La primera noche siempre es la más difícil. Tener a 4 niños pequeños y que 3 de ellos sean bebés no es fácil. Las pequeñas lloran por hambre, frió o un pañal sucio y entonces Michael llora porque sus primas lo despertaron.
La mas difícil de dormir fue la pequeña Fran, la pelinegra se negaba a dormir. Tardaron cerca de 4 horas en que logrará dormir, solo necesitaba una de las bufandas de Spencer. La niña se aferro a ella como si su vida dependiera de ello, sintiendo el familiar aroma de su padre y la compañía de su hermana.
Por su parte, DJ durmió al instante. Pero fue un sueño un tanto inquieto, como si buscara a alguien. Pero se calmaba al sentir a su melliza con ella.
La noche fue difícil, para JJ y Will que se turnaban para alimentar, arrullar y cambiar a las inquietas mellizas. Mientras tanto, Henry y Michael se molestaban cada vez que las pequeñas se despertaban llorando o gritando. Si, tener a 4 niños pequeños es casa es complicado.
Por su parte, Derek Morgan preparaba una maleta para el y otra para Hank. Si Savannah elegía estar con alguien más antes que su hijo, bien, el niño se iría con el. Tomo ropa, zapatos, papeles y todo lo que necesario para viajar hasta Chicago, tal vez unos días con su madre le ayuden a aclarar la mente. Pero primero debe hablar frente a frente con Savannah.
La puerta principal se abrió. Morgan dejó las maletas y bajó a encontrarse con su esposa, se le dificulto la respiración al verla ahí, de pie y sonriente.
-Hola cariño, ¿como estas?- Savannah se acercó y trato de abrazar a su marido.
-Bien, Hank esta dormido. ¿Qué tal tu día?- Derek, haciendo uso de todo lo aprendido en sus años como perfilador, espero a que la mujer se revelara sola.
-Bien, un par de emergencias pero nada demasiado grave. El hospital es grandioso y las enfermeras son muy amables.- La pelinegra dejo su bolsa en el sofá mientras se despeinaba.
-Me alegra que te guste el hospital, pero Hank te extraña. Ambos lo hacemos.- Una pequeña mueca se asomó en el rostro de Savannah al mencionar al niño. -Linda, dejé la UAC por esto, y pensé que tu también estabas dispuesta a dejar los hospitales.-
-Derek, amor, podemos no hablar de esto justo ahora. Acabo de llegar y no estoy de humor para discutir.- El teléfono de la doctora interrumpió la conversación. Savannah se limitó a mirar la pantalla y dejar el móvil en una mesa.
-¿No vas a contestar? Podría ser importante.- Derek miró la pantalla "Dr. Miller" escrito con letras blancas.
-No, ya estoy en casa. Ahora soy toda tuya y de Hank- La morena abrazó a su esposo, tratando de llamar su atención.
-Savi, te amo.- Derek abrazó por, probablemente, ultima vez a su esposa.
Derek se alejó de Savannah y contesto la llamada poniendo el altavoz. La mirada de la morena reflejaba miedo y preocupación, algo que había visto muchas veces en personas que ocultaban algo.
-Hola, Savi, dejaste tu abrigo en mi auto. Te lo llevaré mañana al restaurante, ya quiero verte. ¿Todo en orden, linda?- La voz del "Dr. Miller" inundo la habitación. Derek le hizo un gesto para que contestará.
-Si, cielo. También ya quiero verte, me divertí mucho hoy.- Savannah no alejo la mirada de Derek. Cada músculo tenso conforme los minutos pasaban
-Yo también. Nos vemos mañana, buenas noches.- La llamada se cortó después de esa breve despedida.
Ambos permanecieron quietos, la tensión era palpable en la habitación. Promesas que se rompieron, sueños a los que se renunciaban, todo por esa llamada.
-¿Tienes algo que decir, Savannah?- Derek mantuvo firme la mirada, usando toda su experiencia en los interrogatorios para no dejarse llevar por sus sentimientos. Hank duerme arriba y lo ultimo que necesita es que su hijo se despierte.
-No, creo que lo que escuchaste lo explica. Se que no puedo engañarte, así que solo aceptemos la verdad.- La morena se sentó en uno de los sofás de la sala, esperando pacientemente las preguntas de su esposo.
-¿Desde cuando?-
-3 meses, nos conocimos en la clínica. Es amigo de mi jefe y fue a inspeccionar el lugar.-
Así las preguntas fueron hechas y contestadas. Ambos con ojos rojos y el orgullo herido, Derek más que Savannah. Se supone que estaban bien, se amaban y tienen un hijo. Pero algo falló, no fue suficiente o tal vez algo fue demasiado.
-¿Qué haremos ahora?- Savannah miró a Derek, esperando la confirmación de algo que ya sabía.
-Hank y yo nos iremos unos días a Quantico. Un tiempo separados nos hará bien y cuando volvamos tomaremos una decisión definitiva.- Derek se levantó rumbo a la habitación de Hank.
Al amanecer, Derek terminó de empacar las cosas que necesitarían en Virginia. Una parte estaba emocionado de volver a ver a sus amigos, pero otra se lamentaba las circunstancias. Sin duda Hank amaría a sus tíos, todos ellos. Tomó su celular y envió un mensaje a Penelope, y avisarle de su llegada a Quantico.
Mientras tanto, en Virginia, Penelope García y Jennifer Jerou peleaban la más difícil de las batallas. Una que solo los más valientes y hábiles aceptarían. Calmar al par de mellizas en medio de un berrinche.
Tal parece que si hay algo en lo que Fran se parece a Spencer es en lo terca, la pequeña se negaba a dormir lo cual la tiene de muy mal humor. Por su parte, Diane llora porque los gritos de su melliza no la dejaban descansar y su manera de quejarse es llorar también. Mientras García arrullaba a la pequeña morena el teléfono celular vibró.
Hank y yo vamos en camino a Quantico, necesito hablar contigo baby girl.
Los ronquidos del bebé fueron lo que la regresó a la realidad. García miró a la nena que dormía en sus brazos, ignorando todo lo que se acercaba con la presencia de su padre. Spencer tendría un ataque con esto.
-JJ, tenemos un pequeño problema.-
Hola, estoy muy feliz de que les este gustando. Sobre todo porque llegamos a las 1k leídas *dispara confetti* Y pensé hacer un especial por esto, pero no se que opinen ustedes.
PD: Miren los rankings, ni yo me los creo. Ay, quería llorar cuando los vi.
Hasta el próximo capitulo.