- ¡Papi! - Gritó el niño, alargando la "i" de aquel apodo cariñoso hacia el adulto responsable de él. Corría con sus pequeños pies descalzos hacia el cuarto de su padre, sosteniendo un pequeño peluche de un bonito Jaguar.
- Mmhj... ¿Qué pasó chamaco? - Preguntó adormilado el tricolor. Se sentó en la cama, haciendo levemente a un lado la sábana que lo cubría.
- Tuve la misma pesadilla otra vez... - Dijo, con su dulce y algo aguda voz infantil. Miraba al adulto con aquellos ojitos tiernos, mientras abrazaba más fuerte al animal de felpa.
- ¿Otra vez? Ay ya... Duerme con papi - El mayor, luego de girar levemente la cabeza con molestia se hizo a un lado, haciendole un hueco en aquella cama de una plaza a su hijo.
- Quiero un cuento... - Pidió en cuanto se acomodó al lado de su padre y éste lo arrulló, haciendo que se sienta más cómodo.
- A ver, qué cuento quieres ahorita? - Sonrió de lado, su hijo amaba los cuentos maravillosos que él le contaba.
- ¡"Amor a la"! - Pidió con una gran sonrisa, mientras sus ojitos demostraban un brillo de emoción.
- Pero ya te lo conté muchas veces, no quieres otro? - Se recostó, estaba ya un tanto cansado de aquel cuento. Pesadilla tras pesadilla pedía el dichoso cuento, no se dormiría si no lo contaba, lo sabía a la perfección, por lo que bufó y abrazó al niño. - Sólo por que tienes clase mañana, oiste? - Le hizo unas leves cosquillas en el torso, causando las risitas del menor. - A ver... ¿Me recuerdas cómo empezaba? - Sonrió, colocandose en una posición más cómoda junto al menor.
- ¡Con un partido de fútbol! - Respondió con un leve grito de emoción, su cuento favorito volvía a empezar.
- Ah si, chales... ¿De veritas me harás contarlo todo? - Sonrió divertido, su hijo era un mounstrito. El pequeño asintió apresuradamente, causando la risa del mayor y su mirada se dirigió hasta un cuadro lejano del cuarto. - Pues muy bien... - Lo atrajó a él, abrazandolo. - Y ahí iba él, contra el mejor en aquella cancha...
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- ¡Y ahí le va, le va, México le va y... Off! - Narraba aquel pequeño país de rayas azules y un sol en la punta. - ¡Sos re malo bo! - Abucheó, dejando el profesionalismo de lado.
- Brasil lleva jugando años, México apenas y sabe atacar - Dijo burlón un tricolor con estrellas.
- Ya wey, me dejan mal! - Quejó el tricolor, acercandose a los demás.
- El weon de Brasil es un poste, no hay que dejarlo de arquero nunca - Habló uno con un parche de estrella en su ojo derecho.
- Ya pe, sólo queda un partido y nos vamos - Habló un no tan pequeño país bi color.
- ¿Contra quién juego ahora? - Preguntó el brasilero sonriente, sacandose los guantes de arquero.
Todos se quedaron callados, mirando en diferentes direcciones. Realmente ya habían jugado contra él, y sabían perfectamente que tenían las de perder, es decir, ¡por el amor a Cristo, es Brasil! ¡El país del fútbol!
- Acá te falta uno - Habló un albiceleste con un sol en medio.
- ¡Argie! ¡Llegaste para romperle el orto! - Festejó el que también llevaba un sol, acercandose emocionado al más alto.
- ¡Al fin, un digno oponente! - Bromeó el de verde, riendo junto con su ahora nuevo contrincante.
- Hay que grabar, puede terminar en golpes - Habló el del parche.
- Apuesten chamos, yo le voy al Arge 5-1 - Sacó algunos billetes.
- Ay Vene, que poca fe... - Dijo el de sol en la esquina sacando sus billetes. - ¡7-1 para mi bro! - Dejó 100 en manos del venezolano.
- Referencias vergas Uru, referencias vergas - Rió México. - Le voy al brazuca 3-0 - Y él puso unos 150.
- Que ofensa para mi dios Arge - Dijo Perú apostando 200. - 2-1, y cincuenta más por penales, terminan 5-2, guarden mi comentario - Todos rieron.
