¿IMPOSIBLE? | P.P | Spiderman...

By jackxman

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¿IMPOSIBLE? | « Con estos súperhéroes, es imposible que alguien no salga herido algún día. Si cuando "no los... More

►SINOPSIS
►NOTAS
►CAST
►SOUNDTRACK
1 - ¿Alex?
2 - Lunes
3 - Midtown
4 - Viejos amigos.
5.00 - Gracias Araña
5.01 - La niña de Delmar's
6 - ¿Un paseo?
7
8 - Sábado peculiar.
9.00 - Sábado doblemente peculiar
10 - Bibliotecaria
9.01 - No confío
11.00 - Pasta y Ci Vediamo Presto
12.00 - Tiempo al tiempo...
11.01 - Hill
13 - Algo vendrá
14
12.01 - Pasado
15 - Error
SEGUNDA FASE
16 - Amada
17 - Suerte
18 - Están dentro.
19 - Personalidad
20
21 - Madurez
22.00 - Momentos
22.01 - TADASHI
23 - Area Gris
24 - Vida
25 - Palabras
26.00 - No sabes
26.01 - Atención
27
28 - Día • 29 - Noche
30
TERCERA FASE
31 - Pros y Contras
32.00 - Videos
32.01 - Videos
32.02 - Videos
33 - Lazos
34 - Frío
35 - Parejas
36.00 - Casa
37 - Amanecer
36.01
38.00 - Conversaciones
39
40.00 - Taller
38.01 - Conversaciones
32.03 - Videos
40.01
41 - Gripe
42 - Adivinanzas
CUARTA FASE
43.00
43.01
44 - ¿Amigos?
45 - Promesa
46.00
46.01 - Dejar
47 - Energía
48 • 49
48.01
50 - Volver
51. 00 - Traslado
51.01
52.00 - Golpe
52.01 - Bajo
53 - Desesperación
54 - Ocultar
55 - Protección
56 - Vivir
Endgame
57.00 - Feliz
57.01 - Cumpleaños
58 - Decisiones
59 - Terminar
60
QUINTA FASE
61
62
63
65 - ¿Posible?
EXTRA(S)
Carta perdida de Tony Stark
SECRET-VERSE
Video de Jen
Carta de Ned
10 de Noviembre
04 de Diciembre del 2004
Audio de Peter
Preludio: Hechos.
2. Llamadas con Tony
3. Maria
4. Peter

64

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By jackxman

«Te prometo, que haré todo lo posible para salir de esta, Little»

Los términos de Maria fueron muy claros.
     1. Ni una palabra de lo ocurrido.
     2. Nada de preguntas o de investigaciones, todas sus dudas respecto a los Mutantes y a Carlos, serán aclaradas.
     3. Pronto, ella los llevará de nuevo en cuanto Carlos se estabilice, sin rastreadores.
     4. Ni una palabra a Ashley.

Eran las 8:23 cuando Alex despertó en su habitación de la Torre, apenas y había logrado conciliar el sueño. TADASHI se había encargado de difundir la noticia del velorio de Hugo en cuanto todo estuvo listo.
La adolescente había ignorado todos los mensajes que le llegaban desde que se dio a conocer que su mejor amigo había muerto, no quería saber nada al respecto. Por lo que ahora solamente le quedaba prepararse para enfrentar un nuevo día. Uno que aparentaba ser muy jodido.

—Cariño ¿Estás despierta? —Alex escuchó la voz de Pepper fuera de su cuarto —No alcancé a verte ayer que llegaron y... —la menor le interrumpió cuando abrió la puerta —Oh, cielo... —murmuró mientras notaba las ojeras que oscurecían el rostro de la adolescente.

—Hola... ¿Cómo estás? —le preguntó mientras forzaba los labios.

—Bien... En estos casos, bien —declaró, mientras le tendía su mano —Ven, vamos a desayunar.

La menor asintió, regresando un momento para ponerse unos tenis y una chamarra, la torre solía ser fría, y ahora estaban afrontando un día nublado y lluvioso, como si el clima supiera el estado de ánimo de todos ahí.
Caminó a la par de Pepper, agradeciendo que ella no tratase de buscar un tema de conversación, o hablara más de lo necesario. No necesitaban ser adivinos para notar la tristeza en Alejandra, menos si ellos también sentían la ausencia de Hugo Rogers.

—¿Ashley sabe? —preguntó Alex, antes de bajar el ultimo piso que faltaba para llegar al comedor.

—No le hemos dicho nada, ¿Quieres hacerlo ahora mismo? —preguntó Pepper, plantándose frente a ella —El velorio será a las 12 y la estancia privada a las 8, tenemos algo de tiempo.

Alex se detuvo un momento a pensarlo, tenía miedo de la reacción de su hermana, el día anterior le había prometido ir con Hugo al parque, sentía la culpabilidad en un grado que no conocía. Puso un poco más de atención en el ruido que ambientaba el piso de abajo, lograba distinguir la voz de Tony junto a la de Rhodey y Wanda, no tenía mucho tiempo desde que los restantes habían llegado de Viena.

—En cuanto despierte, le diré —declaró Alex, después de eso, bajó las escaleras restantes junto a Pepper, mientras las voces de quienes estaban en la cocina se hacían más claras. Fue evidente el silencio en cuanto notaron la presencia de ambas.

—No... Sigan en lo suyo —murmuró Alex, mientras se acercaba a la nevera, fue inevitable notar que su tío se había colocado un par de vendajes en el brazo.

—Buenos días... —saludó Rhodey y Alex solamente forzó una sonrisa —¿Entonces? —retomó la conversación que llevaba con los restantes, comprendiendo la situación.

—Confía en que le mandaremos sus cosas —dijo Wanda, acaparando la atención de todos.

—¿Tu qué harás? —le preguntó Tony a Wanda —Sabes que puedes quedarte aquí el tiempo que necesites.

"Este no es mi asunto... Pero igual me voy a meter." pensó Alejandra cuando notó que estaban hablando sobre cómo y dónde terminaban los Vengadores después de todo lo ocurrido.

—¿Se irán todos? —preguntó Alex, interrumpiendo mientras sacaba los cereales de los estantes y ahora sí les prestaba atención.

—Steve se fue, T'Challa le ofreció hospedaje en Wakanda —explicó Rhodey, aunque Alex se quedó igual —Wakanda, en las noticias... África, Vibranium...

—El Soldado del Invierno criogenizado —le explicó Tony, y esta asintió, recordando todo lo que su tío le había contado sobre la guerra interna que habían tenido.

—Bueno, todos asumimos que Barton regresará definitivamente con su familia, sólo que aún no nos dice algo —siguió Rhodey —Sam, no tengo idea, supongo que conseguirá un departamento o algo —Hizo mención a Falcon, logrando que Alex recordara la vez que se lo toparon en uno de los ascensores de S.H.I.E.L.D.

—¿Tu regresarás a California? —le preguntó Stark a su mejor amigo.

—Sí, bueno... Estaré yendo y viniendo.

—¿Scott se quedará en San Francisco? —les preguntó Wanda —Ayer no logré saludarlo.

