[ Wangxiang ] I'm Yours Again

By Becerra-Cosmica

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Siglos pasaron y gracias al alto cultivo que alcanzaron, tanto Wei Wuxian como Lan WangJi vivieron muchas ave... More

Capitulo 1: Se que no es el final

Capitulo 2: ¿Que estás esperando?

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By Becerra-Cosmica


Algunos siglos atrás

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La lluvia está arreciando. Será mejor encontrar refugio pronto...¿Lan Zhan? –Wei Ying volteó en busca del segundo jade, quien permanecía de rodillas en las afueras de una edificación, recibiendo el aguacero inclemente.

Vamos, Lan Zhan. No podemos quedarnos en medio de la nada –Wei Wuxian tomó del brazo a su esposo. Sin embargo, el roce fue rechazado con un jalón de parte del otro.

No –Respondió seriamente –Mi Madre vendrá pronto –El segundo jade no se inmutó.

Wei Wuxian solo abrió sus ojos, agachando la mirada, comprendiendo que nuevamente la lucidez de su esposo se perdía, alcanzando la mente de un niño de 6 años. El antiguo Patriarca Yiling no sabia como manejarlo cuando evocaba los recuerdos de su madre y de su infancia. Tan solo le seguía la corriente hasta donde era posible. A veces las regresiones en la memoria de Hanguang Jun no era en los recuerdos de un niño. Otras veces lo hacia regresar a su adolescencia, en otras a su temprana adultez. Wei Ying sintió el fuerte abrazo de aquel Hanguang Jun que aun tenía las memorias de un fallecido Patriarca Yiling. Pero esta vez, no tenia la cara lo suficientemente gruesa para decirle que era imposible ver a su fallecida madre.

En ese instante, el gran portón de la edificación se abrió, mostrando a la vista un gentil hombre. A juzgar por las ropas y la carencia de cabello, Wei Wuxian dedujo que se trataba de un monje.

Por favor, pasen –El monje habló –Cogerán un resfriado si permanecen allí.

Wei Wuxian sonreía a su esposo

Hanguang Jun, estamos de suerte –Wei Wuxian lo tomó del brazo de nuevo, sin notar la mirada desfalleciente del segundo jade, quien se desvaneció en el suelo, ante la mirada atónita de un anciano Wei Wuxian y del monje.

¡Hanguang Jun! –Wei Ying llamó

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Tiempo presente

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Wei Ying –Lan Zhan susurró tras separarse del tibio beso que los mantenía unidos. Entreabrió sus ojos para encontrarse con la vivida memoria de su persona predestinada. Aunque su cabello estaba corto y vestía ropas diferentes, el brillo de sus ojos y aquella sonrisa permanecían en el, junto con su alma. Era su Wei Ying.

Aquí estoy –Wei Ying reia estrepitosamente, evocando aquellas memorias de su pelea en el Pabellón de la Biblioteca tras el incidente con el libro de arte erótico. Sus largos y delgados dedos acariciaron la negra y corta cabellera de su Hanguang Jun –Está corto, pero sigues siendo tan guapo como siempre –Esta vez fue el quien retomó el beso, convirtiendo su castidad en algo apasionado y hambriento.

Wei Ying sintió su cuerpo aprisionándose contra un librero de forma salvaje y violenta, aferrándose a unas esquinas mientras sus piel era descubierta por un par de grandes manos.

Hanguang Jun, tan agresivo como siempre cuando ha pasado el tiempo –Mordió sus labios mientras jadeaba sensualmente –Vamos, tanto tiempo sin vernos y aun sigo con mis ropas puestas ¿Qué estás esperando? –Reía de forma descarada al sentir las marcas de los dientes presionándose contra su cuello

Estas ropas son diferentes –Lan Zhan susurraba. Su deseo de desvestir a su pareja y embestirlo con desesperación superaban la calma que nunca parecía tener

Solo arrancalas –Wei Ying tomó con sus manos las prendas de su pareja, desprendiendo la tela como si de un papel se tratase. Pese a que ese cuerpo no tenía la resistencia de su anterior vida, aun era capaz de concentrar su energía y usarla estratégicamente

Lan Zhan hizo lo mismo con la camisa de su amado, dejando de un lado el cuello ajeno para concentrarse en marcar el abdomen del otro, probando la sal en su piel y aspirando aquel aroma que tanto añoraba.

En cuestión de segundos ambas pieles se encontraban fundidas en un solo anhelo, un mismo calor. Ambos labios se despellejaban mutuamente en besos desmedidos y sin reservas. Pronto dejó de ser suficientes para los amantes. Wei Wuxian tomó la iniciativa, desprendiendo el cinturón de su pantalón y guiando la mano de Lan WangJi hasta su hombría visiblemente despierta. El Segundo Jade comprendió, acariciándolo mientras se perdía entre los desvergonzados gemidos de Wei Ying, quien mordía el lóbulo de su oreja, descargando sus ansias hasta que el inminente orgasmo le hizo estallar, dejando manchas en sus pantalones y en la mano de su pareja.

Hanguang...Jun...Eso fue...–Wei Ying sonreía jadeante, depositando un fugaz beso en los labios de su amado, antes de que sus ojos perdieran brillo y se desvanecieran en un desmayo. El segundo Jade evitó que la caída golpeara su cabeza, dejándolo caer con suavidad.

