POV POCHÉ
Aida bebió y luego se alejo hacia la pista alcanzando a Alba y a su amigo y se puso a bailar al ritmo de "The Middle" que sonaba en ese momento. Los observé bailar por unos minutos mientras bebía, cuando alguien entre todas esas personas llamó mi atención. Una chica de espaldas bailando al son de la musica, preciosa sobresalía entre cualquiera a su alrededor. Llevaba un vestido alto blanco de brillos con rayas verticales grises y un par de botines del mismo color.
-No puede ser, creo que eh bebido demasiado. -me dije a mi misma
Me puse de pie y abriendome paso entre la multitud empecé a acercarme al lado de la pista donde se encontraba, pero cuando estaba a punto de llegar ella empezó a caminar lejos de la pista. La seguí con la mirada y la vi ingresar a los baños, así que fui detras de ella. Tenía que salir de la duda, estaba muy ebria y no sabía si la mente me estaba jugando una mala pasada.
Ingresé al baño y la vi, estaba de espaldas pero podía ver su rostro por el espejo, efectivamente era ella, era Daniela Calle. La observé por unos segundos frente al espejo arreglarse como si fuera posible quedar mas hermosa.
Se acomodó el cabello porque lo tenia un poco desordenado de tanto bailar y luego se aplicó un labial de color rojo que hacía resaltar sus hermosos labios.
-Ese tono le queda muy bien señorita Calle. -le dije acercándome a ella por la parte de atrás.
-Dios!
-No Daniela no soy Dios, soy María José Garzón su jefa.
-Señorita Garzón me asustó. ¿Qué esta haciendo en este lugar?
-¿Debería ofenderme por esa pregunta? Supongo que lo mismo que usted. Digame señorita Calle, ¿Qué esta haciendo en este lugar? -le pregunté acercándome aun mas.
-Salí con unos amigos. -respondió un tanto nerviosa por la cercanía.
-¿Le han dicho que usted baila muy bien? -volví a preguntar, no estaba pensando claro, podia sentir todo el alcohol que había bebido correr por mis venas y las palabras salían de mi boca sin ningún análisis de posibles futuras consecuencias.
-¿Me estaba observando bailar?
Sonreí ante su pregunta, pues me había delatado yo misma. La miré por unos segundos perdiéndome en esos hermosos ojos color café y en un impulso llevé ni dedo pulgar hacia sus labios, ella rápidamente aceleró su respiración. La había tomado de sorpresa.
-Tiene una mancha aqui señorita Calle. -le dije limpiando con mi dedo su labio.
Daniela puso su mano sobre la mia y yo lleve mi otra mano hacia su rostro acariciando su suave piel.
-Usted es hermosa señorita Calle. -fueron mis ultimas palabras antes de acercar mis labios a los suyos.
-¿María José que está haciendo?
-María José..... María José.......Tierra llamando a María José......Poché!!
De repente escuché el apodo con el que me llamaba únicamente mi familia y fué cuando reaccioné. Todo había sido producto de mi imaginación, efectivamente había una chica bailando justo en medio de la pista y por atras era mucho el parecido con mi asistente lo cual habia causado que mi mente fantaseara con ella, pero ¿por qué?
-Poché
-¿Qué sucede Aida? Te eh dicho que no me llames así.
-Pues que te pasa joder, te llevo hablando mas de un minuto y no reaccionas tía, tenias la mirada perdida ¿a quién miras tanto?
-A nadie, creo que bebí demasiado será mejor que me vaya.
-Tía Mario llamó a Alba viene en camino.
Mi amiga acababa de decir eso y pude ver a Mario a lo lejos bajando por las escaleras del club con unos amigos.
Se acercó a Alba y la abrazó felicitándola supongo, cruzaron un par de palabras y luego caminaron en direccion hacia donde estábamos Aida y yo.
-Miren quien acaba de llegar. -dijo la cumpleañera emocionada.
Mario y yo nos quedamos viendo fijamente y todo se tornó intenso, así que para romper el hielo mi amiga abrazó a Mario saludándolo y le brindó un vaso con vodka.
-Vamos a bailar amor -le dijo Alba a Aida llevándola de la mano hacia la pista y dejándonos a Mario y a mi solos.
-¿Dónde has estado? ¿estas bien?
-Brindándote el espacio necesario para que tomes una decisión. -respondió de forma seria bebiendo todo el liquido que se encontraba en su vaso.
En ese momento tenía muchas cosas en la cabeza, no podía dejar de pensar en lo que me había ocurrido minutos atrás con mi asistente, fue tan real y cuando me di cuenta de que no, desee que lo hubiera sido.