—Supongo que sí, tiene que estar con su hija —contestó Stark. Alex solamente los veía, seguía algo perdida en la conversación —Scott es el Hombre Hormiga, el aliado de Hank Pym de Industrias...

—Ya, ya recordé —interrumpió, para después ver a Wanda —¿Te irás? —le preguntó, en un tono muy áspero, recibió una pequeña mirada retadora de Pepper y de Tony —Ah, lo siento...

—No te preocupes, sé que no querías decirlo así —la bruja asintió mientras hablaba, no hacía falta explicar su empatía por la adolescente —Aún tengo que terminar los trámites de mi ciudadanía, así que... Primero terminaré con eso y luego tomaré una decisión —dijo, acariciando levemente el hombro de Alex —Me tendrán aquí un buen rato —bromeó con Tony y Pepper.

—¿Nat se irá? —preguntó Alex, mientras movía la cuchara dentro del plato con su cereal, no le apetecía en lo absoluto, pero sabía que tenía que comer.

—No pude preguntarle anoche —se excusó el azabache.

Los mayores intercambiaron miradas entre sí, tratando de interrogar a Tony sobre qué había pasado después de que a Alejandra la interrogaran en S.H.I.E.L.D.
Ya que era lógico que ella tuviera reacciones negativas debido a la muerte de Hugo, pero su comportamiento llegaba a ser errático.

—Le haremos una especie de Homenaje a Hugo a las 8, están invitados. Será varias horas después de el entierro, porque las personas que no tenían idea de todo, estarán presentes y bueno... Identidades y todo eso —explicó la chica mientras tomaba su plato y se dirigía a la sala que estaba unos metros de la cocina, había un par de sillones y una pantalla holográfica, y aunque no estuviera eso, prefería estar ahí antes que ser interrogada sobre cómo se sentía.

Stark solamente sintió la presión que ejercían las miradas de los contrarios en él, lo que lo ponía entre nervioso y neurótico. "¿Ashley no ha despertado?" se atrevió a preguntar y Friday negó.

—Creo que lo haré yo entonces —indicó, esperando que Alex le pusiera atención, pero esta estaba más concentrada en las noticias —No deberías de ver...

—Debo de ver —lo interrumpió Alex —Necesito conocer la versión oficial de los hechos, ya que según todo el mundo, yo no estuve ahí y me enteré a eso de las 11 —explicó en un tono neutral, sin invertir mucho en sus palabras —Dejemos que Ashley despierte antes de las 10.

—¿Estás segura que nos bastará hora y media para que ella lidie con eso, se vista y nos vayamos al funeral? —preguntó Tony, ligeramente soberbio.

—Conozco a mi hermana, ya estuvo en los dos funerales más importantes de toda su corta vida —dijo, sin apartar su vista de los noticieros que se mostraban simultáneamente —Con mamá usamos lo de los ángeles, también con papá. Al parecer ellos tienen mucho trabajo.

Pepper solamente intercambió una mirada afligida con su pareja, este trató de sonreírle, pero no podía, la situación era agobiante para ambos. No habían tenido la necesidad de lidiar con una adolescente, menos con una niña. Y mucho menos, con la noticia de una muerte.

—¿En verdad crees que Ashley podrá con esto? —le preguntó Pepper, envolviendo sus propias manos en su regazo.

—Mi hermana es una caja de sorpresas —murmuró Alex, tratando de ocultar su nerviosismo.

Nadie se animó a decir algo otra vez.

9:47 am

—Alejandra... —le saludó Vision en la sala, ella sólo sonrió desde el sillón —Ayer... Sentí todo —señaló la gema que descansaba en su frente.

—Oh... Lo siento, supongo —aún le costaba mantener una conversación fluida con el evolucionado androide.

—No tienes porqué disculparte.

—¿Te dolió? —le preguntó, ahora interesada en la supuesta gema de la mente.

—En realidad, no siento la emoción, solamente algo de... Una especie de energía única —pausó un momento en lo que Alex le prestaba mayor atención —Lamento lo de Hugo.

Ella solo asintió, en realidad ya no sabía qué hacer con los pésames, ya había recibido muchos en tan poco tiempo. No quería normalizarlo, pero poco a poco lo hacía y no se percataba de ello.

—Alex, Ashley está despierta —anunció Tadashi.

La adolescente solamente se levantó de su asiento, las rodillas comenzaron a temblarle, sintió un hormigueo por toda su columna y se despidió de Vision. Se dirigió hacia la habitación de su hermana, esperando encontrarse con Tony y Pepper afuera de la misma.
Cuando llegó, esperó un par de minutos afuera, su respiración se volvió a acelerar en cuanto divisó a ambos salir del ascensor que estaba al final del pasillo.

Alex dio un respingo cuando la puerta de la habitación fue abierta por su hermanita.

—¡Alex! —gritó Ashley y luego le abrazó las piernas, era muy obvio el alivio que sentía la menor al ver a su hermana de nuevo.

—Hola, ash —le correspondió con una sonrisa muy delgada, se sentía tranquila al ver que estaba mejor físicamente después de lo ocurrido en la escuela tiempo atrás.

—¡Tony! —la menor comenzó a reír cuando el mayor la elevó en sus brazos.

—Buenos días enana.

Después de unos minutos de juego, los tres entraron a la habitación de Ashley. La niña se percató de que todos estaban serios una vez se sentó en medio de su cama y Pepper se acomodó junto a ella, era obvio que tenían cosas de las que hablar.

—¿Todo salió bien, no? —preguntó, mientras veía como su hermana no le sostenía la mirada.

La niña podría ser todo menos despistada, lograba percibir la tristeza en los rostros ajenos y el distanciamiento de su hermana mayor. Mientras que Tony estaba justo frente a ella, Alejandra estaba de pie detrás de el azabache.

—Steve se mudó y no pudo despedirse cielo, pero te dejó esto —le dijo Pepper mientras le daba una pequeña cadena —La usó en la guerra.

—Es dónde ponen las placas... —murmuró la menor, algo hipnotizada por la cadena plateada.

—Él me dijo, que le preguntabas muchas cosas acerca de la guerra, y me contó que tu madre le hacía lo mismo. Me pidió que te lo diera, para que siempre los recuerdes —le explicó Pepper.

Hasta Tony había sonreído un poco gracias a la ilusión en el rostro de Ashley, Alex estaba a nada de comenzar a morder sus uñas gracias a los nervios.

—¿Te pasó algo allá? —le preguntó Ashley a su hermana mayor, ella negó —¿Los demás están bien?

Alex solamente tragó duro y se apoyó en Tony, quien ahora estaba más serio.

—Jen y Peter están bien...

—No tienen heridas, así que no hay porqué preocuparse —Pepper completó lo dicho por Tony, pero tampoco supo como seguir.

—¿Hugo está en el hospital? —la mujer a su lado negó —¿Está bien?

—En realidad, él... —Tony no lograba terminar sus oraciones, todo esto por los nervios que sentía.

