—¡Basta! YugYeom y YounJae vengan aquí ¡YA!— comentó un estresado y alterado Omega quie no paraba de reprender a sus pequeños e inquietos cachorros.
—¡Pa!— reprochó él menor con un pequeño puchero en sus labios. —Solo queremos jugar con HoSeok Hyung—
—Si Papá, YugYeom tiene razón, a parte nosotros lo encontramos primero, osea que es nuestro— acotó esté con sonrisa triunfante, mientras que por otro lado el Omega menor no dejaba de reir a carcajadas por las ocurrencias de los pequeños.
—Ya, no te preocupes JinYoung— el Omega sonrió mostrando sus adorables hoyuelos —Solo son niños y están jugando— comentó este mientras revolvía los cabellos de ambos pequeños.—Ahora niños— Hoseok llamó la atención de los pequeños agachándose, quedando así a la altura de los contrarios. —Necesito hablar con Su padre un momento, ¿Me permiten?— ambos asintieron dejando por fin a solas a los mayores.
—¿Que sucede Hoseok? ¿Ya es hora?— su voz sonaba un poco desanimada mientras que su mirada se dirigía directamente al suelo.
Hoseok asintió en silencio mientras pasaba su mano por el hombro del contrario, dando leves caricias.
—Perdón, eres como el hermano que nunca tuve y lo sabes ¿No?—
Era cierto, solo habían pasado 15 días luego de haber despertado. Poco tiempo quizás, pero el suficiente para saber que ambos omegas habían creado un lazo familiar muy fuerte, a pesar de no tener ningún tipo de parentesco sanguíneo los cuidados y palabras que tuvo JinYoung con él fueron la chispa de energía que necesitaba para encender nuevamente sus ganas de vivir y cumplir todas sus promesas. Porque ahora también se había prometido que volvería con vida a los brazos de Namjoon, volvería porque extrañaba a su família y a sus amigos.
—Lo sé, y estaré eternamente agradecido contigo, con tu familia— Hoseok sonrió en un intento de no llorar —Creo que no me alcanzará la vida para pagarte todo tu gesto—
—Procura mantenerte con vida si es que realmente me aprecias— un triste puchero se posó en sus labios cuan cachorro sin su madre.
Estaba decidido, lo haría. Haría cualquier cosa para sobrevivir porque aún tenía muchas cosas que vivir y muchas personas con quién disculparse, pero sobre todo tenía a una persona en especial la cuál puso la confianza en él.
Al cabo de una hora Hoseok se encontraba saliendo de la pequeña aldea sacudiendo con nostalgia la mano hacia aquella familia que sin algo a cambio lo recibió con mucho apoyo y amor. Pero las cosas debían continuar y sin más su nuevo viaje emprendió, con todo el miedo de su alma, con todo el pánico que se albergaba en su cuerpo lo decidió. Iría por él.
—Resiste solo un poco más Baek—
Dos lunas habían pasado durante su larga caminata, ha tenido que descansar mucho más de lo que esperaba parece notar que su condición física no es mejor de lo que esperaba.
-Algo está mal con nosotros, tomemos un descanso, por favor-
La voz de hope se hacía presente a cada momento, y eso para Hoseok era tenerlo todo, sentirse seguro porque ya no estaba solo ahora se tenían mutuamente y lo escucharía haría cada cosa que su Omega sugiriera porque no soportaría perderlo otra vez. No soportaría quedar nuevamente solo.
Los pasos de Hoseok se detuvieron en cuanto divisaron un buen lugar para descansar, Un gran árbol frondoso que los protegía del ardiente sol que se posaba sobre su espalda. apoyó su espalda en aquel gran tronco elevando un poco la cabeza para controlar su respiración que de un momento a otro se torno agitada sin razón. Hoseok cerró sus ojos mientras disfrutaba de la refrescante brisa que recorría el lugar, e inconscientemente posó sus manos en su vientre mientras descansaba.
Hoseok abrió los ojos debido a un fuerte ahora que invadió sus fosas nasales, nunca había sentido ese olor. No sabia a quién asociarlo, una linda y suave mezcla entre chocolates y algo más que no lograba identificar. Sus sentidos estaban agudizados, cada vez percibía la presencia de algo o alguien, acompañada de rápidas pisadas que hacían crujir las hojas secas que se encontraban en el lugar. Pero a pesar de todo eso no se encontraba asustado, contrario a eso se encontraba entusiasmado de saber de quién provenía dicho aroma. Con pasos sigilosos se acercaba a él lugar donde venían los ruidos sin embargo nada estaba allí, pero eso no lo detuvo su instinto le insistía en que debía buscar y con una sonrisa en sus labios corrió está vez luego de presenciar un color gris ¿Una pequeña cola? Eso parecía ser, pero antes de llegar donde se encontraba aquel grisáceo pelaje una voz lo detuvo.
