CON LAS GANAS | CACHÉ

By Isys17

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María José Garzón poderosa empresaria magnate y dueña de Garzón Industry. A sus 26 años asume la dirección de... More

Capítulo 1: Garzón Industry.
Capítulo 2: La nueva Asistente
Capítulo 3: Estás Despedida
Capítulo 4: Pídemelo por favor.
Capítulo 5: Lo hicimos
Capítulo 6: 1-Oak Club
Capítulo 7: Brasil y ¿un pug? Parte 1
Capítulo 8: Brasil y ¿un pug? Parte 2
Capítulo 9: Ramón
Capítulo 10: El beso
Capítulo 12: La cita
Capítulo 13: Decisiones
Capítulo 14: Confrontación
Capítulo 15: Un día diferente
Capítulo 16: El acuerdo
Capítulo 17: La fiesta
Capítulo 18: Michelle
Capítulo 19: El compromiso
Capítulo 20: La amiga de mi jefa
Capítulo 21: El accidente
Capítulo 22: Juego Peligroso pt 1
Aviso importante de la autora
Capítulo 23: Juego peligros pt2
Capítulo 24: Juego peligroso pt3
Capitulo 25: Provocación
Capítulo 26: Ángel
Capítulo 27: La verdad
Capítulo 28: The punishment
Capítulo 29: The real one
Capítulo: 30 El chantaje pt 1
Capítulo 31: El chantaje pt2
Capítulo 32: ¿Qué pasó?
Capitulo 33: Psicópata

Capítulo 11: Caminos Cruzados

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By Isys17


POV CALLE

-Bienvenida bonita mía! -exclamó euforiracamente Johan tomándome totalmente por sorpresa.

Estaba parado en la salida del ascensor con un ramo gigante de rosas rojas. Se acercó a mi envolviéndome en un gran abrazo.

-Te extrañé muchísimo -dijo y luego de esto posó sus labios en los míos, dejándome totalmente perpleja y sin tiempo a reaccionar.

Me liberé rápidamente de sus labios para buscar a María José con la mirada, y pude ver como se acercaba a la puerta de su oficina si regresar ver nada ni a nadie.

-Mierda! -pensé

-Johan!! ¿por qué hiciste eso? -cuestioné su acción un tanto molesta.

-Lo siento, no entiendo. ¿Hice algo malo? -preguntó esta vez cambiando su expresión de emoción por una de tristeza.

Inmediatamente me sentí mal.

-No es solo que...

-Bonita -me interrumpió -antes de irte a Brasil te dije lo que sentía por tí y tu me dijiste en un texto que sentías lo mismo.
¿Acaso no era verdad?

-ammm... si.... s.i... lo es.

-¿Entonces?

-Johan es.. que... quedamos en hablarlo cuando volviera, además la señorita Garzón venía tambien en el ascensor!

-¿Y? Aquí no hay políticas sobre que los empleados salgan entre si.

-Solo creo que no fue el momento indicado. Iré a mi puesto y tu deberías hacer lo mismo. -le dije dándole un rápido beso en la mejilla. -Me alegra verte. -finalicé y me dirigí hacia mi escritorio.

Al llegar a mi lugar, dejé mis cosas, tomé mi iPad e ingresé de inmediato a la oficina de mi jefa quién de seguro ya estaba esperandome.

Al ingresar pude ver que María José estaba de pie junto a la gran ventana de su oficina, con la mirada pérdida, muy pensativa cual persona que intenta resolver todos los misterios del universo.

Otra cosa que se hizo rápidamente evidente era el vaso lleno de alcohol que tenía en su mano y el cigarro encendido. Cabe mencionar que eran las 10:30 am y si algo había aprendido en el tiempo trabajando con ella era que bebía cuando se sentía molesta o estresada.

-¿No crees que es muy temprano para beber y fumar? Ramón necesita a sus dos madres. -bromee con el fin de romper el hielo.

Garzón volteo dirigiendo su mirada hacia mí con una expresión totalmente seria en su rostro.

-Primero -dijo caminando hacia dónde yo me encontraba -que no se le olvide que para usted soy señorita Garzón.

Y segundo: Preocuparse si yo bebo o fumo y a que hora lo haga, no es parte de sus funciones.

¿Qué necesita señorita Calle? -preguntó en el tono mas arrogante y molesto que pudo usar.

Trague grueso, se me formó un gran nudo en la garganta de todas las cosas cosas que le quería decir, pero me limité a contestar su pregunta.

-Tenemos que revisar los contratos de la nueva obra SEÑORITA GARZÓN. -enfaticé las dos ultimas palabras.

-No lo haré hoy.

-Pero es importante que...

-Que no lo haré he dicho! y cancele la reunión de hoy con finanzas; cancele todo.

-Como usted ordene -contesté

-Listo, retírese y cierre la puerta, no quiero que nadie me moleste.

Salí de esa oficina hecha una furia, cerré la puerta tan fuerte como pude y me senté para hacer lo que me había ordenado.

