A la mañana siguiente, hubiera deseado que me despertasen los rayos del sol pegando en mi cara, pero la verdad que no fue para nada parecido a eso. En su lugar, únicamente sentí gritos y como me destapaban bruscamente. Vamos El mejor despertar para una persona que odia madrugar y se levanta siempre con el pie izquierdo. Ademas si a esto le sumamos que no siento los brazos de Marco rodeando mi cuerpo, este despertar se vuelve el más horrible de mi vida.
Me giro realmente cabreada hacia la persona que se ha tomado el lujo de interrumpir mi descanso y me quedo en shock en cuanto veo a Sandra acercándose a la cama para pedirle explicaciones mediante gritos a su novio Marco Asensio, que se encuentra a mi lado tan sorprendido como yo.
-¿SE PUEDE SABER QUE SIGNIFICA TODO ESTO?- grita la desesperada chica que mas bien parece que va a echar espuma por su boca-.
Tapo mis oídos con mis manos, no pudiendo soportar un grito más.
-Sandra...- pero Marco no puede terminar su frase-.
-¿ME PUEDES DAR UNA MALDITA EXPLICACIÓN DE QUE HACES CON ELLA EN LA CAMA?- sigue con su mismo tono de voz señalándonos a ambos y como no, ganándome una de sus matadoras miradas-.
-No es lo que tu piensas- vuelve a intentar calmar la situación mi acompañante mientras se incorpora y se acerca a ella-.
-No, ni se te ocurra tocarme- hace aspavientos con sus brazos intentando apartar los suyos-.
-¡Sandra no es lo que tú crees!- vuelve su novio a hablarle intentando tranquilizarla con alguna caricia pero ella le esquiva-.
- Lo único que sé es que vengo por la mañana para desayunar con MI novio -remarca mucho esa palabra mientras me mira fijamente- Y LO VEO DURMIENDO EN LA HABITACIÓN DE SU MEJOR AMIGA Y NO SOLO ESO, SI NO QUE COMPARTIENDO CAMA CON ELLA.
-¿mejor amiga? -miro a Marco confundida, niego con mi cabeza olvidándome de ese detalle y prosigo- te quieres tranquilizar de una vez, mujer y dejar que él te explique lo que ha pasado?
-Contigo no estoy hablando- me dice mas que enfurecida-.
No puedo evitar reírme ya que esta chica va de mala y es mas bien ridícula.
-Sandra, tampoco le hables así, tranquilízate-. Marco posa sus manos en sus hombros pero no consigue nada de lo que se propone-.
-Aww que bonito, que ahora se defienden entre ellos - le pega unos golpes con su mano en sus brazos para que Marco la suelte-.
Ruedo los ojos y me decido por levantarme de la cama. Paso de que me metan en sus líos.
-¿A donde crees que vas?-
Esta vez es Marco, quien me mira mal.
-Pues a desayunar, paso de oír los gritos de tu noviecita- me encojo de hombros mientras me voy acercando a la puerta, pero el me coge del brazo evitando que salga por ella-.
-Esto lo arreglaremos entre los tres-.
Niego con mi cabeza hacia el y la verdad que me sorprende bastante que su pareja no este soltando berridos por su boca.
-No tengo nada que ver con esto. Los problemas que tengas con tu novia, son tuyos. Ademas no hay nada que explicar porque no ha pasado nada, solo has dormido conmigo. No es para tanto- me encojo de hombros y sin esperar ninguna respuesta mas, salgo por la puerta dirigiéndome hacia la cocina-.
Mientras voy bajando por la puerta, me siento un poco embustera porque si yo estuviera en la situación que es ta Sandra, seguramente hubiera actuado igual o peor. Pero bueno, eso ya es cosa suya. Entro en la cocina y me dispongo a hacer mi desayuno, allí me encuentro a Igor.
-¿Que pasa ahí arriba?- me pregunta preocupado tras escuchar los gritos en la planta de arriba y no puedo evitar soltar una pequeña risita, Sandra estaba realmente fuera de si y llegaba a hacerme algo de gracia-.
-Nada, solo Sandra nos encontró a Marco y a mi durmiendo juntos -bebo un sorbo de zumo que me había servido en un vaso y veo como Igor eleva sus ojos realmente sorprendido- No es lo que piensas, tuve una pesadilla por eso del robo y le pedí a Marco que se quedara conmigo a dormir-.
-Madre de Dios... La que le va a caer a Marco, sobre todo porque... -se calla sabiendo que ha metido la pata-.
-Porque ¿que?- Me siento a su lado bebiendo mas zumo-.
