Capítulo 48

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Los tres Sannin se miraron fijamente antes de la pelea final. Metros más allá los esclavos revividos luchaban contra los Hokage sin tregua aparente. Tsunade sospechaba que matando a Orochimaru, la regeneración de los esclavos revividos se terminaría. También era consiente que precisamente Jirayja, era el último Shinobi que querría enfrentar en un combate a muerte. No importaba que el peliblanco no tuviera a los sapos invocados para luchar en esta ocasión, era temible rival con un gran chakra y su conocimiento variado en sellos y ninjutsu. Orochimaru además, extrajo de su garganta la espada de la serpiente. Enfrentar ambos Sannin era suicidio para cualquiera, y Tsunade entendía que Kushina no bromeaba al afirmar eso cuando intento ayudarla en el combate. Sin embargo la líder actual de Konoha desde la batalla lluviosa contra el ejército de Madara en los bosques, se había preparado en secreto por si el evento se repetía. Como justo ahora, lamentablemente estaba ocurriendo. Aun sola y sin apoyo, la quinta Hokage Tsunade Senju estaba lista para luchar hasta el fin.

-Orochimaru… -dijo sonriendo fríamente la rubia Senju- es el momento de decidir esta rivalidad para siempre. Esta vez te acabaré.

-Ku ku ku, ¿Acaso no estarás olvidando a mi querido Jirayja, verdad? ¿O seguirás subestimándolo como has hecho la vida entera?

-Eres patético escondiéndote detrás de él, increíble que se te considerara un "genio" –dijo la rubia con ironía.

-El genio observa como los tontos pelean por él, ku ku ku. Ahora eres vieja y estas acabada Tsunade. Además, siempre fuiste la peor de los Sannin. Patética y débil.

-¡¿Qué dices?! –dijo furiosa la mujer.

-¿Recuerdas nuestro entrenamiento de combate cuando éramos equipo? –Dijo poniendo un dedo en su sien el Hebi Sannin- Mi amigo Jirayja se dejaba vencer por ti. Según recuerdo, hacía mucho tiempo que él te había superado en Tayjutsu. Pero dejaba que tú siguieras creyéndote la mejor. Ku ku ku.

-¡Es mentira! -gruñó Tsunade cada vez más furiosa- tú eras de Ninjutsu, el invocaba y yo….

-¡¿Veamos que dice nuestro amigo?! –Haciendo señas hacia Jirayja- lo dejaré libre para hablar…

-¡Tsunade! ¡Ten cuidado con las serpientes que lo rodean, ellas pueden….

-¡No no no! –Gritó haciendo otra señal Orochimaru para callarlo- Que descortesía Jirayja. Te dejo hablar sobre el pasado y aun trabajas para ella.

-¿Con que las serpientes, eh? –pensó la rubia

-De acuerdo vieja amiga. Te diré lo que el tonto no dice –Asintió Orochimaru- Jirayja se dejaba vencer por dos razones igual de patéticas –sonriendo- La primera, era verte sonreír cuando ganabas. Siempre fuiste vanidosa. Ku ku ku. La segunda razón era que luego tenías que curarlo, y por lo tanto poner tus manos en su cuerpo. Ku ku ku

Tsunade miró a Jirayja y lo vio cerrar sus ojos con culpa y vergüenza. Eso la destrozó.

-Así es, ku ku ku –continuaba satisfecho Orochimaru- este idiota entrenaba el triple que nosotros. Su Ninjutsu estaba casi a mi nivel, su Tayjutsu superaba al tuyo 2 a 1, y además estaba con los sapos ermitaños. Debo admitir que me preocupe un tiempo… – dijo poniendo una mano en el hombro del peliblanco- así que decidí "ligarte" para lograr yo el puesto de Hokage, KU KU KU.

-Eres un maldito –susurró Tsunade apretando el puño con frustración.

-¿te refieres a mí? –Fingiendo ofensa- yo no hice más que intentar cumplir mis ambiciones. Pero tu… y sobre todo Sarutobi-sensei…ku ku ku.

Tsunade levantó sus ojos haciendo brutal esfuerzo por no llorar. Por dentro la sensación de querer morirse aumentaba ante cada palabra. Orochimaru continuó con su parlamento, porque lograba lo que quería.

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