-Estupida, arrogante! Ushh la odioo! -dije golpeando mi puño sobre mi escritorio.

Sin darme cuenta, lagrimas corrían por mis mejillas. Tenía una mezcla de emociones que no sabía identificar bien que eran. Sentía ira y a la vez dolor, me había dolido mucho su trato, mas de lo que podía admitir.
-¿Pero quien se cree que es?

-Hola Hola señorita Street -escuché una voz que identifiqué muy bien, era Aida la mejor amiga de María José.

Levanté la mirada y mi rostro envuelto en lagrimas se hizo evidente. Rápidamente pasé mis manos sobre mis mejillas secando el llanto y saludé aún con la voz quebrantada.

-Hola señorita Aida

-¿Woo a quién hay que matar? -preguntó bromeando.

-No es nada, solo me siento un poco indispuesta. -alegué fingiendo una sonrisa.

-¿Estás segura? Mas que indispuesta te ves triste. ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?

-No creo que nadie me pueda ayudar, pero gracias. ¿La anuncio con la señorita Garzón?

-Yo no necesito eso -sonrió posando su mano encima de la mia. -En serio si hay algo en lo que te pueda ayudar no dudes en decírmelo. -Luego de esto solo ingresó a la oficina.

POV POCHÉ

La sangre me hervía, me sentía una completa idiota. Me tomé tres vasos llenos de wisky para calmar toda la rabia que sentia pero parecia que sólo se intensificaba más.

-Lo voy a despedir, despediré a ese idiota! -repliqué para mi misma, cegada por la ira.

*Flashback*

-No! Termine lo que inició señorita Garzón.

-
-
-Hazme tuya, hazme tuya hoy.

---------------------

Sus palabras daban vueltas en mi mente una y otra vez. Podía sentir aún el sabor de sus labios en los míos y solo pensaba en cuanto deseaba besarla de nuevo.

Fuck! Pero que carajos me está pasando contigo Daniela Calle. -sacudí mi cabeza de un lado a otro en un gesto de confusión y bebí el último sorbo de líquido que quedaba en mi vaso.

-Mierda! -repliqué llena de frustración colocando mi vaso fuertemente sobre mi escritorio.

-uy pero es que acaso hoy todo el mundo anda de malas por aqui?

Levanté la mirada y vi a Aida ingresar a mi oficina con una gran sonrisa.

-¿Qué tal Brasil baby?

-No es un buen momento Aida, no estoy teniendo un buen día.

-Puedo notarlo cariño. -dijo con un tono sarcástico fijando su mirada en el vaso vacio sobre mi escritorio.

-¿Qué sucede? ¿Salio mal lo de brasil? Daniela parece estar muy mal por algo también.

-¿Qué? A que te refieres -pregunté un tanto confundida.

-Está llorando, pensé que era algo personal pero ahora que te veo a ti, asumo que algo salió mal en el viaje.

Llevé mi mirada de inmediato hacia la pared de cristal que me separaba de ella y la pude ver de espaldas concentrada en algo en su computador.

-No! nada salió mal en el viaje.

-Entonces ¿qué le pasa? ¿has hablado con ella?

-Aida la señorita Calle es mi empleada y yo no me meto en los asuntos de mis empleados. -respondí restándole importancia a lo que me estaba preguntado, aunque en realidad por dentro me sentía una mierda.

-Ok, ok. Bueno yo si le ofrecí mi ayuda.
Daniela es guapísima no? No estaría de mas un cafecito y una buena charla.

-¿Te recuerdo que tienes pareja? -le dije bastante seria.

-¿Te recuerdo que eres mi mejor amiga? jajaja relájate. Sé que tengo a Alba y la amo, pero eso no me impide admirar la belleza de tu asistente o si?

-No lo se Aida! Yo la veo como a cualquier otro de mis empleados. -vaya mentirosa pensé.

Aida y yo continuamos hablando por varios minutos sobre el viaje, del cual en realidad no di muchos detalles y tambien me mencionó a Mario y como había estado de malas y bebiendo los días que estuve fuera. Pero sin importar de que habláramos, yo no podia sacar de mi mente a Daniela. ¿Acaso había estado llorando por mi culpa? Jajaja que ilusa que soy, es obvio que no pinto nada en su vida, ni si quiera se porqué me importa tanto.

-¿Y qué piensas hacer?

-¿Qué?...

-¿Que, qué piensas hacer con Mario, Poché? ¿Si quiera me estás prestando atención?

-Si claro....pues.... hablaré con él. Hemos salido ya por varios meses, creo que es hora de dar el siguiente paso.

-¿Siguiente paso? ¿De qué hablas Poché?

-De comprometernos. Eso es lo que él quiere y no veo porqué no hacerlo.

-Estás loca! Maria José Garzón tu no amas a Mario, yo soy tu mejor amiga y te conozco mas que nadie y no lo amas. ¿Piensas casarte con alguien que no amas?

