potter y el segundo muerto en combate, no se si se le pueda decir así, a su apoyo incondicional para con el señor tenebroso.
Mi madre y yo dormimos juntas, por lo que fui despertada por ella misma para empezar a alistarme para ir a Hogwarts, baje feliz del brazo de mi madre en dirección al comedor, cuando llegamos pude ver que mi hermano y mi padre ya se encontraban ahí. Mi padre miraba con arrepentimiento a mi madre, pero ambas sabíamos que no se arrepentía de todas aquellas cosas que había dicho sino de haberla hecho sentir mal.
— Buenos días cariño, ¿Qué deseas para desayunar?— mi madre ni siquiera lo miró y paso directo hacía el comedor, donde se encontró con Dobby.
— Dobby, llévanos el desayuno al jardín para Selene y para mí, no te demores estaremos esperando, aunque sabes que mejor lleva el desayuno al invernadero, así puedo evitar la presencia de visitas molestas — yo pase al lado de mi padre y de mi hermano, siguiendo de cerca a mi madre, no sin antes mandarles una sonrisa de superioridad; debo admitir que las caras de Draco y mi padre, estuvieron a punto de ablandar mi corazón, sino fuera porque en ese momento que mi hermano me puso los ojos en blanco y yo le saque la lengua, para continuar con la caminata hacía el invernadero.
— Mamá, parecen arrepentidos, sabes que para ellos es difícil hablar, sobre todo para papá, a menos que sea para ofender eso si le sale natural — mamá se rió de mi comentario — Tienes razón pero esta vez quiero que se esfuercen un poco mas — la mire levantando una ceja — Tu y yo sabemos que a Draco lo perdonaras mas rápido que a papá, así que el que tendrá que esforzarse un poco mas sera solo mi papá — mi madre asintió dándome de esta forma la razón.
El desayuno transcurrió tranquilo hasta que Draco apareció a tropezones era obvio que alguien lo había empujado y ese alguien era mi padre, hasta mi padre sabia que mi madre lo perdonaría mas rápido a Draco que a el, con lo que no contaban ambos era que mi madre había cerrado el invernadero, yo me reí al ver a mi hermano chocarse con la puerta.
— Veo que tu padre no se atreverá a venir por su cuenta y no se le ocurrió otra cosa que mandar a su hijo — yo reí ante el comentario de mi madre.
— ¿Lo dejaras pasar mamá? — ella me miro dudosa pero al final abrió el invernadero para que Draco pasara.
— Lo siento mamá no quería hacerte sentir mal y padre tampoco el esta muy arrepentido al igual que yo — mi madre lo miro indignada pero con un toque de alegría eso significaba que estaba aceptando su disculpa.
Al darme cuenta de que mi mamá no le iba a responder lo hice yo — ¿Y porque no vino padre contigo?, ¿porque se a quedado en medio jardín?— Draco me miro preguntándose como sabia aquello — Puedo ver lo que piensas tonto — cuando escucho mi voz en su cabeza parece que se le iluminaron las ideas.
— Selene no estas ayudando — le moví ambas cejas de arriba abajo, mientras cruzaba mi pierna — Padre no me acompaño, pero te juro mamá que el esta arrepentido — mi madre dirigió su mirada hasta mi hermano — Entonces que venga el a decirlo — Draco movió su pie desesperado — Por favor mamá padre confiaba en mi para que tu lo perdonaras, me estoy esforzando — volví a mirar a mi hermano mientras terminaba mi taza de té.
— Yo no veo mucho esfuerzo, por parte de ninguno mamá —Draco me dirigió una mirada asesina, sentí la presencia de alguien en la puerta del invernadero, era mi padre que me miraba aun peor que mi hermano era obvio que me había escuchado.
— Padre esta afuera madre, ¿lo dejaras pasar? — mi madre asintió y lo dejo pasar, mi padre entro todo apresurado pero sin perder su elegancia y se dirigió a mi — En verdad no estas ayudando Selene, ese comportamiento tuyo esta muy mal, no se de donde lo sacaste — lo mire con los ojos bien abiertos como se atrevía a decir eso, el comportamiento que tengo lo saque de el, ni modo que del vecino.
— Lo saque de ti padre, pero esta bien yo me retiro para que puedan hablar — mi madre me miro asintiendo a lo que había dicho.
Cuando ya estaba en la puerta del invernadero me di cuenta que Draco no me seguía — A ti ya te perdono Draco — voltíe a ver a mi hermano que miraba a mi madre como preguntándole si lo que le había dicho era cierto — Si hijo ya te perdone, ya te puedes ir a alistar junto a tu hermana — esto lo dijo mientras lo abrazaba y mi hermano le devolvía el abrazo.
— Nunca mas te volveré a hacer sentir mal mamá, lo siento de nuevo — mamá asintió — Lo se, vayan yendo, dentro de un rato los alcanzamos — ambos asentimos y nos retiramos del invernadero.
Cuando llegamos a la sala Draco me detuvo del brazo — Porque fuiste tan cruel Selene, solo fue un comentario que hice con padre y tu no nos apoyaste, ni ayudaste con mamá — lo mire molesta — No porque padre haga ese tipo de comentarios despectivos significa que estén bien Draco, a mamá le dolió mucho que hablaras así de tía Andrómeda, y no los apoye porque sentí que se debían de esforzar un poco mas por el perdón de mamá, ella les soporta muchos comentarios dirigidos hacia su familia, creí que esta ves se merecía una disculpa por ellos — pase al lado de Draco en dirección a las escaleras.