-¿Qué te pasa María José? No te puede gustar tu asistente, es solo una muchacha, además no tiene sentido apenas la conoces. -me dije a mi misma.
Tal vez solo estoy encantada con su belleza física, porque eso no se puede negar es una mujer con una belleza de otro planeta.
-Creo que fue un error haber venido. -replicó Mario parándose de donde se habia sentado con intencion de irse.
-Espera
Le dije rodeando su cuello con mis brazos. El tomó mi cintura con sus manos esperando que le dijera algo, pero en lugar de hablar solo lo besé.
No sé porqué lo hice, y no sabía que decir una vez que terminara el beso, sólo creí que era lo correcto, por priemera vez en mucho tiempo me sentía confundida, algo que no era propio de mi.
-Y ¿esto qué significa?
-Hablaré con mi padre y mi hermana Mario, les contaré de nosotros y arreglaré para que se conozcan. -no podía creer que esas palabras acababan de salir de mi boca.
Una enorme sonrisa se dibujó en su rostro y me abrazó.
-Te amo preciosa, ya veras que esto será lo mejor para nuestra relación.
Cerré mis ojos intentando respirar y procesar lo que acababa de hacer y cuando los abrí pude ver a Aida parada justo en frente de mi, atrás de Mario. Fingí una sonrisa a la cual ella respondió negando con su cabeza y agachando la mirada.
Había entendido perfectamente lo que me quizo decir.
POV CALLE
Domingo 10 am.
Me desperté con un dolor de cabeza terrible, la luz del sol entraba por una rendija de la ventana y me daba en plena cara lo cual me fastidió y no me permitió seguir durmiendo.
La salida con los chicos había estado espectacular, hace rato que no me divertía así. Bailé, reí e incluso bebí aunque no lo hice como solia hacerlo antes pero podia sentir los estragos de la resaca. Revisé mi celular y tenía varios mensajes en el grupo de los chicos pero además Johan me había enviado por privado una foto de los dos juntos en el club y un lindo mensaje de buenos días lo cual me hizo sonreir, le respondí y luego me puse de pie, entré al baño directamente, me duché y salí en busca de Kim.
-Hola tu.... ¿Cómo amaneces? -le pregunté a mi amiga quien aún permanecía en su cama arropada de pies a cabeza. Raro
Al no tener ninguna respuesta decidí molestarla y me tumbé encima de ella en la cama, ante esto ella se volteo y pude ver su rostro lleno de lágrimas.
-¿Qué sucede? -le pregunté de inmediato y muy preocupada levantando su cara con mi mano
-Dejé a Sebas.
-¿Por qué? ¿Pelearon por algo?
-Calle, Sebas es casado siempre estuvo casado y nunca me lo dijo. -respondió esta vez hecha un mar de lagrimas refugiándose entre mis brazos.
-¿Estás segura de que es casado?
-Si.
-Ayer por la noche cuando tu no estabas vino y todo estaba bien, Calle hicimos el amor, por primera vez me dijo que me amaba y cuando se metió a la ducha me pidió que le pasara su ropa y al levantar el pantalon, un anillo de matrimonio cayó al piso.
-Debe haber alguna explicación Kim. ¿Le preguntaste?
-Cuando lo hice tenía la esperanzada de que me dijera algo que no me rompiera el corazón y al contrario se puso a llorar y lo único que dijo fue "lo siento".
-Ay amiga no sabes cuanto lo siento. Es un maldito. -repliqué llena de rabia, intentando consolarla.
Decidí acostarme a lado de Kim y hablamos por horas, intenté animarla pero fue en vano, el profesor Jaramillo le había roto el corazón en mil pedazos. Nunca desde que la conozco la vi asi por nada ni por nadie.
Después de tanto insistir logré convencerla de que tomara una ducha y salimos a almorzar fuera, luego caminamos un rato por central park y finalmente le pedí que me acompañara al una libreria a comprar un libro que quería. Durante todo ese rato trate de distraerla con diferentes temas de conversación, le conté sobre mi salida y de Johan y se que aunque Kim fingía ponerme atención por dentro estaba en el planeta Jaramillo.
Ya iban a dar las 6 de la tarde así que le propuse comprar pizza e ir a casa a ver peliculas, a lo cual ella dijo que si.
Llegamos al departamento nos pusimos pijama y decidi que esa noche dormiría con mi amiga como siempre hacíamos cuando una de las dos estaba mal, puse una pelicula de terror y me acoste a su lado.