-Mario es un buen hombre y con el tiempo lo llegaré a amar. Ya no estoy en edad de andar con jueguitos tontos. -respondí con la mirada fija a la distancia en mi asistente que seguía concentrada en su computador.

Aida volteó a ver a Daniela y luego a mi sin entender bien lo que sucedía pero bastante confundida.

-¿Jueguitos tontos? Poché siento que hay algo que no me estas contando.

-No es nada Aida, esa es mi decisión.

Me casaré con Mario.

Aida no estaba de acuerdo con mi idea de casarme con Mario, pero sabía que contradiciéndome no sacaría nada, asi que se dio por vencida y después de un par de palabras más, se retiró.

Yo por mi parte me dediqué el resto de la mañana a hacer básicamente nada. Respondí un par de e-mails de trabajo y programé algunas reuniones para el resto de la semana. Mientras estaba concentrada en mis actividades recibí un texto que para mi sorpresa era de Mario.

Mario: Hola, sé que ya estás aquí. ¿Podemos hablar y areglar las cosas?

Poché: Vienes por la tarde?

Mario: Voy!

El reloj marcaba las 12 y 50 del medio día, pronto sería la hora de almuerzo. Durante toda la mañana desde que prácticamente había hechado a Calle de mi oficina, ella y yo no habiamos tenido contacto de ningún tipo y no se había parado de su escritorio ni había volteado ni una sola vez como solía hacerlo de costumbre.

-La extraño, joder la extraño.

Me sentía horrible por como la había tratado antes, pero por otro lado estaba muy molesta con ella, si tenia novio que carajos hacía besándose conmigo. Yo no soy juego de nadie!

Di un par de vueltas en mi oficina y no pude soportarlo mas, me dirigí hasta la puerta y salí para encontrarme con ella.

-Daniela...

-Digame señorita Garzón. -habló sin ni si quiera regresar a verme.

-Dani... -volví a decir y es que la verdad no encontraba palabras para expresar todo lo que quería sin ser inapropiada.

-Disculpe señorita, pero me gustaría ser llamada señorita Calle como siempre ha sido, de esa forma ambas estamos claras.

-Dani....

-Por favor!

-Está bien... señorita Calle, me gustaría que hablemos.

-¿Es referente al trabajo?

-No...

-Entonces no veo razón para hacerlo. Si necesita algo del trabajo hablaremos.

-¿No debería ser yo la que está molesta? -pregunté levantando la voz un poco frustrada.

Ignorando totalmente mi pregunta, Calle tomó su bolso que se encontraba en la silla y se dispuso a caminar lejos de mi.

-¿A dónde cree que va señorita Calle? Le estoy hablando.

-A mi hora de almuerzo. Si me disculpa...

Intentó huir, pero la detuve tomandola del brazo y en un impulso la halé hacia mi. Nuestros cuerpos quedaron a tan solo un par de centímetros. Para mi fue inevitable no dirigir mi mirada hasta sus labios, esos labios que ya había besado y que tanto deseaba volver a besar.

-Hable conmigo señorita Calle. -prácticamente le rogué en un susurro.

-No tenemos nada de que hablar señorita Garzón.

-Dan.... señorita Calle con respecto a lo que le dije temprano...

-Tiene razón -me interrumpió -usted es mi jefa y yo su asistente, todo está muy claro.

-La invito a almorzar ¿qué dice? y hablamos mejor y luego podemos ir a ver a Ramón.

Vi como su rostro se iluminó un poco al mencionar a Ramón pero no alcanzó a responder mi pregunta cuando su celular empezó a sonar, levantó el dispositivo desbloqueando su pantalla, era él.

Pude sentir una presión horrible en el pecho y como la ira una vez más se apoderaba de mi, cuando Dani se soltó de mi mano que aún la sostenía y me dijo me tengo que ir.

-Daniela!! -levanté la voz con el fin de que se detuviera y contra todo pronóstico lo hizo, se detuvo y regreso hacia a mi.

Ya me estaba hartando de la situación, yo no soy de rogar nada a absolutamente nadie, así que la tomé de la mano y la halé prácticamente contra su voluntad hasta mi oficina, una vez que entramos cerré la puerta y la empujé contra un enorme anaquel que estaba opuesto a mi escritorio. Sabía que desde ahí no se podía ver nada desde el exterior.

-¿Vamos a seguir jugando a fingir que nada pasó? -le susurré acercando mis labios a los suyos.

Daniela tragó saliva pero no respondió.

Pude sentir como su respiración se aceleraba y en un acto desintencionado mordió su labio inferior.

Ella lo estaba deseando tanto como yo.

Dirigí mi mano a su rostro, recorriéndolo suavemente hasta llegar a su boca en donde usé mi dedo pulgar para sentir sus labios.

-Usted tiene unos labios deliciosos señorita Calle -la tenté susurrándole esta vez al oído.

