Decir que no esperaba la reacción de los invitados era ser un mentiroso bastante descarado, pero Severus disfrutaba esta vez la atención mediática. Y de más está decir que Rita Skeeter estaba gozando de lo lindo en ser vista del brazo de un antiguo mortífago y espía del bando de la luz, avalado por el mismísimo Albus Dumbledore, de su brazo, en el baile más esperado por toda la crema y nata de la sociedad mágica.
El baile del ministerio era el mejor lugar para cosechar chismes frescos, pero esta vez, Rita Skeeter sería la noticia de primera plana. Cornelius Fudge, como buen anfitrión, tuvo que saludar a la inusual pareja y daba la feliz casualidad de que Lucius Malfoy estaba hablando con el ministro en ese preciso instante. Lucius Malfoy no pudo reprimir una pequeña expresión de asombro, casi imperceptible para ojos no entrenados, pero que fue clara como la luz del día para un consumado espía como era Severus Snape.
—Ministro, un placer verle y es un baile maravilloso—Dijo Skeeter con una sonrisa falsa y aduladora. La mujer estaba vistiendo un vestido que ni con un año de salario podría pagar, pero Snape insistió en comprárselo porque en sus propias palabras "se trata de distraer la atención y darte protagonismo querida". La mujer no se hacía ideas extrañas sobre las intenciones del hombre, él tenía su propia agenda y ella era un peón, pero obtendría beneficios si obedecía y eso era su intención.
—Rita querida, el placer es todo mío. Me fascino el último artículo que escribiste sobre el decaimiento de la educación y tienes razón, es necesario hacer algunos cambios en el sistema educativo y ya he pedido ideas entre mis consejeros y el Wizengamot—Cornelius quería dos cosas, o matar a Skeeter o besarla en agradecimiento. El último artículo publicado en El Profeta, hacia una clara referencia a las practicas prohibicionistas de educación sangrepura a los recién llegados nacidos muggles al mundo mágico y el papel de Dumbledore en todo esto, llamándole un pomposo creído de sí mismo. También "regañaba" al ministro pero era solo para distraer del tema principal, Dumbledore no era un santo.
—Snape, me alegra saludarte viejo amigo, y más al lado de tan encantadora compañía—Lucius Malfoy sabía que aquí había algo. Snape jamás manifestó interés por ninguna persona, hombre o mujer, excepto por la sangresucia de Lily Evans, luego Potter. Verlo del brazo de la rubia más odiada por muchos políticos, incluyéndolo, era desconcertante. Hasta que recordó cierto incidente con los merodeadores y la luna llena. Eso explicaba cómo es que Skeeter consiguió los archivos, ya sabía que buscar.
—Malfoy, un placer, Ministro, gracias por la invitación—Dijo Snape saludando con una leve reverencia. Odiaba todo el protocolo de las reuniones formales pero se recordaba que todo esto era para librarse de aquella infame marca que ensuciaba su brazo. Para proteger a Harry, e incluso a los dos pulgosos a los que ya les tenía algo de cariño, aunque jamás se los diría.
El ministro Fudge pareció complacido y llamó un mesero que traía copas de champaña y vino dulce élfico. Entonces empezó la tortura de la plática intrascendente y los chismes sobre políticos menores. Luego de algunas copas, el ministro soltó algunos chismes jugosos sobre la confederación internacional de magos y como estaban empezando a querer un cambio sobre la omnipresencia de Dumbledore ahí también. Muchos de la CIM, pensaban que Dumbledore tenía demasiados cargos de poder en ambientes clave. Controlaba la educación de los niños mágicos, controlaba las leyes desde su papel como Jefe Brujo del Wizengamot, y además controlaba la injerencia de la Confederación en Inglaterra, aislándolos de las políticas universales que ya se manejaban en varias naciones.
