LUCAS
Dos días antes...
El padre de Alegra trae a Félix en menos de veinte minutos, abre la puerta de la habitación del hotel y lo empuja hacia adentro.
—¡Suéltame! —exige librándose de su agarre— ¿Qué demonios está pasando?
Quiero golpearlo, y a la vez quiero confiar en él. Necesito calma, tengo que centrarme porque me estoy volviendo loco.
Antes de que pueda decir nada la puerta se vuelve a abrir, la seguridad de mi padre fue a mi casa por mi hermana y resulta que sí estaba allí.
Va a acercarse a Félix pero la tomo por el brazo y la pongo detrás de mí.
Félix ladea la cabeza confundido.
—¿Puedes decirme qué pasa? —esta vez habla con más calma.
—Me dijo algo que solo tú sabías, algo privado, que pasó cuando éramos niños.
Sus ojos se ponen brillosos de inmediato y la decepción se nota claramente en su voz.
—¿Desconfías de mí?
Suspiro llevando las manos a mi cabeza, e intento no mirarlo a los ojos.
—Quisiera no hacerlo, pero solo tú lo sabías...
Valeria sale de detrás de mí y pone una mano sobre mi hombro.
—¿Qué era, Lucas?
—Lo que le dije cuando te perdiste en el bosque.
Ella asiente como si lo comprendiera todo.
—Él me lo contó a mí, un día que le dije que sentía que ya nunca volveríamos a ser unidos. Y yo se lo dije a... —sus ojos se abren de golpe y camina hacia Félix— ¿Con quién se quedó Alegra?
—Con Max, no quería dejarla sola pero desgraciadamente no tengo más fuerza que tres pandilleros.
Cuando las palabras abandonan su boca comprendo todo lo que sucedió. Me hizo caer como un estúpido, me hizo desconfiar de los míos y entregarle a Alegra como un idiota.
Él la tiene, todo este tiempo ha sido él.
Siempre supe que estaba obsesionado, pero no sé por qué no había desconfiado de él.
—Él la tiene... —murmura Valeria porque yo no puedo hablar— Yo se lo dije a él, le dije muchas cosas, hablábamos de todo... No debí confiar, soy una estúpida...
Félix se acerca a ella y la envuelve con sus brazos.
—Tranquila, no es tu culpa.
—Lo siento... —murmuro hacia mi primo esperando que comprenda el drama de la situación.
—Vete a la mierda —es todo lo que obtengo como respuesta.
—Luego —decide intervenir mi papá—, ahora tenemos cosas más importantes que hacer que pelear entre nosotros.
Y lo hicimos, Félix estuvo de acuerdo en olvidar esto hasta después de encontrarla pero eso no sucedió pronto.
Pasaron dos días, no ha quedado lugar en el que buscar, no me he bajado de mi auto recorriendo punto por punto en el que su celular emitió señal, hasta que Emily dijo que eso podía ser parte del plan, que alguien estaba moviendo el teléfono de lugar para despistarnos.
Me siento vacío, las primeras horas no podía dejar de imaginar cosas espantosas, lo que el enfermo sería capaz de hacerle, la culpa de no estar allí para defenderla me estaba carcomiendo.
Ahora ni siquiera puedo hacer que mi cerebro funcione, llevo dos días sin dormir, sin comer, y sintiendo que no soy capaz de respirar. Su rostro está en todas partes, su mamá está desesperada, su papá está furioso, los noticieros emiten una y otra vez su carita tierna bajo el cartel de desaparecida.
El padre de Emma lleva el caso, ni siquiera sabía que fuera policía pero confío en él.
Emily y Matteo están todo el tiempo intentando triangular el teléfono que usaba Max, pero no han obtenido resultados porque no pueden decodificar una clave que Eric puso. Y en cuanto a Eric, está desaparecido también, supongo que estará con ellos pero no lo sé.
La policía buscó a Ben, aceptamos no levantar cargos en su contra con la condición de que dijera todo lo que sabe. Solo pudo decir que Max lo buscó, le dijo que sólo sería una pequeño susto y que la dejaría ir en un par de horas pero nunca le dijo a dónde la llevaría.
No hay señales de Nate tampoco, como si la tierra se los hubiera tragado.
—Necesito que comas esto, Lucas, por favor —Emma está sentada a mi lado extendiendo un plato de no sé qué, porque ni siquiera puedo centrar mi mirada en eso.