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Me desperte muy temprano y salí de la cama con cuidado de que Kim no despertara, me dirigí a mi habitación y me duché rápidamente. Hoy tendría él almuerzo con el representante de la empresa Brasileña junto con Maria José así que tenia que ir muy bien vestida.
Empecé a buscar en mi armario el outfit, lo cierto es que tengo muchísima ropa pero nada parecía adecuado. Después de probarme todo lo que tenia finalmente me decidí por un buso negro cuello de tortuga con una falda high weisted color gris como rayas color vino y para darle un toque de elegancia combiné todo con una gabardina larga color beige y claro unas sandalias de tacón alto color negras. Antes de salir le dejé una pequeña nota a Kim a un lado su almohada.
<<Amiga se que hoy será un día difícil, pero recuerda que tu eres muy fuerte, siempre ha sido asi y por eso mereces todo lo bonito en la vida. Una buena forma de iniciar un día difícil es con un bueno desayuno así que el de hoy va por mi cuenta. Antes de ir al trabajo pasa por Preto's Cristian te estará esperando. Te amo mucho.>> -Calle
Tomé mis cosas y como de costumbre pasé por Preto's desayunando y comprando el desayuno para mi jefa y hoy tambien para Kim y después fui directo hacia la empresa.
Subí hasta el ultimo piso que era donde se encontraba mi puesto de trabajo y cuando llegué hasta mi escritorio para mi sorpresa María José ya estaba en su oficina, pensé que había llegado tarde pero miré el reloj y estaba incluso con 15 minutos antes. Tomé mi iPad y el desayuno, me anuncié por el intercomunicador y pasé a su oficina.
-Buen día señorita Garzón, hoy llegó temprano.
María José quien se encontraba ocupada ordenando algunos documentos que tenia en su mano levantó la mirada y se puso de pie acercándose un poco hacia a mi.
Como todos los días lucía radiante, a pesar de su tan común expresión facial llena de seriedad con esa postura rígida nadie le quitaba lo bella y sexy que era esta mujer. Hoy llevaba puesto un traje blanco a rayas que consistía en un pantalón y un blazer y le acompañaba una blusa negra y un par de tacones del mismo color.
-Buen día señorita Calle. Yo nunca llego temprano o tarde a algún lugar, por lo tanto si ud cree que hoy llegué antes en realidad es usted quien llega tarde.
¿Es en serio? Wtf y aqui vamos de nuevo la impredecible enana neurótica. Quién entiende a esta mujer Dios!
-Claro disculpe. Aquí tiene su desayuno -le dije con una expresión seria extendiéndole el vaso de capuchino y la bolsa de papel.
Ella tomó lo que le estaba entregando y observó detenidamente el vaso que contenía el liquido y luego soltó una pequeña sonrisa, suspiró como gesto de alivio y luego dijo:
-Que bueno que lo que dije sobre llegar tarde fué ahora, hubiera sido antes estoy segura de que hubiera escupido en mi café. ¿No lo escupió o si?
-No señorita no lo escupí, lo prometo.
-Bien. ¿Qué tenemos para hoy? -preguntó tomando un sorbo del capuchino y sentándose nuevamente en su silla.
-Ahora en la mañana a las 9:30 tiene una junta con el personal del departamento de finanzas.
De ahí no tiene nada mas hasta la 1:30 el almuerzo con el representante de Brasil.
-Muy bien y ¿por la tarde?
-No tiene reuniones pendientes para la tarde señorita, solo trabajo de oficina.
-Ok muchas gracias puede retirarse.
Salí de la oficina hacia mi escritorio a trabajar en algunos informes para el almuerzo de negocios, y al dar las 9:30 como estaba previsto la señorita Garzón tuvo su reunion a la cual asistí.
Después de esto la mañana pasó tranquila, Maria José pasó todo ese lapso de tiempo encerrada en su oficina leyendo documentos y haciendo no se que cosa en su computadora. Por alguna extraña razón no podía dejar de observarla, ella causaba cierta intriga en mi. Siempre eh sido buena leyendo a las personas pero con ella me resultaba prácticamente imposible. No sabia cuando estaba de buenas o de malas, un momento podia ser la persona mas amable del mundo y al otro era de lo peor. Pero había algo que siempre estaba ahí sin importar su estado de animo y era esa postura imponente y con aires de grandeza que la hacian una mujer tan interesante.
Sin notarlo me encontre a mi misma pensando en mi jefa mientras la observaba a través del cristal, cada día que pasaba en Garzón Industry me era mas evidente su gran atractivo físico y...
De pronto sentí a dos personas paradas justo en frente de mi escritorio y al alzar la mirada pude ver a Johan y a Paula ahí.