Su cabello olía delicioso, fue imposible no percibir su aroma teniéndola tan cerca de mi, y eso fue suficiente para perder la poca cordura que me quedaba en ese momento.

Llevé mis manos hacia sus piernas y la levanté, provocando que ella rodeara mi cintura y quedará suspendida en el aire con su espalda contra aquel anaquel.

Sentí como su intensa mirada se clavó en mis labios lo que me incitó a presionar mis manos sobre sus muslos y recorrerlos hasta llegar a sus glúteos.

-mmmhh -se quejó de una forma que solo logró enloquecerme más.

Daniela cerró los ojos rindiendose ante sus deseos e impulsó su cabeza hacia atras dejándo su cuello a total merced de mi boca.

Delicadamente pero llena de hambre, llena de ganas de más, posé mis labios en su piel y con la punta de mi lengua recorrí la grieta de su cuello mientras que una de mis manos subía por su cadera hasta llegar a su cintura...

Tres golpes en la puerta me obligaron a detenerme.

-¿Señorita Garzón? Soy Vera de ventas.

-Es Johan! -dijo Daniela en voz baja abriendo sus ojos y pude ver como la preocupación se apoderaba de ella.

Cuidadosamente la bajé y le sonreí, ella sin entender mi actitud levantó una ceja en duda.

Mi sonrisa era triunfante, no me interesaba que se fue con él. Después de lo que acababa de pasar me quedaba claro que a quién deseaba era a mi.

-Buena suerte en su almuerzo señorita Calle, que tenga buen provecho.

Le dije con todo el sarcasmo del mundo y ella entendió. Sin decir ni una sola palabra, se acomodó el vestido que se le había subido y se acercó a abrir la puerta.

-Bonita estás aquí!

-Hola, si ... estaba...

-Como no bajabas viene a buscarte, pero me encontré con el ingeniero Valencia y me pidió que le entregara estos documentos a Garzón.

-Señor Vera -interrumpí parándome justo detras de Calle, lo cual causó que ella solo se pusiera más nerviosa.

-Señorita Garzón

-Siempre es un placer verlo por mi piso -sonreí cínicamente.

-El ingeniero Valencia le envia esto -dijo extendiendone un folder

-Cierre la puerta al salir. -me dirigí esta vez a mi asistente quien permanecía en total silencio.

Tomé el folder sin decir ni una palabra y me dirigí hasta mi escritorio, Daniela asintió con la cabeza saliendo de mi oficina y dejándome completamente sola pero con una enorme mezcla de emociones que nunca antes había experimentado.

-¿Qué carajos voy a hacer?

De repente un ruido en la puerta de mi oficina me sacó rápidamente de mis pensamientos y debo admitir que una parte de mi ansiaba que fuera Calle que había regresado pero en su lugar era Mario.

-Hola amor, decidí venir antes y sorprenderte. Traje comida.

POV CALLE

Johan y yo ibamos de camino al restaurante en total silencio, pensé que iríamos con Sebas y Pau pero me explicó que les había pedido que no nos acompañarán porque quería que hablemos de nosotros. Yo sabía que tenía altas expectativas de esa plática porque yo misma las había alimentado antes de ir a Brasil pero ahora mismo ya no tenía claro nada referente a mis sentimientos.

Todo lo que estaba sucediendo era nuevo para mi, no sabía como sentirme al respecto, antes de ir a ese viaje estaba totalmente segura de lo mucho que me gustaba Johan y aún me gusta, pero ... Dios! María José Garzón que hago con ella y todo lo que causa en mí.

Nadie, ni si quiera Johan logra causar ese sensación que tengo cuando la veo salir del ascensor en las mañanas, o cuando me llama a su oficina y me habla con esa voz gruesa y a veces rasposa y ese lado totalmente opuesto de su personalidad que me habia permitido conocer en Brasil logró encantarme aun mas, pero... a mi no me gustan las mujeres!

-¿Bonita? Hey planeta tierra llamando a Daniela Calle...

-ah?

-¿Todo bien? Te noto distraída y algo distante.

-Si todo bien.

-¿Entonces que dices?

-ammm sobre qué?

-Si aceptas cenar conmigo mañana por la noche...

-Amm si... si claro...

Una vez que llegamos al restaurante ordenamos nuestra comida y hablamos sobre el viaje y lo que había sucedido en la empresa en ausencia de la jefa. Intenté no darle muchos detalles de lo que hicimos porque me era inevitable no recordar lo que había sucedido en el avión y sentirme mal al respecto por él, a pesar de no haber concretado nada aún, sentía que lo había engañado.

Johan fue el primero en sacar el tema sobre nosotros y durante varios minutos me explicó lo especial que soy para el y que significaría mucho que le diera una oportunidad. Yo por mi parte no podía parar de pensar en que en algún momento al final de todas esas palabras vendría la pregunta.

¿Qué le respondo si me pide que sea su novia? Hace 3 días estaba muy segura de la respuesta, ahora sólo tengo miedo de cometer un error y hacerle daño. Tal vez solo es una confusión, Garzón logró confundirme lo cual no tiene sentido porque ella tiene novio.

