-¡NARUTOOO!
Sakura había despertado con desesperación. Cama de hospital y rostro amable a la vista, efectivamente aún estaba viva. Shizune frente a ella le sonrió tranquilamente. La pelirosa no estaba en peligro, pero Tsunade-sama había ordenado que no se le despegara. La morocha adivinaba que era más para contenerla que para cuidarla.
-Por favor, dígame que era una pesadilla – indicó Sakura con gesto triste- Dígame, que nada ha pasado.
Una tonta esperanza. Un deseo ferviente, como el de un niño que sueña con volar. Shizune solo sonrió suavemente. No hacía falta aclarar cosas que solo parecían oscurecer aún más. Intentó calmarla, intentó transmitirle la seguridad de que el volvería. ¿Acaso lo haría? La morocha jamás había visto a Naruto como en el campo de entrenamiento número 2. Pero de algo si estaba segura. Si Naruto regresaba, si lograba hacerlo, solo una persona seria capaz de rescatarlo del dolor. Solo Sakura podría estar, lo suficientemente cerca para ayudarlo.
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En el campamento del ejercito Akatsuki había una importante cantidad de soldados heridos. Restos de las tropas que se retiraron de la batalla a tiempo. El claro entre los bosques en el que estaba asentado el campamento, era un complejo rodeado de barreras creadas con el objeto de evitar que los rastreadores ninja puedan detectar al enemigo. Cerca de las incontables tiendas de campaña donde las tropas dormían, estaba una entrada en la tierra que luego de varios metros de escaleras bajando, derivaba en las catacumbas donde se guardaban las provisiones.
Las cuevas también tenían un inmenso grupo de celdas, donde los ninjas prisioneros eran retenidos. Kabuto intentaba capturar a la mayoría de los equipos emboscados. Necesitaba cuerpos para sus retorcidos experimentos. Además Madara también experimentaba con los distintos tipos de chakra de Biju, y por lo tanto siempre requería sacrificios frescos. La base subterránea disponía también de los laboratorios de Kabuto. Las habitaciones personales de los capas negra, además de cocinas, comedores, salones de amplios espacios. En definitiva bajo tierra, Kabuto había creado casi una villa. Y aunque no era su base principal, era el lugar ideal para dominar el centro del mapa en su guerra contra las villas Shinobi. Un lugar estratégico vital, para terminar de derrotar a todos sus enemigos.
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En la salida de Konoha se reunieron un grupo ninja bastante particular. Estaban el equipo "Kakashi" que contaba con Yamato, Sai, Gaara y su guardaespaldas. El equipo "Shikamaru" con Temari, Ino y Chouji. Y por último, pero más importante, la Hokage y 7 escoltas ANBU. Hatake Kakashi uso su jutsu de invocación para traer a sus perros rastreadores. Tsunade les dio para olfatear el Kimono destrozado traído por Shikamaru. Cada grupo llevaría 2 perros como guías dejando al resto dispersarse para cubrir más terreno. Rápidamente salieron por diferentes caminos. Todos sabían que la velocidad de Naruto podía tenerlo, ya en batalla contra Akatsuki. Era menester apurarse. Varios Kilómetros después de alejarse de Konoha, Pakku que guiaba al grupo de Kakashi le hablo al ninja copia:
-Dime Kakashi ¿Qué hacen los 5 Kage en la hoja?
- ¿A qué te refieres? –Confundido- Solo he visto a Gaara.
- Puedo olerlos… -susurrando para que no escuchen los demás- La escolta del Hokage.
- Me parecían demasiados ANBU para una "escolta" –razonando- En fin, mejor concentrarnos.
-¿Naruto está en peligro verdad?- razonó el perro
-Seguramente, -serio- todo esto se parece a una trampa. En la que temo, Naruto pueda caer. Solo espero llegar a tiempo.
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Mientras tanto en el equipo "Shikamaru":
-Temari ¿Tu hermano te dijo de la reunión de los Kage? – preguntó Shikamaru susurrándole.
- ¿Qué reunión? –Confundida- El solo dijo que vino de incógnito para ver a Tsunade-sama.
-Es probable, -sonrisa irónica- Pero la escolta de Hokage-sama es demasiado grande. Además es número impar. Bien sabes que los equipos ANBU son de 4 integrantes.
-¿Y eso qué? –Algo ofuscada- Tuvimos muchos heridos y tal….
-uno de los ANBU no apoya los pies en el suelo. Parece que corre pero está levitando. Mientras que otro tiene tanto perfume encima, que aún lo huelo a la distancia desde que nos separamos.
- ¿El Tsuchikage y la Mizukage? –sorprendida.
-Lo que por lógica, -apuntando con un dedo a su sien- nos lleva a pensar que el Raikage también está entre los ANBU.
- ¿Será esa la razón del ataque al festival?
- espero que no, -serio y pensativo- porque eso significaría solo una cosa.
-Espías en las aldeas –completando la idea
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En la inmensa cueva que refugiaba a Akatsuki. Kabuto estaba frente a los tres únicos sobrevivientes de sus equipos especiales. Tenía ganas de matarlos, esto no era anormal. La esencia de Orochimaru siempre inclinaba a Kabuto por el asesinato. Pero esta vez en particular, las ganas de destrozar a alguien eran insoportables. Le habían fallado. 6 hombres para atrapar a Sakura Haruno y solo tres volvieron. Otros 6, todavía más poderosos para traerle a Sasuke Uchiha y nunca más aparecieron. Ni siquiera pudieron cumplir con la última orden que era matar a Sakura. Kabuto suponía que la muerte de su amada descontrolaría al Kyuubi. Pero no, le habían fallado.
- Mitsuy, me fallaste miserablemente.- declaro Kabuto hablándole al líder, con manos detrás de la espalda.
-No tuvimos el tiempo necesario,-se defendió el líder- Kabuto-sama.
- ¿Y que pretendían? –Furioso- ¿Una noche completa?
- tal vez, si usted hubiera ido….
