Aquí la segunda parte, espero les guste :3
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Si con la reunión de Ron se le había acumulado trabajo, ahora su oficina debía estar enterrada en papeles. Estaba segura de que se vería así. Si estuviera en su oficina. Llevaban casi un mes en la búsqueda de la ex Ravenclaw, pero no habían encontrado nada, era como si la tierra se la hubiera tragado.
Necesitaba cafeína, mucha cafeína.
Entró a la cafetería algo mareada, no habían dormido bien, y ciertamente todos ahora estaban en pánico, ni siquiera Ron y Harry como aurores habían logrado avances.
— ¡Señorita! —saltó ante las palabras y vio a la camarera que la miraba preocupada. Era una diferente, notó. — ¿se encuentra bien?
—Sí, lo siento; un desayuno, por favor — camino hasta la única mesa vacía al fondo. Pero al llegar se dio cuenta que no estaba sola. Bueno, tenía suerte ese día. —Malfoy — saludo sentándose. El otro la miro con ambas cejas alzadas, claramente sorprendido por su audacia de sentarse frente él como si fueran viejos amigos.
—Granger... —parecía no saber que decir.
—Mira estoy muy cansada, ¿bien? — No lo miró— solo tomaré mi desayuno y me iré — no esperó respuesta, en ese momento realmente no le importaba, quisiera o no, se sentaría allí. Cuando su desayuno llegó empezó a comer tranquila, siendo medio consciente de un Malfoy que la miró fijamente por un momento antes de claramente resignarse. Para cuando termino, Malfoy hacía rato miraba por la ventana, cada pocos segundos escaneaba el local y de nuevo regresaba su vista a afuera. Se sintió mucho mejor, el dolor de cabeza había mermado, y el hambre desaparecido; sólo le quedaba dormir un poco.
Ahora miró fijamente a su acompañante, al sentir la mirada, éste levanto una ceja interrogante.
—Ya terminaste, ¿no? — Miró el plato de ella —dijiste que te irías.
—Sólo una cosa. — Bostezó — ¿Sabes dónde está Nott?
Un parpadeo, fue lo único diferente. Un parpadeo más rápido que los demás. Malfoy era bueno ocultando, pero ella era Hermione Granger. Tenía que ser mejor que bueno.
— ¿Qué pasa con él? — su voz igual de ronca. ¿Seguiría enfermo? ¿O era algo más?
—Secuestro a Luna —lo miraba fijamente en busca de cualquier cambio, pero esta vez no hubo intento de ocultar nada. Se reía, claramente burlándose de ella. — ¿te parece gracioso? —apretó las manos, deseando plantar sus nudillos en esa pretenciosa risa.
—La verdad, sí — el rubio sacudió la cabeza incrédulo. — ¿Qué te hace pensar que fue en contra de su voluntad?
—Una fuente confiable. —Ron no mentiría en algo tan serio.
—No tan confiable al parecer. — el chico tamborileaba los dedos en la mesa rítmicamente. —Mira, no sé quién te dijo eso; pero, ella está con él porque así lo quiso. Theo no tiene necesidad de secuestrar una mujer. Siendo honesto creo que ellas hacen fila por él.
—Confío más en mi fuente que en ti.
—Bueno, muy bien por ustedes entonces. —se levantó yendo a pagar. —Suerte buscándola.
—Desgraciado —Cuando salió tras él después de pagar lo suyo, ya había desaparecido
— ¡Maldición!
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30 abril 2000
Hermione sólo alcanzaba a ver rostros cansados y frustrados. De nueva cuenta habían fallado. No encontraban ni un solo rastro de Luna. Y ella no estaba muy segura de que en ese ambiente pudiera decir que había dejado escapar a Malfoy, quien obviamente sabía algo de todo eso. Estaba segura que no terminaría muy bien.
—Hay que dejarlo por hoy, ¿bien? — Harry miró los rostros agotados de todos —mañana empezaremos de nuevo.
—Es lo mejor —Neville se pasó la mano por la cara —no puedo enfocar muy bien.
Todos estuvieron de acuerdo y empezaron a desocupar la habitación.
—Harry, Ron; necesito hablar con ustedes. —llamó Hermione. Esperaron hasta que solo quedaron ellos tres. En momentos como ese no podía evitar recordar antiguos años cuando se reunían a hacer algún plan que probara las paranoias de Harry.
— ¿Pasa algo? — Ron bostezó, acto que contagio a sus dos amigos. —lo siento.