- Tss... - El último que estaba ahí meditó un poco. Argentina estaba pre-calentando, mientras Brasil lo miraba fijo. - Es que ya sabemos qué va a pasar... Le apuesto empate, no voy a arriesgarme - Y colocó 260 en manos del de estrellas.
- Ay chilito, chilito... Nunca apuestas fuerte - México se sentó a su lado, comenzando a beber agua de su botella especial.
- Cuando ellos se enfrentan no puedo, con los demás sí - Respondió Chile sonriente, mirando a los rivales a punto de comenzar su partido.
- ¡Y arranca la carrera, Argentina toma posesión de la pelota, llendo rápidamente hacia el campo contrario! - Narraba Uruguay el comienzo de aquel partido, o como lo llamarían muchos, "la lucha de titanes". - ¡NO ARGE NO! ¡BRAZUCA DEL ORTO! - En la última palabra alargó la "o", sacando todo su enojo del momento.
- ¡Y golazo del brasilero! - Festejó México, viendo como Brasil alzaba los brazos cantando victoria. Por un momento vió a Argentina, su expresión era algo extraña, ¿no debía enojarse por un gol del rival?
[Inserte efecto de reloj]
- ¡GO~LAZO DEL ARGENTO! - Gritó Uruguay, de pie y festejando.
- ¡CANTALO CANTALO CANTALO CANTALO CANTALO! - Repetía Perú, también de pie, imitando a un divertido narrador de fútbol de nacionalidad argentina.
- ¡Y SE TERMINA 6 A 3! - Gritó Venezuela, poniéndose de pie como los otros dos. - Gracias pana, esta va para la comidita de hoy - Guardó los billetes. Todos sabían que el que más cerca esté del resultado se llevaba la apuesta, era ley latina de países.
- ¡Chingada madre! - Quejó el mexicano, mirando al piso.
- Puta la wea, como terminaron - Chile se levantó, acercandose a ellos con un pequeño botiquín. - Ya te dije Arge, la chilena no te sale, queri' terminar dislocado? - Lo regañó, limpiando su brazo y viendo un raspón ya rojo.
- Ya ya, cerrá el orto, te dije que la iba a practicar - Rodó los ojos hacia la izquierda, dejando el brazo elevado para que su amigo lo "sanara".
- Eso estuvo difícil, mejoraste mucho Arge - Halagó el más alto de todos, bebiendo algo de agua.
- "Gratzie mile" - Dijo divertido, también bebiendo agua y sentandose. - A ver, dejenme adivinar... Ganó Chile apostando por su rey - Los miró, estaban sonriendo.
- Me ofendes - Habló Venezuela mostrando su ganancia al "rey". - Yo les dije, cinco a uno, se fueron por otro lado - Los señaló con dos dedos, riendo y finalmente guardando su ganancia otra vez.
- Ese es mi bebo - Le guiñó, ambos eran muy cercanos. - Dejenme ver... Uruguay le apostó a Brasil, si o no raza? - Dejó la botella en el césped, mirando a sus amigos.
- El único que apostó en tu contra fue Mex, y Chile dijo empate pata - Habló Perú, mandando "al frente" a los dos países.
- Con que sí eh... - Se puso de pie, para luego ponerse frente a México. - Asi que le apostas al brazuca en ves de a mi... Que gran amigo che - Colocó ambas manos en su cadera.
- Ay wey, neta te me enojas? Llevas fuera un año y medio desde tu lesión por jugarle al vergas en tus luchitas con el "iuesei" - Abrió la mano, haciendo que su palma quede boca arriba y "señale" al albiceleste de arriba a abajo.
- Pero la gorda perdió, y me gané 500 dolarucos así bien piolardo - Hizo una pistola con la mano, la acercó a su mentón y sonrió haciendo un leve movimiento de muñeca. - Aparte, nunca dejé de jugar, Paraguay lo sabe - Dijo en forma de confesión.
- Ajá, pendejo, te lesionas la pierna y el brazo y juegas, no'mbre! Cómo no ir en contra en un jueguito! - Con aquellas palabras el mexicano se levantó de donde estaba sentado, haciendole frentre al argentino. - ¡Na' más no te parto tu madre por respeto! Y por que al que gana no se le pega, así lo dictamos - Señaló el suelo con dureza. - Me voy a la verga - Se giró en 90° y comenzó a caminar a la salida, dejando a todos atrás mientras lo observaban irse.
- Ese hijo de re mil pu-... - Volteó cuando alguien le tomó la muñeca.