—Alex... —la voz de Ashley denotaba preocupación y algo de miedo, su hermana se acercó y se sentó frente a ella, mientras tomaba sus manos.

—Hugo... —Alex limpió el par de lágrimas que le habían traicionado —Ashley, Hugo ya no... Ya no estará con nosotros, él... Bueno, él murió —la voz de la mayor se quebró, dándole paso al llanto que contenía.

Su hermana comenzó a llorar en silencio no fue hasta que Pepper la rodeó con su brazo cuando comenzó a sollozar.

—No fue tu culpa Ash, no fue culpa de nadie —dijo Tony, recordando que ayer la pequeña se sentía mal por haberlos encubierto —Tú no tuviste nada que...

—Hugo, no creía en los Ángeles —interrumpió mientras veía a su hermana y las abundantes lágrimas salían de sus pequeños ojos.

—Oh, amor...

Ashley se separó de Pepper y casi se trepó en su hermana mayor, ella la recibió mientras le acariciaba algunos cabellos.

—Bueno, mamá creía que los Ángeles eran buenos y...

—Pero necesitas creer en ellos.

—Ashley, escúchame corazón... —intervino Tony, sin interrumpir el abrazo que compartían sus sobrinas. La menor apenas y lo miró, pues sus ojos estaban llenos de lágrimas —No todos creemos lo mismo, cuando tú crezcas, podrás creer lo que quieras. Podrás pensar en una respuesta para todas las preguntas que no las tienen y...

—Eso decía papá...

La inspiración de Tony fue cortada gracias lo dicho por la menor, por suerte Pepper habló en cuanto se dio cuenta.

—Tu padre tenía razón —Alex soltó un poco a su hermana en cuanto escuchó a la mujer, pero la pequeña no lo hizo, no quería hacerlo —Puede que Hugo esté con los Ángeles, era un buen muchacho —Ashley asintió, sin dejar de verla —Nadie lo sabe en realidad, solo...

—Es algo que sientes —añadió Tony, mientras se sentaba junto a ellas y se acercaba a Pepper.

—¿Recuerdas cuando fuimos al apartamento de May? —interrumpió Alex mientras se secaba algunas lágrimas, lo que le resultaba inútil, pues no dejaban de salir.

—Sí...

—Dijiste que la vida era complicada, y estoy totalmente de acuerdo —afirmó Alex, tratando de sonreír —Tu crees que mamá y papá están con los Ángeles, y esperemos sea así —un poco de arrepentimiento cruzó por el corazón de Alex, pero decidió seguir aún así —No sabemos si Hugo esté allá arriba, pero estoy totalmente segura de que sigue aquí —le dijo mientras ponía su mano resplandeciente a la altura del corazón de su hermana.

—¿Lo pondrán en una caja? —preguntó un rato después, todos asintieron.

—A él sí lo enterrarán, ¿Quieres estar ahí? —le preguntó Pepper, la niña asintió.

—Entonces, limpia esa hermosa cara de ángel y pon una sonrisa —dijo Tony mientras trataba de hacerle cosquillas, causando una leve sonrisa en la niña y logrando que su rostro se suavizara —Estoy seguro de que al Justiciero no le gustaría verte así.

—¿Quieres que me quedé contigo? —le preguntó Pepper, notando que Alex se había quedado callada. La niña asintió un rato después, ahora más tranquila, bajando del regazo de su hermana.

—Yo... Vengo en un rato por ti —dijo mientras dejaba un beso en la frente de su hermana y salía de la habitación.

Alex

Sentía mi pecho arder gracias a la fuerza que estaba usando para calmarme, las lágrimas apenas habían cesado. Por fin lo había dicho, por fin lo había afrontado, Ashley se había enterado por mí y no por alguien más. Hugo habría estado orgulloso de mí.

Jen no ha contestado mis mensajes, Peter y Ned han estado hablando por el grupo de WhatsApp, tengo cosas que hacer, cientos de mensajes por responder. Parece que ahora sí tengo un lugar en la memoria de todos los "compañeros de clase".

Desde ayer no hay cosa que no me recuerde a él, me duele la cabeza, estoy harta. No quiero pensar más en que mi mejor amigo ya no va a estar nunca más. Quiero que este día acabe, cuando estábamos en la escuela y hablábamos de esto, esperaba que tuviéramos unos ochenta y nueve años cuando pasara, no que él muriera a los dieciséis, y siendo honesta... Yo quería morir primero.

No es un secreto, yo se lo había dicho cientos de veces. No puedo estar sentada en la cama sin recordarlo, quiero creer que en cualquier momento entrará por la puerta y se tirará al colchón, sin importarle nada. Pero llevo un rato esperando y sé que no pasará. No puedo evitar ver la guitarra que me regaló mientras busco la ropa necesaria en el closet.

Odio esta sensación, odio el saber que me prestó su libreta de Química y no se la devolveré, que ya no lo veré todos los días, que no me lo encontraré en el metro, que ya no me calmará en alguna crisis. Siento un vacío al pensar en que ya no está, en pensar que se volvió tan frecuente en todo lo que hacía.

Tomé una blusa azul y unas botas color verde, eran sus colores favoritos. Sé que Pepper probablemente me llame la atención, pero Hugo así lo hubiera querido. No le gustaba ir de negro a los funerales, ni siquiera se fue así al de mi papá.

Mierda, su padre...

—Alex, necesito ayuda para peinarme —escuché el quejido de Ashley a través de la puerta, solamente le hice caso después de cambiarme la ropa rápido —Le hablaron por teléfono a Pepper.

Asentí mientras ella entraba junto a Hiro y se sentaba en mi cama. Noté que estaba algo encorvada, pero decidí no quejarme, estaba demasiado abrumada ahora como para regañarla por su postura.

—Hace frío afuera... —le recordé, mientras acomodaba las mangas de su blusa.

—Me pondré el abrigo morado —murmuró mientras le rascaba la panza a su perro.

—Si Hiro deja pelos...

—Yo los recojo —me interrumpió mientras colocaba al animal en sus piernas —¿Puedes hacerme dos trenzas?

—Creí que no te gustaban.

—Hugo decía que me veía mejor con dos trenzas que con el cabello suelto —traté de sonreír al escuchar eso.

—Ya entiendo —dije, mientras buscaba un par de ligas en mi tocador.

Le hice el peinado en silencio, no pude evitar recordar cuando Papá trataba de hacerlo, siempre le quedaban torcidas, y aunque a Ashley le daba risa, a Mamá y a mí nos sacaba de quicio.

—Alex ¿Puedo preguntarte algo?

—Ya lo hiciste.

—Otra cosa.

—¿Qué pasa? —le pregunté mientras ataba la primera trenza, ella sólo se giró un poco para verme.

—¿Puedo decirle "Tía" a Pepper? —sus ojos brillaban con ilusión, y otra vez, yo no sabía qué contestar.

—Supongo que a ella le encantaría —sonreí nerviosa —¿Por qué no le preguntas a Tony y luego a ella? Así no la tomas desprevenida.

—¿Qué es desprevenida?

 Salón principal de la Torre Vengadores

—¿Les diste el día a todos? —preguntó Wanda en cuanto vio a Tony.

