Capítulo 34

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Minutos después, en la salida de la villa. La Mizukage y Shigure despedían a los viajeros. Mei y Kushina se dieron la mano duramente. Y sin poder ocultarlo, se abrazaron calurosamente. Mal que les pesara debían admitir que habían cosechado una larga amistad. Shigure se mantenía en discreto segundo plano. Pero recibió el abrazo de Yuri que le saltó encima con emoción:

-Te voy a extrañar mucho Oneechan, -contenta- pórtate bien y come sano.

-bue...no -sin emoción

-¡Vamos Oneechan! -emocionada- regálame una sonrisa solo para mí

Shigure no pudo evitar complacer el pedido. Curvó sus labios y una delicada sonrisa le surgió sincera. Los demás la miraron sorprendidos y la morocha se sonrojo volviendo a su gesto inflexible.

-te extrañaré mucho Oneechan, -contenta- espero verte pronto.

En tanto la Mizukage abrazó a Sakura sorprendiéndola y le susurró:

-Más te vale que lo hagas muy feliz- fingiendo una sonrisa- o te mataré.

Sakura tragó duro, esa mujer era demasiado intimidante cuando así lo quería. La pelirroja se acercó a Naruto y ante la sorpresa de todos, le ofreció solo la mano. El rubio correspondió aliviado (Básicamente porque se evitaba los celos de Sakura) Y los viajeros se dieron vuelta y comenzaron su marcha. Cuando se alejaron varios metros de la aldea. La Mizukage susurró a Shigure:

-Es el momento, hazlo ahora.

El grupo de viajeros caminaba charlando sobre cualquier cosa y de pronto escucharon una voz femenina a sus espaldas:

-Lo siento Sakura-san, pero debe hacerlo.

Ante la sorpresa de todos la Mizukage apareció justo detrás, tomó del hombro a Naruto y girándolo rápidamente le dio un tremendo beso con lengua. Todos se quedaron de piedra, incluso Naruto que no pudo ni lograr reaccionar. Sakura tardo escasos segundos, pero completamente enloquecida de celos lanzó un puñetazo a esa unión de labios al lado suyo gritando:

-¡NARUTOOOO!

La Mizukage fue trasportada por Shigure justo en ese momento, y el puñetazo lo recibió el rubio en pleno rostro. La risa irritante de la pelirroja resonó en el viento como despedida. Sakura siguió caminando furiosa mientras Yuri y Kushina ayudaban a pararse a Naruto que se encontraba enterrado entre arboles derrumbados al costado del camino.

-Oh Naruto-san… -dijo Yuri apenada- debe dejar de atraer mujeres, o Sakura-san terminará por matarlo.

Kushina comenzó a reír escandalosamente. No pudo evitar recordar una situación parecida entre Minato y ella. Algunos minutos después Yuri, Kushina y Naruto caminaban juntos por un sendero de bosques. Sakura iba cinco metros delante de ellos, enfadada por el asunto del beso. Naruto la observaba embelesado. Esos 6 meses la habían puesto más hermosa si aún se podía. Su pelo rosado siempre corto, ahora le llegaba por debajo de los hombros. Sus atributos femeninos, lejos de desaparecer por el entrenamiento, habían aumentado considerablemente. Kushina solía bromear que Sakura en algunos años, sería como su maestra Tsunade en la "delantera". Naruto la seguía con la vista muy complacido. Sus rabietas solo la hacían más atractiva a sus ojos. Pero decidió jugar con fuego para que ella dejara el enojo:

-Sakura-chan… dejándome ver ese bonito trasero que tienes, no hará que me sienta mal –sonriendo

Sakura se sonrojó violentamente ¿Cómo se atrevió a decir eso en voz alta? ¡Esos libros ICHA ICHA de Kakashi-sensei seguro tenían la culpa! Pero no se dio vuelta, siguió caminando y suavemente comenzó a mover sus caderas sensualmente. No iba a darle la satisfacción de mostrarse frustrada o avergonzada frente a las demás chicas.

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