Las primeras horas de caminata estuvieron caracterizadas por el silencio. Mientras fueron por el camino entre los bosques. Parecía que las 4 mujeres con sus razones particulares, competían mutuamente por ver quien estaba más cerca de Naruto. Cada una se empeñaba por captar la atención de un Shinobi que las ignoraba casi por completo. Sin dudas de haber estado solo con Sakura el asunto hubiera sido muy distinto. Pero mantener el modo ermitaño como cosa permanente. Absorbía buena parte de su concentración. Y las mujeres lamentablemente lo interpretaban como indiferencia hacia ellas. Al llegar a una bifurcación en el camino. Decidieron hacer una especie de atajo atravesando los bosques. Tan pronto como se vieron obligados a empezar a saltar de árbol en árbol, la Mizukage y Sakura se arrepintieron del atajo tomado. Yuri no era ninja. Su cuerpo no estaba acostumbrado a ese tipo de esfuerzo físico.
Así pues Naruto debió cargarla todo el trayecto que realizaron por los bosques. La peliazul se aferró con fuerza al rubio y sonriendo tontamente, descanso su rostro en la espalda de Naruto. Finalmente, luego de toda la tarde de avance constante entre los árboles, el grupo llegó a una pequeña aldea. La posada era limpia y acogedora. Contaba con estanques de aguas termales y habitaciones cómodas. La Mizukage sugirió pasar la noche en el lugar. Podrían bañarse, cenar y dormir cómodamente. Todos asintieron a la idea. Habían realizado un avance demoledor por los bosques para recuperar el tiempo perdido en la mañana. Además, sería uno de los pocos lugares tan acogedores en el largo viaje que les esperaba.
Todo parecía tranquilo en el grupo, pero los problemas comenzaron ni bien llegaron a las habitaciones. El lugar no era muy grande. Así que solo estaban disponibles tres de ellas. Sakura actuó con rapidez mental al emitir un exagerado suspiro. Dijo a todos que era un alivio poder brindarle una habitación en soledad a la Godaime Mizukage. Tal como su rango lo requiere. La pelirroja se sorprendió por la movida astuta de la ninja médico. La creía un estorbo de poca monta en su camino hacia Naruto. Pero no pudo más que aceptar cuando Shigure asintió con prudencia, ante el "inocente" comentario de la pelirosa. Por supuesto que Sakura tampoco contaba con que Yuri, no le gustaba para nada la oscuridad reinante en la zona de los cuarto. Dijo tener miedo a esa situación y se aferró a Sakura rogándole que la acompañara en su habitación. En ese momento Naruto fue el que tragó duro. Tenía temor que la tal Shigure le cortara el cuello mientras dormía. Después de todo, no se despegaba de su katana ni para bañarse. Y parecía odiar a Naruto. Algo extraño, porque el rubio no recordaba haberle hecho nada malo a esa mujer en el poco tiempo que llevaba de conocerla.
El resto de las mujeres solo suspiraron lamentándose. Al fin y al cabo, Shigure tendría la oportunidad de estar a solas con Naruto. Pero no las ganas, un verdadero desperdicio. Acomodaron sus cosas en las habitaciones. Para luego irse a bañar a las aguas termales. Mientras las mujeres se bañaban. Naruto salía de la aldea directo a los bosques. Al estar completamente solo desenvaino a "Rayo de luna" y liberando algunos clones, practicó con su katana algunas horas. Necesitaba pensar. Necesitaba silencio. Muchas cosas sorprendentes habían sucedido en pocos meses. Su viaje a la niebla y la incertidumbre de su relación con Sakura lo ponían de cabeza.