— Tienes razón, pero lo que padre dice no deja de ser verdad — yo solo lo miré, sabía que era lo máximo que podía sacar de mi hermano sobretodo en temas como este — Ya Draco cambia la cara, tenemos que alistarnos, mira que estamos sobre el tiempo — subimos de manera apresurada las escaleras, ambos entramos a nuestra respectiva habitación.
Bajamos las escaleras prácticamente a la vez, en un momento estuve tentada a ponerle el pie para que se cayera; pero sabía la reprimenda que se me vendría encima si mi querido hermano llegaba a rodar por las gradas de manera estrepitosa, aunque no descartaba hacerlo algún día.
Mis padres nos esperaban en la sala de estar, parecía que las cosas entre ambos estaban mejor; sin embargo mi madre parecía hacerme caso sobre hacer que mi padre la pase mal por un rato más. Mi madre mando a Dobby con el baúl de Draco y de mí, yo tome la mano de mi madre y mi hermano la de mi padre, posteriormente sentí el característico jalón en el estomago, para luego abrir los ojos y encontrarme en Kings Cross.
Cuando recién empezamos a realizar apariciones conjuntas, era prácticamente inevitable que mi hermano y yo tuviéramos ganas de vomitar; pero, dado que ya habíamos crecido, ni nos inmutábamos. Al llegar al tren, mi madre nos abrazó como hizo el año pasado, nos sonrió dulcemente y nos dio un beso en la frente a manera de despedida.
— Cuídense, no olviden escribir, estaré esperando sus cartas cada semana, Draco hijo, espero no recibir otra carta porque te vieron fuera del dormitorio a horas inadecuadas, Selene acomoda tu cabello, recuerden siempre con la cabeza en alto — sabía que lo del cabello tenía doble connotación, pude notar como mi padre hizo el amago de abrazar a mi madre por la cintura como solía hacerlo cuando está ultima estaba a punto de llorar justo como ahora.
Lo que no se esperaba era que mi madre lo rechazara no de manera evidente, pero si lo suficiente para que mi padre la mirara con ojos de sorpresa, esta vez si le costaría un poco que mi madre lo perdonara.
— Jóvenes Malfoy, sus cosas ya se encuentran en un compartimento, alejado de los leones como me pidió joven Malfoy — voltíe y esos ojos grandes nos miraban atentos pero con la cabeza ligeramente agachada , ambos lo seguimos, dando una sonrisa de despedida a nuestros padres, subimos al tren, y Dobby nos condujo hasta el compartimento. Antes de entrar le dije a Dobby, hable con Dobby sobre lo que tenía que hacer.
Entre al compartimento, solo Draco se encontraba allí, iba a empezar a celebrar cuando la puerta se volvió a abrir y por ella entraron, Daphne, Astoria, Theo, Pansy y Blaise; bueno al menos no se encontraban los gorilas junto con ellos. Todos empezamos a hablar y por alguna extraña razón, incluso los comentarios de Pansy no me cayeron tan mal como lo hacían el año pasado, creo que el verano la ayudo a madurar y eso hacía que conversar con ella no fuera tedioso.
Llegué a pensar que ya no se pegaría tanto a mi hermano, pero esto parecía ser algo que no cambiaría en mucho tiempo, de la nada mi hermano decidió que iría a por dulces, algo extraño en el. Paso algo de quince minutos, para que la puerta fuera abierta por Draco pero esta vez acompañado de sus gorilas, los tres entraron; sin embargo al ver que eramos mucho mi hermano tuvo la delicadeza de despachar a sus gorilas.
— Al parecer Potter perdió el tren — ya sabía que mi hermano no había salido, sin una razón oculta, aunque este comentario me hizo sonreír internamente, Dobby lo había logrado.
— ¿ Solo saliste a verificar si Potter había venido o no? — Blaise le dijo esto sonriendo — Pensé que habías dicho que irías por dulces, pero no los veo — esta vez todos soltamos una risita por la cara de incredulidad de mi hermano.
— Por quién me tomas — chillo Draco —Claro que fui por los dulces, pero no pude evitar oír el comentario que soltaba la sangre sucia, además si fui por los dulces; pero en ningún momento dije que traería para todos, toma Sel — creo que mi hermano seguía pensando que tenía que hacer puntos conmigo para asegurarse que mamá no estaba molesta con él.
— Gracias hermanito — solté mientras le daba una mirada tierna y recibía la rana de chocolate que me entregaba.
El resto de viaje a Hogwarts fue tranquilo, antes de llegar nos cambiamos el uniforme, entre risas, puesto que Blaise alegaba que debía cambiarse con nosotras porque mi hermano le lanzaba miradas raras, esto solo ocasiono que Draco lo golpeara mientras chillaba indignado. Al llegar a la estación de Hogsmeade, salimos de manera ordenada, las chicas por nuestro lado y los chicos por detrás de nosotras. Subimos juntos a un carruaje, sabía que estos eran jalados por Thestrals, no podía verlos, puesto que los únicos que podían verlos eran aquellos que habían visto la muerte.
Bajamos de los carruajes, empezamos a caminar en dirección al castillo y yo rezaba internamente porque Potter no consiguiera la forma de venir.
NOTA DE AUTORA
Queridos lectores, este es el último capítulo de la maratón, aunque quizás mañana suba uno más, aún no es seguro pero lo intentare, sigan apoyando la historia, déjenme saber que les esta gustando la historia dejando su voto en los capítulos. Puesto que como he dicho más de una vez es mi primer historia y quiero saber que tal está quedando.
Los quiere F. R. Devonshire