—Tengo que confesar algo. —unió ambas manos al frente y las retorció nerviosa. Ésta vez Harry pareció preocupado.
— ¿Estás bien? — Puso una mano en su hombro —Dinos.
— Me encontré a Malfoy esta mañana, —sus gestos se agriaron un poco pero no dijeron nada. —Ron —lo miró a los ojos— ¿Estás seguro de que fue un secuestro? — pronuncio las palabras con cuidado.
— ¿Qué dijo el maldito? — Ron parecía bastante molesto — ¿le crees más a él?
—No Ron — dijo con firmeza — pero, es una posibilidad. Tal vez ella lo quiso así.
—Bueno —Harry hablo —La carta estaba definitivamente escrita por ella. —las cosas que había allí, eran algo que solo podía salir de la cabeza de Luna. — ¿Por qué estamos seguros de que es un secuestro?
Hermione y Harry fruncieron el ceño al mismo tiempo, era cierto que Luna llevaba ya un tiempo considerable desaparecida, pero la carta misma había dicho que tardaría en volver. Lo único que los había hecho buscar a la ex Ravenclaw tan desesperadamente, era la seguridad de que había sido secuestrada por parte de Ron.
—Ron —inició Hermione — ¿Cómo sabes que Luna fue secuestrada?
— ¿No confían en mí?
—Responde Ron. — Harry no fue amable en sus palabras. El tiempo no había funcionado, era hora de confrontarlo.
—Estaba vigilando a Nott, —levanto los hombros sin culpa —sabía que no tardaría en demostrar lo que era.
— ¿Por qué? — Hermione se enderezo con ese sentimiento de que algo no anda bien. — ¿Fue una orden o tu decisión?
— ¿Acaso no puedo pensar por mí mismo? —Chistó con gesto amargo —Era lógico que pasaría algo así. Igual que con todos los Sangres Puras.
—Tú eres un Sangre Pura Ron —Harry sacudió la cabeza.
—No es lo mismo.
— ¡Es lo mismo! —la mujer del grupo intento acercarse, pero Ron se retiró rechazándola.
—No. No me pongas al mismo nivel de los mortífagos.
—Ellos están pagando —los lentes de Harry estaban torcidos, no paraba de moverlos en su ansiedad.
— Sí solo supieran. —Ron lo miró, parecía a punto de decir algo, pero se retuvo —Nada.
— ¿Saber qué?
—Nada.
—Ron —inició de nuevo Hermione.
— ¡No!, lo haré yo solo, no necesito su ayuda. —Lo miraron a los ojos, unos ojos atrapados en el pasado —No se acerquen de nuevo a mí.
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8 mayo 2000
Hermione tenía trabajo hasta para vender, lo que obviamente no podría hacer. Quisiera terminarlo en unos segundos, pero eso tardaría mucho más. Muchísimo más.
Estaba en la cafetería, Ron no les había dirigido la palabra en toda la semana, la familia Weasley no sabía tampoco que hacer, ellos mismo estaban divididos, George se había mostrado sutilmente de acuerdo con su hermano; nadie había podido decirle nada en contra. Pero, Ginny lo rechazaba abiertamente, eso había generado tensión en La Madriguera.
—Buen día, ¿qué se le ofrece? — la camarera coqueta había vuelto. Debería tomar su desayuno y comerlo en el Ministerio, pero no quería llegar aún. Se giró casi segura de encontrar una cabellera rubia en esa última mesa. Sonrió un poco cuando así fue.
—El desayuno del día, por favor —entonces tomo camino al lugar, Malfoy con su costumbre de escanear el local cada tanto se dio cuenta casi de inmediato de su intención. Por su expresión parecía que eso y tener un limón en su boca era lo mismo.
— ¿Qué estás haciendo?
—Me siento a tomar mi desayuno. —Su tono era casual — ¿no haces lo mismo?
—Granger. —con su voz ronca pareció más un gruñido.
—Malfoy. —devolvió sin amedrentarse. — Oh, vamos —sonrió —me quedare aquí silenciosa.
—De algún modo dudo eso.
—El tenedor va medio camino a tu boca, así que creo que lo aceptas. —se burló del otro, quien detuvo el cubierto en el aire y la miraba con claros deseos de enterrarle el tenedor a ella.
—Me encanta mi suerte. —se rio ante el sarcasmo.
—Sólo come —tomó la mano ajena que sostenía el cubierto y la empujo el resto del camino, hasta que esté no tuvo más opción que abrir la boca y tomar el bocado. El parecía algo sorprendido por su atrevimiento de tocarlo. — ¡Perdóname Lord Malfoy!, ¿he manchado la pureza de su piel?