-Hola bonita -dijo Johan poniendo sus brazos sobre mi escritorio.
-Hola chicos ¿como así por aca?
-Ya es la hora de almuerzo y no respondías los mensajes asi que Joxy insistió en venir a verte. -respondió Paula
-Vamos a almorzar bonita, hoy yo invito.
-Johan me encantaría, chicos lo siento hoy no podré ir a almorzar con uds.
-¿Por qué?
-La señorita Garzón tiene un almuerzo importante de negocios y yo iré con ella.
-¿Ahora también te quita la ahora de almuerzo?-replicó Johan molesto.
-No Johan no es así, es mi trabajo.
-Estaba muy emocionado de hoy poderte invitar a almorzar. -dijo nuevamente el chico alto peli negro que tenia justo en frente a mi con una expresión de tristeza.
-Lo siento.
-Pero no es justo, tienes que decir algo Calle, no puede abusar de ti. Te hace trabajar hasta muy tarde, te quita la hora de almuerzo, ¿qué sigue?
-Johan calma mañana podrás almorzar con ella entiende es parte de su trabajo -le dijo Pau intentando tranquilizarlo.
Joxy estaba exagerando un poco con esa actitud sin embargo me sentía mal por el, se veia triste y decepcionado.
-Si quieres podemos cenar hoy, saliendo del trabajo. -le dije en un pobre intento de consolarlo.
Sus ojos se iluminaron de inmediato y se acercó a mi rodeándome con sus brazos y plantándome un rápido beso en la mejilla.
-Listo bonita entonces nos vamos juntos, te espero a la salida.
-¿Nos vamos señorita Calle? -al escuchar esa pregunta cerré mis ojos deseando que no fuera verdad, giré y pude ver a María José parada justo detras de mi. Fuck tal vez escuchó todo y vio como Johan me besó.
-Si señorita Garzón.
María José empezó a caminar con dirección al ascensor, yo rápidamente tomé los informes y mi bolso para alcanzarla. Salimos de la empresa de camino al restaurante, su chofer ya nos estaba esperando era la segunda vez que me subiría al mercedes de mi jefa. El coche arrancó y durante varios minutos permanecimos en completo silencio. Garzón llevaba el celular en su mano revisando mensajes cuando de repente sin mas y sin establecer ningun tipo de contecto visual preguntó:
-¿Arruine sus planes para hoy señorita Calle?
-No señorita, solo era un almuerzo con mis amigos como lo hago a diario.
-¿Amigos? Su novio parecía molesto. Vera debe odiarme por ocuparla mas tiempo de lo habitual.
-Johan es solamente mi amigo, y no se preocupe ellos entienden que es parte de mi trabajo.
No dijo ni una palabra mas y seguía en su teléfono celular, escribiendo mensajes que de seguro eran para él abogaducho de su novio.
-Llegamos señoritas. -habló el chofer de mi jefa, bajándose del auto para abrir la puerta.
Yo me baje primero del coche sosteniendo el iPad y el costoso bolso de Garzón, justo despues de mi se bajó ella, acomodó su traje, tomó su bolso y se direccionó hasta el interior del lujoso restaurante que yo habia reservado.
Tan solo un par de minutos después llegó el representante de Brasil, la mesa estaba lista asi que ordenamos y Maria José tomó empezó a hablar y le dio a conocer el plan de negocios de Garzón Industry al hombre que muy atento escuchaba cada palabra que salía de su boca. De vez en cuando Maria José me preguntaba algún dato o simplemente me miraba para que yo le confirmara al representante lo que ella estaba diciendo, lo cual por su puesto yo hacia
-Y entonces, ¿Qué le parece mi propuesta Sr. Smith?
-Creo que tenemos un trato señorita Garzón. -respondió el hombre estirando su mano derecha para estrecharla con mi jefa.
-Acaba de tomar una excelente decisión.
-¿Cuándo viajará a Brasilia para firmar el contrato y que conozca a todos los socios y la empresa?
-Lo arreglaré lo mas pronto posible y en cuanto tenga fecha le hago saber.
Después de esas palabras el hombre se puso de pie, se despidió y se fue del lugar. Al asumir la reunión por terminada yo me dispuse a hacer lo mismo, pero Maria José puso su mano sobre la mia haciendo que me paralizara por completo.
-Aún no señorita Calle, acabamos hacer un excelente negocio y hay que celebrarlo.
Mesero!!
-¿Si señorita?
-Por favor dos copas del mejor vino que tenga.
-Enseguida señorita.
-Pensé que usted no bebía vino señorita Garzón.