- No vale la pena, está con tensión por sus depas... Oí que harán grandes cambios en su territorio con el nuevo presidente... - Informó el peruano, intentando aliviar el enojo del argento.
- Tss... Como que Brasil y yo ya nos vamos - Habló Chile sabiendo a donde iría la conversación. - ¿Nos acompañas Uru? - Preguntó al menor, recibiendo una afirmación con la cabeza.
Los tres recogieron sus cosas, saludaron de lejos y se fueron, dejando a Argentina, Perú y Venezuela juntos.
- Ya mamagüevo, cuando le dirás toda esa vaina del gustito? - Venezuela decidió romper el silencio, le hartaba el como Argentina trataba las cosas. - ¿Cuándo le dirás a Mex que te agarraste con Estados Unidos por él? - Se levantó, con un movimiento molesto, se acercó al albiceleste que miraba al suelo para no sentir nada de culpa. - ¡Ay chamo que eres gallo! - Lo señaló sin miedo, podría ser irrespetuoso, ¡claro que si! Pero la situación era desesperante.
- Ya Argie... - Perú comenzó a sobarle el brazo, sabía que con la expresión que el argentino había tomado estallaría en lágrimas. - Venezuela no quiso ser tan duro, sólo que ya van casi dos años... - Hizo al más alto sentarse, con ellos dos un lado al otro.
- No creo que le caiga bien la noticia, el boludo me va a re bardear y, no estoy para eso... Buenos Aires anda afectado por mi culpa, La Pampa y Córdoba lo andan ayudando... - Suspiró, su situación estaba empeorando como años anteriores.
- Ya, entonces, hay que saber si también le gustas al mexicanito - Habló el venezolano pensativo, haciendo que los dos restantes lo miraran. - Podría hablarle a Canadá y Guatemala, se juntan más con él o eso oí - Volteó a verlos, quería saber si su plan era bueno.
- Guatemala es muy buena, seguro podría ayudarnos con-...
- ¡Ni en pedo! Con que los del sur lo sepan me vale, no quiero más quilombos - Se levantó de un salto, molesto por la idea. - Aparte, el santito de la copia de Perú tiene algo raro, se anda juntando mucho con Mex y EEUU me dijo que se pone en mogolico con él cerca - Los miró, y veía la sorpresa en sus expresiones.
- ¿Y tú cómo lo sabes pana? ¿Actualizaste tu inteligencia militar o alguna vaina? - Preguntó curioso, sorprendido y extrañado el tricolor.
- EEUU no se soporta un fernet con coca 60/40, casi puro, seguido de una buena Quilmes, una Brahma, y... ¿Qué más le dí? - Miró al cielo, como si fuera a darle una respuesta. - Y creo que lo junté todo con una Scheider... Uh, ni me acuerdo - Se tomó la cabeza con ambas manos, tratando aún de recordar.
- Ya pe, te diste una buena bomba con Estados Unidos y soltó toda la información - Rió un poco, era algo divertido al fin y al cabo. Argentina, un tercermundista, bebiendo con Estados Unidos de América, una potencia mundial. ¡Todo un chiste!
- Bueno ya, dejemos de lado el dramita y vamos a lo serio. Conquistar a un mexicano - Habló con decisión el de estrellas.
- ¿Y si le canto una de sus canciones y fue? No soy bueno en estas mierdas... - Cruzó sus brazos.
- ¡Oh oh! ¿Han escuchado a Thalía? - Los dos asintieron, claramente la conocían. - Su tema de "amor a la mexicana", podría ser algo útil no lo creen? - Venezuela y Argentina se miraron entre sí. Tan tan útil no era, lamentablemente, pero les dió una idea.
- Rápido, día festivo en México que se acerque - Habló Venezuela, con una sonrisa.
- ¡Independencia! - Habló acelerado el albiceleste.
- ¡Eso fue el mes pasado, estamos a octubre! ¡Día de muertos! - Habló el de rojo y blanco con una sonrisa, estaba dando pequeños saltitos por el breve "cambio de velocidad".
- ¡Nos vamos ya para tu casa! - Venezuela los agarró a ambos de los brazos y comenzó a arrastrarlos a la salida.
Su mente funcionaba a mil por segundo, maquinando un plan infalible para juntar a los dos países con más caracter de América. Y, como él era el mismísimo Venezuela, sus ideas eran bien pero bien funcionales.