Ya habían pasado cinco largos y tortuosos días. Días los cuales han pasado a la espera de que TaeHyung despierte, no ha sucedido aún y su estado sigue igual, con la respiración un poco más normal.
El médico sigue insistiendo en que encuentren al alfa, pero por ser días festivos se hace más difícil sabiendo como es el tipo. Yoongi no a descansado tratando de localizarlo al igual que Jimin, sólo que éste último más tranquilo, el doctor le hizo saber que en su estado era mejor que permaneciera en casa para que estuviera tranquilo y no afectara su embarazo. Con reproches aceptó, no sin antes hacerle saber a su alfa que lo mantuviera al tanto.
Yoongi es el que más a permanecido en el hospital a la espera, sólo yendo a casa en las noches para que su omega no se inquiete. El padre de TaeHyung hace igual, se va con Yoongi a casa de ellos, por petición de éste mismo. El padre de Jungkook sólo llega en ocasiones para mantenerse informado e informar a su esposa.
Jungkook...
Jungkook por su parte a estado pendiente de su pequeño y no se ha despegado de él a excepción de por un tiempo en la noche. El bebé a mejorado por su presencia y el doctor le hizo saber que ya podía llevarse al bebé a casa, sólo terminaran el registro de su atención y el alfa se lo llevararía para ese mismo día.
Deseaba llevarse a su cachorro de allí, pero tampoco quería dejar a TaeHyung.
Por estar al pendiente de su bebé, no podía verlo o estar pendiente de él, por eso, cuando su pequeño se dormía en la noche aprovechaba y se escabullia a verlo, a escondidas de todos, sólo ellos dos.
—Hola~ —lo saluda como a estado haciendo todas estas noches, con esa vergüenza y emoción a la vez—, esta vez vine un poco temprano. —le sonríe mientras se sienta en el mismo banco de siempre, tomando la mano del omega y besándola para luego mantenerla unida a la suya mientras habla—. Esperé a que Yoongi fuera al baño y que no me viera la enfermera, para poder entrar.
Era su rutina en estos días, escabullirse y hablar cómodamente, con aquel nudo en su garganta por la impotencia de no poder ser de ayuda, quería que despertara, no importa si lo odia o lo quiera lejos, sólo quería que volviera a abrir esos bellos ojos que le hacían recordar lo hermoso de la vida, quería verlo feliz.
—Creo que ya tomé el valor necesario para poder hablar de Hyeon Min. —alza su cabeza para impedir que sus lágrimas salgan—. Es un hermoso niño, Yoongi me hizo darme cuenta que me hiciste padre por segunda vez, es... maravilloso, yo..., lo siento. Debí escucharte y darle mi amor desde el principio. —Las lágrimas escaparon de sus ojos sin más, le dolía saber lo que se estaba perdiendo—. Se parece a mi...
Eso último se escapó en un sollozo con lamento, odiaba que su resentimiento y orgullo le ganara, se arrepentía.
—Es idéntico a mi de bebé, —sonríe en medio de sus lágrimas—, es muy bien portado, me alegra que a pesar de todo me reconozca como su padre , sin siquiera haber estado desde el inicio con él, en verdad agradezco eso. Sabes... —con su mano libre limpia sus lágrimas—, es muy diferente a Jungie, es lo que me he dado cuenta, Jungie era muy inquieto desde pequeño, Minnie no, por eso no me ha costado atenderlo. Sí, lo estoy cuidando yo, por si te lo preguntas. Por eso vine más temprano, hoy me lo llevaré a casa, por favor... despierta. Te necesitamos con nosotros.
Reposa su cabeza en la orilla de la camilla para retener ese impulso de llorar, ya no quería hacerlo, tenía que ser fuerte por sus niños.
—Tienes que despertar, cariño. —besó el dorso de su mano—. Yo no soy como tú, soy un imbécil inútil, no podré criarlos a los dos, yo no... tienes que despertar y ayudarme, regañarme cuando hago algo mal. ¿Recuerdas? La vez que dejé a Jungie comer chocolate de más, me lo advertiste y no hice caso, lo que nos tocó tener después a un Jungie con dolor de barriga, ¿vez, amor? Yo no podré, tienes que estar a mi lado ayudándome, sé que no soy el indicado para esto ya que te dejé solo con ellos, pero... aún así quiero ser egoísta y tenerte cerca, aunque no lo quieras. Vamos, bebé, sé que me escuchas, sólo abre tus bellos ojos y sonríeme. Te lo suplico...