-No lo hago, pero usted si. -respondió presionando un poco su mano que aun estaba sobre la mía para luego retirarla delicadamente.
Lo recordaba, recordaba nuestra plática casual sobre el wisky y el vino. Maria José Garzón me pone atención cuando le hablo, pero aun mas importante le importa y considera lo que digo. Iba a beber algo que no le gusta solo porque a mi sí.
¿Por qué algo tan simple como esto me llenaba de felicidad?
¿Por qué me sentía especial? Me había hecho sentir especial.
El mesero se acercó a nosotras con las dos copas de vino sobre un charol y antes de que el pudiera tomarlas mi jefa se adelantó extendiendome con su mano una de las copas y por su puesto ella tomando la otra.
-Salud Daniela
-Por mas buenos negocios. -le dije levantando mi copa.
-Y mas copas de vino. -respondió
No se cuantas personalidades tiene Maria José pero cada que descubro una nueva quedo realmente sorprendida.
-Daniela este viaje a Brasil tiene que hacerse lo más pronto posible. Organice mi agenda de tal manera que jueves y viernes queden libre.
-Claro que si jefa, apenas lleguemos a la oficina lo haré. ¿Entonces viajará este jueves?
-Esa es la idea. Necesito que reserve el vuelo y hotel.
-Listo no se preocupe, yo me encargaré de todo.
-Otra cosa, ¿Si tiene pasaporte verdad? porque usted viene conmigo.Este es un viaje de negocios y necesito a mi asistente.
-Señorita Garzón yo..... -no puede terminar de hablar, su voz me interrumpió.
-Sus horas extras obviamente serán remuneradas y está demás mencionar que los gastos del viaje corren por cuenta de la empresa .
Sin darme oportunidad a decir algo referente al tema, se puso de pie y caminó hacia la salida del restaurante, yo sin mas la seguí. Nicolas su chofer nos llevó de regreso a la empresa, el trayecto fue en total silencio, mi jefa miraba fijamente por la ventana y yo no podia asimilar aún el hecho de que yo iría a ese viaje con ella.
La tarde pasó tranquila, María José se encerró en su oficina como de costumbre y yo me puse a organizar todo para el viaje como ella me lo había solicitado. Empecé reagendando sus compromisos de jueves y viernes, pero cuando quise reservar vuelos y hotel me di cuenta que no tenía idea de que aerolínea prefería y a que hotel le gustaría llegar, así que con la finalidad de no cagarla en grande me anuncié por el intercomunicador y pasé a su oficina.
-Señorita Garzón disculpe que interrumpa su trabajo pero necesito información sobre las reservas.
-Claro digame.
-¿Qué aerolínea prefiere y a que hotel le gustaría llegar?
-Sabe señorita Calle conmigo solo se trata de escoger los nombres que están en lo mas alto de la lista.
-Muy humilde de tu parte Garzón -pensé.
Escucharla hablar a veces hacia que me preguntara si yo me veia y escuchaba asi de arrogante cuando usaba el dinero de mi padre a mi antojo. No se porqué pero ella podía ser todo lo arrogante que quisiera y solo lograba verse más sexy.
-Entiendo señorita. ¿Alguno de los nombres que están en lo mas alto de la lista que sea de su preferencia? -pregunté con cierto tono de sarcasmo abriendo una media sonrisa con mis labios.
-No iremos con una aerolínea en vuelo comercial, no quiero llegar estresada a trabajar. Iremos en el Jet privado de la empresa y en cuanto al hotel quiero que reserve la mejor suite en el Windsor Plaza Brasilia y asegúrese de que tenga dos habitaciones.
-Si señorita como ordene.
Salí de la oficina e inmediatamente hice lo que me pidió, luego de esto llame al representante de Brasil para darle a conocer nuestro día y hora de llegada.
POV POCHÉ
Ya casi eran las 6:30 de la tarde y yo permanecía sentada en mi oficina frente al ordenador pretendiendo trabajar, y digo pretendiendo porque en realidad lo unico que estaba haciendo era pensar en ese viaje y preguntándome por qué carajos le había dicho a Daniela que venga conmigo, prácticamente se lo impuse sin darle oportunidad a que se negara y es que estaba en todo su derecho de hacerlo pero yo no quería que lo hiciera.
La verdad es que jamas desde que llegué a Garzón Industry eh llevado a nadie a realizar negocios conmigo pero con Dani era diferente, la quería cerca todo el tiempo. En fin se que será un excelente apoyo en ese viaje ha demostrado ser muy eficiente y una excelente compañia.
-Hola bonita ¿Lista para nuestra cita?