Mientras el ministro buscaba a otro mesero y Lucius Malfoy era llamado aparte por su esposa, que le estaba diciendo que la siguiente fuera la última copa de Champaña que debía tomarse, Snape deslizo su varita discretamente hacia su mano y con apenas la punta asomándose de su manga, lanzo un murmurado hechizo de impotencia hacía Lucius Malfoy, un hechizo bastante durable que solo podía ser levantado por quien lo lanzó. Eso aseguraría que el rubio aristócrata buscara al mejor pocionista que conocía y que además, daba la casualidad, era discreto como tumba.
Snape regreso rápidamente su varita a su lugar y continuo la plática con los dos hombres mientras Skeeter se disculpaba para retirarse un momento e ir a saludar a unos conocidos. Snape siguió otro rato más hablando idioteces con ambos hombres y luego se retiró diciendo que iría a buscar a su acompañante. Encontró a Skeeter charlando con el director de El Profeta y luego de otra hora de charla inocua, ambos volvieron donde Lucius quién seguía al lado del ministro y ambos se disculparon, ya que se retiraban del baile.
La pareja salió del salón y camino hasta los puntos de aparición y pronto, ambos estaban en el departamento de Skeeter, Severus levantó protecciones muy fuertes, apenas un par de grados menos fuertes que las de Gringotts. Skeeter entonces saco un pergamino de su bolsa de noche.
—Aquí está lo que pediste, todo lo que pude encontrar del tal Tom Riddle, pero ¿Por qué es importante este mago? —Dijo Rita, cambiándose a punta de varita la ropa por algo más cómodo, su pijama favorita y convocando la botella de fino escoces que le había regalado su jefe por su último artículo, el tiraje se había vendido por completo y se tuvo que hacer otra reimpresión.
—Riddle es mi noticia para ti, querida Rita. Tom Marvolo Riddle es el Señor Oscuro—Rita escupió el trago de escoces que acababa de llevarse a la boca.
—¿¡Que!? —Rita miro a Snape, buscando algo de burla en su rostro, pero solo vio seriedad—¿Estás hablando en serio? ¿Este mago del montón es el Señor "Todos temerán mi nombre" Oscuro—Snape asintió—Pero lo que leí... entonces es un ¡Mestizo! —.
—Así es. El gran Señor Oscuro, líder de los sangrepuras más radicales, enemigo de los muggles, nacidos muggles y mestizos, es un bastardo mestizo, hijo de una bruja sangrepura Gaunt, una familia caída en desgracia, y que uso una poción de amor para casarse con un apuesto muggle que era el señor de esas tierras, un muggle rico llamado Thomas Riddle Jr. —.
Severus entonces pasó a explicarle a Rita lo que había averiguado sobre el Señor Oscuro, obviando las partes donde estaban involucradas ciertas cosas oscuras que él estaba destruyendo.
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Severus realmente esperaba que su plan funcionara bien, pero no "Tan bien". Lucius Malfoy apareció en su habitación en Hogwarts, el día de su cumpleaños, lloriqueando por su ayuda. Severus entonces le dijo que su "problema" podía ser resuelto con cualquier poción que le dieran en San Mungo, pero Lucius era alguien que amaba buscar información en otros, pero prefería ocultar sus propias fallas.
Así que luego de varios vasos de poción calmante, Lucius pudo estar suficientemente tranquilo para empezar las negociaciones con el pocionista. Dos horas después, Severus firmó un contrato de confidencialidad que le impedía revelar su "problema" a la prensa (Severus pensó que esa cláusula venía por su asociación con Skeeter), y además, incluía la hechura de una poción de fertilidad. Lucius pensaba que ya que había obtenido los servicios del mejor pocionista de Inglaterra, bien podía sacarle más provecho.
Severus, por su parte, incluyo el acceso y uso total de la biblioteca Malfoy, para buscar referencias al acuciante "problema" de Lucius, ya que ninguna de las pociones que tenía a la mano, parecieron servirle. Así, dejaron pendiente únicamente el asunto de su pago, ya que Severus debía buscar ingredientes especiales y quizás algunos libros más. Como fuera, el pago quedo como "pendiente y a tratar".