-Amalo-
Y antes de poder reaccionar un pequeño cachorro de pelaje grisáceo se posaba en sus pies saltando en un vano intento de llegar a sus brazos. Hoseok un poco confundido tomó a aquel pequeño quién mantenía saltando, lo tomó en sus brazos acunandolo con los mismos mientras esté daba pequeñas y tiernas lamidas en su rostro. Sus lágrimas empezaron a salir inconscientemente de sus ojos. No estaba triste, tampoco estaba feliz en ese momento estaba confundido. Pero sus lágrimas no pasaron más allá de sus bellas mejillas pues nuevamente aquel cachorro empezo a limpiarlas con su pequeña lengua. El Omega sonrió por lo tierno que había sido aquel acto. Ambos se miraron a los ojos tratando resolver sus dudas a través de la mirada de aquel pequeño, sin embargo solo se pudo escuchar un tierno aullido de aquel cachorro. Y antes de que Hoseok pudiera reaccionar sus brazos se encontraban nuevamente vacíos.
Hoseok abrió sus ojos lentamente mientras intentaba asimilar aquel extraño sueño, su mano que anteriormente estaba en su vientre se posó en su pecho, un corazón latía con desenfreno dentro de él. Su mirada viajó alrededor dándose cuenta que nuevamente la noche había caído ¿Cuánto tiempo durmió? Quizás muchas horas, las necesarias para sentirse nuevamente bien, y sin ningún rastro de sueño nuevamente empezó a caminar ajustando en su espalda la "mochila de supervivencia" como le había apodado JinYoung.
[...]
Estaba cerca, lo podía sentir. Sus piernas temblaban un poco y su corazón nuevamente se encontraba agitado, quizás un poco más que la última vez. Había adelantado camino durante la noche, el suficiente como para tomar nuevamente un descanso y analizar todo para poder llevar a cabo su plan.
intentó llenarse de paz consultando al horizonte y entonces llegó aquel amanecer, coincidiendo con el primer rayo de sol allí donde el río sale de un quiebro imposible, como la variedad de colores de aquella mañana. El astro salió lento, gustándose, ruborizándose porque habría aclamación al entrar en escena. Melodías de distintas aves le recibieron, resistían firmes pese al viento, arbustos se aupaban para ver mejor, las aves navegaban guiadas por las primeras luces como quien sabe que sigue el buen camino. No habían personas, pero tampoco soledad pues por alguna extraña razón no se sentía solo, sentía ganas de superar todo y volver nuevamente a su vida.
Su estómago rugía, buscó en su mochila sacando de ella un gran pedazo de pan que tristemente acompañó con un poco de agua que sacó del río. No era el gran manjar pero sin duda saciaría cualquier necesidad.
Pero eso no era todo vendría la parte más importante, porque su objetivo se estaba acercando a sus ojos. Nuevamente buscó en su mochila está vez sacando los regalos por parte de JaeBum.
...
Hoseok se encontraba sentado viendo cómo Jaebum con una afilada navaja cortaba y daba forma a lo que sería una de las armas con las cuales se defendería en su "misión"
—Bien Hoseok— comentó el alfa mientras miraba su artesanía —Esta daga es para tí— el alfa extendió el arma hasta ponerla en las manos de Hoseok mientras tomaba otro trozo de madera para continuar con la segunda
—Gracias JaeBum, pero no es necesario y..— sus palabras fueron interrumpidas por la voz del alfa
—Si es necesario, necesitas mantenerte a salvó en tu loca idea de ir por aquel muchacho— Hoseok bajó la cabeza mientras observaba la anterior arma. —Oh perdón pequeño no quería decir eso—
no se sorprendía él mismo sabía que era una loca idea, quizás enfrentarse a tal cosa solo no sería tan buena idea, pero no sé quedaría de brazos cruzados. —No te preocupes Jae, entiendo y tienes razón, sin embargo quiero hacer esto— Hoseok alzó nuevamente su cabeza encontrándose con la mirada de JaeBum—
—Eres un gran Omega, si alguno de mis cachorros se presenta como tal quiero que sea tan fuerte y decidido como tú— el alfa sonrió tiernamente y revolvió los cabellos del Omega. Y nuevamente continúo tallando aquella madera.