Kabuto lo miró sorprendido. Algo de razón tenía, el acceso a la aldea fue vulnerado por el ataque sorpresa del ejército de Karac. Kabuto solo había usado la técnica de su esclavo Sasori para trasmitir su esencia a otro cuerpo. Aunque ese cuerpo (el Kabuto que murió en el ataque de Gamabunta) solo tuviera el 30% del nivel real del peliblanco. Tal vez si él hubiera ido realmente, si hubiera usado sus poderosos esclavos (Deidara, Nagato, Itachi) En fin, ese no era el plan. El objetivo era capturar a Sasuke para él, y obligar a Naruto a venir a esta zona. Directo a la trampa.
De pronto enloqueció, una de las serpientes que le rondaban ataco a uno de los hombres de Mitsuy. Lo tomó por el cuello y lo elevó a un metro del suelo. Kabuto tenía los ojos inyectados de sangre. Quería destrozarlo. Varias serpientes tomaron al infortunado una por cada brazo y pierna. Seguidamente, la formidable presión de cada criatura y el moribundo fue dividido en 5 partes. La sangre salpicó a varios soldados que pasaban por allí. La mayoría se fue corriendo. Kabuto estaba fuera de sí. ¿Cómo un plan tan bueno se había arruinado así?
Mitsuy ni siquiera pestañeó por la brutal muerte de su compañero. Y su último aliado comenzó a susurrarle al oído. Mitsuy sonrió complacido.
- Kabuto-sama –sonriendo- Buenas noticias.
- ¡Habla ya! –Tratando de no seguir la carnicería
-Mi compañero detecta energías sobrenaturales- tocando el hombro del otro- él me dice que su presa viene a toda velocidad hacia el campamento.
- ¡Pero claro! – Razonó Kabuto, sonriendo y serenándose- El rastro de sangre dejado por los que se retrasaron.
-¿Nos preparamos para recibirlo? –Sonriendo
-Por supuesto, por supuesto –frotándose las manos- tengo la técnica perfecta para "saludarlo" ku ku ku.
Varios minutos después, en el medio del campamento sobre la cueva, una llama roja que pareció caer como un meteoro se estrelló entre las tropas. Una gran nube de polvo que levantó por el impacto. Lo que consiguió ocultar por varios segundos de la vista del ejército que lo rodeaba. Todos los guerreros lo cercaron. Naruto estaba parado en el medio de un cráter, parecía un hombre de bronce. No se movía, no pestañeaba, solo una fina aura rojiza lo cubría.
Una horda de ninjas y guerreros de todo tipo surgió de los bosques de los alrededores. Eran cientos, estaban listos para acabar con el rubio. A lo lejos, detrás de las tropas, Kabuto de brazos cruzados sonreía:
-¡Bienvenido, Uzumaki Naruto!-haciendo gesto amplio con la mano- Los hombres que te rodean están a un gesto mío de matarte. Pero si te rindes, extraeré la criatura un tú interior sin que sufras. (Ku ku ku si claro, ¿Y la diversión qué?)
Cerca de la entrada a la cueva estaba el hombre con la cicatriz en la cara (Mitsuy) sonreía de brazos cruzados, confiado en que no habría problemas con el intruso.
-(¡NARUTO! ¡TE LO RUEGO! – Gritaba el Kyuubi desesperado- ¡LO NECESITO, NECESITO SER LIBRE Y...!)
El rubio, con movimientos deliberadamente lentos llevó su pulgar a la boca y corto con sus dientes para tener sangre. Si mirada denotaba que no tenía importancia real lo que sucedía a su alrededor. ¿Cuántos enemigos lo rodeaban? ¿Qué técnicas tenían? Eran preguntas que sinceramente no llegaban a la mente del jinchuriki. Su pensamiento era solo uno, y nada tenía que ver con la guerra o una misión por Konoha.
-¡Es inútil Jinchuriki del Kyuubi! – dijo riendo Kabuto- El campo está rodeado de sellos, evitaran que invoques a los sapos. Ku ku ku.
Los guerreros daban lentos pasos, acercándose con cautela a Naruto que ya no tenía su aura roja. El rubio comenzó a realizar complicados sellos que con todas las fuerzas grito:
-¡Jutsu de invocación! ¡Sal de ahí, ZORRO DE LAS NUEVE COLAS!
Una tremenda explosión surgió del rubio. La tierra se hizo polvo que se levantó ocultándolo, y una onda expansiva de aire desparramó a todo el círculo de enemigos que lo rodeaban. Kabuto y Mitsuy se sorprendieron. Si sus oídos no los traicionaban Naruto había...
El rugido salvaje de la gigantesca criatura los sacó de dudas. El zorro demonio. "El rey de los Biju". La criatura de las nueve colas que ondeaban como látigos detrás suyo. En el medio del ejército, el zorro demoníaco había aparecido.
- ¡SIIIIII, POR FIN! ¡LIBERTAD, GLORIOSA LIBERTAD! ¡MATAR, SOLO QUIERO MATAR!
Todos los soldados estaban aterrorizados. Era como enfrentar con una espada a una montaña de garras y colmillos. Era imposible. ¡¿Qué clase de monstruo era ese?! Kabuto sonrió a lo lejos. Era mejor de lo que esperaba conseguir. Naruto ya no estaba. Solo la criatura que el sellaría en su jutsu. Se apartó de la batalla que comenzaba y abriendo un pergamino empezó a realizar los sellos necesarios. Se había ocultado de la vista de la criatura rodeada. Necesitaba tiempo.
Sobre el lomo del zorro, que aun respiraba extasiado el aire nocturno, estaba Naruto. Un solo corazón, dos cuerpos individuales. El nivel 3 estaba completo.
- ¡KAMI SIII! ¡POR FIN PODRE LUCHAR! – decía el demonio totalmente embargado por la alegría.
-Oye, zorro – dijo Naruto hablando cerca del oído- esta noche, va por mi cuenta.
- ¿Y TU QUE HARAS? -mostrando satisfacción por las palabras del rubio.
-Puedo oler a los prisioneros… -aclaró el rubio- Ambos lo hicimos. Iré por ellos a la cueva y mataré al "cara cortada".
-¿Y YO QUE?