Mientras escuchaba a Johan hablar y hablar caí en cuenta que no me había preguntado si María José era heterosexual del todo, ¿habrá salido con chicas antes?... Todo esto es demasiado.

-La noche previa a tu viaje me dijiste que sentías por mi algo muy especial. ¿Sigues sintiendo igual?

¿Seguía sintiéndome igual? qué difícil cuestionamiento en este preciso momento.

-¿Cómo pude haber eso cambiado en un fin de semana? -respondí con otra pregunta.

-No lo sé bonita, estás muy rara.

-Son ideas tuyas mi Joxy. -intenté sonar cariñosa y le brindé una sonrisa.

-Bueno de ser así, me gustaría hacerte una pregunta...-dijo tomando mis manos y con una gran sonrisa en su rostro.

Mil cosas se me pasaron por la mente después de oir esas palabras. Todas referentes a ELLA: nuestro casi beso en el auto, nuestros besos en el avión, tener que compartir a Ramón con ella, nuestro momento en su oficina...

-No! yo tengo que mantener distancia de esa mujer, ella es mi jefa y nada mas.-me dije a mi misma tratando de convencerme.

-Daniela Calle ¿quieres ser mi novia?

-

-

-

-Bonita... me vas a responder? -escuché a Johan hablar con una media sonrisa y voz nerviosa.

Me había quedado por varios segundos estática, pensando en que debía responder ... respiré hondo antes de contestar.

-Si... acepto ser tu... novia...

Vi como los ojos de Johan se iluminaron y se puso de pie y me rodeo con los brazos para luego darme un corto beso en los labios.

-Mañana tendremos nuestra primera cita como novios oficialmente.

-Claro -le respondí con una pequeña sonrisa. -Nos vamos?

-Si, iré a pagar la cuenta. Vuelvo enseguida.

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La tarde había pasado muy lenta, cuando volví a la oficina Garzón no estaba y no regresó en todo lo que restó del día. Era común en ella hacer eso, irse y no regresar pero no podia evitar preguntarme si era por mi culpa. Si acaso le había molestado que me haya ido con Johan y no quería verme.
¿Cómo es que me metí en esta situación tan complicada?

Cuando dieron las 18:30 recogí mis cosas y bajé a encontrarme con Johan, Sebas y Pau ya que habían ofrecido llevarme a casa. Lo único bueno de todo esto es que al fin vería a Kim, la había extrañado tanto y me urgía hablar con mi mejor amiga.

De camino a casa el único tema de conversación era sobre mi noviazgo con Johan, al menos Brasil había pasado a segundo plano. Una vez en la puerta de mi edificio me despedí de todos e ingresé al departamento.

-I'm home! -dije levantando la voz y pude ver a Kim salir de su habitación emocionada a saludarme.

-Te extrañé! -exclamó Kim mientras me envolvía en un gran abrazo. -Pensé que hoy no irías a trabajar y vendrias directo a casa.

-Si yo igual pero Garzón tenía hoy una reunión que a la final terminó cancelando. ¿Pero cuentame como estas? ¿Te ha buscado?

-Sí, me ha escrito un par de ocasiones preguntando como estoy y si podemos hablar.

-Y? ...

-Nada Calle, Sebas es un hombre casado!

-¿Pero no quieres escuchar que tiene que decir al respecto?

-No lo sé Calle, no tienes idea de cuanto lo extraño. Lo amo mucho pero me rompió el corazón.

-Ay amiga, no sabes cuanto lo siento.

-¿Y tú? ¿qué tal Brasil? -preguntó mi amiga cambiando el tema.

Yo intentado hacer lo mismo, respondí con algo que nada tenía que ver con el viaje.

-Tengo novio.

-¿Qué? ¿Acaso triste trajiste a algún brasileño guapo? -bromeó Kim

-Johan, es Johan.

-Oh! el chico churro de tu trabajo. Felicidades amiga!

-Si

-Vaya emoción. No se si me equivoco pero ¿no deberías estar más feliz al respecto?

-Lo estoy, osea estoy segura que hice lo correcto...

-¿De qué hablas Dani? ¿Cómo que lo correcto?

-Es que... algo ... pa..só en Brasil.

Dudé mucho en si contarle o no a Kim. Ella y yo hemos sido mejores amigas por ya algún tiempo y ella mas que nadie me había escuchado hablar de los niños con los que salía, de quién me gustaba, incluso me había visto llorar por alguno. Siempre que salíamos nos fijábamos en todos los niños churros y hablamos de aquello. ¿Cómo se supone que le diga que me besé con una mujer, que para variar es mi jefa?

-¿Qué cosa?

-Sabes que olvidalo, mejor me voy a bañar para ir a clases va?

-No, no, no señorita. Ahora me cuentas que pasó porque es obvio que es algo grande por eso no estás del todo contenta con todo esto de Johan.