—Sí, creo que nadie podría concentrarse después de lo de anoche...

—Buen punto —afirmó Wanda mientras se acomodaba en uno de los sillones y Tony la imitaba.

—Sobre el anillo que le diste a Alex...

—¿Qué pasa con eso? —preguntó ansiosa.

—Me dijo que no se iluminó ayer, cuando usó sus poderes.

—Quizá no necesitaba ser protegida —respondió rápidamente.

—¿Cómo puede ser eso posible? —preguntó fascinado.

—Lo hice con ayuda de Visión y con la gema de la mente, las posibilidades son casi infinitas —pausó un momento, buscando algo más que decir —Quizá, con los poderes de Alex bastaba.

—No son poderes, solo tiene una condición... —trató de excusarse.

—Tony, de ser así, mi condición puede entrar a tu mente y saber todo de ti —lo interrumpió enfadada —Acéptalo, tiene poderes.

—Sólo, no quiero que ella los llame así —explicó.

—No deberías de estar preocupado por ello, dudo mucho que Alex quiera ser una heroína —replicó la bruja —No hay foto o vídeo de lo de ayer, pero según Peter, ella actuó bien.

—No se lo digas, no la motives en esto —le indicó.

—Yo no lo haré, y estoy segura de que Peter tampoco. No está en ninguno de nosotros, está en ella.

Peter

Me había despertado tarde, aún me sentía cansado, a pesar de que no tenía algún moretón o lesión. Por suerte May no me había interrogado a noche, pero sí se había despertado antes que yo.

—Peter, se nos hará tarde —escuché el grito desde la cocina.

—Ya voy —le contesté a mi tía por cuarta vez en la mañana.

Estaba terminando de meter todas mis cosas de S.H.I.E.L.D., en una de las mochilas más viejas que tenía. Después de haber visto a Alex, Barton me notificó que aceptaron mi renuncia. Por lo tanto, tenía que devolver todas las cosas, credenciales y demás.

Me siento una total basura. No sé qué más decir.

Sé que no estaba en mis capacidades salvar a Hugo, pero no puedo dejar de pensar en todo lo que conlleva que él haya tomado esa decisión. No quiero decir que era egoísta, pero después de lo que hablé con su madre, no sé qué pensar. Jen no ha contestado mis mensajes, Ned quedó de verme en el funeral, Alex mandó a avisarme con Tadashi de el funeral en la madrugada pero no ha contestado ningún mensaje.

—Cariño, yo sé que es duro y que Hugo era tu amigo pero tenemos que irnos ya...

Mientras May daba otro de sus discursos sobre funerales, terminé de alistarme y salí de mi habitación, ella estaba recargada en la barra de la cocina, esperando a que yo saliera.

—No me dijiste nada de ayer en la noche.

—Solamente nos convocaron para terminar de reiniciar los sistemas manualmente y ver si estábamos todos bien —mentí.

—¿Y lo estaban? —me preguntó, acercándose a mi para a acomodar mi cabello.

—Sí, ninguno de nosotros está herido o necesita ayuda. Bueno, exceptuando a Hugo.

—¿Stark se enteró de eso? —me preguntó extrañada —Oh, ya recuerdo... Fundación Noviembre —asentí lentamente.

—Sí, pero igual dudo mucho verlo en el funeral, es un hombre ocupado.

"Y por lo que más quieras Parker, no los decepciones" la voz de Tony Stark resonó en mi cabeza todo el camino, junto con la imagen de Maxwell Dillon en su forma humana. Por suerte, mi tía había preferido mantenerse callada todo el camino, ella conducía el viejo auto de mi tío Ben, pero esta vez era diferente.

—¿Pasa algo? —le pregunté.

—¿Tu te quedarás con Alex hoy, cierto? Para el funeral privado —me ignoró, sin despegar sus ojos de la carretera.

—Sí... —el silencio volvió a ser agobiante, ya estábamos en algunas de las calles centrales de Queens, el ambiente en el día era diferente.

Como si los Vengadores hubieran salvado el mundo otra vez, pero en menor escala.

—¿Cierto Peter? —me preguntó mi tía, yo solamente tragué duro.

—Perdón, yo...

—Estás muy distraído.

—Lo siento, solo que...

—No te disculpes cielo, entiendo. Hay que pasar por las flores —dijo mientras asentía. Yo solamente suspiré —¿Es en el cementerio St. Mary, cierto? —Yo volví a asentir, recapacitando sobre a dónde nos dirigíamos.

En algún lugar de la ciudad...

—Por fin nos libramos de ese dolor de cabeza, ¿No es cierto, jefe? —preguntó el hombre tatuado mientras reía.

—No era un dolor de cabeza —contestó el hombre canoso mientras leía el periódico.

—Bueno, nos liberó de un par de intrusos —aportó un sujeto que estaba soldando un par de cosas —Y se llevó a su hija de aquí.

—No estás seguro de que Giselle fuera su hija.

—Ni siquiera estás seguro de que en realidad se llame Giselle —contraatacó.

—¿Cree que los Vengadores sepan de nosotros? —volvió a cuestionar el hombre de los tatuajes.

—El último hombre al que Electro manipuló nos aseguró que no —respondió el jefe.

—No consiguió la identidad del Hombre Araña.

—Me importa un carajo la araña, nosotros solo nos dedicamos a vender armas, y listo —determinó el hombre, ignorando a todos sus "secuaces".

Todos los hombres que estaban dentro de la conversación volvieron a sus puestos de trabajo, menos el soldador.

—Señor, hice unos arreglos en las alas, para el siguiente robo —dijo algo nervioso.

—Los probaré luego, solo haré movimientos nocturnos —determinó, tirando a la basura el último artículo sobre el apagón de la ciudad.

12:00
St.Mary

Delmar había sido el intermediario perfecto para la organización del funeral, ya que al saber algunos detalles clave del gran secreto de Alejandra, podía hablar de ello con Miranda. Aunque no de todo, pues él no sabía nada sobre la identidad de Spiderman, ni el trabajo de Jen o Hugo. Pero sabía lo suficiente como para ser de ayuda.

El hombre se lo había pasado junto a la madre de Hugo desde esa mañana, arreglando algunos detalles o coordinando algunas cosas, pues su amiga apenas y se podía comunicar de una forma coherente. Le resultaba imposible no recordar a sus amigos faltantes, el pensar como Sofía no dejaría a Miranda sola ni un solo segundo, y como Carlos le estaría ayudando con todo, haciéndole la carga más ligera.

Las primeras en llegar fueron Maria Hill y su hija, quien había compartido un abrazo excesivamente largo con su "suegra". Jennifer Hill estaba más pálida de lo normal, y no es que le faltara maquillaje, en realidad, lo que le hacía falta era energía. Energía que Hugo le compartía muchas veces.

Después de ellas, llegó Ned Leeds, junto con un par de caras conocidas para Jen. Estaba siendo acompañado por Michelle Jones y por Betty Brant, la actividad era sencilla, dar el pésame a la madre de Hugo y acercarte al ataúd donde estaba el cuerpo de aquel ojiverde que siempre destacaba con algún comentario acertado.