—Eso es muy lindo de tu parte— Hoseok hizo una pausa y tragó un poco de saliva —Creí que a los alfas no les gustaría que sus hijos fueran omegas—
El alfa paró nuevamente lo que estaba haciendo mientras su rostro tenía una expresión de sorpresa y en su boca se formaban un "O". Hoseok no sabía que decir, ahora se sentía avergonzado, pero aún así eso fué lo que siempre creyó. Siempre pensó que los alfas eran personas crueles, y tener un Omega en la familia era sinónimo de debilidad. Por lo que su mente siempre tuvo aquella idea que empezaba a dudar si verdaderamente era correcta aquella teoría
—Ahora ponte de pie y vamos a entrenar— ambos se levantaron quedando frente a frente —Ten, esta es la segunda, dale a esos malditos se que puedes hacerlo—
Hoseok sonrió mientras pequeñas lágrimas escurrían de sus ojos, estaba llorando, pero no estaba triste, a diferencia de los llantos anteriores este llanto era de orgullo, porque un alfa se sentía orgulloso de él. Porque un alfa confiaba y sabía de las capacidades de él. Y aunque no necesitara la aprobación de un alfa para saberlo aún así le alegraban aquellas palabras.
—Ahora seca esas lágrimas ¿Trajiste contigo las flechas y el arco?— Hoseok asintió y de su espalda sacó su aljaba de madera y tela usada también fabricada por el alfa, la cuál contenía en su interior un total de 50 flechas.
Luego de aquella amena conversación la tarde continúo entre entrenamientos de arco y flecha entre otros trucos de lucha cuerpo a cuerpo con armas cortas.
...
Hoseok sonrió ante aquel recuerdo, realmente debía dejar de encasillar a todos los alfas, quizás entre tanta basura había gente buena y lo puedo comprender durante su estadía en aquella pequeña pero hermosa familia.
Pasado algunos minutos Hoseok se encontraba sentado bajo un frondoso árbol de roble, mientras analizaba cuales sería los puntos principales de su emboscada, su corazón latía a miles en cuanto volvía a recordar todo lo sucedido en aquel lugar. Las náuseas llegaron a él, este cerró los ojos y se recostó en el árbol en un vano intento por controlar las náuseas, pero por lo contrario volvieron nuevamente haciéndole está vez correr en dirección al río, para liberar su estómago.
Luego de limpiar su boca y su rostro con aquellas cristalinas aguas se disponía a regresar, pero unos aullidos le pusieron en total alerta. Su mirada recorría cada uno de los lugares para encontrar a los dueños de esos llamados pero nada encontró. Sin embargo los aullidos cada vez aumentaban más, haciendo evidente el miedo en Hoseok. Pero antes de intentar cualquier movimiento para volver a su lugar de origen unas voces fuertes y desconocidas llegaron a sus oídos
—¿ES ÉL?— aquél desconocido apuntó desde la distancia con su arma.
—¡SOLO ATRÁPALO IMBECIL!— otro desconocido aparentemente alfa mandó —A ÉL—
y sin pensarlo corrió nuevamente para buscar sus cosas y perderse del lugar, tenía algo de ventaja, el río los dividía, así que lo aprovecharía. Haciendo un cambio algo inesperado y doloroso para ambos, emergió aquel gran lobo de pelaje blanco quien al llegar tomó aquella mochila con sus dientes y emprendió la huida sin saber exactamente hacia donde se dirigía.
Esto realmente no lo pensó mucho menos después de que aquellas personas le vieran caer a ese caudaloso río, en su mente siempre pensó que le habían dado por muerto y ya está. Pero nunca se imaginó que alguien lo estaría buscando. ¿Para que? No tenía esa respuesta y tampoco se quedaría a averiguarlo.
Las largas patas de hope corrían sin rumbo fijo, no importaba nada ahora solo debía salvarse para continuar con su plan. Pero en su desespero por desaparecer de aquellos desconocidos no fijo correctamente su vista chocando directamente con un gran y dominante lobo. Instantáneamente quedó en el piso con algo de dolor al ser un golpe con gran velocidad. El miedo se apoderó de cada espacio de su ser, pero el mismo se fué disipando luego de aquel aroma tan conocido.
¿Tierra mojada, jazmines y naranjas ?
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