Ambos magos firmaron el contrato y Severus sabía qué hacer para retirar el maleficio a Lucius, pero no lo haría hasta encontrar el objeto que buscaba. Lo que no llevó tanto tiempo como esperaba, ya que llevaba el único horrocrux que aún contenía algo del Señor Oscuro en su interior, el guardapelo, en su túnica, y este empezó a calentarse al pasar por cierta área de la biblioteca Malfoy.
Severus observó todo y la única cosa discordante, era un diario muggle, algo que nunca se vería en una casa sangrepura. Severus tomó el diario, pero un elfo domestico apareció de pronto.
—El amo no quiere ver ese libro, ese libro es malo—Dijo el elfo, con sus grandes ojos suplicantes.
—Pero es justo el libro que necesito...—Empezó Severus pero notó que el elfo intentaba quitarle el diario—¿Acaso no sabes que tu señor me dio acceso a toda la biblioteca? —.
—Dobby lo sabe, pero Dobby sabe también que ese libro es malo. Por favor, amo, no toque el libro malo—La criatura estaba al borde del llanto y Severus tuvo la idea de que quizás, el elfo sabía que era esa cosa y no solo era la percepción de maldad.
—Dobby, ¿Verdad? —El elfo asintió—¿Sabes que contiene el libro? —El elfo volvió a asentir—Entonces sabes que debe ser destruido, y te aseguro que esa es mi intención—.
—¡Pero el amo Lucius notara cuando falte y usted es el único además de la familia que ha entrado! ¡El amo sabrá que se lo llevó! —.
Mierda, en eso tenía razón el elfo. Severus dejó el diario en donde lo encontró y saco varios libros de referencias a maleficios y pociones. Los puso en una mesa que estaba en la sala de lectura y le pidió té a Dobby.
Mientras el elfo preparaba el té, Severus pensó en que este tenía razón. No podía sacar el libro sin más, ya que seguramente Lucius revisaría su biblioteca para verificar que nada faltara. Así que pensó y pensó, y pronto dio con la solución. Un duplicado, crearía un duplicado del diario, con algo de magia oscura para que pareciera más realista.
Dobby regresó con el té y Severus hizo la pantomima de estar investigando la maldición de impotencia dada a Lucius, pero en realidad estaba diseñando en su mente los siguientes pasos: comprar un diario parecido, igualarlo, maldecirlo y contener la maldición en sus páginas y luego intercambiar los diarios.
Luego de una hora aproximadamente, regreso los libros a su lugar y tomo otros, entre ellos, el diario y lo analizo al detalle, viendo cada línea y pasta y color. Era un sencillo diario en blanco, pero pulsaba con magia oscura indeterminada si no sabías que buscar. Eso ayudaría mucho en sus planes.
Pasaron unos días más y Severus parecía irse acercando a una cura para el mal de Lucius, y mientras tanto, Severus daba los últimos toques a la copia del diario, incluyendo la caligrafía del rotulo de propiedad. Paso la semana y la poción de "sanación" estuvo lista, junto con la copia del diario. Severus llevó el diario camuflado en un diario de notas de pociones e intercambio ambos diarios. Ahora llevaba su "diario de pociones" bajo el brazo y dos viales en sus manos.
Severus lanzó ambos frascos a Lucius, que estaba en su salón favorito, bebiendo su caro brandy frente al fuego y rumiando su suerte con sus "joyas familiares". Las pociones cayeron justo sobre su regazo y Lucius iba a gruñir hasta que vio a Severus sonreír socarronamente. Lucius supo que su cura estaba lista.
—Tuve un poco de problemas, pero conseguí sintetizar una cura a tu problema y además, tu extensa biblioteca me permitió crear esta otra poción de fertilidad—Severus señalo el frasco de color rosa intenso—Si tu esposa bebe esta, estoy seguro de que concebirán hasta gemelos si tus "amiguitos" pueden con el trabajo—.
Lucius frunció el ceño—¿Esta cosa servirá? —.
—¿Dudas del Maestro de Pociones más joven en un siglo y pocionista personal del desaparecido Señor Oscuro? —Dijo Severus levantando una ceja de incredulidad.
Lucius bufó y sencillamente coloco ambos frascos en una mesa cercana—¿Tu pago? —.