Por supuesto también estaban en su mente Madara y Kabuto, que aún se ocultaban en algún territorio desconocido, esperando y planeando seguramente. El mundo Shinobi no alcanzaría la paz nunca, hasta lograr eliminar a esos dos. El entrenamiento con la katana era una excusa. Necesitaba hablar con el Kyuubi. En soledad, podía hacerlo sin que lo consideraran loco:
- (NARUTO ES MUY SENCILLO, TE ENCUENTRAS DEMASIADO TENSO)
-Estoy ansioso por entrenar, eso es todo –serio
- (NECESITAS RELAJARTE DEBIDAMENTE, Y POR SUERTE TENGO LA SOLUCION PERFECTA PARA TI)
- ¿En serio ttebayo? –Incrédulo- veamos qué idea tienes.
-(EN UNA DE LAS HABITACIONES DE ESE ASQUEROSO HOTELUCHO. REUNIRAS A TODAS LAS MUJERES QUE ESTAN VIAJANDO CONTIGO…. ¡Y TE LO MONTAS CON TODAS! JAJAJA)
- Eres más pervertido que Ero-Sennin – desviando la vista ofuscado.
- (SOY REALISTA. ¿O ACASO ME NEGARAS QUE LA MOROCHA SIN GESTOS TE PONE A MIL?)
- avergonzado- ¡No se dé que hablas! Si acaso quisiera a alguien seria….
- (¡YA LO SÉ! LA PELIRROJA CALENTONA. ESA MUJER ECHA FUEGO CUANDO TE MIRA, JE JE JE)
- ¡Que no! –Sonrojado- sabes bien que me gusta….
-(¡LO SABIA DESDE UN PRINCIPIO! LA TONTA NIÑA PELIAZUL. ES MEDIO RETARDADA CIERTAMENTE, PERO TIENE SUS ENCANTOS Y…)
- Ya entiendo lo que tratas de hacer – declaró molesto Naruto- ignoro porque odias a Sakura-chan pero eso a mí no me importa.
- (¡DE ACUERDO! –Gruñendo- ¡QUE REMEDIO CONTIGO! LA PELIROSA INSULSA SIEMPRE EN EL MEDIO DE TODO)
-Sé que te prometí… -ignorando el comentario- alejarme de ella pero….
- (SOLO HE DORMIDO UN PAR DE DIAS, Y YA ESTUVISTE DURMIENDO CON ELLA, LA ABRAZASTE Y DEMAS)
- ¿Pero….como….?
-(RECUERDA CACHORRO, QUE NUESTRAS MENTES ESTAN CONECTADAS AHORA. SOLO TENGO QUE PASARME POR TUS MEMORIAS RECIENTES, Y PUEDO PONERME AL CORRIENTE ENSEGUIDA)
- je, -suspiró Naruto dolido- y ahora me reclamaras que me aleje de ella ¿verdad?
- (ME RINDO, DEFINITIVAMENTE NO TIENES ARREGLO. ¡SERIA MAS FACIL ATRAPAR EL SOL ENTRE MIS PATAS A LOGRAR QUE TE ALEJES DE ESA HUMANA MOLESTA!)
-Lo siento, -muy avergonzado y resignado- lo intento con todas mis fuerzas, pero la necesito cada vez más. No lo entenderías aunque pudiera explicarlo dattebayo.
-(GRRR…. DE ALGUNA FORMA INTENTO COMPRENDER –declaró ofuscado el zorro- YO AMO COMBATIR A MUERTE. LO HARIA TODO EL TIEMPO SI NO ESTUVIERA ENCERRADO AQUÍ DENTRO. DEBE SER ALGO PARECIDO)
-See claro –mirando de costado- Entonces ¿Qué puedo hacer? –confundido- yo siempre cumplo con mis…
- (¡ALTO ALTO ALTO! –Suspiró- ESCUCHA CACHORRO, SE QUE TE HICE PROMETER QUE TE ALEJARIAS DE ELLA. PERO CADA VEZ PARECES MAS PATETICO ATRAPADO ENTRE PROMESAS. ENTONCES, YA PUEDES DEJAR DE LADO EL PACTO ANTERIOR. PERO A CAMBIO, TE ESTÁ PROHIBIDO OLVIDAR QUE DEBES INVOCARME A PELEAR EN BATALLAS EMOCIONANTES. ¿HA QUEDADO MUY CLARO? YA YA, DIME QUE SOY UN DIOS MUY PIADOSO Y ACEPTA MI PACTO. ¿QUE TE PARECE?)