Al cabo de diez minutos o más, llegó un auto familiar con una mujer aparentemente castaña y un hombre pelinegro, que resultaban ser los tíos paternos de Alejandra y Ashley Blanco. Obviamente con todo lo ocurrido y los cabos sueltos que causarían su presencia, Tony y Pepper habían utilizado las máscaras que estaban diseñadas para cambiar su rostro y así pasar lo más desapercibidos posible.

Ashley se dirigió hacia Miranda en seguida logró verla, la mujer la recibió gustosa, aunque le alegraba verla, era obvio que le desagradaba la ocasión. Mientras que Pepper y Tony se entretenían un momento con Delmar, algunos jóvenes se acercaron con Alejandra, todos ellos compañeros de diversas clases, o personas que mantenían un contacto con Hugo.

Fue rescatada por Betty, Michelle y Ned, las únicas personas que además de su novio, podría considerar amistades. "Lo lamento", "Sé cuánto significaba para ti", "Él está en un lugar mejor" eran unas de las muchas frases que lograban escucharse entre el grupo de personas que estaba ahí. Alex trató de saludar a su prima a la distancia, esta solamente la ignoró y se acercó al ataúd.

—Disculpen, los veo en un rato —Ned asintió a lo dicho por Alejandra, él había notado lo ocurrido con Jen.

En el trayecto, la adolescente fue interrumpida por algunas personas que la reconocían, no pudo evitar preguntarse de dónde habían salido tantos conocidos de la familia Rogers. Hugo de seguro llegó a aprenderse los nombres de la mitad de todos los presentes, ella podía asegurar que los otros o no fueron cercanos, o no le interesaban a su mejor amigo.

—Jen —le llamó una vez estuvo cerca del ataúd, pero la ahora pelinegra se alejó de ahí, sin siquiera voltear a verla —Hey, Jennifer, sé que ahora no estás de humor, pero...

—¿Pero, qué? ¿Qué es lo que quieres? —le preguntó mientras se giraba, su actitud era tajante ahora que estaban apartadas de la multitud.

—Saber cómo estás ¿Ya comiste algo? ¿Dormiste al menos? —le preguntó preocupada, era obvio que la delgadez de su prima iba más allá de su complexión.

—Estoy bien, gracias —le respondió, manteniéndose seria.

Ambas pasaron un par de minutos así, en total silencio. Podían sentir las miradas de un par de curiosos, pero no les importaba.

—Lo recordaste —murmuró Alex, notando la vestimenta de su prima.

—Él lo quería así —respondió ella, vestía una blusa azul al igual que ella, pero traía una chaqueta con estampado militar y un jean oscuro —Eso sí era algo que él buscaba.

Alex notó el ligero sarcasmo en su prima, si bien su actitud llegaba a ser molesta en algunas ocasiones, ahora no se mostraba accesible en absoluto.

—Sé que su muerte fue mi culpa, de acuerdo —dijo Alejandra antes de que su prima se alejara de ella.

—Nadie te está culpando —le respondió queriendo avanzar, pero la mayor se interpuso en su camino.

—¿Crees que no te conozco? Sé que estás pensando en un millón de formas para hacerme ver lo molesta y lastimada que estás.

—No siempre se trata de ti —masculló, evadiéndola y chocando sus hombros al caminar rápidamente.

—Jennifer, necesito hablar contigo.

María las veía desde una distancia considerable, su hija ni siquiera había pegado un ojo la noche anterior, estaba preocupada por las tres niñas, a penas y había puesto un pie en su casa ese día y no tuvo oportunidad de procurar el luto que su hija mantenía.

—¿Traen las flores? —le preguntó Delmar a Peter en seguida este bajó del auto, el muchacho asintió y le pidió a su tía que abriera la cajuela del coche.

—¿Está seguro de que pidieron Tulipanes? —cuestionó la tía May mientras se bajaba del auto.

—Miranda me lo pidió así —contestó el desgastado hombre.

Dos cubetas llenas de tulipanes, amarillos y blancos. Esa había sido la petición enviada de última hora a la florería local.

—Ya llegó el sacerdote —masculló María acercándose a ayudar —Buenos días, hola muchacho —saludó mientras Peter le ayudaba a bajar el pequeño escalón que había, la mujer llevaba unos tacones gruesos y el pasto no era muy amigable.

—Buenos días María —saludó Delmar, esperando la ayuda de Peter.

—¿María? ¿Es usted la tía de Alejandra, cierto? —preguntó mientras la saludaba de beso en la mejilla.

—Y usted es la tía de Peter —sonrió —Que ocasión tan desafortunada para presentarnos —murmuró, recordando el funeral de su cuñado.

Ambas hicieron una ligera mueca, mientras guiaban a los restantes a donde estaban todos los demás.
En cuanto terminaron de colocar las flores, Peter terminó de pie, al lado de Ned y las demás. Los estudiantes presentes se sorprendieron al ver el conocido deportivo platinado que se estacionaba no muy lejos.

Flash Thompson salía de él, luciendo un traje bastante obstinado. El problemático adolescente pasó al lado de Michelle Jones en total silencio.

—¿Sé odiaban, no? ¿Qué haces aquí? —le preguntó Brant en una postura ofensiva.

—Era un compañero, cuando alguien muere tienes que mantenerle respeto —contestó con un semblante muy serio.

—¿Y porqué esperas a que esté muerto? —preguntó MJ.

—Solo estaré aquí un rato, vengo en son de paz.

—Nunca hiciste nada bueno por el —insistió Brant.

—Pero él sí lo hizo por mi, aunque no le agradaba. Tengo que pagarlo de alguna manera —masculló en voz baja, viendo como todos los presentes comenzaban a rodear el ataúd, y el sacerdote se colocaba en un extremo de este, comenzando a prepararse.

—Alex, en verdad, no quiero hablar contigo —insistió Jen, quien ya llevaba un par de minutos sentada en el pasto junto a su prima sin decir nada.

—No te irás, no hasta que saques tus sentimientos —determinó, sin dejarla de ver.

—Ya no tengo nueve años —masculló la pelinegra.

—Yo lo sé, y por eso necesito que me digas lo que tengas que decirme. Sé que estás enojada conmigo.

—Si lo sabes, se acabó —dijo, intentando pararse, pero otra vez fue derribada por la mayor —En verdad eres terca.

—Bueno, ahora no puedes usar armas, eso está a mi favor.

—Yo no usaría un arma contra ti.

—Bien, pero tu actitud cuenta como una —insistió Alex —Sabes bien, que sé lo mucho que Hugo significaba para ti, pero esto...

—Él estaba conmigo en la cabina, antes de que electrocutaras a los hombres que lo iban a atrapar —habló entre dientes —Se fue de ahí, porque quería protegerte, y yo no lo sabía.

—Yo no se lo pedí.

—Pero tampoco lo frenaste.

—Sabes que él no tenía un freno —habló con fuerza, ahora también enojada —Yo ya te lo dije, acepto la culpa por la muerte de tu novio —bufó, mientras trataba de contener sus lágrimas.