Severus pareció pensar en esto, pero ya había decidido que quería, él único otro testigo de que era ese diario en realidad, ya que aparentemente Lucius no tenía ni idea, o lo hubiera puesto en una de sus bóvedas o sus muchos escondites—¿Qué opinarías de darme un elfo? —.
—¿Un elfo? Bien, supongo. Pensé que me pedirías una fracción de mi fortuna—Lucius respiro aliviado. Tenía montones de elfos y suponía que Snape al ser un mestizo, siempre envidio a los sangrepuras con sus sirvientes capaces de hacer todo en segundos.
—Hay uno en particular que me ayudó mucho mientras investigaba. Dobby, creo que se llama—El tono de Snape era de aburrición mientras observaba las pinturas a su alrededor. Para ser un sangrepura, a Lucius Malfoy le gustaba demasiado el arte muggle—He descubierto que la criatura es bastante dócil y sabe obedecerme sin chistar. Supongo que tú mismo lo entrenaste—.
—Ahh sí, Dobby. Algo rebelde en un principio, pero nada que un par de Crucios no arreglen—Severus contuvo sus ganas de fruncir el ceño y asintió—Bien, si ese elfo quieres, puedes llevártelo ¡Dobby! —.
Con un pop, Dobby apareció ante su amo y señor—¿El amo ha llamado a Dobby? —Dijo la criatura con voz temblorosa, tocando el suelo con su nariz en una pronunciada reverencia y sin atreverse a mirar a los ojos a su amo.
—Si Dobby, ya no estas más a mi servicio. Ahora perteneces a Severus Snape—Un pase de varita y la esclavitud del elfo paso a la tutela de Snape. La marca de los Malfoy desapareció junto con el paño de cocina que vestía el elfo y una rica tela parecida al satén lo cubrió y envolvió como una toga, llevando el escudo de la familia Prince en el pecho. Un dragón y una corona sobre un fondo en hilo de plata.
—No sabía que eras un Prince—Dijo Lucius con sorpresa.
—Y no lo soy, más que de sangre. Mi abuelo desheredo a mi madre, así que...—Severus se encogió de hombros—Bueno, nuestro contrato ha terminado Lucius. Buena suerte con tu nuevo vástago—.
Severus llamó al elfo y ambos caminaron hasta los jardines de la mansión para Aparecerse en Spinner's End.
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Canuto y Lunático, fieles a lo que le habían prometido a Severus, habían estado sumergidos en libros y rumores sobre Helena Ravenclaw. La información más firme que habían encontrado es que había un rumor sobre que ella había hurtado la diadema de su madre y había huido a algún país de la península Balcánica. Cuál de ellos era el misterio, pero Lunático apostaba a Albania, ya que había muchas historias sobre supuestos druidas por ahí.
Estaba ordenando sus anotaciones cuando un pop les aviso que Severus había llegado de improviso. Voltearon hacia el punto de la sala donde solía aparecer y ahí estaba, todo de negro como siempre, pero ahora iba acompañado de dos elfos. Kreacher no se veía feliz.
—Severus ¿Qué...? —Severus detuvo en seco la pregunta del perro.
—Este—Dijo poniendo a Dobby frente a ellos—Es su nuevo elfo. Lo saque del servicio de Lucius Malfoy—.
—¿Y por qué querríamos un elfo de Malfoy? —Dijo Lunático, ya que sinceramente no veía la utilidad de un elfo cuando ellos dos se encargaban ya de todo en la casa.
—Este elfo sabe lo que estaba buscando en la mansión Malfoy—Dijo Severus con sencillez.
—¿Quieres que lo vigilemos? —Agrego Lunático.
—No, Lucius me lo dio como pago por una "poción", así que ahora es mío, pero ya tengo a Kreacher, así que pensé que sería bueno que tuvieran su propio elfo. Sería un buen protector para Henri—.
Canuto y Lunático pensaron un momento en esto. Canuto veía el potencial de tener una criatura devota a su hijo, y Lunático también, así que ambos asintieron hacia Severus—De acuerdo—Dijo Canuto—Aceptamos el elfo, pero debe ser puesto al servicio de Henri—.