No soy una persona que se caracterice por desayunar demasiado, es mas, no suelo desayunar.
-Amber... nada, es mejor que no te diga nada sino, el ambiente estará peor-.
-Igor...-
Eso bastó para que soltara un suspiro y acabara contándomelo todo.
-A Sandra no le gustas, no le caes bien-.
Empiezo a reírme a carcajadas.
-Tranquilo que el sentimiento es mutuo-.
-¿No te cae bien?-
Por su pregunta debo ser la única a la que no le cae bien.
-Pues la verdad es que no. No la conozco de mucho pero la detesto- sonrío algo avergonzada porque al fin y al cabo es su cuñado al que se lo estoy contando-.
-Pero ¿por que?- en su cara puedo ver como no entiende el por que-.
-Muy sencillo, no me la creo. Es como muy perfecta y buena niña pero creo que esta con tu hermano por quien es y no por que realmente le guste su persona. Ademas me parece que no esta en momentos importantes para el, como aquel día que me tuve que quedar con Marco en el hospital porque nadie podía-.
Veo concentración en la cara de mi acompañante y se que esta pensando sobre lo que le he contado.
-También puede que este equivocada- intento arreglar todo lo mal que he dejado a Sandra y por ende a mi-.
De repente lo que antes eran gritos, ahora se convirtieron en gemidos. No pude evitar poner una cara de asco. Igor por su parte me sonrió con algo de pena, que no llegue muy bien a entender. Me iría ahora mismo de su casa, no quería tener que aguantar esto. Me puse de pie y subí a la planta de arriba dispuesta a coger mi ropa para cambiarme e irme a dar una vuelta, pero nada salio como esperaba puesto que ellos se encontraban en mi habitación.
Nota mental: Pedirle a Gilberto un cambio de sabanas urgente.
Entiendo que sea yo la que no este en su casa y eso, pero creo que merezco también algo de respeto y vamos, tampoco se iban a morir por caminar dos metros y hacerlo en su habitación.
¿Ahora que se suponía que haría? No podía salir con mi pijama y estos pelos todos enmarañados a la calle. Opto por bajar de nuevo al salón y ver un poco la televisión. Igor viene detrás de mi.
-¿Vemos una película?- me ofrece amablemente con su gran sonrisa en su boca mientras se sienta a mi lado-.
-Que mas remedio- suspiro mientras el busca una película que nos agrade a los dos.
-No se que le pasa, el no es así-. dice mirándome antes de que comience la película, a lo que yo me limito a asentir con la cabeza-.
Enseguida nos ponemos a ver una película de risa, pero mi mente no se despeja. Por mas que quiera hacerme la fuerte, este tipo de cosas me duelen de verdad.
**
Cuando por fin terminamos de ver la película, sentimos como bajan por las escaleras. Fui directa a la cocina para lavar el bol de palomitas que nos habíamos hecho. Desgraciadamente no pude estar en paz porque enseguida entro Sandra. Seguí con mis cosas sin prestarle atención.
-Ya esta todo aclarado- sonríe en mi dirección y ruedo mis ojos-. Era obvio que no podría haber pasado nada entre vosotros.
-Pues para ti no era tan obvio cuando montaste aquella escena de celos ridícula allí arriba hace una hora- le sonrío falsamente mientras seco lo que habíamos usado-.
-Si, fue un momento de locura, ademas lo mejor de las discusiones son las reconciliaciones- sonríe de oreja a oreja-.
-Aham... - comento lo menos interesada que puedo en la conversación-.
-No se como me pude poner así, es obvio que no eres su tipo- elevo mi ceja izquierda mirándola interrogante- Osea tu y yo no tenemos nada que ver-
-¿Que quieres decir?-
-Nunca se fijaría en alguien como tu-. me miro algo despectivamente-.
Me estaba comenzando a cabrear, ¿quien se creía que era ella?
-¿Si? Pues quizás te gustaría saber que esta chica que no es para nada su tipo y que nunca se fijaría en ella -comento señalándome a mi misma con mi mano- es la ex novia de tu chico, mi amor. No soy su mejor amiga, sino su EX NOVIA- remarco esta palabra como ella ha hecho anteriormente conmigo-.
Sandra se queda muy sorprendida, no veo ninguna reacción en su cara. Esta en shock, se ha quedado blanca ,blanca, blanca. Paso mi mano por delante de su cara y no hace ningún gesto. En eso entra Marco en la cocina. Tiene el pelo mojado por lo que deduzco que se ha duchado.
-¿Es tu ex?- se gira la chica para encarar a su novio-.