—No tengo hambre —respondo con tono de voz frío.
—Hasta que no comas y duermas no te daré las llaves de tu auto, entiendo cómo te sientes pero muerto no servirás de mucho...
—¿Tú crees que me entiendes? —no puedo evitar ser irónico, todo lo que han hecho ha sido pedirme que me calme.
¿Cómo creen que podría? ¿Cómo esperan que tenga la mente fría justo ahora? Lo único en lo que puedo pensar es en encontrar a ese hijo de puta y darle un golpe tras otro hasta que muera.
—Secuestraron a mi hermana una vez ¿lo recuerdas? Y por no tener la mente fría casi hago que nos maten a las dos —Emma sí me entiende, incluso entiende que sea grosero con ella y me habla con calma.
—A tu hermana la secuestró un grupo de mafiosos, esto es diferente, solo es un idiota.
—No subestimes el poder de la obsesión, Lu. Un movimiento en falso y podrías ponerla en peligro, primero nos preocupamos de ponerla a salvo y luego te prometo que me ocuparé de darte un momento a solas con él.
Si Emma lo promete, lo cumple. No importa lo que tenga que hacer ella nunca rompe una promesa.
—Félix tiene una idea —dice Valeria apareciendo en la cocina y ambos nos ponemos de pie para ir a la sala.
—No es exactamente una idea...
Félix tampoco ha dormido, sus ojeras están muy marcadas, pero a diferencia de mí aún mantiene la mente fría. No ha dejado de repasar los hechos una y otra vez buscando un detalle que pueda darnos una pista.
—Dilo... —pido soltando el aire en mis pulmones.
—Es que noté que los mensajes se detuvieron exactamente el tiempo que él estuvo con Valeria. Y que regresaron justo después de que nos vio besarnos.
—¿Dices que de verdad sentía algo por ella?
—Sí, y tal vez sea la forma de llegar a él. Que lo manipule, que le haga creer que hay una salida.
Mis ojos van a mi hermana que se mantiene seria y pensativa.
—¿Crees que puedes lograrlo?
—Tengo que poder, se lo debo a Alegra.
Le doy una pequeña sonrisa y vuelvo a menear mi cabeza.
—De todas formas tendríamos que hallar la manera de comunicarnos con él ¿Cómo? No tenemos nada…
Emma es la que responde.
—Llamaré a Matteo, le diré que la prioridad ahora no es rastrearlo sino comunicarnos con él —toma su teléfono y regresa a la cocina.
Mi primo regresa al sofá sin siquiera mirarme, solo me habla si se trata de Alegra.
—Félix… —hago mi intento diez mil de pedir disculpas.
—No ahora, Lucas. Lo único que quiero es encontrarla —voltea su rostro hacia el otro lado mordiendo la cara interna de su mejilla.
—Estaba desperado, no podía confiar ni siquiera en mí. Si me hubieran dicho que era mi papá les hubiese creído… no tienes idea de lo estúpido que me siento, porque todo esto es mi culpa… —estoy conteniendo las lágrimas y eso se nota en mi voz, pero él no voltea a mirarme.
Le dolió muchísimo mi desconfianza y lo entiendo, pero ya no encuentro la forma de disculparme.
—Vienen para aquí —informa Emma al regresar.
No se tardan mucho, la verdad es que no sé como haré para agradecerles esto luego, sé que lo hacen por ella y por Olivia, pero de todas formas siento que les debo algo.
—El teléfono está encendido, solo que es completamente imposible de rastrear… —dice Emily mientras toma el teléfono de Valeria para conectarlo.
—Pudiste rastrarlo cuando me llamó —remarco confundido.
—Me dejaron hacerlo, fue parte de su plan para que creyeras que era Félix.
Mierda, eso tiene mucho sentido. Me odio por caer como un imbécil.
—¿Estás lista? —le pregunta a mi hermana extendiéndole su teléfono y recibiendo un asentimiento como respuesta— Puedes ir a hablar a otro sitio así te sientes mas tranquila, nosotros escucharemos todo desde la computadora.
Valeria sale al pasillo mientras nosotros nos amontonamos para escuchar en absoluto silencio. Ella lo llama, y suena muchas veces pero nadie responde. Cuelga y lo vuelve a intentar.
Mi corazón se detiene cuando escucho su voz al otro lado
—¿Qué quieres? —suena serio y distante.