-¿Tu?, Solo diviértete… -con la voz cargada de veneno- Acaba con todos, arrasa el bosque entero, no me importa.
Naruto odiaba, la hacía como jamás pudo. Ver morir a Tenten lo había destruido. Esa chica que lo quería con el alma. Que lo aceptaba sin temores, que lo quería hacer feliz. Ahora, solo el odio quedaba. El rubio dio un tremendo salto y desenvainó la espada plateada. Varios ninjas alrededor de la criatura comenzaron a atacarlo. Naruto lanzó con su mano libre un kunai especial cerca de la entrada a la cueva. Justo cuando unas bolas de fuego le darían en el aire se trasportó en un destello. Apareció entre los guerreros que custodiaban la entrada. Caminaba entre ellos con la seguridad de un paseo. Lo atacaron uno, dos, cuatro a la vez. Pero con escasos movimientos evitaba los daños y separaba brazos o piernas de sus ocasionales rivales. Sus ojos eran terroríficos y asesinos, sin vida. Tenía un ojo azul como siempre y otro verde desgarrado como el del Kyuubi. Su espada brillaba con una potente electricidad en el filo. Las pesadas hachas, las espadas duras, las cotas de mallas o escamas. Todo era atravesado o cortado por la espada sangrienta de Naruto. Los cortaba como se trataran de pan fresco. Parecían niños peleando contra una deidad.
Un ninja lanzó un potente jutsu de Raiton. El ataque a distancia era lo mejor para intentar frenar al espadachín. Pero Naruto sin dejar de avanzar hacia la entrada, opuso su espada al ataque que absorbió la técnica y la redirigió hacia el grupo de arqueros que se preparaban a abatirlo con flechas. El rubio parecía jugar con sus enemigos. No permitía emoción en su rostro, no parecía tener más deseos que los de matar.
Varios metros detrás del rubio. El Kyuubi reía y gozaba aplastando a los atrevidos que lo enfrentaban. Un grupo ninja lanzó un ataque conjunto de bolas de fuego. Le dieron justo en el hocico a la criatura que maliciosa contestó:
- ¡ATAQUES CON FUEGO! -gruñendo- ¿¡CONTRA MI!?
La respuesta del Kyuubi fue una densa esfera de chakra que en profundidad e intensidad de poder adoptó un color rojo oscuro. Cuando la liberó de su hocico, una explosión que abarco kilómetros hacia esa dirección dejo más de 400 cuerpos calcinados, así como la desaparición del bosque y una colina cercana. Kabuto mientras tanto, que oculto no había notado a Naruto separarse del Kyuubi, seguía concentrado en su técnica. Necesitaba más tiempo, los soldados o ninjas estaban siendo aplastados brutalmente por la bestia. Que al igual que Naruto tenía un ojo verde y otro azul.
Naruto por su parte, continuaba su paso de muerte entre los soldados y ninjas que osaban enfrentarlo. "Rayo de luna" disparaba ráfagas eléctricas que rodeaban al rubio protegiendo su cuerpo parcialmente. Mitsuy estaba parado junto a la entrada de la caverna. Veían como su enemigo se acercaba amenazante, despachando a cualquiera que se le opusiera. El líder del equipo especial nunca se imaginó que Naruto venia por él. De haberlo sabido jamás lo hubiera enfrentado. Jamás se hubiera arriesgado a caer en sus manos.
-¡Espadas de la revelación!- bramó invocando su mejor técnica.
Naruto observó como 6 espadas se convertían en 100. Siguió caminando sorprendiendo y asustando a los pocos que quedaban entre la entrada y el rubio. Las espadas volaron hacia Naruto que realizó un clon sin soltar su arma ni dejar de avanzar. La copia se puso delante del real y arrodillándose sirvió su hombro a Naruto para saltar el ataque evitándolo. Tal como si fuera un trampolín. En su caída, fuera del peligro del ataque mató a dos guerreros cortándolos con escudos y todo.
Los 5 hombres que quedaban, vieron lo simple pero efectivo de la acción y huyeron por los bosques soltando sus armas. Solo quedó Mitsuy y su compañero. El líder entró corriendo a la caverna por refuerzos y su compañero, parado justo en el límite para empezar a bajar levanto un poderoso campo de fuerza color amarillo. Naruto no se detuvo, camino hacia el tranquilamente y estando a medio metro lanzo una estocada con el filo cargado de electricidad. El mago sonrió confiado de protegerse con su poder. Pero la sonrisa mutó al gesto de angustia. Su campo desapareció. La espada de Naruto la atravesaba el pecho.
Mientras tanto en algún lugar de los bosques, los tres equipos de búsqueda recibieron las mismas noticias. Los perros rastreadores habían perdido la huella de Naruto. Los ninjas se frustraron solo un momento. Hasta que los perros ninja aclararon que el olor del zorro demonio, sumado al aroma de sangre fresca recién derramada. Dominaba todo el bosque. Podían seguir ese aroma cada vez más intenso. El equipo Kakashi y Shikamaru les ordenaron a los rastreadores que los guiaran hacia el lugar. Mientras que la Hokage y el resto de Kage dudaron un momento. Si el zorro estaba libre, era muy arriesgado acercarse a él. Si los Kage morían, las 5 aldeas quedarían sin líderes entrando seguramente en la anarquía. Pero Mizukage-sama les tranquilizó. Llegado el caso de tener que retirarse. Su guardaespaldas podría llevarlos a Konoha en un abrir y cerrar de ojos. No había tiempo de dudar. Tsunade iría a la zona aunque fuera sola. Naruto estaba allí. Sin embargo la Hokage entristecía de pensar que el rubio. Tal vez nunca más volviera a ser el mismo.
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EN KONOHA:
Shikaku e Inoichi intentaban poner en orden a los ninjas en condiciones de luchar. Las noticias volaban por más secretas que intentaran ser. Se sabía que Naruto había partido de la aldea. Se comentaba que tres equipos entre los que estaba la Hokage, habían salido en su búsqueda. Todos los hombres y mujeres que habían sido rescatados por Naruto. Querían salir a ayudarlo.
-Bien, creo que estamos en condiciones de enviar 12 equipos más – remarcó Shikaku mirando a los presentes.