-¿Significa que ahora puedo…? –sorprendido.
- (¡POR EL FUEGO DEL INFIERNO SI! –Gruñendo- CUANDO MENOS DEJARAS DE TRASMITIRME ESOS SENTIMIENTOS DE DOLOR Y CULPA QUE ME ESTAN VOLVIENDO LOCO AQUÍ DENTRO)
-Gracias amigo –sonriendo
- (NO TE CREAS TANTO CACHORRO, -ofuscado- NO SOY TU AMIGO. CUANDO MENOS HASTA QUE ACABEMOS CON MADARA UCHIHA)
-Trato hecho entonces, – le respondió animado y sonriendo Naruto- mi compañero.
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En las aguas termales las cuatro mujeres disfrutaban de un baño reparador. Aunque a decir verdad Sakura Haruno no la estaba pasando nada bien al ver los "atributos" de sus ocasionales acompañantes. Yuri Nagumo parecía una escultura artística, toda delicada y suave. Su cabello largo asemejaba hecho de seda. Bellos ojos celestes y sonrisa encantadora. Si bien sus actitudes parecían de una niña pequeña, ese cuerpo tenia las formas perfectas de una mujer completa. Mei Terumi era una Kunoichi poderosa y madura, pero en ningún modo fea. Se conservaba como una jovencita y se conocía todas las tretas en materia de seducción. Pero sin lugar a dudas Shigure Kousaka era en realidad, la más preocupante. A falta de mejor palabra, era perfecta. Cuerpo firme, torneado, y lleno de curvas peligrosas. Sin tan solo tuviera una pizca de la simpatía latente de Yuri. Sería una mujer irresistible. Sería totalmente inalcanzable. Pero aun sin gesto o simpatía, Sakura no podía pensar en algún hombre evitando caer en sus encantos visibles. La pelirosa estaba avergonzada un poco ante estas 3 mujeres. Sonrojándose y cubriéndose de más con las toallas. Ignorando que desde la óptica de las demás, ella era muy bella también. Con sus cabellos rosados y sus ojos color esmeralda. Además, sin tener el desarrollo físico de una Shigure o de Mei. Su trabajado cuerpo era atlético y atractivo.
El baño no obstante los antecedentes, ayudó mucho a limar asperezas entre las mujeres. Yuri se le pegó a Shigure y comenzó a hablarle sobre todo lo que se le ocurría (comidas, juegos, libros, flores, muñecas, etc.) Shigure solo la miraba sin emitir palabra. La peliazul comenzaba a agradarle, y eso era algo difícil de admitir para la morocha.
Algunas horas después las mujeres se reunieron con Naruto en el comedor por la cena. El rubio se había bañado rápidamente evitando quedarse mucho tiempo en las aguas termales. Se sentía cansado. El modo ermitaño le exigía al máximo durante todo el tiempo. Sin dudas esa noche dormiría profundamente. La Mizukage sin embargo, tenía otros planes. Al abrigo de la oscuridad. Cuando todos durmieran en sus habitaciones. Penetraría en el cuarto de Naruto echando a Shigure hacia la otra habitación. Fue por eso que en la cena pidió Sake de más, brindando seguido por la Hokage y por muchas cosas más. Su intención fue tenerlo relajado para la "visita" a la madrugada. Naruto no solía beber. No obstante tenía una importante resistencia al alcohol. Aunque no podía decirse lo mismo de Shigure. Sakura si bien bebió acompañando el ánimo, no se excedió demasiado. Había captado la idea general de la pelirroja y debía mantenerse sobria por cualquier cosa.
