- Ya vaya chaneque, pero no cause desmadre que después me echan la culpa por su comportamiento - Le revolvió el cabello, haciendo que su hijo sonría y saliera corriendo a la pequeña aula del lugar. Suspiró al ya no verlo. - Este niño... Igualito a su padre... - Negó con la cabeza, desmontó sus manos de la cadera y comenzó a caminar hacia su derecha, donde tenía una reunión importantísima.
México, al ir caminando, pensaba en muchas cosas, lamentablemente estaba demasiado estresado por cosas de mayor magnitud, pero era por el bien de su gente y su hijo.
Iba vestido con unos jeans azules, un cinturón negro y una camisa blanca lisa, con las mangas levantadas hasta arriba los codos. ¿Quién estaría en la reunión además de ONU? No lo sabía, pero ya lo descubriría.
- Buenas tardes - Saludó formalmente, como siempre lo hacia al entrar en un lugar con gente. - Sé que es algo tarde y todo pero el chaneque despertó tarde - Sobó su nuca, sentandose en donde debía y viendo por fin a los demás invitados.
- Otra vaina de esas y no le regalo nada más al niño, oyó pana? - Burló Venezuela, con un niño en brazos.
- ¿Venezuela? - Preguntó confundidísimo el tricolor, mirando al más bajo y, al que estaba a su lado. - ¿Perú? - El menor le sonrió en cuanto levantó la mirada. - ¿Qué hacen en este lugar? - Preguntó aún más confundido ante las sonrisas de aquellos sureños.
- ONU nos dijo que había una reunión especial, algo raro ya que nunca me invitan y pe', estoy aquí - Explicó con simpleza el bicolor.
Perú vestía una polera (cuello tortuga) gris oscuro, su respectivo chullo en la cabeza y un peinado bastante desaliñado. Venezuela, por su parte, tenía una remera de una banda, una campera bastante suelta y su cabello estaba de lado y para atrás, como si se lo hubiera acomodado para no nublar su vista.
- Ay wey... No me digan que - Miró la puerta, como los otros dos, ya que se estaba abriendo. Se levantó levemente, pero cayó al ver a la organización entrar.
- Buenas tardes a los tres - Saludó ONU, recibiendo su respectivo "buenas tardes" de regreso. Se sentó al frente de todo, siendo observado por los países. - Antes que nada, felicidades por el nuevo bebé Venezuela - Él asintió como agradecimiento.
- Este carajito calmó a la fiera - Bromeó, refiriendose a su hijo mayor.
ONU soltó una risita. - Estarás en paz ahora supongo - Y sólo obtuvo una risa. - Muy bien, por lo que están aquí - Asintieron. - Como sabrán, pronto se celebrará la ascensión de México al círculo de potencias - Volvieron a asentir. - Saben también, que es un evento de suma importancia y absolutamente todos deben estar presentes - ¿A dónde quería llegar la ONU con tanta vuelta? Que ya le digan que no lo vería y fin de la reunión, no quería más preocupaciones por ello.
- ONU, sé claro, no estoy para tanta chingadera ahorita, las gemelas andan chingandome la vida con que quieren fiestita de mayoría de edad y Jalisco está jode y jode con su nueva marca de textiles - México estaba cansandose, tener un hijo de apenas 7 años era algo agotador, presentarse a la mayoría de eventos y reuniones mucho más, y aunque recibía ayuda de CDMX y sus demás estados estaba exhausto.
- Bien, como sé que pronto tienes que reunirte con Canadá y seguidamente con Puerto Rico y República Dominicana, lo diré - Asintió. Bien, por fin algo de velocidad con respecto a las reuniones. - Antes que nada, no quiero peleas con Reino Unido - Volvió a asentir, pues no tenía un por que para seguirle el juego al hombre mayor. - Bien, México, necesito que arregles con USA los temas territoriales antes del evento, tu hijo no puede seguir con esto o podría salir muy herido - Dijo con una expresión seria pero "triste".