—No es sólo eso Alejandra —Jen se quebró mientras la tomaba por las muñecas.

—¿Entonces qué es? —preguntó mientras lágrimas furiosas resbalaban por su rostro.

—Tu no luchaste toda tu infancia por un trabajo como el mío, tu no tuviste que probar que tu valor va más allá de un apellido —pausó, volviendo a bajar el volumen de su voz —Y siendo honesta, tu no arruinaste la reputación de tu prima.

—Jen, tu cumpliste tu misión, no fue tu culpa lo que pasó.

—Era la agente presente con el mayor rango, era mi responsabilidad. Decepcioné a todos mis superiores, en mi historial está una placa que asegurará ser titular del incidente donde murió uno de los nuestros —de no ser por lo apretada que estaba su mandíbula, le habría escupido en el rostro —¿Recuerdas que te dije que no siempre es sobre ti? Maldita sea, Alejandra. Esta no era tu lucha. Electro asesinó a tus padres, que eran mis tíos, asesinó a tu mejor amigo, que fue mi novio —la apuntó directamente, aguantando algunas lágrimas —Trata de meterte en tu estúpida cabeza eso, no eres solamente tú.

La menor se levantó hecha una furia, yendo directamente con su madre, no quería atraer más miradas de las que ya había conseguido. Sé estaba maldiciendo a sí misma por no querer usar una máscara completa.

Alejandra se quedó ahí, con la respiración acelerada y las lágrimas constantes en su rostro, por un momento perdió la noción del tiempo, afortunadamente le daba la espalda al funeral que iba a comenzar.

—Alex, princesa... —escuchó la voz de su tío unos metros detrás de ella —No escuché, pero noté lo que pasó y...

Ella se largó a llorar en los brazos de su tío, mientras lo abrazaba como si su vida dependiera de ello. Tony solamente decidió encaminarla hacia donde estaban los demás.

—No... —murmuró Alejandra, mientras reconocía el auto que se estacionaba no muy lejos de donde se encontraban.

Al parecer su tío no la escuchó y dio un par de pasos, lo que no sabía si era bueno o malo.

—¿Quién es él? —le preguntó Ned a Peter en un susurro, señalando con la cabeza al auto que anunciaba su llegada tarde.

—No lo sé... —contestó, analizando al muchacho que bajaba junto a un señor de mediana edad.

—Mark, cierra las ventanas —le indicó con una voz muy áspera, perteneciente al hombre de cabellos castaños, iguales a los de Hugo.

«Mark»

"¿Dónde está Alex? "se preguntó saliendo de el grupo de gente, disculpándose entre las personas. En cuanto salió de ahí, logró ver cómo ella se había quedado estática junto a un hombre de la misma estatura que su mentor, así que supuso que era el mismo Stark, pero encubierto.

—¿Pasa algo? —le preguntó, mientras ella negaba de forma rápida —Tu cara me dice otra cosa.

—Alex... —saludó Peter ligeramente agitado, gracias a la sorpresiva aparición —Señor —saludó tratando de disimular.

—Mocoso.

Los jóvenes tuvieron un rápido abrazo, inspeccionado por Stark, quien ahora había puesto su atención en el hombre que era recibido por los invitados.

—Ashley preguntaba por ti —le dijo Peter a Alex, tratando de encubrirla.

—La ceremonia está por empezar —intervino Stark —supongo que los veo allá.

Ellos asintieron y el mayor se alejó, prometiéndose que no dejaría pasar por alto lo ocurrido con su sobrina.

—Lo viste, viste a Mark... —supuso Alejandra.

—Y al padre de Hugo.

—No entiendo, se supone que Mark ya debería de haberse ido y... —calmó sus balbuceos una vez Peter se acercó más a ella.

—¿Segura que quieres ir? —preguntó, señalando con su cabeza el grupo de personas que comenzaban a tomar asiento en las sillas instaladas.

—Tengo que hacerlo ¿Puedes mantenerte cerca? —le preguntó ella después de un rato, él asintió y se encaminaron. Una vez llegaron, Peter se sentó junto a su novia, y ella quedó al lado de Pepper. Pues Ashley había decidido que no se separaría de Jen por el resto del día y eso conllevaba sentarse junto a ella.

Alejandra estaba ligeramente inquieta mientras escuchaba al sacerdote hablar, podía asegurar que sus padres ya le hubieran llamado la atención. También podía sentir una mirada fija en ella, y no era paranoica, ya lo había confirmado el par de veces que había echado un vistazo. Peter colocó su palma en el muslo de ella, tratando de hacerle notar que no dejaba de moverse «Todo está bien» le murmuró.
Aunque trataba de mantener la mirada fija en el ataúd donde yacía el cadáver de su mejor amigo, no pudo evitar notar como Mark y el señor Rogers tomaban asiento junto a Miranda, al lado de el sacerdote. Fue cuando conectó con la mirada envuelta en llamas perteneciente a su ex-novio.

Trató de aligerar su respiración y se volvió a concentrar en el ataúd. Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas al pensar en Hugo. Sabía de antemano que si él hubiera estado presente, Mark ni siquiera la vería o capaz ni se presentaba. Pepper notó el nerviosismo de la adolescente así que solo tocó su hombro y se acercó a ella para murmurar algo.

—Al parecer, ahora soy tía de Ashley —dijo, causando una leve sonrisa en Alex —Como tía designada, te voy a pedir que te calmes, logro escuchar tu respiración —ella asintió —¿Quieres que nos alejemos un poco?

Ella volvió a asentir, agradecida con la contraria, se levantaron y caminaron un par de metros detrás de la multitud, asegurándose de que no pudieran escucharlas.

—¿Quieres hablar?

—Es por Jen y Hugo, estoy abrumada —sacó a la luz el segundo motivo de su ansiedad.

—Bueno, respecto a Hugo no hay algo que podamos hacer, pero... —la mujer suspiró, pasando sus manos por sus muslos un par de veces —Dale tiempo a Jen, tiene que afrontar el dolor, y su trabajo no ayuda mucho.

—Siento que no debo estar aquí.

—¿Culpable? —ella asintió —No deberías. Eras su mejor amiga, cualquiera que no los conociera, pensaría que eran hermanos.

—Yo lo sé, solo que no estoy tranquila.

—Eso también ya lo noté —murmuró para después darle un abrazo —¿Logras ver que no es tan difícil?

—¿Qué cosa? —preguntó con extrañeza.

—Comunicarse. Cielo, no soy ninguna adivina.

—No estás obligada a saber lo que siento —trató de bromear.

—Más allá de mi relación con Tony, te has vuelto importante para mí. ¿Sabes que puedo apoyarte, cierto? No soy Hugo, pero...

La mayor fue interrumpida por un abrazo que le daba Alejandra, tratando de que se callara.

—Simplemente, no estoy acostumbrada a decir lo que siento.

—Hay que trabajar en ello —murmuró, viendo como todos los presentes comenzaban a rodear el pozo donde el ataúd iba a ocupar su lugar —Llegó la hora.