Aterricé luego de haberme perdido en mis pensamientos. Dirigí mi vista hacia donde estaba Daniela y pude ver a Johan Vera conversando con ella.
Calle había presionado por error su intercomunicador y por eso yo podía escucharlos.
-Te voy a llevar al mejor lugar de New York. ¿Estas lista? -preguntó el intenso bastante emocionado.
-Claro dejame apago esto y nos vamos. -contestó ella.
No debería estar escuchando esto, estoy invadiendo su privacidad una vez mas. Pero ¿que me pasa? dirigí mi dedo índice hasta el botón del intercomunicador para apagarlo, pero Vera habló otra vez provocando que me detuviera.
-Hoy será una noche grandiosa bonita ya lo verás. Después de cenar te llevaré a un lugar muy especial, muero por mostrarte todo lo que puedo llegar a hacer cuando alguien realmente me importa.
Escuchar eso me molestó mas de lo que jamás me hubiera imaginado. Sentí una rabia irracional que solo me provocaba salir y despedir a ese idiota. En un impulso me puse de pie dirigiéndome hacia donde estaban y a unos cuantos metros de de llegar a la puerta puede escuchar esta vez a Dani.
-Lo siento Johan solo será la cena, tengo clases y mi mejor amiga no está pasando por un buen momento y quiero estar con ella.
Dejé de caminar y una sonrisa involuntaria se dibujó en mi rostro.
-Disculpe señorita Garzón, ¿necesita algo antes de que me retire?
Aceleré mis pasos hacia mi escritorio nuevamente para responderle.
-No señorita Calle, hasta mañana.
Y pude ver como abandonaba su escritorio entre sonrisas del brazo de Vera....
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Llegué a mi departamento y me di una ducha rápida, puse algo de música y fui hasta el mini bar para servirme un vaso de wisky, pero por primera vez en la vida no era lo que me apetecia. No podía dejar de pensar en ella y no quería sentirme asi, no podía permitirme él sentirme asi.
Tomé mi celular y escribí un corto texto.
-Hola ¿estás ocupado?, estoy en casa. ¿vienes?
-voy
-Traes una botella de vino tinto.
-¿Vino?
-Si
-okay
No pasó ni media hora cuando escuché el ascensor de mi departamento abrirse.
-Señorita Garzón, debes estar realmente jodida para que me busques a mi.
-Hola Alejo.
-¿Qué pasó? Realmente me sorprendió recibir tu texto. ¿Todo bien?
-Si todo bien y no seas exagerado, ya se que últimamente no hemos compartido fuera de la empresa, pero es porque siempre estoy muy ocupada.
-¿Y se puede saber para quien es el tinto que me pediste? Por que tu no tomas vino querida.
-Es para mi, hoy me apetece algo diferente. ¿Te tomas unas copas conmigo?
-Sera un placer Poché. Como en los viejos tiempos.
-Como en los viejos tiempos -le respondí y ambos reímos.
Hablamos durante horas tratando de ponernos al día. Antes de la empresa Alejo y yo eramos muy cercanos y buenos amigos, de hecho cuando el estaba atravesando momentos dificiles para aceptarse a si mismo acudió a mi y me confesó que era gay. Cuando asumí la dirección de Garzón Industry todo eso cambió, yo me cerré en la idea de que no puedo mezclar trabajo con relaciones personales asi que me distancie.
-Así que finalmente cediste y ahora formalizaras tu relación con Mario.
-Si
-Vaya se ve que hacer eso te hace la mujer más feliz del mundo. -dijo alejo con un muy notorio sarcasmo.
-¿Qué es lo que se supone que deba hacer Alejo? Llevamos saliendo ya unos meses y tiene razón en pedirme algo así.
-Eso no te lo discuto, pero Poché no te veo convencida de hacer esto. ¿Lo amas?
-Lo quiero, es un buen hombre y algún día tengo que casarme no?
-Esa no es la respuesta de una mujer enamorada y convencida amiga.
Las palabras de Alejo habían sido las mismas que las de Aida, para todos era evidente que yo no amaba a Mario, menos para el y para mi. Yo seguía insistiendo en convencerme de que él es el hombre indicado.
Le pedí a Alejandro cambiar de tema, tomé la copa de vino que estaba servida sobre la mesa y percibí su delicioso aroma el cual me recordó a esa niña de preciosos ojos cafés y sin premeditarlo sonreí y tomé un gran sorbo de su contenido.
-¿Y tu desde cuando tomas vino María José Garzón?