-No lo olvidarás cierto?

-Nop!

-Es que... es que ni si quiera sé como decirlo porque ni yo lo puedo explicar.

-Ya escúpelo Calle!

-Me besé con... mi je...fa. -dije en voz muy baja y entre dientes.

-¿qué? no te entendí nada Calle, habla claro.

-Me besé con mi jefa Kim, Garzón y yo nos besamos y no solo eso...!!!

Apenas acabé de decir la ultima palabra y Kim soltó una gran carcajada.

-¿De qué te ries oye, qué es lo gracioso?

-Que de todas las mentiras que pudiste decirme, esta fue la peor que se te ocurrió. Tu eres mas hetero que yo Daniela Calle.

-Kim...

-Algo pasó en Brasil amiga y no me lo quieres decir. ¿Qué fue? Fuiste a un club y tuviste sexo con un desconocido?

De alguna forma que mi mejor amiga no creyera lo que me había escuchado decir, me reconfortaba. Tal vez no estaba equivocada, solo era una confusión, porque siempre me han gustado los chicos.

-No fue sexo, solo un par de besos. -mentí

-¿Y ya eras novia de Johan?

-No! de hecho lo hicimos oficial hoy.

-Entonces no te debes sentir mal por nada, disfruta de tu nueva relación sin preocupación alguna.

-Tienes razón -asentí con la cabeza -me voy a bañar.

--------------------------

Abrí los ojos y la luz del sol me daba directo a la cara, vi el reloj y eran las 7:45 am.

-Mierda! me quedé dormida. Kimmmmmmmm!

Salí de la cama como pude, me metí a la ducha y en cuestión de 10 minutos ya estaba lista. Fui hasta la habitación de Kim y seguía dormida. Sabía que ir por unos tragos tan tarde anoche después de clases no sería una buena idea.

La clase del profe Jaramillo había sido muy incomoda, Kim no podía permanecer ni 10 minutos sin que se le salieran las lagrimas. Al salir el profe la siguió e intento hablar con ella, pero Kim solo huyó. A la final terminamos en un bar bebiendo hasta muy tarde porque se sentía muy mal.

Como era de esperarse gracias a mi maravillosa suerte, el tráfico estaba fatal tanto que no me dio tiempo ni para pasar por mi desayuno y el de Garzón como de costumbre.

Cuando al fin logré llegar a Garzón industry, eran las 8:25 am, tenía casi media hora de retraso. Apenas ingresé al lobby pude ver a Johan parado a la entrada del ascensor, al verme presionó el botón y las puertas se abrieron.

-Hola bonita -me saludó con un rápido beso en los labios y me extendió una bolsa de papel y dos vasos de un lugar que yo conocía bien.

-¿Y esto?

-Tu desayuno y el de Garzón. Te textee esta mañana y al ver que no te conectabas te llamé, como no obtuve ninguna respuesta asumí que te quedaste dormida así que pensé que necesitarías esto.

-Eres lo máximo -le dije sonriendo y dandole un beso en la mejilla.

-Lo sé, solo intento ser un buen novio. Por cierto, ya llegó y no parece estar de buen humor.

Respiré profundo y salí del ascensor.

-¿Nos vemos en el almuerzo? -preguntó Johan.

-Claro

Me dirigí rápidamente hasta mi escritorio, deje mis cosas, tomé el iPad e ingresé a la oficina.

-Buen día señorita Garzón -dije acercándome a su escritorio para entregarle el desayuno.

-Llega tarde!

-Si lo sé, disculpe tuve un...

-Qué tenemos para hoy -me interrumpió con una expresión seria en su rostro.

-La reunión con finanzas sigue pendiente al igual que la revisión de los contratos de la nueva obra.

-Revisaremos los contratos ahora y programe la reunión para mañana.

-Ok, hay algo más que necesite?

-Sí. Hoy tendré una reunión con uno de mis socios de aquí en New York que me presentará unos balances, pero el insistió en que fuera en su casa. Usted vendrá conmigo.

-¿Es necesaria mi presencia? -pregunté un tanto dudosa.

-¿Acaso tiene algún problema con realizar su trabajo señorita Calle?

-No es que...

-No es mi intención interrumpir sus compromisos personales.

-No interrumpe nada señorita Garzón, estaré lista.

-Perfecto, puede retirarse.

Salí de la oficina y me senté en mi escritorio a trabajar pero no sin antes escribirle a Johan para decirle que no sería posible vernos al almuerzo, pensé que se molestaría como de costumbre por Garzón pero al contrario me dijo que solo aumentaban mas las ansias por la cita de la noche.

La mañana avanzó lenta, en primera instancia me dediqué a hacer trabajo de oficina, respondí algunos e-mails, hice el pago de algunas cuentas personales de Garzón y reorganice su agenda de la semana.

Después de al rededor de hora y media mi jefa me solicitó por medio del intercomunicador que ingresara con los contratos que teniamos que revisar y así lo hice.