Besó la mejilla del omega, y hubiera besado sus labios de no ser por la mascarilla de oxígeno que tenía. Se dedicó a dejar besos por donde le era posible mientras lágrimas resbalaban. No quería dejarlo, pero no podía dejar solo al bebé porque volvería a su estado. Le dolía saber que ya no era alguien importante para el omega, ya que en todo este tiempo no lo pudo hacer volver.
Estaba por irse cuando sintió una leve presión en su mano, con sorpresa desvió su mirada a sus manos enlazadas y volvió a sentirlo, su corazón bombeo en intensidad.
—Vamos amor, eso es... vamos... sé que me escuchas, sigue intentando ¿sí? Todos deseamos verte, tienes que despertar, escucha mi voz bebé. Tu familia te espera, te estamos esperando, yo te estoy esperando...
Un último beso alcanzó a depositar en su frente cuando el último apretón que sintió lo hizo estremecerse, pero... voces y pasos apresurados se hicieron presente y Jungkook entró en pánico.
Ya lo habían descubierto sólo una vez y la enfermera se enfureció con él por entrar sin permiso ya que no poseía ningún vínculo con el omega y no tenía autorización, le era restringido el lugar. Así que con pesar susurra un "Lo siento, amor" y se esconde en el pequeño cubículo del baño con la puerta semi abierta.
Yoongi, una enfermera y alguien más entraban a la habitación. Su cuerpo se heló al ver quién era, ese alfa había llegado. Sintió alivio y al mismo tiempo dolor, sabía que con eso su omega se salvaría pero también eso era claro que lo perdería.
La enfermera hizo que se acercara a TaeHyung y el alfa así lo hizo, Yoongi tenía sus manos juntas expectante de lo que pasaría, Jungkook estaba igual.
La enfermera hizo su chequeo antes y sus ojos sorprendidos alarmaron un poco a Yoongi.
—Tiene su ritmo cardíaco un poco elevado, no es de temer, pero es raro ya que últimamente ha presentado esto por momentos, sólo que está vez es aún más.
—Bien, es buena señal supongo —Yoongi dice y la mujer asiente—, bien, te dejaremos a solas para que hables con él y puedas hacer que vuelva. —Le dice al alfa el cual con un sonido gutural le afirma.
Yoongi y la enfermera salen de la habitación y el alfa se acerca a TaeHyung.
—Esto es tonto, ni siquiera sé que decirte, sólo que despiertes, pero creo que eso todos lo han dicho ya. Creí que ya no nos veríamos, aquella vez me lo dejaste claro al echarme de tu casa, pero mírate, necesitas mi ayuda...
El alfa no se sentó, sólo hablaba mientras se paseaba al rededor de la camilla.
—¿Qué pasó con ese alfa? ¿Te dejó? Bueno, eso es obvio —ríe sin gracia—, ya que por tu situación es lo que pasó, aún recuerdo lo furioso que estaba, las cosas que te dijo... fue un idiota, pero bueno... él lo perdió. Ahora estoy aquí y aprovecharé para ser tu alfa, me convienes Kim, eres de buena familia y no la pasaré mal. Por eso acepté venir...
Jungkook quien escuchaba y miraba todo estaba más que furioso con ese alfa, escuchar esas palabras de su boca le hizo arder en cólera, su omega no se merecía eso. Estando a punto de salir y golpear a ese imbécil, una vocecita en su interior lo hizo detener, ese alfa es el que salvaría a su amor, ese maldito es el que puede traerlo de vuelta y por más que le joda, no hizo nada, apretó sus puños a la espera.
El otro alfa por su parte se acercó a TaeHyung después de su discurso y acarició un poco su mejilla.
—Eres muy hermoso, Kim. Y es una lástima que otro alfa tenga tu corazón al punto de llegar a esta situación, si te hubieras quedado conmigo, no estarías así.
Su mano detallaba el rostro pálido del omega.
—Así que vuelve en sí y acepta a tu alfa como debe ser. Un alfa que no le importa soportar a tus hijos con tal de su bienestar económico. Vamos cariño, te haré sentir bien una vez despiertes.
El azabache no lo soportó más, salió del baño dispuesto a golpear a ese imbécil, el tipo lo miró sorprendido mientras le sonreía con sorna.
Un poco más y lo hubiera golpeado, de no ser porque sus ojos se dirigieron al omega quien abría de golpe sus ojos.