Marco me mira lleno de ira, yo me limito a encogerme de hombros.
-Si, pero ya no hay nada entre nosotros-. comenta rascándose un poco la nuca algo nervioso-.
-Me has mentido- dice muy dolida-.
Emmm vale eso no era lo que yo quería.
-Si, pero fue por una buena causa, no quería que sintieras celos por ella. - me señala de mala gana-.
Y yo vuelvo a estar en medio de su discusión, aunque esta vez me las he buscado yo. Me declaro culpable.
-¿Y como quieres que no lo tenga si te encuentro durmiendo en la misma cama que ella?-
-Pero no hay nada, si hasta tiene novio- Marco no sabe como hacer para que su chica no se sienta tan mal-.
-No es mi... - recibo una mirada de muerte por parte del mallorquín- Si, tengo novio, se llama Jose.
Ya que he metido a Marco en este lío decido que es buen momento para ayudarle a salir de el, aunque el tiene la culpa de ocultarle cosas a su chica.
-No os creo nada a ninguno de los dos-. nos señala a ambos fulminándonos con la mirada-.
-Amber demuéstraselo-. Me alienta Marco-.
Lo miro sin entender hasta que el me enseña su móvil.
oh, no...
-No creo que sea necesario...-
-Yo si lo creo- dice esta vez Sandra-.
-Esta bien...- arrastro las ultimas dos letras-.
Busco en mi móvil entre mis contactos el nombre de Jose, una vez encontrado le envío una vídeo llamada. En lo que tarda en contestar el asturiano, se siente el ambiente super cortante.
-Hola Amber- dice Jose en cuanto acepta la vídeo llamada-.
-Hola mi amor, ¿como estas? - veo la confusión en su cara y me apresuro para aclararle- Estoy aquí con Marco y su novia, estábamos hablando de ti y bueno ella no se cree que seas mi novio. -digo mientras enfoco a los otros dos que me acompañan en la habitación-.
-Em... A si, claro. Somos novios- asiente con su cabeza firmemente, tanto que hasta yo me lo creo-.
Sandra me quita el móvil de las manos.
-¿Hace cuanto salís?-pregunta inquisitivamente-
-Hara unos tres meses-
Suspiro interiormente porque nos siga el rollo y nos ayude.
-¿Como os conocisteis?-
-En una fiesta-.
Sonrío al ser cierto esa parte de la historia y antes de que Sandra vuelva a molestar con sus preguntas le quito el móvil de sus manos enfocándome nuevamente a mi.
-Bueno muchas gracias amor, ya hablamos luego- lanzo un beso a la pantalla y corto la llamada para después guardar el móvil en el bolsillo de mi sudadera-.
-¿Lo ves? No hay nada de lo que preocuparse - Marco la rodea con sus brazos para después besar sus labios-.
Señal para irme en ese preciso momento. Me encamino a salir y lo ultimo que escucho es:
-Vale, te creo, pero no me vuelvas a mentir-.
**
Después de tantísima carga negativa por culpa de aquellas discusiones, decidí que lo mejor era ir al gimnasio pero no al de casa, sino a uno publico. No aguantaba ni un minuto mas en aquella casa. Estuve como una hora y media quemando energía. Lo necesitaba muchísimo. Después de mi sesión me duche allí y salí totalmente relajada y como nueva de vuelta a casa.
Al llegar lo primero que hago es poner a lavar las sabanas de mi cama. Las cojo con asco y las llevo hasta el cuarto de limpieza. Salgo de aquel cuarto y me dirijo a mi habitación. Me digo que es momento de hacer una llamada a Jose. Dos o tres tonos después me contesta a la llamada.
-Hola, mi amor- dice en torno burlona con una sonrisa socarrona en su boca-.
-Jose... no tiene gracia- ambos nos reímos- gracias por ayudarme y salvarme el pelo-
-Siempre que lo necesite señorita-.
Le sonrío tierna. Era tan bueno conmigo.
-¿Como estas?-se que se refiere a lo del robo-.
-Bueno... Tengo pesadillas por las noches y si estoy sola en casa, no estoy muy segura pero bueno, se me ira pasando supongo-. me encojo de hombros y desvío mi mirada del móvil-.
-A ver si mi visita este fin de semana, te viene bien y te olvidas un rato de todo-.
-¡Si! Me encantará verte-. Sonreí verdaderamente contenta-.
Seguimos hablando por unos 10 minutos mas sobre sus entrenamientos, mi universidad y demás. Después colgué la llamada y como si me estuviera esperando entro Marco en mi habitación.
-Tenemos que hablar-. Cierra la puerta detrás suyo-.