La Mizukage bebió bastante. Se la veía alegre y relajada. No se detuvo ni un minuto de tirar indirectas y directas sobre Naruto, que estuvo ruborizado casi toda la velada. Sakura y Yuri estaban indignadas y celosas de las caricias que la pelirroja le dedicaba a un rubio sentando a su lado. La INNER de Sakura nunca estuvo más de acuerdo con los pensamientos asesinos de la chica. Yuri tampoco estaba a gusto con la "viejita". Como ella misma la había definido al comienzo del día. Tenía miedo que la mujer conquistara a "su señor" y luego lo obligara a alejarse de ella. Además, aun guardaba la ilusión de que Naruto pueda fijarse en ella.
El rubio se pasó toda la cena sonriendo como hacía semanas no pasaba. Su charla con el zorro había despejado el camino a Sakura. Ahora no tendría al nueve colas respirando en su cuello cada vez que estuviera con la pelirosa. Sin embargo, no pensaba adelantarse esta vez con su relación hacia la chica. Ella hace tiempo le había demostrado sus sentimientos. Naruto venía de una desgracia que le dolería durante mucho. Pero su corazón, aun dolido por la muerte de Tenten, no podía evitar salirse del cuerpo. En los momentos que la chica de los rosados cabellos lo miraba.
La Mizukage se aprovechó de un descuido de los comensales para agregar en el vaso de Naruto una sustancia especial. Generalmente la usaba para incrementar la circulación de la sangre. Muy útil para mejorar el rendimiento de sus hombres en la cama. Pero mesclado con el Sake además, se lograba el efecto de un poderoso afrodisiaco.
Lamentablemente para la astuta pelirroja. Naruto decidió no beber más, justo cuando la sustancia ya se había confundido con la bebida. Todos se pusieron de pie al rato y fueron a las habitaciones. Justo cuando se retiraban de la mesa. Shigure se volvió bastante relajada por la bebida, y se tomó el vaso de Naruto para que no se desperdicie. La morocha comenzó a sentirse mal algunos minutos después. Tanto así, que Yuri y Sakura la acostaron en su respectiva cama y la Kunoichi medico la revisó con chakra durante un rato. La Mizukage que no había visto a su guardaespaldas tomar la bebida especial, creyó que el efecto del Sake era lo que tenía a Shigure tan débil. Sakura actuó sobre el estómago de la ninja de Kiri y calmó su molestia, dejándola dormida.
Naruto estaba cansado, pero prometió que llamaría a Sakura si la morocha se despertaba en la madrugada con dolores. Todos se fueron a dormir. La Mizukage pensó que con Shigure K.O, no habría problemas de ingresar en el cuarto a darle una "probada" a Naruto. Sakura que vio la perversa mirada de la Mizukage y se prometió vigilar la noche entera a la peligrosa mujer. Yuri dio un beso en la frente de Shigure y la arropó con las sabanas como a una niña. Fue a su cuarto y trajo una muñeca de trapo que era de sus preferidas. La dejó en una repisa cercana a la puerta, donde también dejo asentada contra el muro la katana de la Kunoichi dormida en el cuarto.
-Mi muñeca protege a los enfermos –dijo la niña- buenas noches, Shigure-neesan –sonrisa
La noche que parecía tranquila en ese pequeño hotel. Seria de lo más agitada. La Mizukage debía pasar frente a la habitación de Yuri y Sakura si quería llegar a su destino. Sakura dejó apenas entreabierta la puerta de su cuarto y vestida para dormir se sentó en una silla libro en mano, para hacer la "guardia". Esa mujer no se le acercaría a Naruto mientras ella estuviera allí.
-Si Naruto necesita tiempo para reponerse esta bien -pensó la pelirosa- Pero no dejaré que ninguna golfa le ponga un dedo encima, jum.
Naruto en tanto, estaba tan cansado que no se enteró nada de este juego de intrigas que se armaba a su alrededor. Simplemente se dispuso a dormir con su ya clásico bóxer naranja. Aunque esta vez, en consideración que compartía habitación con una mujer, usaría también su remera negra para descansar esa noche. Algunas horas después sin embargo, Shigure despertó. Tenía sed y ganas del sanitario. Naruto dormía profundamente del otro lado del cuarto. Así como todo habitante del hotel a las 4 de la madrugada.