-Desde Daniela Calle. -solté y esta vez por decisión, sentí que si no decia su nombre en alto, me ahogaría. Tenía que decirlo en alto y para alguien mas, solo así podría convencerme de lo que estaba pasando.
-¿Daniela Calle? Tu asistente Daniela Calle!!! -prácticamente gritó, llevándose las manos a su rostro en sorpresa. -No entiendo, ¿me explicas?
-Es que yo tampoco entiendo Alejandro. -le respondí poniéndome de pie y caminando al rededor de la sala.
-A Daniela le gusta mucho el vino.
-Ya ¿y eso que tiene que ver con que tu lo estés bebiendo? espera, noooooooo!!
-No es lo que piensas Alejo.
-Te gusta tu asistente. -dijo con una evidente emoción.
-Entonces si es lo que piensas, bueno no sé te juro que no seeeeeee que me pasa con Daniela Calle.
-Daniela es hermosa María José no es raro que te guste, sin embargo me intriga pues la empresa está llena de gente hermosa y jamás te interesó nadie, al menos no que yo sepa.
-Nunca me ha interesado nadie de la empresa Alejo.
-Entonces ¿qué tiene Daniela Calle que no tiene nadie mas?
-Ella es diferente al resto sabes, es estúpidamente hermosa es que marica su cara parece de mentira, además es inteligente y tiene mucha clase. Es una niña consentida y muy resentida, ¿puedes creer que casi me hizo rogarle para volver a la empresa? Es sarcástica pero a la vez amable y se preocupa, tiene aires de grandeza porque sabe que puede, es que Alejo ella puede.
-¿Ella siente lo mismo? Porque marica así como hablas de ella, noto que estas jodida.
-Claro que no Alejo, para ella yo soy únicamente su jefa molesta y aparte creo que está saliendo con Johan Vera.
-¿Piensas decirle?
-Claro que no, no estoy interesada en tener o intentar nada con ella, solo tiene algo o mucho que me gusta pero ya se me pasará.
-Esperemos que así sea, porque dentro de poco formalizaras tu relación con Mario. -dijo Alejo dándome un golpe de mi realidad.
Seguimos hablando por un par de horas mas hasta que nos bebimos todo el vino, después Alejo que marchó a su casa y yo a dormir.
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Me desperté muy temprano por la mañana, hice un poco de ejercicio, me duché y me preparé para ir a la empresa, como de costumbre Nicolas estaba listo esperándome en la puerta de mi edificio. Entre hoy Martes y mañana Miercoles tedría que finiquitar cualquier pendiente para poder viajar el jueves por tal razón decidí llegar antes al trabajo. Cuando llegué a Garzón Industry subí directo al ultimo piso y al abrir las puertas del ascensor pude ver que Daniela aun no llegaba, entré directo a mi oficina y me puse a trabajar.
No pasaron ni 20 minutos cuando pude ver a mi asistente llegar y dejar sus cosas sobre el escritorio. Dios se veía preciosa el día de hoy usaba un look casual, jean azul ajustado al cuerpo una camiseta blanca y un blazer a rayas negro con blanco con unos tacones altos color negro.
-Buen día señorita Garzón, al parecer hoy llegué tarde, mis disculpas.
-Llega a tiempo.
-¿Está diciendo que usted llegó antes?
Traté de permanecer seria, no quería darle el gusto de hacerme tragar mis propias palabras, pero por dentro me estaba muriendo de la risa. Esta niña no olvida nada. Bien jugado señorita Daniela Calle, bien jugado.
-Disculpe solo era una broma -se disculpó pensando que me había enojado jajaja.
-Veo que está de muy buen humor el día de hoy, ¿le fue bien en su cita de anoche? -mierda, mierda por qué pregunté eso.
Daniela se quedó en total silencio, me imagino sin tener idea de porqué me metía en sus asuntos y sin saber que responder.
-Disculpe solo era una broma. -le dije tomando las mismas palabras que ella me habia dicho antes.
Ella sonrió, tomó su iPad y empezó a decirme los asuntos que teniamos que trabajar durante el día.
-Y con esas llamadas terminaría por hoy Señorita Garzón.
-Ok.
-Si no me necesita para nada mas, con su permiso.
-¿Señorita Calle no está olvidando algo?
Daniela se detuvo desbloqueando su tableta y se puso a revisar una vez mas la lista de actividades del día tratando de encontrar lo que se le olvidó.
-Mi desayuno Daniela.
-Oh lo siento señorita Garzón, le dejé en mis escritorio, ahora voy por el.