-Te escucho- me siento en la cama, ahora ya con las sabanas limpias, con las piernas cruzadas y le miro atentamente-.
-¿Por que le has dicho a Sandra que eres mi ex?-. comenta intentando mantener la calma-.
-Ella me estuvo molestando y me cansé, entonces decidí que era mi momento de molestarle. Simple y sencillo- explico clara- ¿algo mas que quieras saber?
-No tendrías que haberle dicho nada, ¿sabes la que me ha montado?- comento tirándose del pelo-.
-Bueno, ahora podréis reconciliaros, que os encanta- sonrío falsamente-.
-Porque te conozco, que sino pensaría que estas celosa- me dijo un irónico Marco que se acercaba a donde estaba yo-.
-¡JA! Que mas quisieras tu - me río amargamente-.
No se porque pero su comentario me ha removido dentro.
-No te vuelvas a meter en mi relación-. me señalo con su dedo. Su cara demostraba furia-.
-No es mi culpa que mientas a tu pareja-.
-No estoy jugando, Amber-. me adviritió con el tono de su voz-.
-Yo tampoco. Y ahora vete que me estas dando mucho asco-. Me levanto y le empujo acercándole a la puerta-.
-¿Por que?- dice confundido-.
-¿Te parece poco acostarte con tu pareja en la cama que estoy durmiendo yo?-
-¿Que pasa? Estoy en mi casa- se encoge de hombro con una sonrisa de autosuficiencia-.
-Pues no te preocupes que mañana mismo me voy a mi casa- veo como se sorprende por mi reacción y va a decir algo pero le interrumpo-. ¡VETE A LA MIERDA! - lo empuje fuera de la habitación y cerré la puerta detrás de mi-.
¿Como podía ser tan estúpido de restregarme que estaba viviendo en su casa? Estaré viviendo aquí pero no merezco que me falten al respeto como el hizo. Cojo mi maleta y empiezo a poner toda mi ropa en su interior. Hoy dormiré aquí porque ya es tarde pero mañana a primera hora me iré de nuevo a mi casa. Tengo claro que a su lado no se puede estar tranquila ni un segundo.
Una vez que he terminado, decido que es hora de irme a dormir. Suspiro cansada y me meto en la cama. Miro por ultima vez el teléfono y después lo apago. EL momento de paz llega y me dispongo a cerrar mis ojos para por fin descansar. Tras unos segundos con mis ojos cerrados, se escucha un gran y estruendoso trueno.
Oh, no. Odio las tormentas.
Desde pequeñita no me gustan. No es miedo porque se que no me pasara nada pero no me gusta para nada.
Perfecto ya ni por la noche podre descansar.
Para colmo, la tormento no aminora sino que poco a poco va a mas. Media hora después, me encuentro en mi cama, sentada y con los ojos totalmente abiertos. Sin pensármelo mucho, me levanto y salgo por la puerta. Muerdo mi labio y abro la puerta que se encuentra al lado de la mía y en el centro del pasillo. Todo está oscuro. Me adentro en la habitación, cerrando la puerta detrás de mi. Camino hasta la cama y me meto en ella. Marco quien se encontraba durmiendo plácidamente se despierta.
-¿Que haces aquí?- dice una vez que se gira y se da cuenta que soy yo-.
-Lo siento, es que hay tormenta y ya sabes... no podía dormir- comento algo nerviosa porque no sabia como iba a reaccionar después de la discusión que tuvimos hace un rato-.
Marco sabia perfectamente que no me gustaban en absoluto las tormentas y como me alteraban.
-No te preocupes. Estate tranquila.- se vuelve a tumbar, esta vez mirándome-.
-Buenas noches, Marco-. Me acomodo a su lado-.
-Buenas noches, Am-.
Cierro mis ojos y un nuevo trueno vuelve a asustarme, haciendo que me sobre salte. Marco lo nota y me abraza por la cintura acercándome a el. Entre sus brazos me sentía muy segura y cada día lo confirmaba mas. Nos quedamos mirando fijamente el uno al otro. Pasan los minutos y sigo mirando sus ojos que a pesar de la oscuridad, tienen una deslumbrante luz. Sin apenas pensarlo ni darnos cuenta, nos vamos acercando hasta que nuestros labios se rozan. Coloca su mano en mi mejilla y nos besamos. El beso estaba cargado de sentimientos, confianza, intimidad, ilusión, amor... Con aquel beso sentía que todo podía volver a ser como antes.
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Hasta aquí otro nuevo capitulo. Espero que os haya gustado y nos vemos pronto.
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