Narra Wally.
El día que se había despertado con su marca fue una total sorpresa para él y más al ver la marca tan llamativa de la que se trataba. Era nada más ni nada menos que un antifaz con dos extraños palos en un costado, se tocó el pecho con algo de duda ¿Con qué clase de masoquista estaba destinado? Esos palillos le recordaban a esos juegos extraños que había visto una vez en el televisor, con un poco de resignación decidió no seguir indagando con la marca y cubrirla con su camiseta roja.
— Bueno, al menos no está en un lugar visible.— Murmura mientras se metía en la ducha.
Ahora bajaría para mostrarle a sus tíos, ellos tenían mucha curiosidad de como sería su marca.
Aun que, podía casarse con otra persona teniendo alguien predestinado, sus tíos eran así, ya que Barry tenía una marca de un copo de hielo en forma de pistola en su pierna e Iris tenía una muñeca tejiendo, ninguna de las dos marcas los representaba a ambos; pero sí que se amaban ellos dos, eso podía verlo desde la lejanía, por lo que supuso que la persona de la cual estuvieran predestinados no serían personas que pudieran rivalizar con ese amor. Aunque según su Tío, ellos tenían un pacto de que si encontraban a su otra mitad y se enamoraban seguirían adelante con esta persona, pero eso era sí aparecía, cosa que aún seguían sin aparecer alguno de los dos.
— Tío.— Saluda él mientras golpeaba al contrario y le daba una sonrisa amistosa.
— Wally, estoy llevando tu desayuno siéntate antes de que se enfríe.— Pide Barry mientras caminaba con dos grandes platos de comida en sus manos.
Iris estaba atrás riendo por dicha escena.
— Déjame ayudarte, amor.— Habla mientras le quitaba uno de los platos de la mano y comenzaba a caminar hasta la mesa. — Qué paso con tú cara Wally?— Pregunta la mujer dejando el plato en la mesa.
—¿Eh?— Murmura el velocista sentándose rápido en su silla y viendo la otra.
— Tienes una cara de que quieres decir algo, Barry siempre tiene esa expresión cuando quiere decir algo que descubrió en su trabajo.— Contesta la otra sentándose en la mesa y comiendo de su plato, el cual era el que menos contenido traía. Por obvias razones
— ¡Ah, cierto!— Exclama bastante fuerte. — Desperté con la marca de la persona destinada!— Comenta mientras comía de manera rápida la mitad de su desayuno.
— Espera... ¿Ya está tu marca?— Aparece al lado el velocista mayor mientras lo veía con los ojos brillante, viendo su cuerpo con emoción. — ¿Donde esta?— Pregunta viéndolo de arriba a bajo, buscando algún indicio de la marca.
— Aquí.— Se toca el pecho con el dedo.
— bueno, no te hagas el misterioso, súbete la camiseta que quiero verla.— Musita con 0 paciencia el mayor.
— ¡Barry!— exclama la mujer viéndolo de manera acusatoria.
— ¿Qué? Solo quiero ver como es.— Contesta nervioso por la expresión seria de su esposa.
Rie ante las miradas que sus dos tíos se estaban dando y decide levantarse de su asiento y subirse la camiseta para que pudieran verla bien, ya había terminado de desayunar después de todo y no tenía inconveniente de levantarse. — Es media extraña, parece que es alguien fanático del sadomasoquismo y esas tipos de cosas.— Habla mientras apuntaba su marca.
Tardaron unos segundos en terminar su pelea silencioso ambos adultos, pero en cuanto vieron la marca ajena la inspeccionaron de arriba a abajo. — Parece como si fuera de algún superhéroe ¿No crees, iris?— menciona el velocista inspeccionando con bastante suspicacia mientras se tocaba la barbilla pensativo.
— ¿Superhéroe? No lo creo.— Responde automáticamente el velocista menor.
Ya desde hace unos meses que tenía su velocidad pero aún no conocía a los superhéroes de su entorno, solo a los amigos de su tío, los cuales uno siempre llevaban consigo un chico de su edad; caballeros colorado como él, y el otro iba solo pero se mostraba más amistoso que el de traje verde y flecha en su espalda aunque irónicamente también estaba vestido todo de verde esa persona, la cual lo conocía por ser ○Linterna Verde○.
— Espero que no sea un villano, no me gustaría que te haga daño.— dice con sinceridad Barry.