Severus asintió y con un pase de su varita, el escudo de la toga del elfo cambio a un escudo con hilo de oro y plata entrelazados, con un ciervo en carrera acompañado por un lobo y un Grim. Severus levantó una ceja. La magia había creado un escudo para la familia Géroux.
—Dobby, ahora estas al servicio de la familia Géroux, eres el elfo personal del hijo de los Géroux, Henri Géroux—.
Dobby asintió y dio una reverencia a Severus y camino hasta Canuto y Lunático.
—Hola Dobby, me llamó Bertram y él es mi compañero Leroy—Dijo Lunático, señalando a Canuto—Serás el elfo personal de nuestro hijo Henri. Te va a agradar mucho—.
—Bien, me voy, solo venía a dejarles al elfo—Dijo Severus ya alistándose para irse.
—Espera—Gritó Canuto—Encontramos algunas pistas sobre Helena, mira—Canuto puso las notas en las manos de Severus—Parece que si robo la diadema de su madre y luego huyó a algún país de los Balcanes, Lunático cree que es probable Albania y tiendo a coincidir—.
—Es más de lo que esperaba que encontraran ¿Dónde consiguieron estos rumores? —Severus estaba francamente sorprendido.
—¿Recuerdas que tengo un viñedo? Bueno, el jefe del departamento de Historia Mágica del Ministerio Mágico es adicto a mis vinos, así que nos hicimos pasar por historiadores que escribían un libro sobre Escuelas Mágicas y lo sobornamos con una dotación por un año de vino gratis—.
—Eso es casi Slytherin de tu parte—.
—Eso podría considerarse un insulto—Dijo Canuto sonriendo—Pero viniendo de ti, lo tomare como un halago—.
Severus bufó, pero guardo las notas y tomo la mano de Kreacher para desaparecer de ahí. Cuando llegó Henri de la escuela, Canuto y Lunático le explicaron que Dobby era su elfo y un regalo de Severus para él. Solo por ese hecho, Henri ya amaba a la criatura.
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Entre toda la información que Rita pudo extraer de los archivos del ministerio, estaba un simple hecho que por sí mismo, ponía en alerta máxima a Severus. Albus Dumbledore era el guardián mágico de Riddle.
Por lo que decían los archivos de Hogwarts sobre Riddle, había sido un alumno sobresaliente, prefecto, parte del Club de las Eminencias de Slughorn y también, su paso por Hogwarts estuvo rodeado de varias pequeñas tragedias, centradas en el daño a estudiantes nacidos muggles.
Quitando esas partes escabrosas, era muy extraño que un joven en apariencia, con el mundo a sus pies, decidiera convertirse en profesor. Albus intervino y logro que el director Dippet aplazara la contratación de Riddle de forma indeterminada, así que este busco un trabajo en Borgin & Burkes, lugar que en esa época era una simple tienda de antigüedades mágicas.
El callejón Knockturn era cuestionable pero no prominentemente oscuro como era ahora y aún se podían ver personas de la sociedad "decente" por esos barrios en aquel entonces.
Luego de un breve periodo como empleado de la tienda, regreso a pedir el puesto de profesor de Defensa en Hogwarts, pero Albus era ahora el director, así que volvió a ser rechazado. Fue entonces que empezó la maldición del puesto y Riddle desapareció del mapa.
Años después, Voldemort apareció y sucedió todo lo que él ya sabía.
En todo esto, había una pequeña constante, y esa era la presencia de Albus. Bien podía darle el puesto de profesor y vigilarlo. O en su defecto, pudo haber puesto más énfasis en la educación de su pupilo, pero decidió evitar sus responsabilidades y dejarlo a su suerte.
¿Qué juego había estado jugando Albus?
Si todas sus suposiciones eran correctas y hasta ahora, habían demostrado serlo, Riddle era lo que los muggles llamarían Psicópata. Y Albus también era uno, solo que ambos estaban en escalas diferentes de agresión, Riddle era manipulador pero le gustaba mancharse las manos en sangre, mientras Albus prefería envía a otros a hacer su trabajo sucio.