El alfa ignoró a Jungkook dándole la espalda y acercándose a TaeHyung en un santiamén. Tomó su mano que pedía por contacto y la otra acarició su cabeza.
—Aquí estoy, aquí estoy cielo. —Le dice mientras TaeHyung parpadea acostumbrándose a la luz.
Jungkook lo ve mientras sonríe y siente que su corazón vuelve a tener paz. Estaba despierto, su amor estaba devuelta, sonrió. Eso era lo único que importaba.
Limpió las lágrimas que se escaparon y dio la vuelta para salir de ese lugar, les dejaría privacidad. Pero esa voz lo detuvo.
—¿J-Jungkook? —Escucha decir de Tae con su voz ronca—. ¿Qué...?
Inquiere sin terminar, le era desconcertante que el alfa estuviera ahí. Pero el alfa a su lado se adelanta.
—Vino a verte, sí... él quería saber como estabas.
Jungkook mira furioso al alfa pero vuelve su mirada a Tae, le sonríe y le devuelve la sonrisa.
—Sí... vine a ver como estabas y ya veo que bien, así que me retiro.
Apresuradamente sale de la habitación dejando confundido al omega y a un alfa satisfecho de que no se entrometería.
Cuando sale de la habitación, un Yoongi lo ve desconcertado, preguntándole con la mirada qué diablos hacía ahí y cómo entró.
—TaeHyung despertó. —es lo único que dice para luego irse casi corriendo, no sin antes alcanzar a ver la felicidad derramada en lágrimas de Yoongi, sonrió por ello.
Cuando llegó al cuarto de su bebé, una enfermera lo ve con alivio.
—Aquí está, el niño despertó y se estaba empezando a inquietar mientras lo buscaba.
El alfa no esperó más y fue a por su bebé tomándolo en brazos, este rápido buscó su calor y sonrió al verle.
—Estoy aqui... papi despertó. Papi estará bien...
El médico llegó entregándole unos papeles los cuales firmó y poder irse con su bebé. Así lo hizo.
Tomó un taxi y se dirigió a casa, luego les avisaría a Yoongi y Jimin de que ya no estaban en el hospital.
Una vez llegando a casa su madre se sorprendió de verle con el pequeño en brazos, no tardó en bombardearlo con preguntas las cuales respondió mientras lloraba como un niño sobre sus brazos, contándole lo tonto e imbécil que había sido al no escuchar a su omega, lo había perdido y por poco pierde hasta su otro hijo.
Su madre lo mimaba con compasión, ella sabía que tarde o temprano eso pasaría y sabía que su hijo se lamentaría por eso, por ello le había advertido.
Estaba contenta de que TaeHyung estuviera despierto, pero era una pena saber que con eso su hijo perdería a su amor. Hubiera deseado que las cosas no llegaran a tal grado de verlos sufrir.
El pequeño Minnie estaba dormido a un lado de ellos y Jung Ahn no tardó en llegar y preguntar por su papi, una vez dicha la noticia, el pequeño saltó sobre su papá, limpiando sus lágrimas lo besó por todo su rostro.
—No estés triste papá, papi Tae está bien, como lo prometiste, sabía que lo lograrías.
Una sonrisa amarga llegó a regalarle, mirando a su pequeño quien no tardó en ver a su hermano y emocionarse por estar con él.
—¡Minnie! —gritó mientras hacía que su padre lo bajara para llegar donde su hermanito—. Papá, por fin traes a Minnie ¿Eso quiere decir que ya le darás amor como a mí?
Una punzada de dolor y culpa se apoderó del azabache quien lloró por ser mal padre y perderse tiempo con su pequeño.
Asiente con su cabeza hacia su pequeño. —Sí, cachorro. Les daré mi amor a ambos.
Su madre sonríe al escucharlo, por mucho que todo haya pasado de esa manera, era bueno saber que su hijo estaba recapacitando y dejando su rencor de lado, era bueno, aunque su corazón esté partido por no tener a su amor con él. Su esposo llega y ve con orgullo a su hijo, se acerca y lo abraza.
—Sabía que al final, harías lo correcto.
Besa la frente de su hijo y éste le sonríe.
Cuando Jungkook intenta decirle algo, su móvil suena y se alarma al ver que se trata de Yoongi, rápidamente contesta.
—¿Sucedió algo? ¿Tae está bien?
Con preocupación le dice y escucha una pequeña risilla del otro lado para luego escuchar la voz del alfa.
—Tranquilo, él está bien.
—Entonces ¿qué sucede?
—TaeHyung quiere verte.
BM~