Estuvimos leyendo contratos durante dos horas, María José y yo cruzábamos palabra para hablar estrictamente de lo que estabamos trabajando. Ser seria en ella era normal pero hoy lo estaba más que nunca, y por alguna razón eso me estaba volviendo loca. No sabía si estaba enojada, si ya no me hablaría mas, si simplemente olvidaría el asunto del beso. No entendía nada!

-¿qué sucede señorita Calle? ¿tengo algo en el rostro?

-¿qué? No! ¿por qué?

-porque no deja de mirarme.

Sentí como en ese momento toda la sangre de mi cuerpo se concentraba en mi cara, puedo asegurar que me puse roja como un tomate. Sin decir nada ante su comentario agaché la cabeza y seguí leyendo. Podría jurar que María José soltó una pequeña sonrisa.

Eran las 12:30 del medio día cuando Garzón y yo salimos de la empresa rumbo al almuerzo de negocios. Una vez ahí, la reunión salió de maravilla. Los balances no tenían ninguna inconsistencia y al parecer esto contribuyó a que en algo mejorara el humor de mi jefa quien salió sonriente de aquella casa.

-¿qué le parecieron estos resultados? Vale la pena seguir financiando? -preguntó María José mientras nos subíamos a su coche, de regreso a la compañia.

-Son cifras realmente espectaculares señorita Garzón, creo que el renovar el contrato de financiamiento es una muy buena opción.

-De hecho señorita Calle, ahora que lleguemos a la empresa usted contactará a mi grupo de abogados porque pienso demandar por estafa y maquillaje de información financiera real.

-¿qué?

-Tenía mis sospechas sobre los resultados de esa obra y hoy al analizar los balances, las comprobé.

Estaba totalmente perdida, no entendía nada, según yo todo había salido de maravilla. Garzón lo notó y empezó q explicarme como toda la reunión habia fingido no darse cuenta de nada para no alertar al socio, también me explicó como se dio cuenta de que algo andaba mal con las cifras.

-Señorita Calle, usted es la única de todas las personas que he contratado para ser mi asistente que me parece muy capaz, muy inteligente y por esa razón la traje y la seguiré llevando conmigo a toda reunión que tenga, porque necesito que aprenda tanto como pueda. Usted es mi mano derecha en Garzón Industry y la persona en la que más confio.

Sus palabras me habían tomado totalmente por sorpresa. Ahora me estaba hablando María José mi jefa pero a la vez ese ser tan maravilloso que yo sabía que era por dentro.

Sonreí y asentí con mi cabeza.

-Lo siento -repliqué

-¿por qué?

-Por no haberme dado cuenta.

-Usted no esta al tanto de este negocio, así que cualquier lo hubiera creído.

-Usted no lo hizo -comenté un tanto apenada

Garzón esbozó una pequeña sonrisa y negó con su cabeza.

-Yo no, porque yo conozco del negocio y usted poco a poco también lo irá haciendo.

Esa plática en el coche era la conversación más larga que habíamos tenido desde que llegamos del viaje.

---------------------------

-Señorita Calle venga un momento por favor -escuché por el intercomunicador, así que enseguida me puse de pie e ingresé a su oficina.

-Digame señorita Garzón.

-¿le gusta ir de compras?

-Pues... si... supongo, ¿por... qué? -pregunté dudosa.

-Nunca he tenido un perro en casa y hay muchas cosas que le hacen falta a Ramón. Vamos por ellas?

María José se puso de pie, tomando su cartera y caminando hacia la salida.

-No le quitaré mucho tiempo, además aun está en horario laboral. -replicó arqueando una ceja.

-No creo que sea necesario señorita Garzón, digame que debo comprar yo y ...

-Señorita Calle le recuerdo que Ramón es de las dos, así que no veo el inconveniente ...

-Y no se suponía que la madre con mas dinero, es la que sustenta este tipo de gastos. -respondí riendo y recordando lo que había dicho en el avión.

-No se va a liberar tan fácilmente de esto, Ramón tambien es su responsabilidad. Entendido? -sus ojos brillaban y aunque intentaba permanecer seria, su sonrisa se hacía evidente.

-Entendido -respondí con otra sonrisa y la siguí.

En momentos así era muy sencillo hablar con ella, cuando se vestía con esa personalidad calida y un tanto bromista que escondía bajo toda esa formalidad que siempre mostraba.

Bajamos en el ascensor directo hasta el parqueadero donde estaba su coche, nos subimos y arrancó hacia el centro comercial.

Llevábamos un par de minutos en la carretera, ninguna de las dos había hablado. Ella estaba concentrada conduciendo y yo iba revisando redes en mi celular.

-Señorita Calle

-Si?

-En mi bolso está mi celular, tómelo por favor.

Hice lo que me pidió y saqué el dispositivo de su cartera.

-Bien, ahora desbloquelo. La contraseña es 1031 y ponga algo de música. Reproduzca en spotify "My list"

Y así lo hice. La primera canción en sonar de su lista personal de repodrucción "Aprender a quererte" de Morat. Amo esa canción!