Seguramente vio en Riddle un perfecto peón y se le salió de control. Luego la loca de Trelawney hizo esa profecía y la aprovecho en su beneficio, enviando a Riddle a una búsqueda sin control, pero no sabía si el asesinato de los Potter había sido incidental o planeado.
Como fuera, tenía algo más que investigar y eso requería ayuda profesional.
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Rita, fiel a su palabra, publico una primera parte de su gran historia. Su jefe estaba fascinado y decidió darle una oficina personal y un asistente a su reportera estrella. El tiraje de "La verdad sobre Quién-Ustedes-Saben, ¡Era un mestizo!", se vendió hasta agotarse y ya iban en la tercera reimpresión de ese día. Rita le prometió que tenía más información, pero pensaba que podía haber aún más. Su jefe le dio luz verde para continuar escarbando en el pasado de Voldemort.
Severus arribó a su casa esa misma noche y le arrojo un trozo de pergamino donde estaban anotadas sus últimas noticias sobre el Señor Oscuro al tiempo que se sentaba en un sillón luego de servirse un generoso vaso de whiskey.
—Snape, ¿Esto es cierto? —.
Severus asintió—Leí todo el archivo que lograste extraer Skeeter. Albus parece estar siempre en la escena, siempre tras bambalinas y me pregunto ¿De verdad esta tan firmemente parado en la luz? —.
Skeeter asintió y siguió leyendo. Podía volver a colarse en los archivos y sacar el resto de los informes, pero parecía que había más y sencillamente no lo encontrarían en el ministerio. Hasta el final del pergamino estaba una pequeña anotación que decía "¿Grindelwald?".
—¿Grindelwald? ¿Qué tiene que ver el antiguo Señor Oscuro con Quién-Tú-Sabes? —Preguntó Rita, bastante intrigada.
—Albus derroto a Grindelwald ¿No? Conocía a un Señor Oscuro tan bien como se podía ¿No? —Rita asintió—¿Cómo es que no pudo reconocer a otro cuando lo tuvo enfrente? —Bueno, Snape tenía un punto ahí.
Entonces Rita recordó una información que había guardado para una ocasión especial pero simplemente no había pensado en que debiera ser usada hasta tener todos los datos para que no la vetaran, quizás era hora de revisarla.
—Una ocasión vi un archivo donde figuraba el nombre de Dumbledore. No Albus, sino su padre, Percival. Terminó en Azkaban por torturar a unos muggles con la maldición Cruciatus—.
—¿Cómo es que no has publicado algo así de escandaloso? —.
—¿Una reportera iniciando su carrera? No, gracias. Mi carrera habría terminado mucho antes de siquiera tener aquella columna en Corazón de Bruja. Además, nadie creería que un Dumbledore, y mucho menos el padre del Gran Albus Dumbledore, podría hacer algo así—.
—Entonces, ¿Cómo se relaciona esto con el actual Señor Oscuro, o en anterior? —.
—A eso iba. Mientras investigaba el hecho, encontré que la familia Dumbledore, luego de la condena de Percival, se mudó al valle de Godric, justo al lado de la famosa historiadora Bathilda Bagshot. Y es famosa por un solo hecho, es la tía abuela de Gellert Grindelwald—.
—¿Estás diciendo que hay una probabilidad de que esos dos se conocieran antes de su famoso duelo? —.
Rita asintió—Piénsalo, la historia de Grindelwald dice que fue expulsado de Durmstrang, luego estuvo en algún lugar desconocido varios años y resurgió con seguidores a cuestas y alianzas con muggles dictadores hasta que el "gran" Albus Dumbledore lo venció en un duelo y reclamo la varita del mago como premio—.
Severus meditó esto un rato y asintió en acuerdo—Creo que una visita está en orden, pero debemos esperar a las vacaciones de verano. Podríamos requerir días enteros para que la mujer confié lo suficiente en nosotros—.
Rita asintió en acuerdo y ambos se sumergieron en sus pensamientos mientras bebían sus vasos de licor.