Salió medio dormida y muy necesitada. Y al volver al cuarto ya más aliviada, puso su atención en la muñeca de Yuri que se veía por la luz de luna colándose en la ventana. El rostro de Shigure palideció de miedo, se alejó de la repisa en donde reposaba la muñeca emitiendo claros gestos de terror. Era la debilidad de Shigure Kousaka. Un miedo tonto e irracional a las muñecas de trapo. Un miedo que le apareció cuando pequeña, y que jamás pudo superar:
Flash Back:
Una Shigure de 9 años solía escapar de su habitación en la mansión Kousaka durante las noches. Pese a que todos los pasillos estaban atestados de trampas mortales. La pequeña de cabellos azabache se escabullía provocando los enojos de su sensei Yumiko Ritona. Shigure caminaba con sigilo en la oscuridad de los pasillos en la mansión.
De pronto, una trampa se activó y tuvo que saltar para atrás evitando unas lanzas saliendo de la pared más cercana. La pequeña emitió un suspiro de alivio. En realidad no tenía miedo a las trampas o a las armas. Su real temor, se generó por una historia que Yoko-sensei le contó sobre una muñeca de trapo maldita. La infantil mente de la niña había creado rápidamente una película sobre esa historia. Concluyendo que enfrentarse a ninjas era una cosa. Pero contra una muñeca poseída poco podía hacerse más que llorar. Por supuesto Shigure tenía miedo a la historia de su sensei. Pero jamás había visto a una muñeca moverse o hablar. Así que por lógica, la historia no podía ser cierta ¿No es así?
Caminó por los pasillos de la mansión y justo cuando iba a salir al patio para disfrutar de la noche de luna. Escuchó un susurro en la noche. Giró rápidamente atemorizada, y la vio viniendo del otro lado de la larga galería. Una pequeña muñeca de trapo caminando por el pasillo yendo hacia ella. La figura de trapo movía sus brazos y avanzaba como si estuviera viva.
Shigure gritó desesperada y volvió a su cuarto a toda velocidad. Activó a su paso cada trampa que se había tomado el cuidado de no pisar al comienzo. Sin dudas era muy hábil, y el miedo la hizo regresar a su habitación sin un rasguño. Aunque en los pasillos de la mansión, el escándalo generado hizo que todos los integrantes de la familia se levantaran a ver que ocurría, incluyendo a su sensei.
Yumiko Ritona, una pelirroja sensual que asemejaba a una jovencita de 20 años. Había manipulado con hilos de chakra la muñeca. Ella tenía más de 100 años de vida. Sabía de sobra como disciplinar a sus estudiantes. Esta medida parecería tonta. Pero en una niña de 9 años como lo era Shigure en esa época, causó el efecto deseado. Shigure Kousaka jamás escaparía en las noches nuevamente, desobedeciendo a su sensei.
Fin del Flash Back:
El Sake solo incrementó la creencia de que las muñecas estaban vivas y la perseguían. Aterrada y sin la posibilidad de tomar su katana colocada junto a la muñeca por Yuri, solo pudo acurrucarse junto a Naruto en su cama y temblar. El rubio ni la sintió acercarse. Solo al rato acomodó su cuerpo para seguir durmiendo y ambos quedaron cubiertos por la sabana que Shigure puso sobre sus cuerpos. La morocha al fin pudo dormirse sintiéndose segura que la muñeca no la atacaría junto a Naruto, que sonreía tontamente pensando en ramen.
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Algunos minutos después, Mizukage-sama salía a hurtadillas de su habitación en busca de concretar sus anhelos. Pero al pasar por delante del cuarto de Sakura. La pelirosa abrió la puerta y la fulminó con la mirada:
-¿Qué se supone que está haciendo, Mizukage-sama?
- Ette…etto…nada en realidad, -sonriendo- iba por algo de agua, ¡eso es!
- ¡Aquí tiene! –alcanzándole un vaso previamente preparado.
-También iba al baño –nerviosa
- el baño esta para el otro lado de la posada… -gruñendo y tronando los puños.