-La misión es rastreo de Naruto Uzumaki, -completó Inoichi- e informe a los refuerzos.
-Tenemos razones para creer que el campamento enemigo cuenta con barreras protectoras que no han imposibilitado rastrear sus flujos de chakra.-señaló Shikaku- Sin embargo Naruto posee ciertos atributos que pueden ayudarlo a llegar a ese lugar.
-Godaime nos ha informado de un gran número de ninjas aliados posiblemente capturados por el enemigo. -siguió Inoichi- Debemos dar con ellos, rescatarlos y brindarles asistencia médica.
-¿Qué hacemos con Naruto-sama, consejeros?-consulto un ANBU
- Nada, ese es asunto del Hokage – le ordenó Shikaku negando con la cabeza- Ustedes tienen que localizar el campamento fantasma y recuperar a los prisioneros.
Todos se dispersaron rápidamente. Los preparativos para cada equipo eran asuntos personales. Cuando Shikaku e Inoichi se disponían a ir a la torre del Hokage para dirigir las acciones desde allí. Se cruzaron con Gai que salía del hospital. Ambos hombres le interrogaron sobre los motivos de porque no se preparaba para partir como le fue ordenado. Gai no sonreía ni decía tonterías, tal cual era su costumbre. Solo los ignoró y se fue por la calle. Inoichi le ordenó que se detuviera, el consejo le ordenaba que se cuadre para partir. Maito Gai jamás había desobedecido una orden. Nunca cuestionaba la autoridad. Salvo, en esta ocasión.
-Tal vez al consejo no le importe… – dijo Gai girando frente a ellos y con mirada dura- Pero una de mis estudiantes acaba de morir. Mis otros dos alumnos no están en condiciones de hacer nada. Rock Lee y Neji Hyuuga perdieron a una de las personas más importantes de su vida. (Y yo también)
-Son Shinobi… – señaló Inoichi algo ofuscado- No pueden dejarse caer por una simple muerte- desdeñando
Gai se movió como un relámpago y acertó un tremendo puñetazo en el vientre del Yamanaka que cayó de rodillas y sin aire:
-¡Una simple muerte! -Enfurecido- ¡Era como su hermana! tal vez, debería liquidar a tu hija ¿Haber cómo te sientes?
Inoichi no podía ponerse de pie. Pero la amenaza ficticia de Gai le abrió los ojos:
-si algo le hubiera ocurrido a Ino...-pensó.
Shikaku se puso entre los hombres para evitar el comienzo de una contienda:
- Entiendo… - advirtió el Nara mirándolo fijo- ¿dónde están tus estudiantes?
-En mi casa, -bajando la vista a un frasco en su mano- vine al hospital por pastillas para dormir. Dudo mucho que Lee pueda conciliar el sueño de otra forma. En cambio Neji está profundamente dormido.
-Los Hyuuga siempre fueron fríos -susurró el Nara
-Neji se durmió, después de haberse bebido tres botellas de Sake. Jamás había tomado una gota hasta hoy.
Los consejeros abrieron muy grandes los ojos. Era algo que no esperaban del frío Hyuuga. Pero la noche no había terminado. Naruto, y quien sabe cuántos más, estaban en peligro. Debían continuar.
- Se lo que piensan -sonriendo suavemente- Pero Naruto puede cuidarse solo. De hecho los que corren peligro son los enemigos con su furia. Yo en cambio, debo evitar que mis alumnos cometan más locuras que terminen peor, esta horrible noche.
La bestia verde se fue en silencio. Dos personas lo necesitaban con desesperación. El por lo menos, dentro del mismo dolor, había logrado mantener la cordura.
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EN LA BASE ENEMIGA:
8 capas negras de alto nivel habían rodeado al Kyuubi. Crearon una poderosa barrera de luz oscura aprisionando a la gran bestia. Esta barrera era muchas veces más fuerte que la que alguna vez encerró al tercer Hokage, cuando luchaba contra Orochimaru. El zorro observó divertido la maniobra. Atraparlo a él, al "Rey de los Bijus". Era algo que le daba hasta risa.
Kabuto terminó los sellos, una luz azulada surgió del pergamino y se asentó en su mano izquierda. La mano brillaba como un cuchillo de chakra. Ahora debía impactar contra el cuerpo del zorro con ese jutsu. El efecto sería que el pergamino absorbería al Kyuubi como un vórtice. Aunque la técnica no duraba mucho. Luego Kabuto liberaría a la criatura en un contenedor sellado y asunto terminado. El peliblanco salió de su escondite tranquilamente. El zorro estaba atrapado en la barrera. Solo era cuestión de…
-¡¿ASÍ QUE QUIEREN ENCERRARME?! –Bramo enloquecido el Biju- VEAMOS SI PUEDEN LOGRARLO.
El zorro abrió su hocico muy amplio. Como intentando devorar algo demasiado grande para él. Una densa luz surgió de su interior. A través de sus fauces soltó una poderosa llamarada de fuego hacia el suelo. Pero en lugar de que la llama chocara contra la tierra y explotara, comenzó a girar y arremolinarse alrededor del zorro. Un torbellino de fuego denso comenzó a ocultar a la criatura de la vista de sus rivales. Dentro de la barrera, un tornado de fuego se elevaba y comenzaba a ampliarse presionando sobre las paredes oscuras.
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Mientras tanto, Naruto descendía por los escalones de la cueva. Algunos guardias habían intentado detenerlo. Pero lo único que consiguieron fue manchar de sangre las estrechas paredes del acceso a la base subterránea. El rubio estaba por llegar a la entrada al salón cuando del otro lado usaron el jutsu muro de tierra para cerrarle el paso. Poca cosa para "Rayo de luna" que al ser dirigida en forma de estocada hacia la pared que bloqueaba el camino; soltó un poderoso rayo de electricidad que pulverizó el obstáculo.
