—¡CAPÍTULO SIETE!
Conexión invisible.
Harper observó a las personas que se habían presentado hace unos minutos. Todas pálidas, de ojos dorados, lo cual en su cabeza no tenía sentido, ya que se suponía que los hijos del matrimonio Cullen eran todos adoptados, cosa que se había enterado hace tan solo unos pocos segundos.
La bruja observó a la persona más alejada, el chico de ojos color carbón.
Lukas parecía en otro mundo, cuando en realidad su cabeza estaba en una sola cosa: el control.
La chica británica observó a la madre de la familia, preguntándose por el peso que lleva en sus hombros, preguntándose qué se siente ser madre o mejor dicho, que se siente ser hija de una madre, algo que ella nunca había experimentado.
—Querida ¿No quieres nada de comer?— Preguntó Esme al sentir como los demás la fija mirada de la humana en ella.
—Gracias Esme, pero no, estoy bien así.— Harper fue rápida en responder.
—La doctora Maurise Hernández me dejo el informe de la sección de hoy. Ya hay muchas cosas de las que tendríamos que trabajar para tu bien estar.
Todos observaban a la bruja. ¿Qué iban a saber ellos de dolor? Encerrados en cuatro paredes altas llenas de amor y familia. Ella no debía arreglar nada de ella, ellos tenían que aprender a vivir con eso que ella tenía, y si no querían la bruja se iría de sus vidas de una vez por todas.
—¿Porqué no nos cuentas algo más de ti, Harper? —Isabella insistió más en conocer a su nueva hermana.
—¿Cómo que? Solo soy una adolescente normal que estudia en un colegio británico, convive con sus amigos y no tienen nada para contar.
Harper había sido sincera, para su entorno ella era demasiado normal, su única habilidad era tocar el violín, recordaba cuando se lo había mostrado a Hermione, tocando un instrumento Muggle, la castaña había saltado de emoción.
Jules lo único que sabía hacer a día de hoy era ocultar sus penas en pastillas, porque la vida nunca había sido buena con ella, la hacían pagar precios a cosas que nunca había pedido.
Edward estaba angustiado, su familia tenía muchos pensamientos, y el los tenía que escuchar todos. Agobiado de tantas opiniones distintas, creyendo que no podría formular la suya propia, no le cabía en la cabeza, era mucho ya. Debían parar. Las únicas dos cabezas que para el eran un misterio, un silencio, eran las de las hermanas Swan, su esposa y su ahora cuñada, parecían dispersadas.
—¿Cómo se siente Forks? Muy distinto debe ser a Inglaterra.— Preguntó interesada Alice.
—Oh si, el clima es bastante más frío y es un poco más chico y es bonito, porque cierra la imaginación a que no hay mucho más allá a lo que temer, solo tienes que vivir una vida tranquila supongo.—Uso su tono más convincente la adolescente.
Quedaron sorprendidos con su manera de pensar, tan madura, tan abierta a cosas nuevas. Sin duda Harper había tenido que crecer rápido, había tenido que madurar para sobrevivir y eso era algo tan sorprendente y a la triste y solitario.
Harper Jules Di Cleardio no tenía interés en conocer a todas las personas en esa sala.
La rubia que se había presentado algo arisca como «Rosalie».
Su pareja a su lado, un hombre grande y de cabellos oscuros llamado «Emmett».
Luego el matrimonio de los Cullens que consistía en el doctor, ya conocido y la mujer castaña llamada «Esme».
Por otro lado una pareja que llamó en cierta manera su atención, por lo distintos que eran: « Jasper y Alice » el rubio y la enana de cabellos cortos que no paraba de sonreír, mientras el más parecía estar sufriendo.
Por último estaba el chico de ojos color carbón «Lukas ».
¿Había una razón para quedarse en ese pueblo? ¿En ese continente? No, no la había. Harper sabia que ni bien la primera oportunidad de irse se presentará, se iría sin pensarlo. Después de todo ese no era su hogar, Hogwarts si.
—¿Qué te gusta hacer? Tengo entendido que los adolescentes ahora tienen otras modas.—Ilusionada comentó la duende.
—Mmm... me encanta leer, estudiar, escribir, a y toco el violín.— Argumentó.
—Nuestro Eddy toca el piano, ¿Verdad Eddy?—Emmett parecía chistoso con el apodo.
Su mejor amigo, Tobías Erin Rowle, también tocaba el piano. Recordaba largas tardes ellos dos, en las afueras de Hogwarts tocando sin parar. Esos recuerdos habían quedado tan alejados.
—Oh genial, algún día deberías tocar en mi presencia.— quizo ser amable.
—Tu en la nuestra también Harper. ¿Qué sueles tocar? —Preguntó curioso Edward.
—The Beatles, Nirvana, Queen. Quizá un poco de Pink Floyd. —Pensó un poco la bruja.
—Esa es la música que le gusta a nuestro Luk.— Recordó Emmett sonriente y burlón.
Sin esperar más todas las miradas fueron a parar a el castaño, que por primera vez en todo el día, tenía su atención en la conversación. Todos en su familia sabían que de eso iban los gustos de su hermano menor y no podían estar más feliz por ver cómo estos dos comparten gustos.
* * *
— ¿Entonces que? ¿Tenía razón?—Alice presumió frente a su amado.
Andaban solos alejados en el bosque. Una caminata sencilla y solo para ellos. Jasper miraba con fascinación los bailarines y perfectos pasos de la vampira.
Alice había tenido una visión unas semanas antes de la aparición de Harper. Eran una niña castaña y Lukas, su hermanito menor, sentados en una azotea escuchando una canción: «Killer Queen» de Queen. Sonriendo los dos, con sus camisetas de bandas y sus jeans rasgados y oscuros.
Alice y Jasper habían dudado de la certeza de esa premonición. Cuando la chica había decidido apostarle todo a su don, confirmando en la reunión de hace unas horas que era verdad; se notaba la conexión invisible entre esas dos personas. Y Jasper también lo sabía.
—Tu siempre tienes razón amor.
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Pregunta: ¿Cuál es el personaje que peor les cae de Crepúsculo? En lo personal yo creo que Jacob, más me gustaría saber sus opiniones.
@RossieSFF