-¿De veras? Je je, una se pierde en la oscuridad desconocida ¿verdad?
-Procure "perderse" lejos de Naruto. Es más seguro ¿comprende?
La pelirroja sonrió tranquilamente. El juego había terminado:
- Bien entonces, pondré las cosas claras para ti. -cruzándose de brazos- El muchacho me gusta. Así que será mío, punto final.
-No sabe lo que hace, -seria- el acaba de perder a alguien. No juegue con él.
-Solo será sexo, -desdeñando con una mano- descomunal sexo estoy segura… –cara de pervertida- no podrá olvidarme por el resto de su vida. Pero solo será sexo.
-¡¿Cómo puede ser tan pervertida?!- tapándose la boca por el escándalo de su grito.
-Susurrando- De acuerdo, por ahora ganas. Pero el me gusta y siempre obtengo al hombre que quiero – yéndose a su cuarto
Sakura quería acogotar a la pelirroja. Pero por lo menos había evitado el desastre un día más. La pelirosa volvió a su cama. A su lado en la otra cama, Yuri con un piyama rosado de ositos se rascaba la cabeza riendo divertida de sus sueños. Cada tanto de forma que casi parecía balbuceo, la peliazul repetía solo una palabra. "Manzana".
A la mañana siguiente Sakura despertó asustada. El sol se colaba suavemente por la pequeña ventana que cada habitación tenia. Yuri no estaba, la cama estaba hecha y todo ordenado para partir. Sakura sonrió, estar con Yuri era como viajar con la madre. Siempre estaba en los pequeños y no tan pequeños detalles. La pelirosa se vistió rápidamente temiendo haberse dormido mucho tiempo de su vigilancia a la Mizukage. Salió al pasillo y al llegar al comedor la pelirroja la saludó cínicamente.
-Claro maldita sea…- pensó Sakura- durmió tranquila porque usted no debía vigilar a nadie, jum.
Sakura estaba mal dormida y nerviosa. En eso, Yuri apareció con bandejas de desayuno. En su típica espontaneidad, había penetrado en la cocina y preparado el desayuno para todo el hotel (incluidos los dueños). La anciana cocinera había querido contratarla para que se quede a vivir y cocine todos los días. Pero la simpática peliazul había declinado la oferta diciendo que tenía una misión importante por continuar. Una de sus sonrisas y un beso en la frente de la anciana había sido el complemento perfecto de sus disculpas.
Mei, Sakura y Yuri desayunaron fuertemente en vista del largo viaje que les esperaba. Por supuesto notaron que Naruto y Shigure no hacían acto de presencia en la mesa y decidieron averiguar qué pasaba. Yuri llevó una bandeja de desayuno argumentando que "su señor", seguramente estaba muy cansado del entrenamiento y del viaje llevándola en su espalda. Este comentario lo acompañó de un delicado rubor en las mejillas.
Sakura se puso celosa y le arrebató la bandeja diciendo que sería ella la que le daría el desayuno. Yuri no se disgustó, no tenía malicia en el corazón. Simplemente dijo que aprovecharía para lavar y ordenar la cocina de la posada antes de que el grupo partiera. La Mizukage ni se molestó por este asunto. Sus mañanas no eran las mejores en materia de ánimo. Además, con Shigure y Sakura metidas en el medio no podría hacer lo que "pretendía" con Naruto. La pelirroja dijo que caminaría por los alrededores un rato para disfrutar la soleada mañana.
Sakura llevó el desayuno hacia el pasillo, llegó al cuarto y golpeó la puerta. No hubo respuestas desde el interior. Se sonrojó porque vería a su Naruto en ropa interior. Su cuerpo era una escultura de músculos. No podía evitar pensar en ellos cada vez que notaba, como la remera de Naruto cada vez se ceñía más. Ni hablar de verlo desnudo. Eso sería similar al cielo para la pelirosa que cada vez lo deseaba más.