Naruto entró y eludió una lluvia de Kunai o Shuriken que lo atacaron. Lo hacía con pasmosa facilidad. Como si supiera desde donde y como lo atacarían. El lugar era bastante amplio. Se conectaba con varios túneles hacia otros sectores de la base. 20 hombres en el lugar. Solo 3 capas negras. Los rivales se veían confiados, tal vez por no haber presenciado el desastre que el rubio ya había causado en la entrada a la cueva. Gritaban todo tipo de amenazas mientras se movían tratando de rodear mejor a Naruto. El rubio aún no había activado el modo ermitaño. No estaba seguro si causaría algún efecto no deseado en su conexión con el zorro. Pero los capas negras se veían fuertes. Debía arriesgarse. De pronto, vio un generador de energía que se encontraba una esquina del salón. La estrategia de cómo ganar fácil llegó a rápido a su mente. Varios Chunnin lo atacaron con una nueva lluvia de armas que con simples movimientos, sumados a los desvíos con su espada, no causaban efecto en su cuerpo.
-solo esquivando no ganaras muchacho – dijo un ninja riendo
- ya estoy aburrido de esa mirada – señaló otro enemigo enojado- acabemos con él.
- Veamos, que tal lo hacen en la oscuridad.-aclaro Naruto sin emoción.
Unas chispas y sonidos extraños distrajeron a todos. Voltearon a vieron el generador semi destruido por las armas que la espada de Naruto desvió. Las luces artificiales comenzaron a fallar. Y lo último que todos pudieron hacer mientras miraban sorprendidos al rubio. Fue ver como emitía una sonrisa cargada de odio….
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CAPITULO 20: LA NOCHE DEL DEMONIO PARTE II
-ahora veamos –dijo el rubio cerrando sus ojos- como pelean en la oscuridad.
El generador falló y las luces se fueron. Los gritos comenzaron a suceder por todo el lugar. Los capas negras lanzaron varios jutsu de fuego, agua y tierra. Pero generalmente aplastaban, golpeaban o quemaban a un compañero. Algunos guerreros trataron de huir por los distintos túneles. Pero eran muy lentos. Demasiado lentos para un Naruto que generó un clon para acumular energía natural. Mientras él, se movía identificando al enemigo al sentir la energía de ellos.
Una bola de fuego lanzada, comenzó a incendiar unos muebles en un rincón. Eso aportó algo de luz al lugar. Sin embargo, las penumbras no hacían mucha diferencia al rumbo de la batalla. Uno de los Akatsuki alto y musculoso, con un tatuaje que cubría la mitad de su cara. Perdió su cabeza de repente. Su compañero dio un salto alejándose de la sombra que había matado al hombre a su lado. Pero un segundo después su mortal expresión por el filo planteado que lo traspasaba por la espalda, fue lo que puso en terror a los 4 hombres que aún estaban vivos en la caverna. Intentaron escapar, de verdad lo intentaron. Pero combatir a Naruto, que podía seguir todos sus movimientos con la energía natural, era casi imposible.
Algunos minutos después, cuando el rubio había cazado a todos los que quedaban. Desapareció su clon que le reportó suficiente poder para entrar al modo Sennin. Sacó de su bolsillo una píldora de soldado y se la comió. Estaba en el límite, pero aun el combate no terminaba. Caminó pesadamente por los túneles que lo llevaron a los laboratorios, las cocinas y los dormitorios. Pocos rivales restaban en la base bajo tierra. Naruto supuso que la mayoría combatía al zorro en el exterior. Por fin llegó a las celdas, un complejo inmenso de cientos de rejas. Había ninjas de todas las naciones, varios por celda, apenas podía sentirlos. Seguro tenían sellos inhibidores. Llego a una pared donde una serie de interruptores destacaban. Sus ojos con la visión en la oscuridad del Kyuubi, le permitieron encender el correcto. Gracias a dios no dependía del generador antes destruido. Pudo reconocer a Anko Mitarashi y tres más en una de las tantas celdas. La bella Jounnin sonrió al verlo. Pero su cara indicó desesperación al ver que Naruto era atacado por la espalda.
-¡Cuidado! – le grito Anko señalando con el dedo.
Cuatro ninjas se abalanzaron sobre el rubio que sin darse vuelta envió una fuerte carga de chakra a su espada. La plateada Katana brilló y varios relámpagos rodearon el cuerpo de Naruto como una armadura que electrocutó mortalmente a los atacantes. Los integrantes de la "emboscada" cayeron fulminados. La descarga de "rayo de luna" los mató instantáneamente. Naruto sin siquiera reparar por sus víctimas, saltó un barandal que separaba dos niveles de las celdas y se detuvo cerca de la reja que retenía a la Jounnin. Con una tremenda patada frontal destruyó la cerradura de la celda. Anko y 3 ninja de su equipo salieron rápidamente. Los tres subalternos revisaron los cuerpos de los enemigos para hacerse con las armas. Pero la Kunoichi se quedó frente al rubio mirándolo lujuriosamente. Naruto estaba cubierto de sangre. Sus ropas goteaban el rojo y negro de su paso por la batalla. Sus ojos no reflejaban vida, sino deber. Como moverse solo por costumbre. Anko pasó su lengua por los labios sensualmente. Ese no era el niñito inocente y tonto que conocía. Era un hombre peligroso y sexi. Justo como a ella le gustaban. La Jounnin levantó su remera dejando ver el sello puesto en su vientre. Lo hizo lento y sensual. Siempre le agradaban esos juegos.
-Ahora sorpréndeme cachorro, –dedicándole una sonrisa- y te lo agradeceré como no tienes idea.
Naruto cambió su Katana a la mano izquierda y con la derecha concentró chakra en cada dedo. El zorro le había trasmitido conocimientos sobre sellos. Colocó suavemente su mano en forma de garra sobre el vientre de Anko y el sello desapareció. La Kunoichi lo miraba sorprendida y algo excitada. Le gustaban los hombres justo así. Fríos y distantes, sexis y poderosos.
-Gracias cachorro, -bajando su remera lentamente- al volver a casa, buscare como recompensarte.
-Anko-sensei, ayúdeme a liberar a todos los prisioneros de sus celdas. Del otro lado de este lugar hay un túnel. Salgan todos por allí. Así evitaran la batalla.