—Suficiente Granger. —respondió luego de tragar, aun dirigiéndole miradas hostiles.
—Vamos, pensé que habías madurado.
—Cállate.
Entonces la diversión paso a segundo plano cuando se quedaron en silencio y no tuvo más remedio que abstraerse en su mente. Ron la había dejado, no era como que pudieran seguir en una relación. Había puesto su odio por encima de todos ellos, los años juntos no habían sido suficientes. No habían podido ayudarlo cuando los necesito; por miedo a tener peleas; habían dejado que el problema creciera y no dejara que Ron viera más allá de él. Ella como su pareja tampoco lo había visto, ¿Qué clase de novia era?
— Uh, ¿Granger?
— ¿Si? — Malfoy la miraba espantado — ¿Qué?
—Estas... —parecía incomodo —tú cara. —le señaló el rostro.
—Ah. —estaba llorando, que vergonzoso. —No mires.
—Estas llorando frente a mí, —parecía exasperado —eso es un poco difícil.
Por mucho que intento detenerse, no pudo. No había llorado en ningún momento luego de la discusión con Ron, al parecer eso no era muy bueno. Siguió llorando hasta que termino hipando lastimeramente. Levanto los ojos hasta ver a un Malfoy que estaba pegado a la pared, alejándose lo más que podía de ella.
—Ten, —le extendió un pañuelo —pensar que podías ser más fea.
—Cállate Malfoy, o voy a poner mi pie en tu trasero. —él chisto pero no comento nada más.
Se secó las lágrimas y viéndolo con malicia se sonó la nariz también, ante el completo horror del rubio. Se terminó de limpiar y se la extendió.
—No. —sacudió la cabeza con violencia —tuyo, quédatelo; aleja esa cosa de mí.
—Gracias, que amable. —El gesto de asco estuvo presente en su rostro por varios minutos. —Por Merlín, ¡Supéralo!
—Es fácil para ti decirlo, —se estremeció con molestia —tú no viste nada.
Se quedaron en silencio de nuevo, él la miraba a la espera de otro ataque de llanto, pero no fue así.
—Malfoy. —llamo después de unos minutos. Él la miró tomando su taza de café.
— ¿Qué?
— ¿Luna está bien? —tenía un poco de miedo ¿Y si Ron decía la verdad?
—Claro, Theo sabe complacer a una mujer.
—No me refería a eso. —arrugo la nariz con vergüenza.
—Lo sé, Granger; hablo de todo en general. —Levanto los hombros —Por su familia es educado, está podrido en oro y si se la llevo es porque va en serio.
— ¿Podrías decirle que se comunique? Estamos preocupados. —Lo veía fijamente —Por favor.
—Pensar que escucharía esas palabras de ti —resopló, — Eso quiere decir que finalmente renunciaron a buscar a la Lunatica, ¿no?
—Luna Lovegood —corrigió con seriedad, él sonrió con desafío.
—Lunatica.
—Luna Lovegood.
—Lunatica.
—Lu-na Love-good.
—Lu-na-ti-ca.
—En serio; —estaba exasperada —debería se parejo, ¿no? Hurón saltarín.
—Ah no, ni se te ocurra repetir eso.
—Hurón Saltarín. —él golpeo la mesa muy enojado.
—Sangre sucia.
—Y orgullosa de serlo, algo que no puedes decir tú.
Y hasta ahí llego la conversación.
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5 junio 2000
Entro a la cafetería con duda, había recibido un vociferador de Luna, porque claro una carta normal no era suficiente. A pesar de los gritos, se habían alegrado de saber que estaba bien y que, efectivamente, se había ido por voluntad propia. Ron, ya era casi un desconocido para ellos. Harry y ella habían evitado ir a la Madriguera para no generar más tensión de la que había, después de que Percy se uniera a George y Ron en su pensamiento. El señor y la señora Weasley parecían no saber qué hacer o que decir para calmar a sus hijos. Entendiendo lo que sentían todos ellos.
Qué situación más complicada.
Por supuesto, el rubio estaba allí sentado en su lugar de siempre. Tuvo el impulso de irse, pero él la vio; después de eso, decidió que ya no importaba, debía agradecérselo. Pidió un café y tomo camino hasta sentarse frente al ex Slytherin.
—Mi buena suerte sólo aumenta. —la miró con sarcasmo, que tal vez la habría molestado si no estuviera allí con la nariz y mejillas rojas, y con los ojos aguados.