-Realmente se habían quedado dormidos… –pensó- Bien, ni modo -entrando a la habitación- Veamos qué tan guapo te ves dormido ji ji ji.
La escena frente a ella la destruyó. Naruto durmiendo de boca arriba, emitiendo una sonrisa de satisfacción. (Soñando con Sakura). Y Shigure descansando su cabeza en el hombro de rubio. Acurrucada a su vientre y pasando su brazo sobre él. Parecían una pareja de recién casados. Incluso ella cuya sonrisa aún no se conocía, estaba sonriendo disfrutando de la compañía en la cama. Sakura Haruno comenzó a temblar. La ira, la poderosa ira de 10 terremotos la embargaban. Dejo la bandeja con la comida en la cama libre y se dispuso a dar rienda suelta a la furia que le enrojecía el rostro:
-¡NARUTOOOOOO!
El rubio no tuvo reacción alguna, cuando alguien que nunca terminó de ver bien lo levantó de su cama y le propinó terrible puñetazo en el rostro. Fue lanzado por la ventana del cuarto. Atravesó dos cercas de madera que dividían los estanques de aguas termales. Atravesó la pared de piedra que limitaba la propiedad del hotel y aun pasó por el medio de tres arboles quedando medio muerto apoyado en un cuarto árbol.
La Godaime Mizukage vio un bulto volar entre las paredes del hotel. Ella caminaba entre los arboles del bosque cuando identificó al rubio sentado junto a un tronco que apenas lo contuvo. Fue hacia el corriendo, apenas podía imaginar que fuerza descomunal podría haberle creado un "corredor privado" al fondo de ese hotel. Cuando se acercó a Naruto, se arrodilló tomándolo entre sus brazos. Seguro estaba casi muerto después del golpe que recibió. Pero el rubio abrió los ojos dedicándole a la mujer una tonta sonrisa:
-¡Buen día Oka-chan!, -con los ojos perdidos- ¿Cómo dormiste anoche? Yo bien, je je.
La Mizukage sonrió al comprobar su extraordinaria resistencia y pensó:
-Que lindo es… -sonriendo- hasta golpeado parece sexi, ji ji.
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El resto de la mañana y buena parte de la tarde en viaje, se caracterizó por una rutina desgastante. Sakura iba al frente (evitando a Naruto). El rubio con Yuri en su espalda, tratando de disculparse con la pelirosa. Aunque no sabía que había hecho con exactitud. Shigure siguiendo a Naruto, tratando de buscar el modo de disculparse con él. (Algo que jamás había hecho en su vida) y de paso ocultar el motivo que la llevó a acostarse juntos. Y por último la Mizukage que se reía de todos. Mientras atormentaba a Shigure con preguntas sobre el desempeño sexual de Naruto.
El rubio tenía la cabeza hecha una tormenta. Todavía le zumbaba un oído por el golpe de Sakura. Yuri en su espalda le hablaba de todo lo que se le venía a su infantil mente (muñecas, libros, dibujos, pájaros, ropa) el zorro demonio que se reía a más no poder en el interior, mientras lo incitaba a enojarse contra la pelirosa porque Naruto, era inocente de culpa y cargo. Shigure que lo miraba con su rostro sin expresión y parecía quererlo matar. Cuando en realidad quería disculparse con él. Encima Sakura que lo ignoraba sin importar cuánto le pidiera disculpas. Naruto aguanto horas enteras esa mierda. En ese monótono y hartarte círculo vicioso que solo lo entristecía y deprimía más y más. Hasta que al caer la tarde el Kyuubi, finalmente encontró el argumento para enfurecerlo contra Sakura:
- (CACHORRO ESCUCHAME BIEN. CUANDO LA HUMANA LLAMADA TENTEN PENSÓ QUE LA HABIAS TRAICIONADO CON LA NIÑA PELIAZUL. ¿Qué OCURRIO, LO RECUERDAS? TE PERMITIO QUE SE LO EXPLICARAS ANTES DE HACERTE DAÑO. ¡ELLA SI TE AMA! NO COMO….LA INSULSA)
Naruto ensombreció el rostro. Por primera vez desde que salieron de la aldea bajó su vista de la pelirosa delante suyo. La Mizukage y Shigure (que saltaba entre arboles junto a él) lo notaron casi al instante. Algo había cambiado. Tristeza, enojo y desesperanza. El resto del trayecto, Naruto guardó silencio. Su sangre bullía, como hirviendo. El Kyuubi había tocado dos puntos sensibles. Primero, el recuerdo de Tenten. Segundo, la nula confianza que Sakura demostraba en él.