Mientras Anko y su equipo comenzaban a abrir las celdas. Naruto realizó una docena de clones simples para acelerar la libertad de los ninja en cautiverio. El Naruto real se movió hacia una puerta lateral que lo llevaba a los depósitos de la base. Podía sentir el poder de Mitsuy moverse por allí. No escaparía. Nada podría detenerlo.
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Una hora después Kakashi y su equipo llegaron al valle del fin. Registraron la zona rápidamente, Pakku detectaba el olor de varios ninjas. Sai uso sus pájaros y ratones de tinta para revisar a fondo todo el radio del bosque cercano. El Kazekage Gaara realizo una extraña técnica. En su clásica postura de brazos cruzados, cerró sus ojos y la arena en su tinaja se transformó en seis columnas que lo cercaron. Su guardaespaldas informo al resto del equipo que el Kazekage usaba su arena para sentir las vibraciones de la tierra. Eso lo ayudaba saber si había cuevas o trampas bajo tierra. Pero poco tuvo que explorar porque al otro lado del lago, justo donde comenzaban los bosques nuevamente. La tierra se levantó y dejo verse la entrada a una cueva. Muchos ninjas comenzaron a brotar de la apertura, eran tantos que Kakashi temió por las vidas de todos. Pero no, todos los ninjas que salieron y los que aún continuaban saliendo. Eran provenientes de las 5 aldeas ninja. Aliados, compañeros, amigos, todos libres. Dos jóvenes Kunoichi de la arena estallaron de alegría al ver a Gaara. Corrieron hacia él y lo abrazaron efusivamente. Todos rieron momentáneamente por que el pelirrojo se ruborizó levemente. Como bien lo había dicho Kankuro en alguna otra ocasión:
-"el poder los hace más atractivos"
Kakashi usó su comunicación con el resto de los perros rastreadores. Los prisioneros habían sido encontrados. Había varios heridos, otros presentaban signos de inanición. El cautiverio había sido duro. Pero al menos había concluido. El equipo Shikamaru y el de los Kage recibieron las buenas noticias a través de los perros del ninja copia. Aceleraron la marcha desviándose del trayecto que, varios kilómetros más allá, los hubiera llevado al combate del zorro demonio.
Mientras tanto el Kyuubi, protegido por el tornado de fuego había logrado resquebrajar las barreras oscuras que lo encerraban. Los capas negras no resistirían. Casi habían consumido la totalidad de su chakra. Algunos estaban arrodillados. Kabuto estaba en un predicamento. Tenía el jutsu cargado en su mano. Solo debía lanzarlo a la criatura. Pero si las barreras caían. Todo el fuego acumulado por la bestia mataría a todo alrededor. El peliblanco usó todo su poder para salvarse. A una mano, realizó los sellos. Aunque esto consumiera mucho de su poder:
-¡Arte ninja, RESURECCION IMPURA!
Surgieron dos ataúdes de la tierra. Las cubiertas volaron lejos, los esclavos Itachi y Kakuzu aparecieron. Las órdenes mentales de Kabuto fueron claras. Los esclavos debían protegerlo del fuego que arrasaría con todos. Itachi desplegó su técnica SUNSANOO, el espectro con escudo y armadura pesada surgió, rodeando a Kabuto y compañía. Mientras, Kakuzu realizó un poderoso muro de agua delante del Sunsanoo para reforzar la defensa. Los capas negras vieron la maniobra de Kabuto y solo tuvieron tiempo de maldecir por haber elegido servir al bando equivocado. Las paredes oscuras estallaron y el tornado de fuego se amplió arrasando con todo. Nadie logró salvarse en la zona de combate. Nadie, a excepción de Kabuto que resistió el infierno generado por el zorro. El muro de agua fue desbordado pero no el Sunsanoo que resistió con dificultad. Aunque a decir verdad, fue por muy poco que pudo soportar. Todo el escenario era un caos. Cráteres y desolación adornada por pequeños y no tan pequeños focos de incendios. El alba comenzaba a llegar. La noche del demonio estaba concluyendo. Pero aun el Kyuubi tenía un rival.
-¡FELICIDADES OROCHIMARU! –Bramó la criatura- TE VEZ MUY DIFERENTE PERO PUEDO SENTIR TU ASQUEROSO OLOR. HAS RESISTIDO EL PODER DEL FUEGO.
-mi nombre es Kabuto bestia, -disgustado- y te presentaría a mis esclavos, pero creo que ya los conoces.
- CLARO QUE LOS RECUERDO, -gruño el zorro- EL UCHIHA MUERTO Y EL TONTO QUE MURIO POR EL RASENGAN DE NARUTO. ¡QUE PAR DE IDIOTAS TE HAS CONSEGUIDO COMO ALIADOS JA JA JA!
-¡Esclavos!, para ser precisos,-levantando la mano con la luz azulada- Así como lo serás tú Kyuubi, cuando te atrape. Ku ku ku ¡Toma esto!
El peliblanco lanzó un denso rayo azulado de su mano. El zorro no pudo evitarlo. Un aura azul comenzó a rodear, en forma de cadenas luminosas, a la criatura que gruñía y se retorcía. Kabuto hizo desaparecer a sus dos esclavos. Ya casi no tenía chakra para conservarlos.
-¡GROOOOAAARRR! ¿Qué ME HAS HECHO?-tratando de liberarse de los rayos rodeándolo-.
-ku ku ku ¡Serás mío zorro! Ku ku ku ¡Te sellaré en mi pergamino!
- ¡NOOOO! –Desesperado- ¡NO DE NUEVOOO!
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DENTRO DE LA CUEVA-BASE:
Naruto perseguía al motivo de su ira. El tal Mitsuy intentaba sin éxito huir por los diferentes túneles dejando criaturas invocadas detrás suyo. Naruto las destrozaba rápidamente con "rayo de luna" en su mano derecha o con un Rasengan formados ocasionalmente en su izquierda. Estaba agotado, pero el rencor hacia el asesino de Tenten lo forzaba a sacar fuerzas de donde ya no tenía.