-No pensé que usted escuchara Morat -comenté

-A no? ¿qué imaginaba que escucho señorita Calle?

-No sé, alguna especie de Heavy Metal, con letras oscuras que encaminan al infierno o algo asi.

-Ja ja ja -muy graciosa

De repente sonó otra canción que conocía bien "Pensando en ti" de LÚA, María José se quedó en silencio y volvió a concentrar su mirada en el camino.

Dime

¿Cómo le hiciste para entrar en mí?

¿Por qué todo el tiempo yo pienso en ti?

Nunca entendí como le hiciste

Estás en mi cabeza

Pero dime

Con tan solo verte, yo me derretí

Y si esto es un juego, creo que ya perdí

Espero lograr que al menos pase

No me rendiré

Y es que yo

Nunca he entendido estos juegos

Porque soy muy malo en el amor

Y siempre termino muy bateado

Muy bateado...

-Quién diría que la señorita Garzón tiene tan buenos gustos musicales.

-Yo tengo muy buenos gustos señorita Calle, no puedo creer que tuviera duda de aquello precisamente usted. -respondió fijando sus ojos en los míos.

Tragué saliva y corté el contacto visual de inmediato, fijándome en la pantalla del celular nuevamente. Puedo jurar que sonrió al ver mi nerviosismo.

Una vez que llegamos al centro comercial hicimos varias compras. Lo genial de comprar con Garzón es que no escatimaba en gastos. Compramos una cama muy linda, muchos juguetes, comida y un par de atuendos que me parecieron adorables.

Luego María José insistió en que fuera con ella hasta su departamento a dejar las cosas para Ramón y aunque al inicio no me pareció una buena idea, moría por ver a ese pequeño cachorro así que acepté.

Tal y como lo había imaginado, Garzón tenía un muy modesto departamento (sarcasmo) en el ultimo piso del edificio. El ascensor daba directamente al interior de su penthouse, una vez que este se abrió pude escuchar unas patitas correr por el departamento hacia donde estabamos nosotras.

-Holaaaa mi amorrrr! Me extrañaste? eres el perrito mas hermoso del mundo.

Ver a María José ser tan cariñosa con Ramón me daba mucha tranquilidad. Habíamos hecho lo correcto al traerlo con nosotras, no podría estar en mejores manos.

-Mira quien vino a verte bebé, tu otra mamá... saluda a Dani

Dani... -no me había llamado así desde que llegamos del viaje, no había notado lo bien que sonaba mi nombre cuando lo decía ella.

-Hola mi amor, no sabes cuánto te he extrañado. -María José me extendió al pequeño, poniéndolo en mis brazos.

Despues de saludar a Ramón, nos pusimos a arreglar todas las cositas lindas que le habíamos comprando en un espacio específico del departamento que María José había designado para él.

Luego jugamos, le dimos de comer y volvimos a jugar.

Jugamos mucho!

No se en que momento perdí tanto la noción del tiempo, cuando me asomé por una de las ventanas ya estaba oscurenciendo, vi el reloj y eran las 6:45 pm.

-Mierda!

-¿pasa algo? -preguntó María José ante mi repentino apuro.

-Me tengo que ir señorita Garzón, voy tarde...!

-¿Una cita? -preguntó acercándose a su mini bar para servirse un trago.

-Amm no, tengo clases y se me hace tarde! -mentí... ¿por qué mentí?

-En ese caso, vamos yo la llevo...

-Nooo! No se moleste en serio, tomaré un taxi. Nos vemos mañana en la empresa.

-Okay

-Chaoo Ramón, me encantó verte. Vendré por ti el fin de semana. Si puedo no? -pregunté dirigiendo mi mirada hacia Garzón.

-Claro que sí Dani -respondió sonriendo.

-----------------------------

-Woo de verdad no me cansaré de decírtelo te ves preciosa. -comentó Johan mientras me abría la silla para sentarnos en la mesa que había reservado.

Al inicio no me había querido dar mucho detalle sobre el lugar al que iríamos porque era una sorpresa, pero al menos me había dicho que era elegante y así pude vestirme adecuadamente.

Al llegar al restaurante me quedé totalmente anonadada, era nada mas y nada menos que uno de los restaurantes mas lujosos y prestigiados de todo Mahattan.

-¿Cómo hiciste para conseguir una reservación aquí? A menos de que seas famoso o millonario, es prácticamente imposible conseguir reservación.

¿Qué vida me ocultas Johan Vera? -bromee y ambos reímos.

-Pues es un secreto, puede que al final de la noche te lo diga. -dijo fingiendo seriedad.

Quiero que esta cita sea inolvidable para ti bonita, para ambos. Quiero que sea perfecta...

-Bienvenido señor Ruíz, señorita Garzón esta es su mesa.

Levanté la mirada hacia un lado y ...

-Esto no puede estar pasando...

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