Él simplemente se quedó en silencio mientras bajaba su camiseta, por parte de iris recibió un asentamiento de cabeza y como levantaba sus pulgares de manera entusiasta, como si no tuviera en ningún problema en quién se tratare la otro persona con la que estuviera destinado.
No estaba tan entusiasmado por saber de quién se trataba pero al ver la emoción de los contrario le hacía ponerse de buen humor él.
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Estaba en esos momentos con su traje puesto, haciendo algunos estiramiento para prepararse y salir corriendo, ya que la ocasión lo ameritaba, siente una voz que tanto conocía acercarse a él con tranquilidad, él solo mantiene su expresión brillante y feliz en su rostro.
Aparece nada más ni nada menos que el velocista de Central city — Hoy conocerás al protegido de Batman.— comenta flash mientras sacaba una hamburguesa de la bolsa y se la entregaba a él.
— ¿Batman? — intenta recordar cuál era ese superhéroe y cuando recuerda golpea su palma con el puño, de manera suave. — Es el que va vestido de murciélago ¿No? Con el que habíamos trabajos hace una semanas atrapando al pingüino.— Recuerda.
— sí, ese mismo.— Responde girando los ojos al ver la expresión entusiasta ajena. — Solo no te acerques mucho a Robin, háganse conocidos y después intenta hacert amigo de él, no lo asustes.— pide.
— Claro, me gustaría ser amigo del compañero de Batman!— Siente como una enorme felicidad le venía encima, ignorando la última parte. — Pero por qué primero conocido?— Inquiere aún sonriendo.
— Batman me pidió que fueras lo menos cariñoso con Robin, no sé por qué lo abra dicho pero era mejor que te avisara.— Levanta sus hombros restándole importancia el asunto.
Sentía como su ánimo volvía a subir cuando mencionó al más chico.
— ¡Sip!— Exclama con alegría.
Después de unos meses su relación con Robin había mejorado notablemente, aún no conocía la identidad del protegido de Batman pero podía decir que ambos se tenían la suficiente confianza para hablar todas las noches por el móvil. Siempre se quedaban hasta la madrugada hablando sobre temas triviales que habían pasado ambos, aunque después de un rato debían de dormir ya que ambos iban a la escuela de mañana, pero estaba seguro que el otro estaba acostumbrado a madrugar con Batman por lo que intento no preocuparse más de la cuenta.
Y así sin darse cuenta ambos habim creado un lazo especial, haciendo que el menor tuviera la suficiente confianza para confesarle su identidad secreta.
Quedó en shock ante la belleza que lo guiaba al compañero de Batman, dandose cuenta que sus ojos eran mucho más lindos de lo que hubiera imaginado— ¿Dick Grayson?— Dice con sorpresa al velocidad. — Me gusta tu nombre, es lindo.— exclama con sinceridad el velocista, saliendo de su estupor.
— Qué Bruce no se entere que te dije mí identidad secreta, no quiero recibir un sermón por eso.— Hace una mueca pequeña mientras volvía a ponerse el antifaz de Robin.
— No le diré a nadie de tu identidad secreta, lo juro.— asiente con su cabeza.
— Te creo y confiaré en tu palabra, Wally.— Sonríe y vuelve a mostrarse serio al sentir ruido en el lugar.
Conocía desde el primer momento su Identidad secreta el más joven; sabía su nombre y todo, pero él había tenido que esperar unos meses para que esa confianza estuviera de su lado. Ahora, podía decir que sabía la identidad del protegido de Batman, eran amigos, se tenían confianza y eso le causaba una enorme felicidad.
Quería ser codicioso una vez en su vida.
Lo quería más cerca a Dick Grayson.
Quería todo de él.
Y no sabía cómo haría para disipar ese pensamiento. Por qué intuía que eso le traería problemas si seguís deseando eso en el futuro.
| | Continuará | |
Siguiente capítulo corregido para más placer, ahre. Esta historia ya está finalizada por lo que subiré las partes en cuanto las corrija. 💙👏🏻
Esta historia lo escribí con rapidez por lo que los capítulos no son tan largos como acostumbro, ni están explayados como me gustaría pero aún así me encantó cómo salió. A pesar de los errores que tiene y tuvo 😘
Los quiero mucho ☃️💙
|| Editado: 24/12/21 | |