El rubio tenía varias heridas generadas por los diferentes combates. Cosas no muy graves si tuviera al Kyuubi en su interior. Pero en estos momentos esas heridas no se curaban. Aun así, su cuerpo estaba bañado con la sangre de sus enemigos mayormente. Lo que lo hacía verse aún más temible a ojos de quien lo enfrentaba. No se detendrían hasta liquidar a Mitsuy, nada lograría pararlo. "Rayo de luna" bebería la sangre de ese maldito. Era algo jurado y Naruto jamás había roto una promesa. Salvo una por culpa del miserable, a quien ahora precisamente estaba siguiendo. Al final Mitsuy equivocó el camino y quedó atrapado. Naruto se acercaba esbozando una tenebrosa sonrisa. Mitsuy comprendió lo que ese gesto significaba. La habitación en la que estaba tenía una única salida y era a través del rubio. Un pequeño estante con armas estaba junto al temeroso "cara cortada". Tomo una espada y no podía evitar temblar mientras la empuñaba:
- No…no te acerques – dijo temblando, ya que por primera vez en su vida sentía lo que era el miedo.
- je je je, parece que ha llegado el final – señalo Naruto sombríamente.
- yo….yo….-aterrorizado- me rindo, me….
No pudo terminar. Naruto se movió en un parpadeo y en dos movimientos que asemejaron solo uno. Partió la espada de su rival y en el mismo impulso enterró el plateado filo de su Katana en el vientre de su presa. El filo de su espada comenzó a descargar electricidad en el abdomen del herido. Mitsuy se desplomo, quedando de rodillas frente al rubio. Parecía que terminaría ahí mismo. Pero con su mano libre, Naruto asesto un terrible puñetazo en el rostro de su enemigo.
-Se llamaba Tenten Nakamura,- dijo al desparramado rival- era dulce, era buena, no creas que te matare rápido.
Naruto uso su mano libre para levantar en el aire a Mitsuy. Lo tenía por el cuello. Colgado sobre la altura de su cabeza. El malherido apenas podía respirar. Naruto lo lanzó contra una pared tan violentamente que generó un cráter en el muro de roca. Mitsuy ya hubiese perdido la conciencia en una situación normal. Este último golpe había sido definitivo. Pero el rubio usó su espada no solo para herirlo, sino para sellar con una quemadura interna el sangrado de su enemigo. La katana no solo era filosa y mortífera, también podía ser usada para torturar. Y Naruto no solo inyectaba electricidad en su enemigo para evitar que se desangrara, sino también para mantenerlo consiente del dolor. Que no se durmiera y muriera sin saber lo que ocurría.
-tenemos tiempo….-dijo tenebroso el rubio y volvió apuñalar a su enemigo, esta vez fue en un muslo y repitió el sellado de sangre para mantenerlo vivo más tiempo- aún tenemos mucho tiempo.
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EN EL VALLE DEL FIN:
El equipo de los Kage y el de Shikamaru llegaron casi al mismo tiempo. Los Henge jutsu se dispersaron y todos los ninjas de las diferentes aldeas se reunieron con sus líderes. Era un clima casi festivo. Más de 150 ninjas que se creían muertos, estaban vivos y relativamente sanos. Los medico se evocaron a los heridos, mientras los Kage ponían a sus equipos en orden para viajar hacia el supuesto lugar de la base Akatsuki. Anko Mitarashi realizaba un rápido informe a la Hokage que atendía a un Shinobi herido. La Kunoichi explicaba que aparentemente Naruto había penetrado en soledad por la base liberando a los prisioneros y acabando con cualquiera que se le opusiera sin más.
Anko señaló la extraña espada que portaba Naruto capaz de desprender descargas eléctricas poderosas. Tsunade consultó al equipo Kakashi sobre esa espada. De todos los conocidos del rubio recibió idéntica respuesta. Nadie había visto a Naruto portar una espada. La Mizukage sonrió complacida. Naruto Uzumaki cada vez se le hacía más interesante. La bella pelirroja se apartó para hablar con su guardaespaldas sobre el tema:
-¿Qué piensas de esto Shigure? –susurrando disimuladamente.
-Mucha… coincidencia…... –seria.
-Espero que no tengas prisa por volver a casa Shigure –sonriendo- tengo ganas de quedarme un tiempo por aquí.
-Hai…Mizukage-sama –seria y fría.
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EN EL CAMPO SOBRE LA BASE AKATSUKI:
Las cosas no iban bien. Para Kabuto, claro está.
Había lanzado su técnica y el zorro se quejaba. Todo había sido parte de un plan bien preparado por meses. La emboscada, los secuestros fallidos y esperar que el jinchuriki se desprotegiera abandonando la aldea. Todo con detalles más o menos, venia saliendo relativamente perfecto. Conteniendo el poder del zorro demonio, solo restaría capturar al Hachibi para tener a los 9 demonios. Todo estaba por debajo de los cálculos para Kabuto Yakushi. Cuando de repente la criatura comenzó a reír malignamente. Sin importarle la energía que lo rodeaba y teóricamente debería estar atrapándolo dentro del pergamino. La técnica no causaba efecto.
- ¡No puede ser! –Dando un paso para atrás- ¡Es imposible!
-JA JA JA ¡ME DIVERTI MUCHO HACIENDOTE CREER QUE ME AFECTABA ESA TONTERIA!
Las cadenas de luz que supuestamente retenían al demonio se habían disipado. El zorro seguía libre y dispuesto a seguir la batalla que tanto placer le causaba.
-¡VEN AQUÍ ASQUEROSA SERPIENTE! –Viéndolo correr a Kabuto- ¡AHORA ES MI TURNO!
El Kyuubi juntó sus colas cerca del hocico y acumuló chakra en sus fauces. Lo moldeó rápidamente en una poderosa esfera de color negro. Si esa bola de energía chocaba contra una montaña la pulverizaría. Pues bien, era con ese ataque que quería golpear al despavorido Kabuto. El peliblanco giró minutos después de su huida, justo para ver venir la esfera. Pero con su jutsu de reemplazo para dejar su piel (Un Kabuto falso) se escondió en la tierra descendiendo hasta la cueva-base. El zorro aun así podía olerlo. El escurridizo enemigo había logrado escapar.