—Max… —mi hermana se oye serena— ¿Qué haces?
—Tú… no lo entenderías —su tesitura cambia, ahora parece nervioso y por primera vez siento que esto podría funcionar.
—Háblame, dime por favor que no me estabas usando, dime que esto tiene una explicación porque estas rompiendo por completo mi corazón.
—No me mientas, tú lo quieres a él, me lo dejaste claro…
—Estaba confundida, él dijo palabras bonitas pero tú… tú me hiciste sentir cosas bonitas. Y ahora resulta que todo era mentira, porque nunca te olvidaste de ella… —de verdad parece al borde de las lágrimas, me hace dudar si lo que dice en verdad o mentira, y por la expresión de Félix también lo hace dudar a él.
—Nada era mentira Vale, tú lo sabes… tú lo sentiste ese día.
—¿Y entonces por qué? ¿Por qué te llevas a la única amiga que he tenido? ¿Por qué condenas tu vida a la mierda y me dejas sola?
Un silencio de unos segundos se escucha al otro lado hasta que por fin se atreve a responder.
—Porque cuando naces en la mierda estas condenado a vivir en la mierda.
—No es así, tú lo sabes. Sabes que yo también nací en la mierda, pero uno puede elegir qué camino tomar, si agarrar el dolor como excusa para volverte una mierda, o agarrarte de ese dolor para salir del pozo, para convencerte de que puedes elegir quien quieres ser…
—Yo ya elegí, y elegí mal.
—Aún estas a tiempo, ambos lo estamos. Hacer que otros sufran no va a hacer que duela menos, solo te hace mas miserable…
Más silencio, estoy sorprendido de la tranquilidad y la sensatez de mi hermana. Félix señala la televisión encendida que está en silencio para que leamos el titular.
“Magnate multimillonario William Bennett ofrece como recompensa un millón de dólares a quien le regrese a su hija”
Félix me mira extrañado, seguro tengo la misma expresión en mi rostro. Lo único que se me ocurre es que Tom esté detrás de esto, porque el padre de Alegra es un fantasma para todos.
—Es tarde Vale, si les regreso a Alegra moriré.
—No, no, no —se apresura a decir ella—. Te ayudaré a escapar, no iremos con la policía, solo la queremos a ella. Quiero que estés bien, yo sé que no eres malo, tú solo cometiste un error y mereces otra oportunidad.
—¿Tú me quieres? —suena trastornado y comienzo a temer por mi hermana también.
—Yo te amo, y lamento que haya tenido que pasar todo esto para que me diera cuenta. Pero podemos escapar juntos… podemos… —una pausa dramática, sé lo que dirá, fue mi idea — Hay algo que no te he dicho…
—¿Qué?
—Estoy embarazada.
—¿De Félix? —su voz se quiebra un poquito.
—Nunca tuve sexo con él, solo contigo. Sé que nos cuidamos y no entiendo como pudo pasar… pero sí pasó es por algo y…
Max la interrumpe con su voz cargada de emoción.
—¿Tendremos un hijo?
—Sólo lo tendremos si le pones fin a todo esto.
No hay respuesta, pasan varios segundos y Valeria no insiste.
—Júrame que no traerán a la policía, solo tú y el imbécil de tu hermano. Tú te vienes conmigo y él se lleva a Alegra.
—Te lo juro, mi amor. Quiero una familia, tú y yo podemos con esto.
Otro silencio y los nervios me carcomen, hasta que Emily levanta ambos brazos en señal de victoria y señala la pantalla de su laptop.
Le envió la ubicación.
La encontramos.
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Hola gente bella ❤️
Se acerca el final, y aquí una pregunta:
¿Prefieren que los deje unos días sin actualización para subir el final en maratón o que los siga subiendo de uno en uno día por medio?
ACABO DE PUBLICAR UNA NUEVA HISTORIA EN MI PERFIL, SE LLAMA "SUPERFICIAL"
Vayan a leer el primer capítulo, denme su opinión. Decidí salir un poco de mi zona de confort para escribir una novela de misterio con un triángulo amoroso muy hot 🤭
Los leo por allí, y si me siguen en Instagram (@ineskyblue) tendrán noticias pronto sobre una pequeña historia que haré sobre nuestro bebecito Félix ❤️
Los quiero ♥️
Besos, mil besitos 💋