Y eso hizo estallar al mexicano. - ¡¿ARREGLAR?! ¡NO HAY NINGUNA CHINGADERA QUE ARREGLAR! ¡ESE GRINGO VIÓ TIERRAS EN SUS "LÍMITES" Y DECIDIÓ RECLAMARLO COMO SUYO! - Señaló la puerta luego de golpear la mesa, haciendo referencia a USA que no estaba en el lugar. - ¡Mi hijo no está ni tantito cerca de su territorio! ¡Él tiene nuevo espacio maritimo delineado! ¡Él tiene que dejar a mi chamaco! - Su respiración se agitó, estaba notablemente molesto.
- Ahora que pasó tu momento de ira - Habló tranquilamente la organización, volteando a ver a Perú. - ¿Podrías hablar con él sobre sus límites y la propiedad privada, por favor? - México miró al peruano, que se tensó un poco.
- Cl-claro, él lo, lo entenderá... - Al responder se hizo un silencio, uno que fue roto por el llanto del bebé presente.
- Ay... Disculpen - Habló Venezuela, arropando al bebé para que cese su llanto. - Ya Colozuela, ya - Comenzó a tararear.
México lo observó, recordó cuando su hijo estaba muy chiquito, demasiado, y debía cantarle para que duerma de una vez.
Sonrió levemente. - Ay cuando mi chamaquito se ponía a hacer sus berrinches... - Dijo, captando la atención de los tres presentes. - No dejaba de lloriquear hasta que no le cantaba... - Calló, tratando de ahuyentar aquel recuerdo.
- Si, ya recuerdo - Dijo Perú, recordando la felicidad de sus amigos por el niño. Extrañaba aquellos tiempos, o bueno casi, pues su "equipo" se había roto con el pasar de los años.
- Ya carajito, cierre la boca que el papi no lo ve hasta que su hermanito salga de la escuela - Le hablaba al bebé, o más bien la beba, puesto que había conseguido una niña.
- Muy bien, antes del evento arreglen lo del territorio - ONU se levantó y se disponía a irse, pero México lo llamó. - ¿Si, México? - Lo miró, tratando de adivinar qué pediría.
- Si deben estar todos, supongo que A-...
- Sí, México, estará... Pero sólo dos horas, ya que sigue en cuarentena - Dijo seriamente.
- ¿Hubieron más problemas? - Preguntó, preocupado por su amor.
- Lamentablemente. Su agresividad aumentó, se ha vuelto más distante por más que su gente esté mejorando - Explicó. - Sus denominadas provincias se ocupan del país, realmente sorprendente el cómo lo hacen con tanta presión en ellos, pero han mejorado mucho y OEA cree que en unos 17 años volveran a la prosperidad. Y si eso es todo, me retiro - Y así lo hizo, dejó a México con las palabras en la boca.
- 17 años... ¿Cómo chingados le explico al chamaco eso? ¡Ya está haciendo más preguntas! - Se revolvió el cabello de forma desesperada. - ¡Y no saben! Está hablando como él, entienden? Está. Mezclando. Su. Puta. Lengua! - Después de ello comenzó a morder su pulgar, caminando de un lado a otro.
- México - Llamó Perú luego de darle una miradita a Venezuela. - México - Él no le hacía caso, murmuraba quién sabe qué. - ¡Estados Unidos Mexicanos hazme caso! - Eso hizo que México y la bebé de Venezuela hagan silencio. - Venezuela y yo creemos que deberías ir hablando con él, está por cumplir 8 y ya está hecho un hombresito, sabes como somos nosotros... - Se acercó a él. - Haré lo posible para que USA lo deje y ya no tenga que usar esos parchesitos que le regala Chile - Lo tomó por los brazos y lo miró.
Venezuela se acercó y apoyó una mano liberada en su hombro, la niña sólo los miró, babeando su chupete.
- Pana, le prometo que verá a su amor, ya se viene su cumpleaños me oye? - Le sonrió, para animarlo, cosa que fue bastante funcional.
- Gracias... Ahora, acompañenme con Canadá, el wey me da cosa desde que Arico cumplió los 3 añitos... - Rió levemente, contagiando a sus amigos que aceptaron con gusto.