- MALDITO SEAS OROCHIMARU –gruñendo- ERES UNA CUCARACHA DIFICIL DE MATAR.
El Kyuubi elevó sus nueve colas y como si fueran filosas estacas las enterró en el suelo. Luego hizo fluir chakra a través de ellas y causó el derrumbe de toda la base. En ese instante Naruto caminaba por uno de los túneles cuando todo comenzó a derrumbarse. Pero utilizo su último recurso y gastando el resto de chakra, tan solo para escapar ante la inminente caída de toneladas de tierra:
-¡Hiraishin no jutsu!
El rubio apareció en un destello cerca del Kyuubi. Afortunadamente había dejado algo de poder para una emergencia. El zorro miró a Naruto algo preocupado. Si el rubio moría, a él le tocaría igual destino. El jutsu de Kabuto no funcionó exactamente por eso. La criatura no estaba libre. Su esencia, aún estaba contenida en el cuerpo de Naruto. Pero la fusión con la mente del humano le daba la virtud de ser invocado a la batalla. El zorro comenzó a convertirse en vapor rojo. Lentamente entró en el rubio como suave briza de la mañana. La claridad del nuevo día ya era evidente en el cielo. Naruto estaba en las últimas fuerzas. El Kyuubi comenzó a equilibrarlo con su chakra. Al menos tendría lo suficiente para intentar regresar a Konoha. El rubio comenzó a caminar. Su cuerpo apenas lo sostenía.
No llegó demasiado lejos en realidad, apenas pudo salir del círculo de desierto creado por el tornado del Kyuubi. Algunos metros más allá, cuando comenzaban los bosques nuevamente, Naruto se desplomó cerca de un árbol. Estaba agotado no había dudas, y si nadie venia por él. Le sería muy complicado volver. Su cuerpo le enviaba sensaciones terribles de dolor, rodillas, brazos, pecho. Sus ojos pesaban, sus brazos cayeron a los lados. Debía dormir no tuvo otra alternativa. Su venganza no obstante, había concluido con éxito.
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Un par de horas después lo encontraron. Toda la comitiva liderada por los Kage con sus diferentes equipos llegaron a la zona de combate. El espectáculo era aterrador. Centenares de cuerpos regados por kilómetros. Decenas de árboles arrancados, más de un kilómetro y medio a la redonda de bosque desaparecido. Todos los que alguna vez había visto el poder del zorro. Supieron enseguida que de su mano había venido esta destrucción. Había un claro hundimiento en la tierra aledaña a la batalla. Supieron que la base subterránea había sido derrumbada. Uno de los ninjas pertenecientes al clan Hyuuga encontró a Naruto. Gracias a su Byakugan localizó al rubio en el otro lado del desierto, sentado bajo un árbol. Shikamaru, Kakashi y sus equipos llegaron primero corriendo con desesperación.
-Ino, ¿Dime como esta?- preguntó Kakashi algo nervioso por la sangre que lo adornaba.
-Tiene heridas profundas –señaló la rubia- creo que ninguna es mortal, pero debemos llevarlo al hospital.
-Gracias a Kami… – indicó Shikamaru suspirando- solo faltaba que este tonto se nos muriera.
-No digas eso, - le increpó Yamato de brazos cruzados- además Tsunade-sama esta….
-¡Apártense de mi camino! – Dijo la líder, casi atropellando a Kakashi y Yamato- ¿Cómo está Naruto?
-tranquila Tsunade-sama,-intentó serenarla Ino- el está….
La Hokage comenzó a descargar chakra sobre el rubio. Debía comprobarlo por sí misma. Verlo cubierto de sangre solo le trajo la horrible imagen de sus seres queridos muertos. ¡Eso no podía volver a pasarle a ella! ¡Su Naruto no se podía morir así!
-¿Cómo está el chico? – interrogó la Mizukage acercándose al grupo presente.
Yamato y Kakashi comenzaron a repetir lo que Ino había dicho algo atontados por la bella presencia de la Mizukage. Mientras Tsunade que seguía revisando al inconsciente Naruto, comenzó a disgustarse con el repentino interés de la pelirroja en el rubio. ¿Qué es, lo que quería con él? ¿Acaso era otra de sus pervertidas búsquedas de conquistas?
La Mizukage era conocida por adquirir poder para su villa valiéndose de todo. Inclusive sexo. Seducía a los jóvenes prometedores para luego hacerlos trasladarse a la niebla. La alianza ninja la había beneficiado enormemente es esos aspectos. Intercambios de Shinobi que solo estaban limitados por la voluntad expresa de ellos. Tsunade tuvo muchas ganas de mandarla al diablo. Si su intención era apropiarse de Naruto, no se lo permitiría. No perdería al rubio a quien consideraba un hijo o un nieto.
-Se encuentra herido gravemente, presumo que consumió muchas píldoras de soldado-susurro Tsunade muy preocupada- Debemos atenderlo en el hospital cuanto antes.
-Entonces lo llevaremos al instante – señaló sonriendo la Mizukage- ¿Shigure?
La Kunoichi que oficiaba como su guardaespaldas se acercó rápidamente.
-la técnica de Shigure solo puede con 5 personas a esta distancia-aclaró la pelirroja
-Iré yo, – aplicó Tsunade terminante- no me despegaré de Naruto hasta que no despierte. Kakashi, ayúdame a llevarlo. (No te acercaras a él pervertida)
-De acuerdo Hokage-sama, -dijo la líder de Kiri- (vieja bruja, no me vas a arruinar mi idea)
Las tres mujeres y el ninja copia (que cargó sobre su espalda a Naruto) se acercaron al rubio. Shigure entonces mordió su dedo para obtener sangre y haciendo sellos dijo con firmeza:
-¡KUCHIYOSE NO JUTSU!
Una brillante luz circular surgió del suelo atrapando a los 5 pasajeros. Un segundo después la luz desapareció y ya ninguno estaba. Hacia la aldea de la hoja, volvieron. Solo la incertidumbre de los que quedaron en el bosque era palpable a simple vista. La desolación ese campo de batalla era similar a los corazones de los amigos de Naruto.