El volumen de los llantos aumentaba conforme ellas se acercaban. Podían escuchar como el sollozo de Miranda cobraba fuerza cuando el ataúd comenzaba a descender. Ashley se encargó de darle un par de flores a su hermana, ella las recibió junto con un abrazo de la menor.

—Adiós Hugo —escuchó decir a su hermanita mientras arrojaba la flor amarilla y se refugiaba en Alejandra.

—Mini Rogers —murmuró Stark.

—Adiós hermano —se despidió Peter.

—Adiós amigo —le siguió Ned.

—Adiós muchacho —susurró Maria, rodeando a Jen con sus brazos.

—Adiós mi amor —murmuró Jen, quien lloraba junto a su madre.

—Sé que algún día nos volveremos a encontrar —susurró Alejandra para sí misma, poniendo la flor a la altura correcta —Nos vemos, justiciero.

Mientras que todos los demás compartían un pequeño momento en la tumba de Hugo, Alejandra había decidido apartarse un momento, pidiéndole a Tony que la cubriera. El mayor logró comprender la situación, solamente fijó un pequeño rastreador en el reloj de su sobrina, por mera precaución.

—Sé que ya fue Día de Muertos, perdón por eso —murmuró una vez llegó a la tumba de su madre, que estaba lo suficientemente apartada de el grupo de personas —Sólo que con la supuesta muerte de papá, no quería venir solo con Ashley.

Pasó un rato en silencio, era obvio que su madre no le iba a responder.

—Ni siquiera sé si la tradición tiene algún fundamento, o si puedes escuchar desde el más allá —ironizó Alex, mientras se sentaba en el césped —Agradezco lo que hiciste con Tony, hubiera sido mejor si se hubieran reconciliado —bromeó amargamente —Papá siempre ha dicho que tu estás en nuestros corazones y le creo... Solo que necesito estar aquí —murmuró mientras se le escapaba un sollozo y comenzaba a llorar.

Permaneció allí un buen rato, perdiendo la noción del tiempo, solo notó que las nubes que cubrían el cielo, se volvían un poco grises. "Amarías este clima" pensó Alex, refiriéndose a Hugo.

—Hey... —escuchó detrás de ella, se puso alerta de inmediato.

—Me asustaste —dijo en cuanto se levantó —Mierda Peter, no me vuelvas a hacer esto.

—Lo lamento, no era mi intención —murmuró mientras ella se acercaba a él —Mark ya se fue —anunció y ella solamente asintió.

—Gracias por decirme —correspondió, apartando la vista de la tumba de su madre.

—Oh... No sabía que estabas con, en... —balbuceó y su novia solamente le tomó la mano.

—No vine en día de muertos y me sentía algo culpable —murmuró.

—Puedes venir otro día, no necesariamente el día de muertos.

—Es una tradición importante para papá —aclaró.

Se le formó un nudo en la garganta al recordar que Peter no sabía lo ocurrido anoche, se reprochaba lo tonta que había sido al no contarle.

—Peter, yo...

—Ven conmigo —fue interrumpida por su novio, quien la apartaba de ahí, parecía estar buscando algo en específico.

"No le digas nada a nadie" la voz de Natasha resonó en su cabeza, se sentía una basura al mentirle a su novio, pero no sabía las consecuencias de decirle aquello, así que prefirió callar.

—¿Buscas a alguien? —preguntó Alejandra.

El muchacho no respondió, solamente cambió un poco su rumbo.

—Creo que esto es una tontería, pero es algo que hago cada mes —comenzó su explicación —En realidad, es cada aniversario junto a mi tía, pero yo lo hago cada mes —se detuvo una vez estuvo frente a la lápida correcta.

"Richard y Mary Parker, recordados con amor por su hijo y familiares"

El nudo en la garganta de Alex se intensificó, a veces pasaba por alto que su novio sabía mucho mejor que ella lo que era no tener a sus padres con él.

—¿Cada mes? —preguntó ella, él asintió —No es una tontería.

—Bueno, prefiero venir aquí que ir a terapia, creo que sí lo es —bromeó, sacando una leve sonrisa en su novia.

—Nunca me has contado, cómo fue que pasó...

—Accidente de auto, yo tenía unos 6 años, esa noche me quedé con mis tíos —aclaró Peter, sin decir mucho al respecto —De hecho, la de mi tío Ben está detrás de nosotros.

—Sería lindo que avisaras eso —dijo ella, dejando de apoyarse en la lápida recién mencionada —Creo que tu tío ahora me odia.

—Estoy seguro de que ellos te amarían —dijo, dejando un beso en la frente de su novia.

—¿De verdad? —cuestionó mientras lo abrazaba.

—Ellos te amarían porque yo lo hago.

"Hay pocas cosas que no tienen una palabra que las clasifique, el hecho de que una madre pierda a su hijo, no tiene forma existente de llamarle. El que pierde a un padre se le llama huérfano, quien pierde a su pareja, queda viudo, pero el dolor de perder a un hijo es tan desgarrador que ni siquiera existe palabra para describirlo."

Miranda

Sé que todos tienen cosas que hacer, son personas ocupadas. Creo que ya todos sabemos el porqué hacemos otro funeral, y sé que es una locura. Pero mi hijo siempre lo quiso así, y en algún punto me causó miedo su insistencia. Alejandra fue la que me recordó esto, por alguna razón ellos siempre hablaban de este tipo de cosas, así que solo quiero agradecerles por estar aquí.

Maria Hill

Sé que la idea de un funeral con personas cercanas, no es tan alocado hoy en día. Pero quiero creer que sí lo es. Porque es Hugo, y él era alguien totalmente, loco.
La verdad, yo lo admiraba, desde pequeño, siempre mostró ser un buen niño y un buen amigo. Era fantástico el venir desde Chicago, para ver a mi familia. Y encontrarme con que mi hija tenía personas que la esperaban aquí, incondicionalmente.

Era un muchacho, sumamente libre, ingenioso, inteligente, talentoso, él era alguien especial.
Sólo tuve un corto tiempo para trabajar junto a él, pero sé que valía la pena, en ese y muchos otros aspectos. Lo demostró cada segundo, aún fuera del cargo. En todas las misiones, y todos los días, se de compañeros Agentes que mueren, me resulta imposible recordarlos a todos. Pero sé que Hugo, siempre, será uno de los mejores Agentes de S.H.I.E.L.D.

Y será el mejor muchacho que he conocido, sin duda alguna, llegó a ser una inspiración para muchos de los adultos que estamos aquí. El nombre de Hugo Rogers, siempre será un recordatorio, del porqué me levanto todas las mañanas, en busca de un uniforme para proteger a los demás. No habrá día en que no me lamente el no protegerlo lo suficiente.

Peter Parker

Ayer, Jen y Alex me avisaron de esto, siendo honesto, me tomaron por sorpresa.
Todos aquí, saben de mi alter ego, y no estoy orgulloso de ello.
Siempre he tenido miedo, de que alguien ataque a mi familia o a las personas que son importantes para mi, y eso fue lo que pasó. No sé si fue de forma directa o no, pero eso, él ya no está vivo, y era importante para mi.