Durante toda la mañana nos dedicamos a trabajar, a la hora de almuerzo Calle salió como de costumbre con sus amigos y yo me quedé trabajando. Eran las 2:30 de la tarde cuando pude ver a la morena llegar y sentarse en su escritorio nuevamente.
Las horas se me fueron entre el trabajo, sus ojos, su sonrisa y los adorables gestos que hacía mientras revisaba archivos en su computadora.
-Señorita Garzón, el Dr. Mario Ruiz acaba de salir por el ascensor. -escuché por el intercomunicador.
-Gracias srta. Calle. Por favor traigame una taza de café, lo necesito.
-Hola mi amor, ¿cómo estás? -preguntó Mario ingresando directamente a ni oficina sin tocar como lo hacía de costumbre.
-Hola baby bien ¿y tú? -respondí poniendome de pie para darle un abrazo.
-Bien mi amor. Oye ¿ya llamaste a tu papá para cuadrar lo de este fin de semana?
Escuchar esa pregunta hizo que me diera cuenta de que no le habia contado nada a Mario sobre el viaje a Brasil.
-No baby mira este fin de semana no va a poder ser. Me surgió un viaje imprevisto de negocios y el jueves vuelo a Brasil.
-¿Qué? esto es increíble -replicó Mario con una sonrisa irónica alejandose un poco de mi. -esto es típico de ti María José.
Cancela el viaje o envía a alguien mas.
-Mario sabes que no puedo hacer eso.
-Me dijiste que este fin de semana formalizaríamos nuestra relación. Ahora de la nada te surge un viaje y ni si quiera te dignas en avisarme. ¿Y si yo no venía hoy? ¿Cuándo me avisarías? cuando ya estuvieras en Brasil seguro.
Mario estaba realmente molesto, dando vueltas en la oficina de un lado a otro, cuando pude ver a Calle aproximándose a la puerta de la oficina.
-Permiso señorita Garzón aquí esta su café. -dijo ingresando y dejándo la taza sobre mi escritorio.
-Oye niña no ves que estamos en medio de una conversación aquí o es que eres ciega? Largo!!
-Mario!! -le grité llena de rabia por la forma en la que había tratado.
-Disculpe señor -me interrumpió Calle -con todo el respeto usted no es mi jefe, la señorita Garzón fue quien me contrató y solo de ella seguiré órdenes. Le pido que por favor no me vuelva a tratar de esa forma porque entonces no respondo.
-¿No respondes? ¿Esta es la clase de personal que tienes trabajando para ti María José? Pídele que se vaya!
-El que se tiene que ir eres tú Mario, retirate de mi oficina, no te quiero ver.
-Con su permiso. -dijo Calle disponiendose a salir de la oficina.
-Usted se queda aquí Daniela.
-Vete Mario, sal de mi oficina ya.
Nunca había visto a Mario con esa actitud, el jamas había demostrado ser irrespetuoso o grosero. Pero no podía permitirle ese tipo de comportamiento. No en mi empresa, no cerca de mi, no con una mujer y peor si se trataba de Daniela.
-Perfecto, que tengas un excelente viaje! -dijo y salió de la oficina furioso.
Calle y yo nos quedamos solas parada una frente a la otra y pude ver la incomodidad que ella sentía por todo lo que había sucedido, intentó hablar pero yo me adelanté.
-¿Daniela está bien?
-Si
-Le pido una disculpa por todo lo que acaba de presenciar y por la actitud de Mario, el no suele ser así.
-No se preocupe señorita Garzón. ¿Se encuentra usted bien? -preguntó con un todo de preocupación.
-Si... puede retirarse.
Daniela asintió con su cabeza y salió de la oficina, yo por mi parte no tenía mas ánimos de trabajar, estaba furiosa con Mario y avergonzada con Calle. No podía seguir ahí, tomé mis cosas y salí.
POV CALLE
Día del viaje
Aeropuerto: Jueves 7:30 am
Era la 3 vez que le timbraba a su celular sin obtener respuesta alguna. El vuelo literalmente estaba programado para las 8 faltaba media hora y no había señales de María José Garzón.
Me sentía estúpida esperando por ella cuando tal vez ni si quiera iba a llegar. Despues de esa discusión que tuvo con su novio salió de la oficina y no volvió a trabajar más, el día miercoles ni si quiera se apareció por la empresa, es obvio que no vendrá. Suspiré profundo y miré el celular por última vez sin tener ninguna señal. Esto es de por gusto, me voy! Me paré de dónde me encontraba sentada, tomé mi maleta y empecé a caminar.
-¿Lista para Brasil señorita Calle? -escuché su voz justo detrás de mi.
-Lista -respondí volteando para encontrarme con ella.