Lan WangJi revisó sus signos vitales. Wei Wuxian se encontraba bien. Se encargó de limpiar los rastros de su pasión con los trozos rotos de la camisa que había rasgado. Buscó algo que pudiese vestir al chico, encontrando solo una bata de laboratorio. Fue cuestión de minutos para averiguar como se usaba en el cuerpo. Mas adelante encontró otra bata para el, vistiéndola. Acomodó unos libros como almohada para Wei Wuxian mientras arreglaba el ligero desorden de la biblioteca. Tras ello revisó los textos. No fueron fáciles de leer para el debido a la diferencia entre los caracteres antiguos y los presentes.

Al cabo de dos horas, Wei Ying despertó en el regazo de Lan Zhan. Afortunadamente este había encontrado un libro antiguo de historia, una reliquia guardada que le permitió actualizarse sobre los cambios sucedidos hasta un poco mas de la mitad del milenio pasado.

¿Qué sientes? –Preguntó Lan WangJi

Mi cabeza duele –Wei Ying se llevó su mano a un costado de la cabeza, mirando hacia arriba –¿Qué me pasó y por qué estoy en tu regazo?

Lan Zhan lo observó, buscando un atisbo del Wei Ying que conocía, pero aquellas preguntas le hicieron confirmar lo que pensaba. Las memorias del pasado de Wei Wuxian habían desaparecido, probablemente tras agotarse la energía después de su encuentro.

Perdiste la conciencia –Respondió –Regresaste tu estomago y tu ropa quedó inservible.

Wei Ying se incorporó lentamente, mirando a su alrededor, luego buscó su teléfono, el cual permanecía en una de las mesas de la biblioteca

En ese caso será mejor que me vaya a descansar –Tomó sus cosas, en su rostro había incomodidad –Gracias por cuidar de mi, y disculpa que vieras algo tan feo. Nos veremos mañana después de clases para continuar con el proyecto –Nuevamente la sonrisa del chico se asomaba en sus labios –Descansa, Lan Zhan.

Lan WangJi no supo que responder. No quería delatarse. Guardó silencio, enfocándose en el libro. Escuchó la puerta cerrarse. Inmediatamente, y con calma, buscó aquel objeto en común que sostenían ambos en el momento en que sus memorias regresaron, el cual se cuidó de no guardar a fin de investigarlo con mas seriedad. Fácilmente lo reconoció. Ambos usaron energía espiritual para llenar aquella campana, a petición de Wei Wuxian. Nunca preguntó la razón, tan solo confiaba plenamente en el, como lo había hecho siglos atrás. La vida era efímera y los cuestionamientos estaban de mas cuando la confianza y lo que mutuamente sentían eran tan fuertes como su vinculo presente. 

Cogió un trozo de papel y tras un poco de esfuerzo, trazó unos caracteres con un lapicero, temiendo que una vez que su energía se agotara, perdiera su conciencia. Tenía aun algo de esperanza en que su reencarnación fuera dedicada en sus estudios y lograra descifrar la petición que plasmó en papel. Lo dejó en uno de los libros que estaban encima de la mesa y continuó investigando.

Al poco tiempo su propia vista se nubló, desvaneciéndose sobre la mesa. Tan solo el silencio quedó como testigo de aquel instante, en donde las esperanzas de los recuerdos que volvían a ellos surgían de las cenizas.

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Tiempo Pasado

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Wei Ying terminó de tocar aquella melodía tan familiar para ambos, ante la atenta mirada de un Lan WangJi, quien a pesar de su estoicismo, mostraba un brillo en el ámbar de su mirada, como si la esperanza regresara a el.

Regresé, Hanguang Jun –Wei Wuxian le dedicó una mirada llena del mas profundo amor, a pesar de que en el fondo sufría por ver el estado de deterioro que la mente del segundo jade había alcanzado una vez que la marcha de la vejez pasó por ellos. A pesar de su alto nivel de cultivo, no habían logrado la inmortalidad, y las arrugas en sus manos eran prueba de ello. 

Wei Ying...–Lan WangJi lo abrazó con fuerza. Una lagrima surcó su rostro, humedeciendo la ropa de Wei Ying. El antiguo Patriarca Yiling se resignaba al hecho de que ahora, la mente de Hanguang Jun revivía momentos felices, y también llenos de tristezas. 

En ese momento, la mente de Lan WangJi había trasladado al Segundo Jade a la época en que las heridas del látigo de la disciplina aun eran recientes, al igual que la muerte de Wei Wuxian. Este sabia que su esposo no le reconocería físicamente, a menos que tocara la melodía compuesta para él. Wei Wuxian deseó tener el coraje suficiente para llorar frente a el, tras revivir el dolor que su partida le había causado. Pero esta vez, en el lugar que habían escogido para pasar sus últimos años, el debía ser mas fuerte que Hanguang Jun.

Lan-Er Gege, Quiero oir esta canción en tu Guqin, ¿Puedes?

Aquel era el consuelo que permanecía entre el amor incondicional que prevalecía a pesar de los años y de la belleza y juventud ahora disipada.

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x-x-x-x

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Notas: Espero no me maten por semejante cosa que he hecho. Soy amante de los momentos fluffy, así que aseguro que habrán muchos, para compensar lo angst de esta historia.

Par de tontos. En vez de investigar lo que sucedía, procecieron al cogimiento, de sus manos. 

Les dejo un par de memes hecho por mi para que se rian un rato despues de semejante momento triste. Prohibido expropiarselo sin permiso ;) 





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