No voy a decir que éramos los mejores amigos, porque en un principio, no éramos siquiera amigos, después necesité su ayuda, él necesitó a Spiderman, y el resto es historia.
Hugo, era mucho más listo de lo que aparentaba, en todos los aspectos. Era alguien dedicado, aunque la vida le pusiera más cosas que hacer, no dejaba a un lado lo que le apasionaba.
En realidad, no sé qué decir, una parte de mi, cree que el sigue con nosotros, que en cualquier momento aparecerá en la habitación y hará una pregunta tonta o algún comentario gracioso, pero sé que no será así.
Sé que solamente nos quedará su recuerdo, y todo lo que pudimos aprender de él.

Tony Stark

Me sorprendió que me hayan solicitado acá arriba, pero aquí estoy.
En realidad, lo conocí hace un par de meses, pero sabía de él desde hace un par de años, gracias por eso Jen.

Lo vi en persona en aquel ataque al restaurante que está en el centro de la ciudad. Era más alto de lo que creía, su agilidad mental era muy grande para lo que aparentaba, él era una caja de sorpresas.
Sé que en su momento, pedí que no dijeran nada. Pero junto a Peter, me recordaban un montón a mi mejor amigo y a mi, lo que me resulta abrumador hasta la fecha. Hugo era un muchacho, jodidamente talentoso, lo supe desde el momento en que lo vi hablar junto a Alejandra, se notaba que era apasionado cuando algo le interesaba. Tuve el placer de que me ayudara con un par de proyectos personales, me encantaría que estuviera aquí. No para verlos terminados, si no para siempre.

Clint Barton

Al igual que Tony, estoy sorprendido de que me hayan tomado en cuenta, me siento abrumado estando aquí. Pero algo dentro de mí, sabe que Hugo lo hubiera querido.
Solamente lo vi nervioso una vez, cuando tenía que decir que era miembro de Shield, lo que me resultó gracioso en su momento. Era valiente, tenía una imaginación increíble.

No voy a mentirles, después de tanto tiempo siendo la única figura masculina respetable en la vida de Jen, estaba celoso del muchacho. Pero al mismo tiempo, confiaba en él.
Era alguien, que demostraba su amor sin pensarlo dos veces. Era audaz, dedicado, perseverante. El mejor muchacho que he visto en mucho tiempo. Su juventud era destacable, su presencia era un buen recuerdo para mi, y ahora su recuerdo será una buena sensación. Para mi familia y para mi.

Natasha Romanoff

Siendo objetiva, no me siento merecedora de estar aquí. Llegué a entrenarlo un par de veces, pero estoy cansada de verlo como a un agente. Porque él era más que eso, era un buen muchacho, hijo, compañero y amigo.

Sofía Blanco me había comentado un par de veces sobre él, claro que en ese entonces era un niño que tenía como seis u ocho años, y las cosas eran diferentes. Al igual que él, ya que siempre se encargaba de hacer la diferencia, era muy terco. Y muchas veces, su terquedad daba buenos resultados. En mi historial de vida, hay muchos nombres. Pero sin duda, este no pasará por alto.

Wanda Maximoff

Todos sabemos que era una persona de buenas intenciones, sin miedo a patear un par de traseros. Hablando con la verdad, a veces me recordaba a mi hermano, me hacía pensar en Pietro.
Y no es que esté enojada por ello, claro que no. Sólo que, además de que evidentemente no era mi hermano, él era mejor en varios aspectos. Era decidido, protegía a todos los importantes para él, se preocupaba aunque no se lo pidieran. Si bien estaba levemente contagiado de la maldad que hay en el mundo, él era mejor que eso. La bondad en su corazón y en su mente era palpable.

Me arrepiento de decirlo ahora, y no hace unos días que él estaba aquí, con todos nosotros.

Jennifer Hill

Ahora no es secreto que Hugo había hablado varias veces de su muerte, en un par de ocasiones, él me pidió que yo hablara de lo idiota llegó a ser. Pero, simplemente no quiero hacerlo. Prefiero imponer mi voluntad, como él siempre lo hacía, como lo hizo hasta el final. 

Él fue la única persona que estuvo siempre para mi, sin importar qué o quién. Para mi era como un ángel, claro que estaba enojada conmigo misma cuando acepté que sentía algo más que amistad, tenía miedo de perderlo. Hugo siempre será la manera más cruda que tuvo la vida de demostrarme que el destino no es algo que pueda controlar.

Hay un millón de adjetivos que podría ponerle, pero creo que no acabaría, para mi era mi amigo, mi novio y mi compañero. Y era más de lo que podría expresar, estoy segura de que pase lo que pase, lo seguirá siendo.

Alejandra Blanco.

Desde el momento en el que lo conocí, supe muchas cosas, aunque nunca supe que salvaría mi vida en repetidas ocasiones.

Hace un poco más de 10 años, los niños no se juntaban con las niñas, menos con las que no eran de piel muy blanca, o de el mismo país que ellos. Y a Hugo, eso le importó un carajo.
Él siempre buscaba el bienestar de los demás, muchas veces sacrificando el suyo. Era demasiado impulsivo.
Hugo me demostró que la amistad no es perfecta, pero me dejó muy en claro que sí existe. Siempre que pienso en mi familia, me es inevitable incluirlo, mis padres lo adoraban. No sé si era por ser mi mejor amigo, o porque sabía lidiar con ellos y con mi hermana.

Si por mi fuera, seguiría hablando de él, por el resto del día, o quizá de mi vida entera. Aunque, con todo lo que ya han dicho, no me queda tanto contenido como esperaba, él era muy transparente una vez lo conocías, defendía a los inocentes, luchaba por lo que creía correcto ¿Por algo le decía "Justiciero", no? Era como un hermano mayor para mi, me enseñó muchas cosas que siempre llevaré conmigo, sé que faltaron muchas más, pero la vida nos hizo una muy mala jugada.

—Con cuidado —se despidió Alex de Peter, quien subía al auto de May.

El homenaje había terminado hace un rato, los Vengadores se habían ido primero, adentro solo quedaban Jen, María, Miranda y Delmar. Ashley se había quedado dormida dentro del auto junto a Pepper, estaban esperando a Tony.

—Listo, las llaves —Alex se las lanzó desde la cajuela del auto, donde estaba recargada —¿Puedo preguntarte algo a parte de esto? —cuestionó con una leve sonrisa.

—Dime —dijo, mientras se colocaba junto a él.

—¿Por qué te paralizaste en el entierro? —la pregunta la tomó desprevenida.

—Me sentía mareada —mintió.

—Cariño lo siento, pero no me voy a tragar ese cuento —dijo, cruzándose de brazos.

—En verdad, me dio un mareo.

—¿Y Peter te lo quitó o qué? —preguntó a la defensiva.

—Tío, de verdad yo solo me... —trató de excusarse, mientras rodeaba el auto.

—Bien, no me digas ahora, lo harás después —determinó, abriendo las puertas de el vehículo.

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