Cuando anocheció en el bosque. Decidieron hacer campamento. Naruto solo balbuceó que iría a cazar algo para la cena y desapareció en la noche. Lo cierto era, que quería alejarse de Sakura. Le dolía verla, todos lo notaban. Shigure sacó un pergamino de su ropa, enseguida arco y flechas aparecieron. Siguió a Naruto con la supuesta intención de ayudarlo con la cacería. La perversa risa de la Mizukage puso a Sakura nerviosa. Y su comentario en voz alta, fue aun peor:
-Tal parece que Naruto-kun es como una adicción, -sonrisa traviesa- una vez probado, no puedes dejarlo ji ji.
Yuri por supuesto no entendió ni medio a que se refería. Sakura intentó fingir que no le importaba. Cuestión que le duró solo algunos minutos. Los cuales tuvo fantasías de una y otra vez a Naruto y Shigure, juntos y solos a la orilla de un rio. Quitándose la ropa y repitiendo las fechorías cometidas la noche anterior. La pelirosa roja de rabia, se puso de pie como un resorte y salió tras ellos argumentando que buscaría más leña para la fogata. Yuri y la Mizukage miraron el montón de leña que había de reserva cerca del campamento y supusieron el motivo "real" de la caminata (aunque Yuri lo pensó como algo "romántico")
30 minutos después lejos del campamento, Naruto cargaba en su hombro un pequeño ciervo cazado de un certero flechazo. El rubio dejó el modo "Sennin" ni bien fue atrapada la presa. Estaba cansado y molesto. Nublado por las contantes y venenosas palabras del Kyuubi había olvidado la participación de Shigure en todo el embrollo. Pero la Kunoichi se sentía culpable de lo ocurrido. Así que lo aclaró:
-Uzumaki-san, tengo que pedirle una disculpa –sería como casi siempre
- ¿A qué te refieres Shigure-san? –confundido
- Lo que sucedió anoche en el hotel, -bajando la vista- Tiene una explicación…
La morocha de los ojos de acero, contó todo lo que había pasado. Delató su oculto temor y le rogó que nunca lo revelara. El rubio seriamente, la miró a los ojos deteniéndose y le dijo:
- Esta bien Shigure-san. A mí me asustan los cuentos de terror y fantasmas, -suave sonrisa- me alegro que lo aclararas.
Shigure se sintió muy bien con esa disculpa. No solo porque Naruto la aceptara de buenas maneras. Sino también porque no se había reído de su miedo a las muñecas de trapo. Además, se había puesto a su misma altura al delatar el temor a los cuentos de terror. Caminaron en silencio el resto del camino. Habían aclarado sus asuntos sin dificultad, pero lo que no supieron. Fue que Sakura, oculta entre los árboles lo había escuchado todo.
-¡Kami-sama! –Pensaba Sakura mientras volvía sigilosamente al campamento- ¿Cómo podía saberlo? ¿Cómo adivinar que Naruto no tenía que ver con esa mujer acostada en su cama? ¿Cómo podre….disculparme?
Los miedos separan. Los miedos paralizan. Los miedos nos ponen con la peor versión de nosotros mismos. La pelirosa estaba nuevamente, ante un obstáculo en su camino hacia Naruto. Pero esta vez, con el latente peligro de la Mizukage al acecho. No tenía mucho tiempo para resolverlo. Sus próximos días, serian la clave del resto de su vida. ¿Tendría el valor para vencer sus miedos? Una pregunta, que solo Kami-sama podría responder.