—Malfoy, —se sorprendió — ¿estás resfriado?
— ¿Qué parece? —con la enfermedad su humor estaba peor que de costumbre. No tenía un plato con su desayuno como era usual, simplemente había un chocolate caliente allí.
—Pensar que eres humano. —sacudió la cabeza fingiendo incredulidad.
—Suficiente Granger, no estoy de humor.
—Lo he notado —se quedaron en silencio un momento. De hecho sí estaba un poco sorprendida, escondía su rostro en la taza de café para verlo. Malfoy tosía ocasionalmente y estornudaba cada tanto. Sus ojos brillaban más de lo usual por las lágrimas, viéndose más como un plata que un gris, eran hermosos, siendo honesta. Y reparándolo bien incluso sus orejas estaban rojas. Realmente se veía humano; a veces era tan pulcro que parecía demasiado postizo.
—Gracias.
— ¿Uh? — la miró interrogante tomando su chocolate.
—Por lo de Luna.
—No sé de qué hablas, —respondió tajante. —Y como me hagas pagar de nuevo tu cuenta, tendremos problemas.
—No te preocupes, pagaré el tuyo —señalo el chocolate, pero él sólo torció la boca.
—Ni creas que estamos a mano.
—No lo haré. — Sonrió divertida, con los ojos llorosos no se veía nada amenazante, pero consideró que era mejor no decirlo. —Tengo tanto trabajo — suspiró levantándose, saco algo de dinero y lo puso bajo su taza —Nos vemos Malfoy, cuídate ese resfriado.
—No regreses.
—Mi querido Malfoy. —Se burló —Eso parece más una invitación. — sonrió retadora dejándolo antes de que pudiera responder.
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26 junio 2000
Lo había logrado, había terminado todo su trabajo acumulado. Casi había muerto en el proceso, pero lo había conseguido. Sentía que iba a llorar de alegría.
— ¿Hermione? — Harry tenía sus cejas alzadas. — ¿Estás bien?
—No lo entenderías Harry, —se sentó derecha estirándose. — ¿Pasa algo? —se dio cuenta de la carpeta en sus manos. Su amigo miró atrás y a los lados antes de cerrar la puerta y acercarse a ella. —He estado investigando un poco lo que ha hecho Ron. — dijo pasándole los papeles.
— ¿Descubriste algo? — Reviso los documentos —son sanciones y procesos contra magos.
—Sí, sigue leyendo. — luego de unos minutos vio lo que Harry quería que notará.
—Todos son Sangre Pura que estuvieron relacionado con Voldemort —Harry asintió con los labios apretados en una línea. Había desde sanciones por no pagar impuestos, de esclavizar elfos y otras tantas cosas rebuscadas. —Pueden ser reales —defendió sintiendo que no sería el caso.
—Lo sé, y que la personalidad de esos magos no sea precisamente amable, no los ayuda. —Hermione vio un ejemplo de eso en una declaración de uno de ellos. "Tengo suficiente oro como para verme en la necesidad de llorar por unos míseros galeones, si quieren les doy el doble" alzo ambas cejas ante las pretenciosas palabras, que no dejaban de ser ciertas.
—Quien ha hecho todos las capturas ha sido... — lo imaginó.
—Así es, fue Ron.
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27 junio 2000
— ¿En serio? — Malfoy parecía a punto de tener una hernia. —Granger, no tienes casa o ¿qué?
—Claro que tengo —se sentó con calma —pero estoy sacando un gusto particular por agriar tus mañanas.
—Granger.
—Malfoy. —se rio del gesto ajeno, el rubio refunfuñaba por lo bajo y con molestia. Su sonrisa cayó un poco al ver su nariz aun algo roja. — ¿todavía estas enfermo?
—No —sentencio con sequedad. Hermione frunció su entrecejo, los ojos grises aún brillaban un poco. — ¿Qué estás haciendo loca? —se alejó con sorpresa cuando ella puso su mano en su frente.
—Estas caliente —regañó —deberías estar descansando.
—Ya tengo una madre, —se alejó más —no necesito otra.
—No me interesa serlo, eres un niño demasiado mimado.
—No te molesta que apreté un poco tu cuello, ¿cierto?
—Oh mi querido Malfoy —sonrió. —Extrañas mis nudillos, ¿verdad? ¿Deberíamos recordar viejos tiempos?
—Cállate.
—Eres un mal perdedor.
—Que te calles.
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Hoola, y hasta aquí llega el capítulo, espero lo hayan disfrutado, ¡nos vemos el otro fin de semana! <3